Partida Rol por web

-Los viales los encontró en mi bolso.- respondo mirando aquello que me ofrece.

Sangre. De vampiro. Aunque por su aspecto más bien parece una mutación de un lobo hombre vampírico o similar. A estas alturas ya me lo espero todo. Que exista cualquier cosa. Quizá es por eso mismo que me siento acojonada y dolorida.

Tomo la sangre que me da. Siento como al principio tengo una arcada. Es sangre al fin y al cabo. Asquerosa! Pero contra todo pronóstico es algo que no me desagrada y no se porqué. Espero que su sangre, lejos de convertirme, me anestesie o algo similar.

- No me veo con fuerzas para cazarlo. No sabría que hacer. No… No soy más que una reportera. ¡Y ni eso! Yo...yo... Volverá y acabará conmigo. No creo que pueda seros de mucha ayuda. - digo bajando avergonzada la cabeza.

Observo como Mary bebe de la sangre del vampiro con un estremecimiento, como si temiera que fuese a perderla por algo como eso. Aprieto con algo de fuerza su mano, mientras observo todo el procedimiento.

Tú eres mucho más útil para ellos que yo. ¿Qué tengo yo que pudieran pensar como útil? Poco más que mi fuerza, y de eso ya has visto que andan sobrados. ¿Qué más tengo? ¿Mi habilidad mecánica? No te confundas, cariño. En esta batalla ninguno de los dos puede hacer nada por desequilibrarla. Y, sin embargo, somos los que más pueden sufrir por ella.

Acaricio la cabeza de mi novia con la otra mano y beso su coronilla. Al menos estamos juntos.

La sangre era fría y viscosa, cosa que no la hizo mas apetecible, pero al empezar a beber algo hizo que no quisiera parar. Pese a que el liquido al principio pareció brotar con facilidad tras unos instantes aunque succionara las heridas no consiguió hacer salir más sangre.

En el proceso la comisura de sus labios y sus mofletes quedaron enrojecidos por restos de sangre. La forma en que bebio la sangre, aunque apocada al principio casi pareció lasciva al final.[1]

Tras acabar tardó un poco en empezar a notarse mejor, las heridas del brazo comenzaron a cerrarse y se sintió llena de energías.

La sangre me pareció tan... Deliciosa....

Era como probar algo salado, y justo, un instante después, algo tan dulce como el propio Ambar de los dioses. Además apetecible hasta el punto que según se retiró, estaba buscando más de ese néctar. Más aún cuando vi que recuperaba la movilidad del brazo y el dolor desaparecía.

Me tenía obnubilada, hasta que Dieter habló y me sacó de esa necesidad de drogadicto sanguíneo.

- Cielo, tu vales para todo, No solo eres un bruto. Sin ti no habría salido viva con los perros.- Dije cogiendo su mano y acercándomela al pecho con amor.- Y ahora tenemos que acabar con él.- Dije mientras me reincorporaba en la cama.- Busquemos al resto. Pasteur cree que tenemos su diario. Hay que buscar el diario y matar a Pasteur.

Miro a Becquet y afirmo. Pasteur puede que se vaya de la ciudad, pero también puede que busque su diario. Eso si no lo ha dado por perdido al ver que no lo llevábamos con nosotros pese a tener a nuestro amigo en su poder. Quizá haya imaginado que, antes de su llamada, entregamos el diario a los vampiros y por eso no lo llevamos con nosotros.

Sin embargo, si queremos tener la esperanza algún día de vivir en paz, tenemos que acompañaros para cazarle. Por más que no quisiera ponerte en peligro, Mary digo, girándome hacía ella, no nos queda más solución que seguir adelante.

Me levanto y tiendo la mano a Mary. ¿Cuándo empezamos? digo, mirando al enorme vampiro.

Becquet sacó de entre los pliegues de su gabardina una libreta y la dejó caer sobre el regazo de Mary mientras se chupaba la mano de la que ella había bebido y se volvía aponer el guante.

- Bueno, el caso es que tenemos su diario, se lo llevó vuestro amigo Jack - Reveló el vampiro - Lo malo es que está cifrado por un código de palabra(no es complicado pero si efectivo, se usaba en al primera guerra mundial), así que es absurdo, no vale para nada. Sino conocemos la palabra que uso para cifrar todo el diario es un objeto de coleccionista como mucho - Reconoció.

- Tal como lo veo hay 2 opciones, la que habéis puesto en marcha vosotros, con vuestro catedrático, quizá el pueda descifrar el diario y con eso forzar a salir a Pasteur o hablar con un vampiro antiguo que haya tratado con él, en ese caso me refiero a Grunewald, ese lobo blanco y enorme del que nos habló Milliner. - Os explicó

- El catedrático puede no poder traducir la libreta y la libreta puede ser un cúmulo de notas de un loco.... pero lo de Grunewald es complicado, es muy antiguo incluso para nuestros estándares y su psique se ha quedado anclada en el pasado, duerme décadas y cada vez que se levanta es incontrolable, una vez fue señor de Berlin, pero su estado mental le ha alejado de toda estructura de poder, aunque sigue creyendo que es regente de estas tierras. - Os explicó. - El podría hacer que Pasteur viniera, pero estar cerca de él es un peligro.

Os miró

- Yo sugeriria que Milliner y Norb hablaran con Grunewald como supervivientes parcialmente exitosos de sus experimentos, sabiendo que los dos últimos viales los tiene él quizá valga para que atraiga a Pasteur(no me preguntéis como, es un don de las tinieblas, si habéis visto entrevista con el vampiro)

- Vosotros intentad contactar con vuestro profesor para que lo traduzca, os sugeriría que propongáis que pruebe con claves conocidas de otros diarios suyos...

¡Entonces, el diario no se había perdido! Aún había esperanza, aunque fuera poca.

Me levanté finalmente, ayudada del brazo de Dieter, al que, aunque no lo necesitaba me agarré como si fuera mi ancla en este mundo.

-Maldito Jack! podía habérnoslo dicho.- me quejé- Esta bien. Hay que descifrar ese diario. Y tiene que ser esta noche. - Miré a Dieter por si estaba de acuerdo.- Llamáremos al decano que venga a la imprenta del periódico con alguna excusa creíble y lo intentaremos. Haremos fotocopias del diario, así, no podrá chantajearnos más. 

-¿Qué piensas, cielo?- pregunté a mi chico, mientras sentía, quizá por la sangre, una leve excitación, que me llenaba de vida.

Opino que tampoco estaría de más saber dónde para el lobo ese. Solo por tener un plan alternativo. Podríamos llevarle solo una hoja y que nos dé la palabra clave, por ejemplo.

Pero es evidente que nuestra primera opción debe ser el Decano, aunque solo sea porque no tenga relación con Pasteur. Pero al mismo tiempo corremos el riesgo de que haya sido controlado por el doctor.

Miro a Becquet. ¿Crees que Jack podría acompañarnos por si el doctor se presenta allí? En cualquier caso deberíamos ponernos en marcha ya, cariño.

Becquet se cruzó de brazos

- El lobo se llama Grunewald y esta en el bosque de Grunewald, o parque nacional de Grunewald, como vosotros lo llamáis ahora, a fin de cuentas son sus tierras y nunca las ha vendido, encontrarle es fácil, que no te descuartice es otra cosa, dejadnos lo a nosotros, es como Pasteur, en cuanto al trato, pero mucho peor. Centraos en el decano y el cuadrenos, en serio. Esta es su dirección.- Dijo Becquet - Os haremos llegar su dirección si me dais su nombre completo - Os ofreció

Luego miró a Dieter

- Por lo que a mi respecta Jack merece una estaca en el pecho y una eternidad en un ataud, lleva mucho tiempo siendo una molestia menor y se está empezando a convertir en una molestia mayor. - Dijo Becquet, serio como un médico diagnosticando el ebola - Pero si lo queréis, os lo podemos traer, aunque una vez con vosotros, es cosa vuestra el tratar con él.

Becquet permaneció un buen rato esperando vuestra respuesta. Se fijó en vuestras dudas y cuando el silencio se hizo intolerablemente largo abrió la boca:

- Esto no es algo que se pueda hacer a medias, sino queréis hacerlo deberéis confiar en que nosotros lo hagamos mejor. Dadme una forma de contactar con el decano ese. - Dijo recogiendo la libreta y guardándosela.

- Mejor si os largáis de la ciudad para no volver, el asunto ha molestado a mucha gente. - Os aconsejó. - Y no hace falta que os diga algo tan trillado como que si algo de esto sale de vuestras bocas estáis muertos ¿No? No me obliguéis a cazaros.

- No, no, espere, ese hombre no nos dejara en paz.... Yo voy con usted, para ayudar como sea.

Miro extrañado a Becquet y luego a Duncan. Creí que ya teníamos un plan, que iba a traer aquí a Jakob para que luego nos encargáramos nosotros de que no arme ninguna.

Miro a Mary que sigue callada y la abrazo por los hombros. Sé que ésta es una mala situación, pero saldremos adelante juntos.

Miro al enorme vampiro y me levanto. El Decano es cosa nuestra, váyase poniendo en marcha si quiere solucionar esto ya.

Me recorrió un instante de ira.

Puede que fuera un enfado momentáneo o que fuera fruto del ansia de la sangre. No lo sé. Pero era como si se hubiera cuestionado nuestra función allí. En otras circunstancias, este ratón de biblioteca habría mirado a otro lado. Pero ahora no. No cuando ahora era algo  personal contra Pasteur.

Me había hecho daño  ami, ami chico y a mis amigos.

Miré a Dieter y su resolución. >Pensaba igual que yo. Me acerqué para agarrarle de la mano fuertemente y con determinación.

-El decano es nuestro.- Afirmo rotundamente.- Quedaría como una periodista idiota si consigo acabar esa misión.- Miro al vampiro de arriba abajo.- No entiendo nada de política vampírica, pero si hubieran sido listos habrían acabado con Pasteur hace tiempo. Hay algo que no nos cuenta, ¿verdad?

Chasqueé la lengua molesta. Ciertamente había un porque Pasteur no estaba muerto desde hacia ya tanto tiempo si representaba un peligro para ellos. Algún tipo de... Interés.

-Es igual. Acabaremos con él.- Miré a Jackob y con voz desafiante añadí.- Tú te vas con Becquet. Aún no podemos fiarnos de nadie más.- Dije ablandando mis facciones para intentar se más amable con él. Puede que él fuera tan solo un peón.

Becquet sonrió satisfecho deteniendose en el umbral de la puerta cuando Mary le cogió la mano. Dió dos cosas a Mary, un papel con un nº de teléfono y la libreta.

- Habéis escogido pues. Os enviaré a Jack, a fin de cuentas es responsable vuestro, si es que puede ser responsable.- Dijo recalcando la pobre impresión que tenía de Jack. - Sed cautos, tenemos dos oportunidades, pero dudo que tengamos 3.... y en vuestras manos dejo una de esas dos.

Miró a Mary y luego la mano que agarraba la suya, luego a sus ojos para que le soltara.

- Yo no soy un político, Mary, soy un policía, como los del viejo oeste, voy y mato a los que considero criminales, no puedo decir que entiendo lo que hacen los demás o por qué. Sólo que sé lo que esta bien y lo que está mal. - Explicó- Pero Pasteur siempre ha pasado lejos de las atenciones de los grandes y se mueve mucho, probablemente no ha jodido a nadie lo bastante poderoso nunca, no como para que le persigan, sino que con lo que hace solo consigue que la gente se sienta aliviada con su marcha. - Suspiró - Parece Cauto , ha cazado vampiros jóvenes que a nadie ha molestado su desaparición, aunque eso implica que nos espía con cierto grado de éxito.

Luego carraspeó

- Pero su asociación con Grunewald sugiere un cambio, se vuelve osado, quizá quiera vender la redención a los antiguos como gangrel o nosferatus, que pudieran querer librarse de su condición. Supongo que a cambio de material para sus experimentos.

Se encogió de hombros.

- Sabemos poco como para especular, la madre de las cagadas son las asunciones. No lo olvides. 

Afirmo mirando a Becquet y luego a Duncan. Ten cuidado, amigo. Espero volver a vernos pronto.

Luego regreso la vista al gigante. ¿Dónde deberemos esperar a Jakob? Porque aquí no creo que nos dejen.

Miro a Mary. ¿En las oficinas de tu periódico? ¿Y citamos allí al Decano?

- Largaros antes de que algún médico se  de cuenta de su recuperación - Se detuvo recogiendo una bolsa de plasma que había cerca, lista para hacer una transfusión a Mary. - Jackob tienen su nº, hemos contactado con él, gracias a él supimos que estaríais muertos o en un hospital. - Os explicó

- Si conseguís que el decano diga que ha descifrado la libreta bastará, con que Pasteur os vea con él, podría bastar para retenerle y empujarle a hacer algo imprudente. - Dijo - Esparciremos una publicación en las estaciones para que oiga que se han encontrado pruebas de los atroces experimentos que ha hecho. Una tirada extraordinaria del Berliner Zeitung. En el artículo se dice que los están estudiando las autoridades de la universidad y en internet encontrará el resto de la información. - Os miró como si faltara algo.

Paso a Mary  una muñequera y unas vendas

- Disimula que sigues herida.... - Aconsejó

Afirmo a las palabras de Becquet y yo mismo me encargo de preparar el brazo de Mary para que parezca que lo han vendado tras hacerle la cura.

Entonces iremos primero a algún sitio para entrevistarnos con el Decano. Gracias por todo, Becquet, espero que cuando nos veamos sea porque todo esto ha acabado bien.

Una vez el vampiro se vaya, quiere a Mary hasta los taxis en la puerta del hospital para que nos lleven donde ella diga, posiblemente a las oficinas de su periódico.

Asiento a las palabras de Dieter.

Reunirnos en el periódico con el decano es buena idea. Y si Jack aparecía de una maldita vez podríamos hacer algo. Necesitábamos descifrar ese galimatías del diario de Pasteur. Y rápido. Por que si las cosas no iba bien con Grunewald, posiblemente tendríamos dos problemas a falta de uno.

- Bien. Nos vemos en el periódico.- Dije poniéndome un abrigo. Me apreté contra los brazos de Dieter fingiendo que estaba aún herida, y sin embargo a su lado me sentía más que bien.- Vámonos.- Susurré a Dieter antes de mirar al vampiro.

- Nos vemos, Becquet. Confiamos en usted. El tiempo se nos acaba.

Salí con Dieter en busca de un taxi en el que nos subimos para poder irnos. Y mientras íbamos en él saqué el móvil del bolso, marque el número del decano pero no lo marqué.

- ¿Qué le digo ahora?¿Crees que confiará en mí ahora? Quizá piense que le dimos plantón...

Dile que nos siguieron. Dile que los que buscan el diario estaban detrás nuestro pero conseguimos descubrirlo, solo que tuvimos que huir. Dile que ahora con el revuelo que se armó en el hotel confiamos en haberlos perdido. Tú eres la experta en comunicaciones, seguro que puede ser convincente digo sin soltar en ningún momento su mano.

Cuando abandonamos el hospital miré a todos lados temiendo ver en cualquier momento a Pasteur siguiéndonos, pero no vi nada. Tampoco en el taxi, que por suerte no era el mismo en el que vinimos.

Una vez dentro pude respirar un poco para aliviar la tensión que tengo por todo el cuerpo. Me doy cuenta que estoy aferrando la mano de Mary como si me fuera la vida en ello, o como si temiera que si la suelto la perdería para siempre, así que aflojo un poco el agarre.

Os despedisteis de Duncan, se lo encasquetasteis a Becquet y los perdisteis de vista por un pasillo del hospital.

Una vez más llegasteis al periódico de noche, el guardia jurado os dejo pasar, cada vez viendo vuestras idas y venidas más normales, esta vez no hizo preguntas, en su despacho estaba Jackob, estaba hablando con el decano.

Alzó la vista para miraros cuando salisteis del ascenso

- Le dije que no tardarían nada en llegar. - Dijo Jackob al decano.

- Buenas noches, Mary, Dieter, le comentaba que hubo un inconveniente con el diario cuando me localizó preocupado por que no aparecisteis en el lugar de la cita. - Os explicó a vosotros a continuación.