Partida Rol por web

- Verona. - Dijo Eko sin darse por vencido. - Nekhbet. - Probó de nuevo. - Alguno de los dos tiene que resultarte familiar.

Esperaba que ella asintiera. Tener de dónde partir. En cierta manera, poder ayudarla. Quizá Seele no fuera la mejor compañía, pero comenzaba a darse cuenta de lo rota que estaba. Si al menos pudiese recuperar una parte de sí misma...

Volvio a mirarle, buscando en su mente...algun sentimiento en su corazon...pero nada...movio negando con la cabeza...

No...nada...con esos nombres no siento nada...¿Quienes son?...pregunto con mas curiosidad...era extraño que Eko se mostrase de esa forma, cuando el dia anterior solo habia discutido por cualquier cosa...

- Supervivientes de la anterior batalla. Sólo sobrevivieron ellas dos, Nybras y Elizabeth. - Afirmó entonces.

Luego pasó algunos segundos callado, haciendo memoria. Tenía que haber algo... Algo que funcionase.

- Con respecto a Gabriel... - Digo entonces, preparando el terreno para tantearla. - Está bien que te acerques a él, sea o no un traidor. - Afirmó encogiéndose de hombros. - Pero ten cuidado. Ya sabes lo que dicen: Ten cerca a tus amigos... - Comenzó, dejando la frase en el aire.

Se giro al escuchar el nombre de Nybras...un sentimiento fraternal se gesto en su pecho...

...pero mas cerca a tus enemigos...termino la frase...Ya has visto como actua Yormund con Vanna, espero que de verdad los demas noten que hace lo mismo que hacemos Gabriel y yo...pero como todos estan tan cegados con ver lo malo en nosotros...no me extrañaria que continuasen ciegos...

No necesito tu permiso para acercarme a él...me da igual que lo que pienses respecto a nosotros...solo le tengo estima...respondio dandole una explicación inconsciente...no siento por el lo mismo que por ti, me agrada, ya te dije, ha sido amable...como ahora lo intentas tu...

Eko asiente entonces, más tranquilo.

- Está bien. - Admite, con un tono un poco forzado. - No pretendía que pensases que te daba permiso, sólo que lo aceptaba. De todas formas lo harás, me guste o no. Mejor vivir conforme a ello.

- Y tienes razón. Yormund está jugando con fuego.

Dicho esto, Eko emite un largo suspiro. La mira durante unos instantes, indeciso, antes de preguntar.

- Si pudieses decidir, ¿te gustaría saber quién eres?

Mi mirada se torno mas inocente...movio la cabeza de forma afirmativa...

Si Eko, me gustaria, saber quien soy, poder recordar quien era y saber por que termine asi...unas lagrimas rodaron por su blanca mejilla...saber si realmente estoy sola en este mundo...si muero aqui no sabre si alguien me llorará...no quiero morir sola y no quiero eso...abrazo su abrigo y oculto sus lagrimas de Eko, no queria que sintiera lastima por ella...

- Te lo voy a preguntar otra vez. - Continúa Eko sin moverse de su sitio, sabiendo que quizá sea el momento de mantenerse distante. - Te lo preguntaré sólo porque quiero que estés segura, no porque no confíe en lo que me has dicho.

- Sé quién eres. - Afirmó, con tono seguro. - ¿Quieres saberlo?

¿Como puedes saberlo?...si me conocieras me lo habrias dicho...

Seele se sentia confuza...mira a Eko con algo de temor, ¿que podria decirle?...¿como sabia quien era? quizas en el pasado intento atacarle, pero no lo recordaba...sentia miedo de las palabras de Eko...

Si lo sabes, dimelo...

- Lo sé por la gente a la que conoces. - Afirmó con voz tranquila, haciéndose un gesto para que se sentara. Lo que venía podía ser extraño. - Por las cosas que sabes aunque no las recuerdes del todo.

- Eres Verona. - Dijo mirándola a los ojos, con voz totalmente segura. - Posees el Último Legado, aunque quizá este no es tu cuerpo, como pasa con Andrew. Puede que por eso hayas olvidado.

- Luchaste en la última batalla, y venciste. Salvaste la vida de Azhariel, y le prometiste traer de vuelta a Valfar. Nybras salvó tu vida. Mi padre mató por ti, y tú por él.

- Mi nombre es el de uno de los traidores de entonces. Mi apellido el que, si no me equivoco, un día quisiste llevar, aunque las cosas tomasen caminos diferentes.

- Eres Verona, una auténtica luchadora.

No, no puede ser...estas equivocado...auntentico miedo sentia, no recordaba nada de lo que decia...es imposible que sea ella...no me provoca ningun sentimiento...

No se que tanto sabes de lo que paso aqui hace tiempo, pero no creo ser quien dices...si era un luchadora, por que he terminado asi...Verona su nombre no me evoca nada...quizas conoci  en otro lugar a Azhariel o a Jared...pero...

Se tomo la cabeza...vacio...siento un vacio....cerro los ojos...Seele Specter....Seele Specter....no lo olvides...no lo olvides...Seele Specter...su respiracion se acelero y sentia que el corazón palpitaba cada vez mas rapido...

Con decisión, Eko se acercó a ella y agarró sus muñecas para apartar las manos de su cabeza.

- Escúchame. - Le dice con voz firme, mirándola a los ojos. - ¿Valfar? ¿Qué te produce el nombre de Valfar? - Pregunta, cada vez más decidido a hacer lo que hiciera falta por ayudarla - ¿Recuerdas lo que les prometiste? No fuiste capaz de levantarle y ahora está ahí, muerto. - Dice, esperando alguna reacción por parte de ella - ¡Por tu culpa, Azhariel se ha pasado todos estos años buscando cómo hacerle volver!

Seele miraba a Eko a los ojos, llenos de lagrimas, no lo recordaba...al escuchar su pregunta...no responde y desvia la mirada, incrementando su llanto...Dolor!!!...dolor!!!...su nombre me hace sentir dolor!....no sigas por favor...no recuerdo nada!...dejame!....sueltame!...no fue mi culpa...no fue mi culpa!!!...no estaba ahi....yo no lo mate!!!...

Intentaba safarme, pero era mas fuerte que yo...Por favor no sigas!!....duele!...duele!!!...cae de rodillas delante de Eko, llorando desconsoladamente...sentia que algo le apretaba el pecho, que le robaba el aire...una promesa rota...un sonrisa que jamas volvio a ver...un corazon solitario...y la perdida de alguien amado...Duele Eko....sueltame por favor....rogaba entre lagrimas...su cuerpo parpadeaba activando su poder de legado, pero sus manos estaban intactas, sin poder safarse de las manos de Eko...yo no pude...lo intente...como admitiendo lo que le decia eco...pero no habian imagenes, solo sentimientos...

- ¡Claro que duele! - Grita Eko entonces, soltando sus manos pero girando a su alrededor, sin dejarle ni un instante - ¡Tú no lo mataste, pero murió confiando en ti! ¡En que lo traerías de vuelta! ¡Igual que Azhariel! - Continúa, a pleno pulmón - ¡Vamos, Verona! ¡Reconócelo por lo menos, joder! ¡Deja de esconderte en el olvido! ¡Azhariel está aquí! ¡Te necesita! ¡Joder, te necesita! - Sigue, y entonces se pasa el dorso de la mano por los labios, secándose la saliva - ¡Eres más fuerte que eso, joder! ¿Vas a dejarle tirado esta vez también? ¡Ha muerto Jared! ¡Podría haber vuelto a morir Azhariel! ¿Vas a hacer algo, o vas a seguir escondiéndote en una mente rota, joder? ¿Vas a seguir de brazos cruzados mientras tus amigos mueren? ¿Quién va a ser el siguiente que veas morir sin hacer nada? ¿Yo? ¿Gabriel? ¿Azhariel? ¿Mi padre? ¡Sé tú misma, joder! ¡Te necesitamos! - Terminó, más con una sucesión de frases de tono desesperado que con una consecución lógica de pensamientos. Y al acabar cayó de rodillas delante de ella, deseando con toda su alma que hubiese servido de algo.

Seele se cubrio los oidos, pero las palabras de Eko, iban directamente a su corazón...esos sentimientos sin fundamentos tomaban mas fuerza y creaban imagenes en su mente...Azhariel...Jared...Nybras...Valfar...su amado Yannick...lagrimas continuaban brotando de sus ojos, de su corazón, de su alma, quebrada...destrozada por un promesa rota...por la soledad...

Miro a Eko a los ojos y estiro su mano con temor acariciando su mejilla, los ojos de Seele brillaban diferente y de un color marron...esos ojos...eran los de Yannick...los de su amado Yannick...Lo siento Yannick...fui debil...y aun no lo puedo encontrar...lo siento...decia llorando, mirandole con ternura, con amor...pero sus ojos cambiaron al inteso azul de Seele...retiro su mano con miedo y se arrastro un poco hacia atras...movia su cabeza de un lado a otro negando...No quiero!!!...miro a Eko con suplica...no me hagas recordar eso...duele mucho...cruzo sus manos sobre su pecho como queriendo consolarse...mientras continuaba llorando...las imagenes de los que fueron sus amigos volvian a desaparecer y el sentimiento de soledad volvia a su corazón...

Eko sólo puede sentir una agridulce satisfacción cuando Seele comienza a reaccionar, y aunque se le hace extraño que le llame por el nombre de su padre, es preferible eso antes de que vuelva a encerrarse de esa manera.

Cuando ella se arrastra hacia atrás la sigue de rodillas, y al volver a hablar lo hace con tono calmado.

- Verona. - Le dice - Me han hablado de ti, y me han dicho cosas buenas. Azhariel está ahí fuera. Ha venido a buscar a Valfar. Estás a tiempo de ayudarle. Te necesita. Y yo también te necesito. Por favor.

Me apodero de las mentes de mis victimas Eko...quien te asegura que estos sentimientos, no son los restos de la mente de esa mujer....quizas la mate...no lo se...pero no recuerdo mas...no sigas por favor...ya no tengo mas...soy Seele, no Verona...decia con su voz aun entre cortada por las lagrimas y la emoción que estaba sintiendo...

Gateo casi arrastrandose lejos de Eko, le hacia daño como no habia sentido nunca...Tu no me necesitas...nadie me necesita...las personas me odian...la lo ves...moriremos Eko...lo siento...

La expresión de Eko cambió entonces a una más dura en cuanto ella terminó de hablar. La miró, cargado de frialdad, antes de responder.

- ¿Crees que me importa si la mataste? - Pregunta en tono de incredulidad - Lo único que me importa es que está ahí dentro, seas tú o no, y los votos que nos va a evitar que salga. Así que si no quieres morir, Seele, si no quieres que muramos los dos, haz un puto esfuerzo.

Luego su expresión se relajó. Se acercó de nuevo a ella, caminando despacio, y se sentó en el suelo.

- Mira, Seele, ya has dejado muy claro que no te gusto. Y no te voy a engañar: tú tampoco eres santo de mi devoción. Pero si vamos a salir de aquí, tendrá que ser juntos.

- No sé cómo funciona tu poder, ni si esos recuerdos son tuyos o suyos. Pero nos ayudaría mucho que pudieras despejar tu mente.

- En cualquier caso, lo consigas o no... Bueno, estoy aquí. - Añadió al final, en un tono más amable.