Partida Rol por web

Cuando el alien ataca al jefe de seguridad, me vuelvo esperando que alguien logre salvarlo, pero veo al momento que es tarde. Ese bicho no da un segundo para actuar, es endiabladamente letal. Ni siquiera me acerco a Viktor, desde esta distancia sé que está muerto, y lamento no haber podido hacer nada, y haber dudado de él. Sin hacer mucho caso del cura continúo avanzando hacia el puente, no quiero escuchar los movimientos del alienígena sobre nuestras cabezas de nuevo. 

Al ver que somos victimas del ataque corro a toda velocidad al puente de mando.

-Apurence todos, en cuanto mas rápido lleguemos al puente, mas lejos estaremos de esa criatura.

Mi meta al llegar al puente, es intentar contactar con lo que sea que pueda ayudarnos.

Todos estáis tremendamente nerviosos, algunos adelantan el paso para escapar, otros esperan para no dejar a nadie atrás, y otros simplemente se detienen presas del miedo. Pero el reinicio del ruido en los conductos de ventilación os hace a todos despertar, el alien ha vuelto al acecho.

En el momento en que teméis por vuestras vidas, os movéis como una bandada de pájaros, todos a una. Envueltos por la histeria colectiva corréis por los pasillos de la nave doblando esquinas a la carrera hasta que finalmente llegáis al puesto de mando, todo parece tranquilo ahí.

Me dirijo a uno de los ordenadores del puesto de mando, e inserto mi código de usuario, para poder controlar el sistema de soporte vital, y miro en los propios sensores si hay algo en los conductos de ventilación de este sector, de no ser así, de estar libre, los bloqueo, poniendo en marcha el sistema de reciclado de aire en circuito cerrado

Durante todo el trayecto sigo al grupo, intentando permanecer cerca de Katarina por si esa cosa volviera. Mantengo el arma apuntando al suelo, sólo por si acaso, pero intentando estar listo para reaccionar al más mínimo indicio.

Cuando el ruido continúa en los conductos de ventilación lo sigo con la cabeza, aún corriendo. No voy a arriesgarme a apuntar al lugar y provocar alguna desgracia.

Llego al puente de mando jadeando y un poco confundido, buscando con la mirada a mis conocidos para comprobar que están bien. Respiro con alivio al comprobar que el pequeño está a salvo, y me dirijo entonces a Katarina.

- Toma. - le digo tendiéndole la pistola - Siento lo de tu jefe.

Una vez a salvo relativamente en el puesto de mando, llega la hora de hablar de otro tema relativo a nuestra seguridad:

- Bueno, pues ya estamos aquí, y aunque no queráis enfrentaros a ello, el alien no es el único de nuestros problemas. Si hay infiltrados entre nosotros que están de parte del bicho, hay que encontrarlos si queremos tener alguna oportunidad de sobrevivir...y qué hacer con ellos, eso también habría que hablarlo.

Llego al puente de mando, jadeando y, al ser la última, cierro la puerta y compruebo qué clase de sistema de seguridad tiene, para bloquearla o pedirle a alguien con conocimientos tecnológicos que lo haga. Es entonces cuando William se acerca a mí y me tiende la pistola. Mi cara es de completa sorpresa, ya que no me esperaba que eso fuera lo primero que hiciera, y la cojo, brindándole una sonrisa. - Ya sabía yo que si estabas suelto era porque no eras peligroso... Muchas gracias, Will. La pondré a buen recaudo. - Agacho la mirada cuando habla sobre mi jefe. - Yo también lo siento... - Subo el tono de voz, para que todos me escuchen alto y claro. -Pero no es el momento de relajarnos, al menos hasta que estemos seguros de que estamos aislados aquí y que no es peligroso... Después, si mis compañeros están de acuerdo, seguiremos con el plan tal y como el señor Hasarov nos indicó. Quien quiera puede quedarse aquí, lo entendemos completamente, pero toda ayuda posible será bien recibida para acabar con ese asqueroso hijo de puta.

El gesto de Will me satisface. Me hace más fácil confiar en él. Le dedico una sonrisa.

Doy un paso adelante cuando Katrina pide voluntarios. Haré lo que sea necesario para salir de esta con vida.

Todavía tengo al Señor Jonesy entre mis brazos y un suave y lastimero maullido me indica que quizás le esté agobiando con tanto abrazo. Le dejo en el suelo para que se estire.

Volveremos a ver a Riddick Jonesy. Ya lo verás...

La experiencia ha sido terrible, nunca antes había pasado por una situación así, pero al final logramos llegar a un lugar un poco más seguro que el comedor… las imágenes de la muerte de Hasarov todavía aparecen en mi cabeza, sin duda algo una que esa criatura solo necesita segundos para liquidar a su presa.

-¿Están todos bien?, ¿alguien más a resultado herido?-, alzo la voz para hacer la pregunta en general, -No creo que sea conveniente que nadie más vuelva a salir, los pasillos son muy estrechos y hay ductos de ventilación por todos lados, esa criatura podría atacar fácilmente en los pasillos… debe haber algún método de fortalecer este lugar mientras pensamos en un mejor plan.-

No puedo evitar una sonrisa cuando Katarina me hace esa especie de... ¿cumplido?

- Katarina, me gustaría hablar contigo y con quien consideres oportuno en algún momento. Es sobre lo ocurrido en la otra nave. - le digo, serio - Me gustaría ser de más ayuda... pero me es imposible, no recuerdo nada.

Luego me doy la vuelta para dirigirme a Sam y al niño. - Me alegro de que estéis bien. - antes de alejarme del grupo y sentarme con la espalda contra la pared, tratando de centrarme y esperando alguna señal por parte de Katarina.

Miro a Peter y me dirijo a él. - Somos conscientes de que es peligroso, pero entonces, ¿qué propones hacer? ¿Pasar el resto de nuestras vidas encerrados en esta sala? No tenemos comida, no tenemos agua y no podemos volver a la tierra hasta que no acabemos con ese bicho. Si nos quedamos aquí, en pocos días seremos fiambres, y yo, personalmente, no voy a darles ese gusto a los hijos de puta que se han colado en esta nave para jodernos la misión. 

Claude llega apresuradamente al puente de mando y trata de colocarse en el centro de la sala, sin acercarse a las paredes. Con la mirada busca los conductos de ventilación del lugar y los observa con temor, esperando que en cualquier momento aparezca el bicho ese asqueroso por alguno de ellos. Poco a poco se va calmando al ver que el lugar parece seguro por ahora y suspira, tratando de recuperar la respiración después de la carrera.

Al alzar la mirada busca al pequeño, para asegurarse de que está bien, y al ver que Isabela está con él se tranquiliza. Está en buenas manos. La voz del superviviente de la otra nave le llama la atención y lo busca con los ojos. Lo cierto es que lleva desde el día interior buscando el momento de poder hablar con él, pero siempre parece estar rodeado de gente. Aunque ahora parece que se ha separado del grupo. Quizá no haya mejor momento que este.

Se acerca a él tímidamente y se agacha a su lado antes de ofrecerle la mano como saludo. - Hola, soy Claude Faure, no nos han presentado antes. - La joven hace una pausa para seguir hablando con voz suave a continuación. - Verá... No he podido evitar oír que tiene problemas para recordar. Sé que ahora no es el momento apropiado, pero mi especialidad es el tratamiento del subconsciente y quizá pueda ayudarle a averiguar qué es lo que bloquea su memoria y solucionarlo provocándole un estado hipnótico inducido.

- Cuando quieras, podemos hablar, aunque imagino que lo dices porque prefieres que sea a solas. Si es así, habrá que esperar. - Le contesto a William.

Me giro hacia el resto y suspiro. - Está bien... Algunos de vosotros lo habéis comentado ya, y tenéis razón, no podemos eludir el hecho que que aquí hay alguien que está provocando esto. Doctora Alonso, ¿qué propone? Evidentemente los que están metidos en este asunto no van a levantar la mano y decir "he sido yo". Eso nos convierte a todos los que estamos aquí en sospechosos, y me incluyo... Otra cosa que también tendríamos que tratar es el tema del capitán... No sabemos si está vivo o muerto, pero viendo lo que ese bicho le ha hecho al señor Hasarov... Quizás sería buena idea que decidiéramos quien va a liderar la nave en su ausencia. Obvia decir que yo me niego a tomar esa responsabilidad. Mi trabajo es cumplir órdenes y seguir protocolos, no sé llevar una nave..

Me dejo llevar por Isa y Julian por los pasillos, aterrorizado, mirando a todos lados y temiendo que nuestros pasos estén enmascarando el ruido del monstruo por los conductos. Alcanzamos el puente de mando, y aunque por un momento me sorprendo por la cantidad de máquinas chulas que hay, el miedo vuelve enseguida. El sitio es más amplio, no es tan agobiante como los pasillos, pero seguro que el bicho puede aparecer desde cualquier lugar. Es muy rápido. Y ha matado a un hombre fuerte como Hasarov en cuestión de segundos. Los animales que sé que pueden hacer esas cosas están todos en la tierra, así que nunca he visto a uno excepto en fotos. Y nadie de los que está aquí parece conocerlo. No sabemos nada de ese bicho.

Miro alrededor y me fijo en lo que están diciendo. Will le ha dado la pistola a Katarina. ¿No querría quedársela él para protegerse y protegernos a los que tenga cerca? Aunque con todo el mundo diciendo que es un cyborg y que puede ser malo, seguro que así se ahorra que lo odien tanto. Entonces Katarina habla con su voz que casi hace que me duelan los oídos. Levanto la mano pero no espero y hablo.

- Yo no sé cómo puedo ayudar... - Reconozco. - Pero creo que tenemos que buscar a esos infiltrados y encerrarlos o algo. ¡No podemos dejar que estén protegiendo a ese monstruo! ¡¡Son malos!! - Me giro hacia Francesco y lo miro con el ceño fruncido durante un segundo. - A mí me da miedo que os pongáis a buscarlo... Seguro que ataca a alguno cuando lo vea indefenso. Y ese bicho se esconde muy rápido, ¿no lo habéis visto? ¡Hay que ser como Superman para poder cogerlo a tiempo! ¡Si ni Katarina pudo con su pistola y lo tenía delante!

- Muy bien, - Me pongo en cuclillas delante de George y le sonrío. - has ayudado mucho con esto que has dicho. - Me levanto - Muy bien, tenemos que averiguar quién está detrás de todo esto... Estoy seguro de que todos nosotros ya tenemos en mente a alguien, y está claro que no podemos empezar a acusarnos los unos a los otros como locos. Lo mejor es hacer una especie de jurado popular, entre todos nosotros, y que la mayoría determine a quién debemos encerrar... O algo...

Sin mediar palabra, Julian se pone en pie y echa a andar hacia la salida del puesto de mando, abandonando la estancia.

Solo unos minutos después, regresa sin dar muestras de nerviosismo.

He encontrado una nota del capitán sobre la cosa que nos ha atacado.....

Saco un papel, parcialmente arrugado del bolsillo, escrito a boli

Dice, que esa cosa, es una criatura de origen desconocido y de carácter depredador, es conocido como alíen, o Xenomorfo, lo que estaba en la cara del señor Bent, era la variante llamada Abraza-cabezas, y lo que salio de su pecho, el revienta pechos.

Aparto la mirada de la nota durante un momento para decir

Parece que forman parte de la misma criatura, o algo así

Y luego sigo leyendo

También dice.... que esa criatura es imparable...

Espero que cuele.... no me interesa que sepan aun de mi identidad, podría cundir el pánico aun mas, y mas con lo de ese otro ciborg....

Que escusa puedo poner la próxima vez? Pero... mas importante.... que hacemos si esa criatura no puede ser detenida?

Al escuchar las palabras de Julian, solo puedo mostrar cara de resignación y preocupación, -Esto es peor de lo que pensábamos entonces, si el capitán tenía esa información quiere decir que la criatura ya ha sido estudiada por alguien.-, giro hacia la oficial de seguridad para replicarle pausadamente, -Entiendo que no podemos hacer eso, pero tampoco me parece buena idea que arriesguen sus vidas de esa manera sin antes pensar en un buen plan, tal vez Madre tenga más información que podríamos utilizar.-, cruzo mis ojos hacia los demás esperando escuchar alguna otra idea.

Asiento ante la respuesta de Katarina. Si hemos de esperar, esperaré... sólo espero que ningún grupo parta antes a deambular por la nave, sólo por si acaso.

Veo cómo una de las tripulantes de la nave se me acerca, y de inmediato la relaciono con quien defendió que era imposible que yo fuera un cyborg. Sí, seguro que era ella.

Cojo su mano cuando me la tiende y hago un gesto por si quiere sentarse conmigo.

- Encantado. William. O eso creo. - respondo con una sonrisa triste - Yo... agradecería mucho su ayuda, la verdad. Si he de ser sincero, la situación me desespera un poco. - reconozco, antes de hacer una pregunta - ¿Qué necesita para llevar a cabo la hipnosis, o lo que sea? Creo que sería importante hacerlo cuanto antes no sólo por mí, sino por lo que pueda recordar de la criatura. - le explico - En todo caso, muchas gracias.