Partida Rol por web

Tras haber escuchado las conversaciones de los presentas durante un largo rato me acerco a la barra y le pido a Amy una copa. Me quedo pensativa un rato y después me dirijo a Julian. - Bueno, pero imagino que en tu caso, será fácil que metan tus datos en otro cyborg al llegar a la Tierra, ¿no? No tengo ni idea de cómo va eso, pero supongo que es menos jodido eso que meter nuestras consciencias en otro cuerpo... - Sueno realmente preocupada.

-Aaaah, por fin. Libres de los pesados aquellos -dice Viktor acercándose a la barra-. Ya sabes lo que quiero, guapa.

Amy sonríe a Julian mientras saca un par de vasos y les echa hielo. - Espero que no hayas quedado demasiado mal y puedan arreglarte. 

Prepara un vodka con lima para Katarina y un vodka doble para Viktor y tiende a cada uno su vaso mientras habla. - Tienes razón, Katarina. Es más sencillo el proceso con un cyborg que con una consciencia humana. Pero si conseguimos volver a la Tierra os sacarán de aquí. Al menos a la mayoría. 

Lo único que puedo asegurar, es que cuando me reparen, volveréis a verme por aquí enseguida, porque, iré a por el ultimo alíen que queda directamente

Una luz envuelve a Katarina y desaparece.

La camarera observa con una sonrisa cómo desaparece Katarina y se vuelve hacia Julian, encogiéndose de hombros. - Como tarden mucho en repararte ya no hará falta que te encargues de nada, Nikolai habrá organizado otra expedición y matarán al otro alien.

Claude observa el cambio que sucede a su alrededor, todavía entre los brazos de William. Y cuando la luz vuelve, se levanta para acercarse a uno de los sofás más apartados, llevándolo a él de la mano*. Una vez allí, se sienta en él y le hace un gesto para que se recueste a su lado, sin prestar ninguna atención a ninguno de los presentes.

Cuando Katarina desaparece, observa durante un par de segundos el lugar vacío que deja tras ella, y después sonríe. - Ella debía volver, se lo merecía. - Dice, antes de girarse de nuevo hacia William para prestarle toda su atención.

-!Chs¡-Manfred chasquea la lengua asqueado a ver como Katarina desaparece, era evidente que la habia devuelto a la vida. Un malgasto de tiempo.

-Debería a ver sido quien te controla Amy y no eso.

Claude está bien aquí Manfred. ¿No ves a los tortolitos? Deja que disfruten hasta que los devuelvan a sus cuerpos... -digo a Manfred mirando el techo. Seguía tumbada, ya no en la nieve tras una lápida si no de nuevo en el bar.

Katarina es muy buena opción para los que quedaban con vida.

-Tengo evidente razones, Samanta-Contesto de manera simple y escueta.

Al ver que volvió el bar, me pongo de pie nuevamente y me siento en la barra:

- Mas Whisky!... mas Whisky!...- Le pido a Amy - aprovechemos antes que cambie éste sitio a un motel parejero - termino diciendo, esperando mi trago. 

La camarera prepara un whiskey doble mientras se dirige a Manfred. - No creo que a los que quedan vivos les importe mucho que aquí estemos incomunicados, así que es lógico que llevasen a Katarina. Sólo espero que no le pase como a William y empiece a mezclarse con el alien que salió de ella.

Desliza el vaso por encima de la barra hacia Rodrick mientras lo mira con una sonrisa divertida. - Quizá deberías buscarte una pareja por aquí por si acaso sucediese eso...

Cuando observo el cambio a mi alrededor no puedo evitar una leve sonrisa. La primera vez que vine a este lugar era así, y con las cosas que sucedieron casi me da la sensación de que en este lugar todo irá mejor que en el cementerio. Además, me cae bien Amy, y la gente parece estar deseando el cambio desde hace tiempo.

Acompaño a Claude a los sofás, y sin dudarlo me recuesto a su lado, apoyando mi cabeza en la pared.

- Me habría gustado despedirme. - digo en un tono casi neutro, refiriéndome a Katarina - Pero mejor que se haya ido a que se quede, eso desde luego.

- Si te llevaran de vuelta... - comienzo tras un par de segundos, girando la cabeza para buscar su mirada e ignorando los comentarios del resto deliberadamente. Sin embargo, no puedo evitar ir ganando cierta simpatía hacia Manfred. - ¿No intentarías volver aquí, verdad?

Empiezas a encontrarte realmente mal, es como si tu propia consciencia se fuese perdiendo, no tienes claro ser tu mismo, las caras se mezclan y no diferencias a la gente... te estás perdiendo.

- No lo intentaría, lo haría. - Responde Claude decidida, con sus ojos perdidos en los de él. - Me voy a quedar a tu lado hasta el final, ya te lo dije y es lo que pienso hacer. Que este lugar haya modificado su apariencia no va a cambiar eso.

La joven se acerca más a William, buscando recostar su cabeza en el hombro del hombre y todavía sin soltar su mano, jugando con sus dedos calmadamente. 

- No, pero... - respondo, dispuesto a llevarle la contraria - Que Katarina haya vuelto significa que queda alguna posibilidad para ti... - le digo, llevando mi mano libre a su cara - Si se diera la oportunidad... No quiero que la desaproveches. Piensa en qué querrías que hiciera yo si fuera al revés. - pido, respirando de manera calmada.

Entonces, de la nada, comienzo a temblar durante unos instantes. Me agarro a ella con fuerza, cerrando los ojos, mientras un sudor frío me recorre.

- Ha... ha comenzado. - susurro, mientras una oleada de miedo llena mi pecho - Claude, yo... voy a estar bien, ¿vale? Sólo necesito... respirar un poco, yo... - murmuro de forma inconexa, mientras mi respiración se altera. Luego permanezco unos segundos callado, concentrándome en seguir metiendo con dificultad aire en mis pulmones, con los ojos cerrados y los dientes castañeteando.

Claude se dispone a protestar a las palabras de William, cuando el hombre empieza a temblar. Lo mira con ojos asustados y siente cómo se le parte el corazón al darse cuenta de que el final anunciado es inminente.

- No... - Susurra mientras siente un nudo oprimiendo su pecho. Lo abraza con fuerza, aferrándose a él en los últimos momentos. - William no... No te voy a dejar solo, abrázame, por favor. Sólo... Abrázame. 

La joven empieza a sollozar mientras una lágrima se desliza por su mejilla. 

Poco a poco voy sintiendo un vacío en mí. Un hueco que se va llenando con el terror que me provoca la incertidumbre. Sin atreverme a abrir los ojos la busco con mis brazos para apretarla contra mi pecho. Sentirla sollozar de esa manera me parte el alma y, aunque me gustaría decir algunas palabras que mejorasen la situación, no se me ocurre nada.

Y sin embargo, me preocupa más que ella esté así, o cómo pueda estar después, que lo que pueda pasar conmigo.

Trato de permanecer fuerte para ella, y abro durante un instante los ojos. Sin embargo, cuando mi vista se nubla y miro a mi alrededor, confuso, no tardo en volver a esconderme del mundo.

Tomo aire para hablar, para pedirle que continúe sin mí, pero algo no va bien. Me siento paralizado. Quiero decirle que acabe con esto. Que borre mi consciencia, para terminar ya con todo. Pero ni siquiera de eso soy capaz.

Me separo despacio de ella, y hago un esfuerzo por enfrentarme una vez más a lo que hay más allá de mis propios párpados cerrados. Tomo su cara entre mis manos, secando sus lágrimas, y la miro a los ojos.

- No te preocupes, ¿vale? - le digo - Todo estará bien si tú estás bien. Y tienes que estarlo, por los dos.

Conforme los minutos van pasando permanezco agarrado a ella. Poco a poco siento como si algo en mi interior se fuese desgajando.

Por delante de mis ojos cerrados va pasando todo lo sucedido desde que me desperté en la Nostromo, pero me siento como si hubiese cosas perdidas por el camino. Recuerdo que Claude no fue la primera en besarme, pero no consigo formar en mi mente la cara de quien lo hizo. Además, había otra chica... ¿O era un hombre? Alguien que me confió una pistola... Dios, ojalá la tuviese ahora. Podría liberarme de todo esto, y dejar de tener miedo.

Conforme los minutos pasan voy siendo menos consciente de lo que me rodea. Sigo aferrado a ella, su olor me resulta agradable... pero me cuesta recordar cómo he llegado aquí. Esto no es la Nostromo, eso seguro. Tengo la convicción de que es importante quedarme así hasta el final, simplemente sujetándola... No sé muy bien por qué, pero eso no importa. La certeza de que no debo soltarme es más importante.

Poco a poco voy comenzando a recordar quién soy. Soy el que había olvidado. Sí, eso tiene sentido. Por eso no recuerdo mi nombre. Soy el que había perdido su pasado. Lo cierto es que no estoy seguro de haberlo tenido, pero algo me dice que es mejor no decirlo en voz alta. Me siento tranquilo. No tengo claro lo que va a suceder, pero tampoco me preocupa. No tengo mucho con lo que compararlo.

Poco a poco el cuerpo de William se va volviendo transparente, Claude llora al ver como lo está perdiendo, hasta que finalmente su abrazo atraviesa el cuerpo de su amado y este termina de desvanecerse por completo... lo habéis perdido...

Todos miráis la escena, algunos más compungidos que otros, pero no hay nadie que sea capaz de pasar totalmente de ello.