Partida Rol por web

Cuando todos terminaron de usar a Hellen de diana, me acerco a ella, para revisar que se encuentre bien. 

Pudiste haberte lastimado. La próxima vez usaremos pelotas de goma o algodon con pintura. ¿De acuerdo? - digo algo preocupado por los golpes que recibió.

La practica de Hellen había llevado bastante tiempo, pero creo que aún había tiempo suficiente como para enseñarles a todos a realizar el Mytrandir.

Amigos se está haciendo tarde, pero antes de ir a almorzar, quiero mostrarles un conjuro muy útil, es defensivo y ofensivo al mismo tiempo, se llama Mytrandir.

​Presten atención. - digo poniéndome en el medio de todos.

¡Mytrandir! - exclamo mientras realizo un rápido movimiento de varita, al tiempo que una poderosa corriente de aire se arremolina alrededor de mi.

Lancen cualquier cosa contra mí y verán como el viento la despedaza. 

Vamos todos.

​Luego de enseñarles el cconjuro a los demás, me pongo a practicar en grupo, logrando concretar el conjuro en dos ocasiones más. 

Estaba embarrada y algo cansada, aunque bastante contenta por el resultada final para cuando Artemis se acercó a mí.

- No - le repliqué sonriente y premiando su preocupación con un beso - Tu ya conoces tus límites, yo aún tengo que encontrarlos y mejor en un ambiente controlado con gente que no me quiere mal ¿no te parece? ¡Fregotego!

Pronuncio el conjuro sin perder la sonrisa para eliminar todo le barro de los dos, luego mi novio se propuso explicarnos otro hechizo, así que me ví obligada a apartarme de él para ver sus efectos. Daba la sensación de ser un pequeño tornado personal, lo cual explicaba porque podía hacer eso de repeler cualquier ataque.

Parece que es un conjuro que te pueda gustar.

Consideré mirando a mi varita y en cuanto lo intenté, pude comprobar que así era.

- ¡Mytrandir!

El remolino se formó a mi alrededor de inmediato, pero el problema es que me parecía demasiado complicado para hacerlo en un momento de necesidad. Tendría que seguir practicando si en verdad iba a querer usarlo y lamentablemente tenía otros en mi lista mucho más prioritarios, por lo que lo doy por finalizado al poco de formarlo.

- ¿Qué ocurriría de juntar dos de estos?

Pregunto esperando una respuesta por parte de Artemis o alguna de las chicas de Ravenclaw, pues no sabría si llegaría a anularse, se potenciarían o destrozarían a ambos conjuradores, y quería estar preparada por si fuera necesario actuar contra uno.

El saber que Hellen se encontraba bien me tranquilizó muchísimo, en especial después de su beso.

Según el libro de Blake, todo depende de la intención del conjurador, si ambos buscan luchar contra un enemigo común, el conjuro se potencia, si luchan entre ellos se anulan mutuamente, pudiendo llegar a imponerse siempre el más fuerte. - respondo con tranquilidad mientras guardo mi varita.

-Que bueno que estés bien Hellen.-musitó Kat aliviada.

Luego de eso Hellen uso un hechizo para limpiarse. Mientras lo hacia Kat oyó algo interesante, Hellen había dicho que quería probar sus limites, esto solo hizo crecer la admiración de Kat hacia Hellen, como muchos héroes de sus libros sólo quería ser mas fuerte. Esto emocionó a Kat, por un momento se imagino a Hellen con una armadura medieval y una brillante espada encarando un ejército de Orcos.

En lo que su mente galopaba desbocada Artemis estaba mostrando un conjuro nuevo, este parecía una especie de tornado defensivo. Hellen lo había logrado ahora tocaba a Kat intentarlo, imitó el giro de muñeca y conjuro:

-Mytrandir.

Entonces la Rubita se vio envuelta en una tormenta personal.

-Wow, esto se siente chistoso, como si estuvieras en el Twister de la feria.

Al pensar en eso Kat instintivamente puso sus manos en la falda con miedo pues temía que se le volara. En eso Hellen propuso algo interesante, Kat se acercó a Hellen y dijo:

-Podemos intentarlo, ¿estas listas?

Tras escuchar la explicación de Hellen, me concentré intensamente en el conjuro. Estaba especialmente interesada en que me saliera bien, ya que sería me sería imprescindible en algunos casos si algunas de las cosas que Hellen había contado resultaban ser ciertas. Cuando estuve lo suficientemente segura de que me saldría bien, cerré los ojos y pronuncié el conjuro sin usar la varita.

- Wizangan - casi inmediatamente noté como una pequeña figura se detenía ante mi, detrás suyo, un arco plateado en medio de una sala sin techo ni paredes. La pequeña figura creció y me envolvió con su cola. Abrí los ojos satisfecha de haberlo logrado.

Después, nos centramos en un nuevo hechizo. Me sorprendió ver que Hellen se ofrecía para que practicáramos con ella, pero tampoco le haríamos mucho daño con las bolas de barro. Con una sonrisa divertida, esperé a que se limpiara para apuntarla.

- ¡Waddawasi! 

Luego, Artemis nos enseñó un nuevo conjuro. Cuando vi el aire arremolinarse a su alrededor me quedé sorprendida. Cogí una pequeña ramita y se lo tiré. Efectivamente, esta se desvió sin tocarlo siquiera.

- Qué conjuro más guay - cogí con fuerza mi varita y pronuncié - ¡Mytrandir! - a mi alrededor se formó también un remolino de aire - genial.

Antes de que tengamos que irnos del lago, Artemis nos enseña un último hechizo. Miro con los ojos abiertos e ilusionada como una corriente de aire se forma a su alrededor, creando una especie de escudo.

- Como mola. Quiero probar. - tomo aire e intento copiar sus movimientos - ¡Mytrandir!

Y a mi alrededor, se forman corrientes de aire, levantando hojas que bailan en el aire a mi alrededor. Me quedo ensimismada contemplando la escena hasta que estallo a reír de pura alegria.

- Es precioso.

Al ver que Hellen se encontraba bien, Allison suspiró aliviada. Además, se había olvidado de que su amiga conocía aquel hechizo que limpiaba todo, quizá debería ponerse a practicarlo en algún momento, no dejaba de ser práctico. 

Cuando Artemis les mostró aquel conjuro de viento, la pelirroja se mostró entusiasmada por probarlo también. - Uala, pero.. ¿Cómo es que conocéis hechizos tan geniales? ¡Va, voy a probar también! - Dijo animada mientras tomaba su varita e imitaba el movimiento de los demás. - ¡Mytrandir! - Al principio apenas notó una suave corriente, nada comparado con las barreras que habían logrado los demás, respiró hondo y probó de nuevo. Esta vez un torbellino de aire la envolvió mientras soltaba una risita triunfante. - ¡Qué guay! -

Cuando terminamos con los conjuros, miré a los demás. Era mi turno de enseñarles un conjuro.

- Bueno, mi turno, ¿alguien quiere aprender el expectro patronus? - saqué la varita, agité la varita y pronuncié - expectro patronus - de la punta de mi varita salió un hilillo de humo plateado que formó un escudo ante mi - es un poco más difícil que los demás pero merece la pena. El mío aún no es corpóreo, pero con el tiempo se supone que lo es. ¿Alguien quiere probarlo?

Dispersé el patronus y miré al resto.

Hoy no dejaba de aprender cosas, ¡y eso que aún no era por la tarde! - ¡Ah! ¡Tengo muchas ganas de intentar aprender ese! Veamos que tal se me da... - prestó mucha atención a los movimientos de Jane e imitó con la varita los movimientos de su amiga. - Expectro Patronus. - pronunció mientras agitaba su varita, de la punta de la misma surgió una neblina plateada, aunque no parecía tomar forma alguna. O al menos por el momento, debería practicar más.

- ¡Anda! Entonces si practicamos mucho, acabará tomando forma, ¿no? ¡El zorro de Freddy era una pasada! - añadió elogiando a su compañero con una sonrisa, mientras dejaba volar su imaginación. ¿Qué criatura sería la suya?

Freddy atendió al resto de los hechizos que sus compañeros compartían. Ya los había practicado, pero sabía que alguna de sus compañeras podía desconocerlo así que intentó ayudar en lo posible mostrando también como lanzar el hechizo.

- ¡Mytandril! - pronunció, haciendo que el viento girase a su alrededor y, para aprovechar esa situación, trato de hacer que el zorro de su patronus girase con el viento. - ¡Expecto patronus! -

Un zorro luminoso comenzó a correr siguiendo el remolino haciendo un gran espectáculo.

- Recuerden pensar en algo feliz. El pensamiento feliz es necesario - terminó mientras disipaba sus hechizos.

Gracias a Freddy ya había logrado aprender el patronus, pero no iba a perder una buena oportunidad de mejorar en el uso de este poderoso conjuro.

¡Bien hecho chicos! Ahora voy yo. - digo mientras me paro junto a Freddy y empiezo a enfocarme en mis recuerdos. 

Expecto Patronus. - Cuando pronuncié el conjuro, un pequeño halcón espectral surgió de mi varita y surco el cielo seguido por Falcor. 

Bastante alegre por el resultado repetí el conjuro otras tres veces con el mismo resultado.

Luego del regocijo del tornado miniatura parecía que todo había sido una tarde de éxitos. Kat se sentía animada y lista para seguir con lo que fuera.

En eso Jane propuso enseñar el patronus-El Expecto Patrones, genial-Pensó Kat animada. Los movimientos eran sencillos y parecía que solo tenías que proyectar tu recuerdo mas feliz. Mientras la rubita hacia memoria se acordó cuando aprendió a montar la bici:

-Expecto Patronus.

No se escucho la trompetilla de siempre pero no paso nada. Intento otra vez con el recuerdo de haber obtenido a su perro.

-Expecto Patronus.

Nada nuevamente. Así estuvo con dos intentos mas mentalizando otras 2 experiencias diferentes, fue igual. Sintiéndose algo mareada Kat se sento en el pasto para descansar un poco. No se iba a rendir pero tampoco es que tuviera mucha fuerza ahora.

Estaba a punto de cumplir con propuesta de Kat cuando Jane decidió que era la oportunidad ideal para intentar golpearme con una de las bolas de barro. Ni que decir que no me hizo ninguna de gracia su ataque, a pesar de que lo había esquivado con apenas agacharme un poco, pero lo que más me molestó fue que lo hubiera intentado cuando ya había decidido a limpiarme. No obstante, me enseñó una valiosa lección: siempre debía estar atenta.

- Lo siento Kat, en otra ocasión tal vez.

Respondo a la chica haciendo verdaderos esfuerzos por no vengarme de Janelle al aprovecharse de la situación, porque en el fondo, la que consigue distraerme lo suficiente para no hacer nada resulta la pregunta de Allison. Era lo suficiente aduladora como para evitarme tomar represalias, aunque la situación me hacía imposible concentrarme en un pensamiento feliz como para cumplir los requisitos del patronus, por lo que decidí optar por guardar silencio y continuar formando las barreras en mi cabeza.

Wizangan.

Repetí mentalmente una vez más sintiendo cómo la pantera volvía a guardar la pantera, lo que no ocurrió en un segundo intento y me ví obligada a forzar un tercero para volver a situarla en posición. A pesar de haber dominado el hechizo, me resultaba difícil mantenerla durante más allá de unos segundos. Debía entrenar más, mucho más, pero podía intentar otra cosa que se encontraba muy lejos de mi alcance.

Y es que, si el Wizangan consistía en hacer barreras, ¿acaso la versión avanzada consistía en eliminarlas? Entendiendo el eliminarlas, como negarlas directamente, que no hubiera entrada. Podía probar.

- Artemis, sujétame. Voy a probar algo.

Le pedí antes de tomar una gran bocanada aire y cerrar los ojos buscando la nada.

Oclumancia... Oclumancia... Oclumancia... Oclumancia.

Repetí una y otra vez sin notar diferencia alguna. Sin embargo, cuando volví a abrir los ojos, me encontraba agotada en extremo, había ido más allá de mis fuerzas y daba gracias por tener a mi chico cerca.

- Creo... que debería... enfermería.

Reconocí con la respiración acelerada e intentando sonreír para no alarmar a nadie. Tenía la sensación de haber estado corriendo durante todo el día tras la última prueba, lo que sumado al golpetazo de la bola de barro, el tastarrazo que me había metido y la mala caída por esquivar la de Kat, aconsejaban seguir esa idea.

Abrazo firmenente a Hellen cuando me lo pide, mientras ella empieza a concentrarse profundamente.

De pronto siento como se desvanece.

Disculpen chicos voy a acompañar a Hellen a la enfermería y los veo en el comedor. - digo sonriendo con amabilidad.

Me había esforzado demasiado, aunque había servido para tener un rato con Artemis de camino a la enfermería.

- Ha sido... demasiado... difícil, pero... necesario. - le confieso sin siquiera llegar al castillo - Ahora... escucha. Legeremens... a Slughorn, ¿vale?

Continuo esforzándome en hablar cuando era evidente que estaba sin aliento.

No te esfuerces, además no conozco el hechizo y dudo que Slughorn esté solo, mínimo madame Pomfrey deberá estar a su lado, pero creo que con algo de suerte podemos jalarle un poco la lengua. - respondo abrazándola con fuerza.

Kat estaba cansada, había hecho mucha magia y quería descansar. Pero viendo a sus amigos, todos magos prodigiosos y habiles no podía dejarlo así, debía al menos intentarlo una vez mas, sólo un intento mas.

Entonces cerro los ojos y se concentró, vino a su mente muchos recuerdos malos, una vida en la miseria en los barrios bajos de Londres, casi sin agua y solo con electricidad gracias a una de las genialidades de su padre. A pesar de todo y con poco para vivir ella era muy feliz, como si su casa fuera la de un cuento de hadas, ¡¡¡ahí estaba, lo tenía!!!. Apuntó hacia el lago y conjuró:

-Expecto Patronus.

Un vapor blanco-azuloso brotó a chorros de la varita, era fantástico para ella, como si pudiera exteriorizar su felicidad en la realidad.

Mientras esto pasaba Hellen se desplomó agotada, por suerte Artemis siempre estaba para salvar el día y atrapó a Hellen en su caída. Por un segundo se les figuró como si fueran Supermare y Luis Lande, lo cual la hizo suspirar conmovida por ver tanto cariño entre ellos. Volviendo a la realidad Kat se acercó preocupada y dijo:

-Hellen ¿estas bien? ¿no te hiciste daño?.

Freddy siguió controlando su patronus, quería intentar ponerlo a hablar, como había escuchado en algunas historias antiguas. Pero era demasiado complicado en ese momento, así que desistió y, cuando Hellen empezó a sentirse mal, decidió que se mantendría ayudando al resto de las chicas con sus hechizos mientras ella y Artemis iban a la enfermería.

- Espero que te recuperes pronto. - Le dijo a su compañera. - Aunque estéis preocupadas por ella, deberíamos aprovechar el tiempo que queda para terminar de practicar los hechizos. - continuo hacia el resto. En ese momento se sentía como un profesor tratando de inculcar conocimiento.

Sabía que era importante acabar de entrenar los hechizos y aún había gente, como la chica nueva, que no terminará de practicar. Tenían que apoyarse entre todos.

- Si Kat... sólo que... parece... que... corrido... todo... el día.

Respondí sin resuello.

Todo parecía ir bien hasta que Artemis dijo que se llevaba a Hellen a la enfermería. Preocupada, Allison se acercó hasta la pareja. - ¡Hellen! - al ver como contestaba a Katherine, la pelirroja respiró más aliviada, después de practicar tantos hechizos seguro que estaba cansada. Si Legeremens era todo un reto, Wizangan no se quedaba muy atrás. Eso y las bolas de barro... Quizá haya sido demasiado.

- Descansa mucho, ¿vale? - dijo despidiéndose de ambos, girándose para volver con Freddy y los demás. El chico de Gryffindor tenía razón, debían practicar todo cuanto pudiesen. - Tienes razón Freddy, aprovechemos pues.. ¡Expectro patronus! - conjuró, recordando la noche de lluvia de estrellas del verano pasado, mientras los hilillos de humo plateado se volvían a formar, repitió el conjuro varias veces, y aunque intentaba esforzarse comenzaba a notar que se cansaba o eso, o empezaba a tener hambre. O ambas. No puedo rendirme, tengo que seguir mejorando.

Al intentar conjurar de nuevo Mytrandir su varita salió volando y tuvo que dar una carrera para recuperarla, y al intentarlo por última vez apenas se levantó una suave brisa. En verdad era complicado de dominar y tendría que conformarse por el momento. - Vaya, será mejor que me siente un poco, o no voy a llegar a la hora de la comida. - Se sentó unos instantes sobre la hierba para descansar mientras los demás practicaban. En eso notó que su estómago se quejaba y ruborizándose se rascó la nuca. - Pues si que da hambre esto de aprender. - dijo riendo. Nota mental: No intentar crear tornados antes de la hora de comer.