Partida Rol por web

La entrada está detrás del retrato de la Señora Gorda, que se encuentra en un corredor del séptimo piso. Para entrar, hay que decir la contraseña; entonces, el cuadro se abre y deja vía libre. Si la contraseña es mencionada incorrectamente, la señora Gorda impide el paso y gritará de forma estridente llamando la atención de todos los presentes.

La sala común está en el séptimo piso del castillo y a su vez en el primer piso de la torre Gryffindor. La habitación está llena de sillones esponjosos, mesas, y un tablón de anuncios en el que se pueden colgar noticias escolares, anuncios, lista de objetos perdidos, etc. Hay una ventana que mira a los terrenos de la escuela y una gran chimenea que ocupa gran parte de una pared. De la sala común salen dos escaleras que llevan a los dormitorios de Gryffindor: de chicas y de chicos respectivamente.

En cuanto a los dormitorios, por un lado está el de los chicos y por otro el de las chicas. Un dormitorio por cada curso y sexo, en total catorce. Los cuartos son redondos y con ventanas (en realidad no están exactamente en el séptimo piso, sino en la torre que sale de él). Los varones no pueden acceder a las habitaciones de las mujeres, pero sí al contrario.

_{De izquierda a derecha, Ethan Price, Victoria Leveson-Gower, Bruce campbell, Bella Goth, Peter Holland, Annabella Lowe y Faye Fudge, miembros de séptimo año de la Casa Gryffindor.}

Iluminada por las cálidas llamas de la chimenea de la Sala Común de Gryffindor, Victoria se ha terminado de desmaquillar y de realizar todas las rutinas pertinentes de cuidado de la piel que le tocan por la noche. Se encuentra vestida con uno de los vestidos de raso que utiliza para dormir, cosa que parece estar tratando de lograr leyendo -o más bien, leyendo con cara de aburrimiento- un pesado tomo de Aritmancia, una de las asignaturas que peor lleva este último curso. De pronto, como movida por un resorte, levanta la cabeza desde los cojines y exclama:

— Me acabo de acordar... ¡Espero que a ninguno se os ocurra votarme para prefecta! Ethan, te cedo el marrón. Sé que te encantará. Pero de verdad, no queréis verme afrontar un cargo así siguiendo mi filosofía de que las reglas son completamente optativas.

Me sentaba en una butaca al lado de donde estaba Victoria, mirando relajadamente el fuego de la chimenea cálida mientras me entraba la morriña. Yo no tenía ganas de estudiar en estos momentos, pero estaba ahí haciendo compañía.

-Doble voto para Ethan! - dije levantando un brazo perezosamente, sin dejar de mirar el cálido fuego. A este paso me iba a quedar frita en minutos. - ...te imaginas? - comenté mirando a vicky - anularías casi todas las reglas. Sería un divertido caos - dije riendo. 

Ethan estaba sentado en uno de los sillones de la sala común, algo alejado del fuego del hogar, entretenido creando con su varita pequeñas burbujas de agua. Sin embargo, tan pronto como comenzó a hablarse de la elección de prefecto guardó su varita de fresno y miró a las dos chicas que habían votado por el con una sonrisa.

- Soy vuestro hombre - dijo guiñándoles el ojos - a mi no me importa ser prefecto, aunque si alguien más lo desea con muchas fuerzas le cederé el puesto.

Lo cierto era que Ethan no era la responsabilidad personificada, pero el puesto de prefecto le llamaba lo suficiente para al menos intentarlo. Después de todo, a alguien como él, era un puesto que le iba como un guante.

Peter estaba lo más cerca posible del fuego. Le encantaba. Le hacía soñar despierto con ser draconólogo... Pero la conversación de la sala común se tornó interesante. ¿Quién sería el perfecto prefecto?

Pues yo pensaba votarte a tí, Victoria. A popularidad no te gana nadie. Y eres una fan 100% de Gryffindor... Sé que harías todo lo posible por ganar la Copa de las Casas. Y no estaría mal cambiar algunas reglas de Hogwarts... nada mal.

Peter se encogió de hombros, lamentándose. Pero es tu elección presentarte o no ...

El joven se volvió hacia Ethan. Él sí que se creía perfecto.

Ethan, "nuestro hombre", ¿Harías lo mismo de ser prefecto? ¿O solo quieres serlo para chulear? La sinceridad por delante, ya me conoces. 

​​​​​

Faye llegó a la sala común de Gryffindor un poco más tarde que el resto, con los mofletes colorados y una sonrisa divertida, denotando que quizá había bebido más de la cuenta durante la fiesta de Navidad en el Gran Comedor. Rápidamente se disculpó con el resto, entendiendo que como todos los años era el momento de reelegir el prefecto de la Casa, por lo que no tardó en intervenir,

- L-o siento (hip)... me retrasé m-ás de lo pr-evisto (hip) - comentó entre risas, tratando de mantener el equilibrio mientras no atinaba a apoyar la mano en el marco de la puerta de entrada. Y-o prefiero no s-er prefecta. Es d-emasiada responsab-ilidad para mí (hip)

Y pidiendo prácticamente socorro a algunos de sus compañeros, se dejó caer entre sus brazos para ser acompañada hasta el dormitorio y descansar hasta la mañana siguiente. sin duda alguna iba a tener un buena resaca. Un de las gordas.

Sentado en una de las butacas con los pies por encima de las orejeras, jugueteaba con su gecko distraído mientras el fuego y las voces de los demás los tenia de fondo. Solo alzo la mirada de su mascota cuando escucho a Vic hablar.

-Uno para Victoria. -Alzo la mano libre señalándola. -Seguro que lo haces genial. -Comento en tono jocoso, a Bruce le importaba bien poco quien seria el prefecto, esas cosas no iban con él.

A Ethan poco le importaba que dudaran de sus capacidades, pero había algo que sí le hizo alzar la ceja con incredulidad. 

- Entiendo que no tengas mucha confianza en mi, Peter, pero me sorprende que a estas alturas no conozcas mi dedicación a nuestra noble casa. Con tal de que Griffindor gane la copa de las casas tengo intención de hacer cualquier cosa.

Su actitud era desenfadada, tampoco le daba mucha importancia al asunto. 

- Sin embargo, si queréis a Victoria como prefecta me parece una elección estupenda, si no estuviera yo, la votaría a ella sin dudar - dijo sonriendo y volviendo a sus juegos con la varita.

Un brillo de sorpresa en la mirada. Peter no se esperaba esa respuesta de Ethan. ¿Se lo tomaría en serio por el bien de Gryffindor? Ah, no. Siguió hablando y llegó la coletilla chulesca.

Ethan, me parece bien que te postules y que te voten, no me entiendas mal. Con saber que no dejarás a la Casa vendida, me vale. En Gryffindor nos merecemos la Copa este año.

Peter abrió las manos en señal amistosa. No eran amigos, pero tampoco se llevaban mal. Es que eran muy distintos. 

Vaya Faye, vas muy mal... Dijo, levantándose a ayudar a su compañera junto a otros leones. Aguanta, no "desfallezcas"... ​​​​​​​Lo de los chistes malos le superaba.

Sonrió a Peter y bebió un poco de cerveza de mantequilla.

- ¿Y dejar que otra casa se lleve la copa de Griffindor? Antes caerán las estrellas a que yo venda mi casa - dijo con orgullo.

Ethan podía no ser el más serio, pero desde luego su lealtad a su casa era uno de sus mayores fuertes. Era un orgulloso Griffindor que le venía de familia, por lo que no dudaba en lo que fuera necesario.

Al cabo de unos minutos, tras haberse levantado para ayudar a Faye a empezar a recomponerse de la cogorza dejándola descansar en la cama, Victoria volvió del dormitorio de las chicas. Se dejó caer de nuevo en el sofá y escuchó la conversación que estaban teniendo los chicos. Se ahuecó la voluminosa melena pelirrojo-dorada con los dedos después de estirarse y, cruzando las piernas dando un ademán pensativo, añadió:

— Y necesitamos a alguien que dé ejemplo a las otras casas. Se han ido tantos compañeros, la mayoría de prefectos entre ellos, que la situación podría irse de madre en cualquier momento y el profesor Flitwick necesitará ayuda para mantener su autoridad — Se abrazó a uno de los cojines y le quitó algunas pelusas con los dedos descuidadamente, al mismo tiempo que la luz de la chimenea se reflejaba en su rostro. — Los Gryffindor tenemos que dar ejemplo de estabilidad, de buen juicio y de liderazgo, porque si dejamos que sea cualquier otra Casa la que se encargue de eso... Dios santo, ¡no me lo quiero ni imaginar! Es una obligación que tenemos para lograr que este curso acabe bien. No quiero otra cosa ya a estas alturas, viendo la que está cayendo afuera.

Miró por la ventana exhalando un suspiro antes de dejar el cojín en su sitio y tumbarse de nuevo.

Para no tener mucho interés en el puesto de prefecta la verdad es que Victoria lo hacía muy bien. Ethan asintió a sus palabras y aplaudió dejando su cerveza de mantequilla en una mesa.

- Y así es cómo habla una verdadera prefecta - agarró de nuevo la cerveza de mantequilla y lo alzó hacia sus compañeros - chicos, muy a su pesar, creo que tenemos una ganadora. 

Agitó su varita para que saliera el nombre Victoria en letras luminosas mientras por detrás salían pequeños fuegos artificiales en colores rojizos y dorados. Daba así a conocer que su voto iba para Victoria.

Alzo una vez mas la vista al ver el alarde de magia que Ethan había creado y sonriente alzo una vez mas la mano para señalar a su candidata.

-¡Las chicas ganan! -Comento con una amplia sonrisa.

Ya habían escogido a una Prefecta sin ella, por lo que no hizo alarde alguno de ofenderse por no esperar. Al contrario, simplemente aceptó la decisión con deportividad comprendiendo que, en situaciones como esta, quizás era mejor no esperar cinco minutos a que todos se hubieran reunido.

Victoria me parece bien.

Con cara de sorpresa, y totalmente flipando con la situación, miré con expresión divertida a Victoria. - Ay Vicky, eres demasiado buena (en todo). Te ha tocado!! jajaja! -  todo aquello con complicidad absoluta, sabiendo que ella no quería desde un principio pero que inevitablemente rebosaba aquella inevitable atención por todos sus poros. Nadie podía negarlo, Vicky era la mejor. Pero gracias a ello ahora le tocaba pringar como prefecta!. 

Me apiadaba de ella y me hacia gracia a partes iguales, tanto sabía que yo estaría allí a su lado de todas formas. Este año podría ser divertido al fin y al cabo...