Partida Rol por web

Al escuchar las palabras de Artemis los adultos los miran bastante confusos, una confusión de la que no tardan en salir al escuchar lo dicho por las chicas y tras intercambiar algunas palabras que no logran entender, Minerva McGonagall se dirige de nuevo hacia ustedes.

¿Cómo es vuestro mundo? ¿Allí también gobierna Grindelwald? ¿Y quién es ese Voldemort del que hablan?  - pregunta un tanto esperanzada y ansiosa, al tiempo que observa a los demás adultos que también los observan con atención.

Tras responder la primera pregunta, los efectos de la poción se empiezan a desvanecer, pero antes de que eso suceda, la profesora McGonagall nos acosa con otras tres preguntas y aunque lucho por guardar silencio, mi lengua me traiciona.

De donde venimos no hay guerra, Grindelwald fue derrotado por Albus Dumbledore y Lord Voldemort fue un mago tenebroso muy peligroso que se hacía llamar así mismo el señor Tenebroso hasta que fue derrotado por Harry Potter a finales de la decada de los 90. - respondo mientras sudo profusamente intentando salir de los efectos de la poción.

Mierda, esto de tener que decir la verdad es un problemón, mira que usar veritaserum con unos adoleslescentes...

- Voldemort es como ese Lord Liche de vuestro mundo en el nuestro, un mago tenebroso que buscaba gobernar sobre todos - era un problema tenerque explciar más de lo necesario, sobre todo si Dumbledore era malo allí.

Sin embargo, no teníamos más remedio.

- Albus Dumbledore es bueno en nuestro mundo.

Aquí también lo era, hasta que el amo de la muerte lo asesino y lo trajo de vuelta a la vida con la piedra de la resurrección.

Dumbledore era el mejor de nosotros, pero ni siquiera el pudo con Grindelwald. - dice Snape negando con la cabeza.

En mi opinión estos jóvenes no representan ninguna amenaza para nosotros. Tom, Minerva. ¿Qué opinan? - pregunta Snape  mientras se gira hacia los otros adultos.

Si están dispuestos a combatir, son más que bienvenidos, en especial con el ataque que tenemos en mente. 

Por cierto, disculpen mis modales, mi nombre es Tom Riddle y soy el último director en ejercicio del colegio Hogwarts, el cual dejo de funcionar hace unos diez años.

Ahora me encargo de liderar a la resistencia contra el amo de la muerte, somos muy pocos los que quedamos para plantarle cara a Grindlewald.

Luego de que el Ministerio Fránces, el  Macusa y el Concejo de gobierno Argentino cayeron, nadie ha podido organizar una verdadera defensa contra el Amo de la Muerte y sus cazadores, pero ahora, luego de casi siete años de dominio absoluto sobre el mundo, finalmente tenemos una oportunidad.

Pero de eso les hablaré luego, por ahora descansen y pónganse cómodos, que esta noche toca luchar, Minerva los conducirá a su habitación. - dice el hombre con una sonrisa, mientras abandona la habitación, al tiempo que Artemis intenta echar mano de su varita.

¿Cómo habían llegado a tal punto con tan sólo robar un libro? Y si ese libro era tan importante, ¿cómo había logrado el tal Grindlewald volverse tan poderoso? Le empezaba a doler la cabeza de intentar dar con la solución a aquel problema.

Allison miró preocupada a sus amigos, luego nuevamente a Snape, dándose cuenta de lo que había pasado. No sabía si alegrarse de que confiaran en ellos, u horrorizarse por lo que acababa de pasar. Por el bien de todos iba a hacer de tripas corazón y no montaría una escena, podría haber sido peor. 

Y ahora, tendrían que luchar. ¿Ellos? Pero acaso iba a ser ella útil de modo alguno, tan sólo eran unos críos y ni tan siquiera Dumbledore había podido con aquel Mal. Lechugas... Ni siquiera quería pensar que su querido director se había convertido en un monstruo que amenazaba sus vidas, y lo más irónico de todo.. Tenían frente a ellos a un hombre, que en su mundo era el verdadero enemigo. Tom Riddle. Manda narices.

- ¿De verdad podremos ser útiles? - preguntó a la profesora McGonagall soltando la preocupación que le reconcomía la cabeza, tal vez fuera un empujoncito del veritaserum para soltar aquello que le preocupaba. Tenían un problema que solucionar, pero no tenían ni idea de como y tampoco sabían hasta que punto era seguro contar nada más.

Todo aquel que pueda luchar nos es útil pequeña, pero por ahora no puenses en eso, lo más importante en este momento es que descanses, esta noche vamos a darle un duro golpe a Grindelwald, un golpe que podria cambiar la historia. - responde la profesora.

Tras un momento de indecisión, el Gryffindor aparta la mano de su varita y se deja caer en el suelo cediendo el único camarote de la habitación.

El rostro de Artemis denotaba confusión, por un lado, acababa de enterarse que Grindelwald derrotó a Dumbledore y lo hanía convertido en una especie de inferi o algo peor y por otro lado Tom Riddle parecía ser un buen sujeto.

Por su parte, las chicas aún no conseguían atar los cabos sueltos, pues era como si les faltara una pieza del rompecabezas, una variable extra que diera sentido a toda la ecuación.

Los tres permanecen en la habitación hasta ser convocados a la reunión de la tarde.

Tras ser escoltados a nuestra habitación, el hombre que parecía dirigir todo finalmente se presenta como Tom Riddle.

Al escuchar el nombre de aquel sujeto senti un fuerte deseo de acabar con él, pero afortunadamente me contuve.

Chicas no entiendo de que va esto, según los libros de historia fue Dumbledore quien derrotó a Grindelwald y no al revés.

Vamos chicas díganme que ocurrió antes de que me llamaran, quizá pueda ayudarlas. - digo antes de mirar a mis amigas y dejarme caer al suelo.

Todo era demasiado confuso para mi y lo peor de todo es que en ese momento me había convertido en un volcán de hormonas a punto de explotar, pues por alguna razón que no comprendía del todo, cada vez que muraba a Allison mi corazón se aceleraba y no podía pensar con claridad.

Había algo en Allison que me ponía un poco nervioso y me hacía mirarla de otra forma, quizá fuera su hermosa sonrisa o su cabello rojo como el fuego o sus lindas pecas o el timbre de su voz.

¡Eh Flamel. Céntrate! - pensé mientras apartaba la vista de mi amiga y me concentraba en el cais que me rodeaba.

Piedra de la resurrección, nunca lo había oído, ¿hasta qué punto habíamos alterado el futuro con nuestro acto? ¿Podríamos enmendarlo? Preocupada, me mordisqueé el labio. Un mundo en el que Dumbledore no llegó a derrotar a Grindelwald y dominado por un amo de la muerte, eso no tenía que haber pasado. Devolví la mirada a Allison, ella también parecía pr

- Yo lucharé, sea lo que sea que tenga que hacer, lucharé - dije con una media vocecita. No estaba realmente segura de que esto estuviera sucediendo realmente o era sólo una ilusión parte de la prueba, pero no dejaba de sentirme culpable de lo que había pasado. Lo solucionaría, fuera como fuera.

Nos condujeron a una habitación e inmediatamente Artemis empezó a hacer preguntas.

- No... no ocurrió gran cosa, sólo nos llevamos un libro - expliqué con una abatida voz - llegamos a un tiempo en el que encontramos un Dumbledore adolescente y su hermano y otra chica discutiendo sobre recuperar este libro de manos de otro chico que resultó ser un adolescente Grindelwald. Grindelwald parecía sólo un chico asustado al que estaban intimidando unos grandulones, así que lo ayudamos pero le quitamos el libro y salimos corriendo. Después todo se lío, Rowena nos amonestó y terminamos aquí contigo - suspiré - tal vez hubiera sido mejor no hacer nada y quedar en la ignorancia como bien dice la prueba.

Conforme Jane hablaba,  yo iba abriendo los ojos como platos, pues no podía dar crédito a mis oídos.

¿Acaso tienen idea de lo que han hecho chicas? - pregunté un tanto exaltado.

Cuando uno viaja por el tiempo, jamás debe alterar nada ni mucho menos tomar algo, por más insignificante que dicho objeto parezca, puede que su rol sea de vital importancia para la historia. - digo mientras le tiendo la mano a Jane para revisar el libro.

Aparentemente se trataba de genealogía mágica, del que no pude sacar nada de interés.

Bueno ni modo, no sé que pueda tener de importante este libro, pero os ayudaré a devolverlos a donde pertenece.

Una vez se quedaron a solas los tres en la habitación, la pelirroja se sentó donde pudo, dejando caer los hombros abatida por todo lo que se les venía encima. Mientras tanto escuchaba a Jane contarle al chico lo que habían vivido hasta entonces durante la prueba de Rowena, el encuentro, Grindelwald, aquel libro... Ugh, que patata...

En eso, notó la mirada de Artemis que iba y venía en su dirección, lo que provocó que cuando sus miradas se cruzaban, notaba como los nervios afloraban, tenía que intentar centrarse en el momento. La habían liado parda y aunque no supiera muy bien cual era su papel en todo aquello, quería hacer lo máximo por ayudar a Jane. Tan sólo esperaba que sus acciones pudieran enmendarse. 

- Lo que no entiendo muy bien es que como Grindelwald ha llegado a vencer a Dumbledore sin el libro, quiero decir lo.. Tomamos prestado y.. No sé, ¿qué tiene de especial? - soltó entonces a una duda que le iba reconcomiendo la cabeza desde la regañina de Rowena. - A ver quiero decir, es verdad que alterar el pasado es lo peor que puedes hacer por nimio que sea... - concedió echando una mirada de disculpa hacia Artemis, estaba claro que habían metido la pata al robar el libro. - Pero debe haber alguna conexión... ¿Tal vez luego acababa en posesión de Dumbledore y le ayudaba a derrotar a Grindelwald? Por poner un ejemplo.. - dijo con tono frustrado mientras soltaba un suspiro y empezaba a retorcerse un mechón de pelo, al menos así descargaba un poco toda la tensión que se estaba acumulando.

Los Peverell son una familia de magos ligada directamente con la leyenda de las reliquias de la muerte, tres objetos mágicos muy poderosos capaces de convertir a cualquier mago en el amo de la muerte.

Según reza el folklore, esta familia de magos, es descendiente directa del menor de los tres hermanos y sus últimos descendientes conocidos se asentaron en el valle de Godric.

Nadie sabe a ciencia cierta si los tres objetos son reales o no, o al menos dudaban de su existencia hasta algunos años después de la batalla de Hogwarts.

En tu línea de tiempo, el paradero de dos de las tres reliquias es desconocido, sólo se sabe que la varita de sauco, la más poderosa de todas está en poder de Albus Dumbledore, quién la obtuvo de Gellert Grindelwald.

Parte restante de la información:

Desde muy joven Grindelwald estuvo obsesionado con las reliquias de la muerte y busco aliados poderosos que lo ayudaran a localizarlas, aliados como un prometedor mago de Hogwarts, Albus Dumbledore.

Tras convencer a Dumbledore de que las reliquias eran reales, él y Dumbledore se volvieron muy cercanos y empezaron a trazar una estrategia para hacerse con el control de las reliquias.

Sin embargo, la amistad de ambos llega a su fin tras la muerte de Ariana a manos de Grindelwald, quién la mató por accidente.

- Este nombre, lo he leído en alguna parte...

Pasé las hojas una y otra vez y volví atrás para leerlo de nuevo. Mientras hojeaba el libro, unos recuerdos empezaron a revolotear en mi mente, las largas tardes de estudio en la biblioteca y un libro en concreto que hablaba de antiguas reliquias. Fue entonces cuando me di cuenta porqué el nombre de Peverell se me hacía conocida.

- Ya me acuerdo, son una antigua familia de magos. ¿Habéis oído hablar de las reliquias de la muerte? Hay una leyenda sobre ellas y tres hermanos, seguro que la conocéis. Pues se dice que los Peverell son descendientes del menor de los tres hermanos. 

Cambié el peso de mi cuerpo de un pie al otro, nerviosa, y miré a Allison y Artemis.

- Grindelwald estaba obsesionado con estos objetos y su búsqueda, y creo que Dumbledore también estaba metido en la búsqueda, no por nada tiene la Varita de Sauco en su poder. ¿Creéis que esto tenga que ver con lo que está ocurriendo? Al quitarle el libro, tal vez hayamos evitado que encontrara las reliquias, pero ¿qué tiene que ver esto con que Dumbledore se haya vuelto malo?

Créelo o no Jane, eso tiene mucho sentido. ¿Recuerdas lo que le ocurrió a la esposa del segundo hermano? - pregunto mientras me pongo de pie y me recuesto contra la pared.

Ella estaba muerta, peto el hermano del medio usó la piedra para revivirla y la mujer se convirtió en un ser frío y sin sentimientos, tanto así que orilló a su hermano a la locura y al suicidio.

Si alguien como Grindelwald hubiera usado la piedra en alguien como Dumbledore.... - agrego bajando la cabeza, negándome a continuar con la frase, pues creía que era obvio lo que quería comunicar.