Partida Rol por web

Anacteia observó quienes eran sus enemigos y supo de inmediato que no tendría demasiadas opciones de combatirlos: su capacidad sortílega no era la adecuada para tales enemigos.

La pequeña hechicera, de todos modos, movió parapetándose tras el carro cercano, observando como el grandullón despedazaba a uno de los esqueletos y Sheela metía un virote en una cuenca vacía del craneo de un cercano esqueleto, pero este aun seguía activo.

Eso hizo que apuntara con su dedo contra el cadavérico ser y lanzara un pequeño truco dañino. No gran cosa pero de lo poco que disponía.

Avance mi posicion para tener mejor vision de disparo. Teniamos un esqueleto derrotado, pero aun faltaban 5 mas. Vuelvo a disparar al mas cercano con mi arco buscando reducirlo.

Estos son mas duros de lo que parecen. Intentemos flanquearlos.

Grundar no se lo piensa dos veces, no quiere morir asaeteado.

- Por Goruuuum, grita mientras avanza a toda velocidad intentando aplastar el craneo de uno de los dos esqueletos que le ha acertado con las flechas

La hechicera derrite uno de los brazos del esqueleto más cercano, que no puede sostener ya el arco corto que posee. Antes de que pueda hacer algo más, una flecha lanzada con maestría por Sheela, acaba destrozando el cráneo del esqueleto, acabando con sus huesos en el suelo.

Los dos esqueletos del fondo disparan a la vez sendas flechas hacía Sheela y Shaun. Una pasa rozando el hombro de la pícara, mientras que la otra rebota en el escudo del clérigo, que estaba preparado para el ataque.

Los otros dos esqueletos que rodean a Grundar, quién falló en su carga contra los mismos, al estar en melee con el semiorco, sueltan sus arcos y se disponen a atacar. Uno desenfunda una cimitarra tosca y rota que yerra en herir a su objetivo. Por su parte, el otro se lanza con sus garras, tratando de arañar la piel del mestizo, fallando también en el ataque al mismo.

Anacteia ve con cierto alivio como el esquelo cercano termina por ser derrumbado por Sheela.

- ¡Buen disparo! ¡Ahora a por los del fondo! - exclamó con un leve sonrisa, mientras apuntaba con el dedito a uno de los esqueletos de la izquierda -. ¡Pishuummm! - dijo, emulando infantilmente un ruido de rayo mientras de su dedo emergía un proyectil ácido e impactaba en un arquero, haciéndole volar unas cuantas costillas.

Por su parte, SHAUN MICHAELS yabsabe lo que toca.

Avanza hacia el centro de la sala, y en cuanto que calcula 1ue les rodea levanta su medallon de Feronia, la implacable llama del abismo

"Sagrada llama del limbo ¡abrasa a nuestros enemigos! ¡Yo, SHAUN MICHAELS, así te imploro!"

El poder de la deidad se hace patente, como unas llamas espirituales que amenazan con consumir a los desafortunados esqueletos.

Grundar aprovecha la oportunidad para asestar un porrazo al esquleto que se acerca, sin perder el equilibro se apoya en la otra pierna y le asesta otro guarrazo al otro esqueleto*.

Aprovecha que ha acabado con sus oponentes, para acercarse a los dos arqueros

La hechicera consigue derretir parte de los huesos del esqueleto más cercano que a duras penas se mantiene en pie. Por su parte, Grundar, en un ataque de ira, destruye a los dos esqueletos que están en melee con el, acabando con sus huesos esparcidos por el suelo. Tras ello, aprovecha para acercarse a los otros dos del fondo.

Pero es el clérigo, Shaun, el que tiene aún un as en la manga, mientras se mantenía sin actuar hasta el momento. Se acerca a distancia de todos los enemigos y canaliza la energía divina de su deidad, acabando con el esqueleto más cercano a las féminas, aunque este muestra bastante resistencia. También acaba con el más cercano a Grundar en un segundo, pero el que está más a la esquina, consigue sobreponerse a su poder divino y con sus fuerzas menguadas consigue contraatacar con un certero disparo a Sheela, en el fondo de la sala, la cual se mantuvo en su entropía personal hasta ese mismo momento.

"Os he dichonque abajo, quieros!"

Exhirta SHAUN MICHAELS a los.esqueletos

Los esqueletos iban cayendo ante nuestros ataques. Avanzo posicion para tener mejor area de disparo y lanzo una flecha contra el mas cercano.

Anacteia pretendió disparar otro proyectil contra el último esqueleto, después que Grundar y Shaun realizaran una limpia espectacular de huesitos. Sin embargo, el grandullón se había enzarzado en un combate cuerpo a cuerpo con él. La probabilidad de acertar a su propio compañero era alta. Por ello, la menuda hechicera, prefirió acercarse a melee para apoyar a su compañero, si es que la última intervención divina de Shaun no terminaba por acabar con la única amenaza visible.

Conforme avanzó su vestido comenzó a marcar movimientos ondulantes y serpentinos, a la altura de su espalda, como si algo pretendiera salir por allí en cualquier momento.

Ante la duda de si sus compañeros se iban a quedar pasmados, el semiorco desintegro los restos que habia hecho polvo Shaun, justo despues de que Anacteia volase la cabeza del pobre esqueleto.

Para añadir cachondeo, apareció desde una esquina un gato que acabó marcando los restos del esqueleto con su orina, justo para desaparecer en un agujero dimensional. Lo del gato sorprendió al druida que solo acabo a pensar Vaya, pobre esqueleto, solo falta que el meteorito le atice en el centro.

Dicho lo cual, mira instintivamente al techo, no vaya a granizar meteoritos
 

De nuevo, Shaun utilizó su poder de canalización para acabar con lo poco que quedaba en pie del desdichado esqueletos. Aparentemente, estos eran los guardianes de aquella cámara. Además de acabar con sus enemigos, también acabó por curar las heridas de sus compañeros, que estaban en rango del poder sanador del clérigo.

La flecha de la pícara se perdió, rebotando por la pared al no haber ya enemigo a quien disparar. El semiorco empezó a pisotear los despojos y trozos de huesos de los adversarios, por si aún quedaba algo de "vida" en ellos.

La calma volvió nuevamente al lugar, donde poco o nada, salvo vuestra respiración, se escuchaba ahora.

Anacteia suspiró más relajada al observar la quietud de lo sobrenatural. Lo que se movía inquieto en su espalda cesó y la ropa quedó de nuevo inerte. Asintió a sus compañeros a modo de reconocimiento por su labor triturahuesos y terminó por mirar alrededor: los carros, los huesitos, las paredes...

Observando la cámara terminó por pronunciar unas palabras arcanas y así mejorar su búsqueda más a fondo.

"Ese es el poder de Feronia, a través de las manos de uno de sus elegidos. A manos del mismisimo SHAUN MICHAELS!!"

Y dicho esto, SHAUN no puede evitar posturear un poquito. Es como si el mismo cielo y el infierno lo pidieran

"Venga, vamos a registrar esta sala. La energia positiva los ha volatilizado, así que no creo que puedan volver por mucho que quieran" dice dandole una patadita a un craneo medio reventado.

No se detecta ninguna presencia mágica. A su vez, tras revisar la sala, solo dáis con el botín de los propios esqueletos. Todos cuentan con camisotes de mallas rotos, cimitarras rotas y flechas rotas. Lo único que está en buen estado son los arcos cortos que tienen cada uno consigo.

"Un momento. Vamos a darle un buen uso a esto"

Y sin pensarlo, toma uno de los camisotes de mallas y conjura "Mending" sobre él. Luego sobre el resto de las armaduras y las cimitarras.

"Okay. Anreip nos quitó todo lo que poseiamos, y ahora vamos a recuperar la inversión ¿No creeis?"