Partida Rol por web

Reiji no pudo evitar sonreír cuando mostraste abiertamente que no le creías. ¿Y es que de qué otra forma podría ser? Que un humano estuviese en Grigori, una de las bases tecnológicas y médicas más firmes de todo el mundo sobrenatural, tenía un gran mérito. No sabías de muchos que trabajasen allí, y menos de muchos que tuvieran tanta influencia como Reiji.

—Eso también tendría sentido. En ese caso, estaría atrapado... en una especie de limbo —contestó el chico, haciendo un gesto con la mano. Por su expresión, podrías decir que lo que habías dicho se le hacía algo con bastante sentido—. Todo con él es extraño. Un cuerpo que se regenera, un alma que se queda aprisionada. Cambio de forma. ¿Son esas sus únicas habilidades? ¿Qué pasaría si lo retiramos? —ya para el final Reiji estaba pensando en voz alta. ¿Retirarlo? ¿Retirar qué?

Mientras tanto, aquellos sollozos que tú y solo tú podías escuchar, seguían viniendo de Kiki, quien no lograba calmarse, ignorante de que estaba en tus brazos.

—Gao habla mucho. A veces habla tanto que cansa. Es solo que Gao es muy tímido. Cuando lo vea le preguntaré, y sé que dirá que sí. Soy como su hermana mayor —declaró la gatita, con orgullo, quedándose de pie sobre las sábanas mientras te acercabas a acariciar la mejilla de Val.

La gatita observó con curiosidad lo que hiciste y dijiste antes de indicarle a Aoi que se irían. Sin pensarlo dos veces, saltó a tus brazos.

—¿Hoy sí nos dejarán ver a Kiki? —preguntó, mirándote— No nos han dejado verlo desde que está aquí, y cuando preguntas dicen que está en un lugar a donde no podemos ir. ¿Por qué no podemos ver a Kiki? Es nuestro amigo... —refunfuñó la gata, sin entender muy bien todo, algo molesta.

Sin muchas más historias, saliste del cuarto de Val.

―○●○―

Lo que había dicho Aoi era una gran verdad. Desde que Sayaka y Kiki habían llegado, no te habían dejado ver a este último. De hecho, ni siquiera te daban información sobre él, solo que era algo clasificado. Lo poco que supiste de Kiki fue gracias a Azazel, quien tampoco te permitió ir a verlo. Dijo que él no estaba encargado directamente de Kiki, por lo que no podía hacer lo que había hecho con Yari.

Sea como fuere, ya habías dejado el área de cuidados intensivos y te acercabas a la habitación de Sayaka, cuando...

[—Shiori-san, necesito tu ayuda. Envié a Anysia para buscarte. Es la única otra sirena en el edificio. Perdona que te contacte para esto, pero Kiki está envuelto por miasma de muerte a causa de Hela y no puede siquiera verme. Por favor, necesito tu ayuda para purificarlo. Yo no sé hacerlo y él no puede].

Un círculo mágico apareció en tu oído, y escuchaste a una desesperada Sayaka decir eso. Una desesperada... ¿Sayaka? ¿Dónde estaría Sayaka? ¿En su habitación? ¿¡Había despertado!?

Con respecto al limbo, recordó que ella había dicho lo mismo hace poco - Eso lo mencioné antes - y rió un poco -. Pero mi amiga podrá ayudarnos a purificar esa oscuridad. Ella era sacerdotisa antes de reencarnar. Si alguien puede es ella - y entonces, vinieron las palabras crípticas del científico, quien ignoraba que Sayaka era una chica astuta y podía comprender un poco más allá con sus deducciones. El mismo Aza lo había reconocido en algún momento.

Su mirada se volvió severa - Puede también purificar la oscuridad en otros seres y atacar con sus llamas. ¿Entonces retirar es retirar la pieza del Santo Grial que tiene en su interior? - y se quedó esperando a ver qué podía percibir de aquel chico. Si su corazonada era cierta, entonces había hecho bien en proteger a Kiki de su madre.

Poco después, Kiki no parecía escuchar su canción - Todo estará bien, Kiki. Lo prometo - y entonces, pensó en algo que tal vez funcionaría. No sabía si eso afectaría su estado actual con lo débil que estaba, pero debía intentarlo. Era la forma más segura de contactarla, aunque sería extraño que no hubieran hablado y se comunicara con Shiori de repente... Ya habría tiempo para eso.

Activó el círculo de comunicación para contactar con Shiori - Shiori-san, necesito tu ayuda. Envié a Anysia para buscarte. Es la única otra sirena en el edificio. Perdona que te contacte para esto, pero Kiki está envuelto por miasma de muerte a causa de Hela y no puede siquiera verme. Por favor, necesito tu ayuda para purificarlo. Yo no sé hacerlo y él no puede - y con eso, cerró el círculo.

Shiori esperaba que les dejasen ver a Kiki. Ella no poseía una conexión fuerte o muy emocional con él, pero Aoi le quería mucho y era el familiar de Sayaka, además que sí se preocupaba. Hasta donde supo, él había estado en Grigori, luego desapareció y regresó en ese estado, siendo obvio que debió buscar a la sirena una vez que despertó. Aunque Urena dio con ella, una parte de la pelinegra estaba inconforme porque ella quería estar ahí para su amiga, ayudarla en los problemas que tuviese y ser su hombro si caía; pero no había sido el caso y por lo mismo verla inconsciente le carcomía más.

Sin embargo, en el trayecto a la habitación de Sayaka notó la aparición del sello de comunicación y entonces...

-¿S-Sayaka?-fue lo primero que dijo cuando ella terminó de hablar. Se emocionó, sintió mucho alivio y se di cuenta que le llamó por el honorífico. Su voz animosa decayó un poco-.  ¿Estás bien? Iba a tu habitación y... ¿Anysia? ¿Hela, la terrorista?  ... ¿¡Dónde estás!? Vamos para allá, estoy con Aoi. Dime a dónde ir.

Apremió comprendiendo la naturaleza del estado de Kiki, seguramente por eso les habían prohibido verlo. ¿Miasma de Muerte? ¿Qué era eso? 

Reiji también rió cuando se dio cuenta que solo había repetido algo que habías dicho tú.

—Supongo que sí —entonces, le contaste sobre Shiori. Interesado, escuchó la explicación, hasta que llegaste al punto del Santo Grial. Reiji se acomodó las gafas, sonriendo un poco. Su sonrisa lo decía todo—. Creo que pensé en voz alta —bajó un poco la mirada. La luz de la habitación se reflejó en sus gafas—. No retiraremos nada, solo hablaba de un caso completamente hipotético. Pero una vez más, no es el momento de hablar de eso, ¿no? —te miró, aún sonriendo. Era bastante astuto. ¿No soltaría la sopa aún, entonces?

Mientras tratabas de que Kiki no se fuese de tus brazos, te contactaste con Shiori. Su respuesta fue inmediata.

[—¿S-Sayaka?-fue lo primero que dijo cuando ella terminó de hablar. Se emocionó, sintió mucho alivio y se di cuenta que le llamó por el honorífico. Su voz animosa decayó un poco-.  ¿Estás bien? Iba a tu habitación y... ¿Anysia? ¿Hela, la terrorista?  ... ¿¡Dónde estás!? Vamos para allá, estoy con Aoi. Dime a dónde ir].

Escuchar sobre aquel Miasma no trajo nada inmediatamente a tu cabeza. De hecho, no había nada que hubieses leído así... siendo humana. Definitivamente no. Si bien habías escuchado del nombre de Hela antes, e incluso te lo habías topado en una que otra clase, nunca habías escuchado de algún tipo de poder relacionado con el Miasma. De una u otra forma, era probable que una vez llegases al lugar lo descubrieses por cuenta propia.

Se sintió más tranquila cuando el chico dijo que no le extirparían nada. En verdad era lo que menos necesitaba ahora mismo. Suspiró - No diré que no me alivia escucharlo. Es lo menos que necesita Kiki ahora mismo. Y más si puede afectar su supervivencia - y con esas palabras esperaba que comprendiera que ni siquiera en un futuro esa sería una opción -. Además, no tiene que pensar en voz alta. Sus sentimientos bastan, Reiji-san -.

Las palabras de Shiori llegaron a sus oídos, así que decidió devolver el mensaje.

- Hola, Shiori-san. Perdona lo sorpresivo. No desperté hace mucho y... de hecho no puedo moverme con libertad. Estamos en el otro edificio. Es una parte a la que nunca había entrado. Anysia está con un guardia y podrían guiarte hasta aquí. Yo... tengo problemas para mantener a Kiki tranquilo - respiró profundamente.

- Sí, esa Hela. Te lo contaré todo. Lo prometo. Me da gusto saber que estás bien -.

-¿El otro edificio? ... Yo se cómo llegar ahí. Descríbeme a tu amiga para dar con ella con facilidad... y... me alegra mucho escucharte. ¿Necesitas algo más? 

Cuando escuchó a Shiori, se apresuró por responderle - Es una sirena más o menos de mi estatura. Cabello azul, parece solo unos cuatro años mayor, lleva un traje azul y va junto a un guardia humano. De seguramente estará diciéndole cosas sobre por qué no necesita ayuda de un humano. Tiene ojos azules y su cabello es casi tan largo como el tuyo. Y no le prestes atención si dice algún comentario sobre los demonios. Es... especial. Y no, no necesito nada más. Estoy bien. Gracias, Shiori-san -. 

-Está bien, seguramente la veré mientras vamos para allá. Me apresuraré para que no debas esperarme mucho.... ¿Ya intentaste comunicarte con Himejima-san? No se si ella pueda ayudar con sus conocimientos sacerdotales.

- De acuerdo -.

Por un rato, Sayaka se quedó en silencio, como si meditará en algo - Lo siento, no sé quién es Himejima-san. Pero aquí estaremos -.

-¿Himejima Akeno-san? ¿No la reconoces por su apellido? ...-esa pregunta sonó reflexiva, quedándose en silencio por varios segundos-.... No falta mucho para que vea a Anysia-san o yo llegue. Y... Sayaka, antes de cortar... ¿Qué es lo último que recuerdas antes de tu desaparición? 

- ¿Himejima... Akeno? No la recuerdo. ¿Debería? - se escuchó aliviada al saber que se acercaba. En verdad se sentía feliz, ya que Kiki estaba inquieto, aunque la pregunta de la caballo la tomó desprevenida.

- ¿Lo último? Bueno... Recuerdo haberme ido con LU, caminar por la montaña, dejé la caracola de Anysia y en el domo de Hela, me llevaron con mi madre. Mi último recuerdo es... A mi madre abrazándome y... borrándome de la existencia - su tono se hizo un tanto amargo con esa última oración -. Te lo contaré todo con detalle después, ¿está bien? Mis recuerdos aún son algo confusos -.

De nuevo hubo silencio por el lado de Shiori durante unos segundos considerables hasta que la caballo suspiró.

-Tranquila, no me cuentes por aquí; debemos ver por Kiki y después nos ponemos al corriente. Pregunté porque sospechaba de algo, pero será después. Los veo en poco tiempo.

Durante todo el tiempo que hablaste con Shiori, tuviste que batallar para que Kiki no se escapase de tus brazos. Durante todo ese tiempo, en ningún momento dejó de llorar. Tampoco dejó de pedirte que no lo dejases solo. Mientras eso pasaba, Reiji se quedó al margen, observándolos con interés. No parecía precisamente cohibido por lo que habías dicho momentos antes. 

Cuando vio que tu conversación con Shiori se detuvo, sin tener realmente demasiado tacto, preguntó algo que le daba curiosidad.

—Pareces haber pasado por algo complicado. Entonces, ¿tienes amnesia? Por lo que relatas, deberías estar completamente destruida mentalmente. No deberías ser más funcional que un lápiz. 

Apenas cortaste la comunicación con Shiori, Aoi, quien hasta ese momento había estado en silencio, te dio golpecitos en el pecho como una pata, exigiéndote atención.

—¿Qué pasó, Shiori? ¿Por qué te ves así? ¿Ya no vamos a ver a Sayaka y Kiki? Hoy quería verla... y también a Kiki...

Notaste que mientras Aoi te hablaba, algunos en el pasillo te estaban mirando, aquellos que habías dejado atrás mientras caminabas y hablabas con Sayaka. 

—Oye, Shiori... —demandando más de tu atención, Aoi siguió golpeándote con la patita.

Cuando su conversación se detuvo, Sayaka se relajó. Tenía que darle muchas explicaciones a su amiga, empezando porque su madre estaba viva. De todos, solo lo sabían Val y Arabelle, así que era natural que su amiga estuviera desconcertada. Además, no sabía si ella ya se había enterado que era nieta de Poseidón, así que posiblemente Anysia se lo dijera o algo así. Tenían realmente mucho de qué hablar, además de la situación actual de la guerra que estaban viviendo. Shiori de seguro sí le contaría, ya que Anysia se había negado. Sayaka sabía que era por su bienestar, pero igualmente no se sentía bien que le ocultaran información. Su empatía le permitía conocer información hasta cierto punto, pero ella no podía leer mentes como Eizo.

Mientras luchaba por tratar de calmar a Kiki, Reiji le habló. Se giró hacia él y lo miró con tristeza. En realidad se notaba que era parte del equipo de Aza. Con esa curiosidad científica y falta de tacto que caracterizaba al ángel caído. Bajó la mirada un momento mientras acariciaba la cabeza de Kiki y respondió - Aza me lo dijo alguna vez. Creo que mi condición como mitad humana y mitad sirena ayudó a que no fuera del todo así, pero eso no quiere decir que mi mente se encuentre bien - suspiró y siguió relatando de manera rápida -. Mi madre nos hizo eso a mi padre, que era humano, y a mí durante años. Yo apenas y pude resistirlo, pero mi padre no tuvo tanta suerte. La amnesia no es total, es selectiva, al parecer. Con ciertas personas o eventos. Sé por ejemplo dónde estudié y que pasé una buena temporada allí en el mundo humano, pero no recuerdo nada de mi estancia allí. Otra cosa extraña es que recuerdo la muerte de mi padre con mucha nitidez. Casi como nunca lo había hecho. Mi mente se fragmentó al punto de crear una consciencia aparte de la mía, que fue la que estuvo al mando de mi cuerpo hasta ahora. Así que soy funcional, pero no sé si lo seguiré siendo - y volvió a Kiki -. Él me trajo de vuelta. Su muerte fue tan... impactante para ese alterego que él me sacó de la nada. Sin él, tal vez nunca habría regresado. Y por eso es que mi mente aún se ajusta a la cantidad de recuerdos que recuperó de golpe -.

Shiori había estado caminando durante la conversación con Sayaka, pensando en muchas cosas que al final caían en dudas e interrogantes respecto al estado de su amiga y su familiar. Suspiró y activó de nuevo los sellos de comunicación, pero con Arabelle.

-Arabelle, ¿dónde estás?

Después miró a Aoi y al resto de personas que les observaban, procediendo a ignorarles y centrarse en su gata para retomar su andar a donde debían ir.

-Iremos a verla, y a Kiki también-le contestó de manera severa debido a la preocupación-. Algo está pasando y será mejor que tengamos cuidado. Aoi, si algo malo sucede contaré contigo para que avises a Eizo-san, ¿sí?