Partida Rol por web

Horror en el Orient Express (2)

1.1 Londres - Banquete del Challenger Trust

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30/07/2008, 10:37
Director

Sábado, 20 de Enero de 1923. 19:45

El amplio comedor del Challenger Trust estaba iluminado por numerosas lucernas que colgaban del techo como si de brillantes lágrimas se tratara. Varias alfombras persas cubrían el exquisito suelo de parquet y, sobre ellas, habían sido colocadas una decena de mesas circulares con sus sillas. El revestimiento de las paredes era de caoba y corría el rumor de que había sido importado especialmente desde Italia y trabajado por maestros en su arte. Los camareros, vestidos en sus impecables trajes blancos, recorrían la estancia con su habitual expresión seria y sus excelentes modales mientras sujetaban con sus blancos guantes bandejas de plata cargadas con copas de bebida y deliciosos aperitivos.

Un constante murmullo llenaba la sala, lo suficientemente alto como para dar vida al lugar y crear una acogedora atmósfera pero sin llegar al punto en que los comensales tuvieran que levantar la voz. La mitad de las mesas estaban ocupadas por la élite de Londres, la crème de la crème. Vestían sus ropas más caras, sobretodo por causar impresión pero también porque la ocasión lo exigía, dada la lujosa decoración. Joyas y auténticas flores importadas de Asia podían verse en los cuellos y caros peinados de las mujeres, mientras que los hombres lucían severos fracs con claras corbatas y relucientes relojes de bolsillo. Aparentemente todo el mundo estaba disfrutando de la velada de su vida.

En una de las mesas, ocho desconocidos mantenían una conversación intrascendente animados por la atmósfera del lugar. El alcohol empezaba a hacer efecto en los menos habituados pero solo como desinhibidor. El primero de los invitados era un caballero inglés de rasgos finos y ojos oscuros y calculadores que debía rondar la cuarentena. Sus exquisitos modales no pasaban desapercibidos al resto de sus compañeros de mesa. Junto a él, a su derecha, una joven dama de poco más de veinte años estaba acabando uno de los canapés que había cogido poco antes. Su pelo de un rubio claro y sus facciones afiladas indicaban que probablemente se tratara de alguien de la europa del este.

El siguiente invitado era un hombre de gran estatura y ojos rasgados, probablemente de origen asiático. No parecía encontrarse demasiado cómodo en ese ambiente y guardaba silencio más de lo habitual. A su derecha, un general ruso vestía el uniforme de gala. El pecho cubierto de medallas que mostraba orgullosamente estaba coronado por una majestuosa cabeza con avanzados signos de calvicie y un bigote a la moda.

La mujer que se sentaba a su lado ofrecía un claro contraste, con la negra toca que la identificaba como miembro de la iglesia. Sus ropas, sobrias y sin adornos estaban en cierto modo fuera de lugar en aquella ocasión pero no parecían amedrentar a la joven monja. Sentado junto a ella con actitud desenvuelta había un hombre maduro, de piel bronceada y con un ligero sobrepeso. Tenía el aspecto de alguien que vive bien y le gusta, combinado con ese toque maligno en la mirada que probablemente hacía las delicias entre las mujeres que le conocían.

Por último, dos invitados que parecían venir juntos a juzgar por la forma de hablar entre ellos. El hombre, sobre los treinta años, tenía el aire inconfundible de alguien habituado a los eventos de la alta sociedad. Se desenvolvía sin dificultad, implicándose en la conversación cuando era conveniente y dejando que los demás aportaran sus ideas. Se inclinaba hacia su acompañante, como si intentara protegerla de vez en cuando. La mujer, más joven que él, parecía algo menos experta en esas lides y dejaba que fuera el otro quien llevara el peso de la conversación. Las pocas veces que habló fueron suficientes para que los demás notaran su exquisito acento y sus buenos modales.

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22/08/2008, 13:22
Dimitri Zagorianski

El general estaba especialmente contento aquella noche. Había tenido noticias de un amigo de un amigo que le iba a conseguir una entrevista con alguien importante para su causa en breve. Fue por ello que decidió tomarse un par de copas antes de acudir a la velada y, en medio de su euforia, vestir su desfasado traje militar. Era una ocurrencia un tanto extravagante pero él siempre se sentía cómodo con aquella vestimenta. Le recordaba la gloria perdida de su patria y el fuerte aroma a pólvora de los campos de batalla. Ahora, bebiendo con más mesura, intentaba disfrutar de la velada con sus desconocidos compañeros de mesa.

Por el momento había optado por mantenerse callado, dejando que otros llevaran el peso de la conversación e interviniendo solo en cuestiones puramente triviales. Sabía que al menos una de las mujeres allí sentada, la bella dama rubia, era de ascendencia rusa. No era momento todavía para meterse en polémicas que pudieran arruinar su, hasta el momento, excelente humor.

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22/08/2008, 15:41
Alexander Wan Bruswell

Oro, tafetán y porcelana; distintas formas, pero los mismos ingredientes. Desde la antigüedad el ser humano se había vanagloriado emparedándose en tesoros inservibles, admirando su belleza y regodeándose en que fuera suya. Con el tiempo las formas se refinaban y las abstracciones se redefinían, pero los mismos clichés ritualistas se mantenían imperturbables. La gran paradoja de la historia del hombre: el mismo error, distintos colores.

Rodeado de tanta frivolidad, Alexander no pudo sino limitarse a manter una intensa conversación con el único de toda la reunión que le parecía realmente interesante... él mismo. Con el resto posiblemente rascara tanto que la temperatura se volvería incómoda:

-El sabio conoce el verdadero tesoro del silencio.- evocaba las enseñanzas de su maestro.

Pacientemente aguardaba a que los pavos dejaran su mutuo cloqueo, al margen de aquella pelea que observaba con cierto escepticismo distante. Sin embargo, años de negocio con aquella clase de individuos le habían enseñado a esbozar la cara previa a la sonrisa, guardándose sus opiniones a buen recaudo. Cualquiera de estos personajes podría estar más que interesado en lo que el angloriental tuviera que ofrecer; nunca debía de menospreciarse un cliente en potencia.

Pero Jackson era cruel con sus amigos... de eso no cabía duda. Viejo zorro... esto le iba a costar más que una cena en Salieri's.

Notas de juego

ROCK 'N ROLL!!!

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22/08/2008, 18:47
Hermana Lucía Sturzo

Había entrado en el impresionante salón con el paso comedido y discreto de quien no quiere de ningún modo llamar la atención. Aunque estaba claro que la llamaba, no solo por su rostro de facciones tan perfectas, tan bellas, que cualquier escultura clásica quedaría eclipsada a su lado. No, lo que más la había hecho diana de muchas miradas era el incongruente atuendo: un hábito religioso.

La Hermana Sturzo atravesó el espacio entre las mesas, junto a columnas de mármol rosa, sobre alfombras persas, bajo las lágrimas de cristal de roca tallado de las arañas inmensas que pendían del techo artesonado. Y lo hizo tranquila. Estaba acostumbrada a ver maravillas aún más impactantes en el Vaticano. El lujo no la apabullaba. En absoluto. Lo que la ponía nerviosa era este bautismo en sociedad.

Comprobó la mesa que tenía asignada, efectivamente su nombre aparecía en una pequeña tarjeta cuidadosamente manuscrita, orlada de un filo dorado. El camarero le apartó la silla para que se sentara, y ella lo hizo, con un cierto embarazo. Entonces miró francamente a sus compañeros, uno a uno, saludando con una leve inclinación de cabeza cada vez que alguien le devolvía la mirada.

Mientras pronunció queda una escueta presentación.

-Soy la Hermana Lucía Sturzo, del Archivo Secreto Vaticano. Buenas noches, encantada...

Y luego se sumió en un beatífico silencio.

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22/08/2008, 19:22
Lord Reginald Balmister Cornwell

El coche traqueteaba por las empedradas calles de Londres, mientras atravesaba la espesa niebla que se había levantado, esa espesa sopa de guisantes, con su olor nauseabundo que se dejaba percibir incluso a través del clausurado coche. No le gustaba llegar tarde y en otras circunstancias se sentiria molesto, pero esta noche la causa había valido la pena, Mia se había puesto especialmente guapa, sus ojos oscuros hacian juego con su vestido, un diseño espectacular que se había hecho hacer expresamente para este acontecimiento, su pelo corto junto a ese rostro inocente le daban el aspecto de un angel.

Seguro que tendré que apartar a mas de un indeseable esta nochePenso mientras el coche recorría los últimos metros que le separaban del Challenger trust.
Parece que hemos llegado-dijo cuando el coche se detuvo, un instante después, el conductor dio un par de golpes a la ventanilla que separaba el compartimento de los pasajeros del sitio del conductor, antes de abrirlo.

Señor, ya hemos llegado Cerro la ventanilla sin esperar una respuesta. Conocía bien su trabajo, su padre ya había trabajado para la familia Balmister, y su hijo también seguiría la tradición.
La puerta del coche se abrió.
Alfred, puso la escalerilla para que pudiesen bajar.
El challenger Trust brillaba con todo su lujo y elegancia, aunque por culpa de la sopa de guiantes apenas si se distinguía mas alla de unos pocos metros.
En noches cualquier parecen ser posibles....-este funesto pensamiento se desvaneció tan rápido como había venido, Regi, eres demasiado soñador... -solía decirle su madre. Era un soñador, de eso no cabía dudas, pero a veces esa niebla le daba que pensar.
Gracias, Alfred. Puedes esperarme de la forma habitual.
Cuando se encaminó a la entrada uno de los porteros le abrió la puerta y se dispuso a acompañarles hasta el interior.
Lord Balmiter. Es un placer tenerle por aqui-dijo el chico. Lord Réginal saco un billete que ya tenía preparado, de su bolsillo del pantalón y lo deslizó en la mano del chico.
El local bullía de actividad, Reginal se detuvo un segundo y observo el amplio comedor del Challenger Trust. Le resulto fácil localizar multitud de caras conocidas en las diversas mesas.
Me parece que la velada va a ser prometedora, aunque me parece que las demas chicas te van a odiar un poco Una amplia sonrisa ilumino su rostro. ya que esta claro que sin duda eres la mas bella de la fiesta Cuando vislumbró la mesa,vio que algunos de los invitados ya estaban sentados en ella.
Buenos noches, caballeros. Soy Lord Réginal Balmister Cornwell, y esta preciosa chica que viene con migo es mi preciosa prima.

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22/08/2008, 22:35
Lord James Connely

La noche era fría incluso para las fechas que en las que se encontraba, pero a Lord Connely no le molestaba en absoluto aquel clima al que estaba acostumbrado desde que nació.
Sabía que existía mucha gente que se quejaba de la casi continua niebla londinense, o incluso de aquel frío húmedo que reinaba en el ambiente de una noche como aquella, pero ¿qué sabrían ellos? Nadie que se considerara realmente inglés podría quejarse de algo así.

Miró por su ventanilla mientras el coche avanzaba hacia su destino, aunque no pudiera decirse que había mucho que ver, pues las calles por las que transitaba el vehículo se encontraban prácticamente desiertas.
Este hecho cambió en cuanto se acercó al lugar donde se encontraba ubicado el Challeger Trust. Aquí el tráfico aumentó y la gente caminaba rápidamente por las aceras para buscar el cobijo cálido que proporcionaba el interior de los edificios.

Finalmente el coche se detuvo en la puerta de entrada que daba acceso a la cena a la cual estaba invitado, y a la cual, de no ser porque allí se encontraría con el profesor Smith, no habría asistido…..sabía quién estaría allí con seguridad, y no tenía ningunas ganas de ver aquella expresión de mofa en el rostro que más odiaba en aquel momento.

Bajó del coche y, tras mirar a uno y otro lado de la calle, se acercó a las puertas del Challenger Trust, que se abrieron incluso antes de poder llegar hasta ellas.
El lugar no le era desconocido, ni su rostro a aquellos que trabajaban allí. No era la primera vez que iba, y podían tener por seguro que tampoco sería la última.

Dejó su abrigo y su sombrero en la entrada, por no su bastón, del cual no se desprendía nunca que salía de casa.

¿Dónde se encuentra mi mesa? – preguntó sin indicar su nombre. No hacía falta.

Le indicaron el lugar, pero no permitió que nadie le acompañara hasta su asiento. Quería que todo el mundo pudiera observar que andaba con decisión y que no necesitaba de ningún guía para moverse entre los comensales.

¡Allí estaba! Esa rata de Poulsend también estaba invitada, y desde luego era lo único que podía conseguir que el apetito de James se evaporara en un instante.
Justo en aquel instante, el rostro del Ministro de Asuntos Exteriores, miró hacia donde él se encontraba y ensanchó la sonrisa al verle…..que disfrutase de aquel momento, porque algún día llegaría el momento de su justa venganza….¡así se atragantase con la cena!

Haciendo un supremo esfuerzo para no cambiar la dirección de sus pasos para borrar aquella sonrisa del rostro del Ministro, Connely llegó hasta la mesa que le había sido asignada, presentándose con educación incluso antes de fijarse en el rostro de los que serían sus contertulios durante toda la velada.

Buenas noches, soy Lord James Connely. Encantado – y sin más refinamiento se sentó en su silla, dejando el bastón entre sus piernas para evitar que resbalase hasta el suelo.

Fue entonces cuando observó a sus acompañantes, y el rostro se tornó más serio aún de lo que había sido hasta aquel momento.
Por si fuera poco lo que le ocurría, y el prácticamente exilio forzoso que estaba destinado a emprender a la mañana siguiente, ahora le tocaba compartir mesa con un hombre que, por su uniforme, parecía ruso. Una monja…..¡y un mestizo!

Esto, sin duda, había sido promovido por Poulsend. Estaba convencido de ello….otra humillación más que añadir a la lista.

Pero el decoro pudo más que sus propias reticencias, y decidió que se quedaría a la velada pasase lo que pasase. Aunque eso no quisiera decir que tuviera que mantener una conversación amigable.
Al menos había allí alguien que sí conocía, al menos por el nombre, pues el apellido Balmister era ampliamente conocido en Londres.
Por el momento se dedicó a guardar silencio y hacer girar el bastón entre sus manos.

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23/08/2008, 12:08
Irina Ivanóvna Vasilieva

La niebla londinense se había vuelto a extender desde el río cubriendo con su manto húmedo las calles empedradas. Frente a las doradas puertas de la sede de la Challenger Trust lujosos automóviles negros y adornados coches de caballos se sucedían entre un mar de risas y murmullos expectante deteniendose el tiempo necesario para que sus pasajeros de aspecto distinguido y vestidos con sus mejores galas se incorporasen a la riada de personalidades que aquella noche habían decidido acudir al banquete anual.
Un característico taxi londinense se detuvo junto a la acera con un chirriar de neumáticos y, sin dar tiempo a que el conductor se apease, la puerta se abrió y una joven ataviada con un vestido dorado con zapatos a juego descendió con elegancia protegiéndose ligeramente de la humedad de la noche con un fular de seda negro. Tras despedirse del sorprendido conductor agitando ligeramente los dedos se dio la vuelta y observó con mirada despierta la gente que la rodeaba durante unos segundos antes de dirigirse a la iluminada entrada con andares seguros y elegantes. Una sonrisa abierta y cortés iluminó su rostro anguloso y de piel translúcida mientras con gesto coqueto comprobaba que el peinado de su rubio cabello estaba bien y que el peculiar tocado que llevaba, consistente en una cinta negra de la que pendía un rubí rojo sobre la frente, seguía en su sitio.

¿Dónde estará Adela? pensó Irina mientras miraba a su alrededor parada en el vestíbulo dudando entre esperarla allí o pasar al salón hacia el que se dirigía todo el mundo. Tan alocada como siempre la joven apenas le había dicho dónde tenía que ir antes de desaparecer para hacer no sé qué recado, por lo que no tenía mucha idea de cual era el plan. Suponiendo que tarde o temprano la vería a lo largo de la noche, Irina se dirigió a un camarero que andaba por allí y le pidió cortésmente que la llevase hasta su asiento. Bien...allá vamos...pensó al tiempo que le seguía e inclinaba la cabeza educadamente a modo de saludo cuando sus ojos se topaban con un rostro conocido.
Por desgracia no había ninguno de ese tipo en la mesa redonda ante la cual se detuvo su guía. Decorada con gusto exquisito y según todas las normas de la etiqueta, alrededor de ella se hallaban sentados algunos de los que, suponía, serían sus acompañantes aquella noche. Sonrió ampliamente a todos mientras les evaluaba con la mirada tomando nota mental de lo que le llamaba la atención. Vaya...un militar ruso...tendré que tener cuidado, no es una noche para discutir sobre política...y ¿qué tenemos aquí? ¡una monja! no tenía ni idea de que asistiesen a actos de este tipo...el caballero del bastón debe de ser político me suena de haber visto alguna noticia sobre él en el periódico recientemente...al que parece asiático no le conozco de nada..¿vendrá de allí? quizás pueda contestar a alguna de mis preguntas...y Lord Reginald...hacía mucho que no le veía en ninguna fiesta...Sin que nada de lo que pensaba trascendiese en su rostro Irina tomó asiento con cuidado, agradeciéndole con un gesto al camarero el detalle de apartarle la silla, y centró su atención de nuevo en lo contertulios mientras posaba suavemente el bolsito de cuentas sobre la mesa a su lado y dejaba resbalar el fular sobre los codos rebelando unos hombros suaves y torneados.

-Buenas noches, caballeros, hermana...-saludó en perfecto inglés con un ligero acento del este.-Mi nombrre es Irina Ivanóvna Vasilieva, espero sinceramente que disfrutemos de una agradable velada-unos graciosos hoyuelos se formaron en su cara cuando, de nuevo, volvió a sonreir. Con ademanes elegantes se quitó los guantes largos de seda negra y los depositó sobre el bolso.

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25/08/2008, 08:58
Patrizio D'Empoli

Aquel era su ambiente, o sería más justo decir que era uno de ellos, pues poseía múltiples facetas y en todas ellas se movía como pez en el agua. Una cena de gala, invitados de clase alta, lujo, riqueza, descaro, miradas veladas, sonrisas escondidas… aquella era su selva y él, más que ningún otro, el rey.

Patrizio se acercó a la mesa con paso elegante a pesar de su edad. Le precedían toda una procesión de empleados del Challenger Trust, desde el portero hasta el propio Métre, incluyendo a varios camareros y al encargado del guardarropa. Con total normalidad esperó a que preparasen su asiento debidamente y se deshizo de su abrigo, sombrero y bastón. Al hacerlo dejó al descubierto un frac al más puro estilo italiano, cuyo tejido y corte reflejaban que su valor bastaría para alimentar a un pequeño pueblo de los Alpes durante todo un año. ¡Y valía cada penique Patrizio hubiese gastado en él! Le sentaba como un guante y el, casi mágico se podría decir, traje conseguía obtener de él el porte de un hombre cuarenta años más joven y en mucha mejor forma física. Completaba su atuendo un orgulloso pañuelo de seda que llevaba anudado al cuello. Su rostro era agradable, sencillo y afable como lo sería el de un simple trabajador de la tierra que pasara su jornada de sol a sol recogiendo el fruto de la tierra, el dorado regalo de las viñas, en alguna hacienda de su querida Toscana. Sin embargo, en el caso de Patrizio éste no mostraba los estragos del trabajo, el castigo del sol ni los surcos del sudor. Por el contrario su piel se veía tan resplandeciente y cuidada como el dinero en estos tiempos podía permitir. En su cara destacaban por igual sus alegres y expresivos ojos castaños y su eterna e imborrable sonrisa. El pelo, aunque comenzaba ya a escasear, estaba magistralmente peinado dando la sensación de tener mayor volumen del que en realidad poseía.

Podía deducirse por su impecable aspecto que se trataba de un hombre poderoso, acostumbrado a una vida de lujos y comodidades. Sin embargo algo más traslucía tras aquella fachada, algo intenso y evidente: un carácter agradable, risueño, positivo y optimista. Un apego por la vida que iba mucho más allá de la lógica. Confianza en sí mismo como para distribuir entre todo un país.

-Buona Sera, Damas…. y caballeros – dijo con una prolongada y premeditada pausa entre su saludo a las mujeres de la mesa y el mismo dedicado a los hombres. Su voz era grave y aterciopelada, sin los saltos esperados en alguien de su edad -. Patrizio D’Empoli a su servicio.

Saludó a los hombres con una ligera inclinación de cabeza, más bien de forma apresurada, tras lo cual dedicó toda su atención a las damas. Con un gesto bastante inesperado recorrió toda la mesa en un movimiento circular, deteniéndose para besar la mano de cada una de las mujeres presentes.

-Un piacere Gemtilissima Signora – obsequió sin excepción a las damas, incluida la hermana Lucía Sturzo -. Vostro servo umilissimo.

Cuando finalmente logró alcanzar su asiento se apoderó de él, como había hecho desde que entró de todo el salón. Extrajo un extraordinariamente largo puro de su chaqueta y lo encendió sonriente, a pesar de no ser aún el momento indicado por las normas de la etiqueta.

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25/08/2008, 10:33
Mia Worthington Balmister

Aquella noche era muy especial y ella era plenamente consciente de ello. Regi la había recogido en su hotel y ella, conocedora de como ha de ser una dama, había tardado algunos minutos más de lo debido. en realidad ya estaba preparada cuando él llegó, pero no quería que la notase impaciente.

Había visto fotos de Regi, pero ninguna lo suficientemente reciente o que le hiciera justicia. Era un hombre realmente atractivo y al encontrarse frente a él se sintió algo intimidada. El rubor asomó a sus mejillas y apenas pudo mantenerle la mirada. Aún no estaba demasiado segura de sí misma. Pero él la sonrío ampliamente y acompañándola al coche.

El viaje fue silencioso, apenas se atrevía a hablar para no romper el ensueño que estaba viviendo. Tal vez, si hablaba se despertaría así que apenas pronunciaba unas pocas palabras en un tono quedo, muy propias de una joven inocente.

Cuando llegaron al salón se sintió deslumbrada. Aquello era los más hermoso que había visto nunca. Las luces, la decoración, las damas y los caballeros arreglados con sus mejores galas para aquella ocasión... Había imaginado aquel momento una y mil veces, pero sus ilusiones no eran ni la décima parte de lo que había en realidad.

Me parece que la velada va a ser prometedora, aunque me parece que las demas chicas te van a odiar un poco, ya que esta claro que sin duda eres la mas bella de la fiesta. Las palabras de Regi la alagaron y volvieron a hacerla ruborizar. No sabía muy bien contestar a eso, ni siquiera sabía si debía contestarle. Por suerte, la distancia hasta la mesa era corta y no tuvo opción a pensarlo mucho más.

Regi se presentó al resto de los comensales y ella sonrío cándidamente a los allí reunidos -Buenas noches- consiguió dominar su tono de voz y paracer tranquila cuando saludó, aunque en su fuero interno un revoltijo de sensaciones estaba desatandose. Aquella era una gran noche.

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25/08/2008, 14:25
Lord Reginald Balmister Cornwell


No había pasado inadvertido para Regi la tensión que había en esa mesa.
Esto debe ser una broma, mezclar a la plebe y al clero con nosotros, la nobleza inglesa. Nunca pensé que en el Challenger Trust se saltaran semejante norma de protocolo, es inaudito...

Mrs. Ivanóvna, es para mi un placer conocer a alguien de tan exótico pais Regi no pudo dejar de darse cuenta de que La Mrs. Ivanova no era la única persona de origen ruso de la mesa, le hubiera gustado preguntarle acerca de Ese revolucionario, Lenin, y como recomendaba la destitución de stalin, esperaba tener la oportunidad de poder aprovechar la oportunidad para saber algo mas de la situación política que se estaba viviendo en ese momento en rusia, en cambio se permitió un movimiento envolvente y en lugar de preguntar a su esquivo compañero de mesa lo hizo a la señorita, incluyendo de esta manera en la conversación al otro enigmático invitado.
Si luego no tiene inconveniente, me gustaría poder intercambiar impresiones hacerca de su pais Le dijo a Ms. Irina Ivanóvna.
Pero, permitame que le presente, esta hermosa chica que me acompaña es mi prima Ms. Mia Worthington Balmister y este caballero que Es Mr. Lord James Connely. Por cierto es un placer verte de nuevo por aqui, no estaba seguro de poder verle, me he enterado de que va iba a emprender viaje a Estambul, yo estuve el año pasado un pais interesante sin duda, aunque no se puede ni comparar con nuestra amada inglaterra, pero ya que se va le recomiendo visitar La Mezquita de Solimán el Magnífico, la iglesia de San Salvador de Chora, la iglesia bizantina de la "santa sabiduría". Fue construída en el año 413 y la verdad es que se conserva en muy buen estado y la torre de Leandro. estoy seguro que en lso dos primeros sitios los va a disfrutar, últimamente parece que hay como una corriente de moda por la religión

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25/08/2008, 17:14
Hermana Lucía Sturzo

La Hermana Lucía, que había observado en silencio las distintas actitudes de los que se iban sentando alrededor de la mesa, alzó ahora una ceja, girándose hacia el caballero de aspecto jovial y despreocupado que acababa de hablar. Le miró con curiosidad, pero sin perder el aire discreto, de contenidos modales del que había hecho gala desde que llegó.

Se hizo un poco hacia delante, inclinándose para hablarle, y sin embargo no tener que levantar la voz. Quizá una herencia de sus costumbres de archivera en la Biblioteca Vaticana.

-¿...corriente de moda por la religión? A que se refiere usted concretamente, MyLord?

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25/08/2008, 18:28
Lord Reginald Balmister Cornwell

Regi se giro para ver quien le había preguntado, aunque habiendo tan pocas mujeres en la mesa era obvio quien era su interlocutor. Cuando se giro vio que evidentemente era la monja, Lucía Sturzo,recordaba que se había presentado como tal y ahora que recordaba no era una monja cualquiera si no del Archivo Secreto Vaticano. Regi sonrió
Por la cosa presagiaba en convertirse en una reunión aburrida mas, de las muchas que se celebraban Regi intento leer en ese rostro y ver que clase de persona era su interlocutor ante sdehablar.

Es una oportunidad increíble, el poder hablar de un tema tan interesante y tan de moda ahora con alguien cualificado como usted, me he dado cuenta de que es usted católica ¿ verdad ? -Era una pregunta retórica, sabía a ciencia cierta que lo era. Quizás algún otro se hubiera callado pero Regi vió la oportunidad de una conversación interesante e instructiva.
supongo que ya sabrá que el cabeza espiritual de la Iglesia de Inglaterra es el Arzobispo de Canterbury, y su majestad la Reina ostenta el título constitucional de “Gobernador Supremo de la Iglesia de Inglaterra, en cambio el de los catolicos el cabeza de la iglesia es el papa, pero lo que sucede es que parece que en los últimos años aqui en Londres se ha puesto de moda saber mas acerca de religiones de distintos paises, como la suya, pero no creo que la cosa llegue mas lejos que el de una mera moda pasajera

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25/08/2008, 19:31
Lord James Connely

Cita:

me he enterado de que va iba a emprender viaje a Estambul

Si algo viajaba realmente rápido en Londres, sin duda eran ese tipo de noticias...sobretodo si alguien se dedicaba a divulgarlas en forma de secreto. No había mejor método para que algo se hiciera completamente público, y si tuviera que señalar a alguien, sabría perfectamente a quién.

La religión no es mi punto fuerte - dijo finalmente introduciendose en la conversación - pero he de decir que esa clase de modas, si es como usted dice, deberían ser erradicadas desde el principio, pues no hacen más que adulterar la mente de nuestros queridos compatriotas.

Miró un instante a la hermana Sturzo, como queriendo añadir alguna disculpa a sus palabras...pero finalmente continuó sin hacerlo, fijando sus ojos en el señor Balmister.

Más tarde quizá podría decirme donde ha escuchado la información acerca de mi marcha, pero ya que saldré muy pronto, no veo necesario ocultarlo o desmentirlo. - admitió.

Sus manos seguían jugueteando con el bastón, el cual hacía un peculiar sonida cada vez que se encontraba con el borde de la mesa.

Tras unos segundos continuó - ¿Y dice que estuvo en ese país de bárbaros el año pasado? Yo daría lo que fuera para no tener que ir, pero mis obligaciones para con Inglaterra me lo exigen y no puedo rehusar.
Pero sin duda no encontraré allí nada que me interese, y a buen seguro que esas construcciones que ha mencionado no pueden compararse con la Catedral de San Pablo, el Palacio de Buckingham e incluso el impresionante Big Ben....aún no he partido y ya echo de menos estas calles.

El sonido del bastón se había detenido, y ahora se encontraba fuertemente aferrado en la mano derecha de Connely, cuyos nudillos se mostraban blancos por la presión que estaba ejerciendo.

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25/08/2008, 20:11
Hermana Lucía Sturzo

-Si me permiten me parece algo realmente peculiar considerar a la religión como algo que pueda estar de moda. Es lo mismo, para que ustedes me entiendan, que considerar que la política puede estar de moda. No creo que algo que forma parte de la persona, una parte importante, su espiritualidad, deba ser objeto de una forma tan trivial de consideración. Díganme, caballeros, ¿creen que la aristocracia está de moda? ¿Y el trabajo? ¿quizá... la Monarquía...?

Dejó caer su discurso en tono agradable, sin buscar confrontación. Les miraba directamente, a uno y a otro alternativamente, sonriendo. Y luego calló, dejando en los dos hombres la imagen de su rostro rodeado de la toca. Se retiró ligeramente, y añadió:

-Oh, pero no quiero interrumpirles. Es interesante su apunte acerca de los lugares más importantes de Estambul, al igual que los de Londres, caballeros. Procuraré visitarlos todos... reconozco no haber estado en ninguno de los dos lugares anteriormente. Acabo de llegar a la Capital Británica.

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25/08/2008, 20:58
Richard Piers Davis

Un leve tintineo sobresalió entre el ruido de fondo de la sala y poco a poco el murmullo de los comensales disminuyó hasta perderse en un leve suspiro. El causante de la interrupción, de pie frente a su silla en la mesa principal, sostenía una copa de champagne en alto mientras la golpeaba suavemente con una cucharilla de plata. La ceremonia era conocida para los habituales de los banquetes del Challenger Trust, así como el hombre en cuestión, Richard Piers Davis, Presidente Honorífico.

-Damas, caballeros -su voz de barítono resonó clara en el súbito silencio-. Si me permiten la interrupción me gustaría darles a todos la bienvenida. A los viejos conocidos y a las nuevas caras, espero que disfruten de la velada. Nuestro chef esta noche, Monsieur Gerald Trudeau, ha preparado la deliciosa cena que están a punto de degustar. Por favor, dediquémosle un fervoroso aplauso.

Tras terminar con el sucinto discurso volvió a sentarse en su silla en mitad de aplausos más dirigidos a su propia persona que al anónimo chef. Sus compañeros de mesia elogiaron sus palabras y en un instante la sala había recobrado el murmullo habitual.

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25/08/2008, 22:24
Irina Ivanóvna Vasilieva

Irina iva a intervenir en la conversación sus delineadas cejas arqueadas ligeramente cuando fue interrumpida por el brindis del señor Davis. Tras aplaudir educadamente como respuesta se volvió hacia sus acompañantes en cuanto el murmullo de las conversaciones se reanudó.

-Debo decirr que estoy de acuerrdo con la herrmana Sturrzo...considerarr que la religión es una moda no tiene sentido...la moda hace referrencia a algo pasajero que evoluciona y se transforrma...mientras que la religión ha estado hay desde que el hombre es hombre...independientemente de la creencia que se considerre-inclinó la cabeza en un gracioso gesto en dirección a la hermana. Luego mientras echaba mano de la copa de vino se volvió en dirección a Lord Connely- En cuanto a sus palabras sobre la arquitectura árabe debo decirrle, con todos los respetos, que creo que, una vez allí, comprobará que se equivoca, lord Connely. Comparrar el palacio de Bukingham con la mezquita de Solimán es como comparrar una perra y una manzana. Ambas aparentemente son frutos pero su esencia, aunque diferrente, es igualmente bella. Ambas construcciones fueron edificadas para glorificar, para inspirrar y sorprenderr por su hermosura y por tanto, deben ser admiradas como entidades diferenciadas-sus ojos azules brillaban al hablar y su rostro estaba iluminado por la pasión. Alzando la copa en dirección al agregado añadió-Brindo porque una vez allí sepa valorarlas y se empape de todo aquello que el mundo antiguo, aquel del que venimos, le sorrprenda como a tantos otros ha hecho-sonriendo amablemente se llevó la copa a los labios.

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26/08/2008, 02:50
Alexander Wan Bruswell

Tras unos instantes de despectivo escepticismo, en los que Alexander fue testigo de la inexorable prepotencia británica, su mente comenzó a sentirse atraída cuando la conversación declinó en unos derroteros más que orientados a un debate que verdaderamente mereciera su atención. Albricias, se le brindaban las posibilidades de entrenar sus sesos y dar una elegante bofetada a la flor y nata de la Reina en la misma exposición. Así pues, tras un carraspeo para aclarar su garganta y llamar la atención sobre su presencia, se unió finalmente a la conversación, tan pronto como terminó el comentario de Miss. Ivánovna:

-Hagia Sophia; Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto, en tan solo 5 años de edificación, cubrieron el edificio, de planta casi cuadrada, con una cúpula central sobre pechinas. Ésta reposa sobre cuatro arcos, sostenidos a su vez por cuatro columnas. Dos semicúpulas hacen de contrafuerte de la cúpula central y los muros abiertos están asegurados por contrafuertes. Posee además unos bellos mosaicos bizantinos. Su arquitectura es eminentemente espacial, aunque el efecto exterior ha sido especialmente variado por los otomanos, que lo enriquecieron con minaretes, espolones y otros contrarrestos. La idea del edificio fue el que la gran cúpula que se iba a construir se sostuviera merced a cuatro arcos reforzados, mediante contrafuertes y semicúpulas que desviaran los empujes. Se evitaba así el uso del hormigón, empleado por ejemplo en el Panteón de Roma. La planta es un rectángulo de 77 x 71 metros. La cúpula, de 56,6 metros de altura y 31,87 de diámetro, se apoya sin tambor en cuatro puntos y está rodeada por cuarenta pequeños contrafuertes separados por otras tantas ventanas, dando la sensación, según Procopio, de estar «suspendida del cielo por una cadena de oro». Por fuera, la cúpula imponía una centralización bastante ajena a las basílicas del pasado, pero gracias a las pechinas y la traslación de los esfuerzos a las naves laterales, así como un refinado uso de la luz, «no parece descansar en base sólida».- comenzó el “presunto oriental”, ante las miradas ligeramente boquiabiertas de algunos de los presentes –Diría que no estamos hablando de nada desdeñable. Sobre todo teniendo en cuenta que lleva 14 siglos allí- terminó.

Tomando un breve sorbo de su copa para aclarar la garganta, mientras sus oyentes se hacían una idea de la magnificencia del edificio, ordenó sus ideas y los datos aprehendidos en una vida al pie del cañón, antes de continuar:

-En el caso de la catedral de San Pablo debo decir que en origen el espacio lo ocupaba la primera iglesia de la Gran Bretaña, de simple madera, erigida en el 604 gracias a San Mellitus, un seguidor de San Agustín, cuya misión era convertir a los anglosajones... - entonces se permite deleitarse mirando directamente a Reginald y continúa polémico – ...los bárbaros que habitaban este país cuando Bizancio brillaba como la estrella de la civilización del mundo conocido. Bárbaros de los que descienden gentes como vos, Lord Balmister.- pero en seguida volvió al torrente de conocimiento, para que ni siquiera un “por alusiones” se permitiera un desliz en la estricta normativa conversacional británica, dejando su cuña inmaculada en la frase, ante alguna que otra ofendida mirada – Esta construcción original fue renovada en los años 675, 962 y 1087. Tras la reforma, la Catedral cayó en el olvido... Triste, pero cierto... hasta que Iñigo Jones comenzó su restauración en 1633, añadiendo el pórtico clasicista. Sin embargo, la iglesia se quemó en el Gran Incendio y tuvo que ser reconstruida. Al cargo de esta tarea estuvo Christopher Wren, que la replanteó en un nuevo estilo barroco.- acabando con su explicación, expuso entonces – Vamos, que lo que puede apreciar no llega ni al medio milenio de antigüedad. De hecho lo único que puede alegar la Catedral de San Pablo contra la ingeniería bizantina es que MÁS DE MIL AÑOS DESPUÉS, tan solo ha conseguido CASI doblar la altura de su cúpula, y digo CASI, pues ni tan siquiera eso es cierto, con sus 108,4 metros. Dios ya castigo una vez al hombre por querer llegar al cielo, y tan burdamente como ahora compiten las ciudades en Nuestra Colonia Perdida del Atlántico,- dice con una clara referencia a los Estados Unidos –para ver quién hace el edificio más alto, seguimos reincidiendo como estúpidos en el error. Una nueva nuestra del ego de nuestro modesto Imperio, preocupado por poco más que “quién la tiene más larga”.- vanalizó finalmente el hombre, dando a entender que se incluía, efectivamente, entre los nativos – Hablar de grandiosidad en esos terminos resulta un tanto dudoso, ¿no cree? Tal vez debería usted pasearse frente a la “modesta lápida de Keops” Puede que sus impresiones sobre la magnificencia tengan un nuevo giro, señor. - terminó su exposición arquitectónica.

Tras una breve pausa para disfrutar por unos instantes del denso ambiente de tensión creado, decidió dejar respirar un poco a quienes nada tendrían que haber sufrido por tales litigios sin importancia, reconduciendo el tema:

-Sin embargo, debo objetar sobre el no considerar la religión, en cierto modo, una moda. El Islam proviene del Cristianismo, que a su vez proviene del Judaismo, que tiene raíces en cosas tan enterradas como la adoración de Aton y el mil veces maldito monoteísmo egipcio.- indicó Alexander, dirigiéndose esta vez a sus interlocutoras –Incluso la Iglesia Anglicana ha sido una clara “remodelación dogmática” de su Majestad, a quien el “vestido” de que un hombre, además no británico, le dijera cómo tenía que rezar no le ajustaba bien. Mucho menos cuando todos sabemos que no hay mayor verdad que la de Nuestra Amada Regente, Dios Salve a la Reina.- ironizó seguidamente, mientras continuaba con su exposición –La propia Hagia Sophia, de la que hablaba instantes antes, fue utilizada como iglesia cristiana durante casi mil años, desde su construcción en el año 537 hasta la conquista de Constantinopla por los turcos en 1453, momento en que fue convertida en mezquita. En la actualidadse debate si convertirla en museo, ya que las necesidades religiosas no responden a los gustos de la sociedad moderna, y probablemente se haga en breve*.- explicó el estudioso, antes de alegar –Efectivamente, la religión responde a dudas más que razonables planteadas por el hombre, que en ausencia de seres superiores que se las respondan, como presuntamente hacían en la antigüedad, tal y como nos llega en los viejos grabados, se inventan sus propias aproximaciones, que modifican con el paso de los años, no para ajustar su modo de vida a sus creencias, sino sus creencias a su modo de vida. Ocurre desde que el ser humano tiene consciencia de sí mismo y de su debilidad. La fe es un ente cambiante, Miss., los hechos... los hechos son otra cosa. Pero la religión otorga a la humanidad un servicio muy necesario, tal y como lo hace la ropa. Tan sujetas a modas ambas, como cualquier otra faceta de la naturaleza humana.- termina de aportar su opinión al debate, disfrutando con la candencia que amenaza con adoptar.

Evidentemente el silencioso oriental era todo un carácter, si bien no era la clase de individuo al que le gustara agradar; eso saltaba a la vista. Pero valiente... de eso no cabía duda. Directo al grano, por seguro; en busca de algo grande... eso era todo lo que hablaba el brillo de sus pupilas de él, con cada una de sus evoluciones. Esto no era meramente un juego dialéctico para Mr. Bruswell; realmente buscaba respuestas.

Notas de juego

*Hagia Sophia es museo desde 1935.

Durante el día lo tengo jodido para escribir estos días, pero temblad a las noches, malditos. Vais a tener que leer tanto como yo para poneros al día. ;-P

De paso vamos ampliando culturilla, XD.

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26/08/2008, 09:40
Dimitri Zagorianski

El general guardaba silencio, sin duda intimidado por la elocuencia de sus compañeros de mesa. El tema no le parecía interesante: para Dimitri las iglesias solo habían sido puntos de referencia a la hora de ordenar el cañoneo de una ciudad y nunca destacó por su religiosidad. El hombre que acababa de hablar lo aturdió con su cháchara repleta de números y características arquitectónicas. Pese a ser alguien que había viajado mucho el general poco podía decir de los lugares que había visitado y, desde luego, jamás se había fijado en la arquitectura de los edificios ya que por experiencia sabía que la belleza estaba condenada a ser perenne tras los embites de la guerra.

Sin saber muy bien que decir e intentando ocultar su ignorancia sobre los temas allí tratados se sirvió otra copa de vino.

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26/08/2008, 10:50
Lord Reginald Balmister Cornwell

Si...si...Ya le dije que no estaba mal, me gusto cuando la vi pero no se puede comparar con la Abadía de Westminster, la cual ocupa el centro de la conciencia nacional inglesa. Esta monumental iglesia es conocida como panteón para las tumbas de lo más granado de la Monarquía, literatura, y ciencia inglesas. Ser enterrado en la Abadía ha constituido en la historia de la nación inglesa uno de los mayores honores que se le podía rendir a una persona, y ya que veo que es usted una persona de ciencia ¿ sabía usted que Sir Isaac Newton, esta enterrado ahi ? Regi sonrió, tomo su copa y tomo un poco de vino, antes de proseguir con la exposición.
Parece que después de todo ha merecido la pena haber venido, la conversación es realmente interesante y he de reconocer que mis contertulios son gente de cultura.
y si es cuestión es por historia, De acuerdo con la tradición, en el año 616 se fundó un santuario en el lugar conocido como "Thorney Island". Se dice que fue milagrosamente consagrado después de que un pescador del río Támesis tuvo una visión de San Pedro. Aunque la existencia del santuario es incierta, la abadía histórica fue construida por Eduardo el Confesor entre los años 1045 y 1050 y fue consagrada el 28 de diciembre de 1065. Eduardo construyó la catedral al faltar a un voto en el que prometía realizar una peregrinación; el papa le aconsejó redimirse construyendo una abadía.
El templo desde fuera es impresionante. Del conjunto de la abadía es notable el techo de la capilla, resuelto con bóvedas de abanico de exuberante nervadura, uno de los mejores ejemplos del gótico perpendicular maduro. Al exterior su nota más destacada es la resolución de la cabecera del transepto. Iniciada su obra en 1245 bajo el mandado de Enrique III, se levantó por encima de una antigua basílica. Esta abadía sirve de incomparable escenario a la coronación y sepulcro de los monarcas británicos. Uno de los lugares preferidos es el rincón de los poetas, donde descansan los restos de Charles Dickens, Geoffrey Chaucer, Samuel Johnson y Rudyard Kipling. Podemos visitar las tumbas de eminentes científicos británicos como Isaac Newton.... en fin que no hay punto de comparación, hoy por hoy Londres es el centro del mundo y las maravillas que el tiene no hay en ningún otro lado

Reginal hizo una pausa, no quería que la cosa derivara en una confrontación, nada mas lejos de su proposito, asi que decidió cambiar de tema.

Respecto a lo que me comenta de la religión le dire que en los últimos años aqui en Londres parece haberse estendido una curiosidad por las nuevas religiones, asi como por el espiritismo y todas esas paraciencias, ya se qe nosotros, hombres de ciencia lo podemos encontrar inconcebible, pero es cierto

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26/08/2008, 11:13
Irina Ivanóvna Vasilieva

Conforme el oriental iba hablando desilvanando datos y fechas con la soltura de quién se tiene la lección bien aprendida, Irina sintió cierta admiración por el conocimiento allí desplegado. Si quería darle una lección a todos desde luego lo ha logrado pensó dejando la copa sobre la mesa mientras le observaba interesada. Ella misma no era una desconocida de todo lo explicado por el hombre, pero había considerado que apabullar con semejante cantidad de información a un hombre que, claramente, consideraba que todo lo británico era infinitamente más valioso que cualquier otra cosa que se le pusiese por delante por muy antigüo que fuese y que, por ende, no se molestaba siquiera en ocultar su desprecio, era una auténtica pérdida de tiempo. O bien no sabe en qué terreno se mueve o bien le importa poco el que sus magníficas observaciones caigan en saco roto sopesó mientras desviaba la vista hacia el plato pensativa. Lord Balmister intervino en la conversación y mientras exponía sus argumentos a favor de la superioridad británica, la joven no puedo evitar esbozar una sonrisa irónica para sí misma.

-Sincerramente, Lord Balmister creo que esta converrsación no es una lucha a ver qué edificio es más bonito o si efectivamente Gran Bretaña es tan magnífica y superrior como lo que su majestad y el resto de los británicos queréis hacernos creer al resto del mundo-no pudo evitar contestar un tanto fastidiada, adoraba Londres y el mundo anglosajón pero con lo que no podía era con la prepotencia británica, le daba arcadas. Aún así su tono de voz continuó siendo suave y educado-Simplemente deberríamos de ser capaces, como perrsonas educadas y con cultura que somos, de valorrar que cada país, cada pedazo del mundo es único e inigualable, teniendo igualmente cosas valiosas e interresantes que deben ser dignas de respeto. Sí, la abadía de Wesminster es una maravilla, como también lo es Santa Sofía, y ambas por su carácter único y su peculiar historria deben ser valoradas individualmente. Sólo de esa formar, el conocimiento humano se puede enrriquecer-inclinando la cabeza con gracia en dirección a Balmister volvió luego su atención a Bruswell-Me resulta curiosa su idea de que la religión cambia para adaptarrse al modo de vida de los hombrres en cada periódo histórrico. Es un argumento muy novedoso Ms Bruswell...además de atrrevido-una ligera sonrisa curvó sus labios.-Por lo demás crreo que aquí estamos considerrando dos cosas distintas perro no por ello independientes: por un lado la idea de religión definida como la respuesta a ciertas preguntas insondables que el ser humano tiene necesidad de contestarr y que, dado su carácter de permanencia, es algo constante y fijo; y por otrro, las diferrentes respuestas que van surgiendo conforme el pensamiento humano y la sociedad evoluciona que sí son cambiantes y se podría decir que están sujetas a cierta "moda". La cuestión es ¿qué es prrimero, el cambio en la sociedad que hace surgir una nueva religión o el alza de una nueva religión que prrovoca un cambio en la sociedad?-dejando la pregunta en el aire miró por turnos a todos los comensales su rostro aún sonriente. Parece que después de todo la noche no va a ser tan aburrida como esperaba.

Notas de juego

uff acabamos de emepzar y ya estoy sudando :)