¡No ocultes tu naturaleza! ¡Alzad todos la voz! A diferencia de los otros...Yo no necesito juegos sucios.
-He alzado la voz, he gritado a los cuatro vientos que te elegí a ti, y solo he recibido respuesta de una seguidora de Zyba. Solo ella, entre todos, se ha dignado a darme información sobre lo que está ocurriendo. Es curioso que tú, que se supone que tendrías que ser mi guía, me niegues la información mientras que ella, la seguidora de quien debería ser mi enemigo, me ha ayudado a comprender mi situación.
Y dices que no necesitas juegos sucios, pero no eres tú el que se está jugando la vida ahora mismo, eso es muy egoísta, lo sabes, ¿no?
¡Me he jugado la vida por vosotros! ¡Y me estoy jugando la eternidad ahora mismo! Escúchame, Ferriel... Si no te escuchan, están sordos. Todos ahí están ciegos, luchan contra un mal y una traición, pero hay algo peor... El Kaos está descontrolado. La Traición campa a sus anchas y la Locura anida entre ellos. El amor es un bastión al que aferrarse. Si quieres... Te ayudaré. Una única vez... Estas palabras bastarán para que los míos te reconozcan, y sepan que eres un aliado. Diles que de mi lado nada temieron, y tampoco tendrán que hacerlo del tuyo.
En un momento, una oleada de dudas asalta mi corazón.
-Cell... No me avisaste... no me dijiste que lo que implicaba el amor según las reglas de esta batalla. No me advertiste que tus propios "esbirros" no dejarían con vida más que a los que habíamos dicho que te seguiríamos. Dijiste que el amor es un bastión al que aferrarme, pero ahora me encuentro con que, si quiero salir de aquí, tengo que matar a todo el mundo. ¿Eso es lo que tú consideras justo o correcto? ¿Asesinar para amar? ¿De verdad tengo que matar a todos los seguidores de Zyba y los tuyos?
No puedo oponerme a la fuerza del amor, Ferriel. Pero te queda la palabra... Yo sólo quiero que todo sea como debería de ser... Si ellos comprendiesen que es lo mejor, dejarían de luchar.
-Eres consciente de que solo me dejas una opción, ¿no? Que solo puedo matar para no morir o aliarme con Zyba para estar del lado de Ehalli.
En una partida con 6 bandos, si los enamorados tienen que ser del mismo bando para no matarlos a todos, ¿te has parado a pensar que es imposible que ganen?
Es ella quien ha traicionado mi lado.
Su voz es claramente la de alguien ofendido pese al esfuerzo.
Aún te queda la opción de las estrellas...
-¿Recuerdas que esa opción también implica que el resto que no estamos con Zyba muramos? - Digo gruñiendo - Dices que eres justo, pero quieres exterminar a todos los que no siguen tus ideales. Cada vez me parece más acertada la decisión que tomó Ehalli.
No son mis ideales... Son los ideales de un mundo en armonía y paz. ¿Acaso quieres ver a Rakedus destruyendo lo que amas? ¿A Zyba arrebatándote lo que deseas...?
-¿Y qué tienen que ver en ello los que hayan podido engañar? ¿También piensas matar a sus hijos y familias? Y por ahora ellos no me han arrebatado nada, tú sí me estás intentando arrebatarte algo que quiero, eso u obligarme a causar una masacre que no puedo causar.
Ofréceles la redención, cambiar de camino. Si de veras son puros... Aceptarán el camino. No mataré a nadie que no se oponga en el camino, millones de vidas serán salvadas de este modo... Si estuviese allí se lo explicaría, pero... No puedo.
-Eres un estúpido si crees eso. Como mucho, cinco personas que no estén de tu lado serían capaces de hacer seo, el resto no. Pero se curioso que defiendas el amor cuando eso implica tener que exterminar tanat gente.
Gracias por decir lo del antiguo demonio. Así quien no lo supiera ya, ahora sí. Me siento realizado, después de tratar de no decirlo de forma directa en ningún momento, ya lo saben todos.
Tus súplicas han sido escuchadas, ha llegado el momento. Ferriel.
Guardaespaldas: Al amanecer escogerás un personaje que no seas tú mismo para que goce de tu protección, pudiendo coger varias veces seguidas el mismo personaje, tal que le protegerá de cualquier fuente de ataque inclusive salvo del linchamiento público. No obstante, si salvas dos veces seguidas al mismo personaje, tú mismo caerás al terminar el día.
Tenías que haberlo recibido por la mañana, así que te dejo escoger un objetivo para desde ya.
Me miro extrañado.
-¿A qué viene esto, Cell?
Es el Orden. Un cambio en tí. ¿No es lo que deseabas?
-Me extraña que de pronto, cuando estoy hablando abiertamente del trato que me has dado de indiferencia, sea justo el momento en que decidas ocasionar un cambio en mi.
Ni más ni menos que cuando llega el momento, Ferriel.
-¿Incluso a ti no te parece demasiada casualidad?
Se encoje de hombros.
Sólo soy portador de los designios del Orden. Alguien ha sacrificado mucho para que lo tengas.