Partida Rol por web

Héroes y Profecías

El Peso del Destino.

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24/02/2009, 21:17
Arkaeron

El nigromante ve como el enemigo cae a sus pies, acto seguido se agacha y coge la daga de hueso del suelo y despues conjura de nuevo, pero esta vez una araña enorme aparece cerca de los enemigos, mejor dicho, justo detras de ellos.

Notas de juego

Cojo la daga y conjuro Convocar monstruo II-> araña monstruosa infernal en 20,19

Conjuro restado

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25/02/2009, 01:07
Diana

Diana con la espada desenvainada corre hasta donde yace Finrod sin acertar a pronunciar palabra. Se detiene poco a poco al llegar al paladín caído y se agacha arrodillandose sin decidirse a tocarle.

Sin más, la guerrera aparta furiosamente la mirada del compañero y se abalanza hacia uno de los malvados supervivientes, el que está enzarzado con Kandalian. Con la respiración agitada y la espada goteando aún sangre, la humana se coloca lenta y decididamente al lado opuesto del gnomo, rodeando al superado enemigo.

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25/02/2009, 01:18
Amnyin

Amnyin, situado a la retaguardia como los caballeros, no ha dejado de ver el que podría ser el último acto heróico del paladín. Con la velocidad que le caracteriza lanza una de las dagas de hueso de los enemigos, que tenía guardada entre sus ropas, a uno de los oponentes. El siniestro cuchillo vuela con precisión hasta clavarse profundamente en la pierna del malvado humano pero mientras Amnyin ya está corriendo hacia Finrod y empuñando el bastón curativo.

- Tiradas (2)
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25/02/2009, 01:28
Director

El bárbaro enfurecido se lleva por delante a los dos oponentes que tenía al alcance, sus profundas heridas y sus quemaduras no son menores que las del paladín y algo dice a cualquiera que presencie la escena que tan solo la fuerza física de sus músculos y la rabia es lo que hace que el corazón del jóven Vanth siga latiendo.

Finrod, por su lado, ha sucumbido a las heridas. La conmoción le ha dejado incapacitado, a duras penas consciente, pero el paladín en lugar de esperar ayuda o recuperar el aliento, gasta sus últimas fuerzas en calmar el encabritado caballo del bárbaro y sanar a su jinete, salvándole la vida. El paladín paga el precio del esfuerzo cayendo al suelo fulminado. No se mueve, si respira no es visible y el rostro cubierto de sangre transmite serenidad.

Los defensores más alejados del combate y situados detrás de los dos humanos combatientes han podido ver la escena. Derek y Diana se lanzan con sus mejores armas contra los malvados enemigos que ya tienen el destino sellado. Amnyin corre tratando de auxiliar al compañero caído y Arkaeron pronuncia a viva voz un ritual que domina el campo de batalla, la sensación de que algo está a punto de aparecer llega a todos, amigos y enemigos.

Los esqueletos clavan sus curvas espadas luchando sin miedo y sin conciencia, las flechas siguen lloviendo sobre los pocos enemigos, cada vez más escasos y concentrados. Los malvados oponente responden con toda la ferocidad de alimañas, sabiéndose vencidos no combaten con menos resolución, sea por locura, retorcido valor o una oscura combinación de ambas cosas. Uno de los salvajes acaba con un esqueleto de un golpe mientras que los demás muertos resisten los asaltos. Derek evita un golpe con su escudo mientras empuña su puñal para acabar el trabajo con el enemigo paralizado.

El maligno clérigo ante Kandalian da un mazazo y otro hacia el gnomo, viendo como su arma solo golpea al aire. En sus negros ojos puede verse la certeza de su muerte cuando el monje se dispone a responder y a su alrededor los tintineantes pasos de la guerrera Diana, enfundada en su armadura completa, le rodean. El sabueso negro con zarpas de fuego avanza unos pasos hacia su amo Derek, colocándose también cerca del gnomo y de su oponente rodeado.

En ese momento una enorme araña, de seis pies de diámetro, aparece de la nada detrás de los malvados humanos y muerde a uno de ellos hiriéndolo. Las palabras arcanas del nigromante cesan, conjurado ya su objetivo. Solo cuatro guerreros resisten aún.

 

- Tiradas (4)

Notas de juego

os toca a todos otra vez. Kanda, tienes un +2 a tus ataques por el flanqueo de Diana, en total +12. Asalto 11 en el tablero.

 

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25/02/2009, 20:30
Vanth

Vanth se sintió preso por un instante, y al instante aliviado. Al mirar a su brazo apresado vio al paladín moribundo aplicándole sus técnicas curativas. ¿Por qué...?

Inconscientemente, miró a Finrod con una mezcla de compasión y tristeza antes de que éste se desplomase exhausto, tal vez muerto. ¿Por qué se sacrificaba por él? ¿Tanta nobleza y preocupación por los demás había en su interior?

Con sus enemigos más inmediatos ya abatidos, pudo ver al drow corriendo con aquella vara curativa. El bárbaro sabía que poco podía hacer él para devolverle a Finrod el gesto, así que todo cuanto podía hacer era seguir combatiendo.
Clamando el nombre del siniestro drow, como si le desease la mejor de las suertes en salvar al paladín, tiró de las riendas de su caballo con firmeza, decidido a no desaprobechar las energías renovadas que había obtenido.

¡Vamos Amyin, consigue que viva! Fueron sus palabras, acompañadas de un cabezeo de confianza para el elfo antes de espolear su montura hacia el ya mermado grupo de atacantes que seguían en pie.

Acababa de caer uno de los orcos reanimados, y fue hacia allí a donde Vanth se dirigió para dirigir sus ataques hacia quien lo abatió para dar cuentas de él con un corte ascendente y seguir atacando al bajar de nuevo su espadón

- Tiradas (7)

Notas de juego

ataque poderoso 5

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25/02/2009, 23:57
Kandalian

- ¡Vamos Amyin, consigue que viva! - son las palabras que Kandalian escucha de rebote en el fragor de la batalla. Que reviva, ¿quién? El solo hecho de pensar en una baja entre los compañeros le llena de una furia sobregnoma. El monje ha visto el miedo en los ojos del cruel hechicero. Kandalian se dispone a arrebatar justamente una vida, por San Culthebert y por su compañero mal herido, sea quien fuera...

WAR!

- Tiradas (3)

Notas de juego

Ráfaga de tres golpes.

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26/02/2009, 00:32
Director

El maligno clérigo solo acierta a levantar por última vez su maza antes de que los repetidos golpes de Kandalian le nublen la vista. La sangre empapa su cara y apenas le quedan costillas intactas cuando el vil servidor de Erythnull, según Arkaeron, cae al suelo muerto.

Enloquecido por la rabia y el dolor Vanth carga a lomos de su montura y su espadón destroza a los dos últimos oponentes que suponen un peligro, en pocos segundos los cadáveres de los tenebrosos humanos yacen bajo los cascos del corcel con cortes letales en su cuerpo y casi decapitados.

El puñal de Derek se clava hasta su empuñadura en el cuello del guerrero paralizado, el último enemigo cae muerto pero nadie suelta el aire ni relaja un músculo, las miradas de todos se claván en Finrod.

El paladín yace en el suelo inmovil, muy mal herido o quizá muerto. Solo Amnyin se acerca hasta el y llega en estos momentos empuñando la vara de runas plateadas.

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26/02/2009, 01:04
Amnyin

El ser de piel oscura toca al paladín con su mano izquierda mientras sujeta el bastón con firmeza pero nada pasa. Con una expresion de gran concentración vuelve a intentarlo y una débil luz azulada corona la madera y vuela hasta la mano que toca al compañero caído.

El paladín no responde ni se mueve lo más mínimo, Amnyin retira su mano temblorosa lentamente y dudando un instante la dirige de vuelta al cuerpo inerte, posándose en su cuello.

Entonces Amnyin habla:

Finrod parece una llamada pero no tiene respuesta

está...

 

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26/02/2009, 01:07
Director

...muerto.

El rostro teñido por la sangre del paladín no expresa nada salvo paz y serenidad, su mano muerta aún no ha soltado la espada. En torno a Asbrav reina un silencio que para quien pudiera ver la escena desde fuera parecería antinatural, sin embargo los compañeros solo pueden observar el cadáver. El cadáver de Finrod.

Sin haber hecho ruido ni atraer ninguna atención hasta ahora, un enorme caballo se acerca al cuerpo. Hasufel, la montura del fallecido. El enorme animal llega con paso lento hasta el cuerpo y su hocico empuja ligeramente el brazo de su hermano humano. Sin obtener respuesta el caballo repite el gesto con más fuerza, como tratando de hacer reaccionar al caído.

Amnyin se aleja unos pasos sin dejar de mirar la escena, Derek y Diana observan con silencio reverente. El dolor se refleja en el rostro de los demás, una sensación de perdida que aún no se hace real y el sentimiento de terrible irreversibilidad desconocido hasta entonces atenaza los corazones.

Alrededor la escena es caótica, la multitud de gnols, orcos y osgos conserva sus posiciones como si fuera un espectador más de la tragedia. La caída del último de sus jefes provoca en los malvados humanoides el mismo sobrecogimiento que la muerte de Finrod en los compañeros.

Pero a ellos además les trae miedo. Mucho miedo.

El movimiento convierte la oscuridad en un hervidero de sombras difusas, enemigos corren de un lugar a otro, en busca de órdenes, planes o simplemente huyendo del campo de batalla en el que nada ha salido como debia. Tampoco para ellos. Aunque la gran mayoría del siniestro ejército cerca aún Asbrav entre los aldeanos empieza a crecer un sentimiento que ya estaba perdido: esperanza.

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26/02/2009, 01:46
Vanth

Vanth levantó la cabeza en busca de más enemigos cercanos a los que asesinar, pero mirando a su alrededor no veía más que rostros aliados y una multitud de enemigos caidos.
El pensamiento de Vanth tras abatir al último de los enemigos fue que habían vencido otro asalto más, por lo que comenzó a desmontar de su caballo. De pronto, la voz de Amyin hizo al bárbaro salir de su furia.

Vive para ver el mañana compañero, no dejes que la oscuridad te devore y te arrastre con ella a ti también.

El joven cayó al suelo de rodillas, tan solo en una pequeña parte debido al cansancio. Desde el momento en que el drow dió la noticia Vanth se olvidó por unos instantes del agotamiento, pues otra sensación más potente le invadía, así como de sus múltiples y profundas heridas, que habían sido tratadas... tratadas por aquél que ahora se hallaba muerto.

Vanth todavía empuñaba su arma con una mano, pero arrodillado como estaba golpeó con ambos puños el suelo, sintiendo una furia muy distinta a la que le invadía momentos antes, pero tan intensa o más que la anterior. Rabia e impotencia por la muerte de aquel hombre de grandioso corazón que dio su vida por la gente desconocida de Asbrav, y que en sus últimos momentos salvó la vida del propio bárbaro.

Tras unos instantes contemplando la escena, y con los nudillos enrojecidos de ejercer presión contra el suelo, Vanth se puso en pie, apartando la mirada del cadaver y avanzó hacia él un par de pasos cojeando, cabizbajo, mirando a la nada en la tierra, con su negra melena revuelta cubriéndole el rostro y agarrándose con un brazo un salvaje corte que sangraba en su costado.

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26/02/2009, 10:41
Kandalian

Kandalian observa como el vil hechicero cae muerto ante él. Tras eso queda de espaldas al resto de la escena, con los brazos caídos y los puños fuertemente apretados. La noticia dada por Amnyin aún no ha sido procesada por su cerebro...

Finrod, no! No.

Permanece sin moverse, dando la espalda al resto. No puede reprimir un llanto ahogado. Es una pérdida irreparable. No podías irte sin antes disfrutar de nuestro faisán. Me lo prometiste... El llanto del monje, comedido y doliente, es escuchado por el resto.

Se da la vuelta y encara la escena. La imagen del cadáver en el suelo, rodeado por los compañeros en un halo de respeto y reverencia, es sobrecogedora.

Finrod ha muerto, y hay que presentarle los mayores respetos.

Entre los ciudadanos de Asbrav crece la esperanza. En el corazón de Kandalian no puede haber más desesperanza...

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26/02/2009, 21:19
Arkaeron

El nigromante termina el conjuro, y observa desde la distancia como los enemigos caen al suelo, los enemigos, y Finrod.
Su rostro, imperturbable, muestra un resquicio de tristeza, Lentamente se acerca al cuerpo de su compañero caído, y mientra pasa junto a Kandalian, le posa la mano tratando de calmarlo.

Cuando llega junto al cuerpo acaricia el hocico del caballo para tranquilizarlo y se agacha.

Me niego, me niego a creer que nuestro compañero ha caído y no volverá a alzarse ¿por que permite esto tu dios amigo? espero que ahora entiendas por que hago lo que hago, cuando los dioses nos fallan, debemos valernos por nosotros mismos

Trato de coger el cuerpo del paladín, pero pesa demasiado.

Ayudadme, debemos impedir que su cuerpo se descomponga y buscar un clérigo que le resucite.

Su mano tiembla mientras habla, pero continua tratando de parecer sereno.

¿Cual es la ciudad mas cercana que puede tener un clérigo? No tenemos tiempo que perder, cuanto mas esperemos mas difícil sera resucitarlo, estoy seguro que Hasufel nos ayudara en esta empresa

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27/02/2009, 01:37
Vanth

Vanth avanzó finalmente hasta el cuerpo de Finrod. Mientras andaba, alzó levemente la vista para mirar a sus alrededores desafiante, como si amenazara a los posibles atacantes de no interrumpir en aquellos instantes.

Al llegar junto al nigromante, se agachó junto a él, omitiendo sus palabras sobre deidades y resurrecciones, pero mostrando por primera vez cierta confianza en aquel "hombre".
Como pudo, y tratando de ahogar sin mucho éxito el dolor que sufría al hacer esfuerzos, levantó en brazos al difunto. Tras buscar lo que podría ser considerado permiso en los ojos de Kandalian, procedió a avanzar lentamente hacia el interior de la ciudad.

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27/02/2009, 00:17
Derek

Derek con expresión descompuesta y paso lento se acerca al centro de la escena, al lugar donde el "malvado" brujo, al que toda Asbrav temía se niega a dar por perdido a su antiguo compañero. El caballero nota como el intento fallido de alzar el cadaver hace ver al mago que es el único que aún rechaza esa realidad. Sus rápidas y abundantes palabras tratan de ocultar su dolor aunque la voz vacile.

Guardando su daga en el cinto llega lentamente hasta donde está el nigromante y habla con voz baja

...Arkaeron... se puede notar que le cuesta llamar al brujo por su nombre ...en estos oscuros tiempos la magia divina no es lo que era, sólo tienen alguna posibilidad de tal hazaña grandes maestros como mi señor Bohemond o el sabio Parthalan y aún en el supuesto de que pudieras recorrer las millas y millas que nos separan de Berfôska, nuestros maestres mira un momento a Diana al decir esto están fuera, dispersos por las tierras del oeste luchando contra la Sombra.

suspirando con gesto de desesperanza el caballero añade:

...y quizá ni siquiera ellos lo lograran.

avanza dos pasos al ver a Vanth cargar al muerto pero cambia de opinión al ver al corpulento bárbaro alzar el cuerpo sin excesiva dificultad.

Lo... lamento.

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27/02/2009, 11:09
Kandalian

La esperanza vuelve por un segundo al corazón del pequeño gnomo cuando escucha a Arkaeron que tal vez pueda resucitarse. Ese sentimiento es segado de raíz por las palabras de Derek. Al caballero le conoce de hace sólo unas horas, pero ha demostrado ser poderoso y equilibrado y no hay razón para dudar de sus palabras.

Derek, ¿seguro que en Berfoska no hay nadie que pueda ayudarnos? ¿No hay ni la más remota posibilidad de que esos clérigos de los que hablas estén localizados en algún sitio?

Habla con un tono de tristeza y ansiedad en la voz perfectamente audible para todos.

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27/02/2009, 11:38
Director

Vanth se adentra silenciosamente en Asbrav cargado con el cuerpo de Finrod. Hasufel y el corcel de propio bárbaro acompañan a Vanth hacia el interior.

Los defensores continúan a las puertas mientras a su alrededor el caos crece. Los asaltantes parecen reaccionar de todas las formas posibles: peleas y deserciones, órdenes y contraórdenes. No se han decidido a reaccionar pero la gran mayoría conserva posiciones y su sombra es aún amenazante.

Cualquier cosa puede pasar aún en Asbrav.

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27/02/2009, 11:47
Derek

La triste expresión de Derek da toda respuesta a las dudas de Kandalian, sin embargo el caballero vuelve a hablar:

La resurreción es toda una proeza que nunca ha estado al alcance más que de unos pocos. Sin embargo esta oscura guerra... o lo que sea que la ha traido, ha llegado con otras cosas.

Hace una pausa, observando la peligrosa confusión que reina alrededor.

Los sirvientes de los Dioses nos hemos encontrado con un silencio aterrador, el poder divino no es ni la sombra del que era antaño: los intentos de adivinación son futiles y las mayores peticiones no dan resultado... u obtienen uno impredecible.

Nuestros maestros combaten al noroeste de Berfôska, es imposible saber dónde con exactitud y en todo caso muchas jornadas de viaje a caballo nos separan de aquellos que pudieran acaso intentarlo. Suponiendo que aceptaran correr el riesgo que implica.

el caballero concluye

el alma de Finrod está ahora en los Siete Montes de Celestia junto a Heironeous, su deidad patrón. Creo que lo mejor que podeis hacer es honrar su sacrificio pero en todo caso tenemos cosas más apremiantes en las que pensar.

Derek aparta con el pie el cadaver de un malvado humano para recoger su espada del suelo y la envaina mirando el cerco de enemigos.

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27/02/2009, 13:21
Kandalian

Las palabras del caballero son demoledoras por su sinceridad y crudeza. Pero también por su honestidad y franqueza.

Tiene razón, se limita a decir en voz baja el afligido gnomo.

Enterremos a Finrod y demostrémosle el respeto que se merece. Ahí afuera no ha acabado todo esto.

Oh San Culthbert. Dame fuerza y entereza para hacer justicia a esta injusta muerte. Permíteme degustar el sabor de una venganza merecida.

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27/02/2009, 16:21
Arkaeron

El nigromante hace un gesto de agradecimiento a Vanth por llevar el cuerpo de su amigo al interior de la ciudad, luego se gira hacia Derek.

Ciertamente deben ser tiempos oscuros, pues, si los dioses son incapaces de ayudar a sus mas leales siervos cuando realmente les necesitan.

Se levanta y se gira hacia los enemigos.

Si no podemos hacer nada por recuperar a Finrod no me quedare con las manos cruzadas, estos malditos son los culpables de su muerte, es hora de que lo paguen con sus vidas.
Amnyin, puedes sanarme las heridas, y Derek, puedes devolverme el control de mis muertos, debo terminar con esos malditos de una vez.

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27/02/2009, 21:21
Naldar

El explorador queda paralizado ante tal visión. Ni habla ni se mueve. Sólo observa como transcurre la situación, Amnyin primero, luego a Arkaeron y por último a Vanth acercándose hacia la posición del montaraz. En otros momentos habría sido el propio Naldar quien se hubiese acercado hasta su amigo gnomo a calmarle, pero en este caso, el elfo también se siente igual que Kandalian, aunque sin expresarlo.

No... no puede ser...- se dice al oír las palabras de Derek sobre la resurrección y las de Arkaeron acerca de los dioses, mientras baja su arco y cierra los ojos como muestra de respeto al paladín.

Tras unos segundo, Naldar nota como de golpe sucumbe a la ira, todas sus facciones se tensan y cualquier auspicio de tristeza queda amortiguado por este nuevo sentimiento para él. Siempre ha creído que una cosa es la venganza, algo normal, y otra que la ira te manipule y no deje actuar correctamente.

Podría haber hecho algo más, con más poder no habríamos sufrido tantas bajas. No habría... ¡muerto Finrod!-se fustiga en en la mente el elfo, desatando una batalla entre el haber actuar como lo ha hecho o haberlo hecho de otra forma, asumiendo riesgos que solo él conoce.

¡El sacrificio de Finrod no debe ser en vano!-exclama, para enemigo y aliado, de repente Naldar, cogiendo de nuevo su arco con fuerza. Todo esto intentando recuperar la compostura, pero en su interior las llamas de la ira siguen su avance para nublar su juicio-. ¡Sabéis lo que os espera, malditos! ¡Vuestra muerte será escrita en la siguiente página de la historia de Asbrav!-grita el elfo, dirigiéndose esta vez solo al adversario.

Después de reflexionar unos instantes, permanece mirando hacia donde está el enemigo, observando qué acontece.