Partida Rol por web

Escuchar los elogios de Artemis, combinado con el abrazo efusivo del chico, fueron más que suficientes para conseguir que Allison se ruborizase como un tomate. Eh, uhm, ay. Di algo, ¡quedarse muda es de torponas!

- A-ah.. ¡S-sí claro! - respondió pestañeando varias veces, intentando recuperar el control de su balbuceo. - Ay, no se qué haría sin tí. Te agradezco mucho tu paciencia, me encantaría poder aprender y mejorar más aún. ¡Gracias! Venga, volvamos pues. - dijo ya más tranquila, al tiempo que ponía gesto de sorpresa mientras se dirigían de regreso al castillo. ¡Las ranas!

- ¡Qué tonta casi me vuelvo a olvidar! Mis abuelos me matarían si esto se echase a perder.. ¡Mira! - comentó mientras rebuscaba en su bolsa la cajita con algunas ranas de chocolate. - Ranas de chocolate, me lo enviaron no hace mucho para compartirlas. ¡Porfa sírvete! Es lo menos que puedo hacer.. - añadió esbozando una sonrisa más tímida esta vez, notando ese cosquilleo molestoso en el estomago.

Al ver las ranas, los ojos se me iluminan.

Gracias Allison, las ranas de chocolate son mis favoritas. - digo cogiendo una y desenvolviendola con cuidado para no romper el cromo, ya lo revisaría después.

Tras guardar el cromo le doy una gran mordida a la ranita disfrutando de su sabor. 

Un par de segundos después de morder la ranita me entra un pequeño mareo, el cuál me fuerza a sentarme un momento en el suelo.

Y aunque el mareo a penas si me dura un par dr segundos, en verdad me sentía algo aturdido.

Al ver como Artemis casi se desplomaba en el suelo, los ojos de la pelirroja destellaban con preocupación. - ¡Artemis?! ¿Qué te pasa? ¿Estás bien? - dijo preocupada, mientras se arrodillaba junto a su amigo.

En cuanto escucho la voz de Allison, una vorágine de reccuerdos invaden mi mente. Recuerdos dulces y alegres de todos los momentos que he pasado con Allison y como ella siempre ha estado allí para mi, sobre todo en los momentos difíciles.

Recuerdo el hermoso dibujo que me envió por navidad y como me alegre al recibirlo, incluso recuerdo aquellas veces que me fue a visitar a la enfermería sólo porque estaba preocupada por mi.

Sí Allison estoy bien, fue sólo un mareo,creo que debo descansar un poco. - digo ligeramente sonrojado. - Disculpa por preocuparte, soy un cabezotas. Jejeje.

¿Sabes algo? Siempre me la paso genial a tu lado, incluso aquella vez que estuviste de enfermera mía. Jejeje. - me río un poco nervioso mientras me pongo de pie y le tiendo la mano para ayudarla a ponerse de pie.

Quizá sea algo raro, pero dado que el jueves tenemos la tarde libre, no sé si te gustaría dar un paseo por el lago, sólo tu y yo. - digo mirando al suelo un poco nervioso.

No tienes que aceptar si no quieres, digo sería genial que lo hicieses, porque me gustaría contarte algunas cosas de mi que quizás ignores, pero si tienes algo mejor que hacer lo entenderé. - digo algo azorado.

Si aceptas, quizá hasta podríamos practicar algunos hechizos y unas runas nuevas. - agrego con una sonrisa.

Al ver que sólo había sido un pequeño mareo, Allison respiró con más tranquilidad. Quizá no debería haberle forzado a practicar Eldruin, aún debe estar dolorido..  - ¡N-no es nada! No te preocupes tú ahora, procura no hacer esfuerzos. - añadió aprisa para que su amigo no se preocupase por nada. Al mencionar los buenos recuerdos que tenía de cuando su bisabuelo le pidió que cuidase de Artemis, convirtiéndose en su enfermera particular, le sacó una sonrisa aunque también se sonrojó. - Lo recuerdo sí. Y si hace falta, no me molestaría volver a estar pendiente de tí para que te recuperes en condiciones. - contestó con tono divertido, tomando la mano de su amigo que le ayudaba a ponerse en pie.

Aquella revelación por parte de su amigo fue totalmente inesperada para Allison que se había quedado con los labios entreabiertos por la agradable sorpresa que estaba escuchando. ¿De verdad quiere pasar más tiempo juntos? Eso.. ¡Eso es genial!

- ¡Por supuesto que me encantaría ir! Aprecio mucho tu compañía, d-de veras que sí. - respondió sonriente, se fijó en que Artemis parecía actuar de un modo ligeramente distinto, casi como si estuviera un pelín nervioso. Dato que Allison no le dio mucha importancia igualmente. - ¿Por qué no iba a querer? Que cosas tienes Artemis. - añadió soltando una risita para que el chico dejase de preocuparse. - Quedamos el jueves entonces, sip. - dijo finalmente ensanchando la sonrisa, mientras caminaban de regreso.

Después de la clase de transformaciones, decido irme al lago a practicar un poco los hechizos. Con todo lo que está pasando últimamente, nunca está de más un poco de práctica adicional.

Varita en ristre, practico los hechizos, uno tras otro hasta que el cansancio empieza a apoderarse de mí y me tumbo en la hierba, apoyando mi espalda en un árbol, contemplando con una sonrisa cansada la belleza del sitio, recuperando las fuerzas antes de volver al castillo para la cena.

Después de salir de clase y pasarme por la habitación a coger a Sù, decidí dar una vuelta con ella por el lago mientras hacía tiempo para la comida. Me venía bien pensar sobre todo lo que había ocurrido, y sobre la prueba de superchería por la que había perdido el sueño la noche anterior. Debía averiguar qué responder a Rowena antes de tres días si no quería que mis esfuerzos fueran en vano.

Mientras caminaba por la orilla del lago, jugué con Sù a tirarle el palito para que me lo trajera, le tiraba pequeñas ramitas al aire los quemaba con sus llamas o hacía pequeños anillos con las llamas formando líneas con el fuego que poco después desaparecían. La fenix disfrutaba de sus entrenamientos, eran como un juego para ella y cuanto más lo hacía mejor le salía. Cuando la descender sobre la superficie del agua para coger una hojita que se había posado se me ocurrió una idea. Cogí una piedrecita y la hice rebotar sobre la superficie hasta que se hundió, Sú tenía que coger la piedra con sus garras antes de que se hundiera. En un principio se dedicó a mirar la piedrita con cara de no entender, pero en seguida lo entendió y se lanzó a por la piedrita con entusiasmo. En un momento, falló el agarre por unos milímetros y se encontró estrellándose contra la superficie del agua, recibiendo una buen remojón. La mirada de reproche de la fenix a mis carcajadas no tuvieron precio.

Indignada, la fenix salió del agua, se sacudió el agua y se puso a agregarse el plumaje en una piedra cercana dándome la espalda.

No deberías reírte así, los fénix son leales pero muy temperamentales, si se encoleriza es mejor no estar cerca. - dice una niña de primer año que casualmente pasaba por allí leyendo un voluminoso libro de texto.

Soy Alishaa por cierto, quería darte las gracias por lo del otro día si no fuera por ustedes, los oscuros aún andarían metiéndose conmigo, en especial esa arpía de Parker. 

Por cierto, ¿Podrías presentarme al chico guapo del grupo? Me gustaría agradecerle su ayuda con un pastel.

La niña parecía una empollona por su forma de hablar, pero simpática de todas maneras. El estudio de animales mágicos, aunque me gustaba, no era uno de mis fuertes y parecía que la chica sabía mucho, a pesar de ser de primero.

- Sólo estaba bromeando un poco con ella, es mi amiga, no se va a enfadar - como única respuesta, la fénix agitó las plumas y siguió dándome la espalda.

- ¿Lo del otro día? - la miré extrañada, me sonaba que hubo algún altercado pero no recordaba haber intervenido - ¿eso cuando fue? Y ¿a qué chico guapo te refieres? ¿Artemis? ¿Freddy? - la última pregunta me arrancó una sonrisa.

No se su nombre, pero de seguro no es el que ahora anda de amigo de Parker, ese es lindo, pero me da miedo, en especial con lo que dicen en el club de duelos. - responde ella jugando con su cabello.

Me refiero al otro al callado y misterioso.

- Ah, entonces es Freddy - una sonrisa infantil de complicidad escapa de mis labios y me acerco a ella - con que, Freddy, bueno, ya le diré que quieres hablar con él y darle una sorpresa, seguro que le gustará. 

- Y no tienes que tener miedo de Artemis, es un buen chico, aunque algo vergonzoso.

Alishaa te mira con gratitud.

Muchas gracias, en verdad apreciaría mucho eso. Disculpa, es verdad que te dicen ¿Janelle "explosiones" Rose? Disculpa no quise ofenderte, es que luego de lo de la torre y Hogsmeade.... - dice ella bajando la mirada. 

Disculpa, a veces soy un poco torpe en esto de conversar con otros, paso tanto tiempo leyendo que no me detengo a ver lo más obvio.

Un suspiro de resignación resonó en los alrededores del lago cuando dejé escapar el aire de mis pulmones. No iba a quitarme la fama de destructora hasta la graduación.

- Bueno, parece que últimamente se me da bien destruir cosas, aunque no sabía que tenía un apodo tan molón - dije tomándomelo con humor - bueno, habrá que ir a comer, ya casi es la hora. ¿Vienes?

Está bien vamos. - responde la pequeña Alishaa mientras te acompaña alegremente.

Mientras caminaís de regreso al castillo, la joven Ravenclaw te observa con cierto detenimiento y aprehensión.

Pareces preocupada, ¿Puedo ayudarte con algo? Mi madre dice que: "Una pena entre dos es menos atroz" - dice Alishaa intentando mostrarse solemne, aunque se le da fatal, su rostro es tan tierno que le resulta casi imposible parecer estricta y severa.

Alishaa era ciertamente una niña muy avispada, seguro que ella podría echarme una mano si le contara lo que me preocupaba, pero no podía arriesgarme a contarle todo lo que me había pasado.

- Bueno, sí que hay algo que me preocupa, estoy intentando adivinar algo así como un acertijo o una pregunta difícil que me hicieron, pero no te preocupes, ya estoy trabajando para adivinarlo - le guiñé un ojo.

¿Y has intentado buscar en el lugar más obvio? A veces las respuestas se ocultan a simple vista. Es como el dilema de ¿Qué pesa más una libra de hierro o una libra de algodón?

Es evidente que ambas pesan lo mismo. En ocasiones, la solución radica en la misma interrogante, ¿Cómo de qué color era el caballo blanco de Merlín? Pues obvio que blanco. - dice ella alzando los hombros en una actitud despreocupada.

Al pensar en lo que me decía Alishaa una idea se formó en mi cabeza. La miré dijamente y asentí.

- Sabes, creo que tienes razón, puede que esté buscando la respuesta donde no debo. Gracias, Alishaa - dije dándole una rápida palmadita - ahora vayamos rápido a comer, o nos quedaremos sin comida.

Mientras corríamos hacia el Gran Comedor le estuve dando vueltas a mi idea, y creía estar cerca de mi  respuesta.

Mientras espero a Allison, me siento en la orilla del lago con una vieja revista de la National Geographic, la misma que observo como si se tratase de un tesoro invaluable.

De pronto una voz no muy familiar me saca de mis cavilaciones, se trataba de la chica enmascarada del instituto Warren quien se veía un tanto tensa, así que decido conversar con ella algunos minutos mientras espero a Allison.