Partida Rol por web

Historias del Dominio

En la Ciudadela

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03/09/2018, 02:45
Lady Malora Hightower

Lady Malora escuchó con atención las palabras del maestre, pero sólo ante la propuesta en sus últimas palabras, negó. 

No hay expertos en esto. Pero sin duda de haberlos, serían el antiguo Archimaestre y el nuevo.— Sonrió con convencimiento, más que condescendencia.

No quiero cuentos ni leyendas. Es necesario saber. — Afirmó. —Porque maestre, han vuelto a despertar...—

Hizo una pausa sin llegar a cruzar la mirada con el maestre. Se la veía calmada, pero convencida. Si bien es cierto que las historias hablaban de su excéntrica visión y de como enloqueció, aquella mujer parecía mucho más serena y firme. Es probable que el paso de los años o la aceptación de ciertas cosas hubiesen evolucionado a aquella joven en lo que era ahora.

Pero parece que sois de los que necesitan ver para creer, ¿no es así?. Para creer de verdad. — Preguntó mirándolo directamente.

—Hablemos mañana a la misma hora...— Propuso

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03/09/2018, 15:48
Maestre Paul
Sólo para el director

La respuesta de Lady Malora le hizo ver a Paul que aquel tema no le era para nada desconocido y que no era la primera vez que hablaba de ello con algún maestre y la mujer tenía razón, aunque por su parte el tema le era más bien desconocido.

-Es una apreciación inteligente, aunque no siempre tiene porqué ser así. Muchos maestres se especializan en un tema en concreto durante toda su vida al que dedican todo su tiempo y esfuerzo, dejando de lado otros que no les parecen relevantes. De ahí la grandeza cultural de la Ciudadela, de los hombres dispuestos al sacrificio por cosas que a otros quizás ni les interesen. -Hizo una pausa y se quedó silencioso ante la afirmación que Lady Malora acababa de realizar.- Es una sentencia grave, Lady Malora.

No entró a valorar si era verdad o mentira. Conocía los rumores que había sobre aquella mujer y sus visiones, sobre su salud mental, pero ante él parecía encontrarse una mujer madura y que hablaba con conocimiento. Claro que eso tampoco era suficiente.

-Creo en lo que ponen los libros y si como afirmáis "Los Otros" han vuelto, alguien debería registrarlo, sería una oportunidad para su estudio, para contestar esas preguntas que antes formulasteis. -Por supuesto había otras connotaciones, la aparición de "Los Otros" siempre iba acompañada de otros sucesos desagradables sobre los que convendría estar alerta.- Como gustéis Lady Malora, será un placer volver a reunirme con usted.

Se despidió de la dama de una manera cortés, como correspondía a su posición, y se quedó pensativo. Algunas palabras de la mujer le recordaban a una conversación que había tenido lugar no hacía mucho. Ser Gwain también le había dicho algo parecido y eso le recordaba que debía tomarse algún tiempo libre para seguir indagando en ese aspecto.

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19/09/2018, 20:22
Director

El resto del día el Maestre lo dedicó a buscar entre los conocimientos de la Ciudadela, algo referente a "los Otros" y a todo lo referente a lo que Ser Dwain le había pedido. 

Era complicado buscar entre aquel laberinto de libros y estanterías. Pisos enteros donde los obstáculos a sortear eran más libros. Una jungla de papel y tinta donde los maestres eran los mejores exploradores. Aún así, el maestre era consciente de que encontrar algo allí, algo concreto, era ya una investigación en sí. Pero también como buen estudioso, sabía que tenía que ir desde lo más amplio, lo general, hasta lo más particular y exclusivo. Había investigaciones que podían llevar meses, años...incluso décadas. Por ello tampoco se desanimó cuando no pudo encontrar sobre los Otros, nada que no supiese ya y que entrase dentro del mito y la leyenda del saber popular. Sí dio su fruto la búsqueda sobre el kraken. Dio un giro a su búsqueda, pasando de la historia y la leyenda, a la fisiología animal. Y es ahí donde encontro antiguos manuscritos que hablaban de la anatomía animal del kraken. En concreto le llamó la atención unos que hablaban de cómo reconocer los restos orgánicos de un kraken sobre los de otros grandes invertebrados marinos que habitan en las profundidades del mar y de fisiología similar al rey de los mares. Unas pruebas con soluciones elaboradas y tintes específicos. Advertía también de la necesidad de protegerse con algún elemento como el caucho, cortezas o madera para manipular los restos, pues muchas criaturas marinas solían mostrar una extraña habilidad para generar espasmos en vida, como cierta clase de anguila, y cómo si eran restos recientes, podía quedar alguna descarga residual.

 

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19/09/2018, 20:41
Director

Tras el ajetreado día, el maestre estrenó sus nuevos y más amplios aposentos. La noche trascurrió con calma, pudiendo conciliar el sueño de una manera natural y tranquila. 

Debía ya de estar amaneciendo cuando comenzó a notar cierto frescor en el cuerpo. Un frescor que rápidamente aumentó a frío y este a a una condición gélida. Aturdido por el sueño, un sonido ensordecedor que pudo reconocer como intensas ráfagas de viento, azotaban su cuerpo. Pronto fue consciente del castañeo involuntario de sus dientes mientras intentaba abrir los ojos. La humedad y el frío eran cada vez más intensos e insoportables. Se forzó a abrir los ojos hallándose tumbado en un lecho de nieve, bajo un árbol que apenas podía soportar el peso del agua cristalizada. 

Debía ser de día aunque las nubes y la tormenta volvía gris y apagado el tono del mar de nieve que le rodeaba entre los árboles. Pudo escuchar entre aquel vendaval, unos gemidos lastimeros. Parecían humanos, lejanos. De hombre quizás. No podría concretarlo con exactitud ante en ensordecedor sonido del viento que se entrecortaba gracias al amparo de los árboles.

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19/09/2018, 22:06
Maestre Paul
Sólo para el director

Paul era un investigador metódico y sabía que sus pesquisas podrían llevarle mucho tiempo, por eso era importante llevar un orden. Decidió dividir el tiempo que tenía en dos, parte lo destinaría a la búsqueda de información sobre Los Otros y el resto a descubrir más cosas sobre el encargo de Dwain. Cuando terminó el tiempo de su primera investigación no se desanimó al no haber encontrado ninguna referencia que no estuviera sustentada en la leyenda, los mitos y las habladurías populares, historias que también los libros recogían, aunque más por el afán de los maestres por redactarlo todo que porque les dieran un peso real.

Mañana seguiré con la búsqueda.

Dejó el último libro que había estado ojeando en su lugar y cambió de sección hacia los libros que hablaban sobre animales, quizás allí pudiera encontrar información sobre aquel extraño ser marino. La decisión fue acertada pues allí pudo encontrar datos interesantes.

Al menos está claro que el animal existe, solo que es extraño verlo, quizás no exista un gran número.

Antiguos maestres habían conseguido describir con bastante precisión los restos del animal e incluso indicaban la forma de distinguirlos, también explicaban el porqué la piel podía dar esa pequeñas descargas.

Una información muy interesante, esto explica algunas cosas, pero no que Dwain no se vea afectado.

Suponía además que con el paso del tiempo aquella piel fuera perdiendo esa molesta sensación, aunque explicar el porqué el caballero no notaba nada era otro tema diferente, quizás la clave no estaba en la piel del animal si no en la de Dwain. Ya era tarde y Paul decidió retirarse, la jornada había resultado productiva y debía descansar para continuar al día siguiente con aquello y con sus otras obligaciones. Por fortuna para él sus nuevos aposentos le daban una mayor comodidad y estaba seguro que el sueño sería placentero.

Parecía que ya estaba amaneciendo y que el tiempo había estado cambiando durante la noche, Paul había dejado abierta una ventana para aprovechar el frescor nocturno de la Ciudadela, pero aquello se había convertido en unas ráfagas heladas que le hacían castañear de frío. Comenzó a abrir los ojos algo consternado por el frío que sentía.

Nunca pensé que en lo alto de la torre hiciera tanto frío.

Cuando se despejó del todo comprobó perplejo que se hallaba en el exterior, sobre un manto de nieve y que no estaba amaneciendo si no que debía ser ya de día pero las nubes y la ventisca ocultaban la luz del sol. Inseguro comenzó a levantarse y miró a su alrededor sin saber donde estaba ni como había llegado a aquel lugar, se dijo a si mismo que estaría soñando, pero la sensación era tan real... Se abrazó a si mismo y comenzó a frotarse los brazos con sus manos intentando entrar en calor. 

Parece que por aquí hay alguien.

No podía precisar muy bien donde porque aquellos gemidos iban y venían a capricho del viento helado, en esos momentos el sanador se impuso al resto de su ser y marchó decidido a prestar ayuda a quien la necesitara, quizás así podría saber donde estaba y hallar alguna explicación a todo aquello.

-¡¿Hola?! ¡¿Hay alguien?! ¿Necesita ayuda?

 

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24/09/2018, 15:52
Director

La pregunta del maestre se perdió en las ráfagas furiosas de viento. Según se desplazaba hacia el origen de aquel sonido, la espesura del bosque iba disipándose paulatinamente hasta llegar a un claro. Sin el amparo de los árboles, el frío se hacia por momentos insoportable. Portando sólo su indumentaria para ir a dormir, temió incluso por sufrir síntomas de congelación en breve. 

La imagen del claro era imprecisa. La nieve casi parecía caer de lado a causa del viento. A aquella distancia sólo pudo distinguir unas siluetas. Un hombre quizás postrado en ¿un camastro?. Ante él una figura, un contorno, permanecía de pie....

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24/09/2018, 22:55
Maestre Paul
Sólo para el director

Confuso por la situación que estaba viviendo y temiendo congelarse en mitad de aquel bosque helado vistiendo tan solo las ropas de dormir se obligó a seguir adelante, necesitaría ayuda y un fuego que lo hiciera entrar en calor, aunque probablemente las consecuencias de aquello serían duras para su salud. Además sabía que no podía quedarse quieto, en su situación necesitaba moverse e intentar que la sangre circulara en su cuerpo para retrasar la congelación. Así llegó al claro donde encontró una imagen insólita, aunque no más que su presencia allí que encontraba inexplicable.

-¿Hola? Soy el maestre Paul, de Riverside. -No sabía donde se encontraba, pero fuera donde fuera esperaba que el título de maestre y la mención a los dominios de la familia Stronghorse le granjearan algo de hospitalidad. Se acercó a lo que parecía un hombre postrado en un camastro y a la figura que permanecía de pie cerca.- ¿Se encuentran bien? ¿Donde estamos? Debemos salir de aquí, necesitamos un refugio y un buen fuego para entrar en calor o nos congelaremos.

En no saberse completamente solo le animó, quizás aquellos hombres podrían ayudarle a salir de aquella embarazosa situación. Su mente analítica ya se había situado en algún lugar del norte, quizás incluso más allá del muro, aunque desconocía como había llegado hasta allí. Paul seguía abrazándose y moviendo sus extremidades para intentar que no perdieran el poco calor del que disponían.

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24/09/2018, 23:22
Director

Las palabras del maestre salieron de su boca entre el castañeo de sus dientes, ensordecidas por la tormenta, mientras avanzaba hacia las figuras.

Al aproximarse pudo vislumbrar la escena con mayor claridad. Lo que en principio creyó un camastro o algo similar era una roca de hielo, un altar en el que se encontraba tendido un salvaje. La figura que ante él se encontraba portaba una corona de hielo que formaba parte de él mismo. Su piel era una mezcla fría entre grises y azules. Un aspecto tan antinatural como el azul intenso de sus ojos. Portaba una daga oscura, congelada en su mayor parte de la que colgaban témpanos helados.

Tras ellos el maestre pudo ver la figura de decenas, puede que hasta de un centenar de algo que alguna vez debieron ser hombres. De aspecto cadavérico y portadores de muerte.

La figura hundió la daga en el pecho del salvaje, el cual no emitió ningún sonido y dejó escapar su último aliento. Instantes después sus ojos se abrieron mostrando el mismo color azulado de aquel que había hundido la daga en su pecho. Su piel se arrugó como si se secase y palideciese a la vez convirtiéndose en piedra helada. Se incorporó y recibió un mandoble de hielo de su creador.

A pesar de la proximidad del maestre, ninguno parecía percatarse de su presencia, como si no estuviese presente. Fue entonces cuando Paul sintió un frío más intenso que el que azotaba su cuerpo en aquella tormenta. Un frío que le recorrió el espinazo hacia el interior de su ser, cuando el portador de la daga, desvió su mirada hacia él y fijó sus ojos en los del maestre...  

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26/09/2018, 19:36
Maestre Paul
Sólo para el director

Nadie contestó a sus preguntas y el maestre siguió tiritando de frío mientras se acercaba. Poco a poco fue vislumbrando mejor la figura que se encontraba allí de pie. Sorprendido, pues nunca había visto nada igual, repasó de arriba a abajo las características de aquel extraño humanoide estudiando cada una de sus peculiaridades y llegando a la conclusión de que a pesar de no haberlo visto nunca casi podía asegurar de quien se trataba. En los libros que había estado estudiando la tarde anterior había encontrado descripciones muy similares de una figura llena de misterio y podría decirse que casi mitológica que coincidía plenamente con su descripción.

¡Es el Rey de la noche!

No podía creer que estuviera ante él, ningún maestre hasta entonces lo había visto y quizás fuera una oportunidad única para aumentar el conocimiento que se tenía. Al menos con aquello se podía afirmar su existencia. ¿Habría sido él quien lo había llevado allí? Siguió fijándose en la escena y lo que al principio le había parecido un lecho finalmente resultó ser una especie de altar, una enorme piedra hecha de hielo donde reposaba un salvaje, uno de esos hombres que vivían al norte, más allá del muro. Estaba presumiblemente muerto. 

¿Es allí donde estamos? ¿En algún lugar más allá del muro?

Aquello coincidía con sus cálculos anteriores, aunque seguía sin explicarse que había sucedido para que él apareciera de repente allí. Al haberse acercado más pudo contemplar algo que hasta entonces la niebla había ocultado a sus ojos, de fondo, expectantes había decenas, o cientos de figuras cadavéricas, muertos levantados para servir al Rey de la noche, como figuraban en sus leyendas. Paul se quedó petrificado, aunque parecía que ni ellos ni el Rey de la noche habían reparado en su presencia. La curiosidad y esa falsa seguridad de pasar desapercibido le hizo seguir observando cuando el Rey de la noche esgrimió su negra daga y la clavó en el pecho del cadáver que descansaba en el altar. De inmediato se produjo su transformación y dejó sin aliento al maestre, no hacía falta mucha explicación para intuir que acababa de presenciar el ritual de creación de uno de "Los otros". No pudo reprimir una exclamación y entonces un frío más intenso del que había sentido nunca le recorrió todo su cuerpo, pensó que moriría allí mismo congelado, pero lo peor fue cuando el Rey de la noche se giró en su dirección y fijó sus fríos ojos en los del maestre, entonces el terror fue mayor que el frío. Paul nunca había sido un hombre especialmente valiente y tampoco apto para la lucha, no sabía si alguno de los muchos caballeros que había conocido a lo lardo de su vida osaría enfrentarse a aquel ser, pero él no lo haría y tampoco deseaba acabar formando parte de su ejército, así que simplemente dio la vuelta y corrió para salvar su vida, aún sabiendo que las posibilidades de lograrlo estaban claramente en su contra.

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01/10/2018, 08:58
Director

El maestre comenzó a correr en dirección opuesta, deshaciendo el camino que había hecho. O al menos eso creyó pues la visibilidad era tan escasa y el frío tan intenso, que ya casi no podía sentirse así mismo. 

Se percató del  rastro carmesí que iba dejando tras de sí. Debió haber pisado algo; una piedra, una rama quizás. Pero no lo había sentido, igual que prácticamente no sentía el resto de su cuerpo. Volvió a intentar correr; unos cuantos pasos al menos antes de comenzar a caer por un abrupto que la la nieve había ocultado. La caída duró un instante haciendo que el impacto contra el suelo se sintiese en todo el cuerpo y abriendo los ojos para comprobar que se encontraba en su habitación de la Ciudadela. Aquella sensación de frío más allá de lo insoportable, desapareció para dar paso a la calidez del verano en el Dominio y al sonido del mar no muy lejano que entraba por su ventanal. 

Todo aquello había sido un mal sueño. Aún así le había resultado tan real como en aquel mismo momento que estaba despierto. El latir de su corazón se fue relajando a medida que tomaba consciencia de que estaba en sus aposentos de la Ciudadela. La luz invadía con descaro ya la habitación por lo que debía haber dormido hasta tarde. Un pequeño rugido de su estómago le recordó que no había cumplido con él y que efectivamente era algo tarde. Quiso entonces incorporarse para poder ver mejor por el ventanal. Parecía que el sol debía estar cerca de su punto más alto y había quedado en reunirse con Lady Malora a mediodía. 

Fue al poner los pies en el suelo cuando notó la molestia que hizo que tuviese que levantar el pie, viendo su propia sangre en el pavimento. Su mirada se desvió instintivamente hacia el lecho, comprobando que en él, donde habían reposado los pies, también había restos de sangre reciente. 

Por un instante, y aún sabedor de que había sido un sueño y de que estaba ya despierto, aquel escalofrío volvió a recorrer su cuerpo al recordar aquellos ojos que le habían mirado, que le habían visto...

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02/10/2018, 17:09
Maestre Paul
Sólo para el director

Corrió todo lo que su congelado cuerpo podía, sin un rumbo fijo pues entre aquella niebla era imposible tener algún punto de referencia con el que guiarse, y con la única intención de separarse lo más posible de el Rey de la noche, no quería pertenecer a su ejército, aún tenía muchas cosas por hacer, o al menos a eso aspiraba. Sus pies iban dejando un rastro de sangre, cosa que lo desesperó pues así sus perseguidores lo encontrarían fácilmente. Debía haber pisado algo y hacerse una herida, pero tenía el cuerpo tan insensible por el frío que ni se había dado cuenta, ahora aquello iba a ser su perdición, de todas formas siguió corriendo todo lo que pudo. De repente el suelo cedió bajo sus pies y Paul cayó, era el fin. Sintió el golpe en todo su cuerpo y abrió los ojos para comprobar que se había caído de la cama y se encontraba en el suelo de su nueva habitación de la Ciudadela.

No ha sido más que un mal sueño.

Pero uno tan real que a pesar de que el calor de la ciudad reconfortaba su cuerpo gracias a la luz que se colaba por los ventanales su corazón aún latía acelerado.

He debido quedarme dormido, hay demasiada luz.

La hora del desayuno ya había pasado como le recordó su estómago y por la posición del sol parecía que estaban cerca del mediodía, cuando tenía su cita con Lady Malora. Algo más tranquilo decidió incorporarse y prepararse para acudir a la reunión, fue entonces cuando sintió una sensación extraña, pegajosa. Miró hacia sus pies y vio que estaba pisando sangre y de inmediato desvió su mirada hacia las sábanas, que encontró igualmente manchadas. Aquello era desconcertante, hasta el punto que en aquellos momentos y a pesar de ser consciente de donde estaba y lo que había pasado volvió a sentir un escalofrío igual al que había recorrido su cuerpo durante el sueño cuando había cruzado su mirada con la del Rey de la Noche. Se sintió intranquilo sin saber como interpretar todo aquello, pero sabiendo que no podía quedarse allí todo el día. Lo primero que hizo fue buscar algo donde poder lavarse los pies y mirar que herida había provocado la hemorragia, después quitaría las sábanas y mandarían que las cambiaran. Debía consultar lo sucedido con alguien experto, quizás alguien que supiera de la historia del Señor de la noche o que hubiera leído mucho sobre los sueños, sus interpretaciones y sus consecuencias. Aunque primero se limpiaría, curaría su herida e iría a encontrarse con Lady Malora, no quería parecer descortés.

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07/10/2018, 11:21
Lady Malora Hightower

En realidad aquella herida en la planta de su pie era más aparatosa que grave. Incómoda y molesta sin duda. Tras tratarse la herida, aquella incomodidad iba a acompañarlo seguramente durante unos días. Lo peor era plantar el pie de forma segura sobre el suelo por lo que evitarlo le haría cojear ligeramente, si quería que el corte no se abriese constantemente.

No fue obstáculo, en cualquier caso, para que pudiese llegar a tiempo a su encuentro con Lady Malora. La mujer se encontraba esperando cuando el maestre llegó. No parecía impaciente por lo que era posible que ella misma hubiese llegado hacía escaso tiempo. Las ropas oscuras, pero elegantes y la capucha con vuelo hasta los pies de la que hoy también hacía gala, la conferían un aspecto algo inquietante, un poco siniestro quizás. Aunque aquellos rasgos no ocultaban que se trataba de una mujer hermosa.

Observó al maestre como si hubiese algo diferente en él, algo distinto que pareció llamar su atención, aunque carecía de sorpresa alguna.

Buen día, maestre Paul. Se os nota un poco cansado.— Saludó con la elegancia de una dama, para después encontrar los ojos del maestre con su mirada.—Demasiado frío en el norte para poder pegar ojo, ¿no os parece?— 

 

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07/10/2018, 18:05
Maestre Paul
Sólo para el director

Localizó la herida y la lavó todo lo que pudo, no era demasiado grande pero si que estaba situada en una zona donde tenía que apoyar la planta del pie, eso haría que cojeara algo hasta que se le cerrara.

Ahora le daré un buen uso al bastón de archimaestre.

Utilizándolo de punto de apoyo podría minimizar la pisada con ese pie y hacer que la herida cicatrizara antes. Si alguien le preguntaba achacaría aquello a un simple accidente doméstico. Se preparó lo más rápido posible y acudió a la cita donde ya le esperaba la dama, no le gustaba llegar tarde así que lo primero que hizo fue disculparse.

-Buenos días Lady Malora, siento el retraso, espero que no me haya tenido que esperar demasiado. -No parecía impaciente, pero eso no le reconfortó. Mucho menos cuando le dedicó una segunda frase como si pudiera leerle el pensamiento a través de los ojos, el maestre se encontró confundido ante aquella situación y sin saber que pensar, la lógica le dictaba que quizás la frase se debía a la pura casualidad y era su mente la que sacaba conclusiones precipitadas.- Cualquiera diría que ha tenido el mismo sueño que yo, aunque espero que no, fue una pesadilla horrible.

Seguía teniendo la sensación de que aquel sueño había sido algo más y la herida de su pie que le dolía al apoyarlo parecía querer recordárselo, aunque pensar en lo sucedido como en una realidad sería inexplicable bajo todos los prismas que conocía.

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10/10/2018, 18:19
Lady Malora Hightower

La dama miró al maestre como el que observa a un niño; creyendo aún es su inocencia.

Entonces los habéis visto...— Sonó a una mezcla de afirmación y pregunta.

—Y sabéis lo que está ocurriendo, maestre.— Continuó comenzando a caminar. A la distancia, Paul pudo darse cuenta que los seguían una mujer mayor, puede que diez o quince años más que él y un hombre un poco más joven que el maestre, sin afán alguno de esconderse. Probablemente acompañantes de cámara de Lady Malora.

No necesito contaros lo que eso puede suponer.— Afirmó. 

Nadie está dispuesto a creerlo, pero ahora disponéis de una prueba. Una prueba que me ha costado gran sacrificio proporcionaros— Aquello le había valido el sobrenombre de la Doncella loca y el vivir recluida en el Faro. El maestre no pudo por menos que pensar cómo debió de afectar a la joven en aquel entonces el tener sueños o visiones similares. El maestre ya era un hombre experimentado, ducho, maduro. Quizás su reacción habría sido muy distinta de haber tenido aquel ¿sueño?, a los dieciséis días del nombre y no ahora.

La cuestión es, maestre, si ahora que sabéis lo que yo sé y habéis visto lo que yo he visto, estáis dispuesto a ayudarme o vais a negar una verdad que puede costarnos los Siete reinos.

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11/10/2018, 19:21
Maestre Paul
Sólo para el director

El maestre estaba acostumbrado a estar con personas cuyos conocimientos de algún tema eran inferiores a los suyos y en aquellos momentos sintió que con Lady Malora era al revés, ella le llevaba mucha ventaja en aquel asunto. Asintió con la cabeza, aunque aún no sabía como interpretar todo aquello.

-Nunca había tenido un sueño así, tan... real. -El dolor de su pie le recordaba a cada paso lo real que había sido. Miró hacia atrás y vio las dos figuras que los seguían, a los que supuso acompañantes de Malora, así que no les dio mayor importancia.- Si lo que vi en el sueño fuera cierto se trataría de algo muy grave Lady Malora, no tenéis que convencerme de nada.

Aún así Paul no las tenía todas consigo. Una herida en un pie no era exactamente una prueba, quizás sí para él mismo pero no ante cualquier otro. Comprendía lo que Lady Malora había pasado si durante toda su vida había tenido ese tipo de sueños y no tenía pruebas que los demás pudieran corroborar. Debían ser prudentes si querían que alguien les hiciera caso.

-Para serle sincero estoy más dispuesto a creer que lo que soñé fue real, aunque no comprendo como consiguió que tuviera ese sueño. -Aquello ya era otro tema distinto, aunque a Paul le resultaba curioso y no le importaría conocer como lo había hecho, pues ella misma se había declarado responsable.- Y de ser así su sacrificio debe merecer la pena. Supongo que comprenderá que nuestra simple palabra diciendo que hemos soñado con el regreso del Rey de la noche no bastará para convencer a nadie. -Si había pensado que por el hecho de ser un maestre la gente se limitaría a creerlo sin más era que no conocía bien a los seres humanos.- Pero como sabrá los maestres nos comprometemos a velar por el equilibrio de los Siete Reinos, así que pienso hacer todo lo posible para que nada rompa el equilibrio actual. -Se calló unos segundos. Seguramente no era esa la respuesta que Lady Malora habría esperado y realmente estaban ante algo tan grave que solo la posibilidad de que sucediera le helaba la sangre. Debían hacer algo y para eso necesitaban pruebas.- Mis obligaciones me impiden viajar más allá del muro y tampoco tengo poder sobre nadie para mandar una expedición que investigue lo que está pasando. Pero conozco al maestre de la Guardia de la Noche, podría pedirle que esté atento y que nos avisen si pasa algo raro en las tierras salvajes de más allá del muro, me consta que los hombres de la guardia hacen expediciones esporádicas.

No se le ocurría otra cosa mejor y ni aún así eso significaba que los hermanos de la guardia le fueran a hacer caso o encontraran algo, pero quizás era un primer paso mientras se les ocurría otra cosa.

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14/10/2018, 11:41
Lady Malora Hightower

Lady Malora no apartó la vista del maestre mientras éste intercambiaba su respuesta con ella. 

Los maestres son quizás más reacios a admitir algo así incluso. Vuestro caso es distinto, tal vez, porque entendéis mejor los caminos que llevan a la muerte y los que nos otorgan la vida.— Reconoció dando a entender, que durante aquellos años seguramente habría buscado ya ayuda tanto en su familia como en la Ciudadela, sin éxito alguno, exceptuando a Qyburn.

Pero si encontráseis a alguien lo suficientemente loco, o audaz si os suena mejor, como para viajar más allá del Muro y tratar de encontrar pruebas...— Sugirió. —¿Conocéis a alguien que pudiera?

Ya visteis que aún no está preparado para resultar una amenaza real, inminente. Pero gota a gota puede llegarse a llenar un vaso. Y se llenará, maestre Paul. Creedme...—

 

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15/10/2018, 06:51
Maestre Paul
Sólo para el director

No le extrañaban las palabras de Lady Malora sobre los maestres, el grupo al que pertenecía estaba compuesto por estudiosos y hombres de ciencia, no de fe, necesitaban pruebas antes de dar un hecho por cierto y en aquel asunto carecían de ellas. Por unos instantes se imaginó el peso que debía cargar aquella mujer sabiendo cosas que el resto no podía llegar ni a imaginarse y no pudiendo demostrarlas para que le creyeran, sin lugar a dudas sería frustrante. 

-Me temo que necesitaremos alguna prueba más sólida que unos sueños si queremos convencer al resto de los maestres. -Paul se quedó pensativo sobre la pregunta de si conocía a alguien. Era un maestre y se había criado como tal desde joven, la mayoría de hombres que conocía no eran de acción si no de ciencia y aunque alguno podría estar dispuesto a explorar más allá del muro, aunque fuera con otros motivos de estudio, no podría hacerlo solo. Y su influencia sobre guerreros era mínima. Podía hablar con Lord Everam, o con Ser Dawain, incluso convencerlos de que sus teorías sobre el Señor de la noche eran ciertas, pero vivían demasiado al Sur como para "preocuparse" o ir ellos mismos a comprobarlo. Paul temía que de momento no podía hacer mucho.- Me temo que mi influencia sobre alguien dispuesto a marchar más allá del muro es casi nula Lady Malora. -Dijo con cierta desilusión. Quería ayudar pero no veía como.- Los más cercanos viven demasiado lejos del norte. -Asintió a sus últimas palabras. Quizás no era un peligro inmediato, pero a Paul le resultaba urgente hacer algo, la amenaza era demasiado grande.- Como dije puedo escribir al maestre Aemon en la guardia de la noche, si alguien puede tener alguna noticia u obtener pruebas son ellos, sobre todo si les indicamos hacia donde deben mirar y a qué estar atentos. -En todo caso sería una tarea difícil, las tierras salvajes eran peligrosas y muy extensas, llenas de tribus salvajes que se peleaban unas contra otras, la desaparición de alguna de ellas podía pasar desapercibida si el Señor de la noche actuaba con cautela, claro que debían intentarlo al menos.- ¿Y usted Lady Malora? ¿Conoce alguien que pudiera estar dispuesto a hacer ese sacrificio?

 

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16/10/2018, 12:15
Lady Malora Hightower

No es mi intención convencer a vuestros colegas de nada, maestre Paul.— Corrigió con tono suave. —Hace tiempo que desistí de ello. Son como aprendices de pintor, que miran demasiado cerca un cuadro y no logran ver la obra completa. Por suerte para mí, no parece ser cierto en todos ellos.— Dijo con cierta frustración, puede que incluso Paul notase alguna pincelada de rencor, aunque sí dedicó una tímida sonrisa al maestre con su última afirmación.

Escuchó con atención la propuesta del maestre hasta que sus ojos se desviaron más allá de éste.

¿Y él?— Preguntó, como sugerencia más bien. Al echar la vista atrás, el maestre vio a Ser Dwain. Seguramente, venía buscándolo ya que había quedado en informarle cuando hubiese encontrado alojamiento. 

Ser Dwain no era un caballero especialmente conocido en Poniente. Si bien era cierto que su habilidad con la espada se había extendido, su nula presencia en torneos y celebraciones, lo habían relegado a un segundo plano. Sin embargo, en el sur del Dominio sí que su fama era mucho más pronunciada, sobre todo entre aquellas Casas colindantes a la Stronghorse, como era el caso de la Casa Hightower. 

No pasó inadvertido para Paul, que o bien ya lo conocía, o lo había identificado por el emblema del hombre ahorcado que lucía el broche de su pechera.

Al localizar al maestre, el caballero caminó en su dirección. Fijó un momento la mirada en la Lady Malora, la cual captó su atención mientras se dirigía hacia ellos.

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16/10/2018, 18:30
Maestre Paul
Sólo para el director

Paul notó cierto desánimo en las palabras de Lady Malora en cuanto a su interés por seguir intentando convencer a los maestres de la Ciudadela sobre el peligro que poco a poco se cernía sobre todos, también algo de frustración y rencor.

-No desespere, en cuanto consigamos pruebas seguro que nos harán caso.

El problema sería conseguirlas y de momento no tenían manera a no ser que vinieran directamente de la Guardia de la Noche, pero probablemente la actividad tras el muro aún no era lo suficientemente importante para que alguien se hubiera dado cuenta. Cuando le señaló a un voluntario se volvió con curiosidad para ver quien podría ser, al ver a Ser Dwain recordó que este había quedado en visitarlo en cuanto hubiera resuelto el asunto de su alojamiento para compartir las cosas que hubiera podido encontrar, algo de información tenía, aunque la búsqueda había sido breve. Lo miró con curiosidad bajo el objetivo que había marcado Lady Malora. Ser Dwain sin duda era un hombre valiente y decidido, podía reunir todas las condiciones que se esperarían de alguien dispuesto a cumplir con aquella difícil tarea, pero lo que probablemente no tendría sería el tiempo y la motivación de viajar al norte. Hizo un ligero gesto con los hombros hacia la mujer y que resultaría casi imperceptible para los que estuvieran más lejos. "Quizás".

-Podría usted intentar convencerlo. -Paul podía apoyarla, pero probablemente Ser Dwain estaría más dispuesto a ayudar a una mujer noble que al aburrido maestre.- Se lo presentaré.

En realidad no sabía si Lady Malora ya lo conocía, o simplemente había adivinado quien era por su broche, en cualquier caso esperó a que el caballero se acercara para saludarlo y presentarlo.

-Buenos días Ser Dwain, supongo que ya está usted acomodado en Antigua. -Tras el saludo se hizo un poco a un lado y señaló a Lady Malora cediéndole todo el protagonismo que merecía la mujer.- Lady Malora Hightower, le presento a Ser Dwain, uno de los hombres de confianza de Lord Everam.

Siendo del Sur seguramente habría escuchado hablar de él a pesar de que Dwain no se presentaba a los torneos y era escurridizo para los eventos sociales, pero por aquella zona su fama con la espada le había dado cierta reputación.

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23/10/2018, 20:11
Ser Dwain Trant de Gallowsgrey

Ser Dwain miró a la mujer, cuando el maestre le presentó. Inclinó la cabeza con respeto. Probablemente al escuchar su nombre fue consciente de quién era hija. 

Lady Malora, gusto en conoceros. No quería interrumpir.— Desvió su atención hacia el maestre. —Sólo quería informar al maestre Paul que ya estoy por aquí como acordamos. Os esperaré en los salones.—