Partida Rol por web

El chico acaba por colgarte el teléfono. Por su voz lo notas muy contrariado; nervioso incluso, como si realmente se sintiese preocupado por no poder atender tu petición.

Fastidiado, Rick cuelga el auricular y se bebe un sorbo de café -No ha colado, pero el tío estaba realmente nervioso... No creo que el tal Baker esté resfriado... Creo que es posible que tenga algún recuerdo de plomo en el cuerpo de anoche...- Pone cara de "por qué no?" -Y si vamos a su casa a ver si está por allí?-

Ahí o al hospital. Aunque no querrá que hagan preguntas, así que si, mejor en su casa. A ver si tiene una infección de aupa y está sudando la gota gorda. Se que es poco caritativo pensar así, pero me parece que entre ayer y hoy ha nacido un nuevo Percival Pickering-Cabott. Tiembla, mundo, que ahí vamos. A su casa, pero sin hacernos notar.

Efectivamente en el permiso de conducir está la dirección del Baker. Vive a las afueras de Danvers, en un barrio residencial, del estilo del de Harry. Cogéis el coche y en seguida, estáis allí.

Como cabía esperar, la casa se trata de una casa de dos pisos, como tantas otras; con su pequeño jardín a la entrada, como muchas otras de las que podéis ver en la zona. Es cerca de la 13:00 horas cuando llegáis y la gente empieza a llegar a sus respectivos domicilios para comer. En la casa de Baker no se aprecia ningún movimiento.

Harry miró a un lado y al otro.

-Hum, si lo que pretendéis es entrar a escondidas, no va a estar fácil. Demasiada gente. Podemos simplemente llamar a la puerta e intentar hablar con él, pero no sé qué vamos a sacar en claro. En cualquier caso, no nos conviene quedarnos aquí demasiado tiempo. Llamamos la atención.

-Si tenéis razón y es uno de esos tipos de anoche, sabrá quienes somos-añade John-No sé cómo reaccionará al vernos, pero no podrá hacernos nada a plena luz del día y con la calle tan concurrida. Quizá podamos intentar presionarle a ver que conseguimos.

Creo que solamente te conocen a ti John. Anoche estaba demasiado oscuro como para que vieran nada. Puede que, si conocen bien tu entorno, sospechen, pero creo que nos la podríamos jugar. Además, a pleno día no creo que puedan hacernos nada. Haría que nos expusieramos dos, y dejaría al menos a uno de nosotros como baza para que no conozcan su cara, por si acaso hay que hacer otra jugada parecida. Percy estaba que se salía, o iba para adelante o se hundía, así que procuraba venirse arriba. Tenía las pupilas dilatadas por la falta de sueño y la cocacola y se colocaba nervioso el pelo a cada rato.

Rick se rasca la mejilla -Yo estaba en el funeral con Doc, así que a lo mejor también me conocen... Deberíais ir vosotros dos mientras nosotros vigilamos casualmente...-

-¿Nosotros dos?-dice Harry señalándose a sí mismo y a Percival-Sí, tienes razón. Dudo que nos pueda reconocer por lo del cementerio. Bueno, podemos probar a ver qué pasa.

Rick asiente -Si tenéis problemas chillad y salid corriendo, nosotros estaremos aquí mismo...-

Torció el gesto. Correcto. Vamos entonces, Harry. ¿Qué le decimos si está en casa y nos pone cara de pocker? ¿Nadie tiene una enciclopedia o algo que podamos vender?

Lo de las enciclopedias no le pareció mala idea, aunque... Bah, mira, digo que vengo de la parroquia recaudando fondos para los niños de África.

Así que esperó a que Harry estuviera a punto, arregló sus ropas y se adelantó para llamar a la puerta de la casa.

Os arregláis como mejor podéis y ensayáis vuestra mejor sonrisa. Lo cierto es que Harry es un vendedor de biblias cuando menos curioso, pero tendrá que servir. Os acercáis a la vivienda mientras el resto espera en las inmediaciones intentando no llamar mucho la atención. 

Tocáis el timbre. Algo nerviosos esperáis, pero nadie viene a abrir la puerta.

-Parece que no hay nadie en casa-comenta Harry-O si lo hay, no quiere abrir.

Hermano, dice Percy a Harry como si fuera un pecador en vías de redención, veo en tu rostro el desaliento al comprobar que en esta morada no hay quien sea receptáculo de La Palabra, pero no debemos desmayar. Nos es necesario comprobar que no hay nadie necesitado de nuestro aliento espiritual en la parte de atrás de la casa, que por casualidad o maldad del Maligno no haya sido capaz de escuchar nuestro llamado a su puerta.

O sea, que vamos por la puerta de atrás a ver si podemos colarnos discretamente. Era claro que Harry representaba al hermano díscolo que, supervisado por un miembro más responsable de la iglesia, hacía penitencia por sus pecados, sin duda de fornicación, bebida y malos pensamientos. Percy, con expresión santurrona en el rostro y con mucho rostro, por así decir, hizo pasar a Harry a la parte trasera de la casa erguido, como si no tuviera nada que ocultar.

Discretamente Percy y Harry se mueven hasta la puerta de atrás mientras el resto esperais en las inmediaciones.

Aunque la zona está bastante concurrida, por la parte de atrás tan solo discurre un caminito por el que de vez en cuando pasa alguien. Al doblar la esquina, los dos grupos se pierden de vista.
 

Disimulando un poco conseguís llegar hasta la una cancela trasera de la casa que da lugar a un patio trasero valllado. Comprobáis la manilla de la cancela y véis que está abierta con lo que sin mucho problema, accedéis al interior de la propiedad. Al otro lado véis una pequeña parcela parte de la cual está a césped. Hay un pequeño huerto y luego un trozo de pavimento empedrado que da lugar al porche trasero de la casa donde una puerta sencilla, con cristales, da acceso al interior de la vivienda.

-Deberíamos movernos de aquí-comenta John-Tengo la sensación de estar llamando demasiado la atención.

Rick asiente y se acerca al coche, saca el periódico que habían cogido y se pone a pasear con él bajo el brazo mientras, de manera inocente observa a su alrededor -Disimulemos... Imagina que me quiero comprar una casa en Danvers Doc ¿Este sería un buen barrio?-