Es lo justo, el amor necesita una espada y un escudo. Eres su guerrero, aceptaré tus decisiones.
-¿Lo justo es que no vaya a permitir que la justicia gane?
Lo justo es que el amor brille. Tienes las armas, cómo blandirlas es tu decisión. El mal debe de ser destruido. El caos no puede ser libre. Pero debo de aceptar el amor... Si no lo hiciese, ninguna de mis batallas hubiese tenido sentido.
-¿Y qué sabes tú del amor? - Digo sorprendido por sus palabras - Porque diría que no mucho. Son tus dones los que me han obligado a hacer esto.
Tú elegiste cómo usar el amor. Y sé... Sé del amor.
-Yo usé el amor sin saber lo que ello implicaba, y si tú sabías lo que implicaba, podrías haberlo dicoh - Relajo un poco mi tono, me estoy pasando - De todas formas, ¿qué es lo que sabes tú sobre el amor? ¿alguna vez has amado?
Eso es lo malo del amor... No lo sabes hasta que es tarde, y cuando es tarde, no puedes vivir sin él. Sí, Ferriel, pero no he venido a hablar de mí... Tenemos que salvar la situación. Estamos... En muy malas circunstancias. Deberíamos de evaluar la situación...
-Quizás incluso ambas cosas puedan estar relacionadas. A estas alturas me creería cualquier cosa. ¿De quién te enamoraste? - Digo con un tono que deja atrás los malos modales con los que lo he tratado antes.
He tenido dos grandes amores en mi vida, Ferriel, pero seguro que no te interesan las historias de este viejo paladín. Tenemos que batallar, y estoy de tu lado. La oscuridad es cada vez menor, y nuestras fuerzas mayores.
-Historias de un viejo paladín par aun viejo lo que sea yo. - Dejo escapar una leve risa - Y lamentáblemente no creo que cada vez la oscuridad sea menor.
He sido escogido como un Campeón del Orden, pero antes, mucho antes... Era como cualquier otro, de una familia pobre al sur de mundo en el que vivíamos. Allí hacía mucho frío, y en invierno la nieve alcanzaba los dos metros de altura con mucha facilidad. Apenas éramos unos centenares de habitantes en mi pueblo. Había una chica siempre sonriente que se preocupaba por todos nosotros, para ella yo era como el hermano pequeño que nunca tuvo, pero para mí... Ella era mucho más. Era el motivo para levantarme todos los días, la razón para salir a hurtadillas a correr por el campo. Realmente ella era salvaje como la naturaleza, hermosa como la luna y con una entereza que podría hacer temblar a las montañas. Fué después de invierno, en los primeros días de la primavera, cuando íbamos a jugar al lago helado... Yo me había escapado sólo para estar con ella, un acto autodestructivo de per sé, pero yo no era consciente. Estuvimos sobre el hielo, patinando, disfrutando... Y entonces... Se quebró. Metí la pata en una infructuosa convergencia de casualidades que terminaron por que todo el hielo quebrado me rodease. Temblé de miedo, pero ella me hablaba, me sonreía... Antes de darme cuenta, ella me apartó del hielo quebrado, pero terminó de ceder bajo sus pies... El agua se la tragó. Quise ayudarla, pero no pude, estaba paralizado... Miedo, Ferriel, la persona que amaba se moría frente a mis ojos y yo no podía hacer nada. Quise lanzarme a por ella, era lo justo, pero... La Luna brilló, se llevó su alma... Y yo me quedé allí, temblando, llorando, incapaz, impotente. Mis manos brillaron, comprendí que me había equivocado... Si hubiese hecho lo que debía, si hubiese estado con mis padres... Ella no hubiese muerto. Y... Verla de nuevo en esta amalgama ha provocado que mi corazón vuelva a quebrarse. No puedo dejarme llevar, Ferriel, debo de luchar por defender todo lo que ella defendió, por lo que ella me enseñó. Esa... Esa es la historia del primer amor de este viejo paladín.
Me quedo en silencio y suspiro. Quizás he sido demasiado duro con él, ha vivido igual que nosotros, y puede que ahora esté equivocado en sus decisiones y actuaciones, pero hace un tiempo fue una persona que no buscaba más que amar y ser amado.
-Lo siento, Cell. - digo con sinceridad - ¿Me permites preguntarte por quién es esa dama? SI puedo, la mantendré con vida.
Ahora es conocida como Sneav. La Luna me la arrebató. Ahora vuelve a ser libre... Pero nunca olvidaré el brillo de sus ojos. Es ella, sólo puede ser ella.
Cierra sus ojos.
No te disculpes, no has errado por que no lo sabías.
Me acerco a Cell y le pongo una mano en su hombro.
-Al menos está de tu parte en esta batalla, debería ser muy duro que tengas que enfrentarte a ella como me ha tocado hacer a mi con Lianne, y como quizás me toque con Ehalli. - Suspiro - ¿Y ella se acuerda de ti?
También sé lo que se siente en tu piel, Ferriel. También lo sé...
Su mirada se pierde en el vacío.
No, nada. Perdió sus recuerdos al ascender con la Luna. Nuestros caminos se separaron...
-Quizás haya alguna forma de devolverle esos recuerdos, de hacer que de alguna forma podáis volver a estar juntos. - Vuelvo a suspirar de nuevo y sigohablando con un tono calmado y de confianza que solo un anciano sabe usar - ¿Y has tenido también que enfrentarte con tu amor? Lo siento, es quizás incluso más duro que ver un amor que no puedes alcanzar... ¿Qué fué lo que ocurrió?
Mañana, Ferriel, mañana te contaré... Necesito meditar. Pronto entraremos en acción y necesito... Concentrarme. Sólo podré estar con ella si así lo desea... El poder de esta Amalgama debería de ser capaz de hacerle recuperar sus recuerdos... Si ella quiere. Pero eso sería egoísta, y no me lo puedo permitir, debe de ser ella, con su parte correspondiente, la que decida.
-¿Y no crees que quizás si hablo con ella pueda hacerla recordar algo? Quizás podamos devolver sus recuerdo de alguna otra forma. Siendo realistas, no vamos a ganar esta batalla, y al menos podrías despediros esta vez.
No sería justo...
Tira 1d20. XD si sacas 16 o más te digo algo, si no, sigue.
-¿Justo? Justo sería que recordase quién es, que recordase su vida y que pudiese decidir cómo quiere vivirla. Ahora mismo, solo es parte de ella misma, eso es lo que no es justo.
Motivo: Tirada
Tirada: 1d20
Dificultad: 16+
Resultado: 11 (Fracaso)
Uy XD