Partida Rol por web

Mientras los diablillos fallan en sus ataques la vos de Glaudos llega a tu cabeza.

Mi señora, esta batalla está perdida, puedo sacarla de aqupi en cuanto me lo ordene, pero sus aliados ya están acabados, incluso estos inútiles diablillos sólo retrasaran lo inevitable.

Sólo deme la orden y la pondré a salvo. El resto que se joda.

La envestida del hechizo fue brutal, el desgarro rompió su falda y parte de su camisa, un poco mas y los cortes le privan de su falda dejándola expuesta. Ante esto Kat no sentía sus considerables heridas sino un terrible sentido de pena y vergüenza, dejándolo demostrado por lo coloretes que había en sus mejillas. Grito avergonzada y le recriminó a Eliphastus:

-PERVERTIDO, ELIPHASTUS ERES LO PEOR.

De lo molesta que estaba hubiera ido a darle una cachetada pero había una horda de diablillos flanqueado el paso, eso tendría que esperar. Cubriéndose como pudo su piel expuesta fue a ocultarse detrás de un librero viejo y de aspecto destartalado, no quería que sus amigos la vieran así. Ya ahí le entro un horrendo sentido de pena, como quería desaparecerse del sitio, tanto así que usando su varita dibujo dos símbolos raros en su muñeca, solo susurrando:

-Iratze.

las marcas no hicieron lo que quería, no la desaparecieron ni le quitaron su pena. Harta sacó de su bolsita de mano una daga plateada de aspecto extraño y con ella se tallo los mismos símbolos en la muñeca opuesta, ¿era tanta su vergüenza que intentaba suicidase?.

Hecho esto mantuvo su varita en alto y en guardia, quería vivir lo suficiente para que las marcas actuarán.

Los diablillos apenas eran una molestia sobre las que mantener un ojo, al menos mientras lidiaba con el problema principal que suponían los otros magos y el demonio. Un problema que pronto acabaría.

- Engorgio.

Pronuncie y el hechizo golpeó, no en ninguno de nuestros oponentes a los cuales me costaría impactar, sino directamente en una sección de lanzas. Les dividiría en dos grupos más manejables o les aplastaria en el camino, dependería de ellos ser lo suficientemente rápidos para escoger.

Cuando Hellen hechizo las lanzas de madera bloqueo el camino de grupo de Samantha el cual quedo atrapado escaleras arriba conjuntamente con Janelle y el demonio Glaudos, mientras las llamas empiezan a propagarse por el segundo piso.

La gruesas estacas desplazan lentamente el cuerpo de Richard justo hasta el interior del pasillo del segundo piso

Viéndome atrapada en el a segundo piso con los alborotadores y con el fuego expandiéndose, intenté mantener la distancia de ellos, especialmente de Samantha quien era la mas peligrosa e ese momento. Apunté hacia ella con la varita - Expelliarmus.

Samantha observó la escena y maldijo, los malditos escaparían. Elevó un poco la voz y les dijo;

Diablillos, cumplan su cometido, mátenlos.

Y tras eso observó que solo quedaba una persona a la que enfrentarse. Observó el conjuro de desarme venir en su contra y se protegio

Protego

Tras eso, apuntó su varita hacia ella y le dijo a Glaudos

Acabaremos con ella, y luego saldremos de aquí.

Dijo, y tras eso, conjuró;

Gladii Elementum

Conjurando un grupo de púas envenenadas en dirección a ella.

El último hechizo de Hellen había atrapado a Jane con Samantha y compañía afortunadamente Eliphastus estaba desarmado y richard paralizado, al tiempo que los diablillos habían quedado de nuestro lado, debíamos acabar rápido con ellos para poder acudir en auxilio de nuestra amiga, pero antes de ello me cargaría al diablillo que estaba intentando matar a mi novia.

¡Oye tu idiota! ¡Aléjate de mi novia! - grito con furia mientras apunto contra el único diablillo que no estaba volando y que se dedicaba a acosar a Hellen

Exordio - Un potente proyectil de fuego sagrado impacta en el cuerpo del diablillo, el cual quedo envuelto en llamas sagradas mientras chillaba de dolor. - ¡Arde hasta consumirte por completo! - le grito mientras corro a auxiliar a Hellen.

Me levanté como pude, y observando la escena de combate que sucedía, busqué mi varita con mi mirada, e intentando esquivar cualquier situación de combate, me lancé a buscarla para poder ocuparla lo antes posible.

Umbra tiene 8, es el más paroso de todos a Glaudos le di a 18, con menos no le doy, tiene más defensa que Richard, pero si te das cuenta el daño contra Glaudos fue atenuado por su resistencia.

Al parecer Richard olvidó que Umbris no es guerrero sino alquimista, pero igual lo mando a luchar, en lugar de ordenarle que lo cure y eso lo sabía desde el día que lo imvocó.

Las cosas se estaban desmadrando demasiado rápido y el fuego estaba empezando a consumir la casa de los gritos, no le preocuparían los que estaban en el segundo piso si no fuera por que Janelle estaba allí atrapada en solitario.

"¿Quizá pueda servir?" pensó mientras comenzaba a concentrarse en su hechizo.

- !Expecto patronus¡ - conjuró intentando que su hechizo golpeara fuertamente a Glaudos y pudieran dedicarse a lo más importante. Salvar a su compañera y salir de allí.

Luego que Hellen creara una barrera que separó a Samantha y sus amigos del resto del grupo, Janelle intentó desarmar a Samantha quien al percibir el conjuro realizado por la Ravenclaw decidió contrarrestarlo con un protego, pese a que la puntería de Janelle no fue muy exacta.

Acto seguido, Artemis decidió acabar con el daiblillo que amenazaba la vida de Hellen con un poderoso proyectil de fuego sagrado, el cual acabo con la vida del diablillo quién cayó al suelo chillando de dolor antes de morir. Mientras tanto Eliphastus bregaba por intentar coloarse entre las estacas de madera para recuperar su varita.

Por su parte, Kat al notar las terribles rasgaduras de su ropa, buscó un refugio en el cual empezó a atender sus heridas, al tiempo que Freddy conjuraba su patronus y lo lanzaba escaleras arriba para ayudar a Janelle, sin embargo el zorro plateado falló su ataque inicial para luego posicionarse al lado de la Ravenclaw gruñéndole furiosamente al demonio.

Mientras Artemis intentaba auxiliar a Hellen Cain intentó golpearlo con un potente Filipendo errando por mucho su blanco mientras Abel se avalanzaba sobre ambos jóvenes forzando a Artemis interponerse entre Hellen y el diablillo quien le hizo dos profundos rasguños en la espalda, hiriéndolo de consideración mientras reía como maníaco, al tiempo que se alejaba volando del joven Gryffindor.

Al tiempo que la sangre manaba de la espalda de Artemis, Noctumbris se lanzó contra Freddy volviendo a errar su blanco.

Finalmente Glaudos centró su atención en Janelle a quien intentó alcanzar con una e sus mortales descargas eléctricas, la misma que la joven Ravenclaw, esquivó por un pelo.

Después de su frustrado intento de suicidio Kat se sentía peor o eso creía, en medio de su miseria Artemis fue herido por un diablillo haciéndolo sangrar. Como si su cuerpo se moviera e ignorando su vergüenza por inercia fue hacia el, saco su varita y conjuró:

-Iratze.

Dicho esto talló un par de marcas en la parte derecha de su espalda, vio que no hizo mucho por lo que repitió el hechizo en la parte izquierda de su espalda, para terminar la película sacó otra vez el cuchillo y le susurro:

-Descuida, pronto te hare sentir bien.-Dijo la Rubita con cierto tono siniestro.

Seguido de eso tallo en carne viva del Griffindor otras 2 runas brillantes en la parte central-baja de su espalda. Atendido su compañero iba a esconderse otra vez cuando sintió un leve golpe de calor, volteo la vista y con terror vio que las llamas se extendían. Sin perder tiempo sacó su varita y conjuro:

-Aguamenti.

Un abundante chorro de agua baño las llamas y las apaciguó*. Hecho esto volvió a su escondrijo, los vapores calientes le habían recordado que tenía su falda rasgada y con eso su necesidad de esconderse, una vez ahí mantuvo su varita en alto a la espera de cualquier cosa.

La situación se ponía fea, el fuego seguía avanzando y no podía salir de allí, además de tener a Samantha atacándome junto a su mascota demoníaca, ¿o era el de alguno de los otros dos? Fuera como fuera, dudaba de que pudiera contra los dos, pero no tenía más que aguantar hasta que mis compañeros pudieran apagar el fuego.

Entonces, vi un zorro plateado a mi lado. Sorprendida, miré atrás y me di cuenta de que Freddi lo había invocado. Sonriendo, sujeté mi varita con mayor determinación. Apunté a una madera caída en el suelo.

- Waddiwasi - dije apuntando inmediatamente a Samantha.

Ni siquiera perdí tienpo en decir nada cuando uno de los diablillos hirió a Artemis cuando estúpidamente intentó protegerme sufriendo el las consecuencias. En lugar de ello, me transformé, notando en primer lugar el penetrante olor del humo del incendio y en segundo las carcajadas del diablillo, que creyéndose vencedor del combate, subestimaba totalmente mi velocidad... y la fuerza de mis mandíbulas.

Intenté agarrar mi varita como pude, a pesar de todo, lamentablemente, la situación estaba resultando incapaz, debería hacerlo nuevamente para poder conseguirla luego.