Partida Rol por web

Las pisadas de los reunidos poco a poco inundaron una sala casi oscura… donde la incertidumbre y el silencio hizo que pronto el sueño predominase en la mayoría y poco a poco fueran cayendo en aquel letargo que como cada día los hacía presas de un ritual.

Una noche llena de sueños y escalofríos que pronto se rompieron frente a un grito de dolor, un grito que abrió vuestras miradas, mientras que os acercaban a una pequeña luz que poco a poco se filtraba en aquella zona, desde un socavón de la parte superior.

Vuestras miradas se adaptaban a aquel tenue brillo que poco a poco iría creciendo y dando silueta a todo a vuestro alrededor pero antes de ello, descubrió una mirada que con cierto miedo miraba hacía el frente.

Una mirada teñida por la sangre que bañaba su rostro desde una hendidura entre su pelo, que como un nacimiento de agua brotaba aquella esencia a enjugar.

Los ojos de Brif se abrían enjutos y con estupor mientras su pecho bamboleaba una y otra vez. Siempre había estado seguro, pero aquella noche, aquel ataque… lo habían dejado como un pequeño que es reprimido sin aviso.

Pero no era esa herida la que lo hacía sufrir aquel impacto, sin aquel golpe que rompió la carne de uno de sus brazos y descoyuntó los huesos hasta desencajarlos en su unión en el codo, dejando que el extremo afilado de uno de ellos rasgase la piel.

Una herida que a la vez de peligrosa le impediría volver a tocar… al menos, hasta que su cuerpo recobrase la normalidad. Al menos podía contarlo, había sido herido pero algo había frenado el ansía de sangre de aquellos que lo atacaros… Algo que tenía nombre propio, y que jadeante, aún estaba delante de él… escrutando con su hiriente mirada a todos vosotros, buscando la causa de aquel ataque mientras rugía enseñando los dientes y graznaba gritando: ¡¡¡ VAMOS !!!  Atreveros a hacerlo otra vez… y os juro que suplicareis la muerte antes de que acabe de jugar con vosotros…

Zoar estaba furioso… gracias a él, el  ataque de aquella noche no había llegado hasta el final, en uno de sus brazos algunas marcas y hendiduras señalaban que había tenido que usar la fuerza para zafar aquella fuerza que atenazó el cuerpo de Brif, pero eran simples marcas en comparación con aquello que tenía el muchacho del violín.

Zoar se dio la vuelta y el oscuro cuervo se adaptó a la forma de su hombro mientras se agachaba junto a Brif, miraba sus heridas y negaba con la cabeza que tras la lucha había perdido aquel sombrero de piel.

Aquella noche había dado algo de luz a la habitación y también una mutilación… pero ninguna muerte, gracias a Zoar… Pues aquellas heridas compartidas, eran un escudo que debían de salvaguardar.

Vexy fue una de las últimas en descender pero era más por encontrarse distraída aún saboreando la sangre de Dante en su boca. Llegó el ocaso y con él, la necesidad de descanso. Trató de acercarse al violinista pero esta vez no hubo canción, así que buscó dónde acomodarse mientras bajaban.

Un grito desgarrador la sacó a ella y a su panda de su sopor y observó cómo Brif parecía malherido. Se sorprendió de verle con vida y escuchar los gritos de Zoar igualmente. Los observó confusa pero decidió acercarse al joven violinista. Era un joven amable y sus afirmaciones acerca de Melina le daban a entender que ella era quien había traído a muchos de vuelta.

Con una sonrisa, Vexy se incó frente a Brif y Nimah se acerca cautelosamente para limpiar la herida del brazo del violinista. Tal vez eso no cure su herida pero era un gesto noble del animal para mostrar su confianza hacia el joven. Pasó su rugosa lengua por la herida y a pesar del gusto que se desprendía por la sangre, controló su instinto para tratar de aliviar la agonía del joven.

Cuando el panda hubo terminado, la joven miró a Zoar y le dijo - Puede que tus juicios sean errados y algunas veces hables como un demente pero creo que has hecho una gran labor esta noche. Dudo de tus juicios pero no de tus intenciones - la joven sonrió y luego observó a las hermanas Létang.

- Es cierto que el cuervo ha hablado con sinsentidos en muchas ocasiones, pero salvó a uno de los que consideramos inocentes. Por mi parte, hay una persona que considero sospechosa y es a quien tiene por compañero un lobo. No he tenido motivos para no desconfiar pero tampoco para no hacerlo. No sé si tienen información sobre él que pueda dar luz a mis palabras. Al menos ya sabemos quién era la persona que traía de vuelta a los caídos y a menos que haya alguien que pueda regresarla, tenemos problemas - observó a Katia, a Trevor y luego miró a Dam.

- Son pocos de los que podemos afirmar inocencia, la verdad - observó tristemente y se acercó a Gabrielle. Le tenía algo de aprecio a la joven Eve, así que quería saludar a su compañero, mientras Nimah subía a sus hombros para saludarla a su manera.

Al llegar a la sala inferior a Marion no le dio tiempo de preparar saco y esterilla para dormir. Sí había dejado, sin embargo, su mochila contra una pared para sentarse justo al lado, invitando a Enoch y a su hermana a unírsele.

La noche fue agitada por unos sueños inusuales. Y al despertarse súbitamente con aquel grito, unas décimas antes de que su mente se despejara y sus párpados se abrieran, buscó con los dedos al tigre igual que el día anterior, tratando de comprobar que él y Lylian se encontraban bien.

Cuando sus ojos dorados se acostumbraron a la oscuridad Marion observó la estampa, poniéndose en pie. Su vista comenzó a recorrer la sala, intentando examinar el lugar en que se encontraban y las reacciones y actitudes de los presentes. Cada vez eran menos.

La amenaza de Zoar no caló en sus huesos. Aún así no le pareció en absoluto vacía, como otras veces, sino cargada de convicción.

Poco a poco la postura de Marion fue relajándose mientas su cerebro se encargaba de recoger la información que había a su disposición, analizarla y unirla a las piezas conocidas. Escuchó las palabras de Vexy, pero las aparcó un momento. Había otras cosas que tener en cuenta antes.

- Lo que yo creo. - Anunció al empezar a hablar, dirigiéndose a Brif. Estaba claro que el estado del chico no era el mejor, pero sobreviviría. Y encontrar a sus asesinos era apremiante. - Hace dos días te desvelaste. Esa noche no fueron a por ti por si les estábamos esperando. Recordad que lo primero que dijo Dante al levantarnos fue que Brif no corría el riesgo que creíamos al no haber sido atacado. Esperaba que nos confiásemos para esta noche. - Aseguró, pasando la mirada del violinista al Eve que le había salvado la vida y observándole durante algunos segundos. - Si estáis juntos en esto no comprendo por qué le llevaste la contraria con respecto a la culpabilidad de Dante. En una situación en la que cada mentira puede implicar una lluvia de votos podrías haber provocado la muerte de ambos. - Afirmó. Y dicho eso se quedó unos segundos callada. Sus ojos observaron de nuevo a los presentes, dedicando a su hermana una mirada amable. Sin embargo, a quien finalmente se dirigió fue a Vexy.

- No veo por qué no dudar de sus intenciones. - Afirmó. - Ni sé a quién incluyes cuando dices que ha salvado a alguien que consideramos inocente. Tampoco sé por qué estás tan segura sobre quién traía de vuelta a los muertos. - Enumeró antes de hacer una pausa. - Pero en una cosa estoy de acuerdo contigo. - Dijo, posando sus ojos en Speeir, como esperando a que él respondiera.

Lylian ni siquiera recordaba en qué momento se había quedado dormida tras llegar a aquella sala oscura la noche anterior. Recordaba vagamente a su hermana invitándola a dormir junto a ella, pero no estaba segura de haber llegado a dar esos pasos hasta llegar a su lado, sencillamente todo parecía disolverse en ese profundo sopor que la había asaltado cada noche pasada en Oldland. 

Fue un grito desgarrador lo que la despertó sobresaltada, haciendo que levantase la cabeza buscando el origen del sonido al mismo tiempo que Enoch hacía el mismo gesto, con las orejas hacia atrás y el cuerpo en tensión, listo para saltar. La presencia de Marion, sana y salva a su lado, apaciguó un poco la alarma que había brotado en su pecho y ambos, tigre y mujer, se pusieron en pie despacio, observando la escena que los esperaba al llegar el día.

Examinó a Zoar, delante de Brif, su mirada decidida y su postura. Pero fue el brazo destrozado del joven músico lo que provocó una mueca en su rostro. Buscó con sus ojos grises a Trevor, entrecerrando la mirada para acostumbrarse cuanto antes a la oscuridad, y al encontrarlo le hizo un gesto hacia Brif mientras preguntaba con voz suave. - ¿Puedes ayudarlo con ese nuevo legado que tienes?

Las palabras de Vexy al acercarse a ella y Marion llamaron su atención y las escuchó, así como también las de su hermana. Finalmente, su mirada recorrió la sala, deteniéndose en cada uno de los presentes antes de hablar. - Yo también tengo dudas sobre Speeir y su lobo. - Reconoció, mirando a Vexy de nuevo. - Me pareció extraño que ayer defendiera a Dante en lugar de ponerse de parte de Gabrielle cuando había estado con ella desde el primer día. Y más extraño me pareció que a pesar de eso, luego votase a Dante. Tampoco me gustó su forma de intentar meter cizaña con Trevor por la noche. No es nada muy sólido, la verdad. Pero no tengo nada sólido contra nadie.

Hizo una pausa antes de seguir hablando. - Pero estás dando muchas cosas por hecho. Nathaniel ayer expuso varias posibilidades para que no hubiera vuelto nadie. Que Melina fuese la que lo hacía es sólo una de ellas, a mí también me parece la más probable, pero no podemos estar seguros por completo. - Hizo una pausa y se encogió de hombros. - Y que Zoar y Brif estén juntos en esto no implica que uno de los dos -o ambos- no sean parte de esos asesinos. De hecho, ahora me resulta mucho más extraño que se contradijesen anoche. 

Miró a Brif, ignorando por completo a Zoar. - ¿Tienes alguna explicación para eso? - Le preguntó, con tono tranquilo y suave. Lo cierto era que compadecía al joven si tenía algún tipo de relación con el hombre-cuervo. - Creo que ahora que ese as en la manga que te protegía ya ha salido a la luz podrías dejar aparte los secretismos y hablar con un poco más de claridad. 

Finalmente sus ojos se detuvieron en algunos de los presentes, que hacía mucho que permanecían en silencio. Su mirada pasó de Kimberly a Dam y frunció levemente el ceño mientras Enoch se sentaba a su lado. - Y vosotros... ¿Estáis bien? Hace mucho que parecéis ausentes. Si queremos salir de aquí necesitamos toda la ayuda posible y vuestro silencio no es de mucha ayuda.

Vexy observó a las hermanas y las escuchó con atención, tratando de comprender sus palabras y aunque discordaban con ella en algunos detalles, concordaban en sus sospechas hacia Speeir. Nimah regresó a su hombro después de quedarse con Gabrielle un momento y Vexy comenzó a hablar.

- Yo me baso en lo que dice Brif que puede hacer. Tampoco entiendo por qué se contradijeron antes y lo salva ahora, pero puede ser cierto que me esté precipitando un poco al afirmar que ambos sean inocentes. Solo me baso en lo que afirma el violinista y ya insinuó que la joven del ave es quien creíamos que era, aunque aún no ha aclarado el papel que cumple Nessa en este tablero de ajedrez - se llevó una mano al mentón y luego observó al lobo.

- Speeir, sigues sin aclarar nada. ¿Por qué? - posa los ojos sobre el Eve, esperando que diga algo.

Trevor despertó, ligeramente sobresaltado, al mismo tiempo que Rómulo, a su lado, alzaba sus orejas y gruñía, nervioso. El Grovehn miró alrededor, descubriendo la escena que traía consigo la mañana. No había habido muerte, pero casi. Y se preguntaba qué habría podido pasar o el por qué de todo aquello. 

Vexy, Marion y Lylian comenzaron a exponer teorías al respecto, y Trevor las escuchó en silencio mientras se levantaba, desentumeciéndose y dando una palmada a su fiel compañero en el lomo. Notó que Lylian lo buscaba con la mirada, y posó sus ojos sobre ella, observándola detenidamente antes de asentir ante su petición- Supongo que servirá- se acercó entonces a Brif, seguido de su inseparable cánido, que no parecía querer abandolarno ni a sol ni a sombra. 

- Disculpa- dijo, una vez a la altura del Melknhar, tomando su brazo herido y posando su mano sobre el hueso roto de su brazo. Un ruido visceral y desagradable emanó entonces de la extremidad de Brif, y una nueva capa de hueso selló la fractura, aunque la piel seguía desgarrada y sangrante- No puedo cubrir la herida por entero. Perderías movilidad en el codo, y supongo que eso te dificultaría bastante las cosas. - expuso- Al menos deberías poder mover el brazo con normalidad- comprobó, doblando su codo un par de veces, verificando que hubiese soldado bien el nuevo tejido- Estupendo- concluyó, antes de darse la vuelta y acercarse a las hermanas Létang, posando distraidamente la mano sobre la cabeza de Enoch.

- Yo tampoco creo que esto sea un acto demostrativo de nada, y menos en esta circunstancia. En la guerra, el enemigo a veces finge su muerte o su indefensión para sobrevivir. Es una táctica tan antigua como el hombre, y como bien han apuntado las señoritas, existen contradicciones en sus declaraciones con respecto a Dante que confunden y dan mucho que pensar. - se cruzó de brazos- No podemos afirmar con total seguridad que tengan algo que ver con los crímenes aquí cometidos, pero tampoco tenemos pruebas sólidas de su inocencia- suspiró- Además, pensar que Melina era quien nos ayudaba a volver desde el más allá no es algo demasiado difícil. No necesito ningún tipo de clarividencia para darme cuenta de que desde que ella no está con nosotros nadie ha vuelto de la muerte. Por tanto, que Brif dijera eso no demuestra nada.

Comencé a bajar las escaleras con el resto del grupo, llegamos a la planta inferior y todos nos sentimos cansados, apenas llegué a colocarme en un lugar donde pasar la noche. Al despertarme vi que habían atacado a Brif. Sin embargo lo más extraño era que Zoar le había protegido y salvado. Ambos estaban heridos pero al menos estaban vivos.

Me pareció muy extraño que de pronto surgiera es relación, no habían parecido cercanos y, aun así Zoar había arriesgado su vida. Me entristeció que, ese acto, me hiciera dudar de Brif. Me mantuve un poco al margen escuchando las opiniones de los demás, mientras intentaba ordenar mis ideas.

Mire las heridas de Brif y las de Zoar y miré al suelo resignado de que nadie estaría a salvo, pero al menos esta noche los traidores no se llevarón a nadie y eso era reconfortante; sin embargo levante la cabeza ante la acusación de Vexy y luego la de Marion, mire hacia un lado como tratando de buscar una explicación a eso, pero finalmente ante la arremetida de vexy tomo un poco de aire y le miro a los ojos, no con odio, sino mas bien con extrañeza:
- No se que decirte ni por donde empezar Vexy, pues hace solo unos cuantos minutos ni siquiera quería bajar a este lugar y resulta que ahora tu y tu amiga Marion me han puesto en el centro de las sospechas, como a todos los que han muerto injustamente, y cuales son sus razones para acusarme? primero, que porque pregunto por las razones por las que acusan a unos y otros y dan por sentado la culpabilidad de alguien, actúo extraño; cuando le pregunto a Trevor porque esta tan seguro de seguir a las Letang  y aún cuando lo que me responde me parece razonable, resulta que igual quiero meter cizaña; si le digo a Zoar que esta hablando locuras también actúo extraño-  inclino un poco la cabeza hacia un  lado y sin dejar de mirarla a los ojos continúo- respecto de lo de Dante, te explico: desde que llegamos aquí, he tratado de mantenerme al margen de acusar a alguien en especial, pues nunca he tenido pruebas reales, luego, en la acusación a Dante, si bien no tenía certeza de su culpabilidad, me dí cuenta que las reglas del juego al parecer son que nunca tendremos certezas y que hay que actuar con la poco y nada de información que se cuenta y por eso me incliné por él, es eso lo que te parece extraño? yo te pregunto a ti Vexy, porque te empecinaste en votar Por Dante 2 veces?, pues si bien no era muy hablador ni parecía muy simpático, tampoco parecía peligroso, pero milagrosamente osó atacar a una de las hermanas y se dieron las circunstancias para que sí esta vez te resultara y resultó  muerto, que conveniente-la miré como tratando de leer su mente- además te pregunto: resulta que cuando alguien sospecha de otro y lo dice públicamente, es sospechoso por atacar, pero si lo dice Marion y Lilyan y por supuesto Trevor que y aquí quiero hacer un paréntesis, siempre están alineados, a nadie le da curiosidad que aun cuando ninguno de esos tres dicen nada concreto acusando, pero son capaces de votar como si pudieran ponerse de acuerdo, no sé si se leerán la mente, se mandan mensajes con señas como los entrenadores de beisbol o podrán hablar mentalmente entre ellos, lo que si estoy seguro, es que en toda mi vida jamás he conocido ni siquiera a un grupo de Melknhar que tenga la habilidad de ponerse de acuerdo mentalmente varios a la vez, pero resulta que ESO, a ti Vexy, no te parece sospechoso- agacho un poco la cabeza y levanto la mano como disculpándola- bueno, te lo otorgo y lo puedo entender, pues como ya dije todo aquel que hasta el momento se ha atrevido a desconfiar de alguna de ellas, bueno, esta muerto; por lo que entiendo tu afán por llevarles el amén y  es para que no te maten y créeme que te entiendo, el no hacerlo puede llevar a que no sobrevivas a mañana- me senté en el suelo y levante la cabeza y seguí mirando a Vexy- sabes?, hay algo más que me hace desconfiar, al menos en Marion, pues Lilyan fue atacada por los traidores, por lo que sería Inocente no?, bueno como decía creo que ellas no han sido honestas con nosotros, pues bien, ya han dicho que son hermanas y por lo que han deslizado saben lo que pasó aquí y al parecer su abuelo o su padre estuvieron acá, pero aún así, jamás han querido compartir información relevante de lo que aquí ha ocurrido, se han guardado la información y nos han tenido en la mas completa oscuridad, pero lo que hizo que terminara de darme cuenta de como saben como funciona este lugar y no nos ayudan y queme hacen pensar que de alguna forma ellas estan relacionadas con este lugar, porque la señora que apareció antes... Mimí... memé, no sé como se llamaba, bueno, era su tatarabuela o algo así, o no Lylian?- me volví mirando a la Letang mas bien afirmando que preguntando y me volví a Vexy- a mi no se me ha aparecido ningún familiar y a ti vexy?- miré a Zoar- y a ti Cuervo?- miré a Gabrielle- y a Ti Gabrielle?- me volví a Vexy- a alguien?, bueno eso da para pensar no?;  pero vuelvo a repetir, resulta mas sospechoso que yo haga preguntas incomodas y que muestre que no esté seguro, que preguntarse las cosas que te he mencionado- miré con una mirada amarga a la Mujer de pelo rojo- bueno, he firmado mi sentencia de muerte, he atacado a las intocables Letang y sé que al menos al final del día, tengo sus votos y el de Trevor- llamé con la mano a Amarok, el cual se acercó y me lamió la mano- espero que te ayude la explicación que buscabas de mi Vexy, tal como me dí cuenta que te gustó la sangre de Dante y te felicito por haberlo logrado, al menos ese lo puedes contar como un triunfo- apague mi voz y me concentré en acariciar a mi compañero

Vexy escuchó atentamente las palabras de Speeir, ya que parecía haber roto el hielo. Era algo bueno, aunque la mención de algunos como Kimberly y Dam, llamó su atención.

Después del tono fuerte y a pesar de haber sentido ira con la sola mención de una familia, se calmó y le sonrió calma a Speeir.

- Siempre he sostenido que lo que más confunde es el silencio, así que el no responder es un factor de riesgo, a mi juicio - mira a Dam y a Kimberly.

- Lo de Dante fue sencillo. Verás, se la pasó tras Gabrielle al principio, tratando de cuidarla y protegerla, pero luego, de la nada, comenzó a atacarla, al igual que a mí. Lo voté dos veces porque él me acusaba frecuentemente. Yo ya tenía mis sospechas infundadas en él, pero solo hasta que comenzó a atacar a Gabrielle fue que otros se unieron a mi voto. Sus razones eran banas y se basaba en nuestros compañeros para determinar nuestra fiereza o tranquilidad - respiró profundo y cambió su gesto a una mirada triste.

De repente, recordó a esa mujer y el mismo Nimah se acurrucó en su cuello para darle un poco de calor - Así se me apareciera un familia, no lo reconocería, joven lobo. No tengo familia, nunca la he tenido - su tono era oscuro y triste al intervenir.

- Creo que te equivocas además - retomó un poco de energía, aunque seguía con un tono triste.

- Yo no las he seguido ciegamente. Si te fijas, siempre he votado aparte de ellos. Solo esta vez, ellas se unieron al mío, que como bien dijiste, voté a Dante dos veces. Sí es curioso que sepan mucho y no manifiesten tanto, pero creo que es la manera de aferrarse a algo, ¿No crees? Ninguno sabe si saldrá de aquí con vida, así que te unes a lo poco que tienes y es a quienes consideras amigo en este lugar - añadió.

Nimah se apoyó únicamente sobre su hombro izquierdo y alargó su cuello para ver a las Létang.

- Si ellos se pueden comunicar, es algo que no tengo certeza pero he considerado. Mimí es su tatarabuela pero solo habló con una de ellas, así que dudo que podamos tomar eso como señal. Creo también que los verdaderos traidores se esconden en comentarios de otros para pasar desapercibidos y hacer que los blancos sean otros. Algo que Zoar no ha querido explicar son sus sospechas hacia las Létang, las cuales deberían ser evaluadas, porque Brif y el cuervo están unidos pero parecen no estar en una misma sintonía de ideas. Si no eres culpable, deberías dar una prueba tangible, lobo. Y créeme que tengo a otros en la mira, además de a ti - miró a Dam, quien guardaba un largo silencio y luego a Kimberly, la joven que parecía temerosa para ser una Grovehn.

Escuche las palabras de Vexy y levanté mi cabeza y sin dejar de acariciar a Amarok, abri la boca:

-De verdad crees que tengo alguna prueba certera de mi inocencia?, acaso alguno tiene alguna de esa clase de prueba?, lamentablemente solo tengo mi palabra como prueba y que mas podría decir?, que tengo un don especial y con el puedo ayudar a salvarlos de los de los traidores? eso han insinuado algunos y la verdad es que no han ayudado en nada en la búsqueda de esos mal nacidos, pero ahí estamos todos, mendigando de ellos alguna gota de información para tratar de ver la luz del día que viene, en ese aspecto respeto y admiro al loco de Zoar, al menos el con su forma un poco demente ha tratado de ayudar de verdad- agaché la cabeza y mirando al piso seguí- como te dije, mi suerte esta echada, me atreví a abrir mi boca y he acusado a las que el mismo Zoar ha llamado "titiriteras", ahora solo debo esperar mi turno; al menos te doy las gracias por el tono cuidado para responderme, gracias pelirroja- le dije esto último levantando la vista y cuando me encontré con su mirada le sonreí y continué acariciando a mi amado Amarok.

Marion escuchó las palabras de Lylian, y luego observó sin perder detalle cómo Trevor ayudaba a Brif con su brazo. Era una suerte que el negro poseyera el Último Legado, que ese fuera su poder, sin duda.

Después puso su atención sobre la respuesta de Speeir y alzó una ceja, escéptica. Sin embargo no intervino de inmediato: dejó que Vexy le respondiera, y que él hiciera lo mismo una vez más.

- Tu capacidad de atención es realmente mala, Speeir. - Le dijo, no con tono ofensivo, sino como enunciando algo evidente. - Lylian y yo hablamos entre nosotras de las sospechas que teníamos sobre Nessa antes de votarla, pero no parece que te dieras cuenta. - Explicó. - Y en cuanto a Dante lo raro no es que le votásemos: lo raro sería que no lo hubiéramos hecho después de cómo se comportó.

- En cuanto a que no hayamos compartido información relevante... - Dijo antes de encogerse de hombros, emitiendo un suspiro que se convertiría en bruma. - Vuelvo a tu capacidad de atención: No parabas de hacer preguntas a las que ya habíamos dado respuesta. Y aunque no hubiésemos contado nada... - Continuó, mirándole fijamente. - Quizá no había nada relevante que contar, ¿no crees?

- Muchos miembros de nuestra familia han muerto en Oldland. Y aquí sólo han aparecido personas muertas que cumplen esa condición. No es de extrañar que aparezca alguien de nuestra familia entonces, aunque fuera alguien que ni siquiera conocíamos. Lo raro sería que apareciera un familiar de quien no tiene muertos aquí. - Señaló, hablando como si fuera algo evidente.

Luego se tomó unos segundos para observar al Eve y hacer notar que las siguientes palabras eran las realmente importantes. - Y no te equivoques. Por muy pusilánime que sea tu actitud, si cayeses hoy en las votaciones no sería por habernos atacado. Sería porque sospechamos de ti, y hemos expuesto esas sospechas antes que tú las tuyas. No puedes decir que te votaremos por ir contra nosotras y esperar que parezca cierto, cuando ya hemos expuesto nuestras ideas antes.

- Otros nos han acusado y siguen vivos. - Dijo, señalando durante un instante a Zoar. - De hecho él no ha recibido ni uno solo de nuestros votos. Y el motivo es sencillo: nos ataque o no nos ataque, hasta ahora nunca ha parecido el más sospechosos de los presentes.

Vuestras voces se iban mezclando en aquella discursión, cuando los pasos de alguien empezaron a romper aquellas voces, acercándose a una zona céntrica de la estancia. Un lugar donde una silueta de mujer yacía echa piedra…

En una zona baja de su espalda, una avertura dibujaba lo que un día fue la causa de su muerte, mientras su pecho y su rostro lleno de lágrimas pétreas miraba hacia abajo, herida en la pena de lo que debía de olvidar….

Su pelo aún parecía vivo, por el gran diseño de aquella escultura, sus vestiduras se doblaban entre voluptuosas formas, y descendían de aquel cajón que de por seguro era una sepultura.

Aquella imagen llenaba de tristeza y furia algún que otro corazón, pero lo que más llamaba la atención de aquella silueta era la forma de sus manos, que a pesar de abrazar a la muerte, se entrelazaban rogando por algo que dejaba atrás… un alma muerta que lloraba por los vivos aún en su último momento antes de expirar…

La mano de aquel que había andado hasta el centro, tembló por un momento, para luego acariciar aquellas manos de piedra que de alguna manera el sabía que rogaban por él.

Las lágrimas se agolpaban en sus ojos, mientras como una capa de seda que caé, su figura dejaba a la mirada de otros una imagen muy diferente a la anterior. Ya no estaba aquella gabardina que llevaba Dam, ni aquel semblante embaucador… sólo quedaba su bastón, acogía contra su pecho mientras por sus labios caían unas palabras pérdidas.- Mamá…

De una u otra manera reconocisteis aquel rostro marcado con mil surcos, y protegido por un largo cabello oscuro alrededor… En vuestras mentes se dibujo el nombre de Melknhar mientras el ahora descubierto acogía entre sus manos de hombre aquellas manos que tanto tiempo había acogido mientras solo era un niño.

La sorpresa era evidente uno de los primigenios os había acompañado desde el principio, pero entonces, como un frío seco de nuevo cayó a vuestro lado otro telón, aclarando la piel de Trevor, dejando  unas facciones marcadas y unos ojos curtidos en el fervor.

Tragaba saliva, mientras observaba aquel féretro y apretaba los dientes, mientras la presencia de aquel perro buscaba el calor de aquella piedra, acurrucándose junto a la losa como un compañero fiel.

No había lágrimas en su rostro, firme y tenaz como aquel que miles de historias habían dibujado bajo el nombre de Grovehn, mientras su estirpe se forjaba entre batallas que callar. La Almarada crecía y se hizo filo, creando una gran espada Claimore entre sus manos, mientras postraba una rodilla como lo haría un guerrero ante el sepulcro de su antecesor…

Ya era de esperar que la tercera primigenia hiciera su aparición… cuando Gabrielle avanzó lenta, hasta acariciar el lomo de Rómulo, mientras aquel velo se desprendía despojando aquella apariencia de su rostro dejando ahora un semblante femenino y sensual, que se conjugaba con miles de formas bestiales que caracterizaban su cuerpo y las historias que de ella habían contado… pues todas las criaturas de algún modo en un día a Eve.

La figura del pequeño gamo se deshizo en pequeños trazos que  según se desdibujaba la presencia animal en Eve crecía cada vez más.

La espalda de Eve se pegó a la pared, mientras miraba a sus dos hermanos, incapaz de mirar aquella losa que sellaba aquel miedo que siempre quiso negarse a ver.

Fueron varios los segundos que crecían bajo aquel secreto descubierto entre todos, cuando alguien empezó a hablar.

Los hijos volvían a Casa, como lo hacía el dolor y los recuerdos por la pérdida de aquella que les dio la vida, el sentimiento y el valor.

El tigre movió la cabeza cuando Trevor puso su mano sobre él, buscando los ojos del hombre al mismo tiempo que recibía la caricia. Lylian mientras tanto escuchaba sus palabras, las de Speeir, Vexy y Marion. Y cuando su hermana terminó, intervino, dirigiéndose al hombre del lobo. 

- Por mucho que repitas las palabras de Zoar no van a ser más ciertas. No es cierto que los que se enfrenten a mí mueran, más que nada porque sólo me he enfrentado con él y ahí lo tienes, vivo y caminando por su propio pie. - Empezó a enumerar. - Tampoco es cierto que Marion y yo hayamos actuado juntas en todas las votaciones, ni hay ningún misterio en que lo hayamos hecho dos veces. Porque hablas como si lo hubiéramos hecho una decena, pero sólo han sido dos. El primer día -comenzó a explicar- yo voté a Ithan, ella y Katia votaron a Nessa y me pareció que podían tener razón. Se lo dije a mi hermana delante de todos y al día siguiente la votamos, no nos hizo falta hablarlo en privado, lo hicimos a la vista. Otra cosa será que tú no te dieras cuenta o no estuvieras escuchando. - Hizo una pequeña pausa. - En cuanto a Dante, yo no vi que se enfrentase a ninguna de nosotras dos, a quien acusó él fue a Gabrielle con argumentos muy pobres. Y no me puedes decir que fue extraño que Marion y yo votásemos a Dante cuando lo hizo casi todo el mundo. 

Miró a Trevor de soslayo. - En cuanto a Trevor, él sí que ha votado lo mismo que yo los tres días. Pero dado que no me he puesto de acuerdo con él, supongo que tan sólo tenemos una forma parecida de pensar. - Un pequeño esbozo de sonrisa apareció en sus labios al mirar al negro antes de que su atención volviese a Speeir. - Tampoco es cierto que yo haya intentado convencer a nadie nunca de que votase conmigo. Hoy es la primera vez que hablo de mis sospechas antes de las votaciones y sólo lo he hecho porque Vexy me ha preguntado directamente por ti. Así que... Que intentes ganarte a Zoar repitiendo sus palabras no las hará más ciertas, Speeir. Aunque al menos Vexy ha conseguido sacarte más de cuatro palabras seguidas, lo cual es algo positivo viendo el mutismo de algunos.

Lylian suspiró y dio algunos pasos hasta apoyarse en alguna columna antes de seguir hablando. - Yo no sospecho de ti porque defendieras a Dante, sino porque en un enfrentamiento entre él y Gabrielle, te pusieras del lado de él después de haber estado pegado a ella desde que llegamos. No sé si significa algo o no, pero me parece extraño. Dices que no te gusta que acusen a nadie sin pruebas y por eso lo defendiste, pero él empezó a acusarla a ella y tampoco las tenía. Entre ellos, lo defendiste a él solamente. Eso fue lo que me pareció raro.

- Pero, ¿sabes? Hay algo que acabas de hacer que me ha llamado mucho la atención. Algo que ayer hizo también Dante y que Nathaniel me hizo notar. - Lylian se cruzó delicadamente de hombros. - Cuando Zoar me acusó, yo me defendí sin acusar a otros, igual que he hecho ahora cuando tú lo has hecho e igual que creo que hemos hecho todos aquí... salvo Dante. Cuando Nathaniel lo señaló, en lugar de defenderse por él mismo, su única defensa fue atacar de nuevo a Gabrielle. Y tú acabas de hacer lo mismo que él. - El tigre posó sus ojos sobre el lobo que acompañaba a Speeir y echó las orejas un poco hacia atrás. 

Fue entonces cuando Lylian sintió el movimiento de Dam por el rabillo del ojo y guardó silencio. Su mirada se volvió curiosa mientras seguía los pasos que daba el hombre y sus labios se entreabrieron por la sorpresa cuando uno tras otros los tres hijos de Joselinne destaparon sus verdaderas apariencias. Tardó varios segundos en decir nada y cuando lo hizo tan sólo un breve susurro salió de su garganta. - Vaya... - Miró sorprendida a cada uno de ellos largamente y tardó de nuevo varios segundos en añadir algo más.

Su mente trataba de procesar lo que acababa de ver y algunas cosas parecían tener más sentido. Recordó la forma paternal que Dam tenía de tratarlas y su ceño fruncido se suavizó. - ¿Y esto qué significa? - Preguntó sencillamente, posando sus ojos primero en el que había sido Dam, luego en la mujer y finalmente en quien había sido Trevor. 

Escuche la interveenciones de Marion y Lyan, tratando de justificar las actitudes que parecieran que solo a mi  parecen Sospechosas.

-claro, han estado de acuerdo solo 2 veces, las últimas 2 noches y mágicamente Trevor piensa igual que tu, claro eso aclara todo y muestra que yo soy sospechoso, respecto de Gabrielle: cuando ella dio la idea de colgar en alto, creo que a Nessa, ami tal como a otros me llamo la atención esa idea cruel e ihumana y desde aquella vez, me aleje de ella, pero eso también me vuelve sospechoso; lo unico normal y lógico es que esten de acuerdo contigo como lo esta trevor, pero es ilógico alejarse de alguien que te parece suave y docil al principio y luego ihumana- muevo la cabeza lentamente en señal de negación- te das cuenta Vexy? Además,  Ellas eligen la información que es relevante que conozcamos y que-no terminé de hablar cuando Dam, Gabrielle y Trevor cambian, me giro miro a vexy y a las letang y apunto a los "nuevos"- y bajo su gran desarrollada lógica, eso no es  sospechoso no? Y pensar que en algun momento pensé que eran inocentes; ahora creo recordar, que alguien dijo que los traidores podían ponerse de acuerdo en las tinieblas de este lugar, ahora me cuadra todo.-

Cuando amanece, la sorpresa no viene por las resurrecciones, si no por las salvaciones. Me acerco a la peculiar pareja que ha sido vilmente atacada y pongo mi mano en el hombro de Zoar tratando de transmitirle cierto apoyo por el dolor que tienen que estar sintiendo en este instante.

"Lo lamento, no soy un sanador y poco puedo hacer por vuestras heridas."

Escucho cómo se intercambian algunas palabras acerca de su inocencia o no. Y unas palabras de Marion hacen que me fije un poco en ella y asienta con la cabeza.

"Sí, por favor, creo que es un buen momento para mostrar las cartas, para demostrar vuestra inocencia y poder cazar mejor todas las mentiras que crían en este hervidero."

Entonces comentan sobre la quién tenía la capacidad de resucitar a otros. Y alzo una ceja.

"Dije que podrían ser o Melina o Nessa, pues no olvidemos que ella fue ajusticiada, y que ya había vuelto alguien a la vida antes. Ha sido desde ambas muertes que nadie volvió."

Matizo, pero las palabras de Speeir hacen que le mire con la mirada un tanto cargada, más de lo que me hubiese gustado, menos de lo que realmente ardía en mi interior.

"Yo no le voté por atacar a las Létang, le voté por llamarme mentiroso, por que lo único que hizo fue lanzar varios tiros al aire, por que su defensa fue acusar, en lugar de intentar demostrar su inocencia, su verdad. Le respeto por haber ido de cara, pero yo también lo fui y, como dije, él fue partícipe de su propia muerte. Creo que eso es suficiente para despejar las dudas de tanto por qué le voté como de mi intención de ayudar a terminar con todo esto."

Tomo un poco de aire y esa chispa desaparece lentamente. Entorno mi mirada y alguien nuevamente ha dicho algo que me hace asentir.

"Una prueba de tu inocencia, una cualquiera, sencilla, debería de bastar para salvarte. Estoy abierto a verla, a escucharlo, incluso si necesitas un objetivo para demostrarlo: me ofrezco voluntario."

Aprieto los dientes y siento una ligera punzada en la cabeza. Y entonces todo cambia.

Aparecen los tres primigenios. Los tres.

"¿... vosotros...?"

Pregunto, boquiabierto, incluso soy incapaz de reprimir un par de carcajadas de pura incredulidad. Mis ojos van desde ellos hasta el sepulcro. Y desde el sepulcro hasta ellos.

Pero mi mente es más rápida que yo y finalmente me dirijo a Eve, otrora Gabrielle, pues aunque hubiesen sido segundos antes para mí era un salto equivalente a una eternidad, mientras extiendo las manos mostrando la llave de madera que hice antaño.

"A Joselinne le gustaban todas las flores, solía llevar ramos de flores silvestres, de muchos colores, para iluminar la casa. ¿Cuál era tu olor favorito?"

Le pregunto, directo, como si aquella pregunta fuese algo vital para mí, por sencilla que pudiese parecer.

Con un graznido Madame levanta el vuelo y se posa en una de las balaustradas observando atenta lo sucedido. En ella podía percibir un extraño nerviosismo nada habitual en ella. -Gracias por acudir y avisarme Madame.

Guardo silencio mientras observo al resto interactuar entre ellos. Como era de prever  otra vez el ciclo se repetía. Un nuevo cabeza de turco había sido elegido para el sacrificio matinal. Esta vez fue Speeir no sentía lastima por él, más bien pena. Como todos los aquí presentes se escudaban en las desdichas de los demás para sobrevivir un día mas. Todo valía para ello, la manipulación, la mentira, el engaño... daba igual. Un espectáculo grandioso a la vez que lamentable.

Después mi atención se centro en Brif. Observo con mezcla de alivio y preocupación el maltrecho su maltrecho brazo. – Habéis tenido suerte... si es que a esto se le puede llamar suerte. Esta noche os habéis librado pero no todas las noches os podremos vigilar. Tenía mis sospechas de que tarde o temprano sufriríais algún ataque. Guardo silencio. Será mejor que digas lo que sepas y quizá así dejaras de convertirte en el objetivo de los asesinos. Recuerda El miedo mata la mente. El miedo es el pequeño mal que conduce a la destrucción total. Y en este lugar solo se respira el miedo.

Llevo la mano a mi sombrero y descubro que este ha desaparecido. Con una mueca de fastidio y rabia añado. -No sé quien tendrá mi sombrero al cual tengo mucho aprecio. Aprieto los labios y puños. -No parare hasta dar con él.

Es entonces cuando hacen su aparición. Mi asombro no tiene parangón pues los tres primogénitos aparecieron ante nosotros. Es mas siempre estuvieron con nosotros. Avanzo hacia la Eve e hinco mi rodilla. -Mi señora. Mi nombre es Zoar, el Vagabundo. Solo decirme que esto no es una broma o un mero juego de ilusiones. Y nos tendréis a nuestro servicio tanto a mí como a Madame. En ese momento el córvido levanta el vuelo y se posa sobre mis hombros.

Aquella noche no le dio tiempo al joven violinista a entonar ninguna canción. Pasó muy poco tiempo desde que terminó de bajar las escaleras hasta que cayó dormido. Cuanto más penetraba en aquel lugar más intranquilo estaba. Cada vez quedaban menos y no parecía que aquello fuese a acabar en los próximos días.

Se recostó y cayó dormido meditando sobre los acontecimientos pasados, intentando descubrir algo que pudiera hacerle dar con los asesinos. Aquella noche no iba a ser como las demás.

La sorpresa hizo gritar a Brif. tenía un brazo completamente inutilizado y un intenso dolor subía por todo el brazo. Apretó la mandíbula con fuerza, intentando no gritar. Miró alrededor, intentando identificar al atacante, pero consiguió ver a Zoar con actitud protectora. Gra... Gracias... dijo, aún apretando la mandíbula con fuerza y con los ojos llorosos. Ni siquiera los vi venir. Si no hubiese sido por ti, yo... Te debo la vida. Las palabras estaban llenas de emoción.

La respiración se me había acelerado y mis ojos repasaban con la mirada a todos los presentes intentando leer más allá. La presencia de Nimah le sorprendió al principio, pero al ver lo que se disponía a hacer se tranquilizó. Escocía, mucho, pero no salió mueca alguna en el rostro del violinista.

Cuando el animal acabó, Brif asintió a su compañera, agradecido. No era gran cosa, el dolor seguía ahí y ni siquiera iba a poder tocar el violín, pero ella había hecho lo que había podido y eso era lo que importaba. Se había mantenido a su lado y lo tendría en cuenta.

Se intentó incorporar, pero el dolor de hueso se lo impidió. En vez de eso se arrastró como pudo hasta una pared y se apoyó ahí, agarrando el brazo roto con su otro brazo. El siguiente en acudir a ayudar fue Trevor. Miró al ojos a aquel hombre que había muerto y vuelto de aquella experiencia.

Desconfiado, permitió que tomara su brazo. Lo que vino a continuación dejó pálido al joven. Un sonido extraño acompañado de un horrible dolor. Esta vez no hubo lágrimas, ni siquiera pudo gritar. El dolor era tan intenso que el joven palideció y se mareó. A punto estuvo de perder la consciencia.

Unos segundos después se atrevió a bajar la vista a la herida. Seguía ahí, pero el hueso ya no estaba roto. Sorprendido, lo movió. Le dolía mucho a causa de la herida, pero respondía a sus deseos. Podría volver a tocar. Te lo agradezco. Dijo, emocionado, pero aún pálido como la nieve. El dolor no era nada comparado con la posibilidad de volver a tocar. Dejaría de ser un lisiado, solo necesitaba una tarde. Todos sabían como acababan los lisiados. No había sitio para ellos en aquel mundo.

Cuando por fin se sintió mejor, Brif se levantó y, tras esperar unos segundos a que el mareo se pasase, dio unos pasos al frente. Bueno, ahora están las cartas sobre la mesa. Confesó, finalmente, mirando a Zoar con admiración. Estaba vivo gracias a aquel hombre. Alguien hizo esto de forma sobrenatural y nos conectó de una manera especial. El tono de Brif tenía más sentimiento del que usaba normalmente.

Miró a Lylian. Él siempre ha creído que vosotras erais parte de los que nos atacan por las noche. Dijo, respondiendo a su pregunta. He de confesar que yo alimenté parte de ese dio cuando vi que habíais atacado a una inocente... Sospechaba de vosotras y así se lo hice saber. Pero luego me di cuenta de que tal vez fuese una equivocación. La rabia nos obliga a señalar a alguien y Nessa había tenido una actitud dudosa, por muy inocente que fuese, cualquiera podría haber pensado que era una de ellos. He intentado convencerle de que tal vez nos equivocásemos con vosotras, pero sin mucho éxito. Se encogió de hombros. Sus sospechas le han cegado todo este tiempo y creo que se inventó lo de Dante para intentar crear dudas contra vosotras. Pero lo hace porque piensa, o pensaba, que erais parte de los asesinos.

Luego miró a Trevor, bueno, el que antes había sido Trevor. Ahora había cambiado, junto con Gabrielle y Dam. No sabía como tomarse aquello. Guardó silencio, sorprendido e impresionado. Le costó dirigirse a alguien tan imponente y poderoso como Grovehn. Señor, creo que me ha malinterpretado. Empezó, hablando con educación. En ningún momento he dicho que yo mirase a Melina. Dije que sospechaba que Melina era la que traía gente de vuelta por las razones que ya se han dicho, así que pensé que usar mi poder con ella era inútil.

Aquellos semidemonios debían haber vivido milenios. ¿Porqué estaban en aquel lugar? ¿Cómo seguían vivos? Como ya dije, y pensaba que había quedado claro, lo usé con Dante y confirmé que él era uno de ellos. El tono era tranquilo. Lo de Melina solo eran conjeturas. También intenté dejar ver lo que podía hacer Nessa... Si os acordáis de lo que dije, hice una especie de broma diciendo que ella no tenía nada que ver con los asesinatos, de forma algo irónica. Aquello tal vez era demasiado para un Grovehn, más centrado en la guerra que en las palabras. Una vez más, tal vez debí ser más directo. Ella no era parte de los asesinos, pero podía verlos en acción. Se despertaba e intentaba espiarles.

Miró a las hermanas de nuevo. Fue por eso que sospechamos de los que la votaron. Pensamos que había sido descubierta y que habíais acabado con ella en votaciones. Tal vez fue demasiado suponer. Lo siento. Tomó aire antes de continuar. El brazo aún le dolía, pero se sentía en la necesidad de dar explicaciones. Como ya dije, era más importante Nessa que Ithan. Pese a que el hombre no esté directamente relacionado con los asesinatos, su lealtad es dudosa. Puestos a elegir, me parecía más razonable traer a alguien cuya identidad fuese clara y que pudiera ayudarnos a descubrir todo.

Un grito reverberó en toda la sala, despertando a Gabrielle, que se irguió, mirando a uno y otro lado con los ojos negros abiertos como platos. Cuando estos se posaron en las figuras de Brif y de Zoar, arrugó suavemente el ceño y posó una mano sobre el lomo de Dama. 

Se incorporó y deslizó de nuevo su mirada por aquella enorme estancia. Las sombras se extendían más allá de lo que sus ojos podían ver. Suspiró y volvió a mirar a Brif, mientras Trevor recomponía su brazo. 

Arrugó el ceño. No podía ser que hubiera estado tan equivocada con Zoar. Él había arriesgado su vida por salvar la de Brif. Se había interpuesto entre sus atacantes y él y gracias a eso, el joven violinista seguía con vida. Le llegaban las diferentes discusiones que se estaban sucediendo a su alrededor, pero ella estaba ausente, era como si estuviera a kilometros de distancia, en otro lugar ya olvidado... Parecía estar perdida en algún recuerdo lejano.

Se incorporó y volvió a mirar a su alrededor. Su corazón había empezado a latir con fuerza. No lo había creído posible, pero estaban tan cerca... 

Escuchó unos pasos y su mirada siguió la espalda de Dam. Entonces lo comprendió y su respiración se detuvo durante un par de segundos, mientras observaba como su hermano llegaba junto al sepulcro de Joselinne.