Partida Rol por web

High School DxD: Armageddon [+18]

ボリューム .10: La cara de Dios

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27/09/2022, 02:59
Director

¿De qué hablas? Es imposible que él... —¿acaso era verdad lo que habías percibido? ¿Era verdad que Dios había escuchado a Mikasuki? Si era capaz de eso... ¿también era capaz de otras cosas? El ser que había concebido los Sacred Gears... ¿Qué clase de poder podía tener?

Fue cuando se acercó a ti y te propinó aquel puñetazo. Mientras el tiempo pareció detenerse, sentiste su gélido aliento sobre tu oído, y la voz de tu madre fusionada con decenas más te susurró gentilmente:

Noͦ ᴛⷮiͥeͤneͤs͛ quͧeͤ s͛uͧfrͬiͥrͬ mͫaͣ́s͛. ᴛⷮoͦdͩoͦ ᴛⷮuͧ dͩoͦloͦrͬ,̓ рⷬuͧeͤdͩeͤs͛ dͩeͤjaͣrͬloͦ iͥrͬ. Eͤl fuͧᴛⷮuͧrͬoͦ quͧeͤ vͮiͥs͛ᴛⷮeͤ noͦ s͛uͧcͨeͤdͩeͤrͬaͣ́ —sonrió por un momento en tu oreja—Рⷬeͤrͬoͦ рⷬuͧeͤdͩoͦ vͮeͤrͬ рⷬoͦrͬ quͧeͤ́ eͤllaͣs͛ laͣs͛ mͫaͣrͬcͨaͣrͬoͦn. Aͣleͤ́grͬaͣᴛⷮeͤ. Mⷨeͤ s͛eͤrͬvͮiͥrͬaͣ́n вⷡiͥeͤn.

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27/09/2022, 03:29
Shiori Hino
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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27/09/2022, 04:34
Sayaka Umimori

Lo único que Sayaka quería era quitarle campo de acción, desbalancearlo un momento para que Shiori pudiera salvar a Kiki, mas aunque fue con todo su poder hacia este, solo escuchó el sonido de un edificio siendo impactado. La sirena no pudo notar hasta segundos después que Dios se había desplazado a toda velocidad hacia Shiori, interrumpiendo su avance y diciéndole algo. Tardó en comprender lo que había pasado, pero entonces... vio lo que Dios sostenía con su mano libre...

Poco a poco, el rostro de la sirena empezó a cambiar por uno de pánico - ¡KIKI! - y aunque estaba lista para volar a toda velocidad para intentar salvar a su familiar, la voz de Azazel hizo que lo mirara. Ella sabía que irse contra Dios era sinónimo de una sentencia de muerte, pero eso no le importaba. En realidad, lo único que le importaba era que esa cosa le quitara las manos de encima a Kiki. Su Kiki.

De repente, muros de bastones estaban a su alrededor. Tal vez protegiéndolas o aprisionándolas. Eso no le importaba. Miró el estado de Shiori y se preocupó, mas al verla con Sirzechs se relajó. El mahou no dejaría que nada malo le pasara, de eso estaba segura. Las presencias de Rias y los ángeles se acercarban, a la par que la de Dulio, ahora un ángel caído, la de Irina, quien estaba igual, y los ángeles habían dejado de cantar. ¿Les ayudarían? Por un breve momento se permitió sentir esperanza, mas lo que sucedió después hizo que la sirena perdiera lo poco de cordura que había logrado recuperar después de ver a Takumi.

Las manos de Dios brillaban con ese fuego azul, fuego azul que ella reconocía a la perfección - No... - y sus pupilas se contrajeron - No... - Kiki estaba volviendo a la vida - No... - y ella prefería que siguiera muerto a que resucitara de esa manera, en brazos de un monstruo y no en los suyos - ¡NO! - y aún con su cabello levitando con elegancia mientras brillaba de azul celeste, Sayaka extendió sus alas y voló a toda la velocidad que estas le permitían para rebasar el muro de bastones. Luego, volaría a toda velocidad hacia Dios, sin importarle la advertencia de Azazel, los intentos de los seres más poderosos de salvarlas, incluso tampoco importándole que pudiera terminar igual que Shiori. Si moría, prefería morir a manos de Kiki. Era lo que se merecía por haber permitido que este cayera en manos equivocadas.

- ¡KIKI! ¡KIKI! - gritaba con desesperación. Recordó cómo había reaccionado cuando comieron helado, también cómo fue cuando empezó a experimentar emociones... Recordó los juegos que Koaj le enseñó y cómo todo eso había empezado a forjar una personalidad en él. Incluso recordó lo asustado que estaba cuando le confesó que no quería irse, pero que su creador lo llamaba. Siempre creyó que quien lo había creado era alguien benevolente, pero ahora que lo veía... Lo odiaba. Quería quitárselo. No merecía un ser tan puro como Kiki a su lado, pues ellos habían jurado estar juntos para siempre. Kiki era suyo por derecho y por elección de ambos, y no estaba dispuesta a cederle eso a nadie. No le importaba morir si eso lo liberaba de lo que ese monstruo quería hacerle. Sus alas podrían agotarse, pero su familiar era más importante. Al final del día, ella no era más que una vida desechable, como siempre lo había sido. Él fue el primero que vio valor en un ser roto y oscuro como ella. Sus lágrimas caían por donde pasaba, marcando su vuelo mientras rebotaban con su cabello.

- Tiradas (4)
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28/09/2022, 12:07
Muto Urena

Apreté los dientes y maldije para mis adentros en el momento en el que comprendí lo que había pasado.

- ¡SHIORI! - grité al verla golpeada por aquel Dios.

Sin duda pensé que habíamos estado muy cerca de acertar, hasta aquel momento aquel a quien nos enfrentábamos, el todopoderoso ser al que llamábamos Dios, se había limitado a recibir golpes, probablemente porque nada le estábamos haciendo. Pero en aquel momento no solo había esquivado, sino que además se había atrevido a lanzarse contra Shiori para capturar a Kiki y, ya de paso, atacar a nuestra compañera.

Azazel nos pidió que nos fuéramos de ahí, que huyéramos y poco después aquellos rayos y aquellos bastones hicieron acto de presencia, junto con sus dos invocadores.

Hubiera salido corriendo hacia Shiori, a rescatarla, si Sirzechs no lo hubiera hecho antes, pero me di la vuelta a mirar a Sun Wukong.

- Pensé que no querríais formar parte de la fiesta - le dije mientras se acercaba -. La única pista que tenemos es su centro, al menos es el golpe que ha intentado esquivar - les expliqué.

Me moví para comprobar la escena tras las palabras de Sayaka, parecía en shock y quería averiguar por qué era. Lo que le estaba pasando a Kiki en los brazos de Dios parecía no ser demasiado bueno en general, aunque peor todavía en particular para Sayaka. Aquel Dios quería cobrarse otra víctima, pero Kiki no parecía ser una víctima normal, al fin y al cabo, el familiar de la sirena ya había sido objeto de la muerte, como hubiera ocurrido era otra historia.

- ¿Pero  qué...? - alcancé a preguntar sin llegar a entender del todo bien como podríamos detener aquello.

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29/09/2022, 00:55
Shiori Hino

Aunque Shiori se movía a una velocidad que podría superar a varias razas y seres que yacían peleando en este sitio, y que ella percibía el mundo como en cámara lenta, fue una total sorpresa percatarse que la imagen de Ayaka había desvanecido y de pronto le vio cuando estiró su mano para sujetar a Kiki. Sus ojos negros se abrieron de sorpresa y antes de siquiera reaccionar sintió el terrible golpe en su estómago que la dejó sin aliento, aturdiéndola y nublando su vista por el dolor. La sacerdotisa no podía respirar, todo a su alrededor se fue esfumando mientras todo su cuerpo y sistema nervioso mandaban alertas primitivas de que debía huir de ahí, pero sus piernas no reaccionaban mientras se ahogaba por el shock del impacto junto a un pensamiento que comenzó invadir su atención.

¿Mi madre me ha golpeado?

Sin poder evitarlo, se recargó en el cuerpo de Dios intentando procesar lo que había pasado, siendo lo único que impedía que se desplomara en aquél suelo. No logró escuchar el grito de Urena, tampoco el desgarre de Sayaka por su familiar ni la advertencia de Azazel. Sin embargo, lo que sí percibió fue lo que le susurró Dios, siendo lo único que le hizo reaccionar antes de ofuscarse por completo porque nuevamente abrió sus ojos y éstos se humedecieron rápidamente, manchando el traje de sacerdotisa no solo de sangre, sino de lágrimas. En ese instante su psique se cerró, sus sentidos se adormecieron y los brazos cayeron a sus costados. El impacto no había sido solo físico.

Mi madre me golpeó, mi madre me golpeó...

¿Por qué Ayaka había hecho eso? Siempre la había recordado serena, disciplinada pero amorosa. ¿Era un castigo por dejar de ser humana? ¿Por estar en una batalla que no le competía? ¿Por estar viva? Pero entonces, el recuerdo de un abrazo gentil que le pedía perdón y la voz de su madre diciéndole que estaba orgullosa de ella logró ayudarle a discernir que quien la había golpeado no era ella, sino un Dios que había jugado con todas desde el principio. Poco a poco comenzó a percibir el ruido de la batalla y que no estaba de pie, sino en brazos de alguien. Sus ojos acuosos se enfocaron en el pelirrojo y entrecerró su vista para ver mejor.

-¿Issei?-preguntó a duras penas, pero luego de unos parpadeos se dio cuenta de quién era y, aún adolorida, no pudo sorprenderse como tal ni zafarse de esa posición-. ¿Sirzechs-dono?-y miró alrededor para notar el muro de bastones y los demás que habían llegado para pelear. Seguía aturdida, pero sus sentidos volvían-. Por favor, Sirzechs-dono... quítenle... ese rostro... a ese bastardo de mierda-declaró con furia y frustración porque se dio cuenta que Dios continuaba con la imagen de Ayaka. Apretó uno de sus manos con la poca fuerza que tenía. Al mirar al cielo notó la figura de Sayaka volar, la siguió hasta que notó que iría con Dios y.... se alarmó mientras lagrimeaba-. Deténganla... ¡Deténganla! ¡¡SAYAKA!!

Quería ir por ella, evitar que fuera por Kiki porque ya no había marcha atrás. No podría recuperar al zorro por más que volara rápido o atacara el supuesto "centro" de Dios; él le haría lo mismo o algo peor que un golpe en el estómago. Apretó sus dientes, notando más el sabor de sangre en su boca... gruñó para tensarse y querer ir tras ella, pero el dolor en su cuerpo le impidió volar para alcanzarla, tosiendo líquido carmesí mientras temblaba.

Notas de juego

PP: 452 + 40 = 482  (límite alcanzado)

PF:  544 - 20 = 524

Vida: 78 - 36 = 42

Turno 3 de 3 de VD 

Esquiva base: 37 + 8 = 45
Defensa base: 43 + 8 = 51

--

Pasé la tirada de voluntad, pero lo hice antes de sus posts y por eso no se ve aquí xD

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29/09/2022, 01:22
Shiori Hino

Recibir el golpe de "Ayaka" y sus palabras la habían aturdido por unos momentos, espacio en el que no habló con Mikasuki y no la escuchó si se llegaba a comunicar porque había sido invadida por la idea de que su madre le había golpeado. Segundos en los que se sintió una mala hija y que debía morirse para redimirse ante ella. Sin embargo, gracias a otros recuerdos ella logró salirse de ese ensimismamiento y, dándose cuenta que estaba con Sirzechs y percatándose que llegaban los aliados, logró formular un pensamiento coherente para la katana.

-¿Y Sayaka y Urena? No las veo... no... ¿vinieron?-miró el muro de bastones  y supuso que Urena estaba ahí al otro lado, y cuando notó a Sayaka volar para Kiki lloró aún más-. .. Ah... ya... veo...

Se quebró. Pero aún así intentó con todas sus fuerzas volar a la sirena para que no fuera con Dios, pero su cuerpo seguía sin responder y ahogó un grito de frustración que seguramente habría dañado su garganta. No solo lloraba por el dolor de aquél golpe, no quería que Sayaka muriese y esperaba que alguien más la detuviera, que le hiciera caso, que escuchara su súplica. Y, tal vez por lo mal que estaba, recordó lo que había dicho Dios de que traerían a todos de vuelta. No, ella no quería eso para sus padres: Yasuhiro había sufrido por años por la muerte de Ayaka y aunque anhelaba volver a verlo, para él sería un castigo regresar a la vida; y su madre, lidiando en silencio con una enfermedad y sacrificándose por un bien mayor a pesar de su dolor. ¿Por qué devolverlos de la muerte cuando ellos no lo querrían, ahora que por fin descansaban en paz luego de sufrir? Y, en medio de sus pensamientos, recordó a Val y se dio cuenta... de lo terriblemente egoísta que había sido.

-Es mi culpa, debí ser más rápida... Sayaka nunca me lo va a perdonar... Val... debe odiarme... lo merezco.

No le importaba llorar frente a Sirzechs, pero en medio de su recuperación y esfuerzo de entender su alrededor, en voz baja le explicó al Mahou rápidamente lo que consistía la cantidad de ángeles ahí, qué estaban haciendo con su canto y los símbolos del suelo. Tal vez él podría hacer lo que ellas no pudieron hacer. 

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01/10/2022, 04:42
Director

A pesar de la llegada de los refuerzos, ¿eso cambiaría algo? Fueran cientos o miles, ¿tenían oportunidad? Shiori no había muerto solo porque Dios no había querido. Lo mismo con las demás. Si Dios hubiese querido, habría podido matarlas sin que siquiera fueran conscientes de ello hasta estar en el otro plano. ¿Cómo vencer a un ser así? ¿Cómo derrotar una existencia que estaba completamente fuera de su alcance? Probablemente solo las moiras serían capaces de hacerle frente, seres similares a él. Sin embargo, ellas ya no estaban. ¿Había valido la pena su sacrificio? Si ellas no hubiesen "muerto", habrían podido luchar con Dios. Pero en cambio, les habían dejado ese peso a ustedes. ¿Acaso había sido un plan de ellas para burlarse de ustedes?

Los gritos de los ángeles se hicieron presentes. Como bestias furiosas sin un mínimo de raciocinio se lanzaron, a morir o matar, hacia el pequeño grupo de sobrevivientes que se alzaba, como siendo impulsados por algo. Aquellos que fueron en dirección a Sirzechs, fueron borrados de la existencia con tan solo una ráfaga de poder carmesí. Y aquellos que se dirigieron hacia Urena, fueron empalados por bastones que salieron de la tierra. El resto fue cayendo como moscas por los ataques de los restantes del grupo de DxD. ¿Pero todo aquello de qué servía?

Al llegar a donde estaba Urena, Sun Wukong se detuvo por un momento y ciertamente se sorprendió cuando la vio. El viejo se veía realmente herido. ¿Qué clase de lucha habían tenido como para que seres como ellos pudieran llegar a ese estado?

Ahora te pareces más a mí. ¿Fue él? —y al escuchar lo que la chica le dijo, chasqueó la lengua— ¿Esa cosa intentando esquivar un golpe? Debe ser una broma —y se limpió la sangre que salía de su nariz. Aunque al ver que Sayaka salía disparada hacia Kiki, lanzó una maldición en voz alta—. ¿¡Qué cree que hace!? —y rápidamente se dirigió hacia ella rodeando el muro con su nube.

El tiempo pareció comenzar a ralentizarse.

 

Cuando Shiori se dirigió a Sirzechs de esa forma apenas el pelirrojo la tomó en brazos, el mahou abrió los ojos. Para él, ese nombre evocó a una persona completamente diferente a aquella con la que Shiori lo había confundido. Pero al darse cuenta, el mahou suavizó su mirada y solo asintió en silencio cuando Shiori lo llamó por su nombre. La miró serio mientras algunas de las gotas de su sangre manchaban las ropas de Shiori, y miró a Dios ante su petición. Fue en ese momento cuando los ángeles atacaron y los borró en el acto, aunque al ver a Sayaka salir volando hacia Kiki, él también se sorprendió. Miró a Shiori alarmado ante su petición, pero no respondió nada. En cambio, aún con sus grandes alas extendidas, mucho más grandes que la de cualquier demonio, alzó vuelo aún con Shiori en brazos y miró con dolor la escena mientras por un momento Dios lo miraba, y también a Shiori, con esa sonrisa antinatural. Apartando la mirada con desprecio, Sirzechs miró a Sun Wukong ir hacia Sayaka. ¿No haría nada él?

Desde el suelo, unos rayos agrietaron la tierra mientras Dulio salía volando solo para ser alcanzando por Zelig en el aire. Luego de un golpe seco, no supieron qué pasó, pero Dulio se detuvo en seco en el aire y volvió a caer al suelo como una mosca. La armadura roja de Zelig brilló por un momento mientras este jadeaba en el aire. Lentamente, la armadura se giró en dirección a Sirzechs y Shiori y sus ojos verdes brillaron. La cola de la armadura se alzó y el chico abrió los brazos, preparándose para algo.

Pero el plato principal ya estaba servido.

Las llamas en el cuerpo de Kiki se encendieron mientras la sonrisa de Dios se deformaba en algo que no era humano, ni demoníaco ni angelical.

Sayaka no llegaría a tiempo. A su vez, Sun Wukong no llegaría a tiempo a ella. Pero no haría falta, pues nadie llegaría a donde Dios estaba.

Conforme las llamas del cuerpo de Kiki se encendían, este perdía su forma animal y tomaba una más deforme y errática, como aquella que ya habían visto y sabían era su forma original. Pero algo salió mal. Se dieron cuenta de ello cuando el rostro de Dios por primera vez, y aún con esa mueca monstruosa, mostró sorpresa. El sonido de algo quebrándose fue audible para todos por igual, y cuando Kiki abrió los ojos, o lo que se suponía eran ellos, un gran rugido que hizo temblar los huesos de todos se escuchó. Las llamas de Kiki rápidamente se extendieron por el brazo de quien lo había devuelto a la vida. Dios no mostró dolor, aunque sí mucho interés. Entonces, las llamas comenzaron a deformarse y expandirse con mucha rapidez de forma violenta, y aquellas que cubrían el brazo de Dios tomaron la forma de unas gigantescas fauces que solo eran parte de la cabeza de algo colosal. Un cuerpo con alas y unas gigantescas patas se enterraron en el suelo. Y, aunque las llamas aún se movían erráticas, la forma de lo que pudieron reconocer como un dragón cubierto de llamas azules fue concebida.

Sin abrir la mandíbula, un gran chillido que hizo retumbar sus corazones se escuchó, y aquello fue acompañado de una onda expansiva que hizo que todos salieran volando, incluso aquellos que estaban más lejos. Urena fue la única que pudo resistirlo al estar detrás del muro de bastones. Aunque no todo fue malo, pues aquello permitió que, una vez recuperó el control en el aire, Sun Wukong alcanzara a Sayaka y la rodeara con uno de sus brazos, forzándola a alejarse. Ahora menos que antes, acercarse era peligroso. Las llamas de Kiki desprendían un calor mortal; todo a su alrededor se estaba chamuscando menos Dios, quien se mantenía íntegro mirando como un pequeño insecto a su creación devorándole el brazo. Pero a pesar de la sorpresa en la mirada del ser, aún con la forma de la madre de Shiori, se veía genuina e inocente emoción.

El dragón volvió a chillar y Dios extendió el otro brazo para tocar su hocico, pero aquello solo hizo que el dragón chillase con más fuerza. Dios detuvo su mano a medio camino. Lo que todos estaban presenciando era algo surreal, pero aquello no detenía el ataque de los ángeles ni al propio Zelig, quien, una vez se recompuso en el aire, salió volando como un rayo hacia Shiori y Sirzechs luego de que el pelirrojo le dijera algo a la sacerdotisa.

Notas de juego

Lo dejo hasta acá para que puedan reaccionar.

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01/10/2022, 08:09
Director

Sirzechs te miraba con pena. ¿Un ser como él podía sentir empatía por alguien como tú? Pero él era demonio, ¿no? ¿Un demonio puro podía entender el corazón de una humana? ¿Por qué simplemente no corrías de sus brazos? ¿Por qué no lo insultabas o intentabas matarlo? Él era lo que más odiaba, aquella existencia que te estaba permeando. Aquello en lo que no querías convertirte.

El pelirrojo escuchó tu rápida explicación en silencio mientras alzaba vuelo. A pesar de lo que esperabas, aún siendo el mahou, Sirzechs no tuvo ninguna solución mágica. Y si la tenía, no te la dijo.

Fue cuando recuperó el control en el aire. Antes de que Zelig atacara, te miró de nuevo.

¿Puedes moverte por ti misma, Shiori? —¿de verdad recordaba tu nombre?— No hay tiempo, escúchame atentamente. Necesito que tú y Urena lleven a Sayaka junto a Rias. No sé por qué razón están aquí también, pero han hecho más que suficiente. Reúnanse con ella y... protéjanla, por favor. No te lo pido como mahou, sino como Sirzechs.

Sin embargo, cuando Zelig atacó, Sirzechs apenas tuvo tiempo para darse cuenta. Te lanzó en el aire confiando en que podrías volar y se dio la vuelta para recibir el ataque del Dragón Emperador Rojo.

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01/10/2022, 08:33
Director

Apenas viste sus llamas encenderse, aquella conexión que no sentías rota reavivó del todo como el fuego de su cuerpo. Tu pecho fue sobrecogido con un calor que asfixiaba. Estaba vivo, lo sabías. No cabía la menor duda de que ese que estaba allí era Kiki. Seguía siendo él. Pero lo que no dejó lugar a dudas fueron sus chillidos. Además, de ti nadie escuchó lo que realmente eran. Pues, si bien los demás escucharon chillidos, lo que tú escuchaste fue la voz de Kiki gritando con miedo, desesperación y rabia. Aún cuando no chillaba, podías escuchar aquello en tu cabeza. ¿Acaso Kiki estaba sufriendo?

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01/10/2022, 12:53
Sayaka Umimori

Sayaka podría haber escuchado a Shiori, incluso puede que se hubiera dado cuenta de que Sun Wukong estaba intentando alcanzarla, pero no en ese momento. Sus ojos estaban clavados en las llamas azules que empezaban a expandirse por el cuerpo del zorrito, mientras este se deformaba y tomaba su forma original. Era hermoso. Sin importar cómo se viera, era hermoso. Fue entonces que el sonido de algo romperse inundó el lugar y la forma de Kiki se hizo enorme, gigante. La sirena no había detenido su avance en ningún momento, pero la onda expansiva la echó para atrás, permitiéndole a Sun Wukong atraparla. Siendo sinceros, no había forma en que se liberara de sus brazos. No tenía la fuerza física. Ella ni siquiera había notado quién era el que la sujetaba, solo le importaba llegar con su familiar.

Comenzó a forcejear - ¡Kiki! ¡Kiki! ¡Ah! - gritó con fuerza mientras se abrazaba su propio cuerpo y desfiguraba su expresión por una especie de dolor que solo ella parecía sentir. ¿En verdad su conexión con Kiki no se había roto? Además, gritaba a la par del enorme dragón, como si estuviera en sintonía con este. Entre una mezcla de dolor y agonía, Sayaka empezó a llorar mientras luchaba por sobreponerse a esa horrible sensación.

No... Importa la forma que... Tomes... Eres... Hermoso - dijo forzando una sonrisa, mas buscando la fuerza para lo que planeaba hacer. 

La chica tenía su mente nublada para todo alrededor suyo que no fuera ese hermoso dragón frente a todos. Se habría dado cuenta de la amenaza de Zelig en otras circunstancias, pero no allí. Lo último de su mente que no se había quebrado sólo pensaba en recuperarlo como lo hicieron cuando despertó en Grigori tras casi cuatro días en coma. 

Sayaka empezó a cantar, era una oda a su tiempo juntos, esperando que sus sentimientos llegaran al ahora enorme dragón. Pensó en cómo se conocieron en el bosque de familiares y cómo este la eligió. También cómo fue con ella cuando terminó la batalla de Habondia, incluso cómo ocurrieron todas sus peleas en Belphegor. Recordó sus salidas con Shiori y Mei, sus momentos junto a Koaj cuando le mostró cómo tomaba la forma de varios animales, siendo la favorita de Sayaka aquel conejo blanco de ojos violeta. Por último, recordó lo que le pasó a su familiar cuando recibió ese rayo del clon de LU y cómo había muerto protegiéndola de la onda expansiva. Tenía que llegar a él, todavía era su amado Kiki. 

- Tiradas (1)
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01/10/2022, 13:13
Sayaka Umimori
Sólo para el director

Mientras intentaba enfocarse en su amor por Kiki y no dejarse dominar por la agónica desesperación de su familiar, Sayaka empezó a intentar llegar a Kiki. Si lograba escucharla, tal vez podría tranquilizarse.

Kiki, ¿me escuchas? Estoy contigo. Kiki, por favor, vuelve a mí... 

Le suplicaba presa del fuerte dolor que sentía. Nada quería más que abrazarlo, pero sabía que, en esa enorme forma, sus llamas la matarían. Y no quería que él cargara con esa culpa de nuevo. 

Notas de juego

Postito para Kiki. 

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03/10/2022, 06:43
Shiori Hino

A pesar de que Shiori continuaba pensando que el sacrificio de las moiras era una especie de desperdicio o algo que no debió pasar, rodeada de todo ese caos y que su conciencia apenas se aclaraba, impotente de ver a Sayaka ir a abrazar a la muerte y que su vista no le permitía ver a Urena al otro lado de aquellos bastones... ¿Y si las deidades del destino no podían interferir por su propia naturaleza? El destino de todo era ser destruido bajo el designio de un enemigo que no conocían y ahora sí, ese Dios que aún mantenía la forma de Ayaka que pesaba bastante en el corazón de Shiori; sin embargo, las moiras habían intervenido para "marcarlas" y solo por eso fueron destruidas. ¿Habrían "alcanzado" a pelear siquiera? Si Dios era similar a ellas, ¿podría destruirse si se comportaba en contra de lo que era? De todas maneras, ¿cómo hacerlo? ¿Quién podía? 

Shiori no se dio cuenta del grupo de ángeles que iban contra Sirzechs ni la conversación de Wukong con Urena; todo eso quedó atrás porque sucedió cuando ella aún se esclarecía y ahora su foco fue centrarse en el antepasado de la torre yendo por Sayaka esperando que la alcanzara; pero no fue así, sino que Kiki se transformó en ese imponente dragón que pareció tomar por sorpresa a la deidad, quien reflejaba sorpresa genuina e "inocente" con esa sonrisa deformada. Los ojos negros de la sacerdotisa se horrorizaron porque no quería rememorar el rostro de su madre así, tenía poco de concebir la imagen de su madre para que transmutara en aquello inhumano porque a Dios solo le daba gana estar así.

Más lágrimas se derramaron de impotencia, pero con la poca fuerza que tenía se limpió la cara para ver al mahou por algo que él le dijo. Miró en dirección al Emperador Rojo y masculló algo que solo Sirzechs podría escuchar en medio de todo ese caos. Con la sirena cantando de fondo para llegar a Kiki, la batalla y gritos de todos los combatientes alzando sus armas y disparando magia... Shiori apretó sus dientes y tensó su cuerpo una vez más para agitar sus alas. Lo último que se vio de ella fue que el pelirrojo la lanzó al aire mientras Shiori sacaba a Mikasuki de su funda para envolverla de llamas color azul y rosa; los cuales nuevamente rugieron para devorar el aire. 

Pero en cuestión de segundos, o tal vez menos, se vio un atisbo de la caballo que volaba a una increíble velocidad para ir de frente contra Zelig... solo que esta vez, una tercera llama ya estaba en su katana: el más puro de sus fuegos, uno sagrado que no la lastimaba ni parecía atormentarla. ¿Cómo podía manejar algo que iba en contra de la naturaleza de los demonios? Aquella imagen residual se desapareció, aunque no era difícil imaginar que la pelinegra también se había lanzado a la muerte para enfrentar a alguien que derrotó a Dulio sin muchos problemas.

- Tiradas (11)

Notas de juego

PP: 480 - 20 - 34 = 426

PF:  524 - 15 - 15 + 28 = 522

Vida: 42

Turno 1 de 3 de VD 

Esquiva base: 37 + 8 = 45
Defensa base: 43 + 8 = 51

Orden de llamas: azul, rosa y blanco. Se ignora el "tercer CxC", tiré por error.

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03/10/2022, 07:08
Shiori Hino

Shiori no odiaba a los demonios, sin importar que fueran puros o reencarnados, por ello, no sentía nada malo hacia Sirzechs. Lo que le dolía, le quemaba y le hacía sentirse mal era que odiaba ser ella misma una demoniza y no adaptarse a lo que era ahora. Sí, esta nueva forma le permitía pelear, ser más fuerte... pero no quería perder lo que ella pensaba yacía muerto, su alma humana que por tanto defendió y ahora se quebraba a cada segundo que estaba ahí. Pelearía hasta el final... y realmente esperaba que llegara a su final, cosa que dejó escapar en voz alta cuando hablaba con el Mahou.

-No podemos ir con Rias-dono... aunque quiera, no puedo irme de aquí-contestó de manera lastimera, su voz se quebraba ante ese diálogo-. Ese Dios está interesado en nosotras, no se por qué... pero, cuando muera, no quiero que quede rastro mío ni de Mikasuki. Prométame que van a eliminar cualquier huella de que existimos.

Y cuando se centró en Zelig, no pudo evitar rememorar a Rias y a Issei, cómo cada quien a su manera extrañaban al japonés que dio su vida en una guerra anterior gracias a ese Sacred Gear... y que éste fuera usado para eliminar lo que su antiguo dueño anhelaba proteger; además del dolor la ausencia de un amor y la figura de un padre desconocido, hirvió su sangre más de lo que pensaba.

-Le ganaré tiempo contra él-y fue cuando activó sus fuegos para lanzarse contra el Emperador Rojo-. Hasta el final, Mikasuki.

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04/10/2022, 10:03
Muto Urena

Por suerte mi muro de bastones me protegía. Hubiera corrido a ayudar a Sun Wukong, pero algo me decía que no sería necesario, que en aquel caso cuatro manos no eran más que dos, nos hubiéramos llegado a estorbar o simplemente no hubiera mejorado en nada aquella situación.

Salí corriendo en dirección contraria, siempre al resguardo del muro. Seguía defendiéndome, eso sí, de los ángeles que se nos iban lanzando encima, si es que quedaba alguno al que empalar o mandar a volar con mis bastones.

- ¿Qué es? - pregunté al aire en voz alta, por si alguien me escuchaba y quería o podía responderme.

Escuché las palabras que Sayaka le dedicaba al nuevo Kiki.

- No creo que estemos discutiendo su belleza - dije sin evitar ser algo socarrona.

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04/10/2022, 10:06
Muto Urena
Sólo para el director

Notas de juego

  GASTO RECUPERACIÓN ACTUAL
PF     780
PV     60
PP     420

Van cuatro bastones

1 Muro de 40 puntos de daño Con el refuerzo de Shiori

+7 en tiradas de ataque por el Ru-Yi-Bang

Estos me los guardo para cuando vaya a reactivar el Balance Breaker

+13 en esquiva

+5 adicional en defensa (47 en defensa en total)

+9 en tiradas de ataque cuerpo a cuerpo

+10 de daño en cualquier tirada de daño

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05/10/2022, 03:04
Director

El aire comenzaba a calentarse. Todo alrededor de ustedes comenzaba a hacerlo. Aún y cuando Shiori y Urena estaban más lejos de Kiki, sentían la sensación térmica subir en su piel. Toda la humedad del aire se evaporaba, lo que las hacía sentir un calor seco y asfixiante. Estar demasiado cerca era peligroso, y Sun Wukong lo sabía. Por lo mismo, una vez atrapó a Sayaka, rápidamente retrocedió de espaldas en su nube sin poder hacer más que mirar con pena a la sirena.

Dios y su creación se miraban cara a cara, tal vez estudiándose mutuamente. Dios volvió a mover su mano hacia el hocico del dragón como si las llamas de este no abrazaran al ser supremo en lo más mínimo, y aunque el dragón movió su cabeza bruscamente, de golpe se paralizó por completo, probablemente en contra de su voluntad, y Dios tocó sus llamas. Aquella sonrisa desagradable se deformó aún más. ¿Lo estaba disfrutando?

Mientras todo aquello sucedía en tan solo una fracción de pocos segundos, las demás tenían cosas por las cuales preocuparse. Urena se dedicó a abatir con facilidad aquellos ángeles enloquecidos que se lanzaban hacia ella. Y desde donde estaba, solo pudo escuchar la voz de una serafín, de alas grises ahora, casi completamente negras, que cargaba a Azazel del hombro mientras se alzaba sobre la barrera en la que la castaña y Shiori la habían encerrado.

Una existencia imposible como Dios. Tal vez una parte suya. Ni siquiera nosotros sabíamos... que Dios era algo así.

Por otro lado, y mientras Sayaka comenzaba a cantar, Shiori era arrojada por los aires por Sirzechs, quien se preparaba para recibir el ataque frontal de un agresivo Zelig. Lo que no esperaba el mahou era que Shiori se lanzara hacia Zelig; se veía realmente sorprendido, pero sus ojos apenas podrían seguir lo que sucedería.

Apenas desapareció en el aire, se vio a Zelig volando hacia el suelo para escuchar unos segundos después un grave sonido metálico y una ronca voz que decía "BOOST". Sin embargo, antes de caer al suelo, la imagen de Zelig desapareció solo para aparecer por encima de Shiori con uno de sus brazos extendidos y energía verde acumulándose en la joya de la palma de su brazalete. Si se ponía atención, podía verse una gran grieta en el pecho de su armadura que comenzaba a cerrarse poco a poco mientras se escuchaba de nuevo "BOOST".

[¿Vale la pena esforzarse tanto a pesar de ya saber que tu destino está decidido?] —se escuchó la voz de Zelig, amplificada por su armadura, mientras se volvía a escuchar de nuevo "BOOST" y Sirzechs salía como un rayo hacia Zelig para embestirlo, lo que capturó la atención de Zelig el tiempo suficiente, quien disparó su ráfaga a Sirzechs, como para dejarle una brecha a Shiori.

Pero sin importar la situación de cada uno en ese lugar, sin importar cuántas vidas se estaban apagando por segundo, lo que eran los chillidos de aquel dragón de llamas azules pasó a ser un estruendoso rugido cuando abrió la mandíbula soltando así el brazo de Dios. Uno de sus grandes ojos por un momento se posó sobre Sayaka y su rugido se volvió más lastimero mientras alzaba la cabeza y la agitaba. Parecía querer alejarse. Sin embargo, al ver eso, Dios, quien volteó a mirar a la sirena por un instante, devolvió su mirada mirada al dragón mientras perdía su sonrisa y abandonaba el disfraz de la madre de Shiori por fin, asumiendo la forma de una silueta humanoide que no se podía definir en ningún género. El brazo que Kiki había mordido, que estaba íntegro, y todo su cuerpo en sí, comenzó a deshacerse dejando nada más una masa de luz blanca, como aquella que habían visto cuando Shiori le había borrado el rostro del padre de Sayaka. Cuando Kiki dio un paso hacia atrás, de aquel cuerpo resplandeciente salieron 6 siluetas completamente negras, como si fuesen hechas de sombra, que desprendía una energía desagradable y oscura... incluso para los demonios. Las figuras rápidamente, deformándose en el proceso incluso, se abrazaron a las patas de Kiki como cadenas, aprisionándolo en el suelo mientras este agitaba su cabeza y sus alas. Se escuchó una vez más la voz de Dios, fuerte y clara para todos, mientras un pequeño temblor comenzaba a acrecentarse.

—ᴛⷮoͦdͩaͣs͛ laͣs͛ рⷬiͥeͤzaͣs͛ eͤs͛ᴛⷮaͣ́n eͤn s͛uͧ luͧgaͣrͬ.

El montón de cuerpos en el centro del disperso anillo de ángeles comenzó a resplandecer en distintos tonos; un gran círculo mágico oculto debajo de los cuerpos era el causante. Una gran masa carmesí comenzó a comerse a los cadáveres, dejándolos como una masa roja sin forma. Al mismo tiempo, desde el cielo de aquel caldo primigenio pudo verse cómo una grieta comenzaba a abrirse, lo que solo causaba que los temblores en todo el lugar se intensificaran.

—Eͤs͛ hͪoͦrͬaͣ.

Notas de juego

A partir de este turno, solo tendrían uno más para hacer cosas que requieran tiradas. En la actualización que va después de la siguiente, entraremos al desenlace del conflicto :).

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05/10/2022, 05:42
Director

Tus palabras dejaron sin habla a Sirzechs, quien tal vez no se esperaba unas palabras así de alguien como tú... con tu edad y tu temple. Quien si te respondió fue una Mikasuki quien tenía los ojos llenos de lágrimas, los labios fruncidos y una expresión que dejaba entrever absurdamente las ganas que tenía de llorar.

Hasta el final, amiga mía.

Mientras volabas hacia Zelig, notaste que incluso para él, te moviste más rápido. Por lo mismo, lo tomaste desprevenido. Tu katana, imbuida en llamas, cortó verticalmente el pecho de su armadura realizando una gran grieta que había llegado hasta la piel. No obstante, al sonido del "boost", viste cómo la armadura se cerraba rápidamente y la joya de su pecho brillaba. ¿Si atacabas esa joya tal vez conseguirías hacerle más daño?

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05/10/2022, 22:53
Director

Fuese porque su atención estaba puesta en algo más, o más bien gran parte de su poder, la energía había dejado de abandonar el cuerpo de Azazel, y lo percibiste cuando la serafín comenzó a volar con él fuera de la barrera. Pero aquello no era en lo que tenías puesta tu atención en esos momentos, sino Kiki.

Cuando comenzaste a cantar, aquello tuvo un impacto momentáneo en Kiki, pues, al notarte con uno de sus ojos, el familiar comenzó a agitarse. Y al escuchar tu voz directamente pidiéndole volver a ti, fue que soltó a Dios e intentó alejarse. A pesar de toda la rabia y su sufrimiento, sintió miedo. Su voz se quebró, y... ¿estaba a punto de llorar?

Sayaka... —te había llamado solo por tu nombre mientras te miraba. Quería ir hacia ti, quería volar con todas sus fuerzas, pero Dios lo detuvo.

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05/10/2022, 23:20
Sayaka Umimori
Sólo para el director

Kiki la había mirado. No había enloquecido. Estaba bien. Por un momento, se sintió tranquila, además que pudo sentir cómo Azazel había dejado de morir. Si bien su atención estaba puesta en su dragón, esto hizo que pudiera celebrar un poco, aunque no demasiado, pues sintió cómo Dios estaba absorbiendo la energía de Kiki. Ese desgraciado quería su poder y lo había revivido para eso.

- Kiki... - dijo Sayaka con voz igualmente quebradiza - Puedes seguir llamándome solo Sayaka - trató de decirle para tranquilizarlo un poco. Agregó después - Te salvaré, sin importar que eso me cueste la vida. Kyra... quería que supieras que también te ama - y se zafó del agarre del Rey Mono.

- Tiradas (3)
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06/10/2022, 00:01
Sayaka Umimori

La canción había funcionado y había llamado la atención de Kiki, quien se agitó e intentó escapar. Sayaka sintió alivio por un momento y su expresión se relajó, pero aquel regocijo duró poco, pues el enorme dragón fue paralizado. Poco después, los ojos de la sirena empezaron a lagrimear y... se empezó a agitar presa del pánico.

- ¡NO! !NO! ¡DÉJALO EN PAZ! ¡ÉL ES MÍO! - y se fijó en las horribles figuras que lo ataban al fuego como cadenas. En su forma física, no podría zafarse nunca, por lo que se le ocurrió una idea. En segundos, su cuerpo se tornó en agua y en forma de tentáculo, salió disparada a toda velocidad hacia el dragón.

El calor era aplastante y no sabía cuánto podría acercarse antes de empezar a sentir que su piel se quemaba, pero no abandonaría a Kiki. Nunca lo haría. Viendo la situación como estaba, solo se le ocurrió una cosa - ¡VEN CONMIGO, KIKI! - había funcionado en el pasado, aunque no estaba segura si funcionaría esta vez. No estaban tan lejos. Su grito se extendió y el cabello de la sirena se tiñó nuevamente de azul, dirigiendo su grito a las feas criaturas que lo apresaban. No sabía si eso funcionaría. Ni siquiera sabía si podría destruir esas sombras nauseabundas, pero debía intentarlo. Si no intentaba salvar a su familiar de las garras de ese monstruo corrupto, no se lo perdonaría. Prefería morir intentándolo, incluso si eso implicaba que se calcinara con su fuego.

- Tiradas (1)