Partida Rol por web

Después de guardar los pergaminos de Astronomía, Allison cerró los ojos acurrucada sobre la colcha de su mullida cama, le dolía la espalda por el trabajo en el huerto de Hagrid, y hasta ese momento no había logrado encontrar un ratito para descansar. Se quedó dormida durante unos minutos, que aunque no siendo muchos fueron suficientes para aliviar la molestia muscular que sentía tras el trabajo pesado de mover la nieve.  Ah.. Estoy deseando que se haga de noche para dormir, ojalá pudiera quedarme más tiempo...

Por suerte y haciendo un gran esfuerzo por no quedarse dormida totalmente, logró despertarse recordando que aún tenía que ir a la recuperación de Pociones, y se puso rápidamente en pie, se cepilló un poco el pelo y agarrando su libro correspondiente se dirigió a toda prisa hacia el aula dónde tendría lugar la prueba. ¡Espero tener suerte esta vez! Me gustaría tanto que él hubiese sido nuestro profesor... ¡Pero tengo que impresionar al profesor Slughorn igualmente!

Tras la cena, Allison se despidió de sus amigos y sin perder tiempo se dirigió hasta su dormitorio, estaba deseando meterse entre sus sábanas y leer un poco el libro que había pedido prestado en la Biblioteca antes de acostarse. Al recordar lo que dijo Artemis, volvió a sonrojarse al tiempo que esbozaba una sonrisa. Estaba feliz de ayudar y sentirse útil, pero también le daba verguenza. "Una linda enfermera"... Jeje

Después de cambiarse, tomó el libro y se dispuso a leerlo para distraerse, hasta que le entró sueño.

Allison ojeó el libro por encima viendo las ilustraciones, pero se detuvo al encontrar Doxys y Hadas, llamándoles la atención, decidió aprender en qué se diferenciaban y cómo distinguirlas. 

Aunque realmente le gustaría aprenderlo todo, no podía quedarse toda la noche en vela, quizá mañana mirase el resto.

Hadas:

Las Hadas son unas diminutas criaturas mágicas. Su altura oscila entre dos centímetros y medio y doce centímetros y medio. Los magos las hacen servir como adorno.

Habitan generalmente en bosques y claros umbrosos. Su torso, cabeza y extremidades parecen cortadas por el mismo patrón que el de las personas; la diferencia es que el hada luce grandes alas de insecto, cuyas membranas pueden ser transparentes o multicolores dependiendo de la clase.

El tipo de magia que el hada puede conjurar no es muy poderosa, aunque puede servirle para desanimar depredadores tales como el augurey. Posee un carácter belicoso, pero, como es excesivamente presumida, se vuelven dóciles en cuanto las llaman para que adornen. Aunque se parecen a una persona no pueden hablar. Produce un zumbido agudo para comunicarse con sus compañeras. El hada deposita hasta cincuenta huevos (de los que se alimentan los bowtruckles) en el envés de las hojas. Cuando salen del cascarón no son mas que larvas de colores brillantes. De seis a diez días, se tejen ellas mismas un capullo del que surgen un mes más tarde totalmente desarrolladas como adultas con alas.

Son especialmente vulnerables a los hechizos fuego y al hielo. Son resistentes a la electricidad y los encantamientos enajenadores como la maldición imperius y el hechizo desmemorizante.

Doxys:

El Doxy está cubierto de espeso pelo negro, y tiene un juego adicional de brazos y piernas.

Sus alas son gruesas, convexas y brillantes, como las de un escarabajo, y una doble hilera de afilados dientes venenosos.

Si un mago o una bruja es mordido por uno debe tomar un antídoto de inmediato. Cuando llega la época de la puesta, cavan un hoyo y depositan hasta quinientos huevos; luego, los entierran. Los huevos eclosionan a las dos o tres semanas.

A diferencia de las hadas quienes prefieren vivir en espacios abiertos y bien iluminados, las doxys prefieren los espacios oscuros, húmedos y mohosos.

Son vulnerables al fuego y a la electricidad, son resistentes al frío.

Los hechizos inmobilizadores resultan muy efectivos contra estás criaturas.

La joven bruja observó con curiosidad las imágenes de cada una de las criaturas, entre asombro y repelús. ¡Vaya! Las Doxys parecen tarántulas voladoras con malas pulgas, desde luego es fácil distinguirlas ahora... Uf, no me gustaría encontrármelas. Aunque el fuego es efectivo... Hmm, al igual que en las Hadas. Interesante.

Allison repasó luego la información de las hadas con interés. Qué cucas, y hasta parecen más majas... ¡Oh! Así que son unas presumidas, je. Bueno entonces si veo alguna y le digo que haga de sombrero para mí aceptará. Que sombrero más raro... Hm. Pensaba la niña encogiéndose de hombros. 

Rápidamente tomó uno de sus cuadernos y apuntó las debilidades de cada una de las criaturas mágicas junto a un pequeño garabato descriptivo de cada una. Satisfecha con su obra, guardó todo en su arcón y se dispuso a arroparse bajo las sábanas. ¡Mañana será otro día! Quedándose dormida en poco tiempo..

Mientras descansan escuchan algo de alborto, al parecer proviene de la sala común, no llegan a entender mucho de lo que se dice, pero parece ser serio.

Después de cerrar el libro y disponerse a dormir, el ruido que provenía de la sala Común la hizo despertarse. ¿Un alboroto a estas horas? ¿Qué habrá pasado? 

Allison se levantó de la cama y se dirigió hacia la Sala Común de Hufflepuff de puntillas, intentando no hacer ruido para intentar descubrir que había pasado. La curiosidad le podía, como de costumbre.

Después de cenar Allison se dirigió hasta el dormitorio que compartía con Mérida, y fue hasta la maceta con la flor arcoiris que le había regalado el profesor Longbottom, se puso su camisón mientras admiraba la bella planta. En ese momento recordó que aún guardaba algunas chuches que le había regalado Artemis en el baúl que estaba a los pies de su cama.

Sin pensárselo agarró uno de los paquetes que contenía una rana de chocolate y procuró sostenerla bien para que no se escapase dando brincos. Los ojillos le brillaban con emoción, y cuando dio el primer mordisco reprimió dar un gritito de felicidad. Rara vez podía permitirse el lujo de comer este tipo de dulces, pero cuando tenía oportunidad era como tener un bocadito de cielo en su paladar. ¡Mmmmmm, riquísima! pensó relamiéndose los labios con una gran sonrisa dibujada en su rostro. 

Se sentó sobre el colchón cruzando las piernas y sacó su varita. - Astral Lucet Revellum..  - pronunció y al momento un pequeño mapa estelar se materializó sobre su cabeza, iluminando tenuemente la habitación. Se tumbó sobre su cama tapándose con las mantas mientras admiraba las constelaciones que tenía ante sí.

Tras la cena, me dirijo directamente al dormitorio. Ha sido un día muy largo y lo mejor será ir directamente a dormir, no sea que mañana acabé levantándome tarde o algo.

Me pongo el pijama y, como cada noche, me siento en la cama a cepillarme el pelo antes de ir a dormir.

- ¿Tienes algún plan para mañana, Allison? - le digo a mi compañera de habitación - Si te apetece y tenemos tiempo libre, podiamos aprovechar para practicar y mejorar con algunos hechizos.

Aún era visible el pequeño mapa estelar que la pelirroja había conjurado minutos antes, flotando en el techo de la habitación. Allison se había metido ya entre las sábanas de su cama mientras miraba hacia arriba, admirando las estrellitas que titilaban sobre su cabeza. 

Al oír a su compañera Mérida, se recostó en la cama para mirarla mientras asentía. - Tengo ganas de pasar por la biblioteca, tengo un libro que devolver y de paso buscar algún otro interesante.. - comentó mientras intentaba hacer memoria, en la última visita buscó algo en concreto pero al final acabó con un libro de criaturas fantásticas, por alguna razón que no llegaba a recordar totalmente. 

- ¡Sí! Tengo que enseñarte el Sanctorum Repellum, a ver si podemos reunirnos de nuevo con Artemis y el resto. - añadió sonriente. - Es como una burbuja protectora, ¡muy chulo ya lo verás! - comentó emocionada, y se llevó una mano a la boca bostezando, mientras volvía a tumbarse en su cama mirando hacia el mapa que había conjurado, que se desvanecía poco a poco. - Pero.. Será mejor dormir y recuperar fuerzas para mañana. ¡Buenas noches Mérida! -

Allison me dice que tiene que ir a la biblioteca mañana.

- Pues si te parece bien, me apunto. Aunque tengamos pronto las pruebas de Quidditch, creo que me irá bien un descanso y quizás podamos encontrar algún libro que esté bien.

Luego me habla del hechizo que ha aprendido con Artemis y los demás.

- ¡Genial! Si, contad conmigo. No hay mejor manera de mejorar que poder practicar juntos. Además, estará bien poder ir conociendo mejor a los demás. Aunque estemos en casas diferentes no tenemos porque ser rivales, ¿verdad?

Cuando ella bosteza, no puedo evitar bostezar yo también y dejo el cepillo en la mesilla de al lado.

- Si, creo que ya es hora de irnos a dormir. ¡Que tengas buenas noches, Allison!

Me levanto llena de energía mucho antes de que tenga que sonar el despertador. Con una sonrisa radiante y vitalidad irradiando por todos los poros, empiezo a correr las cortinas para dejar entrar el sol.

- Buenos días, buenos días. - digo cantarina - Allison, despierta. Hoy ha llegado el día. ¡Hoy seré la nueva cazadora de Hufflepuff!

Voy moviéndome por la habitación casi dando saltitos de pura alegría y rebosante de energía.

- ¿Eh..? ¿Ya es de día..? - pregunta una Allison aún dormida mientras asoma la cabeza de debajo de las sábanas, bostezando, sólo para ocultarse bajo las sábanas rápidamente al sentir los rayos de sol en la cara. - Mmm, buenos días Merida..! ¡Oh! - añade con pereza, hasta que logra comprender a lo que se refiere su amiga. ¡Hoy era el día de las esperadas pruebas de Quidditch! - ¡Es verdad! - 

Levantándose de un salto de la cama, con la melena revuelta, la niña pelirroja comienza a vestirse a toda velocidad, mirando por un instante a la maceta con la flor Arco Iris, esbozando una gran sonrisa. Daba gusto levantarse así, gracias a la energía contagiosa de su amiga. - Corre, ¡vamos a desayunar! Tienes que pillar toda la energía posible, ¡vas a arrasar con todos, cazadora! - dijo llena de ilusión mientras intentaba terminar de peinar un mechón rebelde, antes de dirigirse al Gran Comedor.

Como cada día, ya con el pijama puesto, me siento en la cama y empiezo a cepillarme el pelo.

- Gracias por animarme, Allison. Sin el apoyo moral, no sé si habría logrado pasar las pruebas. Otra cosa, ¿al final se lo contaste todo a Hellen?

Ya en camisón y metida bajo las sábanas de su cama, la pelirroja sacudió la cabeza quitando importancia al comentario de su amiga. - Para nada, todo el mérito es tuyo. ¡Estuviste increíble atrapando la snitch de un salto! ¡Pensé que se me saldría el corazón por la boca! Uff, cuando juguéis en los partidos necesitaré tomarme varias tilas antes de empezar... - bromeó antes de seguir. - Pero en serio, Mérida, me alegro mucho de que lo lograses, ¡te lo has ganado con creces! - 

Y una emocionada Allison comenzó a contarle como habían ido las cosas con Hellen por la tarde.

- Sí, al final decidí que era lo mejor. No me hubiera gustado mentirle, encima de que nos presta su ayuda y lo paciente que ha sido con nosotras pese a todo el "misterio" del asunto. - comentó algo más seria.

- ¡Ah! Y me ha dado muchas ideas, como por ejemplo... ¡No sabemos si tiene pareja o no! Agh, soy una estúpida, ni siquiera lo pensé... Por eso, dice que quizá podríamos hacer una especie de "competición" entre nosotras e ir preguntando a varios profesores, para no levantar sospecha, y así sonsacarle más. - finalizó asintiendo, recordando la conversación con Hellen en el baño sobre el plan. - Dijo que incluso podríamos comentarselo a Kat y así disimular el asunto aún más. ¿Qué te parece? -