Partida Rol por web

Fue entonces que salio Richard Olson, un niño que a Katherin le daba calosfrios tratar (y eso que no tenia piojitos ni nada). El niño solo vino a ver que podia averiguar y encima acusaba a Artemis de invocar demonios, no se podia ir mas lejos en cuanto a infamia. Katherin queria hechizar a Richard por sus palabras pero entonces vio como este se iba en silencio y tan rapido como habia aparecido. La niña casi se echa a reir por ver tanta cobardia en un solo dia pero noto que Artemis seguia sulfuroso, como si quisiera usar su magia para hacer todo el daño que pudiera a Richard Olson, la niña fue hacia el y le dijó a modo de tranquilizarlo:

-Ya ya Artemis, el no merece la pena.-Camino un poco para volver a sus pergaminos y plumas-¿Que les parece si seguimos practicando un poco mas con la runas?

Dcho esto Kat volvio a concentrarse en las runas. La runa Oscuridad volvia a resistirse, no así la de poder sagrado que por fin habia podido dibujar. Ya faltandole solo una Katherin se sentia mas o menos satisfecha, tomó sus cosas y regreso con los demas al castillo que habia sido un dia muy largo.

Tras el incidente con Richard, todos regresan al castillo, cada quien a sus asuntos.

El lago era un sitió tranquilo y bastante pacífico, solo estaban los animales y "Pulpi" el calamar gigante del lago y sus ocasionales visitas a la orilla del lago. Era una buena mañana, no había nubes en el cielo, era perfecto.

Katherin hizo calistenia en los músculos de los brazos, ahora tocaba prácticar un poco. Vio de un lado a otro en búsqueda de algún "voluntario", notó que había un conejito mordisqueando la hierba, decidida apuntó su varita hacia el y conjuró:

-Impedimenta.

El clásico sonido de trompetilla salio de la varita, Kat respiro manteniendo la calma, no nada de estrés. Apretó su varita y conjuro otra vez:

-Impedimenta.

Esta vez hechizo salio bien y el pobre conejo se vio inmovilizado de sus patas, la criatura chillaba del miedo al sentir sus patas pegadas entre si. Kat se acerco a el y mientras lo acariciaba para intentar calmarlo le dijo:

-Ya ya chiquito, no te asustes, ahorita te liberó.

Dijo con confianza, aunque realmente no estaba segura ya que era uno de los hechizos que le faltaba por aprender. Cerro los ojos y se concentró en las siguientes palabras:

-Finite Incatatem.

El resultado fue que las extremidades del conejo se vieron liberadas. La liebre brincoteo del gusto y salio corriendo hacia los arbustos. Sintiéndose agusto consigo misma por dejar libre al conejo tocaba intentar el siguiente conjuro de la lista, miro los alrededores y vio a un pájaro carpintero picoteando un árbol, apuntó hacia este y conjuro:

-Petrificus Totalus.

El pájaro quedo endurecido y tieso cayendo al piso. Kat lo levantó impresionada, no podía creer que el año pasado le costará tanto trabajo este hechizo y ahora le salió como un estornudo. Ahora tocaba devolverlo a la normalidad, teniendo al ave en su mano conjuró:

-Finite Incatatem.

El ave volvió a la normalidad despegando de la mano de Kat y volando lejos de ahí. Kat suspiro aliviada, habían sido varios conjuros en un día, por ahora tocaba descansar un rato en el gran comedor.

Estuve revisando el libro de Blake en vacaciones y encontré este hehcizo, se llama Mytrandir, en teorí es capaz de crear un espiral de viento cortante alrededor del usuario, sólo afecta a aquellas personas, seres u objetos que intentan dañar al conjurador.

Aún no lo he probado, pero supongo que funciona bien. ¿Qué les parece si intentamos primero este y luego el patronus? - pregunto con calma.

- Por mí, bien.

Alcé la varita, di varias vueltas con la muñeca buscando calarla...

- Mytandir...

¡Rayos! Pero si era Mytrandir, no Mytandir... Pateo el suelo. Menuda maga soy.

- Ok, empecemos por ese entonces - dijo Freddy preparándose.

- ¡Mytrandir! - conjuró consiguiendo a penas un leve viento a su alrededor. Parecía que el hechizo había fallado y tendría que intentarlo de nuevo. Era un hechizo complicado.

Al ver el éxito de Freddy, decido probar suerte, sólo espero que me salga bien y no se me vaya de las manos.

Cogo mi varita y me concentro. - Vamos querida amiga podemos lograrlo. - pienso antes de inhalar una gran cantidad de aire.

¡​Mytrandir! - digo con calma y serenidad.

Tras repetir el conjuro elevo mi varita al cielo y siento la magia fluir, la había logrado allí estaba el espiral de viento, envolviéndome en su manto protector.

Seguí practicando. Esta vez dije la palabra correcta, pero creo que el movimiento sigue estando mal.

No, esto tiene que salir...

Cuando ya pensaba que el hechizo había fallado definitivamente, el viento empezó a soplar con más fuerza a su alrededor y a formar un circulo protector a su alrededor.

Aunque había creído que era un fallo, la inestimable ayuda de sus compañeros había surtido efecto.

- No te preocupes, Daphne. ¡Estamos aquí para ayudarte! - le dijo a su compañera cuando hubo fracasado su primer intento. Como ella bien había dicho en el comedor. Gryffindor debía ser una piña.

Vamos Daphne, que ya casi lo tienes prueba una vez más y si no, usaremos las runas de ser necesario. - digo animando a mi amiga.

El viento del hechizo de Freddie me revolvió el cabello. Suspiré contenta por sentir el aire contra mi cara es una sensación que siempre me ha gustado, y sonreí de orgullo por Fred.

Sacudí el brazo, preparándome. No me quería quedar atrás.

Freddy me dice que van ayudarme. Veo a mis amigos y siento su apoyo. Me planto de manera más firme en el suelo, decidida.

- ¡Mytrandir! - Sigue saliendo una humareada sin forma. Vuelvo a sacudir el brazo, decidida a que vuelva a salir ese viento. - ¡Mitrandyr!

Ahora sí, ahora sí...

Luego de tres intentos fallidos, Daphne logra realizar con tal precisión el hechizo que la magia empieza a fluir de forma rápida y violenta a través de la joven Gryffindor.

Un segundo bastó para que Daphne creara un verdadero vendabal, el cuál derribo a Artemis y a Freddy, quienes observaban anodados el tremendo poder desatado por su amiga.

Wow!!! Eso fue increíble Daphne. ¿Cómo lo hiciste? - pregunto con los ojos abiertos como platos.

- Yihaaa!!!

¡Funciona, funciona!

Miro maravillada el viento, con tal fuerza que es visible, y río de la pura emoción. ¡Estoy eufórica! Hojas de árboles lejanos y pasto se levantan, girando en círculos violentos a nuestro alrededor. Mi brazo temblaba, y en respuesta al desafío lo levanté más fuerte, haciendo más alto el tornado.

Miro hacia atrás a mis amigos, para gritarles emocionada "¡lo hice" cuando no los veo. Bajo la vista al suelo, y allí están, derribados también.

- ¡Oh por dios!

El tornado baja, haciéndose mucho más tenue. Les ofresco mi mano a cada uno, para ayudarlos a levantarse.

- ¡Solo lo hice! - exclamé - Estaba feliz, ustedes creían en mí, y yo... Whoa...!

Y si. Whoa!

Creo que por eso no podía concentrarme antes. Comencé el año anterior muy segura, y este me la pasaba temiendo lo que pudiera ocurrir.

Les miro, como si fueran lo más valioso que tengo. Ahora me siento más fuerte.