Partida Rol por web

Una nota aguda y chirriante suena cuando Orphen desenfunda, y acto seguido la hoja brilla y un humo denso y gris sale de la punta de la espada flotando hacia el paladín de Kord. El hilo delgado de bruma entra por la boca y nariz del paladín, que ruge de dolor al sentir como unas garras le arañan por dentro.

El guerrero de Kord da un golpe con su enorme maza, y después otro. Como el arma atraviesa a Orphen sin causarle ningún daño, el paladín gruñe frustrado y deja libre la mano derecha para dar un puñetazo al enemigo. El puño impacta de lleno en la mandíbula de Orphen, que siente el puñetazo como una tremenda coz; esta vez la magia no le ha protegido.

El paladín de Pelor aún tiene las heridas que agradecer a Kurgan, y ver al semielfo en acción le ha enseñado a no subestimar a las convocaciones recién llegadas.

Tratando de evitar la cadena armada siempre en movimiento que se le opone, el paladín golpea con sus dos espadas curvas una vez y otra, desencadenando una tormenta de castigo divino sobre el infiel.

Kurgan golpeó al Paladín de Heironeous en cuanto se acercó demasiado a su posición y se puso al alcance de su cadena. Luego el sirviente de Pelor atacó al semielfo con sus dos armas consiguiendo hacerle mucho daño. El Filo del Ocaso, que hasta ese momento había intentado hacer que los paladines abandonaran la lucha con vida, lo convirtió todo en algo personal, y su único pensamiento era hacérselo pagar a aquellos tres santurrones, sobretodo al seguidor del Dios del Sol.

¡Pero como osáis!, y yo que he intentado haceros entrar en razón... ¡moriréis aquí y ahora!.

EL Filo del Ocaso repartió una ronda de cadenazos cargados con magia maligna a los tres paladines, para luego concentrarse en el de Pelor hasta que cayó al suelo debido a los ataques. Luego se dedicó a golpear al de Kord hasta que falló en el último de sus embates.
Pero ese no fue el último de los ataques de Kurgan, al que la rabia vengativa dominaba, todavía tuvo tiempo de lanzar un poderoso rayo congelador, que por suerte para el Paladín de Heironeous, le pasó casi rozando por error de cálculo del semielfo.

Sonrio al ver caer al primero de los paladines.

Os lo advertimos, sois realmente estupidos.

Comienzo a conjurar, señalo al paladin de heironeus, tres potentes rayos de fuego salen del mi dedo en su direccion golpeandolo en el pecho y dejandolo una negra marca.
La convocacion finaliza, y un imponente vroc toma forma junto a los dos paladines vivos.

Ante mi, la nube se transforma en un Vroc que nada mas aparecer ataca al servidor de Heironeus, mientras tanto, alzo mi baston, y sin pronunciar una sola palabra un rayo grisaceo sale en direccion al clerigo de Kord.

El siervo de Pelor cae muerto con uno de los golpes de la cadena de Kurgan. El paladín de Heironeous sucumbe abrasado por los rayos ígneos de Arkaeron, y el Vroc convocado ataca en su lugar al paladín de Kord. El último guerrero sagrado superviviente resiste el conjuro que le lanza el nigromante, y también los nuevos hechizos de la espada de Orphen, que sigue zumbando y brillando, pero la magia maligna que había entrado en sus pulmones y los ataques del demonio convocado terminan con sus resistencias.

El último paladín cae muerto, y la calma vuelve a reinar en el mausoleo. Lo único que rompe el silencio es la débil risa del maltrecho liche al que Vecna ha salvado.

Ha ha ha ha ...

Apoya todo su peso en el bastón, retorciendo sus manos en torno a la madera y pareciendo más ladino y perverso que nunca.

Una magnífica demostración de poder. Loado sea el Rey No-Muerto.

Tras solo un par de segundos contemplando a los tres convocados, vuelve a hablar.

Parece que vuestra visita no ha terminado al salvar mi pellejo. Si el Archiliche ha decidido no devolveros inmediatamente a vuestro hogar tal vez desee que seáis recompensados justamente. Adelante, servíos señala los cadáveres de los tres paladines sus despojos son vuestros. ¿Hay algo más que pueda hacer por vosotros?

Lo matamos también?

A mi no me divierte matar a los que ya están muertos, ¿a ti?

Acaba con él y quédate con su bonito bastón, o escucha qué puede darte primero. ¿Más paladines quizá?

De la espada viene una risa metálica que solo suena en la mente de Orphen.

Kurgan no estaba orgulloso de lo que había hecho. Siempre había estado alejado de la forma de pensar de aquellos paladines y de los de su tipo, pero eso no quería decir que desease en algún momento cruzar sus armas con ellos. Nunca había seguido el camino bueno, mas bien siempre el mas "recto" que en su caso significaba el mas "corto", pero de ahí a servir de escolta a un Liche y actuar como su marioneta había mucha distancia.

Contestó a la pregunta del Liche con tono amenazador, como si la batalla no hubiese concluido aún para él y al mismo tiempo se sintiese asqueado.

Y tanto que vas a hacer algo por nosotros, cadáver, -- Kurgan dice lo de cadáver de la manera mas despectiva posible -- para empezar me vas a contar que papel juegas tú en todo este asunto y por que "el susurrado" te tiene en tan alta estima. Lo que está claro es que no he sido invocado aquí solo para saquear a unos paladines muertos, tendré que sacar mucho mas para que su sacrificio -- lo dice mirando a lo que queda de los tres paladines -- no sea en vano.
Quizá seguimos aquí por que lo que realmente desea el dios de los secretos es limpiar por completo este mausoleo de todo tipo de ratas, -- El semielfo pone sobre la mesa una posibilidad que haría reír al propio Vecna desde su torre -- por que realmente ahora mismo no encuentro otra explicación si no comienzas a hablar.

El guerrero de la cadena dejó de hablar al Liche para dirigirse a Arkaeron.

Y tú deberías explicarme lo que sucede aquí, ya que ese -- señalando al liche -- es de los de tú clase. Me encontraba en una misión mucho mas importante antes de aparecer aquí de repente, había encontrado a aquel que hemos estado buscando y estaba a un paso de rescatarlo. -- Kurgan no dice el nombre de Daern, pero intuye que el nigromante acertará de quien se trata sin nombrarlo --.

Ignoro por completo las malas formas de hablar del semielfo.

Yo tambien desconozco que hacemos aqui, y la razon por la que no hemos vuelto al lugar del que nos invocaron. Quizas como dice ese digo señalando al liche no hallamos terminado nuestro trabajo aqui.

Me giro hacia el liche ignorando por completo a Kurgan

Como dice mi compañero dudo mucho que Vecna nos mantenga aqui solo para saquear ¿que estabas haciendo cuando ellos llegaron? Puede que terminar esa tarea u otra muy importante sea lo que nos retiene aqui.

El liche clérigo mantiene silencio y luego sonríe. Dada la poca piel que conserva su cara, la sonrisa es más tétrica que alegre.

Dices bien le responde a Kurgan mi señor Vecna me considera un buen sirviente, y el que hayáis llegado es prueba. Creo que esa es respuesta a todas las preguntas. Soy un auténtico y fiel servidor de mi deidad: por eso el Susurrado ha respondido a mi súplica de un milagro y os ha traído, salvando ni humilde no-vida. A la vez, soy un fiel servidor del Amo de los Secretos, y estoy seguro de que eso tiene que ver con que aún estéis aquí.

Guarda silencio otra vez y cierra los ojos, pareciendo meditar.

Cuando llegaron los paladines estaba a punto de comenzar un ritual. Una maldición que mi Señor me transmitió en una visión. Crei que era yo quien debía hacer ese ritual, pero ahora creo que tú señala a Arkaeron debes hacerlo.

Otro breve silencio meditativo.

Mi Señor me habla, y la palabra "recompensa" brilla como el fuego en mi mente. El Susurrado apoya vuestra causa - aunque yo no sepa cuál es - y os va a dar a través de mi la ayuda prometida.

Se encoge de hombros. Hay muchas cosas que no sabe, y parece no esperar más preguntas cuyas respuestas no conoce por parte de los forasteros.

Escucho atentamente las palabras del liche y reflexiono un instante sobre ellas.

Me imaginaba que era algun tipo de ritual, una maldicion, y debo ser yo quien la realice, no se por que pero me imaginaba algo asi, cada vez empiezo a entender mejor a Vecna.
Explicame como es ese ritual y por que crees que debo se yo quien lo realice

El liche rie.

Oh, es una recompensa, una ayuda para tu causa, pero también implica poderosas fuerzas nigrománticas. Seguro que eres más apto que tus compañeros, incluso que yo.

Da la espalda al grupo, aún con la cara descarnada deformada por una especie de sonrisa. La idea del "ritual" parece entusiasmar al liche, y eso es espeluznante.

Tendrás que elegir uno de los cadáveres señala a los paladines. Elige el que más te guste y ponlo sobre el altar. También nos hará falta un muerto viviente que sacrificar en el proceso. Los muertos poderosos o incorporales dan mejores resultados, pero os valdrá la momia que me ha servido bien estos años.

Kurgan no hizo mucho caso de lo que hablaban el liche y Arkaeron, por que como de costumbre, todo aquello en lo que el semielfo no fuera el protagonista le aburría. Aun así, el filo del ocaso decidió dedicarle unas palabras a su compañero para darle ánimos a su manera.

Vamos Arkaeron, sabes que tienes la última palabra en esto del ritual, si no quieres no tienes por que hacerlo... Pero como consuelo deberías considerar que por muy duro y peligroso que sea el trance, no puede dejarte mucho peor de lo que ya estás.

Kurgan como siempre, se muestra sumamente encantador.

Observo los cadaveres de los tres paladines y me acerco al de pelor, con el pie le doy la vuelta y miro al liche.

Demos al dios Sol una oportunidad para ayudarnos y en cuanto al muerto viviente para sacrificar... dejo las palabras en el aire, de mi sombra algo insustancial empieza a tomar forma si dices que los seres incorporales dan mejores resultados este espectro nos sera de ayuda.

Ante las palabras de Kurgan le miro y le lanzo una media sonrisa ¿dejarme peor de lo que estoy? ¿acaso estoy mal? ¡pero si estoy mejor que nunca!

Realizo un pequeño conjuro y el cuerpo del paladin de Pelor vuela hasta el altar.

Empecemos.

La extraña aventura en este mausoleo parece al fin tener un sentido, y Arkaeron comienza un complicado ritual solo con la ocasional ayuda del liche. Ahora que la recompensa se ha aceptado, la magia del ritual parece venir directamente a la mente del nigromante, como si el propio Vecna le hablara. La ayuda de una deidad puede ser algo muy valioso, aunque alguno de los tres quizá piense que el precio pagado tampoco ha sido bajo. En un mundo que parece caer hacia su destrucción parecía poco práctico dar la espalda a la única deidad que no ha olvidado el plano. Los tres compañeros saben que Kandalian, Amnyin, Naldar e incluso Vanth jamás habrían pagado un precio similar. El Susurrado también lo sabía, por supuesto.

El conjuro prosigue, y parece otorgar cierta apariencia del vida al cadáver, ahora corrompido, del paladín de Pelor. El muerto viviente incorporal creado - o llamado -  de la nada por Arkaeron se fusiona con los restos mortales del antiguo guerrero sagrado del dios del sol.

Cuando el ritual concluye, los tres compañeros comprender lo que ha sucedido. Han creado un muerto viviente, pero no uno corriente como un esqueleto o un zombie...

La poderosa magia que Vecna otorga ha desechado todas las debilidades del cuerpo humano del paladín, ha reforzado cada faceta de su cuerpo, y ha desterrado la mente y el alma, convirtiendo el cadáver en un no-muerto único. Zin-carla es el nombre de esta creación en la lengua drow, pues los elfos oscuros habían sido los únicos en crearlos... hasta ahora.

El no-muerto se levanta, y alza sus brazos, notando fuerza en ellos y sabiéndose poderoso. Arkaeron coloca las espadas curvas en las manos del muerto, y la criatura mantiene la mirada, vacía, fija en el nigromante. Sus ojos revelan una falta de voluntad absoluta, que equivale a la mejor de las promesas de lealtad. En adelante obedecerá las órdenes de Arkaeron al pie de la letra, aunque las funciones de esta creación se resumen en una: matar. Vecna otorga un arma que, tal vez, ayude en las difíciles batallas por venir.

El liche parece satisfecho con el ritual. Una creación como esa se veía con poca frecuencia, y hay pocas muestras de maldad más puras que la creación de un muerto viviente. Su propia esencia era anatema para todo ser vivo; éste además es una bonita máquina de matar.

Os servirá bien.

Dos gracias más os otorga el Susurrado: un objeto y una promesa.

Tiende una pequeña gema azul a Kurgan.

Mi Señor prevé que seréis los encargados de plantar cara al Favorito de Erythnull. Una lucha desigual, pero aún es más descabellada porque el Clérigo no estará solo. Llegar hasta su presencia os costará atravesar tal vez legiones de enemigos, encarar a sus guardianes y sobrevivir a trampas letales. Tan solo si fuérais capaces de resistir todo esto podríais plantarle cara, y aún deberíais tener fuerzas para derrotar a alguien que no teme nada de mortal alguno.

Si superáis la primera parte de la batalla, si llegáis a presencia del Favorito, esta gema os devolverá las fuerzas, sanará todas las heridas y os restablecerá. Tan solo así tendréis alguna posibilidad.

Tras unos segundos de silencio, el liche sonríe y vuelve a hablar.

En cuanto a la promesa, es esta: Vecna en persona tomará partido en la guerra en cierto nivel, y su propia sangre estará en el plano material combatiendo junto a los hombres. Un avatar del Archiliche luchará junto con las fuerzas de Berfôska en la batalla por el plano material. Tenéis su palabra.

Digo yo...si no ha sido muy complicado...hay dos cuerpos de paladín mas.