Partida Rol por web

[HLdCn] Asesinato en el Orient Express

Bloqueados por la Nieve

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29/10/2014, 18:28
Jhon Stinson

Niego con la cabeza mientras miro a Frank.

No quisiera ofender señor Heath, pero dado que algunas personas escucharon ruidos provenientes de su habitación y no se a aclarado si fue usted o el señor Otterbourne, no creo que deba quedarse usted al cuidado de Ada.

Dicho esto pongo las manos al rededor de mi taza para calentármelas y acto seguido dar un sorbo

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29/10/2014, 18:45
Richard Lancaster III

- Yo ya he dejado clara mi postura: una niña durmiendo en un compartimento a solas con un caballero que no es de su familia me parece demasiado contraproducente - dijo, observando cómo se mostraban las verdaderas caras de todos los presentes - Aunque retiro mi idea sobre sor Lorenza: si opina que la niña tiene algo que ver -cosa que me parece ridícula- no puede quedarse con ella. Mejor que con el señor Poirot y su esposa no estará.

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29/10/2014, 19:33
Phineas Poirot Lansbury

Phineas Poirot Lansbury le había llegado el momento de escuchar y observar. El debate estaba servido y se servía caliente. Las expresiones, corporales y faciales, las tensiones en la voz y en las palabras, y las reflexiones extendidas ante aquél improvisado juicio en qué las mismas personas eran testigos, víctimas, culpables, jurados, jueces, y verdugos. Todo daba información que intentaba retener a fin de llegar alguna conclusión.

Por su parte se debatía entre dos anchas posibilidades. No desconfiaba del testigo emitido por su compatriota americano, y los detalles no siempre eran irrelevantes. ¡Al contrario! Pero... habiendo dos personas compartiendo aquél espacio, tanto podía resultar culpable el uno como el otro, y a falta de más pruebas que un prolongado silencio, el detective, de momento, no osaba arriesgar su voto a un simple cincuenta por ciento. Además, que, como apuntaba, podía tratarse de otro asunto, y no haber ningún asesino al compartimento once. Hacía el final, su esposa confirmó aquello. Él mismo no había oído nada, pero sabía que Abbey solía percibir en la noche muchos sonidos que él, cuando dormía o yacía bajo el embrujo del alcohol o de las pastillas, le pasaban desapercibidos.

Calado en aquél dilema que exigía presteza y que le faltaban aún pruebas para emitir una certeza, se sorprendió al oír de forma tajante, y sin sentido, una acusación directa que, si no señalaba algo, al menos era lo que podría ser la pista más clara que había hasta el momento. 

Sin duda el detective compartía la opinión de aquél joven desempleado, de su esposa y de tantos más. -¡¡Menudas sandeces!!- Espetó incapaz de frenarse más.  -Huh. ¡Endemoniada!- Se rió ampliamente a carcajadas sin preocuparse por si a alguien le ofendía. -Pero ¿Qué es esto? ¿Scotland yard? Ya me perdonarán, pero no soy un hombre de fe, mi devoción se entrega por completo a la ciencia. Soy un hombre pragmático. Los crímenes los cometen hombres no diablos. Lo que habla no es Dios sino los hechos.- Se levantó de un saltó de su sillón y cruzó todo el vagón hasta acercarse a la barra donde estaba su esposa, a quién intercambió miradas de palpable incredulidad, aunque cabe decir que Phineas le divertía aquella... fantasía.

Antes de proseguir, puso una mano encima del hombro de la pequeña huérfana a quién le dedicó una sonrisa afable, que no resultaba natural en su habitual serio semblante, pero que hacía un visible esfuerzo por calmarla. -¿Tengo que dar crédito al hecho que ven en ella la "gran" asesina de sangre fría y calculadas fechorías? ¡Claaaaaaaaro que sí! -Ejecutó un operístico aplauso. -¡No hay más que verla!- Rio de nuevo. -¡Vencido mi intelecto por el de una niña!

Perdió la sonrisa en un segundo. -No creo que me hayan prestado la suficiente atención. He dicho que nuestro querido revisor quedaba fuera de dudas porque sus brazos carecen de la fuerza suficiente para ejecutar esas profundas cuchilladas. No son cortes, son cuchilladas que perforan varios órganos internos. Yo mismo he probado los efectos de un cuchillo contra cadáveres y cerdos.- Rebeló con indiferencia, como quién cuenta algo normal. -Y, les aseguro, que se necesita de una fuerza considerable para alcanzar esa profundidad. Buscamos hombres y mujeres adultos y sanos. ¿Creen que esta niña podría?- Entregó una rodilla al suelo para ponerse a su estatura y le pidió, con cariño, el brazo, el cual custodió entre sus largas manos y lo levantó, como si hiciese falta enseñarlo. -¿Creen capaces estos delgados brazos más capaces que los del revisor, quién, recordemos, ha llevado el equipaje a cada uno de ustedes?- Esperó que el silencio hablase. No tenía fundamento. -Si no la he excluído junto al servicio, es porqué creí obvio que no había podido tomar parte, en este acto atroz. He visto muchos casos extravagantes, pero éste se llevaría el premio. A no ser... como ha señalado el licenciado, que los asesinos sean cinco y efectivamente su papel no fuera más que el de abrir la puerta a los otros cuatro. Pero alegar que cinco personas han asesinado a una institutriz por una o varias regañinas suena tan a patraña como culpar al diablo... permítanme que no siga ese camino. Necesitaran de un móvil más sólido si quieren que otorgue mi voto a una teoría tan insólita.

-No, no, no. Por el momento, una sirvienta de Dios empeñada a enviar a una niña a las llamas, a falta de tiempo y pruebas, creo que es el culpable más evidente. No sé si es usted tan solo una ingenua ignorante deficiente o el más pésimo criminal con el que me he cruzado. No me gusta emitir un veredicto, sin saber a contra cualquier otra posibilidad todos los hechos, pero veo que un juicio apremia, y si tengo que dar un voto, el mío, me temo, que debe de ser por ella.- Señaló a Sor Lorenza.

-Podría de la misma manera señalar a nuestro inexperto abogado.- Aseguró girándose movido por una exagerada vitalidad impropia de su edad. -Sí, a la joven señorita se le ha otorgado el derecho a voto. Y de la misma forma puede usted señalarla, pero señalarla y poner como único argumento el hecho de "poder" ejercerlo... eso no es justicia, ni equilibrio. Puede ejercer usted su voto sobre ella pero esperamos que disponga en un futuro de algo más sólido para hacerlo. 

Suspiró. -Mantengo mi voto. Pero, no solo me impulsa al mismo solo los motivos expuestos. Por norma general, suelo desconfiar, estudiar e inspeccionar antes que al resto de sospechosos, a quién llegó antes que nadie a la escena de un crimen. MI experiencia me enseña que seis de cada diez casos el criminal suele ser el mismo que atiende primero a las víctimas. Noten que veo como víctima y no autor a la pequeña. ¿Por qué lo hacen? Suelen creer, no con mucha razón, que así desorientan a las autoridades quienes lo tomarían por una actitud demasiado osada y les descartaran. Detalle, prematuro y faltado de investigarlo, por lo que habría omitido por el momento. Pero su voto sobresale a lo corriente, y suelen ser esas rarezas que pretenden despistar, las que simplifican los casos. Además, tenemos una monja que prodiga humildad pero que se paga un viaje en un tren de lujo a primera, que dice recorrer a lo ancho y largo del mundo y prodiga haber tenido toda clase de experiencias. Y que, por si fuera poco, "su señor le procuró esta noche, que algo así pasaría". Ya me he confesado. Soy un hombre pragmático y sin poder consultar a los registros de su orden, incluso me atrevo a dudar de que haya sido ordenada. 

En cuanto a la responsabilidad y custodia de Ada no dijo nada, puesto que estaba en completo de acuerdo con su esposa y la opinión mayoritáriamente extendida. No podían dejarla sola en la escena de un crimen atroz. Sencillamente, tras las palabras del señor Lancaster, el señor Poirot miró al revisor y asintió.

Notas de juego

Esta vez si siento no poder comentar todo. XDDDDDDDD me veo superado y tengo el tiempo justo para la votación. ^^ Igual queda algo desordenado, sorry :P

Editado por una falta que he visto (habrá otras mil que no por falta del corrector XD)

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29/10/2014, 19:40
Ferdinand Friedman Götze

Cuando la señora de alta alcurnia manifiesta que ella también ha oído ruido por la noche en el compartimento 11, no puedo por menos que enarcar una ceja. Siempre he sentido curiosidad por los comportamientos curiosos.

- Y entonces, Sra. Lansbury, -me dirijo a ella- si usted escuchó esos ruidos ¿por qué no lo dijo antes, por ejemplo cuando el señor Poirot nos dejó muy claro que aquél era el momento para decir si habíamos visto u oído algo fuera de lo usual? -hago una pausa- ¡Oh!, seguramente fue para llevar la contraria a su marido, no me cabe la menor duda. O tal vez lo olvidó, o no lo consideró importante, o... ¿o?

Lo dejo en el aire por si la esposa del detective desea aclararnos el descuido o por si prefiere obviar mis palabras.

Notas de juego

edit: esto iba antes de que Poirot hablase -que me ha pisado el post-, pero bueno, lo dejo tal cual XD

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29/10/2014, 20:09
Abbey Lansbury de Kent

Mantuve la mirada de aquel hombre extraño. De aquel hombre que parecía estar sordo por la manera en que ladeaba la cabeza el día anterior, pero que escuchaba a la perfección a mi marido. Me encantaba que escucharan a mi marido y sus teorías.

—¿Cómo dice?— pregunté, aunque lo había oído de la primera palabra a la última—. ¿Por qué preferí no narrar cómo un pasajero iba al baño a hacer sus necesidades, y sí apoyar y llevarme de aquel compartimento escarlata a la pequeña Ada?

Hice un gesto con la mano a la muchacha, señalándola.

—Sí, tiene usted razón. ¿Por qué lo haría? ¿Por qué pondría la seguridad y la salud de la muchacha por delante? ¿Por qué no dije de buenas a primeras que un pasajero que fue al baño era vital para resolver el caso?— fingí pensar, fingí cavilar sobre lo que aquel hombre decía.

Lo miré, taladrándolo con la mirada. Me estaba a enfadando de verdad.

—Supongo que porque tengo unas prioridades claras, caballero— respondí, finalmente fría como el filo de una espada—. Preferí sacar a la niña de aquel infierno en la tierra que estar chismorreando sobre lo que los pasajeros hacen por las noches en el baño.

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29/10/2014, 20:19
Edward Carmichael

Edward enarcó una ceja y pensó lo mismo que dijo Ferdinand cuando la mujer del detective dijo que oyó ruidos en el compartimento 11 después de hablar varias veces y no mencionar el tema. Podría ser simplemente para proteger a la niña o porque hasta ahora se le hubiera pasado. O no, a Edward las mujeres no se le daban demasiado bien. había estado casado, por desgracia la enfermedad se la había llevado demasiado pronto como para comprender al género femenino.

-Creo que también debió haberlo dicho antes cuando yo lo mencioné- dijo el empresario- pero de momento no voy a pensar que miente... puede que tenga sus razones para no haber dicho nada hasta ahora.

Quizá como había dicho estaba simplemente ocupada protegiendo a la niña de ese cuarto ensangrentado como dijo, era pronto para sospechar de nadie. Además, estaba seguro de que él sí lo había oído.

-Desde luego, yo sí que escuché a alguien andando. me hubiera gustado oír la versión de Otterbourne porque no quiero errar en las sospechas. Pero si estoy obligado a señalar a alguien- miró al revisor, que empezaba a caerle bastante mal- me temo que será a él.

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29/10/2014, 20:39
Ferdinand Friedman Götze

- Y eso me alegra, señora, no lo dude. Me alegra que tenga usted las prioridades claras, faltaría más. -sonrío con la sonrisa tranquilizadora que da la edad y le sostengo la mirada con los ojos de quien ha vivido ya demasiado para que le sorprendan ni le abrumen las imposturas de quien se cree que se va a comer el mundo por ser joven, rica y hermosa.- Creo que hizo usted muy bien.

Simplemente que, como apunta el caballero, que me lo ha quitado de la boca, -señalo con la boquilla de mi pipa a Carmichael- quizás pudo encontrar usted el momento de comentar lo que había oído de noche.

Quizás, por ejemplo, después de poner a la niña a salvo entre sus protectores brazos -carraspeo- y ANTES de precipitarse a señalar a la monja como posible culpable, podía usted habérnoslo contado. Después de todo, haber oído ruidos en mitad de una noche en la que se ha cometido un brutal asesinato, a cualquiera debería parecerle un detalle importante, lo suficiente para no considerarlo un chismorreo ¿no cree usted?

Pues ahí queda eso, para la reflexión propia y de quien quiera acompañarme en ella.

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29/10/2014, 20:40
Ivan Mc Gregor

Tras escuchar a Richard Lancaster III y a Phineas Poirot Lansbury, Ivan no pudo hacer más asentir- Menos mal que aún queda gente cuerda en este tren. Habla usted como todo un maestro, señor Lansbury. Lo felicito.-dijo, con un arranque de ímpetu que pronto se convirtió en un sonrojo que pretendía ser disimulado mientras se pasaba la mano por el cabello distraídamente- Y estoy de acuerdo también con el señor Lancaster. Creo... No sé... Que es del todo inadecuado que una niña duerma en el mismo compartimento que un hombre mayor y desconocido que ni siquiera es familiar suyo. 

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29/10/2014, 21:10
Ada Birdwhistle

Ada se quedó callada y con expresión furibunda cuando el joven Stiltoon la reprendió por haberse exaltado y se mantuvo dando vueltas a sus pensamientos con sus pequeños puños apretados. Estaba acostumbrada a que los mayores decidieran por ella, pero le parecía que acusarla de estar endemoniada era desmesurado y absurdo. 

La pequeña no volvió a decir nada hasta que el señor Heath anunció que quería llevársela. Levantó entonces la cabeza sobresaltada y miró al hombre, con quien no había cruzado ni una palabra desde que llegó al tren y luego al revisor, mientras negaba con la cabeza, asustada. - Yo no quiero ir con ese señor. No sé quién es, ni por qué quiere que me vaya con él. Fraulein Rottenmeier siempre me decía que hay hombres que intentan llevarse a las niñas y que no me fiase de ellos. 

Por suerte parecía que a nadie le parecía aquella una buena idea y Ada respiró aliviada, pero mirando de vez en cuando al hombre en cuestión de reojo. Se aseguraría de mantenerse alejada de él por si era uno de esos

Empezó a hablar entonces el detective de nuevo y Ada escuchó sus palabras con atención. No las comprendía todas, pero al menos creía estar entendiendo lo que decía de una forma general. Lo miró con un poco de temor cuando se acercó a ella, pues el hombre la imponía un poco. Sin embargo, permitió que le cogiese el brazo y ella misma se lo miró cuando lo señaló, para después volver a mirar al hombre. Y cuando terminó de hablar había algo que había llamado la atención de la pequeña. - ¿Cómo que echarme a las llamas? ¿Esa señora quiere matarme a mí también? - Preguntó, mirando a la monja con la boca abierta, pues hasta ese momento no había llegado a entender por completo las implicaciones y consecuencias de la acusación. Frunció el ceño y la señaló con el dedo, aunque lo bajó de inmediato, recordando sus modales. - Pues yo la voy a votar a ella, como el señor Poirot. - Aseguró, enfurruñándose.

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29/10/2014, 21:17
-Revisor-

Cuando pareció que el traslado de la señorita Birdwhistle al compartimento de los Poirot ya no suscitaba dudas, suspiró y se marchó a hacer el cambio, de la manera en que pretendía haber hecho unos instantes antes.

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29/10/2014, 22:18
James R. Otterbourne.

-Yo no oi nada, y me situo en la litera de arriba como el buen revisor podra decir, por lo que es muy raro que pudiese ser yo sin que Mr Health se enterase. Esa es mi defensa y el revisor podra aclarar que es verdad. Por otro lado es totalmente deleznable el comportamiento de sor Lorenza.

Dije todo esto despues de dar un brinco de la silla tras beber mi whisky.

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29/10/2014, 23:01
Andrew Lowell

Al señor Lowell le parecía cada vez todo aquello más surrealista, ¿acusaciones como si fuéramos incivilizados?, hayase visto...

El señor Lowell mira con algo de incredublidad al revisor:

-Además de los trágicos hechos aquí acaecidos, tenemos que acusarnos los unos a los otros como si fuéramos neardentales ¿y que haremos con la pobre o el pobre desdichado que los pasajeros señalen como culpable, dejarlo en la nieve para que muera congelado?

Ahora dirige sus palabras a sor Lorenza:

-Hermana puede que tenga usted la mejor de la intenciones, pero me parece extraño que atosigue así a una cría que ha descubierto semejante barbaridad a tan temprana edad, siendo usted quien es.

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29/10/2014, 23:55
Edward Carmichael

Sin duda compartía el desprecio por la monja, había sido la primera en acusar y eso era o señal de culpabilidad o estupidez. Las dos cosas se pagaban y parecía que lo iba a hacer caro. Las apariencias engañaban, ya que el día anterior le había parecido simpática, algo estricta, pero no capaz de someter a una niña, de la que apenas sabían nada, a semejante acusación sin prueba alguna.

Finalmente, el otro pasajero que dormía en la habitación 11 habló. Negando, como su compañero, que se hubiera levantado. Edward comprendería si uno de ellos hubiera admitido levantarse, como él oyó, incluso habría dejado de lado el tema para centrarse en asuntos más importantes. Pero que los dos dijeran que ninguno de ellos se levantó hizo pensar en que alguno de los dos mentía. 

-Os prometo que lo que oí es cierto. Como dije, ignoraba completamente los pasos que tomó quien salió del compartimento 11 e incluso sugerí que podría tratarse de un asunto sin importancia. Viendo que ambos niegan haberlo hecho y habiendo escuchado pasos desde esa habitación- estaba seguro de no haberlo soñado, pues recuerda que le costó un poco volver a dormirse después de oír ruido- solo puedo pensar dos cosas. O  uno de los dos miente, o alguien quiso hacer parecer que los pasos procedían de esa habitación. Sopesándolo todo, la primera opción me parece la más plausible, y viendo que es posible que al menos uno mienta, creo que empiezo a tener verdaderos motivos para sospechar de alguien.

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30/10/2014, 00:10
Antoine

El carbonero apareció por la puerta. Su vagoneta lo precedía con su tétrico chirriar de ruedas, enmudeciendo a los presentes. Miró al revisor que, tras repasar la lista de las votaciones, le indicó quién había de ser el pasajero que debería acompañarle esta vez hasta la caldera.

La monja dedicó una mirada colérica a todos aquellos que la habían acusado, pero, armándose de dignidad, se arremangó el hábito y subió a la vagoneta, donde se enfrascó en sus rezos. Sus últimas horas habrían de ser calmadas y en paz.

Antoine, el carbonero, se colocó en el lado contrario de por donde venía, aprovechando para saludar a los presentes levantándose ligeramente la gorra, y comenzó a empujar la vagoneta para volver a atravesar la puerta, pero esta vez más cargado que cuando vino.

Cuando la puerta se cerró tras él, aun llegaba a los oídos de los pasajeros del vagón de Calais el chirriar de aquellas macabras ruedas de pasta blanca.

Ñic... ñic... ñic...

Notas de juego

RESULTADO DE LAS VOTACIONES - Turno I - :

1- Richard Lancaster III - Sir Edward Collins
4- James R. Otterbourne - Richard Lancaster III, Frank Heath, Ferdinand Friedman Gôtze, Edward Carmichael
7- Sor Lorenza - Abbey Lansbury de Kent, Ivan Mc Gregor, Phineas Poirot, Jhon Stinson, Ada Birdwhistle, Eleanor Bow, Andrew Lowell
1- Ada Birdwhistle - Sor Lorenza
1- Ivan Mc Gregor - Elga von Hollard
1- Frank Heath - James R. Otterbourne

No ha votado: Lorens Stiltoon III

COMIENZA EL TURNO NOCTURNO

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30/10/2014, 03:45
Frank Heath

Aquel rechazo tan absoluto, no solo de la chiquita pero de los adultos lo tuvo que haber venido. Era verdad que no habia hablado en ningun momento con ella, pero si al parecer una sonrisa podia ganarla no habia nada mas que hacer. "Como desees Señorita Ada, no le obligare aunque tampoco puedo hacerlo. Espero que duerma mas tranquila asi." dijo cansado en general y mirandola preocupado, hasta que finalmente retiro sus vista de ella completamente por ese dia.

Cuando las votaciones concluyeron, no estuvo sorprendido del resultado teniendo en cuenta de lo que habia escuchado de la monja. Hablar de que la chica estuviera poseida por el diablo parecia una locura dicha por locos del siglo anterior, pero como siempre la iglesia provaba que tan progresista era.

Sin embargo la presencia del carbonero lo puso en guardia e hizo erisar sus cabellos, incluso cuando se fue. El destino de la monja era uno muy desagradable en especial para alguien a quien aun no habian probado como asesina. "Me ire a mi habitacion a dormir, ha sido un dia demasiado complicado." antes de irse dedico una mirada a James R. Otterbourne. quien pronto volveria a ver en el Compartimento y suspiro ante la bastante desagradable reunion en este.

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30/10/2014, 11:15
Abbey Lansbury de Kent

Entendía que los caballeros quisieran información de lo que había pasado por la noche, de lo que había oído cada uno de los que estábamos en los compartimentos, en duermevela o despiertos, pero la niña requirió toda mi atención.

No, no podía explicar de una manera mejor por qué había decidido centrarme en el estado de salud de Ada que en contar cómo una persona o las que fueran iba al baño a medianoche. Simplemente, no podía hacerlo de otra manera.

Torcí el gesto, y negué con la cabeza.

Siento no haberlo dicho de inmediato— dije, algo enfadada—. Realmente, si vuelve a ocurrir, diré absolutamente todo lo que oiga por las noches. Incluso les puedo narrar si escucho sonidos algo indecorosos— añadí, burlona y con un deje de desdén.  

Miré a Ada, y le guiñé un ojo. Aquellas personas podían decir lo que quisieran, pero mi preocupación en ese mismo instante era que la niña pudiera dormir esta noche bien.

—Les puedo anticipar ya algo, si quieren— intervine—. A partir de esta noche, seremos en el Compartimento 10 tres personas. Si escuchan sonidos de más, que sepan que es porque somos muchos en un espacio reducido. Si oyen quejas, serán las mías, porque cierta compañía de trenes de lujo no tenía compartimentos de primera clase disponibles— fingí toser, molesta, bufando por la nariz.

Fue en ese momento cuando llegó el hombre recubierto de hollín. Apreté con suavidad los hombros de Ada, y la sonreí para tranquilizarla.

El momento se me hizo eterno, y puedo jurar que vi una sombra alargada, con una guadaña siguiendo los movimientos del carbonero. La piel se me puso de gallina, noté un escalofrío por todo mi cuerpo.

—Creo que deberíamos irnos al Compartimento— asentí, mirando a Ada y a Phineas—. Ha sido un día muy largo.

Notas de juego

Saqué algo de tiempo para postear :D

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30/10/2014, 11:38
Richard Lancaster III

- Por lo pronto, yo ya he tenido bastante por hoy de cazas de brujas - dijo Richard, incorporándose - Por cierto, informo a quien tenga intención de afilar sus cuchillos en mi espalda, que tengo una pistola en mi poder, y que no dudaré en utilizarla si es preciso. 

Y diciendo esto, se marchó por el pasillo.

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30/10/2014, 12:11
Elga von Hollard

La llegada del carbonero dispuesto a llevarse a Sor Lorenza hace que Elga se de cuenta de que ha pasado todo el día, se han producido terribles acusaciones y la duda le ha dejado completamente indecisa, es consciente de que su voto tiene poco fundamento y en retrospectiva lamenta haber sido de tan poca ayuda. Es cierto que Sor Lorenza ha hecho unas acusaciones muy infundadas, pero los indicios señalados, que la mayoría han ignorado (ella incluida) señalan en otras direcciones

"dichoso te con coñac, y yo que le decia a Otis que era una fea costumbre" tras apartar la taza se dirige al maitre

-espero que hayan acertado, este asunto parece hacerse mas feo por momentos. Yo creo que me acostaré pronto, despues de cenar, tengo muchísima hambre tras todo el dia deliberando-

Dicho esto pide una cena potente con la que sobrellevar su pesimo humor "con lo feliz que me acoste anoche"

Aun algo consige hacerla sonreir, y es la explicación de la señora Lansbury sobre los posibles sonidos de su habitación

-me temo que en ocasiones el difunto Herr von Hollard se quejaba de mis ronquidos, espero no ser linchada si alguien los escucha- y empieza a estudiar la carta

Notas de juego

me piso Abbey, pero así he añadido algo de humor ^^

y luego Richard ^^u

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30/10/2014, 12:12
Ada Birdwhistle

Ada se estremeció al escuchar el sonido de la vagoneta acercándose por el pasillo. Sintió las manos de Abbey en sus hombros y se escondió detrás de ella mientras entraba el carbonero. No quería mirar, pero no pudo evitar asomar un poco los ojos desde la espalda de la mujer y vio a la monja metiéndose por su propio pie. Un escalofrío recorrió lentamente su espina dorsal, dejando su espalda fría y sus dedos agarraron el vestido de Abbey con fuerza.

No la soltó, ni salió de detrás, hasta que el horrible chirrido se desvaneció. La niña no sabía muy bien como gestionar todas las emociones del día. El horror al despertar, la tristeza de su nueva pérdida sumada a la otra que tenía aún reciente, la indignación ante aquellas acusaciones infundadas y el temor a que a la mañana siguiente fuese ella la que estuviese muerta. Era demasiado para un cuerpo tan pequeño y Ada tan sólo pudo asentir en silencio cuando Abbey propuso que salieran hacia el compartimento, dispuesta a seguirla a ella y a su marido hasta allí. 

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30/10/2014, 14:17
Lorens Stiltoon III

Lorens no salia de su asombro, una cosa era acusar y condenar a una persona, pero la imagen de la vagoneta le hizo estremecerse y solo cuando desapareció del vagón se acerco al detective, apoyando su mano sobre su hombro para llamar su atención.

-Óigame, ¿Eso es lo que les sucede a quienes pensamos que son culpables? ¿Se les quema vivos? Porque dígame usted a donde se llevan sino a esa monja o quien quiera que sea realmente.-Ni siquiera él pensaba en aquella mujer como una devota de dios.-Y que pasa si en la siguiente noche, ¿Otro de nosotros amanece con otras 4 puñaladas? ¿Habremos quemado a una mujer inocente? ¿Esta barbarie en que nos diferencia del resto de los asesinos en la noche?-Miro incrédulo al resto.
"¡Estamos locos!"

-¿Es que soy el único que piensa así?-Busco alguna cara amiga -Este tren tiene mas vagones y personal, los acusados podrían encerrarse en el vagón de cola por ejemplo y ser amarrados y vigilados, para ser debidamente juzgados una vez llegada a la civilización. Por dios santo, estamos siendo mas que bárbaros ¡Y porque no después de quemarla, servirla en la comida!-Finalmente lo soltó, pero sus ojos abiertos como platos no comprendía como habían peleado de esa manera para que una niña no fuera siquiera acusada y se vieran con buenos ojos o con silencio aquel resultado final.
¿Acaso habían vuelto a la era donde el único divertimiento era la horca y la quema?