Partida Rol por web

Con cuidado, bajáis las escaleras y abrís la puerta de abajo. Asomáis cuidadosamente la cabeza para percataros de que no hay nadie en dicha estancia. Al entrar a la planta de abajo, os percatáis de que la estancia está llena de celdas, con la misma disposición que en la planta de arriba, con la salvedad de que sus ocupantes están muertos, o eso os parece a simple vista. Uno de ellos está partido por la mitad, otro está quemado, otros descuartizados, con un simple golpe de punzón en el cogote y cosas similares. La escena es dantesca. También tiene otra puerta al fondo, que está parcialmente abierta y puede distinguirse otra escalera que sigue bajando.

No hay nada aparentemente peligroso. Ni trampas ni nada por el estilo, a juzgar por los sentidos Agudizados, y el tiempo que se toma el clérigo.

Anacteia hizo una mueca al recibir el esperado hedor de los cadáveres. La masacre resultaba muy desagradable para la joven, por tanto procuró no fijarse demasiado en los detalles de las muertes. Susurró unas palabras arcanas y miró el entorno sin especial detenimiento, tratando de discernir auras mágicas mientras comenzaba a caminar con paso lento hacia la puerta del fondo.

Encontrarla ya supuso una sorpresa para ella, aunque dudó que por allí hubiera ningún tipo de salida. Posiblemente las escaleras descendentes les condujeran a una escena similar. Con un gesto animó a sus nuevos compañeros a proseguir.

Me quedo aqui un momento, guardando esta salida, gruñe el orco mientras comienza a ponerse a toda velocidad la armadura de cuero.

- Por este lado no creo que haya salida, tengo que estar preparado para abrir la cabeza a más guardias. Mientras se coloca el jubon que le queda ligeramente pequeño, mientras piensa Mejor esto que ir a pecho descubierto

El olor a muerto se hacía insoportable. Cuanto llevarian estos? La escena era peor que una masacre en guerra. Aproveche el momento para colocarme el peto de cuero. 

Voy a revisar la puerta abierta, chicos. Espero que no haya trampa alguna. Así empecé por el suelo y revisando los laterales para que la puerta al abrirse no accionara nada extraño.

Mientras las mujeres del gurpo se acercan a la puerta, Sheela para revisar trampas, sentís un gran temblor. De repente, una humareda impacta de lleno en la cara de ambas mujeres, dejándolas llenas de polvo e incluso haciéndolas perder el equilibrio. Al momento, un derrumbe de rocas cae, sepultando la estancia inferior, a la que os queríais aproximar. No por mucho, estáis sanos y salvos de lo que podría haber sido el final de vuestros días. Ahora, la puerta queda tapiada sin acceso debido al derrumbe. Se aprecia, también las grietas en las paredes.

Un poco de arena cae sobre vuestras cabezas y os hace mirar hacía el techo. Podéis ver, atónitos, que el techo se sigue agrietando, incluso en la zona de la puerta empieza a combarse hacía abajo. No parece que vaya a aguantar mucho más, y vosotros estáis debajo.

El semiorco que no habia avanzado mucho en la estancia grita Corred !, mientras se da la vuelta y se dirige a toda velocidad a la primera estancia, en direccion a la puerta que habia antrancado con el rubio

Anacteia tosió ante el polvo y humareda formados, tapándose la cara con el antebrazo. Sin perder un momento dio la mediavuelta y salió corriendo de allí. No había tiempo para recriminar a los bravos, fuertes y sordos machos que bajar a aquel agujero no iba a conducirles a nada. Nada bueno, al parecer.

Mientras se retira, la joven echa un breve vistazo al derrumbamiento, intentando entender por qué colapsa y cuanto aguantaría, a ese ritmo, la torre.

No puedes predecir con exactitud el tiempo que podrá aguantar el techo, aunque, además de arena, empiezas a ver como cae algún que otro bloque pequeño del techo, impactando con el suelo. el techo cada vez parece más cercano al suelo y a vosotros, muy próximo a colapsar. Puedes deducir que los motivos de este extraño derrumbamiento se deben a algún tipo de explosión fuerte en algún nivel de más abajo, a juzgar por el polvo que os azotó en forma de onda expansiva.

También puedes apreciar que esta tiene otra composición, construida con bloques de piedra para sostener el terreno, probablemente, mientras que en la que despertaste estaba excavada en la misma roca de lo que fuera donde te encontrabas.

En un primer momento piensas que se trata de una torre, aunque aún no habéis encontrado ni rastro de una ventana al exterior.

Exclamaba por dentro de rabia. Habria activado realmente una trampa, o que estaba sucediendo?

Me empecé a limpiar de polvo mientras comprobaba que estaba sana. Pero al ver correr al orco escaleras arriba,por instinto lo sigo, al igual que hizo Anacetia. Ahora el problema lo tendriamos con la puerta antes atrancanda. Seguro que habrian guardias al otro lado.

Grundar es el primero que sale corriendo de la estancia escaleras arriba, llevándose consigo a empujones al clérigo que se quedó algo pasmado con la extraña situación. Tras ellos, la maga y la pícara les siguen de cerca, corriendo también por supuesto, por las escaleras.

Una vez arriba, un leve estruendo, acompañado de algo de polvo, puede verse desde lo alto de la escalera. También os dais cuenta de que la zona inferior ha quedado bloqueada.

Os encontráis de nuevo en la sala donde comenzásteis vuestro encierro, acompañados por los guardias, de los que os ocupásteis.

Me muevo hasta la puerta atracanda y empieza a mover objetos de enmedio: Vamos chicos, quitemos estas cosas y salgamos de aqui.

Sino lográbamos salir de aqui por esta puerta, quedaríamos atrancados sin duda. La zona de abajo ya habia quedado totalmente derrumbada.

Accediendo a la planta donde estuvieran se acercó a la puerta atrancada, intentando ayudar a desbloquerla.

Que ironía, los esforzados machos nos atrapan aquí y tienen que ser las hembras quienes saquen a todos, pensó mientras comenzó a empujar barriles y mesas a los lados.

- Estamos bajo tierra. Creo. Los cimientos de abajo parecen estar hechos de construcción. Sin embargo este piso ya es excavado en tierra. No sé si hundiéndose las bases colapsará esta construcción tragándonos a todos, o partir de ahora aguantará - comentó Anacteia entre dientes, mientras se esforzaba por liberar la puerta. No iba a esperar para averiguarlo.

El semiorco se sacude el polvo, mientras ayuda a quitar los barriles y desatrancar la puerta. - Grundar no ha escapado de la celda para morir como una cucaracha, dice mientras mueve con sus brazos los enormes barriles

"Okay, pues salgamos por aqui. Pero con cuidado, seguramente estarán esperandonos"
"Ballesteras ¿Estais listas?" dice antes de ponerse a abrir la puerta

Me armo con mi ballesta y le respondo a Shaun. Estoy preparada para cualquier evento. Debemos intentar organizarnos en las peleas si buscamos la supervivencia.

Me movia lentamente detras de Shaun y Grundar

Nuevamente, el clérigo y el semiorco comienzan a desmontar la improvisada barricada que atrancaba la puerta, no obstante era su única vía de salida de donde quiera que estuvieran. Tras dejar la puerta libre todo el grupo asciende las escaleras con cuidado de no ser detectados.

Al subir las escaleras os sorprende no ver ningún guardia, desde la puerta de la izquierda, la más cercana, os llega una débil luz, esta entreabierta, el ruido de alguien registrando se escapa por la rendija de la puerta. Al fondo, otra puerta cerrada que tampoco sabéis a donde conduce. En la estancia solo se encuentra una mesa y un par de sillas, nada particularmente extraño ni que merezca la pena.

Antes de avanzar más, SHAUN MiCHAELS presta atención, por si hay trampas en la sala, puertas o algo oculto.

Luego echa un vistazo a la puerta izquierda, la entreabierta, con precaución de no ser visto. No es plan de hacer ruidos ¿Verdad?