Partida Rol por web

La pequeña hechicera observa como aparecen cuerdas por todas partes: la suya, la atada a una cuerda que dispara Sheela y se clava en el trasero de Shaun y la engarfiada que lanza Grundar al fondo.... acertando con el gancho en la cocorota al pobre clérigo. Anacteia comenzó a sentir lástima por él.

¡Cuidado, el primer paso es la lástima y la compasión, y el siguiente es despertarte después de una borrachera en una cama, desnuda y con Shaun a tu lado!, pensó aterrada. Agitó la cabeza negando vigorosamente para quitarse semejante idea de la cabeza y se acercó a la cuerda de Grundar, posicionándose detrás del grandullón. Escupió en sus pequeñas manos, las frotó, agarró un tramo de la cuerda y comenzó a tirar con todas sus fuerzas.

Con los ojos cerrados y apretando los dientes por el esfuerzo tiró, tiró y volvió a tirar. Adoptó diversas posturas para lograr la fuerza suficiente y así ayudar en el ascenso de sus compañeros caídos.

- ¿C-cuantos metros los hemos ascendido? - preguntó jadeante la joven.

- Aun no se han sujetado y no hemos empezado a subirlos - respondió el mediorco -. Y la cuerda aun no se ha movido. Ni un centímetro.

- Ouwww....

Mientras tanto, en algún lugar... el comerciante de cuerdas se ha hecho ridículamente rico a costa de los aventureros.
Casi tan rico como el Sr. McDonalds a costa de Anecteia

"Yo cogeré la cuerda de Grundnar. Asi que... ARRIBA"

Con los esfuerzos combinados de Grundar y la hechicera, poco a poco, tanto Sheela como Shaun logran salir del pozo donde habían caído.

Altas columnas de granito rosa, talladas y pintadas para asemejarse a palmeras, se alzan en el perímetro de esta cámara, soportando la bóveda de cañón del techo. En las paredes se alinean losas del mismo granito rosa. Hay un sarcófago de piedra sobre el suelo de piedra caliza del centro de la sala. Más allá, un umbral oscuro conduce hacia el oeste a las profundidades de la pirámide.

Anacteia parpadeó ante el nuevo espacio que encontraban, levemente perpleja. Después de lo acontecido seguro que podía haber una trampa en este lugar. O que el sarcófago tuviera dentro una desagradable sorpresa. Se esperaba cualquier cosa. Por ello frunció el entrecejo y forzó a sus ojos a intentar ver algo a simple vista.

- Si ves algo tú avísame - dijo a su blanca lechuza sobre su hombro.

- ¡Uuuu!

- Así me gusta.

Tras lograr subir de aquel pozo, recojo mis cuerdas y las pongo en la mochila. Me notaba pesada tras el esfuerzo que me supuso el llegar arriba. Debiamos seguir y en frente teniamos un largo pasadizo que llevaba hasta una boveda central. El sarcófago que se veía no apreciaba nada bueno.

Me adelantaré un poco para examinar el camino ante peligros posibles, no quiero volverme a caer.

De forma cautelosa iba dando pasos en direccion hasta el sarcófago mirando el suelo sobretodo.

- Os he dicho que a Grundar no gustar este agujero, exclama el druida al ver toda la sala. Por Gorum, seguro que hay otra trampa. Mejor que vaya Sheela que parece que es experta en esquivarlas.

Aunque creo que desde aqui puedo hacer algo util. Acaba el pensamiento mientras lanza un conjuro de detectar magia en la sala

La pícara tiene éxito explorando la estancia. A ambos lados, lo que sería el Norte y el Sur, encuentra unas puertas ocultas tras las baldosas. Ambas dan a sendos pasillos, pero está oscuro como para ver el interior sin adentrarse en ellos.

Anacteia asintió a la pícara por sus descubrimientos.

- Bien hecho, Sheela. Ahora nos queda decidir por donde continuar - comentó la hechicera mientras no perdía de vista al sarcófago situado en medio-. ¿Que tal si echamos un vistazo al corredor norte? - propuso.

Gracias Anacteia, espero que mi experiencia con trampas nos sirva de mas ayuda. Me adelanto de nuevo para explorar los primeros pasos de ese pasillo

Digo mientras me dirijo al pasillo norte. Me asomo para ver si veo algo y empiezo a explorar las proximidades en busca de posibles trampas

- Avancemos, dice el semiorco. - Pero cuidado con las malditas trampas. Alguno sabria a que profundidad estar ? Esto  señala al sarcofago no debe de andar muy lejos del centro de la piramide ?

Avanzáis por el estrecho pasillo mirando bien donde pisáis y parándoos en el recodo, inspeccionando todos los rincones en busca de alguna trampa, sin hallarla. Al torcer hacía el Oeste, llegáis a otra cámara de la pirámide.

En esta cámara hay dos ornamentados carruajes de madera sobre sendas plataformas, posicionados como si estuvieran listos para cruzar a la carga las arenas del desierto del exterior, aunque no hay monturas atadas a las yuntas. Las paredes de la cámara están esculpidas con relieves representando escenas de aurigas, carreras, y guerras.

Nada más llegar a la cámara y al pararos en el umbral seis esqueletos arqueros que custodian esta especie de cámara funeraria aparecen. Dos se alzan en el carruaje frente a vosotros mientras que los otros cuatro toman posiciones en el extremo de la sala. Sus arcos os empiezan a apuntar sin dilación.

Al llegar a la nueva sala con dos carruajes majestuosos nos deparaba un nuevo enfrentamiento. Varios esqueletos nos apuntaban con sus arcos. Tomando iniciativa y siendo algo impulsiva, me muevo buscando obertura y disparo mi arco compuesto hacia el esqueleto que tenia mas cercano.

SHAUN MICHAELS echa mano del escudo y la espada. Aunque ellos son mas rapidos

El semiorco no se lo piensa y avanza para golpear al esqueleto. Un bastonazo acierta al esqueleto mas cercano con un CROCK.

Grundar machaca el cráneo al esqueleto que tiene más cerca y sale disparado en trozos, separándose del resto del ser, acabando con su existencia. Por su parte, la pícara consigue hacer mella en el cráneo del otro esqueleto, volándole lo que sería la tapa de los sesos, aunque estos brillen por su ausencia. Aún sin la mitad del cráneo, sigue dando guerra y lanza una flecha hacía el clérigo, aunque no consigue darle. El resto de esqueletos arqueros comienzan a tomar posiciones y lanzar una hondonada de flehcas hacía Grundar y Sheela, a partes iguales. Sheela recibe el impacto de una de las flechas, perforándole el hombro, mientras que Grundar, recibe un impacto directo en el muslo, atravesándole el mismo.

El clérigo sonrie.

Esqueletos. Son muy resistentes a las espadas, pero hay dos cosas a las que temen: Una son las mazas, y lo otro es la magia divina.

Por desgracia estan demasiado lejos como para canalizar y que les afecte a todos, así que simplemente avanza hacia el maltrecho esqueleto -contando con que el resto de los arcos harán su trabajo, y alza su escudo.

"SHAUN MICHAELS se burla de vosotros, pedazo de inútiles!"