Partida Rol por web

- Araña - le corrijo descarada - Haberse molestado en comprobarlo.

"Profesor, creo que el lema de Hogwarts era "Draco dormiens nunquam titillandus" ¿No es así?" le pregunta muy seria, muy estirada y tremendamente asustada. Le está llevando TODO  su coraje el mantenerse firme y el hablar. Y es que el profesor Bane intimida más que cualquier demo-araña.

Kat no tardo en llegar, estaba muriendo de sueño y apenas se había vestido ni se diga de su cabello que estaba hecho un desastre, eso rematado con sendas lagañas que aun estaban en sus ojos. Así no ganaría un concurso de belleza.

—Buaa—bostezo —Buenos días.

Dicho así se paro junto a Hellen y Jackie. De ahí no movió ni un dedo, no con esos ojos penetrantes e inquisitivos mirando. Bane como asesor demostró ser casi un déspota cruel ahora no quería saber los horrores que tenia planeados el cazador de demonios a modo de castigo.

Allison divisó en la distancia la figura de Bane que ya los esperaba allí, apretó el paso hasta alcanzar al resto, casi estaban todos. Mientras se frotaba un ojo terminando de despejarse, saludó aunque con un tono más apagado de lo habitual. - Buenos.. días. - realmente a juzgar por el ambiente, de buenos tenían poco. Y probablemente fuera a peor a juzgar por la cara del profesor.

Pero prefirió no volver a abrir la boca, y se quedó en silencio mientras el frío de la mañana terminaba de despejarla por completo. La punta de su nariz y sus mejillas se estaban poniendo rosas por la temperatura.

Freddy no dijo nada y esperó las instrucciones del profesor. Consideraba, ya por si solo, injusto que les castigaran en vez de darles una mención de honor pero sabía que Bane no lo reconocería. Así que permaneció en silencio... esperando.

Mérida llegó a penas un par de minutos después que Freddy y Bane le dedico una de esas miradas que matan haciendo que la rubia se pusiera bastante nerviosa.

Era claro que Bane no estaba nada contento y antes de que ustedes pudieran reaccionar, les señaló hacia un círculo de runas grabadas en el suelo.

Párense alrededor del círculo y a mi señal podrán escoger si dar un paso al frente o quedarse donde estén parados en ese momento. - dice el docente mientras se ubica a un lado del círculo.

Una vez que todos están ubicados, Bane los observa con detenimiento y reanuda su discurso.

Sus acciones de la noche anterior me han demostrado que todos ustedes carecen del más mínima pizca de sentido común, sólo un auténtico idiota o un suicida confronta a su enemigo en dónde él es más fuerte sin contar con un plan claro.

Para mi, resulta evidente que el ser con el que lucharon anoche pudo haberlos matado, por no dejar de mencionar las acromantulas.

Magos mucho mayores y más hábiles que ustedes mueren todos los años combatiendo a esas bestias. En verdad me decepcionan. - dice Bane negando con la cabeza.

Sólo uno de ustedes tuvo el suficiente cerebro como para buscar ayuda más capacitada, por eso, señorita Voorhes un paso atrás, lo que mora en el círculo de runas no es para usted, puede retirarse si gusta. - dice Bane mostrando la nota de Jackie.

Con los demás, este es el momento de elegir, dentro del círculo mora un ser que puede concederles un inmenso poder a cambio de un precio.

¿Cuál es ese precio? Pues bien, eso tendrán que descubrirlo ustedes, pero una vez tomada la decisión, está será irreversible y cambiará su vida para siempre.

Aquellos que decidan encarar lo que mora en el círculo prepárense para pagar el máximo precio a cambio del máximo poder. Ahora cierren sus ojos y decidan.

Eso no era un castigo y si Bane no sabía lo que iba a hacer al respecto, es que me había ignorado demasiadas veces... o no era Bane. Pero más importante que eso era otra cosa, como la sensación de saber lo que había ahí dentro, y eso suponía un cambio total a mi reacción.

Y es que Allison no daría el paso, Kat no debería y Freddy no era tan estúpido, pero Artemis... sólo esperaba ser más rápida.

- Inmobilus.

Lancé el hechizo a toda velocidad casi sin darme tiempo a abrir los ojos pero directo hacia el Gryffindor.

Lejos de un regañó severo Kat quedó confundida al ver lo que estaba diciendo Bane.

—esas runas.......¡¡no puede ser!!—dijo espantada.

Tenía que ser un juicio, un juicio a los ojos de Dios; si se probaban dignos serían ensalzados pero sino serían castigados, normalmente con la muerte. Kat tragó saliva y veía con miedo aquel círculo que resumaba energía divina.

Bane tenía razón, habían sido imprudentes e inpusivos, yendo de cara a la muerte frente a un demonio arácnido gigante. Vio por un momento a Artemis y pensó en las consecuencias, otra vez estuvo a punto de morir y no había nadie entre los que fue que pudiera sanarle (hasta donde sabía) ¿que hubiera pasado si ella no hubiera ido?. No quería pensarlo.

Fue así que La Rubita cerro los ojos y..............

Con los ojos cerrados Kat sentía miedo, estando tan cerca del circulo le hacia sentirse indefensa y sola, era como si estuviera desnuda frente a una mirada implacable que no dejaba de juzgarla. Tenía ganas de llorar e irse corriendo, buscando un sitio para esconderse del escrutinio del altísimo.

Fue así que planeaba retirarse, echarse para atrás, no saber nada de las encomiendas del señor. Más cuando daba un paso hacia atrás su mente la apuñaló con la siguiente pregunta ¿y que tal sí hubiera aceptado? Y ¿como podría vivir sabiendo que había huido?. Su Nana le dijo mas de una vez que fuera valiente y siempre fuera por la vida un paso hacia adelante; asi le dijo cuando le asustaba el perro bravo de los vecinos, aquel mástil grande y feroz siempre le asustaba cuando iba a hacer los encargos, una vez incluso casi le muerde. Estuvo escondida bajo las sabanas por un par de días, fue ahí donde intervino su Nana, ella le consoló y le dio ese consejo. Así se armo de valor y cuando paso cerca del perro ella tomo una piedra y aun con miedo le dio una perdrada a la cabeza, ¿como sería su vida sí no hubiera dado aquella pedrada y hubiera seguido escondida en su cama?.

También estaba el tema de los demás, conforme pasaba el curso y más en esta ultima batalla Kat notó que no era tan fuerte como Hellen quien arrasó en aquella lucha. Artemis, Hellen, Freddy, Mérida, Alison, Jackie hasta Jane se habían vuelto muy fuertes. Se sentía relegada, a quedar en segunda linea o como un lastre, incapaz de estar a la altura de sus amigos quienes se volvían magos extraordinarios y ella en cambio no avanzaba. No, no podía quedarse atrás.

No, no viviría en el miedo. Fue así que Kat dio un paso al frente y se introdujo dentro del circulo.........
...

¿Cómo había dicho? Todo aquello le pilló por sorpresa, la cara de desconcierto de Allison lo decía todo. ¿Qué clase de castigo era aquel? Leyendo entre líneas se trataba de algo bastante peligroso... Pero, si se habían enfrentado a los horrores del Bosque Prohibido, ¿por qué Bane los arrojaba ahora hacia un peligro desconocido? (Y por la pinta puede que peor)

A veces olvidaba que estaban todavía cursando su segundo año en Hogwarts, esto era surrealista. ¿Nos está poniendo a prueba? No lo pillo...

Puede que Jackie hubiera actuado con sensatez. (Si es que la nota la hubiera recibido otra persona y no Bane, por supuesto) ¡Pero realmente ningún adulto acudió a tiempo para ayudarles! De no haber seguido a Hellen, hubiera acabado emboscada sola. No se arrepentía de sus actos, sentía que era lo que tenía que hacer. Temerario, sí. Pero correcto sin duda.

Protestar no iba a servir de nada, y seguramente preguntar tampoco. La pelirroja miró a sus amigos con gesto serio y después al círculo de runas. ¿Qué iba a hacer? Esa era una buena pregunta. 

Entonces Allison cerró los ojos y...

No tenía muy claro si Bane los probaba, para ver si eran prudentes y se estaban quietos o no. Pero por otro lado si alguno de sus amigos entraba y estaba en peligro, no podría hacer nada. ¿Qué debía hacer?

Aún con los ojos cerrados, Allison se mordió el labio y dejó escapar el aire por la nariz, estaba claramente preocupada por el destino que tenían ante sus narices. Lo peor era la incertidumbre de no saber que harían los demás. Aunque empezaba a hacerse ideas sobre quién muy posiblemente se arrojase al peligro. 

No quedaba otra. Entraría también, en este lío se habían metido, y de él saldrían también. Juntos.

"Profesor Bane, fui a vigilar, y uní mi destino a mis compañeros. Soy tan responsable de lo que pueda pasar como ellos lo son. Con su permiso, no separaré mi destino del de personas tan valientes, sagaces y capacitadas como ellos"

"Si tan sólo puedo aliviar una iota del calvario que puedan sufrir ellos, entonces bienvenido sea"

Ella se queda en el sitio. Atenta a sus compañeros. En otra era les dirian Sodales.
Quizá alguien más listo aprovecharía para salir corriendo de ahi. Pero los sabios y astutos son el feudo de Ravenclaw, no de Helga Hufflepuff.

Alrededor del círculo de runas, sobre sus botas, la pobre chica fea y maldita toma aire. El que pasa tras los miseros agujeros de su máscara
Y entonces cerró sus ojos, y...

Señorita Voorhes, dado que desea permanecer aquí y participar en este acto, le voy a agradecer que siga mis indicaciones y tome su lugar en el círculo de runas. - responde Bane, señalando el círculo.

Tras llegar al lugar indicado por Bane para el castigo, noté que el profesor estrellita habí preparado algo muy raro para nosotros, un círculo de runas.

¿Qué pretende? Esto no me da buena espina. - pienso mientras observo las marcas en el césped. Sabí bien lo que Bane y Artemis podían hacer con runas y también sabía que el cazador de demonios tenía mucha más experiencia que mi amigo con eso.

Tras escuchar la explicación de Bane, asumí mi lugar en el círculo, reflexioné brevemente y entonces cerré mis ojos y....

La enmascarada ni siquiera lo duda.

Les acompañará. Disfrutó luchando contra las acumántulas, y desde luego no ve nada que castigar sino que premiar en sus amigos.

Pero no. No entrará. No tiene interés alguno en pagar un precio del que solo sabe que es "Terrible". Lo que más ama en este mundo es su familia. El amor de sus padres, y cada vez que su madre es capaz de recuperarse un poco y volver  a ser quien era. Y en cada sonrisa que echa su pequeño hermano.
Perderlos, o que algo les suceda. ese sería el precio más terrible. Sabiendo esto, sabe que ya tiene un tesoro más valioso que cualquier varita.

Por lo que NO entra en el circulo. Permanece al borde, a la espectativa.

"P... ¡Pero si yo no he dicho nada de Lex!"

"Hum... ¿Legiremens?" dice en sus pensamientos "¿A seis alumnos a la vez? Ya cuesta ESCUCHAR a seis personas a la vez ¡Tanto Legiremens debe de estar volviendole a usted loco, profesor!"
"Por no decir que... Esto... ¿Y nuestros pensamientos privados?"

Y es que sin entrar en detalles, Jackie -igual que el resto de sus compañeros- es una adolescente. Y ya sabemos en que suelen pensar los adolescentes