Partida Rol por web

Varag se quedó a unos pasos. Era el momento perfecto para una emboscada, y alguien tenía que vigilar que no les atacaban por la espalda. 

Yo puedo quedarme el último y mandar las armaduras atadas para recogerlas al otro lado - dijo simplemente, sin quitarse la armadura todavía. No parecia molestarle, como si fuese más una segunda piel que una armadura - La primera debería ser Bastia - añadió. - Es la que mejor nada * y puede explorar el otro lado sin que la vean 

—Sí, la primera en bajar debería ser bastia, con Abot vigilando la cuerda y el agua. Luego cuando esté segura, que pase él. Así nada malo podrá pasar. 

El guerrero miró a su ex-compañero. Después de un segundo, sonrió y le dió unas palmadas en la espalda, contento. En todos los años que llevaba luchando, y pensando en toda la gente con la que había compartido aventuras, guerras, tribulaciones y pesares, Varag no cambiaría a Norm por nadie. Por Bastia, seguramente, si realmente tuviese que decidir entre uno de los dos. Pero por poco.

Pero, desde luego, si tenía que perseguir a un nigromante sacado de leyendas milenarias, fuera de los confines de Shaintar (y sin entender realmente muy bien que significaba aquello)... Tenia a los compañeros perfectos para poder triunfar. Le volvió a dar una palmada en la espalda.

Eres un tio grande, Norm Alman. - le dijo simplemente, contento de tenerle a su lado.

- Cualquier plan me parecerá bien. No vais a morir ninguno por estar un poco metidos en el agua.*

Bastia colocó la cota de mallas en el suelo y las dos espadas cruzadas encima haciendo un pequeño atillo con ello, prefería sortear el río sin peso muerto pero sabedora que podría defenderse con sus garras de brinchie.

Gracias. - dijo a Norm y a Varag cuando se aproximaron a ayudarle a descender por el hueco que había creado Abot.

Cogió una de las cuerdas que le tendían y le dio varias vueltas sobre uno de sus hombros y la segunda que había la tomó por la punta y se sumergió en el agua.

Grendalin no le tenía miedo al agua, podía marearse un poco en un barco pero sabía nadar. Lo había hecho de niño, en lagos tranquilos sí. Pero al menos no se ahogaba de buenas a primeras. Aún así se quedó un poco nervioso cuando comentaron que fuera con Bastia para después poder teleportar al resto. Lo cual era una idea con bastante sentido, debería habersele ocurrido a él. Al parecer todavía estaba un poco descentrado por lo sucedido con el portal.

Si hay una cuerda a la que agarrarse puedo ir con Bastia. Si hay algo mágico allí lo mismo viene bien que Abbot o yo estemos con ella.

Dejó la oferta en el aire, aunque desde luego no pensaba insistir en ello.

Bastia se mete en el torrente subterráneo y empieza a nadar en dirección a la torre. El túnel se cierra y abre en varias ocasiones, haciendo que la velocidad del agua cambié de forma repentina y que la brinchie golpeé con fuerza las paredes en más de una ocasión. Por suerte la parte alta se mantiene siempre libre de agua y puede sacar el hocico para respirar un aire bastante fresco cuando le es necesario.

Finalmente llega a una pequeña cueva redondeada, de no más de metro y medio de diámetro. De su techo surge un tune perfectamente redondo y pulido de unos 50 centímetros de ancho que sube hacía arriba. Parece la base de un pozo y relativamente fácil de escalar(1), la única dificultad reside en que la humedad lo hace terriblemente resbaladizo.

No era muy complicado, así que pudieron todos seguir al brinchie hasta la parte baja de la torre. 

Norm aprestó su arco y apuntó a las alturas —Venga, un voluntario para trepar, que yo le cubro. 

- parece que los felinos somos los mas valientes, JEJEJEJE - sigo a la compañera, me sumerjo y desaparezco de la vista de mis compañeros, y aparezco con la otra brinchie empapado pero sin ningun problema ....

- aqui estamos ... vaya que lugar tan extraño ... , habra que subir tambien, no??? te ayudo??? -

Bastia miró hacia el torrente y luego hacia arriba, dudando si avanzar sola o esperar a que fuera llegando el resto.

Finalmente decidió que aquel punto era una ratonera si se veían atacados por cualquier enemigo o defensa, solo pudiendo escapar por el agua a saber dónde.

Lentamente comenzó a trepar, suponiendo que el nigromante podría levitar para agilizar el proceso si lo necesitaba, pero pendiente a los cambios en las piedras por si alguna resulta una trampa.

Ragnar ayuda a Bastia en lo que pueda para escalar, y cuando esta subiendo bien comienza el, para no dejarla sola.

Parecia dificil por la humedad y demas, sin embargo las duras garras de Ragnar creaba sujeciones destrozando la piedra, haciendo puntos de sujeción, la piedra era demasiada debil contra sus garras y subio facil y rapidamente, incluso intentando crear puntos de sujeción para sus compañeros.

Bastia decide investigar algo más antes de volver a avisar a sus compañeros, pero Norm y Ragnar impacientes aparecen a su lado. Los temores de la brinchie son acertados, si les atacan en ese lugar, sin movilidad, lo tendrían muy complicado.

Con ayuda de la cuerda que lanza Norm Bastia alcanza rápidamente la parte de arriba del pozo, que da a una especie de cocina abandonada. A pesar de estar perfectamente ordenada no hay ninguna clase de alimento ni nada perecedero. Una puerta parece dar acceso al resto de la torre. Bastia no tiene tiempo a investigar nada, Ragnar rápidamente aparece a su lado, saliendo del pozo.

Ambos brinchies se encuentran en un lugar impoluto, silencioso y sin embargo tienen la sensación de que esta más muerto que algunas tumbas que han visitado.

Flogdegnurt siguió a sus compañeros, primero por el agua y luego trepando, ayudándose de las cuerdas que éstos fueron dejando por el camino.

Frunció el ceño al ver el lugar. Inquietantemente tranquilo, como cabría esperar de una tumba. No se atrevió a decir nada por miedo a las posibles consecuencias de romper ese silencio. Se movía despacio, usando su olfato para intentar distinguir ese olor, el de la muerte. O incluso el del nigromante. Había estado muy cerca de él y podría reconocerlo en la distancia. 
 

- parece que los felinos somos los mas valientes, JEJEJEJE

- Valiente es Bastia... o tú eres muy felino y tienes disgusto por el agua, porque ha ido sola...

dice Abot apareciendo también en la base del pozo.

- Supongo que podremos teleportarnos hasta allí si tardan mucho en lanzar la cuerda.

Bastia aprovechó el tiempo en que sus compañeros regresaban para colocarse su armadura y enfundar sus espadas de nuevo* ahora que los magos podían llegar a sacarles de allí.

Nunca hay que confundir valentía con imprudencia. - fue el único comentario de la brinchie, quien había aprendido por las malas esa diferencia aunque parecía que la idea no terminaba de calar en la cabeza del cachorro.

Se colocó cerca de Flog, intentando no molestarle mientras investigaba la puerta.

No sé si habrá trampas... - sugirió. - Esto parece un pozo normal en un castillo, que sirve tanto como fuente de agua o salida de desperdicios... quizá el nigromante simplemente tapió las entradas de forma parecida a como Abot manipula los elementos y ni siquiera fue consciente de que el servicio usaba este punto.

Mojado y tiritando, a pesar del calor de fuera, Grendalin llegó con los demás. No había sido fácil pese a las cuerdas, pero seguro que sin ellas se habría ahogado un par de veces durante el trayecto.

Una vez allí examinó la zona y trató de orientarse para poder transportar a la gente en caso de necesidad, pero no fue capaz de centrarse lo suficiente. Por lo que esperaba no tener que salir con prisas.

Miró arriba y no pudo evitar quejarse al ver que tendrían que escalar.

Jo. Menudo tute llevamos.

Los últimos minutos son confusos y todo el mundo parece recordarlos de una forma algo distinta. Probablemente es el resultado de algún resto mágico en el agua del riachuelo. En cualquier caso todo el mundo acaba junto en la cocina mientras Flog huele la puerta de una forma un tanto inquietante.

Todo parece tranquilo. El grupo abre la puerta y sale al piso de la torre dividida en varias estancias. Todas las cosas están colocadas como si alguien hubiera abandonado la torre el día anterior después de recoger cuidadosamente todo. Sin embargo no hay ningún tipo de material perecedero o de objetos personales (1). Con calma el grupo registra los tres primeros pisos con una sensación extraña.

—Esto parece un lugar abandonado pero uno al que esperaban volver. Voy a buscar rastros. Y puertas secretas. Vamos con calma. 

—Claramente es una torre hecha para orcos. ¿Tienes algo que decirnos, Varag?