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HLdCn: El Legado de Caín II - Semillas de Destrucción

Un Sitio a Recordar

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13/12/2013, 01:18
Eko Létang

Durante el tiempo que duró el combate Eko permaneció con los ojos abiertos mientras su respiración se alteraba. Una sonrisa se iba formando en sus labios al darse cuenta de que habían sido mayoría, y más aún al echar cuentas de quién había faltado al combate.

Para cuando todo terminó las palabras de Zyllah le llegaron como en medio de una nebulosa, pero sólo pudo asentir cuando dijo lo de Zagam. Le jodiera o no, el chico se había lucido más que ninguno. Sin embargo se sentía satisfecho. La zorra que le había llamado perrito faldero había muerto. Todos ellos habían podido oler su sangre derramarse, ver su piel despegarse gracias a Irad, y finalmente su propia araña la había rematado. Se merecía pudrirse de la peor de las maneras.

Su padre había hablado muchas veces a Eko de los lazos formados en las batallas, pero sólo ahora él empezaba a entenderlo. Sentir su latido desbocado y saber que era algo compartido era algo único, vital e increíble.

Dejó que Zyllah le tomara entre sus manos y se lanzó a por ella. Su corazón pedía a gritos mantener ese bombeo frenético como un galope, y los labios de ella parecían el mejor lugar donde conservarlo.

Sin ningún tipo de dudas la sujetó por los hombros, correspondiendo con fuerza a ese beso, y cuando ella mordió su labio una enorme sonrisa se dibujó en sus labios, correspondiendo a su mirada. Retándola.

- Lo has hecho. - Afirmó entonces en un susurro, aún con su labio atrapado entre los dientes de ella, al ver a Yormund volver a la vida. La idea de ella siendo capaz de encadenar la voluntad de alguien, y más de una persona tan rebelde como el Lince, le excitaba inexplicablemente. Saber que, de todos los presentes, se encontraba con la persona que podría arrancarle a él mismo la voluntad, le daba tal morbo que en sus ojos se podía ver arder el fuego del deseo. Sin esperar respuesta se lanzó a por sus labios con fuerza, girando su postura para pode acceder a su boca más cómodamente.

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13/12/2013, 01:59
Zyllah

Mientras en el otro lado contemplaba la resurrección de Yormund con un gesto neutro e inexpresivo, en este una sonrisa traviesa se dibujaba en mis labios. Ante sus palabras asentí, separándome de su boca lo justo para poder hablar, rozando sus labios con los míos. - Sí. Lo he hecho. - Murmuré suavemente con tono satisfecho. 

Pasé mis brazos por detrás de su cuello, rodeándolo mientras una risita salía de mi garganta. - Lo he hecho. - La risita se convirtió en una pequeña carcajada y clavé mis ojos entrecerrados en los suyos, entendiendo de alguna manera su necesidad por tener siempre el control. - Lo he hecho. - Repetí una vez más, antes de enredar mis dedos en su nuca y apretar mis labios contra los suyos con firmeza, buscando su lengua.

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13/12/2013, 02:52
Eko Létang

Eko entendía la sensación que debía estar recorriendo a Zyllah. El poder cosquilleando en los dedos. La expectación por fin liberada. El sentimiento de estar haciendo algo más allá de tus capacidades habituales. Algo por encima de lo que eras. Algo que te da un derecho por encima de los demás. Algo que ellos no tienen, ni llegarán a tener jamás. Sentirla así, al mismo tiempo que el poder de él recorría su columna vertebral, era al mismo tiempo emocionante y excitante. Tener claro que nadie debía saber lo que estaba sucediendo salvo Zagam, mudo espectador una vez más, le hacía más consciente de los secretos compartidos.

Acompañaba cada una de sus risas, satisfecho, sintiéndose parte de ese triunfo al habérselo proporcionado en bandeja. Al encontrar su mirada era complicado no verla como a una igual. Había doblegado la voluntad de alguien. Le había encadenado.

Con la mano de ella en su nuca Eko saboreaba su saliva de una forma frenética, impulsiva, casi animal. Dejando que sus pensamientos más racionales fuesen simplemente relámpagos de sensaciones centelleando antes de hacerle buscarla con más fuerza.

Las piernas de él descansaban sobre el escalón inferior, y soltando sus hombros tiró de ella, agarrándola por el pantalón primero y por la cintura después, invitándola a sentarse sobre él. Durante un instante separó sus labios, dedicándole una mirada oscurecida que, cargada de necesidad, casi le ordenaba que se colocara sobre él. Su sonrisa era amplia, traviesa, y su boca se abrió para decir sólo dos palabras con voz ronca.

- Me encanta.

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13/12/2013, 04:43
Zyllah

Cuando empezó a tirar de mí, llevé la mano a mi regazo sin mirar, buscando al pajarito para apartarlo con cuidado antes de moverme, y me dejé guiar por sus manos hasta sentarme encima de él, sin apartar en ningún momento mis ojos de los suyos. 

Podía percibir perfectamente el deseo en su mirada. Probablemente me habría intimidado en cualquier otro momento, pero entre la fiebre del combate latiendo intensamente en mi interior y las oleadas de satisfacción que me recorrían, era difícil no dejarme llevar sin preocuparme por nada. Algo en mi interior me decía que todo estaba siendo demasiado fácil, que todo parecía salir demasiado bien, que no debía confiarme... Pero aparté estos pensamientos de mi mente, entregándome al calor de su abrazo.

- ¿El qué? - Pregunté en un susurro acercándome a su oído, antes de inclinar la cabeza hacia su cuello, para recorrerlo hacia abajo con pequeños mordiscos, hasta llegar al hombro, donde me detuve a besarlo, sin apartar mis dedos de su nuca.

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13/12/2013, 12:59
Eko Létang

Sin ninguna protesta, Àine se dejó apartar, apoyándose en las escaleras de piedra y dando un par de saltitos para dejarles espacio antes de acurrucarse en el suelo. Las sensaciones que le recorrían eran totalmente placenteras, y no necesitaba hacer nada para que continuaran. Sólo relajarse y disfrutar.

Mientras tanto, un escalofrío recorría toda la espina dorsal de Eko al sentir el susurro de ella, y fuertes ecos de él le llegaban con cada mordisco. Su respiración se iba alterando mientras sus manos recorrían su espalda y se enredaban en su pelo, acompañándola en su recorrido.

- Que tengas una mascota. - Dijo, ansioso, esbozando una sonrisa. Era sencillo sentirse como si realmente, juntos, pudieran acabar ellos dos solos con todos los traidores. Y con quien hiciera falta.

Sin mediar más palabra se separó de ella jadeante, con los ojos encendidos por una emoción dulce, candente y oscura al mismo tiempo. Durante algunos segundos le sostuvo la mirada, acompasando su respiración a la de ella, y entonces sus ojos comenzaron a descender, primero a sus labios y luego a su cuerpo. Volviendo de nuevo a sus labios se giró para tenderla sobre la piedra, sin abandonar los envites de su boca en ningún momento.

Tan sólo unos instantes después, sin embargo, todo su cuerpo se tensó. Su mano, que se encontraba iniciando el camino por debajo de la camiseta para acariciar su vientre, se detuvo mientras él se apartaba unos centímetros. - Se va a enterar ese cabronazo. - Murmuró, masticando la ira, ante las palabras de Andrew.

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13/12/2013, 15:56
Zyllah

- Una mascota... - Era una forma curiosa de verlo, eso seguro. No pude contener una risita cuando me dio la vuelta, tumbándome sobre la espalda. Qué poco había tardado en encargarse de tomar el control de la situación una vez más, atrapándome contra el suelo. 

Mis labios se movían contra los suyos, manteniendo este momento apartado de todo lo que sucedía, intentando aprovecharlo al máximo hasta que fuese imposible continuar ignorando lo que pasaba fuera de este lugar. Me moví cuando su mano se coló bajo mi camiseta, facilitándole el camino sin dejar de besarlo. Mi respiración se agitaba, amoldándose a la suya y mientras una de mis manos continuaba enredada en los cabellos de su nuca, la otra empezó a acariciar su hombro y su brazo.

Cuando se separó de mí, mi cabeza lo siguió algunos milímetros, sin querer separar nuestras bocas. Mis ojos estaban teñidos por el deseo mezclado con los restos de la furia del combate. Suspiré, dándome cuenta de que el momento de tomar contacto con la realidad había llegado una vez más y apoyé la cabeza en el suelo, frunciendo el ceño. - Yormund todavía puede cambiar de piel una vez más. Había pensando pedirle que acabase con Andrew esta noche... Te has dado cuenta de sus palabras, ¿verdad? Dice que los asesinos mataron a dos... ¿Y el tercero? Está nervioso y creo que es peligroso, no creo que esté realmente de nuestro lado.

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13/12/2013, 18:17
Eko Létang

Al escuchar las palabras de Zyllah una enorme sonrisa se formó en los labios de Eko. Y en cuanto todo lo que ella decía caló en su mente, cruzó la distancia que los separaba para darle un beso con sabor a victoria. Poco a poco sí se habían convertido en ese equipo que al principio parecía tan forzado. - No lo está. - Le dijo frenético aún con la respiración alterada, sintiendo el calor del cuerpo de ella y liberando una exhalación tras otra contra sus labios. - Hay que detenerle, y ganaremos mucho si eres tú quien lo hace. - Continuó, antes de morder con ansia su labio inferior, mientras retomaba las caricias de su mano bajo la ropa. Viajó de su ombligo a su costado, agarrándose allí para acomodar su postura. Tenerla así, en posición horizontal, mientras al otro lado Andrew se disculpaba públicamente, alimentaba sus ganas, como si lo que sucedía a este lado fuera una celebración.

Volvió a bucear entonces en su boca, buscando su lengua como si fuera algo que le perteneciera por completo. Sin embargo, y a pesar de las ganas que tenía de quedarse allí durante las horas que restaban de día, tras unos instantes volvió a hablar contra su boca. - ¿Eres consciente - Le preguntó en un susurro ronco - de las posibilidades que acaban de abrirse?

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13/12/2013, 19:13
Zyllah

Me sorprendió que volviese a mis labios en lugar de ponerse a hacer planes. Pero no me desagradó, recibí su beso apretándolo contra mí, buscando su lengua con la mía con un ansia que se iba alimentando un poco más a cada día que pasaba. Su respiración, alterada contra mi boca, me encendía, y la mía se iba convirtiendo en una sucesión desacompasada de jadeos ahogados en su garganta.

Sin embargo, al escuchar sus palabras asentí, dibujando una enorme sonrisa. - Espera... - Dije, antes de volver a besarlo. Hay algo más que aún no te he dicho... - Añadí, contra sus labios en un susurro. - Algo pasó cuando el tatuaje se encendió en mi tobillo tras el combate... Ahora puedo hacer algo más. - Dejé que mis palabras calasen en su mente mientras soltaba una pequeña risita y buscaba sus ojos para colgarme de ellos. - Tengo una cadena nueva, diferente... Que no necesita la muerte para funcionar, pero que de alguna manera parece distinta a las otras. No podría permitir que se rompiese.

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13/12/2013, 21:36
Eko Létang

- Pues no dejaremos que se rompa. - Respondió Eko con voz grave, sin pensarlo demasiado, mirándola a los ojos. Era curioso que ella le pidiera que esperase justo antes de besarlo, y en cierta manera le hacía gracia. No tenía claras las implicaciones de lo que ella realmente estaba diciendo, y tenía la sensación de que cuanto más preguntase menos le gustaría la idea. Pero ahora estaba en su piel. La sentía en las yemas de sus dedos. Pensar en lo que pudiera pasar si sus cadenas se rompían era lo que menos le apetecía en ese momento.

Estaba harto. Harto de esperar, de sentirse solo. Harto de echar de menos tantas cosas que habían desaparecido entre sus manos. Ya sólo existía el aquí. Sólo existía el ahora.

Con un suspiro ahogado, sus uñas se marcaron en la piel de ella. La cuenta atrás había terminado, y una vez más se lanzó a por su boca. Su cuerpo, cada vez más pegado al suyo, pedía a gritos dejarse llevar, desquitarse. Se sentía como si hiciera siglos de la última vez que desconectó por completo su mente. Pero eso aún tendría que esperar.

Llevó la mano entonces un poco más abajo, agarrándose con los dedos a la cintura del pantalón de ella, mientras sus lenguas aún seguían en una batalla que poco a poco se había convertido en un juego compartido. Cuando se separó de ella la miró a los ojos, con los suyos brillantes de expectación, mientras un leve gruñido salía de su garganta. - Joder, niña... - Susurró, bajando sus ojos a los labios de ella, antes de emitir un largo suspiro. Luego permaneció así varios segundos, simplemente respirando su aliento, antes de tragar saliva y añadir, con una leve risa. - Como esto siga así al final podrás encadenarlos a todos. 

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13/12/2013, 22:23
Zyllah

Me estremecí cuando sentí sus uñas sobre mi piel y me dejé llevar por sus labios y su lengua una vez tras otra hasta que se separó de mí. Mi respiración era jadeante y mis pupilas estaban dilatadas cuando se encontraron con las suyas. Su susurro me erizó todo el vello de la nuca con un intenso escalofrío y por un instante pensé que esa palabra que tanto había odiado escuchar de sus labios ya nunca sonaría igual después de esta vez. 

Le devolví una sonrisa y deslicé mi mano por su nuca y por su espalda. - Quizá deberíamos hacer algunos planes. - Susurré, arrugando la nariz, como si me fastidiase la idea de ponernos serios. Después volví a atrapar sus labios con los míos, dándole un nuevo beso. - Además... - continué cuando nos separamos de nuevo, tratando de no darle demasiada importancia. - Puede que tenga un pequeño problema. No le ha gustado mucho lo de ser mi esclavo y dice que si se muere me matará con un poder que ha liberado gracias al tatuaje.

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14/12/2013, 00:24
Eko Létang

Cuando Zyllah habló de ponerse a hacer planes Eko soltó un suspiro de fastidio. Por una vez habían conseguido superar las interrupciones de la otra sala, y ahora... ¿Esto? Durante un instante se planteó que quizá ella no quisiera tener realmente nada con él. Siempre había una excusa. Cuando no eran algunas palabras soltadas por alguien de forma inoportuna, era el hecho de que Zagam les mirara. Sin embargo, sus últimas palabras alejaron de golpe todos estos pensamientos y toda su expresión cambió. Esto sí podía ser importante.

Entonces se dejó caer, apoyándose a medias en la piedra y a medias en ella, entrelazando sin pensarlo un poco más sus piernas, pero aplazando todo lo que rodeaba el momento. Àine se acercó entonces, en un vuelo rápido, y se detuvo en el aire, unos quince centímetros por encima de los ojos de Zyllah, para bajar apoyándose en su frente, y mirarla desde ahí, lo que incluso en esa situación sacó una risa a Eko.

- Ese tío es un gilipollas. - Sentenció en voz baja. El enfado podía distinguirse claramente en su voz. - Se merecería seguir muerto. Y ni de coña le voy a dejar salir de aquí. - Dice, separando entonces la vista de ella y dirigiéndola alrededor, asimilando lo que ella ha dicho. - Tienes que estar de coña. ¿Es tan estúpido que no ve lo que te debe? - Preguntó, apretando las mandíbulas para no lanzarse directamente a por él en la otra realidad.

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14/12/2013, 00:35
Zyllah

Suspiré al ver su reacción. No quería darle tanta importancia, pero me resultaba difícil mantenerme centrada con algo así... Sin embargo, sentir al pajarito en la frente y verlo mirando hacia abajo me sacó una sonrisa. Me mordí el labio inferior mientras Eko se enfadaba y estiré la mano para acariciar su cuello despacio, esperando que me mirase. 

- No te preocupes, lo solucionaré. Ya le estoy dejando las cosas claras, aunque si se muere perderé el poder sobre él y todo eso. Pero estate tranquilo, ¿vale? Sólo... Quería que lo supieras porque si tengo que matarlo no voy a dudar en hacerlo, y bueno... Para que supieras lo que puede pasar después. 

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14/12/2013, 00:47
Eko Létang

- Ya sé que lo solucionarás. - Responde Eko con total seguridad, frunciendo el ceño. - Pero eso no hace que sea menos gilipollas. - Dice resoplando, volviendo a fijar su vista en la de ella. - Joder, me dan ganas de meterle un tiro en la frente ahora mismo. - Continúa, aún molesto.

- De todas formas, si luego pasa eso, que se joda. - Continúa luego, adoptando un tono más tranquilo, mientras separa sus dedos de la cintura de su pantalón para pasarlos de nuevo por debajo de su camiseta, despacio. - Tomaré tu poder, te traeré de vuelta, y él se pudrirá para siempre. - Enuncia, antes de resoplar de nuevo y protestar entre dientes. - Hay que ser gilipollas...

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14/12/2013, 00:54
Zyllah

Miré hacia arriba, cruzando mis ojos con los del pajarito durante un instante, antes de levantar un poco la cabeza, para dejar un beso en su mejilla. - Eres un encanto, ¿sabes? Quién lo diría... - Susurré cerca de su oído, antes de suspirar y volver a apoyar la cabeza en el suelo, con la mirada en el cielo.

- He estado pensando que todo es demasiado fácil. - Continué hablando, intentando cambiar de tema y que olvidase su enfado. - No me gusta, apenas han salido a la luz poderes extra. Es como si algo se estuviera cocinando en las sombras. ¿Has notado que Tetsuo está... raro? No ha limpiado la katana después del combate, la ha dejado caer sin cuidado ninguno. - Fruncí el ceño, buscando en mi mente algunas otras cosas que no encajaban, mientras mis dedos se deslizaban por su costado, hasta enganchar las puntas en la cintura de sus vaqueros. - Y Marceline no deja de decir chorradas, una tras otra, me pregunto si intenta despistarnos con ellas por algún motivo... Alexia dice que no ha mirado a Ivhone ¿Notaste lo rápido que cambió de tema? Y Andrew esta mañana prácticamente te acusó de lo que ha hecho él. No sé, Eko, la gente está... rara. Creo que va a pasar algo gordo. - Suspiré, buscando su mirada de nuevo, mientras recolocaba un poco mi postura para poder rodear su pierna con la mía.

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14/12/2013, 01:16
Eko Létang

Durante un instante Eko mira a Zyllah, sorprendido y confuso porque le haya llamado encanto. Él no es un encanto. Podría serlo si quisiera, desde luego, pero ahora no había sido el caso. Sin embargo, esperó a que ella terminase de hablar para protestar. Mientras tanto, sus dedos colándose por dentro de su pantalón le provocaron un brillo travieso en la mirada y acomodó su postura, pegándose aún más a ella. Aunque no lo intentara podía sentir su aroma y el calor de su aliento, y eso le erizaba la piel de los hombros y los brazos.

- No sólo eso. - Le dijo con una leve sonrisa. Él ya había notado algunas de esas cosas, y algo en su sangre esperaba que fuera cierto. - Nil aceptó sin más la explicación de Andrew, a pesar de no tener ni pies ni cabeza. Incluso le pidió disculpas. Marceline protestó porque Andrew fuese a encargarse de Annie. Y lo de Alexia... Nadie se cree que pudiendo verla, no lo haya hecho. Era la única sobre la que algunos tenían dudas. - Argumenta, mientras comienza a acariciar despacio su pelo, aún con la sangre encendida. Mientras tanto, Àine levanta un instante el vuelo, apoyándose entre el pecho y la garganta de ella. - Andrew ha sido muy evidente con lo de Megan, y lo de intentar echarme mierda hoy después de cubrirle... No sé si estaba tanteando qué podía hacer conmigo o si trataba de ver si alguien le seguiría. Pero estoy de acuerdo: algo se está cociendo.

- Lo de Tetsuo podría ser por Megan. - Trata de justificar, mientras sus dedos continúan recorriendo su piel, distraídos, y su otra mano sigue enredada en su nuca. - No entiendo que a un guerrero como él le afecte tanto la muerte temporal de una compañera con la que ha compartido menos de una semana, y más si él mismo puede traerla de vuelta.

- ¿Recuerdas lo que dijiste sobre Gabriel? Es como un truco de magia. Estos traidores han sido una cortina de humo. - Afirma esbozando una sonrisa. - Pero creo que ahora empieza la verdadera batalla.

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14/12/2013, 01:43
Zyllah

Me hacía gracia sentir al pajarito pasearse por encima de mí, pero estaba demasiado preocupada por la situación como para que me sacara más que una pequeña sonrisa al mirarlo. Las palabras de Eko, confirmando que los pequeños detalles que había ido observando no eran imaginaciones mías y sumando algunos más a mi lista, me desalentaron y no pude evitar suspirar mientras lo miraba desesperanzada. 

- Joder... Tenía la esperanza de que tuvieras razón esta mañana y esto estuviese a punto de terminar. - Musité, llevando la mano que no estaba en su cintura hacia mi frente, sin ser capaz de responder a su sonrisa. - Una cortina de humo... Podría ser. Y la desunión nos va a costar cara. - En la anterior batalla todo había salido bien porque todos trabajaban codo con codo, pero aquí... Eso no iba a suceder, estaba claro. - Quién sabe cuántos han cambiado ya sin que nadie lo sepa.

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14/12/2013, 02:13
Eko Létang

- Todo lo contrario. - Respondió Eko con tono tranquilizador. - Nuestros padres cometieron el mayor error de todos. - Enunció, antes de dejar caer la cabeza sobre su propio hombro, cerca de la suya.

- Piensa en lo que pasó tras la anterior batalla. Las historias llegaron a todas partes. Incluso Tetsuo conoce todos los detalles, y viene de Japón. - Afirma, negando con desaprobación con la cabeza. - Date cuenta: Nuestros padres, y todos los demás supervivientes, causaron la destrucción de esta ciudad al permitir que el mito corriera. ¿Cuántos semidemonios vinieron buscando el Último Legado? ¿Cuántas guerras ha habido por él desde entonces?

- La unión es lo que les permitió sobrevivir. Pero que hubiera tantos supervivientes es lo que ha matado a miles desde entonces. Ahora mismo confío en muy pocos aquí. En ti. En Zagam. Curiosamente quizá en Gabriel, por muy repugnante que pueda resultar. Pero creo que nuestro deber si queremos proteger el sello es más que simplemente sobrevivir. - Afirma, antes de acercarse a dejar un beso en sus labios.

- He estado dándole vueltas. Cuando todo termine, me haré pasar por Eve. Cualquier Eve puede tener un revólver. - Dice, adoptando una expresión seria, mirándola a los ojos. - Lo que quiero decir es que esto va más allá de esta batalla. Que la ciudad haya sido arrasada es nuestra mejor baza para que todo el mundo piense que ya no hay nada más que buscar aquí.

- Esta es nuestra oportunidad para hacer las cosas de una manera distinta.

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14/12/2013, 02:15
Zyllah

Empecé a escucharlo a medias, distraída con mis pensamientos, pero según me fueron llegando sus palabras, me fui girando hasta mirarlo con incredulidad. 

Cuando terminó, tardé varios segundos en reaccionar, mientras parpadeaba llena de asombro. Finalmente, carraspeé antes de hablar. - ¿Me estás diciendo... que quieres matarlos a todos menos a Zagam y a Gabriel para que la gente no sepa lo que hay aquí? - Pregunté, sin estar segura de haberlo entendido del todo bien. - ¿En serio? - Insistí, mientras intentaba darle sentido a sus palabras.- ¿Te das cuenta de lo que implica eso?

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14/12/2013, 02:24
Eko Létang

Durante unos segundos Eko la miró antes de responder. La sorpresa de ella parecía enorme, ¿pero de verdad no se esperaba tener que llegar a algo así?

- No estoy diciendo eso. - Afirmó entonces, frunciendo el ceño. - Ni digo que quiera matarlos, ni mucho menos. - Corrige de nuevo. Quizá había sido mala idea dejar las palabras fluir, pero lo había hecho sin pensar. - Hemos enumerado nuevos sospechosos. Cuatro entre los dos. Sumados a los que ya tenemos localizados, no es que queden muchos aliados claros.

Entonces tomó aire, buscando sus ojos. De repente, una vez más, parecía fuera de lugar besarla. Sin embargo, el momento no había desaparecido del todo, y sus dedos aún enganchados en el pantalón de Eko lo demostraban.

- Sólo digo que podría ser necesario, si tenemos la oportunidad, quedarnos sólo con aquellos en que confiemos. Valfar comenzó protegiendo a nuestros padres por las noches, y se convirtió en traidor. Si tratamos de salvarlos a todos, como hicieron ellos, no sabemos ni de dónde puede venir el golpe. Y si esta vez no ha sido Valfar, sino Tetsuo, más nos vale darnos prisa. No es que vayamos a tener muchas oportunidades para volver de la muerte. El ensayo y error no es una opción.

- Todo esto son sólo ideas. - Continúa después, mientras el pájaro se gira un poco para mirarla mejor. - Pero Andrew se ha convertido en un traidor, un asesino y un mentiroso. Ya oíste a Nil. Disfrutaba con ello.

- No digo que debamos ponernos a matar a inocentes sin más. - Aclara con un tono más tranquilo. - Pero si ahora me dieran a elegir entre quedar sólo Zagam, Gabriel tú y yo, o arriesgarnos a tratar de averiguar quién más ha cambiado e intentar salvarlo, no lo dudaría.

Finalmente dirige durante un instante su mirada al cielo, tomándose un momento para encontrar las palabras que expresaban realmente lo que quería decir. Al volver a dirigirse a ella lo hizo más despacio, tratando de hacer que sus palabras realmente calaran en su mente.

- No voy a poner mi supervivencia ni la tuya en peligro por darle una oportunidad a ninguno de ellos. - Explica, dedicando el tiempo necesario a cada sílaba. - Y si Valfar y Azhariel cambiaron entonces, cualquiera puede haberlo hecho ahora. 

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14/12/2013, 02:47
Zyllah

Escuché su explicación y empecé a sentirme más tranquila al ver que no lo había entendido bien. Giré un poco los hombros, para poder mirarlo de frente, y apoyé el codo en el suelo y la cabeza en la mano mientras lo escuchaba seria, casi solemne, con los ojos posados en los suyos.

Sin darme cuenta empecé a juguetear con el borde de su pantalón, con un movimiento similar al que solía hacer al enredar el hilo, o un mechón de pelo, entre los dedos. Cuando terminó de hablar asentí, sin soltar su mirada, un poco abrumada por sus últimas palabras. - Entiendo. - Dije, más tranquila, mirándolo confiada mientras volvía a asentir. - Está claro... No podemos fiarnos de nadie. O de casi nadie. Si a Zagam lo cambiaran, este lugar desaparecería o cambiaría con su nuevo dueño, así que mientras exista, es seguro que podemos confiar en él. Y a mí me gustaría que él saliera con vida de aquí. 

- El resto... - Hice una mueca, dejando la frase en el aire y escrutando sus ojos, antes de seguir hablando. - Sabes que no me importa quién tenga que morir para que el sello prevalezca... Eso es lo único verdaderamente importante. Sacrificaría mi propia vida y mi destino por ello si fuese necesario. - Me detuve, buscando las palabras, sin soltar sus ojos. - Entiendo que no nos pongas en peligro por ellos, yo haría lo mismo. Pero... Si en algún momento tienes que elegir entre el sello y mi vida, te agradecería que lo eligieras a él. - Terminé, con expresión seria.