Partida Rol por web

El gesto de Vanna me hace sonreír. Algo de luz entre tanta oscuridad.

Escucho las conversaciones de los demás semidemonios, pero la pregunta de Poron, me hace pensar en una posible respuesta.

-No nos atacan libremente, porque son minoría. Las niñas no pueden llegar a matarnos aunque pueden hacernos sufrir, porque no están completamente aquí. Cuentan con que nos equivoquemos, para que las fuerzas del lado que se niega a abrir esta puerta mermen.

Me desprendo de la chaqueta, tan negra como el resto del traje y se la ofrezco a Ivhone. Mi compañera de Linaje parecía asustada y temblaba de frío mientras Vanna entraba en calor por sus propios medios. Podría entrenar con ésta y enseñarla a defenderse desarmada, unas clases rápidas eran mejor que nada. Me quito los mocasines y los calcetines también negros, me acerco con una sonrisa.

-Venga, dame tu mejor golpe.

Me detuve a observar a aquellos que en cierta forma comenzaban a vislumbrar lo que sería necesario hacer aquí, no todos entendían los por qués, ni tampoco sería sencillo escoger, pero pocas cosas existían en el mundo que fueran irremediables, incluso la muerte, como bien comentaba Eko, podía tener una vuelta atrás. No debían temer aquello para lo que estaban aquí, no había otra manera.

Tú, ¿donde has escuchado eso?-Me interpela Andrew. Me coloco frente a él, buscándo su mirada, dejándo que nuestros ojos conectaran.

-Lo he visto, Andrew. Así es como comenzó todo, la última vez. El futuro es caprichoso, pero también lo es el pasado, y a veces se muestra, para quien tiene la voluntad de observar. No es una capacidad que pueda controlar, más bien es una especie de efecto colateral.

No era algo sencillo de explicar, había tardado cientos de años en perfeccionar mis habilidades, había comprendido que el tiempo nunca se detiene del todo, había sido capaz de relentizarlo hasta el punto que para otros ojos parecía detenerse, pero como contraprestación, producía un rebote impredecible, atrayendo imágenes de otros tiempos o dejándome vislumbrar posibles futuros, aunque normalmente inciertos y confusos.

-Seele-Digo apareciendo junto a ella, justo después de verme libre de mis cadenas.-¿Estás bien? -La chica parecía confusa, como si contemplar lo que acababa de ocurrirle a Alice la hubiera dejádo en una especie de shock. -Cuando te encuentres perdida, sólo debes buscar mi mano.

Tiendo la mano hacia Seele con la palma hacia arriba, y le dedico una sonrisa cariñosa. No me inmiscuiría más en el asunto de las votaciones, cada uno debía verlo por sí mismo, encontrar sus motivaciones, o simplemente dejarse llevar por su intuición.

Aquella situación hacia aflorar el miedo que muchos de los presentes pretendían ocultar, observé a la pobre Alice, a Ivhone.....volví mi mirada hacia Ira:

Shhh....tranquila...-dije apretando un poco más la mano de Ira-....si este es nuestro destino, si este es nuestro cometido...lucharemos para dar con los llamados traidores -dije mirándola con firmeza- si estamos aquí es porque tenemos valentía, tenacidad y fuerza de superación para soportar esto- dije mirando donde antes se hallaba el grillete que me atenazaba- esas "niñatas" quieren infringirnos dudas, desconfianza y sobre todo miedo...le damos fuerzas a ellas porque nos debilitamos y damos fuerzas a aquellos que quieren que ese sello se rompa....

Seguidamente miré a Eko a los ojos, buscaba su firmeza..que junto a Andrew, Nil y Gabriel, me inspiraba confianza y la sensación de no estar tan perdida, tan expuesta al dolor y al miedo...

Giro con rapidez la cabeza cuando neko-chan pareció responderle.
-Osea... recapitulemos... No nos mataran porque no tienen poder suficiente para ello, al menos a todos a la vez. No podemos salir porque los que quieren romper el sello, nos mantienen aquí cautivos y son parte de todos nosotros ¿No? Y supongo que matar a esas dos cosas tampoco serviría para poder continuar.-En ese momento abrió los ojos.-Espera... ¿No podemos irnos porque sino los que quieres romper el sello lo podrían hacer? Estamos aquí para evitarlo... unos y provocarlo otros.-Golpeo con el puño cerrado la palma de su otra mano. Para unos eso ya era mas que obvio, pero él acababa de encontrar la respuesta. Al menos si nadie mas le corregía al respecto.

-¿Y debemos votar a ciegas?-Que lata.-En ese momento volvió a mirar a la mujer de pelo de chicle.-¿Debemos quitar de las votaciones a Alice?-Así es como recordaba que esa chica se había presentado.

-Supongo que a eso venia el grito de auxilio en mi pesadilla. Maldita sea mi suerte...

Las palabras de Andrew, más bien las de Azhariel, me pusieron con los pies en el suelo. Se acabó toda esperanza, ibamos a morir todos aquí, estaba todo dicho, había que elegir. Las lágrimas inundaban mis ojos, cuando vine esperaba tener que luchar, pero no así, no encerrados. No podía quitar la mirada de Andrew y de Poron, ambos me caían realmente bien... pensé en los demás, ¿cómo podría elegir quién moría?

De fondo, como si estuvieran muy lejos pude escucha a Gabriel, hablar sobre el pasado y el futuro.

-Si puedes ver el futuro y el pasado, ¿por qué no ves quién atacó a Alice y nos evitamos todo esto?-dije con la voz totalemente carente de expresión.

Sin esperar su respuesta, me fui cojeando hacia la pared con la bota en la mano, en silencio, no tenía nada que añadir a la conversación. Me senté en el suelo contra la pared, Saskia se sentó a mi lado y la abrace metiendo mi cara entre su pelaje tan familiar, las lágrimas rodaban por mis mejillas sin poder evitarlo. Aunque, realmente, no lo intenté demasiado.

Andrew se acercó, optimista cargado de energía con ganas de luchar. Todas las que yo había perdido.

-Lo siento, no puedo compartir tu entusiasmo. Tú, al menos, cuentas con la ayuda de Azhariel que ya ha pasado por esto. Yo ni siquiera había estado con tantos semidemonios antes, no sé ni por donden empezar...- contesté lacónica. En una reacción a la desesperada, saqué del bolsillo de mi abrigo una pequeña navaja que siempre llevaba conmigo. Acerqué el filo a mi tobillo, dispuesta a arrancarme la marca como fuera, al intentar cortar la piel Sakia saltó con las fauces abiertas tirando de la manga y evitando que hiciera una estupidez. -Solo faltaba que además estuvieras herida y débil, no creo que puedas quitartela.- me rependió enfadada.

- Pensé que si destruía la marca, podría salir de aquí.- explique sin dirigirme a nadie en concreto.

Miré a los demás, no me quedaba más remedio que elegir.

El dolor que sintio en la pierna no le impidio seguir parado y continuar caminando hasta llegar al centro del lugar para mirar al resto. "Al menos hay un consenso" penso observando al resto obviando las fuertesemosiones que parecian transmitir cada uno. Para él ninguna de ella tenia valor, ni importancia ahora que sabia que habia gente que trataba de esconderse en gestos bondadosos o de desesperacion para luego aprovechar un momento donde pudiera atacar.

Dejando sus pensamientos por unos segundos se dirijio donde estaba Ivhone con la chaqueta del hombre gato. Sentandose cerca y dejando su lanza a un costado medito un poco sus palabras y dijo lo que pensaba correcto. Deja de llorar. dijo secamente y busco en sus bolsillo los cigarrilos para ofrecerle uno Quieres uno? dicen que ayudan con los nervios. dijo aun con su vos monotona. Habia scuchado su pregunta a Andrew y por eso ahora la miraba, aunque tambien era porque deseaba la respuesta tambien.

-No puedo ver el pasado ni el futuro, no como tú piensas, Alexia. Trataré de explicártelo.

Me posiciono frente a la joven, consciente de que era una explicación compleja, llena de matices que incluso a mí se me escapan después de tanto tiempo.

-Si te pidiera que recordaras algo, un hecho concreto, de hace ocho años, 4 meses y 3 días. Por ejemplo, que comiste ese día, o una conversación. ¿Lo recordarías? Difícilmente. Y eso que únicamente se trata de tu vida. Imagina ahora tratar de ver algo concreto en el pasado, algo que ni siquiera has vivido directamente. Y sin embargo, hay hechos que ya no recordamos, pero en ocasiones, motivados por alguna situación concreta, vuelven a aflorar en nuestra mente. Por ejemplo, ves un cachorro de lobo, y recuerdas una tarde que saliste a pasear con Saskia, y las hojas levantandose mientras ella corría. Es algo parecido, pero mucho más complejo, ciertos momentos del pasado vienen a mi mente, no siempre, y normalmente momentos inconexos, difusos, o que en nada pueden ser de utilidad.

Respecto al futuro, deberías hablar de los futuros, en plural. No existe un sólo camino, y en ocasiones las opciones son prácticamente ilimitadas. Que pueda ver alguno de ellos no significa que vea el correcto, o el que vaya a suceder en realidad. No dista demasiado de lo que cualquiera de vosotros podría hacer, si se detuviera a pensar en las consecuencias que podría provocar cierto hecho. Las variables son infinitas y el futuro, cambiante, en cualquier momento puede entrar en juego algo que lo cambie todo.

Miro nuevamente a mi alrededor, buscando los rostros de aquella gente que me acompañaba.

-Pero lo más importante. No me corresponde a mí deciros como debéis actuar. Es algo que sólo podéis hacer cada uno. No se quienes de vosotros quieren proteger el sello y quienes destruirlo, pero sabía que debía venir a este lugar, y que entre todos decidiríamos sobre el destino. 

Si te dijera que Poron de Old es el que ha hecho eso a Alice, o bien que lo has hecho tú misma. ¿Aceptarías esa verdad? 

La respuesta es no.

Andrew sonríe a Poron. Le cae bien el extrovertido y espontáneo joven. Pero ahora no es el momento de afianzar nuevas amistades, no al ver todas las preguntas que hay aún en el aire, algunas de ellas dirigidas directamente al Grovehn. Se gira hacia Liam y Marceline, como a punto de decir algo, pero se lo piensa mejor en el último momento. Eso... mejor que se lo digas tú. Andrew cierra los ojos y cuando los abre se ve en ellos un vacío que momentos antes no abía y la sonrisa se ha borrado de su rostro.

-Esta discusión la tuvimos hace muchos años... Valfar y yo clamábamos venganza por lo que me hicieron, pero había muchos que se negaban a tal cosa.-Tiene los ojos fijos en la cristalera, pero en realidad su mente está en otro lugar muy distinto.-Sea como sea al anochecer la tensión, la rabia y el odio aumentaban. Casi parecía algo sobrenatural. Era entonces cuando tenía lugar la batalla, cuyo resultado siempre era el mismo. Una muerte. Podéis hacer lo que queráis, pero una cosa es clara. Tenemos que aprovechar el día al igual que ellos aprovechan la noche, porque si no... Nos irán matando uno a uno.

Lentamente, los ojos de Andrew recorren la distancia entre la cristalera e Ivhone.-No. La verdad es que murieron pocos inocentes teniendo en cuenta los que sobrevivieron. Cinco inocentes murieron y ocho sobrevimos.-La voz se le quiebra un poco y los ojos se le humedecen.-Fueron pocos... Pero aún así él no lo consiguió...

Con las palabras de Poron sobre Alice los ojos de Andrew se abren de par en par, recordando algo.-No... No fuimos ocho, fuimos nueve los que sobrevivimos. Ese chico... Había un chico que no era inocente, pero tampoco era un traidor... Dentro de él habitaba el mal, pero debía ser atacado para que ese mal saliese a la luz.-Su mirada se gira hacia Alice, dudoso.-Ahora que lo pienso, eso es lo que ha podido ocurrirle a Alice... Aunque no es seguro. También ha podido ser protegida por alguien. Recuerdo que Valfar tenía ese poder. Creo que lo más inteligente sería no votarla por el momento y esperar a que alguien averigüe algo sobre ella. 

Incapaz de apartar las dudas que le acaban de apartar Andrew mira a Gabriel.-No sé como lo has hecho, no acabo de entenderlo, pero acabas de decir frases que dijimos Valfar, Yannick y yo hace muchos años. Frases con mucho significado.

La expresión de Andrew cambia sin previo aviso y anda hasta Alexia para ponerle un brazo sobre el hombro y mirarla fijamente a los ojos. Le dedica una sonrisa acompañada de palabras de ánimo.-Pede que no tengas a Azhariel dentro... Pero me tienes a mí. Y también a Poron. Tenemos que permanecer unidos y fuertes.

-Algo... o alguien... Espantó a los que me intentaron matar en la oscuridad. No sé qué o quién fue, pero si mis atacantes están aquí, también habrá de estarlo mi salvador. O salvadora. Por eso aquel gracias de hace un instante...

Quise aclarar eso por el último comentario de Andrew. Poco a poco pude volver a ponerme en pie, algo más recuperada.

-Siento... siento no poder ser de más utilidad. No pude ver nada, me pillaron desprevenida, yo... -mi voz se quebró un instante debido a mi emoción.

Me sentía humillada. Vejada. Un despojo. Pero esto no quedaría así. Quien me hubiera hecho esto pagaría por ello, y también por el cuerpo de la guardiana que descansaba cerca nuestra junto a su hermano cabrío.

- Entonces, ¿en eso consiste nuestra lucha? ¿En matarnos de una manera u otra?- con evidente desagrado en el rostro, miró alrededor- Pisa a otro y vive, antes de que la muerte llame a tu puerta... ¿Por qué todo en nosotros es siempre tan violento?- suspiró, hondamente- Estamos en una ratonera...

- Personalmente, no excluiría a absolútamente nadie. No os conozco y no sé que debo esperar de vosotros. Y me parecería lógico que vosotros también pensárais así en una situación como esta- se encogió de hombros, rebuscando entonces entre su ropa, con desgana- Con respecto a esas dos crías... No creo que no puedan hacernos daño. A mi parecer, son una suerte de depredadores que disfrutan jugando con su presa antes de comérsela. Creo que se divierten con nuestra situación, y que se divertirán aún más cuando comencemos con la matanza a la que parece que estamos condenados. 

Sacó un cigarro del bolsillo de su chaqueta- Eh, hombretón, ¿tienes fuego?- dijo, refiriéndose a Nil, que antes había demostrado ser capaz de manejar tal elemento. 

Después de responder a Ivhone me quedé en silencio, simplemente observando y escuchando a todos. Quería analizar sus gestos y sus palabras, sus formas de relacionarse entre ellos, no los conocía de nada y cualquier cosa podía ser una pista.

La aparición de la niña, confirmando mis peores sospechas me tensó como un resorte. Mis dedos se acercaron por puro instinto a la empuñadura de Irad y la sujetaron con fuerza. Sin embargo no hice nada más que apretar los dientes al sentir el escozor en el tobillo. No quería terminar vomitando arena o algo peor. Cuando se marchó aflojé los cordones de mi bota, para contemplar el tatuaje de símbolos que nos habían "regalado". Me preguntaba si tendría algo que ver con las gemas blancas de las que había oído hablar, pero no me gustaba ni un pelo que proviniesen de los engendros con forma de niñas.

Suspiré y negué con la cabeza cuando Alexia nos preguntó si habíamos visto los símbolos antes. Después volví a permanecer en silencio, sentada donde estaba, simplemente observando a los demás. Buscando en ellos cualquier pista que pudiera indicarme quién escondía la traición tras un rostro amable.

No pude evitar notar una incorrección en el relato de Andrew, en las cuentas que había hecho... Pero sacudí la cabeza levemente y no dije nada. Podía comprender que él lo sintiera así. Me quedé mirando durante varios instantes al joven que tenía dentro al amigo de mi madre, intentando imaginar el rostro de Azhariel superpuesto sobre el de Andrew. Era raro pensar que tras esa cara estaban los dos, pero el mundo estaba lleno de cosas extrañas en estos tiempos.

Marceline escuchaba atentamente las palabras de Azhariel a través de Andrew. Acarició la cabeza de Fionna, esperando que terminase de dar toda la información. Había algo que a ella le rondaba por la cabeza, pero no tenía claro si hacer la pregunta. Porque temía una respuesta que hiciera más recelosa a la gente de votar, cosa que Marceline tenía claro que era lo único que podían hacer.

Finalmente suspiró y miró a Andrew. - Azhariel, cuanto... ¿cuanto tardasteis en acertar con el primer traidor en las votaciones? ¿Y como lo descubristeis? - Marceline temía el lapso de tiempo que se pudiera haber dado, pero esperaba que al menos la segunda respuesta limara las posibles asperezas que pudiera desatar la primera respuesta.

Nada más formularle aquella pregunta a Andrew, el chico gato se acercó a Ivhone y le ofreció su chaqueta. La joven lo miró y pestañeó repetidas veces. Le costaba creer el gesto que había tenido con ella. Hacía mucho tiempo que nadie era tan amable. 

- Gracias... - Le dijo, enarcando ligeramente las cejas mientras la sombra de una sonrisa empezó a formarse en sus suaves labios. Se la puso sobre los hombros y enseguida sintió el calor de la prenda. La reconfortó, aunque la realidad de todo aquello la superaba. 

Un chico, en el que casi ni se había fijado, se acercó a ella. Ivhone se volvió a mirarle... Sus ojos se abrieron como platos cuando él le dijo que dejara de llorar... Pero... ¿Quién se cree que es...? Secó la única lágrima que restaba en su mejilla y afiló sus pupilas en las de él. En ese momento, Andrew empezó a hablar, acaparando la atención de la joven...

Cinco inocentes murieron... Y dice que son pocos... Continuaba absorbiendo las palabras del joven, cuando sintió un movimiento cerca suyo. Negó ligeramente con la cabeza y se volvió a mirar al mismo chico que le había dicho que no llorara. Estaba ofreciéndole un cigarrillo. Ivhone dudó unos segundos... Le miró a los ojos y asintió con un gesto de cabeza, mientras alargaba la mano y cogía uno. Hacía mucho tiempo que no fumaba. Como muchas cosas que había dejado de hacer en su aislamiento. Pero en aquel momento, al verlo delante de ella, le apeteció muchísimo. Le pidió el mechero al chico y encendió el cigarrillo, aspirando el humo y sintiendo como raspaba por su garganta. Éste fue expulsado en forma de tos... - Cof... Cof... ¡Oh...! Hacía mucho...Cof...Cof... que no... cof... fumaba... - Sus mejillas se sonrojaron ligeramente, pero eso no impidió que volviera a darle otra calada, aunque esta vez más suave, para ir acostumbrando a sus pulmones a aquel veneno.

Se volvió a mirar a la chica de las mechas y asintió con la cabeza. - Yo tampoco os conozco... Ni siquiera sé qué hago aquí. Hacía mucho tiempo que estaba sola, alejada de todo y... Deseaba encontrar a gente de mi especie. No quería... Seguir sola... No sé... Me pareció una buena opción... - Suspiró y bajó la mirada, mientras alguien hacía una nueva pregunta al dueño del escudo... El día anterior había guardado celosamente sus motivos. No los creía importantes, y seguían sin serlo... Pero, tras todo lo que estaba escuchando y viviendo, tuvo la necesidad de explicarse...

Esto no me gustaba ni un pelo, nuestras vidas dependían del resto y si veían alguna sospecha en alguien solo le esperaría la muerte. Aún me sigo preguntando qué diablos hago aquí, era surrealista más no poder. Habíamos pasado de una "excursión" a estar atrapados, y a pesar de que las cadenas hayan desaparecido la sensación claustrofóbica permanecía palpable en el ambiente. Aquellas mensajeras de la oscuridad en forma de malditas crías habían confirmado de sobra sus intenciones, no éramos más que títeres en un juego de muy dudosa moralidad.

Lo único que podía hacer era tragarme mi orgullo, y pensar con la cabeza, estaba envuelto en una situación donde las peleas no eran físicas. Resignarme y cumplir con las normas por muy incomprensibles que sean eran mi única vía de salir de aquí. No era una locura creer que el resto estaba pensando en lo mismo.

Escuché las palabras de Andrew, Andrew no si no de Azahriel. Me lamentaba ser de los pocos que desconocían la primera historia, y saber que el juego actual era similar pero no exactamente igual no daba muchas esperanzas, solamente las justas. Sí en la primera parte algunos puedieron escapar con vida, este no debía ser la excepción pese a las diferencias que puedan existir entre ambas versiones.

- Oye rubito, -dije mirando seriamente a Andrew.- gracias por compartir la información, ¿pero eso no te causaría problemas?  Bueno, no solo a ti, si no a todos aquellos que han demostrado saber más que el resto. 

Emití un suspiro de resignación y de fastidio, ni fue el primero ni tampoco será el último. 

- ¿Alguna forma de averiguar la inocencia de alguien?, porque aquellos que estamos llamando como traidores habrán venido a aquí a joder. Pueden que estén compinchados con las crías, o quizás les haya sorprendido la encerrona y se estén aprovechando de eso. - Expuse mi opinión a los presentes con la idea que aportaran algo de claridad entre tantos interrogantes.

Por muy complicado que me resultara tenía que controlar mi carácter, mi rabia, y especialmente toda la frustración que se había en este momento. Dejarme llevar por mis impulsos no resolvería nada, solo conseguiría que al igual que Eko, tragara arena hasta ahogarme, incluso algo peor. No conocía al resto para emitir un juicio, ya que si por norma general uno puede mentir libremente, cuando está en juego su vida parecía una necesidad. Preferí desconfiar del resto, ya que si los supuestos traidores son algunos de los presentes, podían ser cualquiera. 

"Como siempre Liam, nunca tienes control sobre nada"

Me encogí bajo el brazo de Andrew, aunque seguía sin verme capaz de juzgar a alguien sin información, el apoyo era reconfortante.

-Gracias- dije sonriendo- es un consuelo contar con vosotros-. Después me dirigí a Gabriel.

-Evidentemente nadie se fiaría de tu palabra pero, ¿cómo lo haces para juzgar y condenar a alguien sin ninguna información?. Hasta ahora nadie ha hecho nada condenable y todos, en algún momento, hemos hecho o dicho algo inapropiado que puede haber ofendido a otros. ¿Sólo elegimos a uno y ya está? 

No habia mocho para ver en la pupilas de Syd, que solo dejaban ver una falta de emosion que podia llegar a preocupar en especial en una situacion como esta. Luego de encenderle un cigarrilo, se tomo uno para él y empezo a hacerle compania fumando.

Volvio al escucharla toser Yo hace una semana y media que volvi fumar. le comento pensando que seria lo mejor seguir hablandole mientras tenia la oportunidad, ya que asi parecian tranquilizar todos los demas a los alterados. Dejo salir el humo con calma mientras escuchaba las preguntas de los nuevos como él y las respuestas que les dababan.

Miro de nuevo a Ivhone cuando hablo de su deseo de encontrar a otros como ella. Es lamentable que este haya sido el resultado de no querer estar sola, pero es algo que puede llegar a ser inevitable. comento sin emocion, no dejando claro si era algo bueno o malo para él. Al menos con los de mi legado. agrego bajando su mirada a la camisa que aun permanecia manchada de rojo sin importar que se habia mojado con la lluvia.

El grillete que me ataba habia desaparecido y tras eso un hombre con las mismas marcas de mi piel me ofrecia su ayuda...¿Quien es? mi mente no le reconocia, pero me reconfortaba, estire mi mano para alcanzar la suya...

Los multiples dialogos que se formaban respecto al motivo de reunirnos aqui era bastante curioso, habia que "sacrificar" para que los otros sobrevivan, esas niñas demoniacas esperan como animales de carroña, a esa chica...Alice la atacaron y eso la hace inocente y al parecer alguien la ayudo...¿por que?...

Mi tobillo estaba marcado y sentia que algunos recuerdos se creaban en mi mente...como llegue a este lugar, quienes eran los que estaban aqui...y aquel llamado...Cameron...la niña...la busque con la vista pero no la encontre, Gabriel es quien me toma la mano...solos los recuerdos de un dia...¿por que?...de que forma este lugar me influenciaba...¿es posible que aqui descubra los recuerdos olvidados?

Aunque no demos nuestra opinión, este lugar nos obligara a elejir a alguien, de momento somos todos desconocidos, pero a medida que el tiempo pase...mire a Gabriel...podreis ir identificando en quienes confiar o no...y sera mas facil alzar la voz con un nombre...puede caer cualquiera, bueno o malo, pero debemos sacrificarnos para poder sobrevivir...cerre los ojos...este lugar susurra lo que ocurrio en el pasado, solo hay que saber escucharlo...

Aprete la mano de Gabriel...El amancer me hizo olvidar, pero las marcas del grillete me ataron a los recuerdos del dia anterior...espero que mañana no olvide...

Satisfecho por tener el tobillo libre, Eko se acercó a los ventanales, a intentar mirar a través de ellos. A su espalda las conversaciones continuaban. Los había más y menos participes de la idea de las votaciones, pero él lo tenía claro.

Se dio la vuelta, y se quedó un rato observándolos a todos. La constancia de Lennish tratando de ayudar a esa mujer le llamó la atención, y asintió levemente cuando sus miradas se cruzaron. Si ya de por sí parecían un circo, no podían estar además descentrados cuando llegase el momento de escoger a alguien.

- No sabemos si hay otro método. - Dijo entonces con voz grave, dirigiéndose a todos. - Pero sabemos que ese ha funcionado antes. Por mi parte no estoy dispuesto a correr el riesgo de tratar de inventar la pólvora y que me estalle en la cara. Tenemos demasiado que perder.

Los grilletes desaparecieron, no como los problemas que cada vez eran mayores para todos nosotros. Poco a poco, y sobretodo gracias a los veteranos de esta extraña historia que nos dan las instrucciones precisas para jugar al juego de las monstruitas, la gente se va haciendo una idea de a qué nos enfrentamos.

Me masajeo el dolorido tobillo, observando el símbolo que lo corona. Exactamente no sé lo que significa, pero está claro cuál es su función. Será una especie de símbolo custodio, ni más ni menos. Me pongo en pie y deambulo por la habitación, rodeada de cristaleras cubiertas de rosales marchitos. Con lo fácil que sería romper las cristaleras y escapar... Desafortunadamente la chica del arma, Zyllah, ya me demostró golpeando las cadenas antes que las cosas no son tan fáciles en este lugar como podamos creer. No existe una realidad como la conocemos, esto es otro plano. Estoy segura que debe de serlo. Quizás no estemos en el infierno, pero estamos muy cerca. De ahí que las monstruitas tengan poder pero no todo el que les gustaría para torturarnos todos a la vez.

De mientras, unos y otros comentan lo horrible que les parece la idea de señalar a uno de nosotros. Si solo fuera eso lo horrible que nos espera...

- Si señalamos a un inocente, ellos se quedan con más adeptos vivos que desean destruir el sello; si señalamos a un traidor, ganamos un día más. Nuestra decisión puede cambiar el peso de la balanza de manera significativa. No sé si todos habeis venido con sed se sangre de entrada o si os habeis visto envueltos en esta mierda de manera inesperada. Lo que sí sé es que no voy a dejar que unos paletos sin cerebro rompan el sello que mantiene todo lo que tenemos y amamos, parte de lo que somos, de nuestra herencia. Hablo de la humanidad. Si el sello se rompe, será el fin. Para todos. Nosotros, los mestizos, tampoco somos muy apreciados por lo que se esconde tras el sello -dejo de deambular por la habitación, observando a cada uno de los presentes una vez me detengo- Solo os pido que lo razonéis bien. Evidentemente si los que me escuchan son los traidores ellos lo van a tener más fácil en su elección, pero me dirijo a los que no lo sois. Escuchad lo que os dice vuestra intuición. No os dejeis engañar por caritas adorables o poses heroicas. Por otra parte no nos conocemos de nada y eso, puede ser lo mejor. Quizás lo haga más fácil... o quizás no... -digo eso último con cierto aire de abatimiento. Nunca me he visto en una situación tan límite y mi conocimiento aquí no me sirve de nada. No me han preparado para esto. Y supongo que al resto tampoco.

- Dicho lo dicho... Ya queda menos para conocer el veredicto -me siento en el suelo, con las piernas estiradas y una puesta sobre la otra. Me coloco bien el vestido y apoyando las manos en el suelo, me dedico a esperar el momento fatídico para todos. El momento en que conoceremos la verdad o sencillamente una caza de brujas a ciegas.

Muevo los hombros, estiro el cuello, calentando. Aunque lo habitual en mi era ser muy activo, no sabía ni cuanto tiempo llevábamos dormidos. Decidí que antes de empezar a combatir lo óptimo sería prepararse. 

- Supongo que es hora de que cada uno de sus opiniones, si es que tiene alguna. Por mi parte, creo que si tuviese que elegir matar a alguien sería a Gabriel. No es nada personal, pero tu habilidad, al menos la parte que no controlas es demasiado peligrosa y potente a la hora de manipular a los demás. Como has dicho, nadie tiene porque hacerte caso...pero si te lo empiezan a hacer, tu don sería excusa suficiente para hacer que todos se muevan a tu son. Además, en caso de que seas inocente, como bien has dicho, tampoco es fiable, porque hay muchos futuros, lo que significa que sólo vas a aumentar la confusión en el bando...¿aliado?- Esto se empezaba a parecer demasiado a la segunda guerra mundial, y había demasiadas referencias alemanas de por medio.- No tenéis por que creer que yo soy un aliado, así que expondré las ventajas de matarte para el bando enemigo, si tu don acertase, aunque solo sea una vez, su plan se frustraría inmediatamente. 

Aguardo a que Vanna comience la pelea de entrenamiento.

-Lo siento si he sido demasiado sincero. Pero me pareces el sujeto más peligroso de la sala, para bien y para mal.