Partida Rol por web

- Ahora lo entiendo, porque como ya te he dicho tienes un acento perfecto.

Sonreí distraída mientras aceptaba una copa de zumo. Me gustaba oír a los alumnos hablar bien de mi hermano, aunque esperaba que no lo hicieran como una forma de darme coba.

- Vaya... Y él dándose aires de ser muy duro y estricto con sus alumnos. La verdad es que de él me viene mi afición a las pociones. -Mis palabras llevaban una entonación bromista-. Quizás tu madre te haya hablado de algún secreto de Hogwarts que yo no conozca... Sería interesante descubrir cosas nuevas sobre el castillo y sus moradores.

- Oh, es estricto. Que sea simpático no quita que la mitad suspenda si no se pone las pilas. Creo que Saana dará mil vueltas a los chicos de este colegio si lo que dice el profesor Gray sobre el nivel es verdad. 

Tras coger una copa de zumo él también, camina lentamente hacia ningun sitio en concreto.

- Bueno, no me ha contado exactamente qué puedo encontrar. Dice que eso es cosa mía, pero que el bosque es una mina de oro para aquél que sepa qué busca. ¿Has entrado alguna vez?

Sirius no parece saber qué responder. Su arrogancia había chocado con algo que no se esperaba, pero su orgullo no le dejaba disculparse así cómo así. Joder, él también estaba dolido, y ahora que sabía de algo así tal vez le dolía incluso más.

- Me lo podrías haber dicho... - susurra finalmente.

- Tu apellido me suena. - dice mientras os alejáis de Debbie en dirección a la pista de baile. Los andares de Saana son refinados, no es de pueblo. - Aunque no sé de qué.

Al cabo de un rato vuelven Zane y Kristoff. Kristoff está riendo animado, hablando de su último partido de Quidditch. 

En el comedor hay decenas de personas bailando, pero también muchas riendo, charlando, comiendo y bebiendo. Debbie conversa con Joni, el otro chico nuevo; Mia con Sirius; Brad baila con Saana, la chica nueva...

- Señálame al traidor de Potter. Tengo que hacer amigos. - te susurra en noruego.

-El imbécil que viste de domador, el que está disfrazado de león a su lado es el que digo que sería fácil de manipular- digo a Kristoff, también en noruego, con una sonrisa macabra durante unos segundos.

Así que van a llevar mi mismo juego: perfecto.

Me mordí la lengua en cuanto lo solté, pues no debería, acordé con mi hermano no decírselo a nadie para no causar problemas ni llamar la atención. 

Sabía que el muy imbécil no iba a disculparse, pero yo tampoco. No tenía motivos.

- Acordé con Jack no decírselo a nadie. Solo lo sabemos él y yo, ni siquiera Charlie lo sabe-le digo-¿Dónde estará el renacuajo?-digo al pensar en mi hermano menor, no lo había visto. Era fácil detectarlo, sólo tenía que buscar una mirada de odio fulminante hacia Sirius y ahí estaría-. Bueno, es igual...-solía tener cambios bruscos de tema cuando me acordaba de algo así, por lo que debía estar más que acostumbrado-... El caso es que... sí, hay un mortífago que lleva todo el verano rondando mi casa. Tengo sospechas de que podría ser alguien de Hogwarts, tal vez el mismo que se encargó de la desaparición de Edward...-le cuento en voz baja-... Este mes he estado aprendiendo algunos hechizos desilusionadores, estoy pensando en ser auror y quiero prepararme...-le cuento. Suspiro de nuevo-Así que entre las clases particulares, quidditch y mis avances como metamorfomaga... he estado muy desconectada. Además, también quiero prepararme las pruebas para ser animaga... Vaya, mi vida ahora es un lío y no sé si podré con todo. Estoy un poco desbordada-le digo soltando una risa cansada al final. 

- Ya sé que no hace falta que te lo diga... Pero lo que te he dicho, no se lo cuentes a nadie, ni a los chicos... por favor-le pido por último en un susurro, acercándome algo más a él. 

- No lo haré si no quieres, pero los chicos te podrían ayudar. Potter y yo también queremos ser aurores. - bajó más el tono en ese momento - ¿Te acuerdo del proyecto que teníamos entre manos? Funciona. El mapa funciona Mia. Y ahora que dices lo de la animagia... No. No es el momento. Baja a la sala común cuando todos duerman, hoy. 

Te pasa una mano por el pelo, acariciándolo. 

- El negro te da un toque muy sexy, ¿sabes? Pero el rojo es tu color. El negro es mío.

- Vaaa, porfi. Aprendemos juntos.- Digo cogiéndole de la mano y llevándole a una esquina vacía. - Aparte, aquí no nos ve nadie.

Bailo con ella. Sexy pero sin pasar ninguna raya.

-¿Mi apellido te suena? Curioso...porque ni Debbie ni yo lo hemos dicho. Si te interesa te lo diré...cuando me enseñes Búlgaro y pueda entender comentarios burlones como el que le has hecho a Debbie al se pararnos.

Me encojo de hombros.

-No soy el idiota que Debbie y Zane creen que soy. Simplemente no me comporto como ellos. Es decir, no me siento superior ni nada parecido ni mucho menos me importan las apariencias. Aunque mi familia es tan antigua como las suyas. Y bastante más rica.

-Zane, Debbie y yo no nos llevamos bien. Ni mal, al menos por mi parte, simplemente no nos llevamos. Es una larga historia. Así que si quieres otra visión del castillo y contarme cosas de tu tierra: búscame. O si quieres un rincón apartado para hacer cosas de novios con tu novio. Me conozco varios. Gracias por el baile. Ah. Dile a Debbie que lo de que está guapa iba en serio.-
Me alejo tras despedirme.. Toca buscar a Wanda.

- En caso de que tenga que decirlo... prefiero hacerlo yo. No es que no confíe en vosotros pero... es un asunto muy delicado. Pero sé que podré contar con vosotros-le sonrío cálidamente. 

Entonces me comenta que el proyecto que tenían: crear un mapa de Hogwarts que señala la posición de los habitantes de este y sus movimientos, funciona. Sé que llevan mucho tiempo trabajando en esto, y que hayan sido capaces de hacerlo funcionar me alegra mucho.

- ¿En serio? ¡Qué bien!-exclamo dándole un abrazo. Sí, me enfado igual de fácil que se me va y así con todas las emociones-¿Sabes la de oportunidades que nos puede dar ese mapa? Podemos anticiparnos a todos los movimientos de los profesores, prefectos, alumnos... ¡todos! Será increíble, este año va a ser nuestro año-susurro entusiasmada. Cuando me cita esa misma noche en la sala común asiento, la hora y el sitio ya estaba acordada, por lo que no tenía nada más que añadir.

- Va a ser una pena cuando entremos en la academia de aurores... No podremos gastar tantas bromas... Pero hasta entonces...-mi característica sonrisa maliciosa y traviesa aparece en mi rostro. Me agacho para sacar de mi bota un frasquito-. Necesitaré tu ayuda. Y la de los chicos-le cuento. Le enseño el frasquito, con un líquido transparante-. Esto es laxante muggle, por si no sabes sus efectos... hará que pases una buena noche en el trono, tú ya me entiendes-explico-. Quiero colárselo a Cyril en la bebida, pero él no va a beber nada que yo le ofrezca, claro. Por eso pienso hacer un ataque desde dentro. Quiero acercarme a alguno de sus perros falderos y pasarle la bebida para que se la de a Cyril. Pienso decirles que vosotros habéis planeado dejarlo en ridículo, siguiendo la broma del cerdo de hace un mes y que yo traigo la solución para evitarlo porque estoy arrepentida de haberle amenazado en clase y blablabla, si no me creen a mí, creerán a estas-digo, bajando un poco más la cremallera del mono de licra negro, dejando ver algo más de escote-... Por eso necesito que miréis en su dirección con esa cara que ponéis cuando vais a hacer una broma. Que ellos vean vuestras "intenciones"... Una vez le den la copa con el laxante a Cyril, cerraré las puertas con un fermaportus. Para que no pueda abrirla, le quitaremos la varita. Bailemos cerca de ellos y choquemos "sin querer" en la confusión, aprovechamos y se la quitamos. ¿Qué te parece?

Con tanto plan se me ha olvidado que me había hecho un piropo, o algo así. Por lo que sonrío y me acerco a él (no me hace falta ponerme de puntillas, pues llevo tacones) para darle un suave beso en los labios.

- Bueno, rojo y negro siempre combinaron muy bien, Black-hago el chiste con su nombre y le guiño un ojo de forma pícara-¿Qué me dices, bailamos?-le tiendo la mano, con mi sonrisa traviesa, preguntando si comenzamos el plan o no.

Saana se ríe. Es una risa fácil y genuína.

- Tú no, ella tampoco, pero el director sí lo ha dicho. Se me ha quedado al instante y ahora que lo comentas, ya sé porqué. Aldryn, de escocia. La señora Yvaine es muy importante, y por la edad supongo que es tu abuela, o tía abuela. Y eso no era búlgaro, era noruego, y no me burlaba de nadie. De hecho, le decía que no le dijese a Kristoff que un chico me sacaba a bailar. Yo aquí intentando hacer amigos y sin cruzar dos palabras ya me pones cartel de mala. Si lo que querías era impresionar, lo has hecho, pero no muy bien. No me gusta que me juzguen. - en todo momento sonríe y no se nota enfadada u ofendida en el tono. La verdad es que ella estaba siendo realmente educada y tus palabras habrían enfadado a más de uno. Tal vez está enfadada, pero se mantiene educada.

- Se lo diré. - dice antes de hacer una pequeña reverencia cociendo las puntas de su túnica, marchándose sin darse la vuelta y perdiéndose entre la multitud al cabo de dos segundos.

Saana vuelve cuándo se acaba la canción y bufa.

- Ese Bradley es un imbécil. - dice en noruego entre risas. - Creo que me lo voy a comer con patatas.

- Bueno, vale... Pero algo lento. Mi coordinación es inexistente. 

Kristoff se separa de Zane y va hacia una de las mesas a coger algo de comer y beber. Al darse la vuelta sin querer tropieza con James y Lily y derrama su copa en el vestido de la chica.

- Oh, perrrdón. No te había visto. Qué desastrrre. Esperra, que lo arrreglo.

Kristoff saca su varita y con un movimiento simple hace que la mancha desaparezca de la ropa de Lily.

- Mucho mejorrr. Me presentarrré. Krristoff Hagland.

James acepta la mano que Kristoff alcanza con pocas ganas, pero Lily es mucho más educada.

- Oh, gracias. Yo soy Lily, el es James. Estudias en Dumstrang, ¿Eh? ¿Cómo es eso?

- Es arriesgado, y no acabo de entender cómo vas a encerrarle. ¿Vas a perseguirle hasta el baño? Todos sabrán que has sido tú entonces. Y...le sigo debiendo un baile a Wanda. - dice con expresión torcida - Es una buena chica, no puedo dejarla plantada así tal cual. No se lo merece. Pero puedo intentar chorizarle la varita a Cyril igualmente, pero con esa armadura no va a ser nada fácil. ¿Has visto dónde la lleva? Por qué yo no tengo ni idea.

Cuando Kristoff se aleja de mí, camino de nuevo hacia Debbie y Joni-. Espero no molestar...-no lo hacía-no hemos encontrado a Severus e imagino que si está en la Sala Común...-me encojo de hombros, ahí no podía llevar a Kristoff y tampoco sería fácil sacar a Snape de ahí.

Miré a mi alrededor para saber cómo estaban todos situados ahora. Mia para variar no se despegaba del culo de Sirius ¿o era al revés? Ya ni me acuerdo, sonrío al ver a Saana venir de bailar con Brad, río ante unas pocas palabras que dice la chica y le devuelvo palabras en el mismo idioma que está usando ella.

- No me has entendido. Quiero encerrarlo aquí, no quiero que salga del Gran Comedor-le aclaro, ensanchando mi sonrisa maliciosa. 

- Si al final va a ser verdad que los Gryffindors somos caballerosos...-digo cuando menciona a Wanda. Sonrío de medio lado y asiento-. Anda, ve con ella. Aún no sé dónde guarda la varita, pero podemos averiguarlo, seguramente se ponga a fardar de cualquier cosa... Es Cyril de quien estamos hablando-le digo, encogiéndome de hombros.

- Si alguno consigue la varita, nos lo haremos saber, ¿vale?-le digo. Acto seguido le doy una palmada en el trasero para que ande-. Ve con Wanda y discúlpate de mi parte, ¿quieres? parece una chica bastante sosa-en comparación conmigo, quién no...-, pero no quería molestarla. Ah, me sigues debiendo un paseo en moto, ¿eh?

Dicho esto, le doy un casto beso en la mejilla y vuelvo a meterme en el baile. Me mezclo entre la gente mientras observo a Cyril, intentando averiguar dónde guarda la varita.*