Partida Rol por web

HLdCn: El Legado de Caín II - Semillas de Destrucción

Día 0 - Las Huellas que Borró el Ayer.

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07/11/2013, 18:58
Yormund

Con la cabeza gacha y sin hacer ruido, me escondo entre las sombras que arrojaban los relieves y los restos del lugar a la luz de las llamas. Con pasos sutiles, trato de que no se me oiga ni caminar. Naica, a mi lado, es otro fantasma negro. Sin prisa pero sin pausa, nos movemos cerca de las paredes, hacia la grieta. Era demasiado triste, y aún así, había que continuar adelante.

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07/11/2013, 19:10
01 Recuerdo - Seele Specter

Sonrei ante la invitación de Gabriel...mañana cuando no lo recuerde, actuara de la misma forma...sonrei...

Continue caminando junto a el y a Nil, las historias que contaban me parecian totalmente desconocidas, el camino a la catedral el lugubre y triste, espectral...sera por eso que me siento comoda...al llegar a la sala con las tumbas alrrededor un nombre me llamo la atención...deje el brazo de Gabriel y avance hasta esa tumba....Valfar...

Mi mente en blanco se sentia acongojada por aquel nombre...Valfar...mis memorias no encontraban nada...mi cuerpo se debatia sin darme cuenta en parpadeos cambiando mi estado...espectral y corporeo...

El fuego rodeo las entradas y senti como mi espiritu se ahogaba en un claustro sin salida...senti miedo...Al parecer la historia que contabais, se volvera a repetir...

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07/11/2013, 19:49
22 Muerto - Andrew Ludvig

Andrew se propone responder a las preguntas, pero la llegada a aquel lugar se lo impide. Aunque hubiera cambiado mucho es inconfundible. Aquí fue, aquí ocurrió todo. Se le forma en la garganta. Da un pequeño paso y traga saliva. Algo en su expresión da a entender que no quiere entrar en aquel lugar. Demasiados recuerdos. Demasiado dolor. Sin embargo, consigue dar el segundo paso y poco a poco se encamina hacia las tumbas, sin percatarse siquiera de lo que ocurre a su alrededor. Su paso es lento e inseguro, como si no quisiera ver lo que hay a continuación, aunque en realidad ya sepa lo que se va a encontrar.

Pero Andrew no se para. Sigue adelante con el corazón en un puño. Al llegar a las primeras tumbas se detiene en una. En la inscripción se puede leer Melinda Adson. Los ojos del joven se humedecen y el nudo de su garganta se hace más grande. Toca la inscripción de la tumba. Perdóname. Parece a punto de llorar, pero consigue contener las lágrimas.

Tembloroso, Andrew sigue su camino. Aparta suavemente a Seele antes de pararse frente a la tumba de su antiguo compañero. Valfar... Las imágenes golpean fuerte al joven, que es incapaz de seguir conteniendo las lágrimas. El llanto del semidemonio no es muy sonoro, pero debido al silencio que reina se oye por todo el lugar. Cae de rodillas frente a la lápida y pasa su mano por la inscripción que él mismo había hecho años atrás.

-He vuelto... He vuelto por ti...-Solloza Andrew mientas se deja caer sobre la tumba de Valfar. Por la cabeza del semidemonio pasan todo tipo de recuerdos olvidados en su larga búsqueda. El tacto de la cabellera rubia de Valfar, el primer beso, las bromas, la primera vez, la dolorosa muerte de ambos... Y lo peor de todo: La resurrección que le separó de su compañero, de su amado, de su razón para vivir.

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07/11/2013, 19:59
Eko Létang

Eko formó una leve sonrisa de medio lado al ver que el conflicto con respecto a la pulsera se resolvía de manera pacífica. Cuando la sangre aparecía en un lugar con tantos semidemonios presentes solía conllevar fuertes reaccioens en cadena: miembros cercenados, amputados, vísceras por el suelo... Era pronto para eso. Y si podía abandonar el lugar de una pieza, casi mejor. Sin embargo, entonces tampoco tuvo un momento para hablar con Andrew. No le preocupaba. Él era paciente. Inspiró largamente, consciente de que si la situación se precipitaba las cosas no tardarían en torcerse, tal y como el Lince había predicho.

Continuó subiendo las escaleras. Sus pasos eran más pesados, y no podía evitar sentirse alerta. Cuando decidió venir a Oldland, él no esperaba encontrarse con tanta gente, ni mucho menos que se formase una especie de grupo. Él contaba con ir por su cuenta tanto a buscar en la ciudad como en el propio templo. Cruzar unas palabras con el oriental era una cosa, y que ahora pareciese que todos iban juntos algo completamente diferente. Sin embargo, no parecía tener muchas opciones más que avanzar.

Al entrar en la catedral todo su cuerpo se puso alerta. Había allí algo más que lo que se veía a simple vista, eso era claro. La bruma arremolinándose cerca de ellos, jugando a tentarle sin llegar a ser tocada. Las llamas de los cirios, saludándoles como si guardaran un secreto. Y la ausencia de lluvia. De repente todos los sonidos se hacían más presentes, más importantes. 

Sus músculos estaban en tensión, listos para reaccionar al menor estímulo, mientras los ojos del semidemonio pasaban por todo el lugar, escrutando cada piedra, cada ligero cambio en el aire y cada movimiento de los otros.

Trataba de no perder de vista demasiado tiempo a Zyllah por si hacía cualquier tontería. Sin embargo, los pasos de Andrew llamaron su atención. Y fue al ver la tumba a la que se dirigía cuando terminó de comprender. 

Con paso lento pero decidido se acercó al hijo de Grovehn, sin saber todavía cómo podría haber cambiado tanto. Eko se movía espacio y con la respiración contenida, haciendo el ruido justo para que supiese que se encontraba ahí y no asustarlo, pero intentando no perturbar su intimidad. Ver al hombre así revolvía en Eko más cosas de las que estaría dispuesto a admitir, y cuando llegó a su altura tenía un enorme nudo en la boca del estómago. Había pocas personas en el mundo que le afectaría ver así, y esta era una de ellas. Aún sin decir nada Eko llegó a su lado y, tras un par de inspiraciones, puso una mano en su hombro.

- Lo siento muchísimo. - le dijo con la mirada baja, pero sin dirigirla directamente a él. Luego permaneció a su lado, esperando sin ningún tipo de prisa y pidiendo con la mirada algo de intimidad a la mayoría de los presentes.

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07/11/2013, 21:49
17 Muerto - Zagam

Camino cerca de Vanna, ya que parece querer mantenerse al margen de los conflictos y, en parte, supongo que por lo que me ha contado, me recuerda a mí. Al ver el cadáver de esa mujer en la catedral, me quedo paralizado. Aquí hay gente que sabe lo que está pasando, y dejan caer que podemos correr la misma suerte.

Sigo avanzando, escuchando a los demás, y, al ver la hilera de tumbas, me acerco a leer los nombres. Ninguno me suena de nada. Miro a Vanna - ¿Conoces a alguno? ¿Sabes qué es este lugar o lo que pasó aquí? 

miro a alguno de los que más ha hablado. - a ver... Vengo de tierras lejanas y no sé qué pasó aquí. Muchos de vosotros parecéis saber qué ocurrió, pero yo no me entero de un carajo y me ha parecido entender que podemos correr una suerte similar. ¿Alguien puede contar qué es este lugar? 

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07/11/2013, 22:10
Zyllah

Lo que había imaginado durante años como una entrada solitaria en el Templo de Baal se convirtió en una comitiva fúnebre, con un extraño grupo de desconocidos a mi lado, por delante y por detrás de mí, la mayoría de los cuales decían no conocer las implicaciones de lo que en este lugar había sucedido. 

A pesar de no ser lo que había esperado, caminé junto a la comitiva hacia el interior de la catedral, siguiendo al portador del cadáver de la usurpadora en silencio. Miraba a mi alrededor con los ojos muy abiertos y un cosquilleo de impaciencia recorriéndome el estómago y las puntas de los dedos, que se mantenían cerca de la empuñadura de Irad, preparados para tomarlo en el momento en que fuese necesario.

No me sorprendió darme cuenta de que el lugar por el que habíamos pasado estaba ahora obstaculizado por las llamas, ni de que el interior estaba seco a pesar de que el techo estuviese derruido. Ya venía preparada para la posibilidad de que sucediese algo así. Mi cuerpo agradecía la tibieza del fuego que calentaba el lugar de una forma macabra, pero mi mente estaba dispersa, perdida en mis propios pensamientos.

Caminé siguiendo la estela de los cirios con sus pequeñas llamas bajas bordeando el camino y sintiendo un nudo en el pecho. A pesar del alivio de estar por fin aquí, de sentir que este era mi sitio, una extraña congoja me atenazaba al ver las paredes derruidas. Había llegado por fin. Aquí había sucedido todo. Y al llegar a la sala con las lápidas reconocí algunos nombres, mientras buscaba una en concreto y me arrodillaba delante de ella. Michelle Braxton... Acaricié con las yemas suavemente el apellido, con los ojos brillantes por la emoción. Mi apellido. Mi linaje. El legado al que mi madre había renunciado cobardemente, pero que me llamaba a gritos desde ese lugar. Como lo había hecho desde siempre. - Mimí... - Musité, en voz tan baja que casi no me escuché ni yo misma.

Pasé varios segundos en silencio, rindiendo un homenaje privado y personal a mi bisabuela, recorriendo la inscripción de su lápida despacio una y otra vez, grabándome el tacto rugoso de la piedra en los dedos y en la mente, sin preocuparme ni ser consciente de nada de lo que pasaba a mi alrededor.

Cuando terminé, suspiré hondamente, todavía arrodillada delante de la lápida, antes de alzar la mirada hacia el fondo, hacia la gruta que parecía perderse en la oscuridad. Me sentía liberada de alguna manera, por fin libre de la melancolía de saber que no estaba donde debía, que mi deber me esperaba en otro sitio. Pero una firme determinación iba creciendo poco a poco en mi interior. Si Elizabeth estaba muerta. Si el Templo estaba derruido... Alguien lo había hecho. Y probablemente ese alguien todavía seguía allí. El sello que abría las puertas del infierno estaba en este lugar. Y tan sólo esperaba que siguiese sellado.

Me puse en pie lentamente, despidiéndome con la mirada de la lápida, y me sacudí el polvo de los vaqueros todavía húmedos antes de aclararme la garganta para hablar hacia el resto, con la voz todavía un poco ronca. - Deberíamos averiguar si la persona que ha hecho esto sigue aquí. - Dije, sin dirigirme a nadie en particular, pues no sabría a quién dirigirme. Tan sólo conocía a Eko y parecía ocupado con el joven que parecía ser completamente bipolar. Mis ojos grises brillaban con resolución cuando miré a mi alrededor, analizando y evaluando a los que me rodeaban. Si, como decían algunos, la historia se iba a repetir de nuevo, tendría que pasar bastante tiempo con ellos.

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07/11/2013, 22:49
Eko Létang

Eko observó a Zyllah desde la distancia mientras hablaba, y le sostuvo la mirada durante unos instantes. Luego realizó un asentimiento con la cabeza sin separarse de Andrew, serio, en señal de aprobación. La gravedad de la situación le hacía dejar de lado de momento todas las disputas que pudiera tener con ella.

Sin embargo no echó a andar hacia la gruta. En lugar de eso se agachó, quedando a la altura del portador del escudo, aún a su espalda, para susurrar.

- Me quedaré aquí el tiempo que necesites. - Dicho esto volvió a levantar los ojos hacia la chica, atento al momento en que ella comenzase a caminar y esperando no tener que perderla mucho tiempo de vista.

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07/11/2013, 23:40
16 Muerto - Lennish

Aquellas salas.... aquellas paredes vivieron aquello que decían que eran fantasiosas leyendas... los sollozos de Andrew confirmaron que no lo eran... lloraba por uno de los caídos, sollozaba sin consuelo alguno, apesar del acercamiento de Eko....no dejó de sollozar.

No sabía que habia ocurrido exactamente e aquel lugar ni a aquel muchacho, pero un nudo se hizo en mi garganta ante tal situacion y un escalofrío me recorrío la columna...

Y esto solo acaba de empeza -pensé para mí-

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07/11/2013, 23:55
Alexia Belikov

Avanzo por el pasillo creado por cirios con un nudo en la garganta. La catedral no es sólo un lugar de culto, es un monumento funerario a los héroes del pasado, un enorme panteón que Elisabeth protegía y por el que ha muerto. La tristeza se desprende de las paredes y me inunda, a mi lado Saskia se mantiene alerta vigilando las sombras.

Al fondo veo a Andrew sollozando, el eco de su angustia reverbera en las paredes de piedra y se extiende llenandolo todo. Me acerco a la lápida frente a la cual está arrodillado con Eko a su lado y le pongo la mano en el hombro, en silencio, respetando su dolor.

Sumido en su sufrimiento, Andrew no nota el gesto pero, mientras recuerdo el momento en el que me dí cuenta de que sobrevivía a mis seres queridos, a veces un sólo gesto es suficiente.

Zyllah propone revisar la catedral, tiene razón, pero nadie se mueve el momento es demasiado grave para todos aunque no conocieramos a los ocupantes de las tumbas.

Eko está incómodo, dividido entre acompañar a Zyllah o quedarse con Andrew. Hay algo entre ellos,se desprecian pero, a la vez, se buscan el uno al otro como protegiendose.

-Ve con ella si quieres, Saskia y yo nos quedaremos- le sugiero a Eko que tiene la atención dividida entre Andrew y Zyllah.

-Seguro que en unos minutos estará preparado para continuar.

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07/11/2013, 23:59
22 Muerto - Andrew Ludvig

Andrew escucha como alguien se acerca, pero es incapaz de levantar la mirada. Su vista está completamente nublada y le cuesta ver las letras grabadas por sí mismo. Valfar... Escucha una voz a su lado y reconoce a Eko, pero no se incorpora ni deja de llorar. No tiene fuerzas. Muchos años habían pasado aferrado a la idea de traer de vuelta a Valfar, demasiados. Y ahí estaba él, de vuelta donde todo empezó sin encontrar la forma de aliviar su pena.

Alexia se aproxima, y, al igual que Eko, le toca el hombro. Andrew no parece enterarse. En vez de eso se pone a hablar con alguien que no puede escucharlo.

-No he dejado de intentarlo, Valfar...-Sus sollozos son casi susurros y tienen tono de disculpa.-He hecho todo lo que he podido. Lo juro... Yo... No podía dejarte aquí, Valfar. No podía... Sé que me pediste que no volviera a por ti, pero no he podido evitarlo. Esta es la última posibilidad que queda. Estoy seguro de que aquí hay gente que te traerá de vuelta otra vez. Ya lo hicieron una vez lo... lo volverán a hacer, ya verás.-Es como si en realidad a quien intenta convencer sea a sí mismo.- Podremos estar juntos, como siempre debió ser.

Andrew se acerca a la lápida y la besa con extremada ternura.-Te quiero Valfar... Siempre te querré. Nuevas lágrimas cayeron por las mejillas del joven al besar a fría piedra, recordando aquella vez, aquel amanecer, en el que se encontró con el cuerpo de Valfar convertido en fría piedra, sin vida. Una vez más, como hiciese aquella vez, se acurrucó junto a la lápida y se quedó ahí, llorando, recordando.

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08/11/2013, 01:09
Liam Donaire

Silencio, un silencio sepulcral, solamente se podía escuchar las gotas estrellarse contra el suelo, los pasos clavándose en el húmedo y maltrecho suelo.  La atmosfera cambió drásticamente, por un momento las tensiones, las charlas animadas, las palabras malsonantes, desaparecieron abruptamente, quizás como símbolo de respeto ante los restos de la guardiana.

Yo no la conocí personalmente,  pero por lo que me percaté llegó a ser muy querida así que  con mucho cuidado dejé el cuerpo donde correspondía  manteniendo el silencio como si fuera un canto mudo de dolor y pena ante su pérdida por parte de todos.

El joven del escudo vuelve a llamar la atención, aunque no fue el único que derramó lágrimas, aunque fue el único que no lo pudo disimular, un nudo en mi estómago nace al verle en este estado causándome desazón. Ver a un semidemonio en este estado, roto de dolor, hizo levantar compasión en varios de los presentes, incluido a mí.

No interpuse pese a que tenía ganas de hacerlo, para estos casos es mejor desahogarse, y tenía que reconocer que las palabras no eran lo mío, no sabría que cuales escoger para consolarle.

El tal Eko se acerca a él, lo mismo que la joven rusa de nombre Alexia si mi memoria no me falla, en cambio la joven de cuerpo menudo pero gran carácter decide seguir adelante, en aquel momento me parecía una excelente idea, quizás para salir de este lugar tan descorazonador lleno de culpa, frustración y sufrimiento, mucho sufrimiento.

Me coloco al lado de la chica de cual comparto legado y opinión en actitud seria. Estaba incómodo ante todo esto y me parecía una necesidad salir de aquí ahora mismo.

-Te acompaño, total, no tengo a nadie a quien llorar, así que no veo motivos para quedarme aquí. – Por primera vez digo más de dos o tres palabras mal contadas, y mi acento francés pero de origen rural me delata.

Esta especie de mausoleo,  me produce escalofríos en mi cuerpo, desconocía lo que sucedió realmente aquí pero empezaba hacerme una idea, una idea que no me hacía ninguna gracia imaginarme.

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08/11/2013, 01:22
12 Muerto - Alice

-¿Andrew? -tras secar la lágrima que derramé en aquel tenso momento, me llamó la atención aquel chico de nuevo-
¿Conocías... a ese tal Valfar? Sé que no es el momento, pero... ¿Quién eres realmente? Conocías a la guardia, y a gente aquí enterrada...

La situación era muy extraña para mí. Elisabeth, la guardiana, muerta. Su macho cabrío también. La catedral destrozada. Oldland muerto. Un futuro negro que podía sentir se nos echaba encima... Y toda aquella gente, aquellos hermanos semidemonios, que parecían todos saber más de lo que compartían con el resto.

-Quizá sea hora de que todos compartamos lo que sabemos de una vez. Algo nos ha traído aquí, y todos sabemos que ese algo no es bueno. Alguien ha matado a la guardiana del castillo de Baal y lo ha derruido. Debemos estar unidos ahora que aún podemos, antes de que, sea lo que sea lo que se avecina, empiece.
 

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08/11/2013, 01:28
Eko Létang

Eko agradece el acercamiento y las palabras de Alexia, pero niega con la cabeza despacio. - La niña sabrá cuidarse dos minutos sola. - dice, sin apartar la mirada del suelo, aún con la mano en el hombro del portador del escudo. Sin embargo, cuando le ve romperse de esa manera, besar la lápida y quedar tirado en el suelo, da un paso atrás, aún acuclillado, intentando dejarle espacio. Aún le costaba ver en él al hombre que conocía, pero no podía tratarse de otra persona. Sus palabras anteriores, el asunto de la pulsera y, sobre todo, la afectación por esta lápida...

Eko apartó la mirada, comenzando a plantearse dejarle de verdad a solas y caminar hacia la gruta, cuando una mujer llamó a Andrew por su nombre y le pidió explicaciones.

Aún desde el suelo, Eko le dirigió una mirada furibunda, sin comprender cómo alguien podía tener tan poco respeto. Se puso entonces en pie, serio, interponiéndose entre la mujer y el hijo de Grovehn.

- Claro que sí. - Le dice, sosteniendo su mirada. - Lo que quiera que haya arrasado este lugar puede seguir aquí, así que... ¿Por qué no nos detenemos todos a charlar tranquilamente? - Pregunta Eko de forma retórica - Y mejor aún... que empiece quien parezca más afectado. Parece una gran idea. - Dice, asintiendo. Luego le sostiene la mirada unos segundos, antes de suspirar. - Si quieres que todos compartamos lo que sabemos, ¿por qué no empiezas tú? - pregunta para concluir, alzando las cejas. Dicho esto y sin mirar atrás se aleja de ellos, esperando que tengan la decencia de dejar a Andrew a solas con Alexia.

Con paso seguro y los labios apretados de la irritación se dirige hacia Zyllah hasta quedar frente a ella. La mira a los ojos un instante, evaluando su estado. Antes parecía afectada, pero no parece ni el momento ni el lugar para hablar de ello. De modo que decide dejar eso también para más adelante y habla con voz grave.

- Por una vez tienes razón. - Le dice - Vamos. Pero no hagas ninguna idiotez.

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08/11/2013, 02:00
Yormund

Ya se lo había dicho una vez, pero estaba claro que se negaban a escuchar. Me habían tomado por loco, cuando el problema radicaba en que son una manada de borregos estúpidos con una herencia demasiado poderosa para tan poco intelecto para manejarla. Salgo de la oscuridad, para hablar, mientras con unos pasos de baile a los que Naica responde pasando por el hueco entre mis piernas me acerco de nuevo a otra sombra tras una piedra. 

-Al fondo solo estará el sello, no encontraréis culpable alguno mirando al frente, sólo mirando hacia atrás. Te lo he dicho antes, Jonh Wayne, si no hay presas ni depredadores, si no hay nadie con vida ¿Quién va a actuar? La respuesta es obvia. Uno o algunos de nosotros.-le digo al vaquero y la Loreal, cuyo pelo volvía a estar seco, como todos nosotros. El agua no había podido cruzar el portal. Algo de agradecer. Me giro hacia la que se suponía había sido también una niña del pueblo.- A los que seguís apretando la venda de la ignorancia contra vuestros ojos, ya os he dicho antes para que estamos aquí. Servir justicia por ese asesinato, restablecer el orden, colocar un nuevo guardián.- Me quedo pensativo antes de añadir con tono alegre mientras me encojo de hombros con indiferencia.-  O morir y liberar el sello que traiga la perdición de todos nosotros y nuestras estirpes. 

Me adentro en la negrura, buscando una posición ventajosa que me mantuviera por encima de esta plebe. 

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08/11/2013, 02:28
Zyllah

Asentí con la cabeza hacia el joven que se me acercó. No estaba segura de si se había presentado, pues no había estado escuchando prácticamente ninguna de las conversaciones anteriores. - Soy Zyllah. - Le dije simplemente mientras le tendía la mano, esperando que me recordase su nombre si es que lo había dicho ya. Después aguardé por si alguien más quería venir y me sorprendió que se acercase Eko, sin intención aparente de buscar pelea conmigo.

Me costó no enarcar la ceja cuando me dijo que no hiciese idioteces. Pero la verdad es que no me parecía el momento más apropiado para discutir con él. Parecía increíble que me tratase como si fuese una niña cuando él era el que no era capaz de comportarse ni siquiera aquí. Me limité a asentir también a sus palabras, manteniéndole la mirada y preguntándome por qué tendría tanto interés en el chico bipolar.

El muchacho que iba acompañado de un gato negro habló, de una forma insultante y soberbia y ahora sí que alcé una ceja en un gesto que por mucho que me pesara era heredado. Lo miré, escuchando sus palabras, y en cuanto terminó de hablar y se alejó, lo ignoré completamente con facilidad. Me parecía en cierta forma bastante gracioso que viniese a darme lecciones en ese tono y estaba curtida de sobra gracias a Eko para soportar provocaciones estúpidas sin inmutarme.

Me giré hacia los dos chicos que también querían continuar el camino. - Vamos entonces. - Les dije, comenzando a caminar hacia la gruta del fondo, de nuevo rozando la empuñadura de Irad, dispuesta a desenfundarla en cualquier momento.

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08/11/2013, 03:44
09 Muerto - Megan Davis

Megan sube al lado de Tetsuo pero algo detiene su avance. Aquel lugar emanaba desesperanza y dolor en cada uno de sus rincones. Mira la escena con algo de desconfianza y aunque no reconoce ninguno de los nombres allí presentes, sabe la importancia del silencio en esa situación.

La tristeza y desolación de ese lugar se sentían en el aire y podía oler la esencia misma del dolor. Todo en ese lugar hacía que su parte humana se hiciera tangible y sus pasos se volvían más lentos a medida que avanzaban por el lugar. La desolación se sentía en cada piedra, las tumbas gritaban sus historias para que pudiéramos escucharlas, cada paso sentía el peso de la historia de este lugar y Megan no puede evitar mostrar un poco de esa angustia de la que se impregna su corazón.

A pesar de todo eso, hay algo que capta su atención. Ver a Andrew en ese estado le producía más angustia. Se veía tan frágil, tan dolido, tan... humano... Ella había olvidado esa parte de sí por tantos años dedicados a la batalla y al ajusticiamiento. Un juez debía ser siempre neutral y permanecer al margen, pero eso movía sus fibras. Un hermano sufriendo tan intensamente.

Ella sabía lo que era perderlo todo. Al haber perdido a sus padres, sintió que su parte humana había muerto con ellos pues no tenía nada a lo que aferrarse. Recuerda a esa joven y dulce Megan que huía de esos cazadores para salvar su vida, a costa de haber abandonado a sus padres. Recordaba su dolor y esto hacía que se solidarizara un poco con Andrew pero no quería ser irrespetuosa. No pretendía hacer algo como lo que había hecho Alice pues no le gustaba causar confrontaciones, ya que su trabajo fue siempre seguir su propia justicia y eso le parecía inadecuado. Sólo sentía que debía hacer algo, su parte humana se lo pedía y ella había aprendido a confiar en sus instintos.

Megan se acerca con despacio a Andrew y mira a Eko y a Alexia, pidiendo una especie de autorización. Va con calma y muestra su rostro de preocupación, intentando ser lo más sincera posible y mostrar que actuaba de corazón. Cuando asume que le dan el paso, se arrodilla al lado del joven afligido y mete la mano en su chaqueta buscando algo. Al encontrarlo, se dirige al joven y le dice - Sé que nadie puede aliviar tu dolor pero puedo entenderlo un poco. No puedo regresártelo pero puedo compartir mi tesoro contigo - en sus manos tiene un pequeño pañuelo bordado con hilo azul y con una inscripción en la esquina inferior izquierda. Bordado, tenía las letras M.D. en él. Lo extiende a Andrew y dice - Mi madre lo hizo para mí cuando era muy pequeña y es lo único que conservo de ella. Quisiera que lo conservaras y trates de recobrar tu fuerza. Por aquella persona especial. Esto es todo lo que puedo entregarte, mi última sonrisa - le dice con un tono cordial y cálido.

Sentía mucho verlo así pero no lo conocía, así que no podía consolarlo. Aunque sentía que podía darle algo más...

Permanece allí, esperando la respuesta del hermano de legado.

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08/11/2013, 09:47
18 Muerto - Ivhone

Ivhone había ido cerrando la comitiva. Caminaba en silencio, perdida en sus propios pensamientos... Cuando de repente sintió calor a su espalda. Se volvió y sus ojos se abrieron como platos. Como salida de la nada, parecía haber aparecido una cortina de fuego que cerraba la salida. 

Nos han encerrado...

Se volvió de nuevo y contempló el dolor que aquel lugar emanaba. Caminó hasta llegar a una especie de sala, formada por un círculo de lápidas. Donde nombres, que no le decían nada, se hallaban esculpidos en mármol y piedra. Nunca había estado allí, ni sabía qué significaba todo aquello.

Escuchó retazos de conversaciones mientras sus iris de avellana recorrían aquellas tumbas. ¿Qué había ocurrido allí? Escuchó la voz de un miembro de su legado. Portaba un hermoso gato en su cuello y hablaba de forma extraña. Ivhone lo miró y enarcó una ceja. Un chico lloraba abrazado a una tumba y otros discutían por querer saber lo que allí había ocurrido. Aquí hubo muerte... Lo sabía y un escalofrío recorrió su espalda. De repente sintió que no tenía tanto frío, al menos sus dientes habían dejado de castañear. Se miró y comprobó que sus ropas se habían secado, excepto la capa que todavía continuaba algo húmeda. Se la quitó, dejando a la vista un vestido de tirantes, bastante usado y desgastado. La parte baja estaba llena de barro y mostraba algún desgarrón que otro. Pero tenía pinta de haber sido muy hermoso. Sobre el hombro derecho descansaba algo adormilada, Shia.

La joven dejó la capa sobre unos escalones y empezó a caminar por aquel enorme y derruido recinto. El chico del escudo continuaba abrazado a una lápida y lloraba desconsolado, mientras susurraba palabras que ella no llegaba a escuchar. Ivhone le miró desde lejos, su rostro se mantenía impertérrito, sin mostrar emociones, como si éste hubiera sido esculpido en mármol. Pero sus ojos castaños brillaron durante un solo segundo. Podía sentir el dolor, la angustia y la rabia en cada piedra de aquel lugar. Eran sensaciones a las que estaba acostumbrada, pero... Odio todo esto... ¿Por qué he venido...? Había seguido ciegamente un instinto y ahora estaba encerrada en un lugar muerto, acompañada de gente extraña que no tenían nada que ver con ella.

Deslizó nuevamente su mirada por aquella sala, hasta detenerla en la grieta que se abría en la pared del fondo. Ya unos cuantos se dirigían hacia ella... ¿Qué ocultará...? ¿Allí estará... el sello...? Tragó saliva y empezó a caminar hacia la grieta. Había hecho aquel largo viaje y quería contemplar con sus propios ojos el sello que debía mantener aquel lugar a salvo...

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08/11/2013, 11:35
06 Muerto - Vanna René

El silencio y el respeto se hacen acopio de mí en aquel lugar, no por el miedo, ni siquiera por las lápidas de aquellos que jamás conocí, si no por que toda la solemnidad que se respira en el aire: las llamas que nos envuelven, la lluvia incapaz de alcanzarnos, el pasado de algunos de los presentes expuesto como si se tratase de una macabra escultura de metal, incluso la tristeza de un compañero que moja como si se tratara de llovizna. Cierro mis ojos mientras dejo que todo ello me envuelva y no puedo evitar sentir cómo mi pecho se encoge ante tan abrumadora exposición.

-Vine buscando el principio... y tan sólo hallo desolación. ¿Qué futuro puede aguardarnos así?

Mi voz es poco más que un susurro temeroso de interrumpir a nadie más, sin ningún objetivo concreto pero bien podría servir de respuesta a la pregunta que Zagam me lanza.

-No sé nada de este lugar, jamás estuve aquí ni conozco a nadie, lamento... no ser útil.

Y eso puede verse reflejado en mis ojos. Asiento lentamente con la cabeza. Debes de mantenerte en equilibrio. Me recrimino a mí misma.

-Nos quedaremos atrás.

Sin decir nada más mis pasos se dirigen lentos y silenciosos tras Zyllah, sin saber si Zagam vendría conmigo o no, aunque una mirada hacia Yormund, su confianza podría resultar contagiosa sin dificultad pero mi curiosidad era mayor y, quizá, el único método de mantenerme en mi posición, pero la mera idea de que tenga razón consigue que un escalofrío recorra mi espalda. Inspiro profundamente.

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08/11/2013, 11:50
Liam Donaire

La joven se presentó, y es más, me tendió la mano, algo que me sorprendió, no estaba acostumbrado a ese trato y provocó que tardara un poco en responder a su obvia petición.  Finalmente aunque receloso le estrecho la mano, no la conocía de nada pero supongo que por algo se empieza.

-Liam.- Dije secamente, solo mi nombre, una presentación escueta muy en mi línea con un tono también seco. Era algo que no podía controlar.

El chico rubio, portador del escudo, estaba acaparando el protagonismo con su llanto, no sabía porque estaba tan roto por dentro, verlo en ese estado, roto de dolor, era como ver pedazos de un jarrón que se había precipitado contra el suelo. Sin saber porque me conmovía, y tuve que desviar la mirada porque me hacía sentir peor de lo que ya me encontraba.

Por si fuera poco, dos chicas más, una pelirroja y otra morena se acercaron a él con intenciones muy dispares, pero ambas me parecían totalmente fuera de lugar. No disimulé mi molestia y además de una mueca de desaprobación les dediqué una mirada fulminante totalmente de reproche ante sus respectivas actitudes hacia al otro, de nombre Andrew.

-Está dolido.- Era una obviedad lo que había dicho, pero parece ser que tenía que recordarlo, algo que me molestaba en exceso.  -  Dejarle tranquilo en su momento de debilidad,  no le estáis siendo de ayuda, y mucho menos está en posición de responder a ninguna de tus preguntas tan “oportunas”. – Remarco con fastidio y un evidente sarcasmo la última palabra, para que quede patente para ellas, en especial a la pelirroja.  

En principio dejé claro que no tenía ninguna intención de meterme en medio de asuntos que no tenían relación conmigo, pero gracias a sus tonterías lo hice en un acto reflejo. Esta situación se había convertido en un sinsentido para mí, ni me molesté en contener un suspiro de fastidio. Quería continuar el camino, cuanto antes mejor, me estaba impacientando y los constantes momentos incómodos no me ayudaban en nada.

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08/11/2013, 11:52
12 Muerto - Alice

-Quien está más afectado y quien parece saber más sobre este lugar, sobre la guardiana y sobre lo que aquí aconteció -corregí secamente al tal Eko- ¿Quieres empezar? Empecemos, pero de poco te va a servir lo que te cuente. Quizá sea por eso que estoy pidiendo ayuda y colaboración.

Conocí a Elisabeth. Muchos en el pueblo la conocen, pues no era secreto que viviese aquí. Era una mujer solitaria y no demasiado sociable. Solía espantar a los niños que se acercaban a merodear para ver a la "bruja", pero ella sabía identificar a los que son como nosotros. Ella me abrió los ojos, me contó nuestra historia y me contó lo que soy y siempre seré. De vez en cuando, yo venía del pueblo a traerle alimentos y alguna que otra cosa, como mantas o aceite para sus candiles y sebo para sus velas. 

Pero aparte de eso, nada. Elisabeth guardaba con celo el castillo y sólo me dejaba acceder a las cámaras que ella quería. Nunca me reveló su verdadero rol, pues sólo aseguraba ser "la Guardiana", y aún no sé de qué. Supongo que este castillo debe (o más bien debería decir debía) ser algo especial para nosotros semidemonios... Pero ahora está muerta, y ya no nos podrá decir nada. 

Sé que era una persona especial. Sé que no merecía morir así, y sé que quien lo haya hecho, además de ser el mismo (o los mismos) que ha destruido el castillo, no va a parar aquí: algo gordo hay detrás de todo esto. 

Es por eso que pregunto a todos los que la conocíais o sabéis algo de lo que aquí ha ocurrido, a ver si algún cabo nos lleva en una dirección.