Partida Rol por web

Suspiré, un poco más tranquila. 
Me había avalanzado sin pensar al ver mi nombre en esa nota, y no había barajado todas las opciones que habían. 

Tenéis razón, que yo esté ahí no significa nada. 
Gracias. 

Sonreí levemente, con un poco más de ánimo. Antes de la votación me gustaría saber más de todos, y quería aprovechar todo lo que pudiese. 

Me acerqué a mis dos compañeros de investigación, Hitoshi Kurosawa y Chiyoko Inoue, y tras un largo bostezo empecé a hablar. 

Qué decís, ¿deberíamos seguir preguntando?

Comencé a danzar después de asumir que esto es un juego de "asesinatos" - Song the My hearth - me puse a cantar mientras seguía las indicaciones del oso. Cuando comenzarán las clases de verdad y dejarán de jugar a detectives. Pensaba mientras buscaba como encontrar mi cuarto y al no tener idea me animo a preguntar - ¿Alguien sabe en dónde están las habitaciones?

 Kadogemu se había quedado callado luego de su intercambio con Chiyoko. Quizá fuera porque las palabras de aquella persona le habían inhibido y llevado a la timidez. O quizá se sentía ofendido por el descarte de sus teorías de "ficción" y "destinos". Estaba sentado contra una esquina, contemplando las conversaciones de los demás.

- Esas notas que Monokuma repartirá al azar... ¿que tan confiables pueden ser?

A no ver que nadie me pide un favor, salí del lugar, para ir en la exploración de lugar, ya pasando un rato regreso al lugar inicial, pero a diferencia de mi partida, esta vez tenia un licuado en una de mis manos.

Me acerco al señor Kibou Su licuado mi señor. veo a los demás que ya están algo tensos, ¿de que me he perdido?

El muchacho estaba tranquilo, pues ya sabía cual iba a ser su final, al menos este final iba a ocurrir en unas cuantas horas, pese a todo ello, el ambiente tranquilo y relajado que emanaba alrededor de Yoru Bochi rapidamente se esfumó con la llegada del supuesto mayordomo con aquel licuado.

-E-E-E... -Comenzó a decir tartamudeando- ¿Eso es sangre?.

El rostro se había vuelto pálido, más pálido si cabe, y estaba comenzando a sudar mientras observaba aquel vaso con algo en su interior, con el color de la sangre más pura que Yoru Bochi hubiera visto.

-¿D-De donde sacaste eso? -Comentó el muchacho nuevamente.- ¿Acaso desangraste al muchacho baleado?.

A fin de cuentas, de todos los presentes, o al menos de los que estaban presentes, el único que había fallecido había sido ese, y aunque es cierto que todo esto aún era bastante temprano, la resolución parecía ser más que evidente.

-La leche... esto se pone serio...

Estaba escuchando a Monokuma acerca de que ya era de noche, a pesar que no sabia que hora era exactamente, capaz que era de día y Monokuma nos esta trolea de que es de noche... pero al fin, no se puede mostrar lo contrario. escucho un par de mis compañeros, de como no tenemos teléfonos...

Como que no tenemos nuestros teléfonos, si en mío esta justamente aquí

*Saco mi teléfono*

¡¡POR QUE MI TELÉFONO ES FALSO!!

Busco mas a fondo de mis bolsillos y me topo con otra nota

¡No puede ser!

Me voy a una esquina, mientras al mismo tiempo noto como compañeros ya ponen uno al otro, en la lista de sospechosos, pero a mi ya no me importaba.

Los osos ya no pueden matarme, porque morí cuando Monkuma me quito mi teléfono.

Pero para alegrar las cosas, el Mayordomo no Definitivo, se acerca a mi con un licuado, me paro de la emoción.

¡BIEN HECHO!

Pero antes que pudiera decir algo o hacer algo mas, el chico de la leche, dice que eso es sangre

¡Sangre!

Pensé por un momento y utilice mi IQ de 140...

Espera Chico Leche, solo hay una forma de comprobar esa teoría.

Tomo el supuesto licuado y lo inicio a beber.

...

...

Sin alguna duda, es sangre.

Sigue tomando del licuado.

No tenía ninguna intención de encerrarme en mi cuarto e irme a la cama con la tensión generalizada que recorre los pasillos y nuestros propios cuerpos. Encima el oso tiene la potestad de proyectarse en los múltiples monitores que hay ubicados por todas las habitaciones para seguir con su juego de burlas y avisos. Escucho con gesto pensativo el debate que se ha iniciado por una extraña nota que le han dado al chico de cabello blanco justo cuando mi martirio favorito se vuelve a dirigir a mí. He escuchado que el chico de la nota le ha puesto el apelativo de Niño Leche, pero creo que le pega más el de Niño Lapa (por lo pegajoso), solo que como a él no le estaba atosigando... Me llevo una mano a la cara, resoplando. Me iba a gastar el nombre de tanto utilizarlo.

-¿Todavía sigues con lo mismo? -suspiro-. ¿Cómo te tengo que decir de la manera más educada posible que me dejes tranquilo, por favor? -a este paso iba a implorarle de rodillas a Yoru que dejara de perseguirme con ese entusiasmo tan empalagoso-. Esas notas quizá puedan ser pequeñas pistas de aquí en adelante -anuncio rascándome la barbilla mirando al resto-. Lo que no sé es si irán variando siempre todos los nombres... o si alguno se repetirá en las próximas; tendremos que estar atentos -comento y termino por añadir-. Si es que todos colaboramos, claro.

(off-rol lo siento gente que no estuve muy atento durante el día, estuve ocupado, de hecho se de algunx que me habló directamente, pero no le respondí, intentaré estar mas pendiente ahora que tengo más tiempo >.<)

Cuando escucha la nota a Sato se le ilumina y dice en un volumen de voz ligeramente por encima de lo habitual -!Esto me recuerda a un problema estadístico¡  ¿Alguien conoce el problema de Monty Hall? A grandes rasgos es lo siguiente, estás jugando a un juego donde tienes que elegir entre tres puertas, sabemos que detrás de una de ellas hay una cabra, y en el resto paja. Cuando hayas seleccionado una de las puertas, el conductor del juego te enseñará una de las que no has elegido y que esconde paja, por lo que solo queda una con una cabra y una con paja. En éste escenario, el conductor te hace un trato, si tu quieres puedes cambiar la puerta que habías elegido originalmente por la que queda entre las dos sin elegir. ¿Lo harías o seguirías con tu corazonada inicial?- Para un segundo para tomar aire, no lo habíais visto hablar de tal manera en ningún momento, de hecho, muchos no lo habíais visto ni hablar. Cuando se percata de la situación y de que la gente lo está mirando sus mejillas se enrojecen y calla de repente.

Tras unos segundos de estupor sigue con la tonalidad reducida, casi susurrante, que lo caracteriza. -Ejem, os pido disculpas por mi falta de moderación. La cuestión es que mucha gente cree que da igual cambiar que no cambiar, hace una elección cuando solo quedan dos puertas, puedes quedarte con la que tienes o elegir la otra, ambas son un 50%, pero no es del todo así. En la escena 1 (con tres puertas cerradas) existen dos conjuntos, tu puerta elegida con 1/3 de probabilidad de encontrar la cabra, y las rechazadas, con 2/3 de encontrar la cabra. Una vez se abre una puerta, si no cambias, las probabilidades de que en la puerta rechazada haya una cabra, sigue siendo de 2/3, eso no cambia, sabíamos al 100% que había una puerta con paja dentro de las rechazadas, que se muestre, no cambia el hecho de que la elección inicial haya sido al 33%. Creo que se verá mejor si hago una tabla.- Saca un cuaderno con anotaciones y hace una tabla de resultados rápida.

Como veis, si cambiamos obtendremos el doble de veces el resultado satisfactorio. ¿Como se aplica esto a lo que nos incumbe? Simple. Significa que estas personas en términos puramente estadísticos son menos probables de ser un oso, las 3 a pesar que mandatoriamente solo una sea un alumno normal. Supongamos que cuando tengamos que juzgar y elegir a alguien, los osos son paja y los alumnos normales son cabras y que en vez de 3 puertas, hay tantas como estudiantes. El conductor del juego nos ha revelado ya, que por lo menos uno de ellos es un estudiante normal, al igual que el conductor del juego en el caso de la cabra nos reveló que una de las puertas era paja. Por ello estos tres elegidos tienen mayores posibilidades que el resto de no ser oso, así que creo que debieran estar fuera de consideraciones para ser votados hasta que conozcamos más datos.- Suspira, se reajusta las gafas, y vuelve a sentarse en una esquinita con la mirada perdida, aún procesando la situación que acontece ante él y sus compañeros. 

Al ver como reaccionan, prefiero quedarme en un rincón y observarlos, no los entiendo. Han distorsionado el significado de la nota, y eso puede ser sospechoso o que no entiendan la forma de hablar del oso. De igual manera toca irnos a las habitaciones pero no sé dónde diantres están, así que espero la respuesta a la pregunta que hizo Azura. 

Hasta que el chico de cabellos oscuros (Sato) comienza a decir lo mismo que dije yo, sólo que con cuentas matemáticas, no se necesita tanto quebradero de cabeza para sacar esa conclusión. 

- Has dicho lo mismo que yo, pero no me escuchan. - digo y me encojo de hombros

Ni si quiera esperé a que alguien dijera algo; me levanté del suelo y miré al joven de pelo negro, entusiasmada. Esa teoría era algo que conocía desde pequeña y que siempre me había encantado; de hecho lo había metido en alguna novela -no publicada- que había escrito.

Eso sería si Monokuma hubiera puesto nuestros nombres al azar, pero no lo creo. Alguien tan macabro como para hacer algo así no creo que nos dé cosas puestas al azar...

Comenté, mientras me sentaba de nuevo en el suelo, de piernas cruzadas, esta vez sin tumbarme. No quería correr el riesgo de quedarme dormida ahora que había salido un tema que realmente me interesaba.

Me quedé mirando al chico de gafas siguiendo su razonamiento. Aunque expresada de manera más complicada, venía a ser muy parecido a lo que íbamos diciendo, pero supuso un punto de vista diferente. 

- Un razonamiento interesante, creo que si consideramos que los tres mencionados son inocentes podría ser un modo de Monokuma de crear caos. Tal como dice Ayaki-san, seguramente los nombres no han sido puestos al azar, podrían tener algo más en común para que los haya escogido.

Tras decir esto, me acerqué a Miyaichi con una sonrisa traviesa.

- Toma, Kenji-chan- remarqué su nombre con un tonillo que trataba de imitar al chico de la leche - , creo que lo vas a necesitas esta noche para ahuyentar a los malos espíritus, o mejor dicho, las malas leches nocturnas - y dicho esto le coloqué en la mano un tetrabrik de leche de soja. 

Sato se acerca a Kukiko y dice en voz baja -Siento que no te escucharan, se como es que no te presten atención, a mi generalmente no me importa, pero a veces puede ser un fastidio. Aunque no te escucharan, creo que tienes razón en lo que dices.- Tras unos segundos de reflexión, vuelve a alzar la mirada, y dirigiéndose de nuevo al público general carraspea para llamar la atención, traga saliva una vez siente las miradas de sus congéneres y dice. -También tenéis que entender que esto es lo que se conoce como un "juego de suma cero", existen dos bandos y dos bandos únicamente, los osos y los estudiantes normales. Si alguien se posiciona como neutral y es un estudiante normal, está restando número de efectivos necesarios a los alumnos normales, números que serán necesarios para llevar a los osos a juicio. Ningún alumno normal se beneficiaría de la victoria de los osos, ya que estos solo pueden ganar eliminando a todos los alumnos normales. Cualquiera que diga lo contrario es un oso disimulando o alguien con poco coco. Pensad además que monokuma habrá ideado este juego para que sea interesante, esté reñido. Por ende las proporciones de alumnos normales respecto a Oso son de vital importancia, no podemos prescindir de nadie. -Se aclara la garganta. 

-Dicho esto, al parecer solo los alumnos normales tenemos poderes especiales, pero tampoco es de nuestro interés revelarlos así como así. Un Oso puede mentir respecto al poder que pueda tener y no podríamos saber si es cierto o no, los únicos que tienen conocimiento de quienes son, son los lobos, por lo tanto a os únicos que les es útil esta información es a ellos, pues saben quien no es oso y quien no está mintiendo. Sin duda puede darse el caso de que un estudiante normal mienta sobre sus poderes, pero eso sigue sin darnos ninguna información al resto de estudiantes normales. Tampoco es sabio revelar que no tenéis poderes, ya que no sabemos que porcentaje de los estudiantes normales no tiene poderes, pero si sabemos que los lobos nunca los tienen, es ponerte una diana en la espalda de cara a un juicio. Realmente creo que vamos a sobrevivir.- Parece que la vergüenza de Sato desaparece por un instante mientras se pronuncia, combatida por una determinación la cual se ve reflejada en sus ojos tras sus lentes.

-Por último.- Volviendo a su tonalidad habitual. -Sin duda Monokuma es un ser macabro en el que no podemos confiar, pero de momento es toda la información que tenemos, nos guste o no, estos son los datos, no podemos darles la espalda cuando más los necesitamos.- Parece que con ésta última palabra su determinación se desvanece. -Tampoco pretendía sermonear a nadie, disculpad si os ha molestado algo de lo dicho.

El hecho de que de repente Kenji tuviera en su haber un pequeño tetabrick de leche de soja hizo que a aquel muchacho se le fuera la olla, la olla de calentar leche para los desayunos tradicionales que este tomaba... y las cenas... y a veces incluso las comidas. Sea como sea, el muchacho se percató de aquella traición y la iba a hacer saber.

-¡Kenji-chan! ¡Me cago en la leche!-Exclamó el muchacho hacia aquel otro- ¡Suelta eso ahora mismo!. ¡Eso no es leche de verdad ni nada parecido!. ¡Eso no es más que una aberración de la naturaleza!. ¡Una monstruosidad!. ¡Un crimen contra la humanidad!. ¡Un error!. ¡El aborto de una almendra o algo similar!. ¡La bebida favorita de los asesinos en serie y los psicópatas!. ¡El desayuno de los intolerantes!. ¡Los Intolerantes!. ¡INTOLERANTES!.

Sin lugar a dudas esta era la traición que más le estaba doliendo a Yoru Bochi, ver a su querido Kenji-chan portando la insignia de los intolerantes por antonomasia. Esa arma que la enana, hermana del "neutral", le había dado quizás fuera su mejor defensa contra el niño-leche. Al menos de momento...

- Si podemos investigar, habrá que hacerlo. No conseguiremos nada perdiendo el tiempo. - respondió Chiyoko a Ayaki-chan.

Y hablando de perder el tiempo... Observó de reojo la nueva discusión entre la leche, el batido, la sangre y a saber cuántas más cosas, pero su única reacción fue ladear la cabeza. No creo que sobrevivamos mucho tiempo así... Por otra parte, estaba la explicación matemática de todo lo que suponía esa nota y aunque no terminaba de entender ese experimento, dejaba claro que era como ella lo había entendido: De momento, uno de ellos era descartable como oso. 

- Por supuesto, Monokuma-san no pretende que escapemos vivos de todo esto o no habría organizado su juego. Ni tampoco espera que nos fiemos los unos de los otros. - respondió a Sato-san - ¿Y hasta qué punto podemos fiarnos de él? Pues si no hay ninguna otra forma de comprobar si dice la verdad o no, y dadas las circunstancias en las que estamos... Yo creo que no tenemos más remedio que hacerlo. Además, si ha puesto tantas reglas para que el juego salga bien, dudo que ahora nos dé una falsa que lo rompa, ¿verdad? ¿Para qué tanto esfuerzo si la verdad es una ilusión?

Alzó la cabeza hacia el techo y amplió su sonrisa, dejando claro para quién iba el mensaje. Luego volvió a girarse a los demás y se encogió de hombros con el tema de los poderes.

- Vaya, vaya. De todas formas, además de esos poderes todos tenemos una MonoTool. Así que por mucho que los poderes sean sólo de alumnos normales, cada oso tiene una ventaja extra. Eso también es algo a tener en cuenta.

- Ahm... retiro lo dicho... Etto, Sato-san, ¿no es así? Creo que tienes el concepto de neutral algo confundido, neutral significa que no se decanta hacia ninguno de los dos bandos reinantes, que sólo le interesa su propio objetivo al margen de lo que hagan los dos bandos. A estas alturas creo que es bastante evidente que además de los osos y los estudiantes normales también hay neutrales entre nosotros con sus propios objetivos, y no les va importar quien gane con tal de conseguir lo que les interesa. 

Por otro lado, no sé de dónde has sacado que los osos, o lobos como los llamas, o algunos de los estudiantes no tienes poderes especiales. Monokuma dejó claro que todos teníamos MonoTools y que cada uno tenía una "función muy chula", por lo que es evidente que los osos también tendrán sus propios poderes. Pensar que sólo pueden matar por la noche y nada más no tiene sentido. Subestimar a los enemigos nos pone en peligro a todos.

Kazuki, por su parte, parecía ajeno a la nota que había dejado Monokua, estaba completamente concentrado en su bloc de notas, en el cual dibujaba, tachaba, volvía a reescribir. - Siete... - murmuró por lo bajo, dado a entender para el que escuchara que lo que andaba haciendo ahí tenía que ver con el número de algo.

Finalmente suspiró, con resignación, parecía que debería dejar eso para más adelante. Lo primero que vio fue al chico de la leche tirando el brick del otro por los suelos con argumentos sobre abortos. Lo segundo que vio fue al tipo que durante la fase de "día" estaba callado, acusando al pobre y pequeño Kazuki nuevamente.

Allá vamos otra vez...

Su cara de estupefacción lo expresaba todo sin tener que decir nada. Se reajustó las gafas y habló. - Ehh... - le costaba un poco concentrarse después de contemplar sendas cosas. - Bueno, ya que la idea ha gustado en general, afirmo que efectivamente, a no ser que me pase algo durante la noche, usaré mi poder para borrar el día de mañana, que visto lo visto, parece que al personal le hace falta pensar un poco más. - bostezó ligeramente, se le notaba cansado de tanta acusación hacia su persona. Algunos le habían creído, otros no, pero seguramente mañana ya se aclararía todo al pasar las votaciones.

El día ha sido por demás estresante, convulsivo y mega raro, ya el agotamiento estaba tomando posesión de Mauren.

A todas estas, está muy tarde para mí-expresa de forma dispclicente. -me iré al mundo de morfeo así que hasta mañana.-retirándose de la poco fructífera conversación.

 Kadogemu miraba a los demás con cierto asombro, viendo que aquellos alumnos de reserva probaban ser igual de excéntricos que él en muchos aspectos. En parte era agradable, sintiendo Monka que siempre había sido el centro de atención debido a su actitud efusiva y ñoña. Pero por otro lado, dudaba de que pudieran llegar a algún lado entre tantas palabras cruzadas de gente con personalidades tan confrontacionales.

 El muchacho escuchó la última exclamación y se sintió tentado a seguir el mismo camino del sueño.

- El Mundo de Morfeo... entendí esa referencia...

 Sin mucho más que hacer o debatir, el abatido joven se va a su habitación y descansa un poco por la noche.

Estaba charlando con los demás, cuando la pequeñaja tiró de mi ropa y me dijo algo.

—¿16 años? ¡Qué ma…! ¿Ehh? —«¿16 años? ¿Seguro que he oído bien?».

Todavía estoy recuperándome de la sorpresa cuando el peliblanco viene a hablar conmigo.

—¿Verdad? A mí también me sorprende lo bien que se lo han montado. Pero, no creerás de verdad que hay unas ametralladoras en un instituto, ¿no? O que nos van a obligar a matarnos. ¿Cómo iban a permitir eso? Ja, ja, ja —reí. Sí que era cierto que había quedado muy creíble, pero de ahí a creérselo…

Me sorprendió mucho oír mi nombre en el mensaje de Monokuma. ¿Qué significaba aquello? Tras los comentarios de los demás, me di cuenta de que realmente no significaba nada. Sólo decía que al menos uno de nosotros tres era inocente. Pues vaya. A cuenta de la nota, el chico de la cámara se acerca, queriendo entrevistarme.

—Sinceramente, opino que la nota no aporta nada interesante. Menciona que yo podría ser inocente. ¿De verdad hace falta decir algo tan obvio? Aunque hay algo que me preocupa un poco. Y es que esto nos ponga en el punto de mira de los osos. Es lógico que los ellos vayan primero a por los alumnos de la Esperanza menos sospechosos, y este mensaje hace pensar que somos inocentes. Y además, si dos de nosotros somos eliminados, seguro que muchos pensaran que el tercero es de los malos. Sería una buena forma por su parte de confundir a sus adversarios. Especialmente si logran una doble muerte. Menos mal que sólo pueden atacar a una persona por noche. —En aquellos momentos, el pequeñín confirma que va a eliminar el siguiente día, a lo que yo reacciono con un tremendo facepalm que casi me deja la cara marcada—. Enhorabuena a los osos. Seguro que ahora se están relamiendo.

Intento escuchar a Sato-kun. Pero a los pocos momentos pierdo el hilo de lo que está diciendo. Lo único que entiendo es su conclusión al problema de la cabra y la paja.

—Eso es. Yo creo que es probable que los osos vayan a por nosotros. —Mi expresión se volvió más sombría de lo habitual—. No quiero acabar el juego tan pronto…

-No se hasta que punto esas notas serán útiles... Supongo que siempre y cuando quien las reciba y quiera compartir la información no nos mienta. -Iku tenia claro que existía esa posibilidad, ¿Que le impedía a quien había recibido las notas mentir sobre su contenido?

-Y no dudo de Bin, porque él no gana nada desvelando esa nota o alterando su contenido. Pero si un lobo-oso de esos la recibe, tranquilamente puede alterarla para crear mas confusión y caos entre nosotros, por eso no se si deberíamos depender de ellas. -Al igual que con el poder de Kazu, no veía realmente claro la situación con recibir cada día una de esas notas del oso-loco.