Partida Rol por web

Andres no tenia porque salir al exterior, pudo atravesar una puerta que le llevaba a una serie de pasillos, por allí corriendo pudo escuchar algunas conversaciones de guardias que parecía que buscaban algo:

Se ha vuelto loco

Hay que detenerlo

Vamos... ha matado a alguno de los nuestros

Esos tipos... no son de los nuestros

Tras un buen rato corriendo llega a las instalaciones inferiores en donde las puertas están abiertas y claramente desactivadas, tras algunos metros llega a un panel que le indica que tiene dos opciones, por un lado un pasillo que le llevaría directamente al hospital y por otro lado otro que le llevaría a la sala de control del reactor.

Cuando Maximilian sale al patio puede ver que hay algunos cuerpos en el suelo, escucha los disparos de los francotiradores en la zona, Terry parece molesto con esto, pero no dice nada. Ambos llegan a la zona de los edificios de dormitorios, una vez allí tiene dos opciones, ir en dirección hacia el comedor, tras lo cual podrá ir dirección la hospital y luego a los hangares o a los edificios de dormitorios desde donde escucha algunas voces que estan llegando a la puerta, especialmente el edificio de las chicas.á

Dheera sentia a Kyra realmente cerca

El chico suelta el cuchillo y luego responde a la pelirroja -Si, creo que tengo el mismo talento- su voz suena mas suave de lo normal, puede vere claramente como él se siente algo avergonzado, luego voltea a donde esta Dheera y le dice -Es momento de subir, creo que al final has sido tu quien se aseguro que yo llegara a salvo al helicóptero- con una sonrisa volteo y camino para subir donde estaba el doble de Clint, a quien le pregunto -¿Cuántos tu pueden haber?-.

Suelto mi arma aliviado de no haber tenido que usarla, contento la pregunta de Gina, pero me siento bastante avergonzado, ella parece tan fuerte y me siento a mí mismo demasiado débil, invito a Dheera a que suba al helicóptero, para luego tomar un lugar junto a Clint, preguntándome sobre su habilidad, "¿tendrá que ver con el hecho de que hay dos Clint?".

-Mierda- dijo Nahuel al ver como otra de las chicas del grupo caía herída, por fortuna estaban cerca del centro y para cuando llegaron la pequeñá Alex ya les había habierto la puerta.  -Gracias- Le dijo quitándose la máscara de gas para respirar mejor.  Ignoró a los guradias caídos, de momento tenía que ayudar a las chicas.  -Chicos voy a necesitar de su ayuda, recuesten a Ororo y a Jane en el suelo, intentaré sanarlas tanto como pueda- de las dos decidió que la primera sería Ororo pues es la que presentaba la mayor gravedad en sus heridas, quizás le tormara tiempo pero se consentraría y usaría su poder tanto como le fuera posible.  -Esten atentos por si vienen más guardias- agregó ingnorando también a las mujeres, no es que no sintiera curiosidad por lo que ocurría allí, sobre todo por los bebes, pero tenía que hacer algo antes de que las heridas fueran aún más graves y además no supuso que ninguna fuera un peligro para ellos.  Cerró sus ojos, tocó a Ororo allí donde la bala había penetrado e intentó sanarla tanto como le fuera posible una y otra vez.

Irwing repasó la escena con la mirada. Parecía que nada iba a salir como él quería, estaba la psicópata pelirrosa y la mascota del centro, Eli, vivitos, coleando y a punto de pirarse. 

Pero notaba junto a él a Casey y Copper y sabía que no podía comenzar una pelea sólo por que despreciara a los que tenía delante. Podría ponerles en peligro o peor aún, expulsados de los posibles vehículos de salida.

- ¡Hey! ¿Listos para irnos?- Preguntó a todos y a nadie en particular, aunque su mirada se cruzó primero con la de Cooper y después la de Casey. Echaba en falta a Ciara, pero aún así indicó a los otros chicos con un gesto de cabeza que tenía intención de montarse en uno de los cacharros que estaban listos para volar.

Avanzó y levantó la mano a modo de saludo.

- Gracias por liberarnos, supongo. No es que quiera ser maleducado pero ¿Cuánto tiempo nos queda para pirarnos? ¿Cuánto podemos esperar a los demás? y ¿Cuántos entramos en cada vehículo?

En su fuero interno comenzó a convocar al Carro. El arcano representaba el avance, el camino que te lleva a tus metas, y en este caso su camino pasaba por controlar algo que podía ser un carro. Aunque tuviera hélices.

En cierta medida se sentía defraudado por el destino, querría haber podido dejar atrás a todos los que consideraba escoria a su suerte, y eso hubieran sido la mayor parte de los residentes. Sus habilidades eran mundanas, habían sido ya objeto de aparición en comics y series, y como personas, eran sencillamente estúpidamente temerarios. No había forma de hacer algo útil con esta gente, pero tendrían que salir de aquí juntos. Eso no se oponía a que se sintiera más seguro llevando las riendas de su propia vía de escape.

Camino al comedor, Dal procuraba imitar a Bora ignorando cadáveres, demasiadas víctimas que tal vez habrían merecido una segunda oportunidad y no la tendrían.

La historia de cómo Korea ahora era solo una, no le resultó muy entretenida, pero si le hizo pensar que "ya era hora de que frenarán las hostilidades entre bandos", en realidad no entendía mucho las circunstancias; política, ese era su resumen, cada vez que había escuchado hablar sobre política a gente que no coincidía en sus opiniones, era conversación que acababa en discusión a menudo acalorada, por lo que no era un tema que le atrajera.

Aún y así, mezclar política con gente con poderes, aportaba seguridad a muchos como ellos, a la vez que debía provocar manifestaciones asiduas. Nunca llueve al gusto de todos, el mayor problema recaería en la tolerancia de segundos países. Lo verían como el país de los monstruos y buscarían desterrar allí a los suyos o quizás tendrían miedo de que formaran un ejército de gente apoderada en secreto. Pero era así la política, y por ello no era del agrado de Puleun.

- creía que íbamos al helipuerto, pero me parece un acierto reunirnos en un lugar desde el que partir juntos.

Cuando la puerta se abre, saco mi bolígrafo y escribo la contraseña en mi pañuelo para luego colocarlo sobre el panel de control y continúo hacia la siguiente habitación.

Bien eso ayudará a Jason y los demás a ahorrar algo tiempo con este acertijo. - le digo a Arturo al tiempo que le guiño un ojo.

Bueno sigamos que nos dejan atrás.

En un par de saltos, Alex llegó a las puertas del comedor y las abrió, con la intención de volver a saltar para ir al hangar y buscar ayuda. Pero antes de hacer nada, echó un rápido vistazo al interior de la estancia y sus ojos se abrieron como platos al ver a las cuatro mujeres. 

- Hola... - Dijo con un hilillo de voz y, soltándose la brida que todavía sujetaba sus muñecas, alzó tímidamente la mano a modo de saludo. 

En ese momento empezaron a llegar los demás. Alex les mantenía la puerta abierta, para que pudieran entrar lo más rápido posible. Parecía que todos estaban a salvo, pero, justo en el momento en el que Jane entraba, ésta fue atravesada por un disparo. La pequeña se tapó la boca con una mano, ahogando un pequeño chillido, mientras con la otra continuaba sujetando la puerta. Miró a Nahuel y bajó la mano que cubría sus labios. Siempre le había dado muy mal rollo. Era de los chicos mayores y además, era el líder de los Ángeles Oscuros. Quizás, si se lo hubiera planteado, Carlos y Jason también eran miembros de esa banda; aunque ellos siempre habían estado protegiendo a los pequeños escapistas y para ella no entraban en ese grupo. Pero ahora que estaba tratando un poco más con su líder, empezaba a flipar al ver como tomaba las riendas de la situación y se preocupaba por los demás. Quizás no era tan malo como siempre había creído...

Cuando entraron todos, cerró la puerta y volvió a mirar a las mujeres. Se mordió el labio, nerviosa, mientras caminaba hasta donde se encontraban y clavaba sus enormes ojos azules en los de la que creía que era Mei.

- Mei, vimos antes a Bora y me pidió que te dijera que iba a limpiar un poco el edificio de las chicas y... - Se calló un segundo, intentando recordar dónde le había dicho que iría. Habían pasado tantas cosas desde el encuentro con Bora, que la pequeña se sentía un poco aturrullada. - Y... - Sus mejillas ardían y, con nerviosismo, llevó un mechón de cabello detrás de la oreja. Delante de aquellas mujeres se sentía como si estuviera enfrente de la clase; como cuando tuvo que recitar todos los líderes de la nación y sus grandes logros, en orden, de los últimos 2 siglos y se quedó completamente en blanco. - ...Estará en el punto de entrada... puntual... - Consiguió decir finalmente y un pequeño suspiro salió de sus labios.

Al llegar al hangar, lo recorro con la vista buscando a Alex, Eileen y Ciara, sólo para notar su ausencia, lo que me preocupó en extremo.

Sin embargo, mi preocupación se convirtió en un cabreo monumental cuando Irwing preguntó si estábamos listos para irnos. - ¿Acaso ves aquí a Jason, Carlos, Alex, Ciara y Eileen? Entonces allí tienes tu respuesta.

No presiones Irwing, si quieres subirte a uno de esos trastos adelante, pero no le metas prisa a nadie. - digo con tono severo mientras cierro con fuerza los puños.

- Preguntaré lo que me de la gana a quién me de la gana, Baltazar, nadie te estaba dirigiendo a ti la palabra. Que tus amigos no estén aquí no es mi problema. Me la sudan, los que me importan están aquí, mala suerte para ti. Pero eso...- Señaló a la tormenta que se estaba gestando.-... sí es un problema, porque no es natural ¿Verdad?.- Se dirigió a Gina.- Lo teníais todo planeado, quién no coja el autobús a tiempo morirá por la fuerza de la tormenta, aunque se refugie en el hospital. Por eso habéis ofrecido a los soldados y los demás que encuentren asilo. Así se apartan y después los borráis a todos. Si estáis sacando a los mutantes de sus celdas no podéis permitir que se escape ningún dato de vuestras operaciones, así que, no podéis dejar testigos. Es preferible que el informe sea que todos han muerto a causa de un desastre natural. Nadie se pondría a buscar los cuerpos desaparecidos, y si se mueren la mayoría de los mutantes, nadie echará en falta que algunos no estén. Se los habrá llevado la marea. Por eso, extendéis el pánico desde el principio. Pero nadie puede negar que habéis sido sinceras desde el principio. 

Arturo le sonríe a Baltazar esa es una buena idea, luego siguen su camino para finalmente llegar al hangar, el pequeño busca con la mirada a sus amigos, pero no encuentra a las chicas, al ver a Eli el niño se acerca a su amigo, Eli que bueno que decidiste venir, al notar al grupo de chicos al rededor del residente caído le pregunta al niño rubio ¿qué está pasando?

Una encrucijada se presenta, en el peor momento posible, ahora que me dirijo directo a una muerte casi segura, guardias, vienen hacia acá, están hablando, creo que buscan a O'Connor, si tuviese aun el traje podría llamarlos y guiarlos al núcleo del reactor, pero sin el traje seguro seré otro objetivo, pero no puedo permitir que ese demente destruya la isla, yo no puedo detenerlo solo, creo que solo puedo hacer algo, mirando al camino que da al hospital, para despedirme de mi ansiada libertad y quizá de algo más, corro en dirección al hospital gritando, ¡Estás muerto O'Connor!, ¡Vas a pagar por el infierno que nos has hecho pasar!, al menos algún guardia me seguirá, estoy seguro.

El deseo de no volver a atravesar una situación como esa era compartido por Nacho, mas no digo nada. Tampoco dijo nada cuando Kyra habló del "camino seguro". No tenía sentido hacerlo en ese momento. Habían conseguido abrir la puerta y lo importante en ese momento era seguir adelante. Apenas hizo un gesto de asentimiento al ver lo que Baltazar hacía, en señal de reconocimiento y apoyo.

La puerta los había llevado finalmente a su destino, el hangar propiamente dicho. Emociones contrarias invadieron a Nacho. Le alegraba haber llegado allí y le alegraba ver que había más personas, incluida Gina; sin embargo no estaban varias de las personas que asumía allí. Solo le restaba desear suerte a Nahuel y el resto. O quizás no...

Primero hechó una mirada general de reconocimiento. A los vehículos, a las personas, etc. Luego se centró en la charla que estaban teniendo, ignorando el nuevo choque entre Baltazar e Irwing. Vio que estaban hablando. No quiso interrumpir, pero en cuanto vio la oportunidad, se sumó a la conversación.

_¡Hey, qué bueno verlos por aquí! -dijo al resto de los internos que habían alcanzado el hangar-. Gina -agregó, seguro de que era ella-, gracias por todo esto. Perdón por la interrupción, pero esto es importante. ¿Alguno aquí sabe conducir? Esos vehículos parecen bastante resistentes. Si son blindados, quizás podríamos utilizarlos para ir a buscar a algunos de los nuestros. Baltazar puede crear una niebla para dificultar la visión de los francotiradores. Gina, yo puedo leer mentes. Si puedo dar con algún guardia, quizás pueda averiguar quiénes son los pilotos. Quizás también podría averiguarlo desde el ordenador -sonrió, señalando en dirección al ordenador que había utilizado afuera-, pero deberías darnos acceso a ello. Incluso si el piloto no quisiera ayudarnos, con alguien que pudiera potenciar mis poderes, quizás yo mismo podría pilotearlo aprendiendo lo que sabe el piloto.

Se dio cuenta de que había hablado mucho. Es que realmente era mucho para decir en poco tiempo. Incluso quería agregar por qué quería regresar a ayudar al resto.

_Algunos iban a la habitación de las chicas. Debemos ver cómo ayudarlos a llegar aquí a salvo. ¿Ilia, sabes algo de Tiana? Denzel las buscaba.

Nada más entrar se encontró con una cara muy conocida, Arturo. A quien se abrazó antes de mirar a Gina con un odio y un asco bastante patentes. - No estoy aquí por gusto, solo no quiero morir. Respondió a su amigo mientras caminaba hacia Gina. Si pudiera le daría una paliza pero era muy consciente de que su cuerpo no estaba entrenado ni capacitado para ello. -Has matado a mis padres, habéis matado a gente inocente, habéis provocado un desastre cuando podríais haber eliminado a los malos antes de causar un caos. Te he visto, te gusta esto. Te divierte. No eres buena persona y te odio. Fue la sentencia que dio mientras las lágrimas impotentes volvían a recorrer sus ojos antes de acercarse a Baltazar.

-Hay que esperar un poco más. Hay que esperar y rezar por que lleguen... Son... Familia. Son lo único que nos queda. Compañeros, amigos... No... podemos dejarles morir. Desearía saber donde estaban sus amigos, ¿Quizá sería más rápido ir a por ellos y ayudarles? Pero no tenía idea de donde se podían encontrar.

-¿Alguien tiene forma de encontrar gente? ¡Lo que sea! Quizá necesitan ayuda para llegar. No quería perder lo único que le quedaba, ellos no. Los intentaría ayudar no quería quedarse vacío, sin familia. Eran ellos o nadie ahora mismo.