Partida Rol por web

- Hola Dominique. Soy Freddy, aunque creo que ya nos vimos en un sueño. Pero estábamos ocupados sobreviviendo y ni me había presentado- dijo Townsend sonriendo.

Estaba deseando practicar el hechizo de protección. Al fin y al cabo, la última vez había quedado aterrado por la visión de sus amigos muriendo. Una y otra vez.

Tras la clase de Herbología, Allison alcanzó al grupo que se encontraba en el lago, y como el resto se acercó a la chica nueva de la que Hellen había hablado.  - ¡Hola! Soy Allison, encantada. - añadió esbozando una sonrisa amable. Una vez hechas las presentaciones, se giró prestando mucha atención a Hellen mientras les advertía que se trataba de algo serio.

Cuando se dirigió a Merida y ella, la pelirroja asintió con gravedad, debía esforzarse para aprender esa técnica o al menos lo daría todo por comprenderla. - Entonces nos será muy útil Hellen, estamos listos. Descuida. - añadió asintiendo con gravedad, ya sabían que el conjuro legeremens era bastante complicado, pero tenían que empezar a subir el listón si querían seguir mejorando, si no practicaban no llegarían más lejos.

- Claro, allí estaremos. - contestó a Artemis, antes de volver a concentrarse en lo que Hellen tuviera que contarles.

Mi expresión se tuerce cuando Artemis comenta lo del club de duelo.

- Chicos, lo siento. Pero yo no podré venir esta tarde. Prometo compensarlo mañana y esforzarme al máximo, pero hay algo que tengo que hacer esta tarde.

Miro a Allison, en un primer momento sorprendida de que se le haya olvidado. Aunque, bueno, supongo que con que una de nosotras vaya, será suficiente.

Acabado con el prólogo y las presentaciones, llegó la hora de ponerse manos a la obra.

- La mecánica es la siguiente, debéis concentraros y formar una barrera en vuestra cabeza, luego es hora de pronunciar la palabra "Wizangan".

Daba la impresión de ser algo sencillo, pero dado que servía para enfrentar los ataques mentales, seguramente hubiera sido desarrollado por magos muy capaces que habrían descubierto que su fuerza radicaba en esa simpleza.

- Yo tengo una pantera custodiando una puerta, pero sería igualmente válido un río, un acantilado. Ahora, concentraos y repetid, Wizangan.

Interesante, voy a ver si me sale. 

El conjuro demostró ser todo un reto, tanto es así que tuve que repetir el proceso hasta cuatro veces para lograr aprenderlo.

Vaya que es complicado hacer magia sin varita. Aunque valió la pena.

Asiento ya completamente seria a las indicaciones de Hellen. No tengo la menor duda de que se trata de un hechizo muy importante que aprender.

Me siento en el suelo y cierro los ojos, relajándome. Oigo a Hellen hablando de formar una barrera y como la suya es su pantera.

Con los ojos cerrados intento visualizar también una criatura protegiéndome. ¿Un tejón? No, algo más como yo, más feroz, más determinado... Si, una carcayú, gruñiendo ante cualquier amenaza que se acerque.

- Wizangan. - pronuncio con voz suave, notando como el hechizo surte efecto.

Después de las presentaciones tocaba ponerse a prácticar. Kat al ver el truco se puso sería, no sabía que tanto podría hacer sin su varita pero tocaba intentarlo. Cerro los ojos y conjuro en su mente:

-Wizangan..

Simplemente no pudo concentrase, lo intentó un par de veces mas y tampoco nada. Frustrada Kat se sentó en el pasto y musitó:

-Arg, esto es inútil.

Vamos Kat, intentalo de nuevo, yo creo en ti. - digo antes de abrazarla sobre el hombro para motivarla.

Yo fallé tres veces antes de conseguirlo, así que la próxima será la vencida. Vamos hazlo que esta es la buena.

Les estaba costando demasiado teniendo en cuenta lo rápido que yo había llegado a dominarlo, lo cual no significaba que lo hubiera logrado sin esfuerzo, pero aún así debía encontrar una forma de ayudarles.

- Es cuestión de esforzarse Kat. Quizás ahora te parezca imposible, pero está a nuestro alcance. Si quieres puedo intentar el hechizo para leer mentes y ver si puedo ayudarte en algo más, pero ese si que aún estoy lejos de dominarlo, por lo que no te prometo nada.

Admito intentando animarla, luego echo mano a la varita por si decidía que intentara ayudarla.

Ante los ánimos de sus amigos Kat no podía quedarse deprimida. Se levanto decidida y les dijo:

-Gracias chicos. Intentaré hacerlo mejor.-miro a Hellen-Hellen, ¿puedes mostrarme como se hace otra vez?

Así con la explicación de Hellen y la ayuda de Artemis Kat lo intentó de nuevo.

-Wizangan.

Ahora no fue tan difícil, era como imaginar que tenias un domo invisibles en la cabeza. Hecho esto Kat brincoteó del gusto.

-Lo logre lo logre chicos. Mil gracias a todos.

Kat lo había logrado, fue algo muy difícil pero pudo gracias a sus amigos. Ahora tocaba intentar ver si podía intentar un conjuro nuevo, uno que había visto en la pesadilla.

-Chicos, si hay tiempo podemos intentar un nuevo hechizo, este lo uso Dominique en el sueño y quisiera ver si lo podemos hacer.

A petición de Katherin, volví a repetir la explicación del hechizo, e incluso lo comparé con una cebolla por el hecho de que el sortilegio parecía irse volviendo más fuerte conforme eras capaz de poner más capas una tras otra, y al final pareció resultar a juzgar por la emoción que reflejaba la chica de Ravenclaw. Tuve que sonreír orgullosa cuando lo logró, pues confirmaba mis palabras de que estaba a nuestro alcance.

- El... - no me venía a la cabeza - ¿Waddawasi? ¡No espera! ¡Waddiwasi! - me corrijo yo sola, porque menudo nombrecito tenía el conjuro - Quizás también podamos, pero ninguno conseguimos hacerlo en ese momento.

Reconozco pensando en los efectos que, se suponía, tenía el hechizo y tomando una decisión.

- ¡Bueno!, está bien - añado rápidamente tras inspeccionar el terreno, luego me aparto levemente del grupo - Es un hechizo de ataque, yo seré vuestro objetivo. - explico mi conclusión y comienzo a calentar - ¡Y cómo alguien objete algo le pegaré la lengua al paladar durante el resto de la semana!

Les amenazo a todos pero en especial a Artemis. Quizás ésta vez tuviera un buen entrenamiento.

Allison se quedó pensativa, como había dicho Hellen, tenía que mentalizarse y visualizar una "protección" o algún pensamiento que le inspirase la seguridad que necesitaba si quería que la técnica funcionase. Vale Allison, pensemos... Mm... 

Concentrándose, cerró los ojos y se imaginó sola en un bosque frondoso, sentada en el centro de un círculo de setas que resplandecían tenuemente con la luz de la luna. - Wizangan. - pronunció suavemente, centrada en ese pensamiento, aunque le costaba no distraerse por temor a fallar el sortilegio. - Uf, si que cuesta mantenerse concentrada, no estoy segura de si lo tengo, pero creo estar cerca. - comentó mientras sacudía la cabeza y prestaba atención a sus compañeros. Y... A la nueva proposición de Hellen. 

- ¿No poder hablar durante una semana? Jolín Hellen, tú si que sabes como hacer que no se te opongan. - protestó aunque luego soltó una risa, por lo perspicaz que llegaba a ser su amiga, sólo esperaba que el hechizo no llegase a hacerle daño. Waddiwasi, mmm pues a ver que tal es... Tomó su varita y esperó al resto para ver si alguno se oponía, mientras se preparaba.

Freddy atendió a los hechizos que les enseñaba su compañera.

- Wizangan - pronunció el primero mientras pensaba en un muro de espadas. Sonrió mientras sentía el poder del hechizo formando una muralla en su mente.

- ¡Genial! - dijo mientras preparaba el siguiente conjuro que Hellen les enseñaba.

- Waddiwasi - contestó apuntando a una seta. No quería que el proyectil hiciera dado a su compañera.

Al escuchar la propuesta de Hellen no puedo evitar sentirme preocupado, pero la conozco lo suficientemente bien como para saber que cuando se le mete una idea en la cabeza nada la hace cambiar de opinón.

¿Estás segura de esto? - pregunto negando con la cabeza ante su respuesta afirmativa.

Pues bien si es así. Ni modo, sólo no te quejes cuando tu uniforme quede lleno de fango.

Me acerco a los chicos y los observo detenidamente. - Amigos que les parece si lanzamos bolas de lodo, sólo para evitar lastimasr a Hellen si es que le atinamos. - propongo mientras apunto mi varita al suelo. - Aguamenti

Luego de mojar la tierra preparo una gran canitdad de bolas de lodo, de tal modo que todos tengan oportunidad de probasr suerte, luego reviso mi libro de texto y busco el dichoso conjuro, muy bien chicos aqui está.

Waddiwasi - digo mientras agito levemente la varita y logró realizar el conjuro, luego apunto yfallo por muy poco.

Quizá deba ponerle mayor empeño a esto, veamos. ¡Waddiwasi! - En esta ocasión el conjuro salió con mucha más potencia que antes y el impacto fue directo, justo en el pecho de Hellen dejando su uniforme hecho un desastre.

¿En verdad quieres que sigamos adelante con esto? - pregunto dubitativo.

Ante las palabras de Hellen Kat se quedo muda ¿por que quería volverse un saco de boxeo humano?. Mientras Kat intentaba procesar todo recordó repentinamente que había leído algo parecido: una pequeña sandía humana bebe se ofreció de sacrificio para que las demás sandías pudieran vivir, todo esto en el cuento "la isla de las sandías". Kat ante esto aplaudió conmovida, se seco una lágrima esporádica del ojo y dijo:

-Oh Hellen, eres tan noble. Ponerte en peligro para que podamos mejorar en la magia. Cielos, quisiera ser tan valiente como tu.

Sin perder mas tiempo Kat apuntó a una de las bolas de lodo y conjuró:

-Waddiwasi.-mientras esta volaba hacia Hellen le dijo-Perdón.

Al final parecía que Hellen no iba a echarse atrás, y viendo que Artemis preparaba el terreno, utilizarían bolas de lodo.. Bueno, podría ser peor, eso sí, pobre uniforme. - Espero que estés segura de esto. ¡Intentaré no apuntar a la cabeza! - exclamó disculpándose de antemano.

- Venga, ¡atenta Hellen!... ¡Waddiwasi! - exclamó mientras apuntaba al pequeño lodazal improvisado y dirigía la varita hacia su amiga, casi deseaba que la esquivase pero si no intentaba acertar el ejercicio no valdría la pena. La pequeña bola de lodo salió despedida en dirección a Hellen con la intención de acertarle en los pies. - ¡Booola vaa! - añadió con un tono divertido mientras seguía la trayectoria del proyectil de barro.

Tras practicar el Wizangan, Kat y Hellen hablan de probar otro hechizo. Uno capaz de proyectar a un objeto contra alguien.

Arrugo la nariz cuando Hellen insiste en que lancemos los proyectiles contra ella. Y niego con la cabeza. Mientras los demás van tomando las bolas de barro que creó Artemis, cojo un puñado de hojas.

Más allá de si pueden dañar o ensuciar a Hellen, no me gusta la idea de practicar un hechizo ofensivo contra nuestros amigos. No quiero acostumbrarme a la idea de tirarles cosas.

Así que mientras le lanzan las bolas de barro, me aparto un poco para encararme a uno de los árboles y lanzo un manojo de hojas al aire y apunto con la varita.

- Wazziwazzi. - nada ocurre.

Concéntrate Merida. No era así. Me agacho para recoger de nuevo las hojas y volver a intentarlo.

- ¡Waddiwasi!

Esta vez funciona. Sonrío al ver como una de las hojas sale disparada clavándose en el tronco del árbol.

Todavía con la sonrisa en los labios, me giro para ver a los demás y arqueó una ceja al ver el estado de Hellen.

- ¿Estás bien?

Espero que no acabe con demasiadas magulladuras.

A pesar de que la amenaza que les había proferido pudiera parecer una broma, continuaba tan seria como cuando les había explicado el conjuro. Y es que no estaba de broma en absoluto, es más, daba la sensación de que lo que quería era poner en práctica mi capacidad de esquiva para momentos más peligrosos, aunque con un aliciente de realidad y libertad de movimientos que la tarima del club de duelos no podía ofrecerme.

Sin embargo, mi amenaza no pareció suficiente para convencer a Freddy, quién en lugar de hacer lo que le había pedido, envió su pelota de fango directamente hacia otro lugar.

- ¡FREDDY!

Le chillé al tiempo que le advertía con el dedo. No estaba de broma, no podía, pues sentía las palabras de Slytherin repiquetear en mi cabeza y no precisamente con alegría.

Luego vino el turno de Artemis y la primera bola de barro ni siquiera supuso un reto y la evadí con apenas un pequeño giro, por lo que le dediqué una mirada algo decepcionada por su ataque. Sabía que podía hacerlo mejor y estaba segura que él también lo sabía. Afortunadamente, no tuve que repetirla para su segundo intento, aunque la velocidad con la que vino la bola de barro resultó excesiva como para esquivarla.

- ¡Proteg...!

Ni siquiera terminé de pronunciar el hechizo, terminando no sólo recibiendo un impacto en todo el pecho, sino perdiendo la varita cuando dí con mi espalda en el suelo.

- Esa ha dolido - dije mientras me reincorporaba y buscaba mi varita - mucho.

Puntualicé cuando al final la recuperé y ví cómo tenía toda la ropa, aunque sabía que también tendría el pelo igual o peor, pues notaba la humedad del barro hasta la nuca.

- Tranquilo, sigamos.

Le pedí tras colocarme nuevamente en posición. Seguro que estaba echa un desastre, pero tendría que preocuparme de eso más tarde, porque Artemis volvió a lanzar otra bola de barro una vez estuve preparada, aunque en esta ocasión volví a esquivarla con facilidad, quizás se estuviera arrepintiendo, pero era la única forma que tenía para mejorar.

A continuación fue el turno de Kat, quién a pesar de juzgar erroneamente mis motivos, parecía fascinada por la imagen que se había imaginado. Tendría que aclarárselos, no sólo a ella sino a todos, pero dudaba que fueran capaces de comprender los motivos que me espoleaban a probarme de este modo, principalmente porque apenas yo si los comprendía a pesar de ser tan simples. Su bola vino bien dirigida, tanto que me ví obligada a actuar no fuera a golpearme, acabando nuevamente en el barro, esta vez manchándome todo el costado.

Genial.

Pensé sarcástica viendo el cariz que tomaba la situación. De no conocer ninguno de los hechizos de limpieza hubiera sufrido horrores, pero por fortuna ya faltaban pocos y la bola de Allison ni siquiera llegó a rozarme cuando, a pesar del resbaladizo terreno, la evadí con una rueda.

- ¡Vamos chicas!

Las animé a seguir a pesar de que tuviera un aspecto tan lamentable. Era la única forma de mejorar y así fué que cuando llegó el turno de Mérida, repetí la misma maniobra con igual éxito.