Partida Rol por web

Sí, lo sabía, tu padre fue asesinado por el archidiablo Bucón de eso ya han pasado ocho años y desde entonces he cazado a ese maldito por todo el globo.

La última vez que luché con Bucón el muy infeliz escapó antes de que pudiera terminar con él y eso fue hace poco más de un año, justo cuando lo tenía acorralado, un círculo de invocación apareció de la nada y arrastró a Bucón y sus dementores con él. - dice el profesor con bastante pesar mientras pone una mano sobre el hombro de Kat.

Si no te lo dije antes, es porque no tuve la oportunidad de hacerlo, la muerte de Winston fue un duro golpe para mi y tu tía, él siempre fue el más alegre y divertido de los tres y créelo o no, lo extrañamos mucho.

Así que, fuera de la cama ¿Eh?

Dígame señoita Voorhes. ¿Por qué razón decidió usted dar un paseo nocturno en lugar de estar recostada en tu cama como corresponde? - inquiere el profesor cruzándose de brazos con seriedad

Y bien señorita Voorhes quiero una explicación detallada y convincente, pues de lo contrario, su castigo será aun más severo del que tenía pensado, después de todo, sus acciones no sólo la perjudican a Usted sino a toda la casa Hufflepuff.   - dice Bane a modo de advertencia.

Muy bien señorita Voorhes, la escuchamos. - sentencia el docente en tono cortante.

Con el profesor Bane uno no puede decir sino la verdad.

"Supongo que sólo puedo decir que es que soy tonta, profesor"
"Estaba explorando Hogwarts. Habia escuchado una historia sobre salas mágicas que aparecen y desaparecen, y llevaba explorando desde la tarde."

Nadie ha dicho que no tengas que decir TODA la verdad

"Como cuando lees un libro que engancha, y no te das cuenta del tiempo" dice mirando a las puntas de los pies, algo avergonzada "Creo que no me di cuenta de lo tarde que era, hasta que vi al señor Filt y a su gata. Pero el mismo podrá decir que más que huir, lo que hice fue ir de cabeza hacia él, pidiendole que me trajese aqui"
"Lo siento. Siento haber roto las normas del colegio."

"Si va a arrastrarme a las mazmorras, y.. yo..." la idea de la mazmorra le da bastante más miedo con Bane que con Filth

Señor Filch, muchas gracias por traer a la señorita Voorhes aquí, a partir de ahora yo me encargo. - dice el profesor Bane señalando la puerta.

Señorita Voorhes, su excusa es bastante mala, la verdad es que voy a aplicarle un castigo severo, pero por ahora lo mejor es que vuelva a su cama, ya pensaré en algo mañana.

Por ahora me limitaré a quitarle 50 puntos a Hufflepuff a ver si así aprende a dejar sus exploraciones urbanas para un horario más adecuado.

Jackie agacha la cabeza, avergonzada y se pira de allí.

Quería intentarlo. Casi podia sentir las mieles del triunfo. Pero Filch la ha cazado. Y a saber que más desgracias puede traer.

"Señor" dice de espaldas desde el marco de la puerta, sin atreverse a mirar hacia adentro "El pecado ha sido mio. Sólo mio. Prefiero pagar yo, a que sufra un solo inocente de la casa"
Se está conteniendo las lágrimas.

Reglas son reglas señorita Voorhes, nuestras acciones impactan en todo lo que nos rodea y por eso nuestra casa debe ser sancionada. - dice Bane con seriedad.

Le tiemblan las rodillas. Ella se siente una inútil al fin y al cabo. ¿Que esperaba? ¿vencer a los demonios ella sola?

"E... entiendo" dice cruzando el umbral y saliendo de vuelta a la torre

La Rubita escuchaba sorprendida lo que el profesor Bane, su tío, le estaba contando. Apenas si podía creerlo, el oír como su padre había muerto y como su tío había iniciado una cacería en busca de vengar su muerte. No necesitaba ser de Ravenclaw para deducir lo demás:

—¿Por eso veniste a Hogwarts? ¿Crees que el Archidiablo esta escondido por aquí?.

Estaba preocupada, si su tío sería capaz de vencer al archidiablo.

—¿Como vas a enfrentarlo tu solo?. Yo he peleado contra demonios antes y son espantosos, son muy fuertes y dan un miedo espantoso. No quiero, no quiero que te pase lo mismo.

Vine a Hogwarts por su problema de demonios, no por Bucón, si creyera que él está aquí, entonces traería ayuda antes de enfrentarlo, descuida Kat, soy cualquier cosa,  menos añguien imprudente.

Lo más importante de combatir demonios es conocer a los demonios, aprender sobre sus fortalezas y debilidades, en que se destacan y como poder usar esas supuestas ventajas en su contra.

Mis cuchillos de Serafin están benditos un buen golpe de ellos en el corazón de Bucón y eso será todo. Por ahora, no te preocupes por esto, ya lo resolveremos en su oportunidad.

La Rubita estaba aliviada de escuchar eso, Bane había dicho todo con tanta confianza y determinación que le creía capaz de lograr la hazaña el solo. Mas no era así, en sus palabras había dicho que para enfrentar a Bucón se necesitaban refuerzos por lo que el ente era terriblemente fuerte.

A pesar de este desliz aun se encontraba triste, le dolía saber que había muerto su padre, que no podría verlo. Aún manaban lagrimas de su rostro, no sabia que hacer ni a quien recurrir. Tal fue la tristeza y el dolor salio corriendo fuera del aula, quería estar sola.

Aunque había venido corriendo, tampoco lo había hecho tan deprisa como para cansarme a mi llegada al despacho, al cual llamé antes de pasar.

- Hola de nuevo profesor.

Lo saludé animada intentando ocultar mi preocupación por el mensaje.

Hola Hellen, toma asiento. - dice Bane mientras pone tres pergaminos en su mesa.

Lo que el señor Flamel le hizo a tu varita es una verdadera obra de Arte, en verdad debes haberlo llevado hasta su límite para que llegara tan lejos. - dice Bane señalando al pergamino central en dónde se podía apreciar seis runas entrelazadas.

Lo que tenemos aquí es una salvaguarda rúnica con doble vínculo, el primer vínculo es de la varita hacia alguien, que supongo que será el propio señor Flamel y el segundo vínculo, este de aquí, es el más delicado de todos, pue ata las runas al alma, en este caso el núcleo de la varita.

Esto quiere decir que si intentamos deshacernos de las runas y no tenemos el suficiente cuidado, podríamos dañar irreparablemente el núcleo de la varita.

Sin embargo, no todo son malas noticias, si ves aquí. - dice Bane señalando al tercer pergamino. -  La runa de activación, esta de aquí, la única que se aprecia a simple vista, está conectada con una runa condicionante, lo que quiere decir que la protección sólo se activará si atacas a la persona vinculada con la varita, entiéndase el señor Flamel.

La trampa en si misma está aquí, en esta construcción, es una combinación de la runa reflejo y poder, lo que quiere decir que, cualquier maleficio o hechizo lanzado desde esta varita contra el señor Flamel, se volvverá de inmediato contra el esgrimidor de la varita con la fuerza duplicada.

Así que si gustas puedo ponerme a trabajar en tu varita o simplemente puedes no apuntarla contra el señor Flamel nunca más. - sentencia el docente cruzándose de brazos, mientras espera tu decisión.

Tras tomar asiento, escucho su explicación con toda mi atención, pero ni con esa entiendo muy bien lo que ha hecho Artemis más allá de la conclusión final acerca de sus efectos y que había hecho un gran trabajo. Sin embargo, no iba a arriesgarme a perder esta varita intentando eliminar todas esas runas.

- Menudo idiota - comento al final con la mirada perdida, lo cual me obliga a explicarle mi conclusión al profesor - Le enseñé que yo no peleo con hechizos de ataque y, si he entendido bien, todo hechizo que use contra él, me será devuelto con el doble de fuerza - expongo lo que me había quedado claro - ¿pero qué hay de los hechizos potenciadores como el Engorgio? ¿También me serían devueltos verdad?

Necesitaba estar totalmente segura para demostrarle a Artemis el gran error que había cometido, porque no terminaría todo ese hechizo, el Episkei también podría jugarle una mala pasada si me creía totalmente vencida.

Pues sí, cualquier hechizo que realices contra él te será devuelto con el doble de fuerza sin importar la naturaleza del mismo.

Ese es el mayor fallo de las runas, si no eres específico con el objeto deseado, pues, sólo digamos que terminas produciendo efectos no deseados.

Supongamos que quieres usar una transmutación en la zona en dónde se encuentra parado el señor Flamel, pues bien, la transmitación ocurrirá, pero justo bajo tus pies.

Sin embargo, supongamos que deseas usar el engorgio, pues bien quien crecerá serás tu y a un ritmo acelerado, sin problema podrías llegar a alcanzar los 3 metros de alto o incluso un poco más.

Lo mismo sucedería con Ferula,Episkey y cualquier otro hechizo. Sin quererlo el señor Flamel te ha dado un arma poderosa contra él. - afirma Bane, mirándote con cierta curiosidad.

Lo que suponía y que confirmaba mi afirmación, de todos modos, Bane había mencionado algo que desconocía.

- ¿Ferula?

Pregunto pidiendo más información implícitamente.

Es un hechizo muy práctico, sirve para inmovilizar huesos rotos, aunque no tiene ningún efecto sobre extremidades saludables, es algo así como un yeso muggle, sólo que más elegante y menos incómodo. - responde Bane restándole importancia al asunto.

La explicación me resulta suficiente para investigarlo en un futuro, aunque por ahora iba a ser mejor centrarme en otras cosas.

- Aaam... bueno, muchas gracias por su investigación profesor - agradezco su esfuerzo a pesar de que no iba a cambiar nada, pues recojo la varita tal cual está - Ahora debería ponerme a estudiar, le veo en clase.

Dicho lo cual, me levanto examinando mi varita con curiosidad, o mejor dicho, ideando alguna forma de sacarle partido.

Despues de formarse, y de aprender un poco en la sala de los menesteres, Jackie decide que es hora de pagar su deuda.

Se acerca a la sala del profesor Bane y llama a la puerta

"¿Se puede?"

De pronto alguien llama a la puerta.

Un momento por favor.

La voz de Bane te responde desde el otro lado de la puerta.

Un momento por favor...