Partida Rol por web

Jueves 28 de Diciembre, 05:50 h. Hogwarts.

Aquella noche fue tremendamente sofocante y calurosa, no dando la impresión de que fuesen fechas invernales y que afuera de los cuatro muros de Hogwarts estuviese haciendo un frío terrible. Puede que la incertidumbre y tensión de saber que había un mal palpable que pretendía segar sus vidas, y la desconfianza de estar junto a amigos que bien podrían ser enemigos, hiciese difícil conciliar el sueño, pero uno a uno los alumnos del Colegio de magia y Hechicería fueron durmiéndose en sus respectivos aposentos o en el Gran Comedor acondicionado para ello con sacos de dormir y mantas, sumiéndose el lugar de un profundo silencio. Las horas pasaron, escuchándose quizá algún que otro ronquido o la respiración fuerte de ciertos alumnos, pero por lo general todos pudieron descansar el mínimo aceptable para funcionar. 

Sin embargo, poco antes de que las primeras luces del nuevo día se colasen por los ventanales, un potente ruido sordo alcanzó a los alumnos de los dormitorios de Hufflepuff, saliendo de sus madrigueras hacia la sala común para ver qué podría haber sucedido. 

En el suelo reposaba el cuerpo sin vida de Bruce Campbell, el cual tenía gran parte de su brazo derecho con el cual solía sujetar la varita mágica literalmente desintegrado, fruto de haber tratado de atravesar una barrera mágica Fianto Duri que protegía la habitación de valentina Sexton. Aquello probablemente le habría dejado gravemente lastimado, pero lo más horrendo del caso fue comprobar que en su intento de huida, alguien le había cazado por detrás noqueándole a traición, para posteriormente haberle estado golpeando duramente con algún objeto romo y contundente, hasta dejarle muerto y con los huesos del cuerpo completamente fracturados y destrozados. Un ensañamiento digno de un psicópata, sin paliativos. ¿Quién podría haber cometido dicha atrocidad, hasta el punto de desfigurar el rostro y hundirle las costillas, dejando la columna hendida en dos mitades y en una posición antinatural?

- ¡Ay, Señor! ¡Ay, Dios Mío! ¡No puedo creerlo! - gritaba en alta voz el fantasma de Hufflepuff, dando vueltas de un lado a otro sin saber bien qué hacer o cómo actuar - ¡Debo avisar a los profesores de inmediato! ¡Ay, Señor.... qué calamidad!

No obstante, el bullicio que se iba formando por todas partes reveló que más desdichas y acontecimientos desgarradores se habían ido sucediendo. En el Gran Comedor, los alumnos que se despertaron no tardaron en percatarse de que dos cuerpos no se movían de sus sacos de dormir... el primero de ellos era del joven de la Casa Ravenclaw Dwenrigar Elphias Taliesin, quién supuestamente antes de fallecer asfixiado bajo su almohada por su atacante y serle dibujado un Flagrate en el rostro, presuntamente habría logrado dejar rodar una Snitch Dorada junto al saco Effie Goldwing para que la joven Hufflepuff la hallase. Un par de sacos más a su derecha residía el cuerpo sin vida de Amelia Spencer, que en esta ocasión había sido ejecutada de forma inmisericorde por la maldición asesina Adava Kedavra.

La desazón, el miedo, la pena y la tristeza abarrotaron las paredes del Gran Comedor, quedando muchos de los alumnos impactados y en profundo estado de shock. Algunos se abrazaban, otros buscaban correr al lado de sus compañeros caídos, nadie permanecía indiferente ante tan cruel y fatídico destino. ¿No había nada que se pudiese hacer para revertir aquella plaga de asesinatos? 

- Nuevamente hemos sido atacados donde más duele... en el mismo corazón de Hogwarts... - expresaría Filius Flitwick apesadumbrado, no sabiendo que decir ante aquel escenario dantesco - Son muchos los años que he vivido y ni si quiera en la terrible Segunda Guerra Mágica, con el Señor Tenebroso asediando esta fortaleza, presencié algo similar a lo que estamos sufriendo y me sentí tan incapaz de encontrar una solución efectiva...

El cáliz de fuego quizá era el único instrumento que podían seguir usando para terminar con aquella plaga. ¿Encontrarían los alumnos de último curso a las mentes maestras y los artífices de tan diabólico plan?

Cuando ya todo parecía perdido y la desesperación había calado hondo en los corazones de los presentes, algo extremadamente increíble y sorprendente acontecería. Algo que tornó los lamentos y lloros generalizados en sonrisas y alegría, al menos para una parte de los presentes. 

Como por arte de magia cruzaron las puertas del Gran Salón dos individuos que hasta entonces eran el motivo de tanta desazón. Dwenrigar Taliesin y Amelia Spenser, cada cual a la diestra y siniestra de quién les había salvado la vida aquella noche, acompañaban sonrientes a Effie Goldwing. Entre los dedos de la Hufflepuff se hallaba un giratiempo, aunque ahora ya completamente inservible y roto, después del uso que le habían dado aquella noche. 

Las caras de los presentes, incluidos el profesor Filius Flitwick, la medimaga Madame Pomfrey y la profesora y bibliotecaria Madame Pince, se voltearon hacia los sacos de dormir donde hacía unos instantes reposaban los cuerpos de Dwen y Amy. ¿A caso no estaban muertos?

En efecto, un cuerpo ocupaba el lugar de Amelia Spencer, y no era otro que el de Faye Fudge, dado que en ese preciso instante finalizaba el conjuro mágico Crinus Muto, que había dado apariencia y color al cabello de la Gryffindor, quién se hizo pasar por Amelia durante la noche, recibiendo el Adava kedavra que en otras circunstancias habría recibido la Slytherin.¿Cuándo había muerto y como había llegado su cadáver hasta allí para suplantar al identidad de Amy? En el caso de Dwenrigar, ni si quiera era un cadáver, si no un monigote de barro al que se le había dado forma y semejanza del Ravenclaw con hechizos de transformación, y que poco a poco iba agrietándose hasta perder toda apariencia humana.

Y ahí no finalizarían las sorpresas, ya que dos rostros fácilmente reconocibles hicieron acto de presencia tras los tres primeros, Genesis Monahan y... aquello si que se salía de toda lógica... Nicholas McKellen, en cuya frente tenía al igual que el auror Harry Potter, la marca inequívoca de haber recibido un Adava Kedavra. ¿Había alguna explicación racional que pudiese explicar su retorno? ¿Cómo alguien que había muerto asesinado por la maldición imperdonable podía regresar?

Había Sido una noche intensa, aún no me creía como había salvado mi vida Effie gracias a su gira tiempo, pero aquello me había dado un impulso enorme, si hasta ahora había sentido que durante todos estos años nadie me había escuchado y simplemente había Sido uno más, ahora la forma en que Effie me había salvado me llenaba de valor y decisión sobre lo que tenía que hacer.

Tras la entrada teatral al gran salón camine dando zancadas hacia mi cuerpo y recogí la snitch dorada, mi reliquia, única herencia para la persona que más había amado todo este tiempo. 

Y bien, aún seguirán dudando de lo que les he dicho? Creían que mentía respecto a que los Caballeros venían por mi? Hace falta que no sea un muñeco de barro para que dejen las estupideces y desviar los temas?

Dije mirando a cada uno de los allí presentes excepto a Effie, pero deteniéndose especialmente en todos aquellos que habían sembrado la duda sobre mi e incluso malversado mis palabras. 

Para empezar quiero dejar claro que Génesis no es una caballero walpurgis, aún deberá responder ante Belle por lo que le hizo a su Elfina, pero que nadie lo ponga en tela de Juicio hoy! 

Segundo alguien estuvo actuando bajo el maleficio Imperius, lanzado de manos de un caballero de Walpurgis, le invito a dar un paso al frente y contarnos todo lo que sepa.

Deje que el silencio se hiciera y cada uno mirase a los otros a ver si alguno se animaba a decirlo.

Amelia apareció con una sonrisa viendo que al final todo fue como la seda y que ya podía quedarse un tanto más tranquila. Jamás podría haberle agradecido a la magia nada como lo de aquella noche. Daba las gracias por todo y sin duda ahora que estaba allí tenía varias cosas claras. Y la primera la hizo notar tan pronto Dwen preguntó

-Dwen, confio en ti, pero como comprenderás antes de pasar a mayores y asuntos de vital importancia, luego de tanta efusividad, necesito descargar adrenalina - Tan pronto lo dijo agarró a Effie de las caderas y con un leve movimiento la tumbó levemente agarrandola para darle un beso apasionado delante de todos y así poder aliviar su propia tensión de aquella forma tan caballeresca como quiso mostrarle a su amada

-Nunca había agradecido tanto una noche juntas en la misma cama como esta. Ya sabía que hacía bien confiando ciegamente en ti nena. - Estaba feliz, simplemente destilaba dicha alegría de estar viva.

-Nick... Bienvenido al mundo de los vivos. - Ahora tenía más claro que nunca que Nick era un leal a Hogwarts, y por eso se alegraba de que estuviera allí - Bueno... Ahora quedan más claras otras cosas ¿No? - Dijo señalando entonces lo obvio que había acontecido en aquel lugar. La muerte de una Gryffindor, Bruce muerto por una barrera al tratar de atravesarla por la fuerza, el intento de asesinato tanto a Dwen como a Amelia - Creo que está claro que piezas están tratando de mover todos aquellos que pueden matar en este punto, y es que los que nos acercamos más a la verdad somos la primera importancia entre ellos. Ahora toca dar el paso. Leales a Hogwarts, unios y destruyamos a los Caballeros de Walpurgis, aquí y AHORA - Con ello quería dar más un punto de motivación, pero la realidad era aquella. Los objetivos eran claros, ahora ya no podrían tener más los ojos cerrados.

Effie aún estaba con la tensión por las nubes. ¿De verdad había salido todo aquello bien?

Respiraba entrecortada por lo peligroso de todo lo que habían hecho aquella noche gracias al giratiempo. Pero el riesgo de alterar tu propia linea del destino era algo menos grave cuando la otra opción era ver morir a tus amigos frente a ti.

Cuando Amy tiró de ella lanzó un grito agudo y breve aún histérica por lo sucedido, pero al notar sus labios, el mundo se volvió a detener. Esta vez sin giratiempo. 

Cuando volvió a verse en posición vertical,  avanzó con aquel aparato roto hasta Madame Pomfrey y se lo entregó. 

Disculpe, Madame. Me temo que ahora no podré pasar tantas horas con usted.

Pero ahora tocaba centrarse. Tomó aire y se dispuso a ordenar sus recuerdos de aquella noche mientras Dwen y Amy hablaban de lo que debían hacer.

Eso sumado a que no se había equivocado con Bruce, que había sido tan estúpido de colarse en la madriguera de los tejones y a que Nicholas había regresado sano y salvo junto a Genesis era un gran motivo de alegría. Por fin las cosas empezaban a progresar. 

El miedo de lo ocurrido con el polvo negro había mantenido a Constance en una duermevela incómoda en la que los sueños de lo que podría haber ocurrido se mezclaban con la realidad de su habitación en demasiado silencio. Le costó dormirse pues cada ruido la sobresaltaba. Y el peor de todos, fue uno similar a una detonación que sonó como si estuviera al lado de su puerta. Se levantó terriblemente alerta y salió corriendo sin molestarse en ponerse el uniforme.

-Oh, no... -Susurró, retrocediendo un par de pasos a te tan grotesca imagen y se giró para evitar seguir mirandolo. El fantasma ya se había ido a llamar a los profesores, pero igualmente no se sentía bien estando allí, entró corriendo al cuarto para calzarse y ponerse algo ligeramente mas decente cuando los gritos comenzaron a escucharse desde la parte superior.

-Voy a ver que pasa -"No vomites, no vomites, no vomites" Rezaba para si misma evitando en todo momento cruzar su mirada con el cuerpo de su compañero y salió disparada hacia donde estaba el resto. Allí, pese a los gritos, parecia haber más festejo que otra cosa y, contrario a Bruce, Faye yacía mucho más pacífica.

-... - Constance abrió la boca para decir algo pero lo ocurrido hizo que comenzase a llorar por tension, felicidas y miedo.

Para aquellos que dudaban de la inocencia de Amelia Spencer y por consiguiente de Ethan Price, así como para aquellos que desconfiaban de Dwenrigar Elphias Taliesin e incluso de Genesis Mohanan, esta noche había sido más que suficiente para echar por tierras esas absurdas sospechas.

-Me alegra veros a todos vosotros con vida. -Comentó aún con las marcas en su rostro- Espero que tengáis información al respecto que podamos utilizar para convencer al resto de los inocentes de vuestra inocencia confirmada, o de la culpabilidad evidente de alguien... Miaddora...

Valentina se sorprendió de que no le hubieran hecho nada en tres días, más aún de lo que le sorprendió ver a un muerto caminar. Aunque tampoco le sorprendió demasiado ver la vuelta de Genesis, pues no podía haber desaparecido para siempre, eso si que lo tenía claro.

Valentina caminó lenta, pero segura, hacia el centro de aquella sala, con su gran copa en la mano, lista para hacer allí una adivinación del té. - Como llevo diciendo estos últimos días, el tres es un número muy poderoso, al igual que sus múltiplos. - comentaba mientras elaboraba el té. - Y hoy es, ni más ni menos, que el tercer día que estamos aquí encerrados.

Se bebió el té con menos calma de la habitual, pues hasta la propia Valentina parecía ansiosa por lo que estaba a punto de ver. - ¿Qué deparan los posos del té hoy? - comentaba mientras cerraba su ojo izquierdo para observar con el derecho. - Veo... Una risueña chica de Hufflepuf, Erika Vitale. - asintió, moviendo el vaso para verlo desde otra posición. - Una chica de Ravenclaw, evasiva, marcada... Génesis Mohanan. - parecía que aquél nombre no le sorprendía demasiado. - La última, una serpiente, Slytherin, también mujer, pelirroja o cerca de ese color, solo puede ser Malena Bòidheach.

Se levantó y guardó su cáliz tras eliminar los posos y dejarlo limpio. - Entre esas tres personas, al menos una no es leal a Hogwarts. - como se esperaba un asalto de dudas por parte de los presentes, decidió aclarar las que pensaba que serían las más frecuentes para así estar detrás de Jeremy sin ser molestada demasiado. - Hasta que no sea otro día múltiplo de tres no puedo realizar otra adivinación así. - señaló entonces a las tres personas que acababa de mencionar. - Mi adivinación no significa si o si que sean parte de los caballeros que nos quieren asesinar, también puede incluir a gente que tenga otros objetivos.

Finalmente, corrió tras Jeremy y volvió a refugiarse en su labia para volver a pasar desapercibida.

Valentina Sexton rapidamente se había convertido en una inocente confirmada en el imaginario de Félix Cited por lo que tras escuchar aquellas palabras, sus ojos brillaron con asombro. Aquella acción no solo les daba a un culpable confirmado si creían como él creía, a Valentina Sexton, sino que además el culpable no cabía lugar a dudas.

-Confío en que Erika Vitae no es la culpable que buscamos si es que puede hacer lo que dice que puede hacer, así como también creo en la inocencia de Genesis Mohanan, algo que Dwenrigar Elphias Taliesin, un inocente confirmadísimo acaba de confirmar. -Resumió los dos inocentes que el muchacho creía como tal- Así que supongo que la chica de Slytherin nos debe una explicación...

Había dormido poco esa noche y despertó enseguida en mitad del bullicio. Sin pensarlo un instante acudió al lugar de los gritos, pasando primero por la habitación de Valentina. La sangre no era de ninguno de ellos. El Fraile Gordo avisó a los profesores y el prefecto abrazó de nuevo a sus compañeros, tal y como habían hecho de noche, esta vez bajo un sentimiento de alivio.

—Menos mal que todos estamos bien, hemos tenido mucha suerte. Ese sucio Campbell nos ha dejado los colores de su casa en nuestra común.

Los profesores llegaron al encuentro. Algunos se llevaban el cuerpo destrozado del chico y otros limpiaban los restos rojos. Al final la común volvió a tener sus colores propios, pero las sombras persistían.

—No creo que fuese imperius, profesor, muchos ya sabíamos que Bruce Campbell era un C.W. y seguro saldría expulsado hoy. Su muerte nos ha ahorrado tiempo. Ayer les avisé de que podríamos ser atacados y por eso nos preparamos. Al poco de avisar, nos echaron polvos peruanos, como la noche anterior en Ravenclaw, y lo único que hicimos fue despedirnos, esperando lo peor. Si hablábamos, nos encontrarían más fácilmente. No sabría decir si esa habilidad es aliada o enemiga, yo diría que neutra. Es mejor no encontrar el responsable de esos polvos, a menos que sea decisivo.

El profesor habló sobre la barrera mágica y su brutal muerte, explicando a todos lo sucedido.

—Sí, no me cabe duda de que la barrera es una habilidad aliada de alguien que puede realizar muy buenos hechizos protectores y, al igual que los polvos, es mejor que el responsable se mantenga en el anonimato. En cuanto al estado del cadáver, no sabría decirte si quien lo hizo está de nuestro lado o no. Quizás cumple solo con sus propios intereses. Si se conoce, podría ser señalado como culpable por usar esa violencia.

Bajaron al Gran Comedor, en donde se anunciaba la desgracia. La tristeza se hizo presente cuando empezaron a destapar los sacos de dormir, encontrando cuerpos inertes. El saco de Amy, Dwen y el vacío de Effie, pero no eran ellos los muertos. En su lugar, venían juntos por la puerta, ¿qué habrá pasado? De cualquier forma, se alegraba de que estuviesen bien. Había preguntas que realizar. Por ahora, más extraño fue el regreso de los muertos.

—¿Cómo? ¿Estoy viendo bien? ¿Ese es McKellen o un fantasma colorido? —Se extrañó. Tenía la misma marca que Potter, prueba de haber sobrevivido, pero recordaba algo muy turbio sobre él dicho el día anterior—. Nos dijeron que con tu muerte hicieron un horrocrux, pero estás aquí. Me alegra que estés de vuelta, porque podrás aclararnos dudas.

Apenas había dormido en toda la noche, tras la incursión contra los Gryffindor de ayer y la posibilidad que hubiera un traidor entre los chicos de mi casa, digamos que no era como para poder cerrar los ojos con calma. Y las pocas veces que conseguí dormir, la imagen de Verónica me asaltaba entre pesadillas de hombres lobo y dementores junto a mi cama.

Y al despertarnos, bajé con horror para ver... bueno, lo que han visto todos. El gran hijo de perra de Bruce... al final sí que era él. Me acerqué a su cuerpo de aquél traidor, tumbado en el suelo, mirándolo con un asco infinito.

Y le di una patada en todo el costado, explotando rabiosa - HIJO DE  @~€#·!!! - le di otra patada más. Fue él quien mató a Victoria. Aún no entendía como, pues habían pasado demasiadas cosas y yo dudaba tanto de todas que a este punto no sabía nada de nada.

Con lágrimas amargas me di la vuelta y me uní al resto del grupo, a tiempo para ver como todo el mundo se daba la vuelta y de repente aparecían vivos los muertos y muertos los vivos. 

Los poderes que corrían en Hogwarts eran más de los que podía analizar, era evidente que lo mío no era pensar demasiado... o eso o me faltaba una burrada de información para entender todo aquello.

Faye se había hecho pasar por otra y ahora yacía muerta. Dwen era un muñeco de arcilla y Effie había regresado con Amy y con Dwen, y Nicholas había resucitado, literalmente con la reliquia de Dwen?

-Me parece que... necesito... sentarme...- y eso hice, ya presa del cansancio y de las múltiples emociones ahí encontradas. Si nadie aclaraba un poco todo esto, yo ya no sabría ni por donde empezar a pensar...

La fiebre tenía que haberme hecho mella, eso seguro. Le dolía la cabeza de forma importante, y se tuvo que apoyar en la pared.

- Juro que no me fumé un porro anoche ni otra droga muggle - dijo al ver lo acontecido - ¿O es que pusisteis algo en la sopa? Igual no es solo fiebre lo que tengo. Me pregunto cuanto tardaré en ver ponis de colores, bueno, yo quiero ver unicornios rosas con destellos amarillos.

- Vale, imagino que eso supone que Amy y Effie son confiables, y por tanto Ethan también, y Dwen posiblemente... estoy hecha un lio, lo siento.

Nicholas entró tan sereno como se fuera aquella noche en que anunció su muerte a aquellos que le recibirían al otro lado. Había cruzado la aduana de la muerte en las dos direcciones y sentía que nada podía hacerle sufrir, dado que, más allá aún quedaban sus amigos más queridos de Hogwarts. 

Llegó hasta Amelia a la que estrechó fuerte la mano - Me alegro de verte aún entre nosotros. Espero que esté todo bien

Se giró entonces hacia el resto de alumnos de la casa Slytherin. - Me apena sin embargo que mi investigación no fuera a ningún lado, y que la Señorita Anne Lovelace siga entre nosotros. Al igual que nuestro buen amigo Felix Cited que tantas risas nos suscita.

Ya continuó con su alegato, no parecía afectado por haber vuelto del mundo de los muertos, ¿Y porqué iba a estarlo cuando ya había preparado su maleta y hecho las paces con quien debía antes de partir?

Ambos son para mí claros sospechosos de ser Caballeros de Walpurgis, así señalé a Anne la noche antes de morir y supongo que su posibilidad de defenderse ella y a su amigo era darme una muerte rápida y cruel antes de que averiguara mucho más.

Siento no daros un minuto de descanso, pero me temo que mi segunda estancia entre los vivos vaya a ser tan breve como la primera. Miranda, la primera asesinada era una leermante, me sugirió que fueron cinco los que participaron en su asesinato. Sí, soy un medium, y uno no poco poderoso de hecho. No estoy seguro de lo que hayais descubierto hasta el momento, pero no dudo en absoluto de la culpabilidad de Anne ni de Felix. Y al menos de otros tres que aún se hayan entre nosotros.

El comentario del resucitado no llegó a buen puerto, al menos lo que tenía que decir después de volver entre los muertos, si es que no había sido obra de algún otro truco, parecía ser un poco extraño. Aún así, el joven de Ravenclaw decidió ser lo más cordial posible... es decir, poco o nada.

-No entiendo porque me acusas a mi, solo sé que si te moriste y de alguna forma reviviste... te advierto que tu cerebro sigue muerto por las cosas que dices. -Comentó el alumno de Ravenclaw encogiéndose de hombros- Si tienes algún argumento en mi contra, puedes decirlo y calmadamente te puedo explicar el porqué estas equivocado. Lo mismo que llevo haciendo hasta ahora con todos aquellos que negaban lo evidente de la culpabilidad de Bruce Campbell, Miaddora o la actual culpable evidente de Slytherin que, ¡Mira que casualidad!, es de tu casa.

-No te acuso de que seas malo, tan solo de que eres alguien BASTANTE parcial... Y que mejor será que te calles, te quedes sentado, y atiendas a lo que ocurre antes de sacarte de la gorra una acusación contra mi.

Y así, tras los acontecimientos después de su huida desesperada, justo momentos antes de salir votada en el cáliz, Génesis, ahora con un rostro que reflejaba más confianza, y con un brillo en los ojos que demostraba lo decidida y la fuerte convicción que tenía, aparecía antes sus compañeros de Hogwarts.

-Gracias Gonzo por confiar en mí, y pues estamos aquí nuevamente para declararle la guerra a los caballeros de Walpurgis, deberían comenzar a temer, pues no estamos encerrados aquí con ustedes, ustedes son los que están encerrados con nosotros y con la voluntad de grandes magos como Albus, en nuestros corazones arde la llama de Hogwarts y estamos dispuestos a vencerlos.

   Soy muy ferviente de mis acciones y mis palabras - comentaba Erika una vez su nombre salía a la palestra, aunque esta vez no por que le estuvieran apuntando con un palo... aún - Y lo dicho, si el hechizo que usaba Genesis era igual que el mío, puedo meter mis manos al fuego para confirmar la inocencia de la cuervo.

  Y por lo visto ayer en la noche, ni Danio ni vuestra humilde servidora pudimos hacer algo más haya de volvernos a enfrentar - para entonces guiñarle un ojo al muchacho - ¿ no te interesa un tercer encuentro ?.

   Sobre Mía y Felix, a los dos los metería más en el saco de... testarudos- para encoger de hombros - No son peligrosos, pero... su lengua y actuar no es que les consiga muchas papeletas de ser amigables - a lo cual la chica le daba una mirada a ambos y dejaba escapar avergonzada un aburrido - que si~que si, bastante hipócrita viniendo de la chica que anda amenazando con quemar a medio elenco jijiji...

  y si debo decir que algún tejon no me inspira confianza yo diría... ¿ Effi ?, digo... exponer a la gente a dormir en el gran salón, como que... jaja... no...

El gran comedor se fue llenando cada vez más, nuevamente todos se habían reunido, lo que hizo que Constance puediera recuperar la compostura. Como siempre, aquello era un ruido de fondo constante y todos hablaban a la vez y solapando unas conversaciones con otras, era casi imposible atender a todo a la vez. Por suerte, era fácil escuchar a Valentina estnado cerca de ella, como estaba la tejona que ya se había limpiado las lágrimas.
-Estoy de acuerdo con Félix... -Otro tema ya era que su opinión sirviese de algo... tan solo se había despertado ese dia para llorar delante de todos...
 

Las vivencias de aquellos días y noches se acumulaban una tras otra sin descanso, y la mañana les trajo las noticias de dos nuevas muertes, sí, pero también la increíble evidencia de que Nicholas McKellen había sobrevivido, después de todo, a una maldición imperdonable. Volvía a estar entre los muros de Hogwarts tras haber atravesado el velo, y no tardó en señalar a Anne Lovelace y al propio Félix. Al parecer, Nicholas había podido hablar con Miranda y esta conocía el peligro aunque no consiguió evitarlo.

Era una acusación terrible, pero la respuesta vacua y tan enrevesada como de costumbre de Félix no ayudó a contrarestarla. Olympe suspiró, pensando que a lo largo de aquel día tal vez tuviera que tomar decisiones realmente duras. Claro que los posos de Valentina también apuntaban en otras direcciones. Érika en cambio parecía empeñada en señalarse a sí misma. El cáliz resolvería de nuevo; Olympe solo esperaba que supieran entre todos dar con el camino adecuado.

Sin embargo, las preocupaciones y las alegrías se contraponían sin descanso, porque ¡Génesis estaba de vuelta también! Al parecer, sana y salva además, y determinada a seguir en la lucha. Olympe se le acercó y la abrazó un instante – Me alegro mucho de verte de nuevo, Gen. ¡Has vuelto! ¿Cómo habéis podido... hacerlo? - lanzó una mirada furtiva a Effie y su giratiempo ahora destruido, con la mirada cargada de reconocimiento y su sonrisa destellando agradecida.

Al despertar, múltiples gritos provenientes del salón son la antesala del dantesco escenario que nos espera, uno plagado de muerte y desesperanza.

Sin perder tiempo me dirijo al salón y lo que me espera, supera por mucho mis expectativas, lo que me hace cerrar los puños con fuerza hasta que los nudillos se tornan blancos.

¡Mierda, hijos de... - las palabras mueren anticipadamente en mi garganta cuando las personas que creía muertas reaparecen de la nada.

¡Por las barbas de Merlín! Gracias Effie, salvaste muchas vidas esta noche. Así que, cualquiera que te cuestione, sin duda no es de los nuestros.

Una vez dicho esto me acerco a Erika y mirándola a los ojos pronuncio una sincera disculpa. - Erika, lamento mucho haber dudado de ti, sé que eres leal a la escuela igual que Génesis, espero me sepas disculpar.

Acto seguido me giro hacia Génesis. - Sé que no mentías ayer, todo fue una pantomima para que no votaran por ti, pero me temo que fallé al menos en parte, pues creo que lo más probable que la votación de ayer nos rebela el número de traidores a la escuela.

Lo digo porque, pese a que le aseguré a todos que yo me encargaría de incapacitarte, hubieron al menos cinco personas que optaron por concentrar sus votos en tí en lugar de en otra amenaza y eso se debe a que te temen, pues saben que estás en la pista correcta. Espero sepas comprender el porqué de la charada. - digo agachando ligeramente la cabeza ante Génesis y bajando las manos esperando una bofetada por lo dicho el día anterior.

Acto seguido me giro hacia el resto y comento lo siguiente

Prestén atención a lo dicho por Valentina, quien hasta ahora ha acertado en todo, por lo que, creo que la votación de hoy es clara.

En tal sentido, cualquiera que intente desviarla va a mostrar sus verdaderos colores.

La mañana empezó de una manera bastante escabrosa y con muchas más muertes de las que era capaz de procesar. Para empezar, Bruce. Si bien la ausencia de su brazo y varita era una clara muestra de que había atacado a alguien con barrera mágica, alguien se había ensañado pero bien con su cuerpo, golpeándolo hasta la muerte y más allá, dejándolo prácticamente irreconocible.

Después de semejante escena, llegó con la cara pálida al comedor, donde descubrieron que ni Dwenrigar ni Amelia hacían por levantarse... De hecho, si se fijaban bien, podían ver claramente las iniciales de C.W., señal inequívoca de la suerte que habían corrido esa noche.

Pero no todo era lo que parecía. Al abrirse las puertas del Gran Salón aparecieron en escena los mismísimos Dwenrigar y Amelia, acompañados por Effie y, para su grata sorpresa, Nicholas.

No se contuvo y se abrió paso hasta acercarse a su compañero de Casa. —¿Estás... bien?— no sabía si "vivo" era la palabra más adecuada para preguntar por su estado, pero le alegraba de veras verle allí de nuevo.

—Lo que ha dicho Valentina es interesante para valorar y reflexionar, pero yo llevo sospechando de Félix desde lo que pasó con Iwan. Puede que solo sea casualidad, que tu forma de actuar— ahora se dirigía hacia el propio Felix —sea así de errática. Lo que sí es cierto es que siempre has buscado guardarte las espaldas tras aquellas personas que se señalaron como "inocentes" o "puras". Y si Nicholas, quien ya murió a manos de los Caballeros o de cualquier otro desgraciado sospecha de ti, lo siento, pero me da que pensar.