Así comenzó tu historia...
Tanto tiempo ya... Señor de los infiernos, nombre olvidado, Demódinus, gobernante de mano férrea, siglos ha desde que tomaste el poder, poco tiempo desde que tomaste a Alana como una hija que encajaba de algún modo en tus planes, su visión era buena... Casi ni recuerdas el por qué o el como, pero no importa. Un día tu reino se vió afrentado por algo descomunal, y partiste en la lucha...
Rakedus, maldito mago el Loco, luchasteis, lo derrotaste con el sacrificio del inútil de Cell... Incluso tomaste su Mente para hacerte con su fuerza. Una elfa del bien se te unió como tu sierva, del mismo modo que Alana, una bola de pelo llamada Sorya te arrebató tu poder, tus aliados te traicionaron y volviste a la vida... Y una oportunidad, traicionarles, concedida por tu antigua sierva y nueva igual, no, no Alana, si no Vivianne, ahora Elfa Oscura. Os alzasteis, y todo cambió...
Y ahora continúa tu historia...
Un sentimiento olvidado... ¿Humanidad? ¿Acaso estás enfermo? No, no es eso...
El bien y el mal luchan en tu corazón, en tu interior. Has seguido un camino que nunca debiste de abrir, pero es tarde para arrepentirte de ello. O tal vez no. Tu poder se ha reducido a la décima parte de lo que era y una encrucijada se abre ante ti...
El cambio es que estás sólo para tomarla.
La luz está al alcance de tu mano, pero las tinieblas no te dejarán alcanzarla, no obstante... no parece haber luz que luche por apartarte de las tinieblas, salvo quizá aquella que tú mismo quieras llamar. Sabes que tu lugar está entre los grandes, escojas el camino que escojas... estás destinado a brillar entre los tuyos. Incluso si siguieses por el camino que ahora llevas, incluso su murieses, tu nombre sería para siempre recordado. Nadie podría evitar eso, pero entonces... ¿Por qué elegir?
Un sentimiento de tristeza en tu corazón, brillar sólo es tan... solitario, valga la redundancia. Aunque ahora, en mitad de tu lucha, se abre otra por la Amalgama... Con ese poder quizá podrías alzar a otro a brillar contigo. O quizá puedas destruir tu propia humanidad, son tantas las posibilidades que una pequeña parte de ti siente ¿miedo? pero hacía tanto que no lo sentías, si es que lo has sentido alguna vez que ese pellizco de miedo se torna abrumador. Sentirse tan débil es, definitivamente, un asco. Pero aún estás a tiempo de elegir, de cambiar.
Señor de las Estrellas: Escoges a un personaje nada más comenzar la partida, si éste personaje gana la partida sin morir, tú ganarás con él, estés vivo o muerto.
Entre el Cielo y el Infierno: Si mueres antes de que concluya el tercer amanecer, volverás automáticamente a la vida, perdiendo tus Capacidades por dos amaneceres completos y uniéndote a los siervos de Rakedus. No obstante, si consigues llegar hasta el tercer amanecer sin morir, un aura de bien te protegerá y recibirás un voto menos en cualquier votación en tu contra.
Guardaespaldas: Al amanecer escogerás un personaje que no seas tú mismo para que goce de tu protección, pudiendo coger varias veces seguidas el mismo personaje, tal que le protegerá de cualquier fuente de ataque inclusive salvo del linchamiento público. No obstante, si salvas dos veces seguidas al mismo personaje, tú mismo caerás al terminar el día.
Cupido: En cualquier momento puedes escoger dos personajes, a partir de ese momento ellos serán los enamorados y se defenderán entre sí y morirán el uno por el otro. Pero hay más... Aunque nunca puede haber más de una pareja de enamorados, si éstos llegan hasta el final, su amor te traerá a la vida para ganar de su lado. Y por si fuese poco, puedes morir por ellos en cualquier momento.
Una luz invade tu ser.
Te sientes impresionado, rodeado. Varias siluetas se dibujan enfrente tuya, las identificas rápidamente como Cell, Rakedus y Zyba.
Una mano amistosa te hace girarte y entonces ves a Eir. Ella te sonríe y su sonrisa te calma.
Esto es el Juicio, tranquilo. Estaré aquí para guiarte. Ellos pueden ofrecerte su apoyo si lo deseas, pero la elección final dependerá en exclusiva de tí. No dudes en preguntarme a mí o a ellos si tienes alguna duda, pero recuerda que aquí se pondrá en juego tu Alma, el Don único que te identifica con el resto de la existencia.
Dicho esto, Eir retrocede un paso.
Tirada oculta
Motivo: Rol y Sorpresa
Tirada: 2d100
Resultado: 76, 13
Tirada oculta
Motivo: ¿Quién?
Tirada: 1d3
Resultado: 3
Traidor entre traidores. En la neutralidad está la virtud. Sobrevive.
Las palabras de Zyba son sencillas y suenan indiferentes.
Tirada oculta
Motivo: ¿Quién?
Tirada: 1d2
Resultado: 2
Ya has estado de mi lado.
Dice Rakedus. Te observa, te evalúa.
Y me traicionaste. No te guardo ningún rencor. Es más, únete a mí nuevamente... Y te daré el poder para vengarte de aquellos que osen atacarte. Eso ya lo has hecho. Eso lo controlas bien... ¿Cierto?
Tienes ante tí un posible camino a la redención. Es duro, lleno de espinas. Pero eres fuerte. Recórrelo, aprende del camino... Y alcanzarás la luz.
Las palabras de Cell son contundentes... Pero no es nada halagüeño.
Miro detenidamente a todos los presentes, mi rostro no dibuja miedo ni inferioridad alguna.
-Se me está ofreciendo la posibilidad de aliarme con uno, ¿verdad?
Entiendo que tengo plenos conocimientos de Demonidus, ¿no?
En efecto, tienes la oportunidad de unirte a uno de ellos. Tu alma vibrará con ellos. Es un juicio donde tú te judgas a tí mismo. Cuidado con tus decisiones, y recuerda que yo estoy a tu lado...
Ella observa.
En efecto, los tienes.
Sigo mirando s todos, juzgando sus palabras.
-¿Y por qué habria de aliarme con alguno? Uno solo se interesa por si mismo, los seguidores de otro me traicionaron, y el ultimo es el mas debil de todos.
Puedes no aliarte con ninguno, si no lo deseas. Cualquiera de los presentes puede luchar de tu lado si lo deseas. Tal es el Juicio. Y tú el juez.
Sólo usted entiende mi mente. Usted comprende la rabia y la locura. Y la venganza. Vuelva a dejarse arrastrar por ella. En la oscuridad está el verdadero poder... Y lo sabe.
Mis intereses son los de todos. He luchado una y otra vez de vuestro bando. Acepté tu cambio, por muy poco proclive que soy a los cambios. Si has empezado algo, te ayudaré a terminarlo, por eso debes de unirte a mí.
A mí, en realidad, me dá igual.
Se encoje de hombros.
Hagas lo que hagas, me abriré camino.
-¿Y qué pretendéis conseguir cada uno con esto?
Conseguiré. No pretendo. Habéis venido hasta mí para atacarme. Sobreviviré.
El poder que siempre debió de haber sido nuestro. No dejes que ellos lo tomen. Tú sabes bien del poder del que te hablo...
Erradicar la locura, el caos, y las sombras.
Me quedo mirando a Zyba.
-Pero pretendes destruir la cordura del universo, ¿no es así?
Si esto es nada más terminar la otra partida, digo yo que ahora mismo no me deberían caer bien Radekus ni Zyba, ¿No?
Zyba no te ha hecho nada. Rakedus te dió su poder y lo usaste para traicionar a los demás. Cell era "el malo" de los lobos a los que pertecenías... Pero al final ganaste de su bando.
Son, básicamente, neutrales, pero puedes interpretarlo como quieras.
A la madrugada te respondo.
Destrucción y Locura a Rakedus. Yo soy Kaos.
Responde mientras señala a Rakedus con un ademán de la cabeza.
Cierto es que quizá algunas cosas pierdan algo de coherencia... Pero es mejor así. Sólo es una posibilidad, nada imposible.