Dos días más tarde, después de haberos repuesto de vuestras heridas y recuperado fuerzas, Mentor, os llama de nuevo a su estudio para encomendaros la que será vuestra siguiente misión.
Al salir del estudio os dirigís al enorme salón que se encuentra en la parte de debajo de la fortaleza. Adornado con multitud de tapices que cuelgan de las desnudas paredes de piedra, os parece un buen lugar para tomar algo mientras ultimáis los detalles de la misión.
Movimiento
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Ataque
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Defensa
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Cuerpo
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Mente
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5
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0
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2
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2
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3
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Es vuestro momento para discutir de estrategía, reorganizar vuestra ficha de personaje (poner los puntos de vida completos, cambiar la experiencia a 1, actualizar equipo...), y elegir los hechizos.
Recuerdo que elige primero el mago y luego el elfo (el mago se quedará los otros dos restantes).
Cuando todo este claro, posteaís un LISTO y comenzamos.
Suerteeee!!!
Listo, escojo los hechizos de fuego one more time ^^.
Una de pirotecnia para el mago!!
Y tu elfo??
Bueno, ya me he colocado las estadisticas de la ballesta.
Yo sigo llevando los hechizos de Agua. Son los que tengo apuntados y me parece mejor idea distribuirlos asi.
Puesto que son los menos ofensivos y asi equilibramos al mago conmigo.
Por lo demas, estoy listo, aunque me parece una mision suicida. Jejee. Cuando orco malo.
Bueno, a jugar!!
Tras despediros de Mentor, partís en dirección a vuestra nueva misión al día siguiente temprano. El viaje hasta Seledge, el lugar donde se encuentra la fortaleza de Ulag, se desarrolla de forma tranquila y animada. Subidos en vuestros caballos (excepto el enano que iba encima de un viejísimo pony), vais riendo y recordando algunos detalles de vuestra primera aventura. Ya os veís capacitados para cualquier cosa que os echen encima!!.
El día es espléndido y el camino de buena calidad, por lo que al caer la noche, ya habéis recorrido más de la mitad del trayecto.
A media tarde del día siguiente llegais a vuestro destino. El pueblo de Seledge es un lugar pequeño y ajeno a la fortaleza de Ulag y lo que allí sucede.
No encontraís a nadie por las calles, y eso que las últimas luces del día aún iluminan aún los caminos.
A escasos dos kilómetros del pueblo se encuentra la fortaleza y tal como os habían vuestros espías, el pasadizo que lleva a su interior está esperándoos.
Ocultas tras unas cañas, bajáis unos estrechos escalones que os llevan a la parte inferior de la fortaleza.
Estáis dentro!!
Una vez dentro, el aspecto de la habitación me hace recordar a la anterior aventura y me llevo la mano a la cicatriz, ya totalmente sanada, del pecho.
Me adelante del grupo y abro la puerta mientras desenfundo el arma.
Me quedan tres puntos de movimiento
Tras bajar las escaleras, llegaís a una habitación amplia, en la que hay una puerta.
El bárbaro decide aproximarse a ella y abrirla. Detrás, podeís ver un amplio corredor con varios desvíos.
Aunque los suelos son de piedra, están muy limpios y pulidos. Las paredes, de piedra también, están decorados escuetamente con pequeños tapices y cuadros, telas, estandartes y hacheros para antorchas a intervalos regulares.
Desde luego, no parecería la vivienda de un caudillo orco... sino fuese porque al final del pasillo veís a un goblin de guardía.
Parece que no os ha visto.
Intento acercarme con sigilo, aunque bien es sabido que a los bárbaros no se nos da muy bien el no hacer ruido.
Mientras avanzo, Me fijo de cualquier irregularidad en el pasillo. Alguna baldosa suelta, algun bulto en las paredes.. cualquier cosa que pudiera parecer un mecanismo de alguna trampa.
Busco trampas
Salgo tras el bárbaro, y al llegar al pasillo veo al goblin enfrente nuestra, sin dudarlo un instante me lanzo hacia él.
El Elfo sale destras de sus compañeros.
Hay un goblin al fonde del pasillo. Pero parece que el corredor no acaba a sus espaldas. Asi que ballesta en mano va a controlar que nadie los ataque por la espalda.
Los pasos del mago son ahora ligeros, siguiendo a sus compañeros sin detenerse demasiado en el entorno. Largos pasillos se abren frente a él, meditando el papel que tendría en esta misión tan arriesgada. Temía que los refuerzos impidieran salir de aquel lugar, esas criaturas podrían venir de cualquier lado, por lo que decidió valorar con cuidado su esencia.
Como era previsible, a pesar de la precaución y cuidado que todos llevabáis, el enano no puede evitar hacer un ruido atroz mientras caminaba por el iluminado pasillo.
Quienes sois??.- gruñe desconcertado
Intrusos.- añade como si hubiese logrado una sabia deducción, y girando, se lanza al ataque contra el enano, ignorando que era tan solo un atacante para cuatro defensores.
Tirada: 2d6
Motivo: Ataque Enano
Dificultad: 4+
Resultados: 6, 1
Exitos: 1
Defensa del enano.
Turno 2
Tras esquivar el ataque del goblin contraataco ferozmente con mi hacha intentando golpear el torso de mi adversario.
Tirada: 2d6
Motivo: defensa
Resultados: 2, 3
Tirada: 2d6
Motivo: hachazo
Dificultad: 4+
Resultados: 3, 5
Exitos: 1
jojojo. menuda defensa, daditos os quiero...
El goblin interpone, con más suerte que habilidad, su arma en el camino del ataque enano, logrando desviarlo en el último momento.
El terrible golpe hace retumbar todo el cuerpo del goblin.
Eso es todo lo que sabes hacer???.- murmura con una odiosa e irónica sonrisa
Tirada: 1d6
Motivo: Defensa
Dificultad: 1=
Resultado: 1 (Éxito)