Partida Rol por web

La propuesta parece bien acogida entre algunos de la posada, muchos murmuran. Quizá el boca a boca haga la mayor parte del trabajo. Algunos guerreros se te acercan interesados y el posadero cuelga un cartel a tu espalda con un escrito anunciando tu oferta.

Al menos un puñado de combatientes experimentados parecen totalmente dispuestos a partir contigo, tras especificarles algunos detalles más del viaje, sin embargo muchos llegarán más tarde, esperas, cuando corra la voz. Cuanto más tiempo estés dispuesto a sacrificar en esta espera, más ayuda tendrás, seguramente.

Bien mañana a la salida del sol nos pondremos en marcha. Saldremos por la salida Sur

Orphen baja de la pequeña tarima y se queda cerca de la barra por si alguien tiene alguna duda.
Después de resolver las preguntas sin importancia, sale de la posada y espera unos segundos para escuchar los comentarios, finalmente se acerca al mercado para coger algunos niños.

Chicos,queréis ganaros algunas monedas?, tenéis que hacer correr lo mas rápido posible que Orphen de Shoren recluta cualquier persona dispuesta a empuñar una arma sobre un caballo, la paga es de mercenario y al final se regala el caballo. Al final del día me encontrareis en la posada de aquí al lado, y os pagare, si me entero que alguien no hace su trabajo y viene a cobrar...mas vale que no lo haga...

Finalmente Orphen se acerca a todas las cuadras de la ciudad para negociar los caballos ligeros de guerra para sus hombres, el numero es inexacto aun pero no esta de mas.

Para terminar pasa por el resto de posadas para hacer el llamamiento.

También se hace correr la voz que se busca también un cocinero dos batidores y un escriba, y se recomienda que sean combatientes.

El anochecer está cerca, en lo que has realizado las gestiones en la ciudad el día ha avanzado y terminado todo lo que puedes hacer aqui, te diriges de nuevo hacia la posada donde tenías una habitación compartida.

Varios niños aceptan tu encargo y tus ofertas en otras posadas no resultan muy prometedoras, sin embargo antes de finalizar el día, estando en tu habitación, ya recibes algún aviso de hombres interesados en los puestos no combatientes de tu expedición. En las cuadras está negociado el intercambio, tan solo te falta concretar el número de monturas aunque intuyes que tu pequeño regimiento se acercará a la veintena de hombres.

Pasas la noche descansando, haciendo planes para la futura batalla y llega el amanecer.

Llega la mañana y en las puertas de la ciudad encuentras a tus hombres, todos tienen equipo propio y armas aunque antes de salir te ves obligado a comprar suficiente comida para la docena de hombres que te acompaña y para ti. Cuando estás seguro de que no habrá más incorporaciones de última hora y decides que ya no puedes esperar más abandonais la ciudad. Once combatientes a caballo, dos batidores... además de Razzek, el mago y tú. Un cocinero y un escriba también os acompañan en su propia montura, en total casi una veintena de jinetes aunque esperas que se unan algunos más en la siguiente ciudad, Hluzhvar.

Espoleando los caballos apurais el tiempo al máximo para poder pasar una noche en la cercana ciudad. El camino transcurre tranquilo y cuando no queda mucho para el anochecer pero aún hay luz, veis la ciudad al sur.

Apurémonos, cuanto antes lleguemos, antes podremos hacer correr la voz, y tomar una jarra como dios manda.
Orphen presiona levemente el caballo y este pasa al galope en dirección a la ciudad. Detrás suyo casi la veintena de jinetes siguen el ritmo, el suelo tiembla a su paso y una nube de polvo hace de estela al grupo de jinetes.

A pleno galope, en unos minutos llegais al acceso norte de la ciudad. A medida que os acercais a la población un ancho camino discurre hacia el centro de esta , a los lados del amplio sendero hay granjas y plantaciones con algunos edificios dispersos. Pronto llegais a una empalizada con una puerta abierta y una atalaya en la que un centinela os da el alto. El guardia parece confuso y a la defensiva ante tu grupo, no parece haberle gustado ver un grupo nutrido tan armado llegar a la ciudad.

Cuando el centinela te detiene puedes ver que ante vosotros está el verdadero núcleo de la ciudad, poco a poco las casas y edificios son más grandes a ambos lados de la avenida que pisas. La mayoría de las construcciones son de madera pero hay algunas de piedra y varias con aspecto de establecimientos comerciales o almacenes de víveres. En tu rápido vistazo puedes ver algun guardia más por las cercanías de la ciudad, de idéntico aspecto al que te ha hecho parar a las puertas.

Buenas noches soldado.
Venimos a pasar la noche en esta ciudad, si no es ningún inconveniente ni impedimenta, nos gustaría pasar la noche en su ciudad y posada para esperar la nueva mañana.

El soldado parece desconfiado y examina el grupo.

¿qué venís a hacer aqui? no voy a dejar pasar a ningún grupo de mercenarios armados o bandidos.

Aunque claramente duda sobre qué hacer con la situación pronuncia esas palabras forma tajante.

Quizás seria conveniente que avisara a su superior al mando.
Dice Orphen secamente.

Deseoso de quitarse el problema de encima el guardia encoge los hombros señalando que duda que consigais nada de esa manera y que, en todo caso, eso le libera de responsabildad. Tras salir de tu vista sobre la atalaya lo ves aparecer de nuevo como si esperara. Nadie te habla durante unos minutos y varios guardias se han reunido, atraidos por el acontecimiento, impidiéndote el paso en la puerta de esta empalizada al norte de la ciudad.

Tras unos minutos aparece un hombre con ropajes ricos de tonos rojos y púrpura, parece mayor y el poco pelo en su cabeza es blanco, su cara refleja que le ha hecho poca gracia el aviso. Escoltado por dos guardias más, uno especialmente grande, el hombre se acerca hasta la empalizada y habla.

Soy Dhamon Roican, el alcalde de Hluzhvar. ¿qué trae a un grupo armado hasta las puertas de mi ciudad?

habla con tono seguro aunque ligeramente irritado.

Me llamo Orphen de Shoren.

Viajamos hasta el pueblo de Asrav, y solo estamos de paso, con la única intención de pasar la noche en las posadas de esta ciudad y reaprovisionarnos.

Deja pasar unos segundos.

No tenemos ninguna intención de provocar problemas en la ciudad.

¿Asbrav? responde el dirigente examinándote unos segundos.

Bien, pero os alojareis en la posada que mis guardias os señalen y tendré alguien cerca vuestro... por si acaso. Si no causais problemas no os haremos más preguntas al salir.

tras eso susurra algunas palabras, seguramente órdenes, a uno de los soldados que le acompañan.

Bien, aceptamos el trato.

Orphen espolea el caballo para avanzar hacia el interior de la ciudad.

ya va bien...asi el rumor de nuestra llegada se dispersara mucho antes y tendremos nuevas incorporaciones.

Finalmente los guardias te franquean la entrada y pasada la empalizada y la atalaya entras en el núcleo de la ciudad. Dos carreteras o senderos transversales amplios forman el eje central de la población. Dos guardias acompañan al nutrido grupo hasta una posada y puedes intuir la presencia de al menos un par de soldados más siguiéndoos. Esta parece una ciudad de tamaño mediano, algo mayor que tu última parada, las posadas y albergues adornan todas las esquinas y aunque la mayoría de las casas son de madera no faltan algunos edificios de piedra.

La posada a la que llegais es bastante más grande que la última donde pasaste noche. Aunque hay mucha gente, pocos parecen mercenarios o aventureros. La presencia de algún soldado de la guardia de vez en cuando parece sustituir esas ausencias. Posiblemente en una ciudad como esta, más grande y más reglamentada, con protección propia... la presencia de mercenarios no esté tan bien vista.

Todos los hombres te acompañan y desde que entran en el edificio se dispersan en mesas deseando beber algo.

Bueno chicos! aprovechar, posiblemente esta sera la ultima posada que durmamos antes de nuestro destino. mientras sube a una mesa.

Como sabéis pido el máximo de cada uno de vosotros, pero también os doy el máximo. Para que no sea dicho, Tabernero! una ronda para todos!.
Finalmente vuelve a bajar de la mesa y se acerca a su compañero razek y a unos cuantos de sus hombres que ha observado con mas dotes de liderazgo o diplomacia.
Una vez están algo mas separados, empieza a hablar.
Bueno, tenemos que hacer el ultimo esfuerzo para terminar de reclutar a nuestras fuerzas, razek ya sabes que tienes que hacer, a la espera de que de la confirmación y se marche para irse a las otras posadas o sitios de interés. Vosotros, también podéis hacer lo mismo buscar jinetes que nos puedan acompañar, por cada hombre extra os daré un incentivo en oro.

Razzek y los demás mercenarios asienten, el resto se siente y deja de prestarte mucha atención después de llegar sus bebidas. El pequeño grupo de hombres se dispone a salir hacia otras posadas y tabernas cuando el mago a tu lado, que había permanecido muy callado todo el viaje, suelta un grito. El volumen es tan alto que para toda la sorprendida clientela no es más que un aullido, sin embargo tu reconoces una palabra arcana pronunciada con mucha más fuerza de la necesaria. Un conjuro de transmutación para cambiar de aspecto que ya le has visto usar antes sin embargo esta vez algo es distinto.

Cuando miras hacia él ha cambiado de aspecto totalmente, su cabello es más corto y bien peinado, sus ropas son iguales pero están limpias y nuevas. La cara refleja menos agotamiento, quizá menos edad pero sobre todo sus ojos son totalmente distintos. Puedes ver cordura en ellos.

La mayoría de la gente de la posada os mira alarmados, pero poco a poco el interés decrece mientras los hombres vuelven a sus asuntos.

Vaya... todo es muy confuso... agita la cabeza mirándote tras eso con una expresión de inteligencia

ahora que lo pienso, ¿no es una locura lo que pretendes? ¿qué sabes de ese ejército? frunce el ceño aunque después continúa supongo que me necesitarás en esa guerra en todo caso, pero consideradlo el pago por salvar mi vida en la torre. Finalizado no os deberé nada.

Orphen baja la bebida hasta la mesa y mira al mago con cara de circunstancia y abriendo de forma exagerada los ojos.... y este cambio repentino? durara mucho, siempre ha sido así? no lo entiendo...

emmmmm dice el mago incómodo con la pregunta, parece pensárselo mucho mirándose las ropas y las manos

realmente no lo sé, es como si desde hace mucho tiempo estuviera entre brumas. Así es como me recuerdo, así era antes, pero algo que me dice que ha pasado mucho tiempo y también muchas cosas. carraspeando cambia de tema

pero en fin, tienes mucho trabajo que hacer. Tendremos que salir pronto si quieres llegar a asbrav en... ¿cuanto tiempo dices que tenemos?