Partida Rol por web

- ¿Esos son mordiscos? - pregunta asombrada la profesora al ver a algunos alumnos que han sido atacados por la tentacula venenosa- En fin, venga sentaros. Soy la profesora McGonagall, me gusta la puntualidad y la seriedad en mis clases, jugamos con las moleculas de los elementos, transformamos unas cosas en otras y para ello se requiere seriedad y concentración, aquellos que no tengan esas dos cualidades haría bien en dejar mi clase. Delante vuestra encontrareis un tintero, no es para escribir, sino para transformarlo, con un simple hechizo haremos que esos tinteros se conviertan en una pequeña caja, observad.

Va hacia su mesa, coge un tintero y lo pone en alto

- Atramentum- dice con un movimiento de varita y el tintero se convierte en una pequeña caja de madera- Muy bien, ahora vosotros

Llegué como normalmente, primero al salón. Esperé hasta que se fue llenando de gente. Traía todas mis cosas, por lo que estaba listo para aprender. Miré cuando llegó Samantha y me senté junto a ella, haciéndole una reverencia de cabeza a modo de saludo. Sabía que si la tenía cerca sería más fácil aprender, pues no hablaba en clases y con temas de magia era extremadamente seria. Observé a la profesora con interés, prestando mucha atención a su conjuro, pero observé claramente que para mí sería incapaz de hacer tal conjuro...mi dominio sobre los hechizos aún era muy bajo, y este realmente estaba sobre mis capacidades, pero aún así lo intenté. Ni modo, sentí que estuve a punto de hacer algo extremadamente MALO con ese tintero, de hecho, se rebalsó un poco, como si hubiera estado a punto de generar tinta...pero luego bajo poco a poco, y se secó hasta no quedar nada. A donde fue, ni idea.

Merlin se sentó en su pupitre y atendió con atención...me gusta esta profesora, pocas palabras y claras...apunto a su tintero y dijo:

-ATRAMENTUM!!

¡Zas! tenía delante una caja de madera. Ahora le encantaba la profesora McGonagall

-Whoaaa, mis hermanos decían que es una gran profesora...¡no sabía que lo fuese tanto!

Llegamos a una nueva clase mientras intemto ocultar un mordisco de la planta, miro a la profesora y me quedo callado porque conocia a la profesora o mas bien mi hermano comentaba que con Macgonagall no se jugaba.

Termina de hablar y intento hacer un hechizo pero no logro hacerlo y me frustra un poco. Me resulta dificil.. Y miro a mis compañeros.

Atramentun. Esta vez lo repito y sale bien, miro a todos.

Me senté en la que estaba segura sería una de mis clases favoritas. La profesora fue clara y directa, nos enseñó como hacerlo y nos dejó libertad para practicar.

Seria, concentrada, apunté al tintero y dije claramente

¡Atramentum!

Y el tintero se volvió una cajita de madera.

Satisfecha, me aparté el pelo de la cara en un gesto muy practicado y miré a los demás con suficiencia y desdén. ¡Aprended!

Llegó con tranquilidad, y se sentó. No pudo evitar sorprenderse cuando Richard se sentó a lado suyo, pero lo saludo de la misma manera. Observó a la profesora, se veía bastante estricta. Y vieja, sobre todo vieja. Se preguntó cuántos años habría vivido con lo decrépita que se veía. Negó con la cabeza y se concentró en el tintero que tenía frente a ella. Y con fuerza dijo;

Atramentum

Y con facilidad el tintero se convirtió en una bella caja de color negro. Observó con interés como el tintero de Richard perdió toda su tinta, bastante extrañada, ¿Se podría hacer lo mismo con la carne humana? Se podría llamar el inicio de sus progresos con la desintegración…tendría que investigar.

¿Qué clase me toca ahora? Pienso para mis adentros mientras corro por los pasillos desde la biblioteca hasta la clase de la profesora McGonagall, sin duda esperaba que esa clase fuera la que mas me fuera a gustar, transformar cosas me iba a suponer de gran ayuda y con diferencia la mas interesante de todas las clases que tenia.

Me senté en los bancos que estaban mas adelante para no perder detalle de la clase.

La profesora convirtió el tintero enseguida en una bonita caja de madera, me dispuse a intentarlo con mucho entusiasmo

Primero decir el hechizo sin varita, segundo hacer movimiento y tercero todo junto:

-Atramentum…-dije suavemente.

El tintero no recibió cambio alguno y solo por eso hundí mi cara en la mesa del banco, no estaba teniendo un buen comienzo de curso para nada.

-.interesante… se parece a mi abuelo pero sin barba-. Piensa Alexander al ver por primera vez a la profesora Minerva, luego se pone a observar a su alrededor, puesto por puesto para ver quienes estaban en el salón hasta que sus ojos divisan a Katherin, el cual Alexander con una sonrisa sarcástica la saluda de forma sospechosa moviendo sus palidas manos, después de aquello pasaron un par de segundos hasta que el serio mago reconoce a Richard  y a Samantha por lo que decide sentarse al junto a ellos…

Después de las instrucciones un desperezado Alexander pronuncia con voz grave, casi llegando al gutural las palabras del hechizo-. Atramentum-.  E inmediatamente el tintero se transformó en una caja-. Pero que mierd..-. Dice impresionado al ver que su magia había funcionado-. Interesante, parece que tenerlos cerca.... ayuda-. Dice mirando a Richard y a Samantha con un brillo bélico en sus ojos… 

ahora en transformaciones me coloco para poder dirigirme y hacer el hechizo pero no consigo concentrarme y no me sale nada por la varita. Estoy tan desmotivado ya no me sale nada en el colegio esperaba que las cosas fueran a mejor despues de un tiempo, por que si sigo así es posible que termine suspendiendo primero.

Llegamos a la clase de la profesora Macgonagall, mi padre especialmente me pidio no hacerla enfadar porque sino iba a sufrir con sus respuestas.

La profesora comenta un poco su forma de dar clases y trago saliva con miedo pero iba a tener mucha seriedad para que no me pase nada.

Atramentum. Mi tintero se convirtio en una caja y me quedo respirando hondo de los nervios.

Al llegar a clase me siento al lado de Merlín y presto mucha atención a las indicciones de la profesora McGonagall, pues sabía muy bien que la transformación era una habilidad indispensable para convertirse en auror, en especial si aspiras a convertirte en un animago, para poder tomar por sorpresa a tus enemigos.

Muy bien aquí vamos.

Atramentum. - Lo logré convertí el tintero en una pequeña caja de madera, lo que me hizo sonreír.

Caminando lentamente y sin apuro por los pasillos, Clementine es una de las últimas en llegar. Recorre con la mirada el aula, y decide sentarse en la primera fila junto a Arietis.

Transformaciones era una de las asignaturas que le llamaban más la atención. Su hermano Lorcan le había comentado que era una rama de la magia muy compleja, y que si quería llevarse bien con ella debería prestar mucha atención y ser cuidadosa. 

Escuchó con atención a la profesora intentando recordar todo lo que dice. Observó con cuidado cada uno de los pasos que a continuación debía seguir.

Sacó su varita y apuntó al tintero que tenía enfrente. Se concentró lo más que pudo e imitando el mismo movimiento de varita que su profesora dijo con claridad -¡Atramentum!- 

Sonrió al ver que lo había logrado, lo que veía ya no era un tintero sino una pequeña caja de madera. Parece que ese era su día.

Tras escuchar a la Profesora McGonagall realizo el Hechizo sin comprender para que cojones vale realmente este hechizo. Al fin y al cabo dudaba de la utilidad de convertir un tintero en una caja de madera.

- Atramentum. - digo apuntando al tintero que al instante se convierte en la susodicha caja de madera.

Después de la movida clase de herbología, me encaminé con los compañeros a la clase de transformaciones. La profesora que nos tocaba era la misma que nos había puesto el sombrero seleccionador y parecía severa, pero me pareció que era muy buena profesora. Empezamos la clase y nos enseñó un hechizo para transformas tinteros en cajas. No sabía bien para qué nos iba a servir aquello, pero me resultó interesante. 

Vi como lo hacía la profesora e intenté imitarla. Con un movimiento de varita, pronuncié el hechizo - Atramentum - y apunté al tintero, que se convirtió en un perfecta caja.

Después del descanso, Allison acudió a la siguiente clase del día, esta vez se trataba de Transformaciones, siempre le había llamado la atención dicha asignatura, además de que había oído hablar del gran talento que tenía la profesora que impartía dicha clase, Minerva McGonagall.

Al llegar al aula, se sentó en un pupitre cercano a la primera fila para poder atender sin distraerse, escuchó con gran atención las explicaciones de su maestra, y aunque le pareció algo estricta, no le resultaba molesto.

Como les había indicado, la joven de Hufflepuff tomó su varita y realizando el mismo juego de muñeca mientras decía el conjuro apuntando al tintero que tenía sobre la mesa.

-Atramentum. - dijo con tono serio, como imperativo mientras unas pequeñas chispitas salían despedidas de la punta de su varita que al contacto con el tintero, se transformó para su asombro en una pequeña caja de madera. 

¡Lo conseguí! pensó para si misma, con una sonrisa. Me pregunto hasta que nivel podríamos alcanzar en un futuro, he oído que la profesora era capaz de transformarse en un felino... ¡Ojalá pudiera hacer eso pronto!

Segundo día - Última clase - Antes de cenar - Aula de transformaciones

Tras acabar los deberes de astronomía se fue directamente a clase sin demasiada demora pues siempre McGonagall le había parecido alguien seria y en su familia se le tenía en alta estima a la par que se le respetaba bastante debido a sus conocimientos y carácter frío.

Se sentó en un sitio libre para prestar atención y tomar apuntes de cómo se hacían las cosas debido al respeto que siempre le han inculcado por ella. Miró el tintero para luego sonreír y tomar la varita en mano - Atramentum - Pronunció mientras agitaba su mano esperando un resultado.

Para su sorpresa el tintero se convirtió totalmente en una pequeña caja perfectamente pulida y hermosa cosa que le agradó bastante, parecía que esa asignatura se le podría dar bastante bien.

Allen se preparó y se concentró, se imaginó como aquel tintero se transformaba en una pequeña caja.
Entonces agitó la varita en direccion al tintero y dijo: Atramentum!
De su varita salió un pequeño resplandor y el tintero se transformó en caja.

Johan llegó a clases totalmente machucado de la clase anterior pero no le importaba, estaba seguro de que progresaría mas adelante en Herbología, sin necesidad de dañar a otros seres. Observó como Arietis frustrada no podía realizar el hechizo de transformación.

Se sintió mal cuando el no pudo ayudar a la casa, porque levantó su varita y exclamó -Atramentum- pero no sucedió absolutamente nada. Connor tampoco lo había logrado, no estaba siendo un buen día para Slytherin.

Al menos Stella, Clementine y Samantha lo habían hecho bien.

Richard se peleaba con el hechizo, no había forma que le saliera, todo lo contrario a Arcturus que bordó el conjuro

- Eso fue excelente señor Stonewood. 

Artemis se sentó al lado de Merlin, aunque le salio su caja no era tan perfecta como la de Arcturus, la suya parecía de segunda mano en comparación, observó como los otros miembros de su casa también conseguían hacer la caja, Gabriel y Thomas hicieron unas bonitas cajas de madera

La casa Hufflepuff había estado muy bien, aunque más bien habían sido las chicas de la casa Hufflepuff consiguiendo unas bonitas cajas de madera, en cambio Richard seguía mirando el tintero que no había cambiado

En la casa Ravenclaw se notaba que estaban los más agiles con la varita, todos consiguieron hacer unas bonitas cajas de madera, a excepción de Katherin que la magia se le estaba atragantando

Arietis había conseguido que su tintero de cristal pasase a ser de madera, pero era lo único, Johan la mira desilucionado, pues él ni siquiera había conseguido eso. Connor estaba haciendolo realmente mal, estaba desmotivado, giro mal la varita y sin saber como hizo que el tintero explotase llenandose entero de tinta. Stella no tenía ni idea para que servia aquel hechizo, no le veía ninguna utilidad, pero consiguió hacer su caja de madera, vio como a Samantha también le salió, pero la suya era negra, Clementine hizo también una caja de madera, pero la suya estaba llena de arañazos

Llego a clase, emocionada por las cosas que creo que voy a ver en ella. Miro a mis compañeros, todos cansados de anteriores clases, pero alegres. Me siento en un pupitre que veo libre. En él, veo el tintero del que la profesora está hablando. Cojo mi varita y...

-¡Atramentum!

Observo asombrada como mi tintero cambia.