Partida Rol por web

Las niñas hablan sobre un Club de Lectura, pero al parecer, también para practicar hechizos. La chica de Slytherin ha invitado a la de Ravenclaw. 

"Ñiabluabluaguahs" Murmuro para mi mismo mientras vuelvo sobre mis pasos.
-Clubs de lectura... maldita sea... -voy dirigiendome a la salida, camino al Gran Comedor. Entonces pienso... y vuelvo sobre mis pasos, acercándome a las chicas Slytherins

-Ejem... hola... perdonad, os he oído hablar de un club de lectura... habría algún sitio más para mi? Me gusta bastante leer y... estaría bien!

Para cuándo levantas la vista ves que las niñas se han levantado y salen por la puerta de la biblioteca en ese momento y en su lugar se han sentado dos niños de tal vez tercero o cuarto, de tu misma casa.

- ¿Club de lectura? No sé de qué hablas. Pero todo lo que tenga que ver con Club suena a Slughorn. Seguro que él sabe algo.

Salí de la biblioteca, decidido a hablar con Slughorn sobre el club de lectura, aunque me di cuenta a tiempo de que era la hora de comer, y corriendo me fui hacia el Gran Comedor.

La biblioteca está tranquila. Apenas un par de alumnos mayores que tal vez ya han empezado a prepararse los EXTASIS. 

No te cuesta encontrar la biblioteca. Una vez dentro ves que los libros de texto obligatorios para el año escolar están todos en el mismo pasillo, ordenados por cursos, con un par de ejemplares por asignatura y curso. Entre los de primero hay tan sólo una vacante, uno de hechizos, con lo que puedes utilizar el de Defensa Contra las Artes Oscuras aunque esté bastate ma´s desgastado que tu libro nuevo.

La biblioteca está bastante tranquila, pues al parecer mucha gente tiene clase. Ves algún que otro estudiante o grupo en los diferentes pupitres, pero nadie conocido o que te llame la atención.

La bibliotecaria está tras su mostrador leyendo "El Profeta".

Me acerqué a la bibliotecaria cautelosamente, no quería molestarla, pero yo no tenía ni idea de dónde estaban los libros que necesitaba para practicar mis hechizos. Esperé a que alzara la mirada para verme y le pregunté entonces acerca de los libros donde podía conseguir aprender tales hechizos, ya que yo no conocía el lugar. Supuse que aquí se podrían aprender hechizos aún más difíciles. Quería sustraer el libro de tercero y/o cuarto para aprender hechizos poderosos, pero si no podía ser me centraría en aprender los mencionados y ya volvería más adelante. -Esto... Disculpe.- Murmuré, para no molestar a nadie, poniéndome bien el pelo. -¿Podría ayudarme? Necesito saber en qué libros puedo aprender Oppugno, Avis, y algunos hechizos por el estilo.-

- Oppugno, Avis... espera un momento. 

Te parece que trastea tras el mostrador con la varita, ya que no la ves moverse demasiado.

- Sien, hay varios libros dónde puedes encontrarlos. Uno bueno para Avis es "La magia y la naturaleza". Está en la sección F, estaría 9. - te dice señalando el lugar. - Oppugno puedes encontrarlo en el libro de texto de encantamientos de cuarto cuarto curso. Los libros de texto están todos en la estantería de allí. ¿Es para una redacción?

Negué con la cabeza. ¿Para qué mentir? -La verdad es que quisiera aprender los hechizos.- Dije, con una sonrisita traviesa. -No me malinterprete, no pienso usarlos contra nadie, pero un chico el fin de semana atacó a otro, y era de primero. No quiero que me ataquen.- Dije, encogiéndome un poquito de hombros, manteniendo esa sonrisa. -¿Podrían substraerse los libros y hay plazo para devolverlos? Porque supongo que aquí no se puede practicar.-

- Oh... Ve con cuidado, si puede ser busca un supervisor. - te sugiere la bibliotecaria - El plazo de devolución para el libro de texto es de tan sólo un día, me temo, pero puedes copiar lo necesario y devolverlo a la estantería. Para el otro tienes dos semanas. Y no, no puedes practicar aquí. En la biblioteca debe reinar la tranquilidad y el silencio.

Sonreí, agradeciéndole toda la ayuda ofrecida por su parte. Aproveché para leer y copiar las definiciones de los dos hechizos y rebusqué en el libro a ver si había alguno que cumpliera con el propósito inicial que buscaba: el de herir levemente a alguien para asustarlo. Ya suponía que no podría usar la biblioteca, pero no perdía nada por preguntar, al fin y al cabo. Igual, al ser una biblioteca de un lugar mágico, tenía su sala para practicar magia. En cuanto acabé de copiarme los dos hechizos, de buscar a ver si había alguno más y apuntármelo también, y de dejar los libros en sus estanterías, me acerqué otra vez a la señorita Pince. -Disculpe, pero... ¿Qué era eso que me había comentado del supervisor?-

- Oh, ¿supervisor? Ah sí. Me refería a que pidieses ayuda a alguien mayor, por lo que pueda pasar. Un compañero, un hermano...

Asentí con la cabeza. Vaya, estaba algo decepcionada ante la respuesta. Era más o menos lo que había estado haciendo con Nathan pero de una forma no oficial, así que realmente no cambiaba nada de nada. -Gracias.- Murmuré, intentando no romper el equilibrio del silencio, tan solo violado por las plumas que rasgaban los pergaminos. Me acerqué a una estantería. Decididamente, necesitaba encontrar un hechizo del tipo que buscaba. Seguro que había uno de ellos en la estantería, por lo que procedí a buscar algo del estilo "Hechizos ofensivos y cómo utilizarlos".

Mientras buscas te parece encontrar la zona dónde están los libros que necesitas, aunque no estás del todo segura.

Mis ojos se fijaron en un libro en uno de los estantes. Inmediatamente acerqué mi mano al libro. Quizá no estaba haciendo lo correcto, pero si encontraba lo que buscaba no dudaría en herir a alguien en defensa propia. La biblioteca estaba tan tranquila que podía notar el flujo de mi sangre bombeando desde mi corazón.

El libro que has cogido no tenía título en el lomo y tal vez era eso lo que te había impulsado a sacarlo de la estantería.

Cuándo lo tienes en tus manos puedes ver la portada: "Conjuros y hechizos: manual del duelista. Hechizos ofensivos."

Sin duda debe haber algo que te sirva ahí, pero parece un libro bastante gordo con lo que no será tarea fácil, pero tienes rato y al parecer la suerte de tu parte.

Comencé a buscar por el libro. Tenía tiempo, y, si no, podría llevármelo un día. 

Tal vez porque el libro es enorme o porque tiene tantas cosas extrañas y completamente nuevas para ti te pasas una hora buscando lo que quieres en el libro sin encontrar nada. Tal vez sí que hay algo que te sirva, o tal vez no. Sea cómo fuere has gastado una hora sin conseguir nada a cambio...aún.

Seguí concienzudamente en aquél libro. Con ese nombre, no podía ser que no tuviera ningún hechizo con las características que buscaba. Antes, suspiré un poco, dejando escapar la tensión y relajé mis manos mientras pasaba con cuidado las hojas de aquél grueso libro una vez más.