Partida Rol por web

- ¡INCORRECTO! La respuesta correcta era 15 años. Esto le da la posibilidad a las guerreras de obtener una ventaja. ¿Será que podrán ganar o el infiltrado seguirá ayudando a los demonios? ¡SEGUIMOS DESPUÉS DE UNA PAUSA! -.

No hubo pausa alguna, solo paró un momento, al igual que la audiencia se quedó en silencio absoluto.

- ¡Y REGRESAMOS! Hemos llegado a la parte decisiva de nuestro concurso. Si las guerreras aciertan esta pregunta, podrán tomar la ventaja y estarán más cerca de la victoria - el público aplaudía.

- Siguiente pregunta para los guerreros: ¿Cómo se llamaba el enamorado de Lightning? Corre el tiempo - y el reloj imaginario comenzaba a sonar.

Katherine estaba aliviada porque su respuesta había sido correcta y los demonios habían perdido su ronda. Miró a Ren con evidente desaprobación aunque dudase que eso surtiera efecto en él; pero ahora no debía concentrarse en eso, pues si acertaban a la siguiente pregunta tendrían una mejor ventaja y la posibilidad de ganar sería más alta. Escuchó y...

-¿Eh?-parpadeó un par de veces con bastante incredulidad. ¿Lightning tenía un enamorado? No recordaba que su compañera se viese con alguien, por lo que se llevó una mano al mentón y comenzó a reflexionar sobre sus memorias-. No es Haruka, pero... Vamos, vamos, recuerda... 

El tiempo corría y eso provocaba mayor presión en su memoria. Solo pensaba en su colega de clase, Haruka; pero continuaba sin evocar memorias hasta que una brisa acarició su mejilla, una voz que se le hizo tan familiar que la asustó y, por la ansiedad, gritó lo que el murmullo dijo.

-¡¿Allan?! ... ¿Quién se llamaba Allan? -miró a todos lados esperando dar con quien susurró ese nombre.

La animadora parece estar discutiendo algo por el audífono que llevaba en su oreja y se le escucha decir en un tono de voz leve.

- Entiendo, cuenta como correcto. ¡Nuestros patrocinadores aceptan eso como respuesta correcta! Es Allan Hawk, pero la guerrera dio con el nombre. ¡Esto pone a los guerreros a la cabeza al instante! Solo nos quedan dos preguntas: una para cada equipo. Es la última oportunidad de los demonios de empatar y de los guerreros de llevarse la corona - las luces bajaron para darle expectativa enfocando solo los rostros de la animadora y los concursantes.

- Última pregunta para los demonios: ¿Qué oppais prefiere Azazel? Treinta segundos - por allá pudo escucharse la tos de alguien en la mesa de los jurados.

Cuando se volvió de cara a los demonios para ver quién contestaría la pregunta... faltaban dos de sus representantes y solo se tuvo que pasar unos segundos para encontrarlos: se trataban de Shiori y Yari, donde la pelinegra subía y bajaba la mirada rápidamente mientras con su dedo hacía círculos sobre el pecho del chico y estaba sonrojada.

-¿E-estás de acuerdo con los términos? S-sí aceptas, entonces podremos ser n-n-n-novi...-pero cuando escuchó la pregunta que hacía la cosplayer de gato, su atención regresó a la competencia y miró a Azazel con bastante desdén, perdiendo el toque moe de segundos antes-. Todo el mundo sabe que ese ángel caído pervertido está obsesionado con las oppais del Arcángel Gabriel. Tsk-y se cruzó de brazos esperando a que se dijese si había acertado o no. 

- ¡Y ES CORRECTO! Con esto los demonios han empatado y tienen la posibilidad de ir a la pregunta de desempate. Ahora, colo última pregunta para los guerreros, quienes si responden correctamente se llevarán la victoria en esta competencia... - paró un momento y las luces se pusieron aún más tenues.

- ¿Quién es la peor cocinera de la dimensión? Treinta segundos - dijo la mujer con un tono más bajo del usual, pero su cola se movía debido a la emoción.

Al escuchar la pregunta Jaycee rotó sus ojos, mirando a Edward... Llevándose la mano diestra a la nuca y masajeándola acercándose a la presentadora...

Lanzado a paso lento, alternando la forma de caminar, de frente, de espaldas, mirando a todos lados como si nadie viera su obvio acercamiento vagabundeante.

Algún tipo sospechando de él y una presentadora dando un par de pasos atrás... - n.no puedes u.usar tus poderes de.recuérdalo - decía a tono de micro. Varias personas viendo como proseguía con su pésimo disimulo, con un Edward que parecía excesivamente serio y apretando sus puños, con cierto temblor en sus brazos ¿ira? ¿Molestia?

Por su parte el muchacho apartó el disimulo para caminar a paso rápido hasta aquella mujer que se alejaba a la misma velocidad de espaldas sin saber lo que Minamoto pretendía... Haciendo que el chico se viera obligado a saltar sobre la mujer.

Una temblorosa presentadora bajo un chico que se había vuelto loco. Una Katherine que quizás (solo quizás) acababa de torcer la boca molesta, un "futuro cuñado" cuyos temblores apretando los puños superaban lo normal. Jaycee acercaba su rostro al de la presentadora que lucía más roja de lo que parecía posible, asustada por no comprender por que hacía eso de repente.

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La venta de palomitas se disparó, el público miraba muy atento las pantallas de ojo de halcón mientras se escuchaba un "crunch crunch" palomitero generalizado. Una voz lejana pedía palomitas dulces y otra le respondía que se callara que era tarde y se fuera a dormir que eran horas +18...

¡A punto de besarla! - Katherine - dijo en un susurro casi inaudible acercándose a su oreja.

"Buuuggggg" una humareda salió de la presentadora pensando que iban a susurrarlre algo especial... Pero entonces parpadeó incrédula - ¡un momento! ¿¡Como que Katherine!? ¿¡Aun no hemos empezado y ya me pones el nombre de otra!? -

PUUUUMMMM Jaycee recibió el golpe del siglo siendo empotrado contra el suelo por una muy molesta "acosada".

- JUAJUAJUAJUAJUA JUAJUAJUA JUA AISSS ¡! Lo ha dicho juas, lo ha dicho - al parecer Edward se partía la caja, pobre no aguantaba más sus ganas de reír...

Cuando vio a su novio acercarse a la presentadora y realizar todos esos movimientos hacia la chica, aunando la reacción del público y todo lo que estaba pasando en general, Katherine deseó tener un novio normal mientras agachaba la cabeza de manera derrotada.

-¿Por qué? Vamos... uno que te abrace, te cuide, te dé regalos... no que le coquetee a...- y entonces una idea terrible cruzó su cabeza-. .... ¿Y si le gusta el furry?

Sin embargo, cuando se tiró con la presentadora y ésta, luego de segundos interminables, pronunció su nombre y su hermano se echó a reír, la inglesa se tiró al suelo y susurró.

Nevermore...

Ya sea por la pena, por la infidelidad de Jaycee o la burla de su hermano... o que la respuesta dicha fuese su nombre, el alma de Katherine comenzó a salir por su boca deseando libertad y paz hacia Andelivian. 

El momento en que se hizo pública la pregunta, Shiro se puso azul, casi como si la sangre hubiera dejado de correr por su cuerpo y miró bastante conflictuada a su amiga, al hermano que parecía tan tenso y a Jaycee.

Él parecía ser el valiente que lo diría porque ella no se sentía capaz y bueno, el modo en que actuó después fue bastante... Esperado de él. Lo vio acercarse y por un momento pensó que también estaba tratando de seducir a la presentadora. ¿A tal punto llegaba su deseo de no dar la respuesta que fingía aquello para no tener que decirlo?

Y entonces, lo dijo... La bola de heno rodó frente a ella y vio cómo la pobre Katherine caía en el suelo ansiando su muerte. Shiro tomó un balde lleno de agua entre sus manos y lo echó sobre su amiga, quien ahora quedaría con el minúsculo uniforme pegado a su ropa, pero al menos estaba viva.

Shiro se agachó y acarició su cabello de manera amable para decirle - Está bien, Kathy. Aún puedes aprender - se quedó de cuclillas al lado de la chica tratando de consolarla.

La animadora respiraba con dificultad y aún con las mejillas sonrosadas por el actuar de Jaycee, pero visiblemente molesta. Cuando leyó el sobre con las preguntas y respuestas, se dio cuenta de lo que había hecho Jaycee. Le miró aún enojada y con una voz bastante amarga, sentenció - ¡ES CORRECTO! Aunque toda la parafernalia era innecesaria - le sacó la lengua a Jaycee.

Todavía se escuchaba a un Edward que no paraba de reír de fondo, mientras la gata carraspeaba.

- ¡Con esto los guerreros se han coronado como los ganadores de la competencia! Estén atentos porque nuestro próximo evento comenzará después de este corte comercial - y entonces, todo el paisaje se distorsionaba como veces anteriores.

Cuando todo volvió a tornarse claro, se hallaban sobre una gran tarima; encima de esta, dos mesas llenas con 10 bandejas de hot dogs rebosaban de forma imponente.

El público inexistente hizo ruido, y, cuando este mermó, se hizo un pronunciado y largo silencio. Al voltear a ver se toparon con un Azazel aburrido mirando fijamente a un Shinta sonriente.

...

......

—Esta competencia... —otra vez silencio. El ángel caído aclaró un poco su garganta y habló de nuevo en el micrófono, sin dejar de mirar a Shinta— Comer más. El asunto va de ver quién come más —Shinta miraba Azazel sonriente, con sus manos sobre el escritorio. Azazel, sin embargo, cada vez enarcaba más una ceja—. Traten de no vomitar. Eso es todo. En serio, eso es todo —se quedó mirando a Shinta, con una expresión difícil de descifrar, mientras el público inexistente volvía a hacer una gran bulla. 

Desde la anterior competencia, Yari se encontraba completamente ruborizado. No era capaz de mantenerle la mirada a Shiori, por la vergüenza, sin embargo, hacía su mejor esfuerzo.

—Acepto cualquier contrato —respondió, luego de tragar saliva. Se rascó la cabeza con una mano y miró a la pelinegra—. Es... Es decir. No me importa cuales sean las condiciones. Sabes que me encantaría ser tu... tu... nov... —Yari volvió a abrazar a la pelinegra y le susurró algo en el oído— novio.

Los ojos de Samuru brillaron de forma tétrica al ver la empalagosa escena que estaba siendo llevada a cabo por su hermana y su sirviente. Chasqueó la lengua mientras una aura oscura le rodeaba.

—Mi inquintiria sir ti niviu —se mofó Samuru, poniendo una aguda vocecilla.

El heredero de los Hino se encontraba ahora sentado en el suelo, apartado de todos. Tenía las piernas rodeadas por sus brazos y una expresión bastante demacrada.

—Tirminis, tirminis —seguía mofándose. El pelinegro chasqueó la lengua una vez más y señaló a Yari y a Shiori—. ¡Eso es una basura!

Cuando todo se aclaró, Edward seguía riéndose en el suelo incontrolablemente. El chico pudo haber muerto de asfixia de cuenta de sus continuas carcajadas. ¿Sería crueldad acaso de su parte? Si sí, realmente poco le importaba.

Miró las mesas y se rascó la barbilla - Creo que es momento de participar. Además, el mocoso ya corrió el mayor riesgo - se subió las mangas de su chaqueta y se acomodó para comenzar a comer. La primera ronda se le dificultó un poco, pero se habituó rápidamente y la segunda fue pan comido.

Badum tsss...

La tercera también lo logró con facilidad y la cuarta fue muy sencilla. Pero la quinta... La quinta fue la perdición. Cuando mordió el tercer hot dog, Edward comenzó a perder su color de a poco. Aguantó cuatro rondas, pero entonces, se paró corriendo de la silla y vomitó en el borde de la tarima. Pobrecillo, por el color verde que relucía, seguro se quedaba allí un buen rato.

Terminaba la competencia de preguntas, ve cómo Samuru parece estar así por su culpa y se le acerca con despacio al chico del rincón. Se pone de rodillas y le hace una reverencia con rostro triste.

- Lamento haberte herido, Samuru-san. Yo no quería que pensaras que no me agradas. De hecho, eres bastante apuesto - sonrió otra vez.

- Además, no tienes por qué molestarte por tu hermana y Yari-san. Tal vez tú puedas construir una relación así - le extendió su mano.

- ¿Y sabes? Tal vez necesitemos de tu ayuda una vez más. Mira que al chico del otro equipo no le fue muy bien. Puedes ganarle y ganarte el corazón de alguna chica si ganas - le guiñó un ojo de manera cómplice.

La inglesa continuaba en estado semizombie debido a su falta de habilidad en la cocina, y aunque Shiro intentó animarla... no había conseguido el efecto deseado. Ni siquiera animó a su hermano y cuando éste vomitó, tampoco fue a su rescate.

-Seguramente si yo hubiese cocinado todo eso él estaría muerto ya-susurró ladeándose de un lado a otro, mientras resonaba en su cabeza la burla de Edward y la humillación pública. 

La pobre había perdido, por fin, la cabeza. No pasó cuando recuperó sus memorias de guerrera, tampoco al morir y renacer... fue porque entró en conciencia de su ineptitud en cocina. 

El abrazo de Yari descolocó bastante a Shiori, quien se tornó roja al escuchar la declaración de éste. ¿Quién diría que por fin serían novios en este rol parodia donde se humillan momento donde las dimensiones podían dejar de existir? Al menos tarde que nunca.

Pero el comentario de Samuru hizo que soltase un bufido y caminase hacia él bastante enojada de que su hermano no compartiera esa felicidad, aunque Sayaka se le adelantó para intentar animarlo. Había una cosa que ella podía hacer, pero sería caer bajo.. tan bajo que de solo pensarlo sentía que su vida quedaría terminada... pero todo era con tal de animar a una de las personas que más admiraba.

-Umimori-san tiene razón... oniichan-la joven carraspeó y se situó a su lado dando palmaditas-. El otro guerrero no le fue bien, esta es tu oportunidad de salvarnos... Ganbatte... oniichan-carraspeó de nuevo y sus mejillas continuaban coloreadas, pero por otra cosa totalmente distinta a que ya era novia de Yari-. A-apoyaremos a mi o-oniichan, sí, eso-a cada palabra que lo decía sentía que su vida se iba, pero ahora ella debía sacrificarse con tal de levantar el ánimo de Samuru.

Samuru apenas se volvió hacia Sayaka cuando esta le habló, mirando hacia otro lado. Abrazó sus piernas con algo más de recelo y escuchó a la demonio, bastante cabizbajo.

—Bastante apuesto, pero aún así me rechazan —masculló, en un tono de protesta—. Claro, construir una relación así, sobre todo cuando me rechazan —miró la blanca mano de Sayaka cuando esta la extendió hacia él. Samuru le miró y chasqueó la lengua—. Claro, para que me vuelvan a rechazar —respondió.

Fue entonces que apareció Shiori, diciendo onii-chan esto, onii-chan lo otro.

Los ojos de Samuru brillaron un poco, pero aquel estímulo no fue suficiente para hacerlo volver a la normalidad. Tomó la mano de Sayaka para levantarse, apenas agradeciéndole asintiendo un poco con la cabeza.

—Gracias por hacerme menos miserable. Espero morirme atragantado por un hot dog —fue lo que dijo Samuru, antes de caminar hacia la bandeja de perritos calientes, ignorando toda la cantidad de vomito que su contrincante estaba dejando sobre el suelo.

La primera bandeja fue fácil; Samuru llenó el vacío en su corazón con ella.

La segunda bandeja llenó el vacío que Sayaka había creado.

La tercera, las grietas que la sirena había dejado en su corazón.

La cuarta pasó sin dificultad, pero sin facilidad, comía para no llorar.

La quinta fue un trago amargo; si fuese alcohol ya se habría embriagado, pero la sexta...

La sexta fue su perdición; Samuru se quedó a un hot dog de terminarse la bandeja, ahogándose con este. Su panza estaba llena, su corazón vacío; las arcadas no se hicieron esperar. El hot dog salió disparado hacia el frente, siendo impulsado por el vomito de Samuru que empezaba a llenar la mesa.

Así era como un caballero destrozado terminaba su batalla, sin honor ni gloria.

Al ver que el chico parecía no haber comprendido lo que ella había dicho y viendo que ganó la competencia para ellos, Sayaka esperó a que el chico se sintiera mejor y lo sacó de allí. Corrió su silla, le echó hacia atrás y le habló al oído.

- Creo que me malentendiste. Yo te dije que era huérfana, no que no quisiera salir contigo. Y oye, no me casaré contigo hoy, pero... Podemos salir en una cita - le dio un beso en la mejilla y le ayudó a regresar con Shiori siendo tan delicada como pudo.

Samuru tenía con cierta mueca amarga. Las arcadas volvían a él cada poco, pero frente a Sayaka no vomitaría. Se llevó una mano a la boca, tratando de contener sus ganas de convertirse en una fuente humana, y escuchó a Sayaka. Primero con desánimo, luego abriendo un poco más los ojos.

El heredero de los Hino se quedó en su lugar una vez Sayaka se fue. Había recuperado cierto brillo en sus ojos. Parecía explotar de emoción, tanto era así que...

—UUAAAAAAAAAAAAAAGGGGGGGHHH —le entraron unas arcadas por emocionarse tanto. Ruborizado, se puso a un lado de Edward y empezó a vomitar, convirtiéndose, junto al otro chico, en fuentes humanas... bastante desagradables.

A pesar del desagradable espectáculo de los dos chicos, la gente vitoreaba, casi como si ellos estuvieran siendo los partícipes de una segunda competencia.

La voz de la animadora resonó una vez más - Y con esto, ¡Los demonios han ganado otra competencia! ¿Cuál será el equipo ganador? Esta competencia está muy reñida. ¡No se despeguen que viene el siguiente evento! - el ambiente se hizo borroso y lo único que permanecía era el sonido de las arcadas de los dos chicos.