A pesar de ser algo anunciado, cuando William desaparece entre sus brazos, Claude siente cómo se rompe por dentro. Sin decir nada, sollozando en silencio, sube los pies al sofá y esconde el rostro entre los brazos, apoyados sobre las rodillas.
La camarera observa con una mueca de fastidio cómo desaparece William. - Nunca había perdido una consciencia. Esto no va a quedar nada bien en mi currículum. - Sin embargo, no tarda mucho en recuperar su sonrisa y se apoya indolentemente en la barra mirando al resto de consciencias presentes en el lugar.
- Creo que vamos a pasar aquí una buena temporada... ¿Alguien quiere otra ronda?
El nuevo cambio realmente fue a mejor. La desaparición de William fue algo entrañable y la escena, digna de una escena final de una película. De no ser porque William no me caía bien, quizás me habría entristecido.
Tomo un asiento al estar de nuevo en el bar y alzo mi mano. - Otro Whiskey, con hielo, y si tienes de reserva mejor que mejor.
Días... meses... quizás incluso años...
El tiempo pasa, y todo cada vez es más irreal, cada vez lo percibís todo desde más lejos, como si fueseis perdiendo las ganas de vivir.
Por el tiempo que ha pasado, lo más probable es que la nave haya explotado o algo así, y el módulo Valhalla haya permanecido intacto o algo similar, la verdad es que no parece que vayáis a poder salir de ahí... nunca.
-Esto es peor que la propia muerte.-La sombra de lo que un dia fue Manfred era lo unico que repetia una y otra vez, una y otra vez...
Miraló como un purgatorio Manfred. Una forma de pagar por nuestros pecados.
Y no me pongas cara de sorpresa que todos tenemos de eso. Beatos no había en la tripulación más que el padre Franchesco.
Al menos Amy regenta un bar muy bonito. No dudo de que podría convertir la sala en uno de los circulos del infierno. Lo cual Amy -levanto mi zumo para brindar por ella -es de agradecer.
-Esta claro que dios no existe y yo no tengo pecados. Siempre he seguido mi instinto y no e echo daño a nadie. Maldita sea crecí con la idea de proteger a la gente, no de matarla. Y pese a que os moleste. Asi lo he echo siempre.-No pensaba dejar que una niñata le dijera que ha echo o dejado de hacer.
Un buen día, no sabéis cuanto tiempo después ni la hora a la que ocurre, todo el lugar se vuelve completamente blanco, a penas distinguís suelo de lo que no lo es, pero todo es blanco, cegadóramente blanco. Inicialmente quedáis confusos, después aparece una figura en medio de todos.
Sabes lo que significa lo que está ocurriendo, habéis llegado a puerto y van a intentar descargar vuestras consciencias, el problema es que para hacerlo tienen que usar toda la energía del sistema, lo que provoca que el resto de conciencias no puedan salir, es un todo o nada, quien salga, sale, quien no... será su final.
Aparezco ahí en medio del sistema virtual valhalla, inicialmente me siento confuso, pero pco a poco me adapto.
-Hola, mi nombre es Isaac Campbell, de Vector, la nave Normandía ha llegado finalmente a Marte, y hemos sido informados de todo lo que ha ocurrido.
Suspiro.
-Bien, no sé si saben cómo funciona esto, pero es la primera vez que yo lo hago, no obstante no se preocupen, yo solo estoy aquí para informarles, del proceso de descarga se encargarán auténticos expertos.
Tomo aire de nuevo.
-Para poder sacar sus conciencias de aquí debemos hacer acopio de una gran cantidad de energía y desestabilizar este sistema, eso quiere decir que desde el momento en que esto comience, será una apuesta de todo o nada, iremos intentando sacarles de aquí, pero debido a la gran cantidad de mentes que hay y del tiempo que llevan aquí... incluso hay una especie de mente contaminada que dificulta aún más las cosas... Bueno, el hecho es que hay altas probabilidades de que no lo consigamos, y cuanto más desestructuradas y acostumbradas a este lugar estén sus consciencias, más difícil será. Pero una vez termine el proceso, el sistema no será capaz de mantener el resto de mentes aquí, y los que no hayamos conseguido sacar... simplemente se perderán para siempre.
Miro a todos, uno a uno.
-Quiero desearles suerte, incluso a los que se han dedicado a causar muerte y caos, nadie merece morir. - Tomo aire - Les espero al otro lado.
Dicho esto me desvanezco de nuevo.
Tiene un físico parecido a George
El lugar comienza a tambalearse y empezáis a poneros nerviosos, es el momento, vivir o morir, todo se reduce a eso...
Sientes un tirón en el pecho, sientes como toda tu energía comienza a arremolinarse formando una sola unidad que intentará ser extraída, recuerdas todo lo ocurrido... como empezasteis la misión, como te fuiste implicando con la tripulación... y a él... Ya... ya ni siquiera recuerdas su nombre... ¿Era Hume? ¿Desmond? No lo recuerdas...
William...
Su nombre viene a tu mente unido a su imagen, aunque no tienes cuerpo sientes una lágrima bajar por tu rostro y todo se apaga.
Todo ha sido demasiado caótico... y esa sensación no se reduce cuando sientes como toda tu energía comienza a unirse para salir de ese lugar.
Poco te acuerdas de por qué emprendiste esta misión... ¿Fue porque querías fama? No... ¿Fue porque te obligaron? Tampoco... ¿Fue por él? sí... ¿Pero quién es él?
Un nombre y una cara surcan tu mente, pero no los ubicas... ¿te has olvidado?
William...
Lo recuerdas... William... ese paciente tuyo... ese hombre que consiguió conquistarte... ¡¿Cómo no pudiste acordarte antes?! ¡Era él! ¡Y estuvo ahí!
Cierras los ojos y todo se vuelve negro, por última vez.
Algo empieza a tirar de ti, algo fuerte que intenta arrancarte de ese fatídico lugar. Lo quieres abandonar, estás deseando, ni siquiera sabes cómo has llegado aquí... Moriste, sí, pero... ¿Por qué te embarcaste en una misión así?
No lo recuerdas... no puedes recordarlo...
Y entonces una imagen viene a tu cabeza.
Tus padres... es por ellos... habían sido secuestrados... y te extorsionaron con ellos...
¿Tiene sentido volver? No... no si no es con ellos...
Sientes un gran dolor en el pecho y la luz se apaga, para siempre.
Algo extraño comienza, tu propia esencia se vuelve compacta, y espera paciente. Sabes que debes mantenerte así para facilitar la extracción, pero las dudas te empiezan a asaltar...
Entonces una imagen viene a tu mente.
"Dios te perdona"
Con esas palabras, la sensación de pesar se desvanecen y sientes como una luz se comienza a iluminar, una última luz encendiéndose.
Ha pasado mucho tiempo ya desde que todo ocurrió, has podido ver cómo todos se iban volviendo cada vez más silenciosos, como si todo dejase de cobrar sentido para ellos... pero no para ti, tu siempre te has mantenido igual, firme.
La energía comienza a fluctuar en el valhalla y tú simplemente cierras los ojos permitiendo que tu inteligencia sea extraída.
Al final el Alien ha sido detenido... y eso que Madre dijo que no podía ocurrir.
Ha pasado demasiado tiempo... ¿Tu nombre? No lo recuerdas, quizás te llamaras Jhon, Paul, Isaac, Matthew, Randy... ¿Quién puede saber esas cosas? El nombre de uno es algo fácil de olvidar, ¿no?
No lo sabes, pero llega una imagen a tu cabeza al tiempo que tu energía intenta abandonar el valhalla, la imagen de un hombre al que respetas... el hombre parece orgulloso de ti... pero algo ocurre... todo se vuelve negro y todo se apaga, para siempre.
La energía que forma parte de tu "yo" comienza a unirse. Quizás lo normal sería sentir miedo ante una situación así, pero tú no lo haces, si tienes que volver, que así sea, y si no puede ser, pues es tu final. No tiene más.
En el fondo sientes lástima por la enorme cantidad de dinero que hubieras recibido de haber cumplido tu objetivo, pero ya es tarde para lamentarse.
Con esas ideas en la mente sientes como todo a tu alrededor se apaga, por última vez.
Datos... datos... datos... Todo se reduce a eso. Poco importa nada más, ahora mismo lo que más relevancia tiene es salir de ahí, y tiene una importancia de un 97.56%, eso acompañado a que tus probabilidades de salir son de aproximadamnete 24.3241% hace que estés al menos un 82% intranquilo.
Quizás si no hubieses aceptado ese puesto de riesgo, tus probabilidades de supervivencia habrían aumentado un 71%, pero ya es tarde para eso.
Empiezas a percibir como tu energía se une en un solo conjunto, codificada, e inconsciéntemente inicias un intento de comprensión de todo eso... es un código difícil, ¿quizás el código de Dios?
No lo sabes, pero están enfrascado en ello cuando todo se apaga.
Nada tiene ya casi importancia, solo un nombre que resuena en tu mente... Riddick, Riddick... ¿Riddick? ¿Quién es? No lo recuerdas, pero debía ser alguien querido, porque no te lo quitas de la cabeza.
Suspiras, tienes miedo, debes volver con Riddick, pero no sabes ni siquiera quién es... ¿Si resucitas dónde lo buscarás?
Riddick... Riddick...
¿Quién es Riddick?
Tu hijo.
Ese es Riddick, tu hijo, por el que te embarcaste en esa misión... pero sabes algo... la cagaste, y ahora tu hijo habrá pagado las consecuencias... sabes que está muerto, no sabes por qué, pero lo sabes... Quizás es simplemente la corazonada de una madre.
Y en ese momento, sencillamente te derrumbas... no puedes... no puedes volver...
La luz se apaga, y lo hace por última vez...
Riddick...