Partida Rol por web

Decirte que le he cambiado el apellido al pj, para que no haya ningún tipo de confusión.

Por otra parte, he leído por ahí que había que tener más o menos algunas casas para escoger. Yo tenía en mente, entre Ravenclaw y Slytherin.

Ahora cambio lo del apellido.

Lo de las casas es más o menos para que yo me hiciese una idea de cuánta gente habría en cada casa, y por tanto, plazas. Pero, obviamente, es una "suposición". La casa se escoge con el test en la escena del sombrero, pero básicamente todos habéis creado los pj pensando en las casas que queríais, con lo que las característas psicológicas del pj coincidirán con la casa que queréis casi 100%. (Aunque ahora espera que releeo tu historia, que las estoy releyendo todas por el tema de conocimiento)

Vale, releída. Yo personalmente la veo muy Ravenclaw, pero el test dirá :D

En cuánto a lo de conocimiento tengo una pregunta: La parte en la que Nana le enseñaba sobre magia, incluía historia mágica, criaturas, cultura...? O era más práctico (qué es la magia y como controlar la magia, qué supone ser un mago y porque esconder la magia...)? A mí me ha dado la sensación de lo segundo, pero a lo mejor es mi interpretación.

Apenas va a haber diferencia, ya que los puntos vendrán realmente en el colegio y básicamente sólo tienen utilidad en asuntos relacionados, pero pregunto :)

Si, eso mismo te iba a escribir. La he releído yo también y con Slytherin, muy a mi pesar, no pega ni con super glue jajajaja. No te preocupes.

El puntito ese en conocimiento, no me lo puedo ganar aún. Como bien dices, lo que la nana Meg me enseñaba era a controlar la magia y esconderla, puesto que vivía entre Muggles e iba al colegio con ellos. Cultura mágica, la que pueden haber tenido mis padres, lo básico. Pero jamás aprendí nada sobre historia de la magia, salvo algún libro que me haya leído mamá.

Como bien dije, me han estado "escondiendo" entre Muggles, sé más sobre ciencia e historia Muggle que sobre magia.

Entonces nada :) Pero bueno, cultura muggle puede tener su utilidad en el futuro, por ejemplo para estudios muggles o aritmancia. Pero para eso aún tiene que llover...:)

En principio todo está bien en la ficha. Lo de la familia es a tu gusto, ponerlo como notas o "público", porque sea cómo sea en las normas está escrito explícitamente que la información off-rol o lo que leáis en las fichas no puede usarse en el rol a no ser que sea descrito de dominio público. En tu caso dices que tu familia tiene bastante renombre en la sociedad mágica, con lo que los hijos de magos es posible que tengan alguna idea de tu apellido, sobretodo si son de familias de sociedad, pero en principio nada más.

Si, estaba precisamente añadiendo todo para que fuera público. :P

La verdad es que yo sobre eso no miré mucho, hace mucho que tuve 11 años xDDDD 

¿Mi ficha ya está revisada no?

He cambiado la longitud de la varita (de 17 a 19)... Y es de las más cortas, recuerdo que estaban sobre esas medidas, pero he visto que la mayoría ronda por los 30cm, y bueno por no quedarme corta.

Ahora tengo miedo de que en lugar de hechizarme, me saquen un ojo con las varitas jajajajaja

Normalmente las varitas suelen tener entre 20ypico y 30ypico centímetros (al menos las que conocemos en los libros). No obstante, depende mucho del mago o bruja, incluyendo su aspecto físico. Si por ejemplo tu pj es bajito es más probable que si varita sea más corta. Por eso no me comería mucho el coco. Cada varita es especial.

Y sí, en principio está revisada.

1 de Septiembre de 1971

El día amanece despejado y soleado, aunque se nota que el otoño está al caer, pues los incautos que salen a la calle sin una buena chaqueta deben frotarse los brazos mientras caminan.

Tu baúl está listo y revisado más de mil veces a los pies de tu cama. Ayer por la noche tu madre se paso casi una hora comprobando una y otra vez que no te dejabas nada.

- Es por si acaso, más vale prevenir que curar…

Y aunque cuándo ella no dejaba de rebuscar y murmurar tú tenías claro que no faltaba nada, sus nervios se te contagiaron. Esta mañana habías despertado antes de que el sol saliese para revisar tú misma que lo tenías todo. Ahora, observas como Snowy se despereza en tu regazo y te mira con esos preciosos ojos azules mientras ronroneaba. Era su manera de decirte “Buenos días” cada mañana, aunque normalmente era él el primero en despertarse. Te quedas un rato acariciándolo mientras piensas en todo lo que está por venir.

La mayoría de niños en Inglaterra empiezan hoy sus clases, y seguramente casi todos se pelearán con sus padres para quedarse 5 minutos más en la cama. Pero tú no. Claro que tú no ibas a ir a un colegio normal… Hoy es el día de tu entrada a Hogwarts, colegio de magia y hechicería. ¿Qué puede ser más excitante que eso?

El olor de tortitas recién hechas que se cuela por las rendijas de la puerta te saca de tus cavilaciones. Seguramente tu madre esta preparando el desayuno. No tarda en llegarte también la voz de tus padres conversando en la cocina. Solo oyes murmullos, pero estas tan acostumbrada a sus voces que las reconocerías sin dudar en cualquier ocasión. De repente escuchas otra voz masculina y seguidamente el llanto de tu hermana pequeña.

¿Quién más podría haber en la cocina?

Abro los ojos, despertando de un bonito sueño cargado de magia. Giro mi rostro hacia la ventana de mi cuarto y para mi sorpresa, aún no amanece del todo.

Tranquilamente me desperezo, me levanto y comienzo a comprobar nuevamente mi equipaje, aunque tengo la certeza de que no olvido nada, necesito comprobarlo una última vez. Tras el chequeo, me siento cómodamente en la cama y observo con cierta tristeza mi habitación. Sé que volveré en vacaciones, pero será extraño no dormir aquí cada noche siendo arropada por mamá y papá.

Snowy se sube a mi regazo y me empuja la mano para que lo acaricie como cada mañana, -¿Estás listo chico?, nos vamos de viaje-, digo tranquila, mientras él me mira fijamente con sus preciosos ojos azules. Él también tiene cierta tristeza en la mirada, echará de menos esto, pero creo que a la vez, está deseando librarse de Emily, que no deja de perseguirlo para tirarle de la cola.

La incertidumbre por lo que encontraré a mi llegada a mi nueva escuela, hace que un nudo se apriete fuertemente en mi estómago. Estoy entusiasmada, aprenderé todo sobre la magia y me convertiré en una gran bruja como mamá, pero a la vez me siento triste por tener que alejarme de mi familia tanto tiempo.

Suspiro profundamente y el delicioso aroma a tortitas y leche caliente con miel llega hasta mi, proveniente de la cocina. Bajo a Snowy y me levanto rápidamente para dirigirme a desayunar.

Al acercarme a la puerta, escucho claramente a mis padres conversar, pero al parecer no están solos, otra voz masculina llega a mis oídos, -¿Quién será tan temprano?, ¿Habrá ocurrido algo con el colegio?- ignorando el llanto de Emily, me dirijo corriendo, aún con el pijama, escaleras abajo.

Cuando entras en la cocina te encuentras a tus padres riéndose mientras acunan a tu hermanita. Ambos se giran a mirarte cuando apareces, pero no son ellos los primeros en hablar, si no la otra voz que habías escuchado. Ahora además, te parece familiar.

- ¡Buenos días pirata! ¿Qué es eso de bajar a desayunar en pijama?

Aunque te cuesta unos segundos entender de dónde viene la voz, al final la localizas. La cara de tu tío Lucas surge entre las llamas de la chimenea y ¡puede hablar y verte! 

- A tu hermanita no parece haberle gustado el truco de las brasas. - comenta bromista mientras mira a tu madre acunando a Emily.

Bajé tan rápido las escaleras, que casi tropiezo con el último escalón. Al llegar, abro la puerta de la cocina y frunzo el ceño al ver  a mamá acunando a Emily y a papá a su lado, ambos riéndose a carcajadas. -¡Buenos días!- anuncio mientras observo a mi alrededor en busca de la voz que oí desde arriba. No parecer haber nadie más con ellos, intrigada voy a abrir la boca para preguntar cuando escucho la voz de mi tío a mi espalda.

- ¡Buenos días pirata! ¿Qué es eso de bajar a desayunar en pijama?

Sobresaltada, me doy la vuelta y sonrío al ver su rostro en la chimenea. -Menudo susto me has dado bobo- digo sonriendo, mientras me acerco a él.

- A tu hermanita no parece haberle gustado el truco de las brasas.

Giro mi rostro divertida hacia Emily y niego con la cabeza mientras vuelvo a mirar la enorme cabeza de mi tío entre las brasas, -Es que a quién se le ocurre-, saco la lengua hacia mi bromista tío. -¿Qué haces aquí?... o... bueno ahí... pero aquí... ya me entiendes-.

Tu tío pone una teatral cara de asombro, lo que en realidad le da un aspecto algo aterrador estando en las llamas de la chimenea.

- ¿Cómo qué que hago aquí? ¿No es hoy el día que mi pequeña ahijada se va a Hogwarts? ¡Vengo a despedirme y desearte suerte! Siento no estar en carne y hueso, estamos ocupados por aquí y no puedo aparecerme hoy, pero tenía que hacer acto de presencia de una manera u otra. 

Tu hermana parece no querer parar de llorar, así que tu madre sale de la estancia para daros algo de silencio.

- Y bien, ¿nerviosa, emocionada? Recuerdo el día que yo tenía que ir a Hogwarts... Me puse tan nervioso que vomité todo el desayuno... No le hagas lo mismo a tu madre. - bromea tu tío contigo.

Me siento cómodamente delante de la chimenea, agradezco muchísimo a Lucas que esté hoy aquí, a su manera, pero está. Estallo en carcajadas al escuchar su anécdota sobre su primer día. -Jajajaja, uajjj que cochino... tranquilo no voy a echar el desayuno jajaja-. Al notar que la puerta de la cocina se abre, giro mi rostro y veo la espalda de mi madre ya saliendo, supongo que con mi hermana en brazos.

Vuelvo a mirar a mi tío y en un tono más confidente añado, -Si... la verdad es que... estoy nerviosa... feliz, pero a la vez triste, ya me entiendes... no sé... dejaros a todos... os voy a echar mucho de menos-. Hago un gesto como para acercarme más a mi tío pero el calor de las brasas me recuerdan que no puedo abrazarle.

En un intento por consolarme a mi misma añado, -¿Me escribirás?, ¿Vendrás por navidad?-.

- Nosotros también te echaremos mucho de menos... Bueno, yo ya lo estoy haciendo. Pero sí, te escribiré e intentaré que estemos todos juntos para Navidad. - la cabeza de tu tío se gira para mirar a alguien que tu no puedes ver. De hecho a tí te da la sensación de que mira la pared con hollín al fondo de la chimenea. -Tengo que irme Anne. ¡Pórtate bien y aprende mucho! Bueno, o no te portes tan bien. - añadió con una sonrisa y un guiño antes de que las llamas se arremolinasen y su cara desapareciese.

- Ahora a desayunar Anne, y después a vestirse. No querrás llegar tarde, ¿Verdad? -pregunta tu padre mientras se toma un café leyendo El Profeta.

Con tristeza, sonrío a mi tío y lo saludo antes de verlo desaparecer entre un remolino de llamas. Permanezco unos segundos quieta, observando la chimenea ya vacía. La voz de mi padre me saca de mi ensimismamiento y rápidamente me levanto.-¡Papáaaaaaaaaaaaaa!- Digo, mientras corro a abrazarlo. Tras un instante achuchando con fuerza a Matthew, corro a sentarme dónde mamá ha dejado el desayuno para mi y comienzo a devorarlo todo.   -¿Gué hoda é?*-. digo mientras mastico la deliciosa tortita con sirope. Bebo un sorbo de leche, el cual me ayuda a tragar y repito la pregunta mirando con inocencia a mi padre. -Perdón, ¿Qué hora es?-. Mi padre cambia la mirada y sonríe diciéndome, -Es hora de que acabes o llegarás tarde-.

Al notar que si no me daba prisa, íbamos a llegar tarde, acabo el desayuno rápidamente, casi atragantándome con el último bocado y corro escaleras arriba para lavarme y vestirme. Tras una breve ducha, vuelvo a mi cuarto, donde encuentro un bonito vestido negro y gris de punto** que no recuerdo haber tenido en mi armario. Corro a cogerlo ilusionada e inmediatamente me lo mido por encima, frente al espejo. En ese instante Caroline, entra en mi habitación tímidamente sonriendo, con Emily ya calmada entre sus brazos. -¿Te gusta?, he pensado que te gustaría estrenarlo hoy-, dijo satisfecha al verme. -Mamá, ¡Me encanta!, gracias-. Añadí feliz mientras camino para abrazarla con fuerza. Mamá siempre sabía lo que quería y me gustaba, quizás heredé de ella el gusto por la ropa. Ella es una mujer elegante, siempre a la última, pero sin pasarse.

Termino de vestirme, mientras ella deja a mi pequeña hermana en mi cama jugando con Snowy y viene hacia mi. -¿Te peino?, pasará mucho tiempo ya hasta que pueda volver a hacerlo- Dice con la mirada vidriosa. Viendo su rostro, incapaz de responder, cojo el cepillo y se lo entrego, para luego ponerme de espaldas a ella esperando que comience a cepillarme el cabello.

Tu madre te cepilla con suavidad el pelo durante unos minutos, sin decir nada. Finalmente se decide a hablar, después de aclararse la garganta.

- Que difícil se me hace pensar que mañana ya no estarás aquí. Desde que recibiste la carta he estado mentalizándome para esto... ¡Y no me malinterpretes! Quiero que vayas a Hogwarts. Sé que aprenderás muchísimo y serás una gran bruja, y que harás muchos amigos, pero te echaré de menos... - se queda en silencio unos segundos más antes de añadir una última frase - Me cuesta aceptar que mi niña se hace mayor...

Sonrío tristemente al oír las palabras de mi madre, no tengo valor para girarme o empezaré a llorar. Permanezco un instante en silencio, intentando calmar la respiración y cuando creo poder controlarme, intento consolar a mi dulce madre. -Nos veremos en navidad, y en verano, y... y... -. Una lágrima se escapa rodando por mi mejilla y la voz se me quiebra sin poder continuar. Me giro para abrazarla fuerte, mientras ella acaricia mis cabellos y añade, mientras se agacha para besarme en ambas mejillas -Papá y yo te escribiremos cada día-. Asiento con la cabeza pero sin apartarme de ella. La echaré de menos como a nadie, sus deliciosos desayunos, los juegos por la tarde en el jardín, incluso sus largas charlas sobre lo mal que me porto a veces en el colegio muggle y la responsabilidad que tengo al aprender sobre ese mundo también.

En ese momento, papá llama a la puerta y asoma su cabeza tímidamente, -¿Estáis listas?, es la hora-. Tras anunciar esto, viéndonos a mamá y a mi, entra en la habitación, coge Emily de la cama y se une a nosotras en un gran abrazo. -Sé buena y aprende mucho ¿si?, estamos seguros que lo harás bien-. Dice mientras me frota la cabeza, arruinando así, el trabajo de Caroline por peinarme el cabello. A mi sonriente hermana, parece divertirle y se suma a sobarme el cabello con sus pequeñas y rechonchas manitas. Incapaz ya, de no llorar, solo atino a murmurar un leve - Ajá-.