Partida Rol por web

- Entonces decidido, vayamos al Noroeste. - dije de manera escueta y rápida.

Lo cierto es que tenía razón, no estábamos en condiciones de separarnos. En todo caso, en cualquier momento podía adelantarme unos metros para explorar y percibir el área para luego volver al lado de Jeff y comunicarle el estado de la zona. El calor no me afectaba mucho, estaba acostumbrada, pero el paseo acelerado de la bici todavía hacía mella y me costaba mucho ponerme en marcha.

Aunque sabía que todo era cuestión de empezar. Una vez manos a la obra, la adrenalina se encargaría del resto.

Hacia el noroeste, las colinas enseguida se hacen bastante mas boscosas y sombreadas, y tambien mas deshabitadas. Caminan casi dos km por el descampado, pasando en perpendicular un par de caminitos de tierra minusculos, cubiertos a ambos lados por arboles, que impiden ver el cielo, antes de dar con la ruta BV 2004. 

Es la primera señal real de vida, ya que al otro lado, entre las arboledas, se ven campos arados bastante grandes, y una o dos casitas apartadas de la ruta. 

Bueno... let's get the show started...

No hay mucho que ver, aunque los ojos de Jhiar captan un tractorcito trabajando a unos 800 metros en el campo, hacia el noroeste. La ruta esta tranquila, y no se ve movimiento en los exteriores de las casas.

Hay muy pocos rastros y son todos de animalitos, ratas, pajaros, algunos perros y gatos... ninguna huella de actividad humana. No es una zona donde se mueva mucho la gente. 

Cosa rara, la mayoria no son rastros recientes. Es como si la fauna se hubiera... ido, en los ultimos dias.

No tardé mucho a volver al lado de Jeff. Algo raro había en aquel lugar, eso estaba claro.

Ciertas hipótesis empezaron a formarse en mi cabeza que venían como flashbacks a mi cabeza, rápidos, cortos, concisos, fugaces...
Tenía que hablar en voz alta para que en caso de que todo se me olvidara minutos más tarde, mi compañero podría escucharlo para repetir mis palabras. Quizás incluso él pudiera encontrar cierta lógica en mis balbuceos y entender lo que se me pasaba por la mente, aunque eso sería ya más difícil. Mis ojos perdieron la mirada, un eco horrible venía a mi mente, quería chillar pero el único sonido que salió de mi garganta fue un suave susurro.

- Eres un animal... y estás en tu hábitat. Pero de repente desapareces. ¿Por qué? ¿Te han matado? ¿A ti y a todos? ¿Se han cargado a todas las especies? Puede. ¿Para qué? Comer... No, muchos tienen que ser para comeros a todos. ¿Coleccionistas? Es poco probable, una vez que tienen varios ejemplares no les hacen falta más. No... esto es distinto. Algunos han empezado a morir y tú te has dado cuenta de que algo no va bien. Hay que huir. Encontrar otro lugar. ¿Es la tierra? ¿El agua? ¿El aire?

De repente me paré en seco y desperté de mi trance.
- Este lugar está podrido.

A continuación me acerqué a examinar los árboles.

Los arboles estan perfectamente. No hay nada de malo con ellos. Lo que sea que paso a los animales no ha tocado el reino vegetal aparentemente.

Me dirigí a Jeff...
- ¿No te parece que este lugar está demasiado tranquilo? ¿Qué te parece si inspeccionamos las casas? Hay un tractor en marcha en esa dirección - dije señalando con el dedo - podemos acercarnos y explorar las casas. Me bastaría con estar algo más cerca para escuchar si hay alguien dentro. Una vez que controlemos el área podemos concentrarnos en la ruta.

Jeff mira extrañado a la Tes-Karr, su ida de olla no presagiaba algo bueno, aunque él no podía comprenderlo muy bien.

-Considerando que buscamos algo nuclear, es posible que haya algo de radiación, pero nadie sería tan gilipollas de organizar un robo de este tipo y no estar preparado para eso. Si crees que hay algo malo alrededor, sería mejor dar una vuelta, de todas formas, cuanto más tranquilo lo hagamos, más nos recuperaremos.

Acompañó por unos pasos a Jhiarr y, como recordando algo, agregó:

-Nada de entrar a las casas, primero verifiquemos que estén vacías desde el exterior. Prefiero verme como un caminante extravagante a criminal. Además, si realmente encontramos algo y no tenemos apoyo, no tenemos oportunidad.

- Eso mismo he dicho. Dirijámonos hacia los campos.
En ningún momento dije de entrar a las casas. Espero que pedalear no le haya provocado un cortocircuito cerebral a este muchacho...

Era gracioso que pensara así teniendo en cuenta que segundos antes se me había ido un poco la pinza. Ahora volvía a estar centrada y alerta. El cansancio todavía resultaba un handicap aunque afortunadamente no había mellado nuestro procedimiento a la hora de razonar. Parecía que Jeff y yo planeábamos lo mismo y nos compenetrábamos bien. Eso me daba cierta seguridad.

Me adelanté un poco para examinar los campos.

Jhiarr avanza sigilosa como una sombra, cruzando la ruta y avanzando por el campo. No hay mucho lugar donde nada pueda esconderse, son tierras aradas aradas,  por lo mismo no hay rastros que seguir en ellas. Si los habia, el paso del tractor los borro. 

No divisa un alma en las casas, al menos por fuera, pero por otro lado tampoco puede asegurarse a distancia. Es evidente que al menos alguien esta manejando la maquina, y puede que halla mas gente adentro. Lo que si se hecha en falta son perros o gatos, animales domesticos de cualquier granja, o bien aves. Pero el unico sonido que llega de lejos es una radio tocando una vieja cancion.

Al aproximarse, Jeff comienza a ponerse nervioso.

-Parece que tenías razón, no hay ni animales ni humanos... podemos acercarnos más a las casas y ver si realmente hay alguien, puede que todo esto sea una fachada, por las dudas avisemos antes a las sardinas, no sea que nos encontremos alguna sorpresa.

Continúa caminando y observa al tractorcito a la distancia - Me pone de los pelos, si dejo que la paranoia me gane, podría decir que es un bot de vigilancia... Murmura. Sacude la cabeza como queriendo quitarse la idea de encima y continúa caminando despacio mientras alcanza el comunicador. Aunque antes, espera que su compañera apruebe la idea.

- Mm... sí... tienes razón...

Sacudí mi cabeza, ese sitio me obnubilaba tanto la mente que de vez en cuando tenía que despertarme a mí misma. Escuchaba lo que el novato estaba diciendo pero su voz parecía venir de muy lejos. Más centrada añadí:

- Dijeron que no intentáramos nada heróico, que les avisáramos de cualquier cosa sospechosa. Pues bien, ahora es el momento.

Odio este lugar, parece la entrada al infierno.

Aquella ultima palabra procedía de mi subconsciente y resonaba en mis huesos. Daba escalofríos.

El grandote alcanza el comunicador mientras avanza lentamente hacia las casas junto a Jhiarr.

-Estamos cerca de unas casuchas, al noroeste de la posición original. Esto pinta feo, no se ven seres vivos en los alrededores... Vamos a acercarnos un poco más, pero no estaría mal un poco de alerta.

Deja el comunicador encendido por si viene alguna respuesta, aunque sin detener su marcha.