Partida Rol por web

Ups, mierda. 

- Protego!- Digo antes de comenzar a correr para huir mientras esquivaba. 

Esquivando como si se encontrara en una película de acción, Vilma continuó corriendo, al tiempo que los aurores británicos se adentraban en la zona. Una batalla acababa de comenzar y ella estaba metida de lleno en ella. Por suerte, el protego que había realizado la estaba protegiendo en su huía. Un desmaius... otro... un avada...

Justo cuando alcanzaba la puerta exterior recibió uno de los golpes. Se trataba de una bala de arma en el hombro que la impulsó hacia adelante con violencia.

Una auror que pasaba por allí la sujetó con fuerza y decidió acompañarla hasta la zona de escape donde el resto de sus compañeros ya estaban.

Auror:- ¡Allí hay un médico! ¡Podrá curarte esa herida!

- ¡Ni hablar, Kegan!

¿Meterse en plena batalla de aurores? No iba a permitir aquello. Y mucho menos a su hijo. No importaba cuánto quisiera ir, si quería meterse en aquellas "locuras" debería convertirse en auror antes de que ella le permitiera hacer aquello. 

Por suerte, en ese momento llegó Max con la señora Scofield. ¡Habían logrado rescatar a todos! ¡Las misiones habían sido todo un éxito! Pero... ¿y Vilma?

No hubo que esperar mucho a saber la respuesta a aquello pues una de los aurores la traía. Vilma estaba consciente y agotada, pero también herida. Una bala había impactado de lleno en su hombro derecho. La auror la llevó inmediatamente a un medimago de allí antes de regresar al campo de batalla.

Corrí tirando de mi madre hacia la zona que nos había indicado el auror sonriendo. ¡Lo habíamos conseguido! ¡Habíamos conseguido infiltrarnos en Oceans, salvar a mi madre y salir de allí indemnes!. Dejé a mi madre con un medimago para que le hiciera un chequeo y me giré para chocar la mano con Vilma. 

-¿Dónde está Vilma? -pregunté en voz alta. 

Estaba planteándome seriamente el volver a por ella cuando un auror la trajo con aquella herida sangrante en el hombro. Suspiré de alivio al ver que al menos estaba viva y miré al resto de mis compañeros. 

-¿Estáis todos bien?

¡Ups! 

¿Por qué me emociono tan rápido? Mientras menguaba el ritmo feliciano y saltarín en medio de la batalla me di cuenta de que un finfín de magos y ¿muggles? me atacaban. Menos mal que reaccioné rápido con un hechizo protector y que aquel auror tan majo me ayudó a salir del embrollo. Igualmente, mi sonrisa perduró hasta que noté un fuerte ¡au! en mi hombro. Apoyé todo mi cuerpo en el auror, dejándome llevar por él y cerrando los ojos debido al dolor. 

Au, au, au...- Dije mientras llegaba y le guiñaba el ojo a Max para hacerle saber que estaba bien. También sonreí a la señora Scofield y a Tabatha. 

Me llevaron a un medimago y escuché como Max preguntaba si estaban todos bien... Y así era, o eso pude ver ¡Todo había sido un éxito! 

- Me duele mucho, señor...- Le dije al hombre que me iba a curar mientras me apretaba el hombro sangrante con una mano. 

La casa no tarda mucho en venirse abajo. Les ha ido por muy poco y han salido de allí gracias a Anwen aunque también está segura que les ha salvado porque la directora Greenbell estaba ahí. Anwen no es del tipo de personas que se preocupa por los demás si puede irse antes de ponerse en peligro.

No tardan mucho en llegar a la zona en la que están los demás y parece que todas las misiones han salido bien. Al menos, de momento. No está el grupo de Max, Vilma y Bella. Se deja atender por los medimagos aunque no está ni herida ni nada. Su debilidad se debía al desmaius y poco más. Sigue pendiente del camino, intentando ver si llegan sus compañeros. Primero llega Max con una mujer que no conoce, pero parece ser la madre de Max. Vilma no aparece hasta unos minutos después y con una herida sangrante en el hombro. 

Al principio se preocupa, pero luego se da cuenta de que, aunque la herida duela, la vida de su amiga no está en peligro. Sonríe cuando se sienta en la zona de los atendidos.

-¿Estás bien Vilma? No es grave, ¿verdad? Creo que aun podrás seguir animando en los partidos de quidditch - sonríe.

Todos volvían, antes o despuéS... Todos menos Bella. Empecé a golpear con impaciencia mi muslo con el dedo índice. La felicitación de Porcher me pasó medio desapercibida, tal vez porque no mencionó mi nombre, pero cuándo mencionó el de Sean me giré ligeramente. Vi entonces cómo el jefe de aurores había asumido que la madre de Kegan era la responsable de acabar con Tower (cómo no, todo el mundo asumía que el resto era el artífice de las cosas que una jovenzuela rubia conseguía), pero ella nos señalaba a Sean y a mí. Su sonrisa hizo que me cayese un poco mejor además del hecho de que no se llevase el mérito y dijese aquello de "reconsiderar cosas". No sabía a qué se refería, pero había algo en esa frase que me gustaba.

Volví a mirada al edificio cuándo los aurores empezaron a organizarse para ir a atacar. Bella seguía sin estar de vuelta... Y era mi culpa que ella estuviese en este lío. Cuándo Eileen mencionóa  Bella me giré hacia ella, con una clara expresión de preocupación. Convertí mi nervioso repiqueteo en un puño y le asentí decidida. La madre de Kegan podía pararle a él, pero no a nosotras. De hecho, estábamos ahí voluntariamente y no le debíamos obediencia a nadie.

Sin embargo, cuándo me disponía a salir corriendo en busca de Bella junto a Eileen, el último grupo apareció. Mi mirada ni siquiera se detuvo en Max o su madre, en Vilma unos segundos al verla herida, pero tenía suficientes personas preocupados. Mi mirada buscó a la menuda chica morena y cuándo la vi sonreí y corrí para abrazarla.

- Estábamos a punto de entrar a buscarte modo comando. - le dije en cuanto la pude estrechar entre mis brazos.

Bella no dudó en abrazarse a Emily en cuanto llegó con mucha fuerza. Lo cierto era que había pasado miedo. Había tenido que inventarse un montón de cosas en las cocinas y algunas de ellas realmente inverosímiles. Con la explosión había temido por sus amigas y cuando estuvo corriendo solo pensó en encontrarse con ellas. 

- ¡Me alegro tanto de que estés bien...!- cerró los ojos. ¡No iba a llorar ahora! ¡No se iba a poner sentimental!- ¿Qué hay de Tower? 

Tenía miedo. ¿Y si aún seguía en el interior y todo aquello no había acabado? ¿Les perseguiría hasta la saciedad? No quería vivir huyendo o con miedo. Suficiente tenía sin saber qué iba a ser de ella ahora.

Sonreí ante el guiño de Vilma. Todo estaba saliendo más o menos bien y eso siempre era bueno. Pero seguía librándose una batalla en el colegio y estaba claro que ellos iban a matar a juzgar por la herida que Vilma tenía.

-¿Por qué no vamos a apoyar a los aurores? -pregunté al grupo. Nuestras misión había acabado pero quizás podíamos ser de ayuda. -Quizá podamos ayudarles en algo... 

Jefe auror:- Vosotros os tenéis que ir ya. Solo los aurores pueden entrar en misión.- dijo en respuesta el jefe de aurores al escuchar a Max.- Habéis servido de gran ayuda, pero es momento de que volváis a vuestra vida.

Y sin más se fue a reunirse con otros aurores para ver cómo iba la misión. 

Jane Porcher:- Preparaos. En dos minutos el traslador especial nos llevará de vuelta.

Por la zona médica, el medimago atendía a Vilma y le ofrecía una poción calmante.

Medimago:- No te preocupes. Con dos días de reposo del brazo estarás como nueva.- le comentó con amabilidad.- ¿Ves? Ya no sangra.

Emily asintió y aquello le bastó para dejar de prestar atención a Anwen y a los demás. A por Bella. Le importaba más bien poco lo que tuviera que decir al respecto Jane, en realidad sólo había necesitado saber que Emily la acompañaría. Miró a Zoey para preguntarle si iba a acompañarlas cuando el murmullo de voces devolvió su atención hacia la casa.

¡Bella! Y Max y Vilma. Más o menos bien, aunque Vilma parecía herida. Emily no tardó en ir a abrazar a Bella y ella salió corriendo para unirse al abrazo al grito de "¡Bella!", solo que tirándolas al suelo a causa del ímpetu. En aquel momento se sentía pletórica, como demostraba su risa.

- Lo tienen. ¡Lo hemos conseguido!

Me reí ante el comentario de Tabby. - Eso espero ¡Me alegro de que estés bien! Yo bueno, he tenido días mejores pero estoy sumamente feliz de que todo haya ido bien.

Asentí a las palabras del medimago. -Bueno, intentaré reposar entonces.

- ¡Max, debemos volver! Lo más importante ahora es poner a salvo a tu madre.

Dos minutos... Dos minutos para irnos... El tiempo se me hacía eterno. 

Eileen, haciendo alarde de su fuerza bruta, las tiró al suelo, abrazándolas. Ante la noticia Bella sonrió abiertamente. ¡Se había acabado! 

Zoey miraba desde su posición, sonriendo, divertida y contenta por aquella escena. Cruzó una mirada con Sean, que también estaba observando la situación de las tres chicas, y ambos asintieron. La felicidad de aquellas tres chicas era contagiosa. 

-¿Lo ves? Ya no sangra... - sonríe - Podrás volver a animar dentro de poco. Ni te darás cuenta...

Bella aparece al fin. Nunca ha tenido mucha relación con ella, pero se alegra de que nada malo le haya pasado y que haya podido escapar del ataque a tiempo. Todos están bien. Todos han conseguido sus misiones y casi sin heridas importantes. Es el mejor final.

Y parece que están a punto de salir de ahí. Con lo mal que le ha ido dentro de la casa, casi agradece que no les manden a la batalla. Podría ser hasta peligroso para ella y sus compañeros. Le coge la mano a Lucas.

Lucas, que había estado callado todo el tiempo, absorto en sus propias reflexiones, mirando el que había sido su hogar durante años, miró a Tabatha cuando ésta sujetó su mano. Era su apoyo. Había sido una suerte que salieran vivos de allí. Pero aquel no era el final para ellos. Aquello iba a ser una continuación para ambos.

- Tenemos que irnos, Tabatha. No podemos volver con ellos.

Ya lo habían hablado. Ella iría con él a recorrer mundo, a huir de la prisión de Azkaban y de aurores como los que ahora mismo estaban arrestando a gente como él. Gente que había seguido a James Tower.

- Debemos irnos ya. ¿Estás preparada?

Esperaba que lo estuviera. Porque el tiempo apremiaba. En menos de dos minutos los demás regresarían a casa, y ellos debían de haberse desaparecido antes.

Caíimos al suelo ante el ímpetu de Eileen. Menuda fuerza. Empezaba a preguntarme si no llevaría sangre licántropa bajo esa faceta de aparente delivcadeza.

- Auuuu... - me quejé de manera bromista. - Has engordado Eileen... - Miré entonces a Bella con una sonrisa pícara. - Por cierto. Eres una lianta. Casi se va nuestra misión al garete por culpa de tus líos de faldas. Y seguramente Dan te pedirá explicaciones sobre tu asombrosa novia Amy. - le avisé.

Me levanté cómo pude, sentándome con las piernas cruzadas cómo un indio. Se había acabado. Tower. el peligro. Todo. Y estábamos todos a salvo. Miré a Sean con una sonrisa. Por fin éramos libres en todos los sentidos.

-¿Tan pronto?

Le sorprende un poco la prontitud con la que tienen que hacer las cosas, pero decidieron eso antes de los exámenes y lo ha pensado mucho y bien. Solo queda hacer una cosa: asentir.

-Ya te lo dije... iré contigo. Hasta el fin del mundo si hace falta.

Sonríe y le aprieta la mano para darle ánimos. Mira a sus compañeros, segura de que no los va a ver en mucho tiempo. Pero también sabe que, quizá, dentro de muchos años, vuelvan a reunirse de nuevo para hablar de los viejos tiempos.

-Vamos.

Asintió ante las palabras de su madre, y aunque le hubiese gustado protestar, la llegada del último grupo le hizo tranquilizarse lo suficiente para no hacerlo, se acercó a Max y le puso una mano en el hombro.

- Me alegro que estés bien, me teníais preocupado entre tanta explosión.

Entonces la llegada de Vilma herida llamó su atención y se acercó dispuesto a ayudar pero un medimago la trató rápidamente, por lo que ya no era necesario… el estar quieto no iba con él pero, al ver como ya estaban todos, el traslador estaba a punto de ser activado y que todo había salido bien, suspiró aliviado, sin el cabecilla, aquella batalla acabaría pronto, intentó concentrarse en eso.

Observó como todos se ponían al día y se alegraban de reencontrarse. Miró a Emily con culpabilidad, quería disculparse con ella y explicarle lo que pasó tiempo atrás… pero tenía miedo sobre cómo hacerlo o si ese era el momento, por lo que simplemente se dirigió al lugar donde estaba el traslador a espera del viaje, cuando todo aquello pasase podría pensar en ese tipo de cosas. Además, tenía ganas de ver a Mia.

Anwen no prestó mucha atención a lo que ocurría a su alrededor. No le gustaba nada correr y se sentía exhausta. Por su lado había salido todo bien y aún habría salido mejor si Tabatha no hubiera formado aquel follón. Que por cierto no se había molestado en agradecerle su ayuda. Tampoco es que le importara pero hubiera sido un detalle por su parte.

Ella sólo se fijo en que todo parecía haber ido bien y en que Pullap estaba bien (desgraciadamente Emily también). Eileen no estuvo demasiado amable tampoco y aunque Anwen tenía que admitir la eficiencia del método, le parecía una forma muy poco digna de llevar a su padre. Pero lo importante era eso, tenía muchisimas ganas de ver a su padre. 

-Finite.- Pronunció. Esperaba que estuviera en buen estado.