Partida Rol por web

Tras recibir el pastelazo, dejo escapar un suspiro cuando de pronto escucho la voz de Hellen quien realiza un encantamiento sobre mi para quitarme los restos de pastel de encima mío.

Tras lanzarle una mirada a Hellen, devuelvo mi mirada a la profesora quien ya estaba dando por terminada la clase.

¿Pero qué se trae? - pienso mientras me pongo de pie y salgo del aula en silencio.

Al ver que ya habíamos terminado, recogí mis cosas rápidamente. Había algunas cosas que quería hacer antes de la clase de la tarde, así que salí corriendo.

- Nos vemos luego, chicos - dije despidiéndome de mis amigos.

Primera parte

Buenos días chicos. - dice el profesor Flitwick tomando por sorpresa a todos. -Por favor tomen asiento, el día de hoy supliré a la profesora Pendragón pues se encuentra algo indispuesta, así que abran sus libros en la página 95.

Hoy voy a mostrarles un encatamiento que es bastante útil cuando necesitan calentar algo o cocinar sus alimentos al aire libre, el Lacarnum inflamarae, es bastante sencillo, pero si no tienen cuidado puede salir bastante mal. - dice el profesor mientras coloca un pequeño frasco sobre su escritorio.

Lacarnum inflamarae. - dice el profesor haciendo un rápido movimiento de varita al tiempo que una pequeña pero vigoros llama aparece en el frasco sin destruirlo. - Muy bien ahora ustedes, bajo sus pupitres encontrarán un frasco igual a este, salvo que esta encantado para que no explote, todo por vuestra seguridad.

Segunda Parte

Buen trabajo chicos, ahora les voy a mostrar un encantamiento bastante viejo, pues el Ministerio así lo exige, aunque yo preferiría no hacerlo, dado que este encantamiento ya casi no se usa hoy en día, es el predecesor del Alohomora y se llama Portaberto, por favor observen. - dice el profesor mientras apunta su varita hacia un baúl cerrado destruyendo la cerradura.

Por eso es que este ya no se usa, sirve para abrir cerraduras, pero las destruye en el proceso. - rezonga Flitwick mientras realiza el encantamiento Reparo sobre el baúl. -  Muy bien, ahora pasen por aquí uno por uno para ver si lo consiguen.

Primera parte

Encantamientos... Una clase con mucho potencial y de la que había aprendido, en el pasado, bastantes cosas. El joven Townsend se divertía pensando en las trastadas que los hechizos podían realizar pero, cuando vio al señor Flitwick en la clase pensó que habían cambiado la hora a la tediosa clase de historia de la magia. El primer día de la semana no podría ser tan aburrido. Sin embargo, sólo venia en sustitución de la profesora de encantamientos.

Animado, Freddy atendió con curiosidad a las explicaciones del profesor y se dispuso a realizar el primer hechizo.

-Lacarnum inflamarae.-invocó creando una llama dentro del frasco. Todo empezaba bien.

Segunda parte

Después del éxito en el primer hechizo ya no tenía duda de que el segundo funcionaría.

-Portaberto.-pronunció el joven concentrándose en la cerradura. El hechizo funcionó tal como esperaba, rompiendo la cerradura y volvió a su sitio meditando sobre lo absurdo que era usar ese hechizo cuando ya conocian el alohomora.

"Quizá en alguna situación sea útil" pensó. Aunque su opinión se acercaba más a la de Flitwick que a la del ministerio.

Primera parte

Allison llegó al aula con ilusión, la clase de Encantamientos nunca fallaba en ser una de las más interesantes de la semana, dado que normalmente aprendían algún hechizo la mar de útil. Aquel día no iba a ser menos, y además contaban con la presencia del profesor Flitwick que venía a sustituir, echaba de menos sus clases. 

Con entusiasmo por aprender, la pelirroja abrió su libro de encantamientos por la página 95 y se dispuso a tomar apuntes. ¿Un hechizo para encender pequeños fuegos para cocinar y calentar cosas? No está mal, mucho más seguro, yo me hubiera puesto a lanzar Incendio esperando que no se me fuera la mano..

Apuntando a la botella que les habían proporcionado, intentó el primer hechizo. - Lacarnum Inflamarae. - Una débil llamita prendió en el interior de la botellita, no era muy potente pero al menos desprendía calidez. Procuraría practicarlo más adelante para ir mejorando, los hechizos que tenían que ver con fuego le llamaban mucho la atención.

Segunda parte

La siguiente parte de la clase, no resultó ser tan interesante como le hubiera gustado, y es que el profesor tenía razón. ¿Por qué estaban obligados a enseñar un conjuro como aquel? Era sin duda extraño, pero tampoco le quiso dar más importancia, esperó su turno para probar suerte contra la cerradura del baúl.

- Vale, a ver.. ¡Portaberto! - y con un giro de varita, la cerradura del baúl de prácticas reventó sonoramente, lo cual hizo dar un respingo a la hufflepuff, sorprendida por la fuerza del hechizo, parpadeó un par de veces. Impresionaba lo suyo, pero seguía sin encontrarle mayor utilidad que Alohomora por ejemplo. Tal vez si buscas que no puedan volver a cerrar lo que sea que tuviera la cerradura... Allison se encogió de hombros mientras se retiraba a su asiento para dejar paso al resto de alumnos.

Primera parte.

Desde que la profesora Pendragón había conseguido hacerse con el trabajo para impartirnos Encantamientos, venía a ella tensa y con mil ojos, por lo que ver al diminuto profesor acudir de nuevo a su vieja clase me hizo sentir comonsi abriera la ventana de mi habitación una mañana de verano y el viento del norte me trajera el aroma de los verdes campos, lo cual sonaba muy cursi, cierto, pero agradable sin igual.

Es por ello que abrí el libro por la página indicada, estudié el encantamiento y luego pasé a coger el recipiente y realizar el hechizo.

- Lacarnum Inflamarae.

La llama se genero en su interior sin ningún problema y empezó a desprender su luz y calor. Había sido fácil, pero me había costado mucho esfuerzo llegar hasta aquí.

Segunda parte.

Una vez Flitwick comenzó su introducción supuse que iba a resultar una tontería de hechizo al que jamás le sacaría partido, pero para cuando la hubo concluído, pensaba de un modo radicalmente opuesto y no veía el momento de adelantarme hasta el baúl para reventar su cerradura. Es por eso que cuando me tocó, salté rauda con la varita preparada.

- ¡Portaberto! - pronuncio entusiasmada destrozando la cerradura por completo - ¡Si! Reparo.

Arreglo el destrozo con facilidad conforme regresaba a mi asiento. Quizás hasta aprovecharía a quedarme tras la clase para volver a practicarlo.

Primera parte.

—Por fin, algo de tranquilidad.—Pensó la Rubita al verse a salvo en el salón de clases, donde nada "aparentemente" podría hacerle daño. Este sentimiento mejoró al ver al profesor de su casa a la cabecera de la clase; Kat le admiraba debido a los rumores que corrían sobre el, entre ellos que en su juventud era un campeón invito de duelo o que el había sobrevivido a las 2 guerras mágicas que habían ocurrido a la fecha y con una taza elevada de mortífagos derrotados a su espalda en ambos conflictos. Sin duda una leyenda de metro y veinte de estatura.

Por ahora dejo su fanatismo y se centro en los libros. Apunto al frasco con la varita y conjuro:

—Lacarnum Inflamarae.

Una trompetilla burlona vino de la punta de la varita. Miro a su herramienta con ojos de puñal esperando poder gritarle por su fracaso pero se contuvo, no quería hacer una escena.

Segunda Parte.

Ahora tocaba destruir algo, fue al baúl de la prueba y conjuró sobre el:

—Portaberto.

Otra trompetilla burlona salió de la varita, apenada regreso a su lugar mientras se sobaba las cienes con los dedos, ahora si su varita la había hecho quedar mal.

Me dispongo a repetir el ejercicio, pero esta vez poniendo todo mi esfuerzo para que me saliera impecable.

Primera parte

Vuelvo a conjurar el hechizo Lacarnum Imflamarae.

Cogí de nuevo el frasco que nos había dado el profesor Flitwick y agité mi varita:

-Lacarnum Imflamarae-

Esta vez si que salió bien. De la punta de la varita asomó un chorro de luz naranja y una pequeña llama se depositó en el frasco. Estaba bastante contenta con el resultado.

Segunda parte

Ahora intenté destruir de nuevo la cerradura utilizando el hechizo portaberto.

Respiré hondo, agité mi varita y exclamé:

-Portaberto-

Un chorro de fuerza invisible hizo saltar la cerradura por los aires. Lo había conseguido. Una sonrisa se me dibujó en toda la cara.

Primera parte

Llegué puntual a la clase esperando encontrar a la profesora Pendragoón, sin embargo, quien estaba al frente de la clase era el profesor Flitwick a quien saludé con un leve movimiento de cabeza.

Al parecer el profesor Flitwick estaba dispuesto a mostrarnos dos hechizos básicos, pero como siempre le agrefo cierto grado de dificultad al ejercicio pues debíamos controlar el flujo de magia para crear una llama autónoma en un espacio muy reducido sin hacer explotar el recipiente. - Pues ni modo a darle caña. - pienso mientras cojo el recipiente de vidrio.

Un leve movimiento de varita bastó pata que el hechizo fluyera casi a la perfección - Lacarnum Inflamarae. - digo con fuerza mientras mi magia fluye como un torrente controlado hasta el interior del frasco, mientras una llama bastante fuerte y controlada aparece al interior del frasco.

Segunda Parte

Durante la segunda parte de la clase el profesor Flitwick nos enseñó como realizar una versión algo antigua y poco común del Alohomora, este hechizo no me parecía nada práctico pues destruía la cerradura del objeto a abrir, lo que a su vez podía dañar la carga, sin embargo me puse rápidamente a ello.

Con pasos firmes y decididos me acerque al baúl e hice explotar la cerradura dejándolo abierto. -Portaberto

Lo siento profesor, creo que me excedí un poco, por favor permítame arreglar mi estropicio. Reparo.

Con un ágil movimiento de varita la cerradura queda como nueva.

Buen trabajo chicos, muy buen trabajo me enorgullezco de todos ustedes, sigan esforzándose así para dejar en alto el nombre de la escuela, desde ya les deseo la mejor de las suertes en su futuro, conmigo será hasta otra oportunidad.

Si alguien desea quedarse practicando después de clase, yo estaré más que dispuesto a ayudarlo a aprender estos hechizos.

Ante el final de la clase y la oportunidad de repetir, no pude resistirme y acabé saltando en cuanto el profesor dio la oportunidad de volver a practicar el hechizo.

- ¡YO! - anuncié y fui de nuevo frente al baúl antes de que el profesor pudiera poner alguna objeción al respecto - ¡Portaberto!

Y la cerradura vuelve a saltar por los aires conforme sonrío muy emocionada. En estos momento, era una suerte que Pendragón no hubiera aparecido por clase, aunque dudaba mucho de que fuera por estar enferma o nada por el estilo, pero tampoco debía dejar el baúl hecho un desastre, por lo que decidida a no molestar al profesor, volví a arreglar el objeto.

- Reparo.

Pronuncio pero para mi sorpresa el resto del baúl termina estallando y no solo los restos de la cerradura, sino también las visagras.

- ¡Ups! - me había quedado blanca al ver cómo el hechizo fallaba, claramente por haberme descuidado en el movimiento de la varita y ésta se había vengado en respuesta - Me lo tengo merecido... ¡Reparo!

Vuelvo a pronunciar, esta vez volviéndome y haciendo el movimiento perfectamente para que el baúl recobrara su forma y que el profesor no me castigara por mi actuación, después dejo el aula. Quería probar un nuevo hechizo.

Jackie ha estado en away. Como solian decir los aficionados al IRC, allá a principios de siglo.

Un ligero accidente de maquillaje la dejó ausente, y asi que cuando por fin vuelve en si, intenta ambos hechizos.

¡Y encima, cuando vuelve, le da la impresión de que ha viajado en el tiempo a los años noventa! ¿No se habia jubilado ya el profesor Flitwick?

Primera Parte

"Hum... cocinar alimentos pero con el problema de que exploten? Si es que..."

Y así, con algo de cuidado, con precaución de ni explotar, ni de darle un susto a la pobre de Mérida -ella se sentó al lado suya en la clase- empieza a intentar calentar el frasquito.

Lacarnum Inflamarae.
Y unas rojizas nubes, como cálidas y constantes ascuas, empiezan a cocinar lo que sea que haya dentro del frasco. Un hechizo simple, nada grandioso ni nada trágico

Segunda Parte

Sin hacer alardes, ella pone el candado delante.

"Pst... Es un buen candado ¿De veras tenemos que romperlo? Puede servirle a alguien, para lo que sea" le murmura a la compañera de al lado.
Pero con todo, a Jackie le parece ver la severa mirada de Flitwick, y la sangre goblin que en él corre le da un tanto de respeto. Así que pone el candado delante, y...

"Portaberto!"

¡EN esta ocasión, el hechizo funciona con una sutileza increible! Jackie consigue disparar justo donde quiere. Justo como quiere, y el candado simplemente es cortado de forma limpia. Algo que permitiría repararlo si hace falta

Aunque Kat ya tenía su nota no se sentía satisfecha, quería aprender ambos hechizos a toda costa.

Con ayuda del Profesor veterano La Rubita entendió en que había fallado la primera vez, ahora tocaba ver si realmente lo podría hacer.

Decidida apuntó su varita al frasco y conjuró:

—Lacarnum Inflamarae.

Para variar su varita le fallo, quedó demostrado por la trompetilla burlona que sonó en la punta. Ante esto gruño molesta, estaba segura que lo tenía. Lo intentaría después.

Ahora intentaria el hechizo destructor. Respiro profundo y ahora se centro en el candado:

—Portaberto.—conjuro serena.

El candado se agrietó y como un pedazo de pan seco se despedazó. Contenta por la hazaña ahora se sentía mas segura de poder hacer el primer hechizo, apuntó otra vez al frasco y conjuro:

—Lacarnum Inflamarae.

Por fin una llama se hizo presente en el frasco. Kat no cabía en si de gusto, por fin había dominado los hechizos de la clase. Sólo quedaba un detalle, había visto a sus compañeras componer la cerradura destruida y le pareció un gran gesto, así que haría lo mismo imitando su ejemplo, fue hacia el candado destruido y conjuró:

—Reparo.*

El candado se restauró instanteamente para alegría suya. Finalmente había vencido la barrera que tenía con ese hechizo.

Agradecida abrazo al gran mentor con una sonrisa. Quizás gracias el había mejorado un montón y en una clase.

Primera parte

Llegué puntual a la clase esperando y me di con la sorpresa de quien estaba al frente de la misma era el profesor taponcete lo que me llevó a preguntarme en dónde estaría la niña genio que nos habían asignado a inicios de año.

Producto de la mala noche y la pesadilla que me despertó, mis intentos por lograr aprender el primer hechizo resultaron en un  fiasco total, no pudiendo encender ni una chispa dentro del frasco lo que provocó que dejará escapar un enorme bufido.

Segunda Parte

Durante la segunda parte de la clase el profesor e fue aún peor que en la enterior así que me toco quedarme después de clase a completar los ejercicios.

Buen trabajo Allison, la verdad se te da muy bien esto de los encantamientos, al parecer voy a tener que quedarme un rato más, después de almuerzo voy a ir a echarme una siesta, te veo en clase de astronomía.

Tras felicitar a Allison volví a intentar los dichosos hechizos con la guía el profesor Flitwick, logrando al fin los dichosos encantamientos.

Al escuchar los halagos de Merida, la pelirroja negó con la cabeza restándole importancia a todo aquello. - Que va no ha sido para tanto mujer, de veras. Tú también lo conseguirás ya verás, no hay nada que se te resista. - respondió intentando animar a su amiga, dedicándole una sonrisa, aunque lo que dijo después le hizo pensar. - ¿Sí? Bueno, está bien puede que necesites descansar. - normalmente no solían hacer siestas, siempre andaban atareadas con una cosa y otra, pero no quería molestarla si necesitaba dormir. 

Entonces quizás podría esperarla a que terminase, sí. - Ah, entonces prefiero esperarte un poco antes de que te marches al dormitorio, ¡tengo que pedirte un pequeño favor! - le comentó antes de dejarle practicar de nuevo con Flitwick, en esa vez vió que tuvo mejor suerte y logró ambos sin problemas, la pelirroja aplaudió a modo de felicitación, aunque tuvo que detener su euforia cuando el profesor Flitwick la miró pidiéndole silencio. 

Una vez terminada la clase,  me reuní con Allison fuera del salón,  no tenía idea de que se traía pero estaba segura que tenía algo que ver con cierto maestro de herbología con quién teníamos clase el.día de mañana. 

Muy bien mujer, aquí estoy. ¿Qué tienes en mente está vez? De seguro es algo genial. Vamos no me dejes en ascuas. - dije muy intrigada.

- No es nada en especial pero me preguntaba si podrías enseñarnos aquel hechizo que usaste tiempo atrás, en.. ¿Hogsmeade? Si mal no recuerdo, Oriéntame, creo que era. Hellen dice que nos será útil. - dijo entonces una vez fuera del aula, mientras sonreía con naturalidad.

- Creo que tiene un plan, y será mejor que no nos quedemos atrás y estemos preparadas para lo que venga, por eso quería aprovechar ahora, para no interrumpir tu siesta de luego. - añadió asintiendo convencida.

Querrás decir el "Dirígeme. ¿Cierto? Porque el otro lonvimos en clase.

Claro con gusto te lo enseño. Presta atención  es muy similar al Oriéntame, pero para que funcione tienes que concentrarte en el objeto que quieres encontrar.

Funciona mucho mejor cuando conoces la apariencia del objeto que buscas, pues la imagen mental que te formas de él es más clara y así hay menos riesgo de que el hechizo se confunda. - respondo introgada por el plan de Hellen.

Observa este es el movimiento de varita. ¡Dirígeme!. 

- ¡Cierto! - admitió golpeándose la frente con la palma de la mano, asintió ante las explicaciones de Merida mientras sacaba su propia varita. - Aha, concentrarnos en una imagen mental de lo que queramos buscar... - se dijo memorizando la explicación. Mmm, por ejemplo mi flor arcoiris. Mmmm, ya. - Vale, lo tengo voy a probar, ¡Dirígeme! - dijo imitando el movimiento de varita como su amiga. 

- ¡Oh! Pues está bastante bien, espero que sirva para lo que Hellen tenga en mente.. ¡Muchísimas gracias maestra Merida! - comentó bromeando, pero con una sonrisa ante su mejor amiga, - ¿Vamos al Gran Comedor ahora? O si lo prefieres puedo llevarte algo de comer a la habitación, así descansas más antes de Astronomía. - preguntó mirando a su amiga, si que parecía estar algo cansada, cuando normalmente rebosaba energía.

Créeme que quisiera acompañarte, pero la pesadilla de anoche no me ha dejado dormir bien y si no duermo un rato, voy a terminar por saltarme astronomía. - respondo antes de taparme la boca y dejar escapar un bostezo.