Partida Rol por web

-Pero los arboles se vuelven mas fuertes con el tiempo...¿por que detenerse en la corteza cuando el tronco sigue creciendo?-

El can volvía a lamerme la cara, como si secara las lagrimas que su cuerpo dejaba escapar.

-No te pediré que me apoyes en mi decisión, eres tan libre de hacer lo que quieras como yo, pero como prometí cuidar a Roy y Linda, lo haré contigo...jamas te elegiré, jamas alzare ni mi mano y Wardjan sus colmillos contra ti, mientras Oldland nos tenga reunidos, seras mi guardián y yo la tuya-

-Si te preocupa que le pueda decir a Olenna que eres tu quien reemplazo a Roy en mi mente, no te preocupes, ella puede ver mas que los demás y sin decirlo, lo sabrá, pero no saldrá de mi boca, por otra parte, ¿ya has tomado una decisión? o ¿aun la sabiduría de los años te hace pensar mejor en el siguiente paso a dar?-

Respiraba profundo, como si aquí también me afectara lo que ocurre con los demás, pero mas me extrañaba darme cuenta que a Deidre le había dicho mamá, confundiendola claramente.

-Asi es.-Contesto alegre a la niña, cuando fue ella quien termino la fabula del árbol.

-Y No. Soy mayor y se ser paciente.-Comento con media sonrisa.-Debo decir que no me gusta tu actitud con el resto, como gritas y perturbas a los demás. Pero sabes bien que no me alzare nunca contra ti.-Tuvo un extraño incluso de tocar su cabeza y acariciarla, pero eso no era propio de él y se contuvo.

-Y que me digas que nunca le dirás nada a Olenna sobre mi. Me da pie a pensar que al igual que nosotros, estas con ella en estos momentos y quien sabe con cuantos mas. Pero no me importa, se que ambos somos inocentes, aunque nuestras opiniones difieran, el objetivo es común.-Nói podría tener muchas dudas a quien creer en el concilio en estos momentos, pero de lo único que no dudaba era de la niña y su rol en Oldland.

-Ya te he explicado por que confió en Olenna y con el unico que mantengo un lazo de este tipo es contigo, con nadie mas, no acostumbro a mentir y no lo haría nunca, mis padres me han educado bien y entregado valores, soy hija de un Grovenh también y tengo honor como ellos-

Mire entre cerrando los ojos a Nói, pues algo de él no terminaba por convencerme por completo y comenzaba a sentirme incomoda.

-Me puedes explicar mejor que actitud no te gusta, por si no has notado, aquí tengo mas libertades de hablar, con el resto no, todos ocultan cosas y temo decir algo que pueda mal interpretarse, por lo demás me enfurece que esa mujer siga usando a Roy y acusándolo de algo que no es, piensa, si digo que eres tu el que reemplazo a Roy, seras tu el señalado como el "violaniña" cuando no es así, si grite es de impotencia por que no puedo hacer nada, por que no puedo enfrentarme a ella tan libremente, no entiendes o no sientes como Oldland nos limita...nos tiene encerrados, obligándonos a dormir sin quererlo y obligandolos a no arrancarnos el cuello hasta que el lo permita...-

Apoyo su mano en su pecho.-No pretendía ofenderte o llamarte mentirosa. Supongo que no he sabido elegir las palabras adecuadas.

-Comprendo.-Contesto ante sus ultimas palabras-Simplemente no me gustan los gritos. Pero supongo que hay muchas formas de hablar y todas son igual de validas. Yo prefiero mantener fría la cabeza, pero te entiendo, de joven eran tan apasionado como tu. Algo que echo de menos, ciertamente.

-Lo que me cuesta entender es ¿por que crees que perturbo al resto?...¿es que una niña no puede llorar o gritar?, los niños somos así, expresivos y no como los adultos que guardan caretas, como las que ahora me esta enseñando Oldland a hacer...-

Di unos pasos alejándome del alcanse de Nói.

-Eres distinto a Roy, el apenas hablo conmigo, pero en un abrazo me expreso mucho mas de lo que tu haces con palabras...lo siento, pero cada vez creo que no puedo confiar en ti...y lamento si has encontrado en Roy una mala elección-

Acaricie el lomo de Wardjan, el can miraba al anciano con cabeza alta, sin una expresión definida.

-Ya he votado...Katalina debe pagar-

-No todos somos iguales.-Contesto simplemente a las palabras de la niña.

-Como ha dicho Vyka, al final lo que cuenta es tu propia elección. Por mi parte, esperare un poco mas. No quiero prender la llama tan pronto.-Comento sentándose en el suelo y empezar a liar un cigarro.

-No creo que haya elegido mal, de esta manera he podido conocer de cerca a una de las personas de este lugar, sabiendo ademas que puedo hablar libremente de todo.-Sonrió bajo su gorra.-Siento si no doy confianza, pero no te culpo, nadie suele confiar en mi. A la larga siempre acabo solo.-Termino su cigarro y lo encendió con lentitud.

-Lamento no ser lo que esperabas.-La miro mientras daba una larga calada.

-En realidad no esperaba nada...- aclaro desde donde estoy, sentada en el suelo junto al doberman.

Le mire largo rato recorriendo sus facciones y gestos, la forma en la que fumaba, sus ropajes las grietas en su piel.

-Siento que no te agrado...y que poco crees en lo que te digo, pero no te juzgo y es lo que espero que hagas conmigo...dices estar siempre solo...entiendo de eso, mis padres me dejan sola gran parte del tiempo, hace unos días iniciamos un viaje de vacaciones, se supone para unirnos mas, pero solo Wardjan es mi compañía, papá y mamá siempre están ocupados, aunque al ir a la cama es madre quien me arropa y padre quien me da el ultimo buenas noches...-

Suspiro volviendo a cruzar la vista con Warjan, quien deja salir su aliento y apoya la cabeza entre las patas, como mostrándose resignado a aquella distancia de los padres de Theora.

-Él jamas me deja sola...dijiste que aquí encontraste un ave...¿como se llama?-

Al menos me mostraba abierta a fortalecer esta unión.

Tras un simple parpadeo apareció sentado a su lado. El cigarro seguía donde estaba antes, ahora humeando en el suelo.

-Eso no es cierto, claro que me agradas, aquí eres sincera, eso es lo que me gusta de la gente. No tienes porque estar de acuerdo con una persona o ser uña y carne para ser amigos. Nos escuchamos el uno al otro, eso es importante. Si no pudiéramos decirnos lo que pensamos cada uno entonces eso seria lo triste. El no estar de acuerdo no significa que no confíes en la otra persona. ¿No seria la vida muy aburrida si todos estuviéramos de acuerdo?-Su sonrisa, al igual que todas las demás era sincera.

-Ya lo dije, el animal que me acompaño hasta que llegue aquí, era mas una representación de mi don que un compañero. Era la parte de mi que despertó Oldland. Pero si debe tener un nombre...-Se llevo el dedo al menton.-Supongo que Nói Cach Doc.

Doy un respingo al ver como aparece junto a mi y Wardjan se pone alerta, el cigarrillo queda en el otro sitio y ambos, perro y niña, ladean la cabeza algo confundidos, pero con un brillo curioso en sus ojos.

-¿Que has hecho?- 

Pero cuando continuo hablando puse atención, como si de una lección de vida se trataba, por un momento volví a ser la de siempre, curiosa e infantil, sin mas en la cabeza que escuchar las palabras sabias de aquel hombre, era como charlar con el abuelo cuando este me contaba sus historias.

Termine riendo inocentemente cuando dijo que el ave se llamaba igual que él, pero me detuve y nuevamente nuestros ojos se cruzaron con Wardjan...creía comprender a que se refería.

-Je, yo lo llamo parpadeo, porque solo tengo que cerrar los ojos y moverme al lugar que imagino.-Contexto de manera escueta, luego recordó que estaba hablando con una niña.

-Sabes sobre los Legados ¿Verdad? El tuyo es el de Eve y el mio el de Melknhar y todos los míos tenemos un don distinto a las armas o los animales. Son dones mentales, el mio es este. Por eso mi cara y cuerpo están llenos de grietas, digamos que son la razón de mi ser, como el tuyo sera compartir algún rasgo animal con él.-Señalo a su perro, sin decir el nombre, pues no sabia si ella quisiera que lo nombrara.

Y mientras la muerte marchitaba el cuerpo de Nói.... poco a poco su esencia se desdibujaba de aquel lugar, mientras te miraba a sabiendas que sabía que tu nunca le hubieras hecho daño a él...

La muerte te devolvía... pero en este lugar seguían a solas... Solo tú y Wardjan... y el eco de aquella canción...

Y mientras la muerte revertía su camino entre Nói y la realidad, parte de su alma volvía a este lugar...

Nói apareció ante ella, con un compañero aferrado a su gorra.

-Hola de nuevo, pequeña.-Saludo simplemente, no esperaba sorpresa alguna, pues a estas alturas esperaba que Olenna le hubiera hablado de su regreso.

El tiempo se tornaba extraño entre tanto caos, Oldland intervenía en las mentes de cada uno de nosotros de forma distinta, indiscriminada y en algunos casos abusiva.

La imagen de Nói volvía a aparecer frente a mi, no me moví, solo le mire con una tristeza absoluta en mis ojos...Roy había desaparecido por completo y Nimay ya no estaba junto a ella.

-Oldland es cruel...- lagrimas silenciosas continuaron en un intento de darle compañía, mientras la cabeza de su can se mantenía sobre sus piernas, acompañándola en aquel dolor.

-Es la mejor descripción que e escuchado de este lugar.-Se sincero él. Quien no quiso hacerle preguntas a la niña, pues seguramente no quisiera hablar.

Pero había algo que deseaba saber:
-Dime niña, ¿Acaso el árabe era culpable y lo es ahora Dreide gracias a que tu cambiaste sus dones?-Pregunto, sabiendo de la locura de la niña. Por otra parte aquel oriental deseaba decirle algo sobre su protegido. Pero tal vez no fuera alivio para ella, o simplemente no le creyera.

La melodía que me acompañaba de este lado era la misma con que habia vuelto a la vida, como si con ella pudiese regresarle a Nimay la vida.

-No fue Deidre, Nói...es Fiona...con ella cambie a Dyehuty, pero no se que poder tiene cada uno, él dice que antes de que muriera el era traidor y ahora ya no, por lo que asumo que Fiona lo es, pero es la única evidencia que tengo, aunque lo que dijo Fiona ahora me parece una forma defensiva de explicarlo-

Se tocaba el pecho... -Jamas me había dolido tanto, ni con Roy...-

Se agacho, para mirarla a los ojos y toco el su propio pecho.

-Creo que ahora me entiendes un poco mejor. La ciudad es cruel, cierto, pero tu eres mas fuerte que toda ella.-Deseaba hablarle sobre el dolor, como transformarlo, pero era pronto, seguramente muy pronto.

-¿Por que?...¿por que guardaste silencio?...debiste contarme de Katalina, dime...¿cometimos un error o de verdad era una asesina?-

Mis ojos aun brillaban por las lagrimas, si bien ahora eran menos, el dolor en el pecho era intenso.

-¿Quien te trajo de regreso?...- abrio los ojos... -dile que traiga a Nimay, por favor-

Muchas preguntas tenia aquella niña y el oriental tenia intencion de contestarlas, pues nada guardaba en secreto, ni antes ni ahora.

-No lose.-Comento a la primera pregunta.-Nunca le pregunte por su cometido en la ciudad, esa es la verdad. Porque aun sabiendo si fuera o no aquello que debemos detener, no hubiera podido hacerlo.-Miro a la niña quien sufría como si hubiera perdido a un padre.-Por eso preferí luchar por ella, fuera lo que fuera. Ademas entre los muertos, al menos mientras estuve presente, no parece que ninguno de los que mandasteis a ese lado, se trataran con camaradas.-Se sentó en el suelo, pues empezaban a dolerle sus endebles extremidades, al permanecer de cuclillas.

-Pero una cosa si me dijo.-Decidió decírselo ahora.-Cuando le conté de nuestro lazo, ella me dijo que al igual que nosotros, ella estaba unido a otra persona, alguien que la busco en concreto y ese era Nimay. Le contó que tenia un sexto sentido para conocer el corazón de las personas.-Contó, mientras su erizo mas valiente que él, descendió del hombre y se acerco cauteloso a la niña.

-Y por ultimo, te diré, que la propia ciudad me ha traído de vuelta, pensaba que Olenna os contaría de mi regreso, después de todo lo hable con ellos, con los muertos antes de volver y preguntar a ella, que pensabais ahora de mi, si era posible regresar o perderíais el tiempo buscando quimeras en mi persona y perder valioso tiempo de búsqueda.-Al instante se dio cuenta que sus palabras pudieran sonar extrañas para una niña y quiso concretar.-Supongo que a estas alturas ya lo sabes, pero a cada muerto se le otorga un segundo poder al morir, por eso la losa de los símbolos se ilumina. Yo lo llamo el capricho de la ciudad, Y ese fue mi don, una segunda oportunidad, volver a vivir.