Partida Rol por web

Al escuchar las palabras de Freddy me quedo helado. - "Que idiota soy. Espero que nadie más me haya visto" - pienso mientras optó por confesarle todo a Freddy y confiar en que me guardará el secreto.

Freddy voy a ser sincero contigo, pero guárdame el secreto. No tomé nada, sólo estaba dejándole una nota a una chica que me gusta mucho y ahora voy a reunirme con ella en privado. ¿Te importaría fingir que no me viste y no hablar sobre esto con nadie? - pregunto espranzado.

Después de la clase de Defensa contra las Artes Oscuras, en serio, ¿no pueden pensar un nombre más corto?, salgo corriendo a buscar mi escoba, mi snitch y me llevo a Allison y Matthew  la orilla del lago.

A ver, que no voy a caer. Que es por Matthew, ¿eh? Vamos, que va a ser mejor caer al agua que a la dura tierra. 

- Vamos a ello. - digo tomando mi nueva y flamante Nimbus 2000 - Es hora de probarte.

Y, sin más, subo a ello y me alzo por los aires.

La verdad es que no hay punto de comparación con las viejas escobas que nos deja usar la escuela. Además, mis prácticas de vuelo parecen haber dado fruto, pienso tras hacer un tirabuzón y luego un looping. Sonrio de puro gozo ante la sensación de libertad que me invade aquí en el amplio cielo. Tras unos minutos más, reduzco la velocidad para acercarme de vuelta a los otros.

- ¿Qué os ha parecido?

Observo las runas con atención mientras comparo las originales con las de Artemis.

- No se si me dará la cabeza para eso - reconozco con cierta vergüenza - Pero podemos intentarlo.

Accedo a intentarlo aunque sin muchas esperanzas.

- ¿Qué se supone que hacen estas?

Pregunto echando mano a la varita preparada.

Hasta ahora sólo he aprendido estas siete:

Poder.-  Se usa para potenciar la fuerza o efectos de otras runas.

Restricción.- Se usa para limitar o detener a alguien.

Guardia.- Se usa para proteger objetos, personas o lugares.

Espíritu.- Se usa para generar alguna clase de efecto sobre el espíritu de las personas o fantasmas.

Sueño.- Ésta produce sopor y cansancio.

Acción.- Sirve para desencadenar los efectos de otras runas.

Y mi favorita, Vínculo.- Sirve para vincular a una persona con un objeto, criatura u otra persona.

Quiero mostrarte un hechizo para poder usar estas runas, se llama Iratze, una vez que lo realizas puedes grabar runas sobre cualquier superficie y desencadenar su poder latente, mientras más larga sea la combinación, más poderoso el efecto de las runas. Ahora observa. - digo sacando mi varita. - ¡Iratze! - tras terminar el conjuro, de la punta de mi varita surge un ligero destello plateado, el cual deja una ligera estela de luz tras de si

Según  pergamino, la runa de vínculo sólo puede compartirse con una sola persona y una vez grabada, ambos receptores quedarán unidos de forma peanente hasta que uno de los dos muere, esta runa permite a los usuarios compartir sus fuerzas y les advierte cuando uno de ellos se encuentra en peligro.

¿Sabes Hellen? He pensado que quizá nosotros podamos compartirla, pero todo depende de ti.

Escucho su explicación con atención, pero aún así las runas me resultan complicadas de entender. Demasiado complicadas. Aún así intento realizar el hechizo con tremendas dudas en mi interior.

- Iratze.

Pronuncio el encantamiento correctamente, pero el movimiento de la varita y las dudas de mi interior consiguen que el hechizo no sólo no funcione correctamente, sino que además provoca un estallido de luz tan potente que consigue cegarme al estar mirando el extremo de la varita esperando el pequeño destello plateado plateado

- ¡Lo siento Artemis!

Me disculpo alarmada, no sólo por haber perdido la vista, sino también por lo que pudiera haberle pasado a Artemis. Ojala hubiera salido indemne.

- ¿¡Estás bien!? ¿¡Dónde estás!?

Pregunto mientras lo busco a tientas, dado que me temía que el hechizo lo hubiera mandado despedido al estar tan cerca mía. Es entonces cuando noto que sigue a mi lado y consigo relajarme ligeramente mientras empiezo a distinguir las primeras luces y formas.

- ¡Lo siento! - repetí nuevamente mientras iba sererándome poco a poco - Ya te dije que mi cabeza no daba para estas cosas.

Aunque una cosa era que no diera y otra provocar desastres...

- Oh - dijo Freddy avergonzado. Esperaba que fuera una gran aventura, a su edad todavía no comprendía los entresijos del corazón y no le interesaban las chicas, así que no comprendía muy bien la situación.

- No te preocupes, pensé que tendrías problemas, pero si va todo bien haré como si no te hubiera visto. Siento haber confundido los hechos.- respondió a su compañero, esperaba no haber metido la pata demasiado.

Gracias Freddy, te debo una grande amigo. Hoy en la noche prometo ayudarte a pensar una forma para conseguir la espada. Tienes mi palabra. - respondo muy animado

El tremendo fogonazo provocado por Hellen me hizo perder el control del conjuro provocando que la runa saliera disparada hacia dónde sólo Dios sabía.

Por un momento quedó totalmente a ciegas mientras busco a tientas la mano de Hellen.

No te preocupes, lo importante es que ambos estamos bien. - respondo mientras empiezo a recuperar la vista.

Jejeje,  ya lo lograrás con el tiempo. Ahora ¿En dónde quedo esa runa? - pregunto mientras me siento en el césped.

Vaya así que aquí quedaste. - digo con una sonrisa, mientras recojo una piedra brillante del suelo. - Supongo que ahora esta piedra está vinculada a mi, jejeje. ¿Te gustaría conservarla Hellen? - pregunto mientras le ofrezco mi mano para ayudarla a sentarse a mi lado, mientras Falcor acude a ver que todo se encuentre en orden.

Por cierto Hellen, ¿Te dijo Dumbledore a qué hora llegarían los de la oficina de Registro de Animagos?

Conforme recuperaba la vista me sentía cada vez más aliviada. No por mí, sino por Artemis. Me alegraba que en verdad estuviera bien, probablemente porque yo había recibido la mayor parte del fogonazo. Un detalle sin importancia que estaba dispuesta a repetir si fuera necesario.

- Si, claro.

Acepto la piedra rúnica sin saber muy bien para que me serviría. Quizás pudiera llevarla a la cámara y allí buscarle un lugar de honor, o llevarla siempre encima por muy raro que pudiera parecer el cargar con una estúpida piedra todo el día.

- La verdad es que no me ha dicho nada más allá de que vendrían hoy. De todas formas imagino que no tardarán en aparecer... - comento intentando descubrirlos a ellos o a cualquiera que pudiera aparecer por la explosión de luz - La verdad es que no me aguanto más, quiero poder practicar en esa forma para estar preparada en caso de necesidad. De hecho, escogí el estilo defensivo en la clase de duelos pensando precisamente en este don.

Confieso una vez confirmo que no hay nadie en las cercanías.

La verdad, lo mío es más atacar a mansalva, pero supongo que me metere en líos si algún día pierdo la varita.

Trata de cargar la piedra contigo siempre y si me necesitas, sólo susurrale a la piedra y yo acudiré, pues mientras cargues la piedra contigo, yo sabré como encontrarte sin importar en dónde te estés, esa es la fuerza del vínculo.

¿Quieres una manzana? - pregunto cambiando de tema, mientras saco algo de la mochila, para luego quedarme sentado en silencio al lado de Hellen con Falcor sobre mi hombro.

- No, gracias.

Respondo a su oferta de la manzana mientras me tomo unos segundos antes de volver a usar la varita, aunque esta vez con un hechizo mucho más sencillo, o por lo menos uno que me resultaba conocido.

- Reinifors.

Dije tocando la piedra y transformándola en un pequeño dije de oro.

- Ahora está mucho mejor ¿no te parece? - pregunto antes de ponérmela y ponerme seria - Ya han empezado a molestarse por nuestra relación. Esta mañana he tenido que parar los pies al primero. ¿Tú no tendrás problemas?

Al ver como Hellen convertía la piedra en un dije me quede fascinado con su dominio sobre Reinifors.

Te quedó hermoso. - contesté, mientras veía como en el centro del, dije la runa de vínculo emitía un fulgor plateado sólo aprecible para mí. - ¿Puedo? - pregunto mientras te ayudo a ponerte el dije.

La verdad es que nadie me ha dico nada hasta hoy, pero Freddy casi me sigue hasta aquí, cuando le dije que se trataba de una cita me dejó en paz, pero al parecer a nadie en Gryffindor le molesta que nos veamos. Y aún si así fuera, no me importaría.

Mientras tu quieras seguir compartiendo estos momentos conmigo, el resto no importa. Salvo que tú... - digo guardando silencio mientras mi mirada se torna un tanto opaca. - ... prefieras que ya no nos veamos.

Cuando llegaron al lago, Allison se sentó bajo un árbol mientras sacaba su libro de Herbología, para dar un repaso a lo que llevaban aprendido. Ya que no tenía escoba propia, no quería quedarse de brazos cruzados y cómo aún no había pasado por la Biblioteca, decidió volver a leer el capítulo sobre la nepeta luparia y el lazo del diablo.

Tuvo que dejar su lectura cuando Merida subió en su flamante Nimbus y alzó el vuelo. La pelirroja entreabrió los labios sorprendida por la soltura que mostraba su amiga en pleno vuelo, en incluso realizó algunas piruetas. ¡Qué pasada!

Al acercarse hasta ellos, Allison se incorporó acercándose hasta la chica castaña. - ¡Eso ha sido increíble Merida! Viéndote hasta parece fácil, bueno, aunque yo nunca me atrevería a girar así... ¿No te da la sensación de que vas a caerte? - dijo animada, preguntando con interés. - Si sigues practicando creo que no tendrás problemas. - añadió esbozando una sonrisa.

¿Por qué tenía que estropearlo?

Con lo bonito que había sido cuando me colocó el adorno o el comentario de cómo se deshizo de Freddy ¡y tenía que estropearlo al final!.

- Como vuelvas a sugerir eso te daré tal paliza que no saldrás de la enfermería en un mes.

Le amenazo muy seria, pues no me había hecho ni pizca de gracia el hecho de que no pudiéramos volver a vernos, ni siquiera ante el supuesto de que fuera yo la que forzara esa situación.

- ¡Y sabes que puedo hacerlo!

Remarco apuntándole con el índice y revelando una ligera sonrisa que eliminaba toda la tensión que pudiera haber ocasionado.

Con otra paliza así, la señora Pomfrey va a reservarme una cama de forma permanente. - digo antes de reír un poco.

¿Te gustaría que nos quedaramos aquí hasta la hora de almuerzo? Después de todo el clima ya no está tan frío como en las últimas semanas. - digo mientras abrazo a Hellen y apoyo mi cabeza contra la suya, para ver como uno de los tentáculos del calamar gigante rompe el hielo del lago.

Wow, parece que alguien ya está aburrido del invierno. - agrego mientras señalo al enorme tentáculo.

Debido al violento golpe dado por el calamar se produce una gran salpicón de agua que forma un pequeño arco iris sobre el lago, momento que Artemis aprovecha para besar a Hellen en la coronilla.

La verdad es que si podríamos quedarnos, al fin y al cabo se estaba taaan bien que no protesté en absoluto. Pero ni con esas podía olvidar la visita de los funcionarios del ministerio, por lo que mientras el calamar seguía entretenido ayudando a deshelar el lago, yo intentaba aprovechar el máximo tiempo posible con Artemis antes de que el sentido común terminara por imponerse y me viera obligada a romper el momento con una fuerte punzada de culpabilidad.

- Debería irme. Quizás ya hayan venido - no hacía falta decir quién, aunque la idea de alejarme de él me hizo querer abrazarlo con más fuerza de la que era capaz - Te avisaré si algo se tuerce.

Me vi obligada a pronunciar esa última decisión, más para convencerme a mi misma de que pasara lo que pasara, el estaría bien.

Tras acabar la clase se dirigió al dormitorio con mucha prisa para buscar la indumentaria deportiva que le había recomendado en el callejón Diagon, recogió las gafas el bate, y la extraña Quaffle, tras salir a la carrera tuvo que volver un momento después por la escoba.

Llego al lago donde ya lo esperaban Allison junto a un árbol muy cómoda y Merida probando su escoba nueva.

Las saludo con una sonrisa, mientras probaba la mejor forma de acomodarse a su escoba, tras un momento escucho al Merida levantar vuelo de una manera asombrosa, sus ojos se abrieron como platos muy sorprendido de la habilidad de la rubia.

Eso fue genia!!! Cuanto dices que llevas practicando???

Le grito desde tierra mientras sus manos sudaban, tenía pánico de quedar en ridículo, quería sorprenderlas y que Merida se llevara una buena impresión.

Bajo sus gafas a los ojos, agarro con fuerza la escoba y empezó a saltar suavemente para agarrar vuelo , giro un poco mientras se levantaba y dio un giro, cuando por fin se estabilizo en el aire se acerco con poca gracia a Merida.

Mmmm y ahora que? , creo que me gusta el Quidditch pero me acabo de dar cuenta que no se mucho sobre el

Le dijo mientras se rascaba la cabeza

Sonrio cuando mis amigos elogian mis habilidades con la escoba.

- Gracias. Aproveche para ponerme las pilas durante las vacaciones. 

Me acerco a Allison.

- Si quieres, puedo ayudarte algún día. si, está el temor de caer, pero, a la vez, eso lo vuelve exhilarante, ¿sabes? En todo momento tienes que estar pendiente de lo que haces, no puedes bajar la guardia. Me hace sentir increíblemente viva. En serio, deberias probarlo un dia. Además, si te caes aquí, lo peor que puede pasar es que te lleves un chapuzón.

Entonces, Matthew se sube a la escoba y miro como vuela. No lo hace mal, pero está claro de que no es rival para mí.

- Genial, Matthew. Buen trabajo. Pues, ¿has pensado ya que posición quieres intentar obtener? Si no lo tienes claro, - me agacho para cojer un bastón del suelo y la quaffle que ha traido - toma. Probemos a ver si puedes darme. Es una lástima que no tengamos ninguna bludger para practicar. Allison, al cabo de un rato, - digo mientras le paso una pequeña cajita a mi amiga - abre la caja y suelta el snitch. Mi objetivo es atraparlo. Matthew, tu objetivo es golpearme antes de que lo atrape. ¿Preparado?

Y, sin más preámbulos me lanzo hacia el cielo como un cohete, girando sobre mi misma y fintando alrededor de un par de árboles. Para luego volver a salir disparada por encima del lago.