Partida Rol por web

Tras la aparición del nuevo Moguri y la invitación de Phryne, hubo un intercambio de gestos y miradas entre Balder y Kuroko. Yuki estaba ocupada sosteniendo a Natsume, quien quería partir la cara de Adelita mientras esta otra reía y disfrutaba de la pequeña trifulca que hace poco habían tenido.

Al parecer, Balder no confiaba en la chica del peluche flotante, pero Kuroko, estaba dispuesto a confiar... Quizás no tanto, acercándose al peluche utilizando TEN mientras soltaba un gesto similar a un "está bien, no te preocupes" a Balder. Se acercó entonces con TEN activo para evitar cualquier sorpresa, y puso su oído cerca de la nariz del peluche

-Y bien?? Cuáles son las noticias??- Preguntó

Phry sonrió de una manera terrible, levantó su mano como si fuera un arma y le apuntó justo en la cabeza: Bang... — dijo disfrutando del momento...

Tras ver la cara de Kuroko pero tras darse cuenta que no había pasado absolutamente nada, se larga a reír al punto de casi llorar — broma broma...  ahora te digo lo que pude averiguar. — aún estaba entretenida por su pequeña broma, el audio se hace tan despacio que Kuroko le escuchara. 

— escucha bien, logré detectar que en la isla está cercada por vibra óptica, pueden haber cámaras y micrófonos en todo, literalmente en todo, incluso ya deben saber todo lo que han conversado, lo bueno es que soy algo así como una hacker, y encontré una torre de emisión de ondas que inhiben las comunicaciones con el exterior, creo que puedo entrar en el sistema e infectarlo, esto debemos hacerlo antes de cualquier movimiento Kuroko, sino, siempre estarán dos pasos delante de todos nosotros, el tema es que debo ir físicamente a esa torre, y necesito protección, Gin está conmigo, pero no sé si pueda solo con todo lo que puede pasar, ya teste la zona y parecen haber barreras o trampas, sin embargo, eso no quiere decir que no la protejan, estamos jugando de visitante y debemos buscar ganas algo de ventaja. — bajó su mirada un segundo, para luego volverlo a mirar — tú pediste ayuda, bueno, esta es la ayuda que te puedo brindar, ahora la pregunta es ¿me ayudarás o no? — estaban cagados, y realmente no habían muchas opciones.

Tras la charla con el peluche, Kuroko le asintió con la cabeza. Giró entonces hacia Balder y le dedicó una seña con la mano para entonces desde allí gritar -Hey! Voy a pasear un rato! No rompan nada en lo que estoy ausente, okey?!-

Volteó entonces hacia el peluche y soltó un -Tú me guías- Para empezar a seguirlo.

Antes de partir, volteó una última vez para soltar un -Oh! en lo posible... Piensen en un plan para atacar a estas personas, si esto sale bien, tendremos la ventaja... Al volver les explicaré mis habilidades, a los demás, ya los irán conociendo...- Soltó entonces

Ante la propuesta de aquella persona no hizo ningún gesto, pensándoselo realmente. ¿Qué diría? ¿Qué habría dicho? Pensó en responderle al final pero no caería o quizá el ser superado en acción por los demás que actuaron entonces. Últimamente, sin embargo, tenía dudas, sospechas, pero prefería ser cauto, sobretodo si la persona que estaba en ese lado de la pantalla era quién creía que era y era obvio que lo era.

Luis por otro lado parecía haber cambiado su actuar y a su vez le había dado un mensaje tácito, lo cual el mismo Nakamura entendió entonces y ante lo que, si bien no sonrió, actuó de manera afirmativa, como si comprendiera igualmente la comprensión. Ante las palabras de Adelita, soltó un prolongado suspiro, el cual hizo que tuviese que tronar sus dedos varias veces haciendo sus articulaciones chasquear así como su cuello igual, tal cual, sin más. No sabía de donde estaba sacando tanta paciencia, francamente.

Al ver a Hiro sin embargo se sintió afectado, mirándole entonces. ¡No, no quería eso! Maldita sea... ¡Tenía que hacer algo por él! Además si lo que había sabido por ahí y observado con sus ojos que todo lo ven, todo lo saben y todo se lo inventan, tenía una idea de las manipulaciones que le habían hecho. ¡Era injusto! ¡Y no quería haber sido él quién le dejó en ese estado! Por otro lado, las palabras de Ravenant le hicieron ver su seriedad, su determinación, su actuar no de broma, no de burla, no cruel, incluso admitiendo ese adjetivo compuesto, lo que le hizo parpadear y ver de nuevo la luz entre las tinieblas, como dijo él pero mejor y más poético. Al final, algo que notó después de modo privado hizo a Nakamura sonreír ampliamente. ¡Nada mal!

Aquel gesto de Ark le hizo sonreír entonces, e incluso hacerle un gesto de "V" con los dedos, no, mejor aún, hizo el gesto semejante pero budista, el de formar un círculo con los dedos y dejar los otros tres sueltos, mostrando agrado ante la camaradería del señor del gran sombrero. A punto estaba de hablarle pero de nuevo se vió interrumpido por... ¡Oh mierda! ¡Oh oh oh oh!

Aquella pelea fue... Satisfactoria, pero no del todo algo que quisiese, si bien era bueno pacificar, aún si fuese mediante la violencia y poner justicia a quién causaba desarmonía, últimamente no quería ver herido a nadie, no del todo. Por lo demás, admiró un poco la actitud de la descerebrada que, en contraste, tenía ovarios ya no del tamaño de una bola de basketball sino más bien del tamaño de putos domos gigantes o globos inflables, fijo. Ya le gustaría a él ser tan valiente o una pizca. Como sea, aquello terminó más o menos en "calma" posterior, mirando igual a los otros, los Alterados de Kuroko y la declaración de dicho.

Fue la declaración de Kuroko final la que le hizo entonces soltar un leve gesto y musitar algo. No se pudo ver bien qué fue lo que dijo exactamente, pero lo dijo, mirando de reojo una última vez al vendado para luego notar de nuevo a esa cosa, tal cual. Aún cuando Garou le dijo su verdad en la "cara", nada, y eventualmente cuando se puso a hablar con el vendado que parecía seguirle la onda, aquel que se hacía llamar Nakamura solo le dejó ser. Ya él elegiría qué decisión tomar. Fuese la que fuese la que tomase, sellaría un camino. Nada más le tocaba recordar que él no estaría recuperado y consciente de no ser por...

_{- Hm. Que sera, sera.}

Se enfocó entonces en los suyos, por orden.

Al mirar a Jess tuvo todos los posibles sentimientos encontrados. Todo por lo que había luchado, todo, ahí, en frente de él, cuando pensó que la había condenado con su técnica mal hecha, deduciendo eventualmente que la voluntad del Nen no permitiría que Save Hand acabase con alguien, por lo que Jess misma pudo despertar por su cuenta. Habían otras deducciones más, pero al final, estaba claro, tenía que protegerla, debía, era su causa, su credo, su todo. Tomó aire y la miró entonces, acuclillándose para mirarla de cara a cara por ser un cabronazo alto pero flaco. Si bien la miró serio y de igual a igual, esa era la idea.

- Jess... ¿Familia, has dicho? ¿Akemi te contó sobre...? -Tomó aire, le costaba hablarlo, pero era importante, lo era todo.- ¿Sobre el dueño de la mochila que le entregué y le pedí que te mostrara? Aquella persona era... No puedo decirlo aquí. ¿Ves a esa cosa que flota, ese muñeco? Esa tipa, la que creó ese coso blanco volador viene y vendrá por mí y por Akemi, quiere matarla, hacernos sufrir, como te dije, no te puedo contar lo que más me importa aquí, como si nada.

Notó entonces algo más, así que tomó las manos de Jess, por fin, sin temerle, queriéndole.

- Naka-nen-nii-chan quiere que le esperes un poco, ¿sí? Tengo que hablar con alguien y te diré lo que es importante. Si aceptas eso, acepto tu poyo-trato.

Le ofreció entonces su meñique, sonriendo, tal cual, porque al que rompa un pacto de meñique, como decían en su país, mil millones de espinas le cruzarían por romper la promesa, directamente. Esperaba cumplir ese pacto y que Jess la esperara brevemente.

- Dame solo un poco, mi pequeña.

Al ver a la gatita, sin embargo, la acarició muy suavemente, por la parte suave del vientre que es casi y de hecho puro pelo, sin buscar despertarle, cuidadoso de no tocar la cola enrollada que era sensible en los gatos. Que Jess le mostrara ese gesto de confianza era inmenso, lo apreciaba.

Apuraría. No había tiempo, por muchas razones, pero apostaría a ganar, aún consigo mismo en juego y más.

Nakamura miró a Garou y lo que el joven que era más fuerte físicamente que él aún teniendo la mitad de edad de su mencionado sensei era podría ver era pura e indiluída rabia, furia, concentración de odio, no solo por escucharle hablar de la tipa esa, de Kuroko sobretodo, que ahora se había vendido a ella y que dijo textualmente solo "usarles" y ya si bien nunca creyó en él realmente, sino que la furia iba un poco hacia...

Garou.

Alzó su mano entonces, tronándola, como si fuese a atacarle, sí, aún con la ya mencionada diferencia en fuerza de combate, para entonces sacar rápidamente un naipe. Tal cual y sin tener ni que mirar, un Dos de Trébol u Hoja, en el cual con su lápiz igualmente empezó a escribir con una inmensa rapidez. Podía sujetar con un truco de mano la carta sin tener que usar SHU para endurecerla, logrando terminar de escribir entonces y poniéndosela en el frente.

Así es, quiero matarla, acabar con ella, sin embargo el sujeto que te dije es muy peligroso y no la va a dejar sola. Su poder son unas cadenas que abarcan un área completa. Yo tengo una técnica secreta pero que al final solo puedo usar si estoy solo, fuerza a alguien a ZETSU. Tengo otra técnica que compartiré contigo, la teleportación rápida que viste antes, pero... Será con una condición. ¿Ves a esa niña de pelo naranja que está al lado de nosotros? Tengo que seguir hablando con ella. Ahora, apartémosnos, no quiero que nadie oiga lo que te tengo que decir.

Guardó el lápiz con elegancia haciéndole girar entonces y le llevó un tanto más lejos, pero no demasiado. Hizo un gesto a Jess de saludo a lo lejos, a la creatura, tal cual. Sí, ya sé, Garou sabía que esa niña actuó mal antes pero... ¡Pero las cosas se complican y cambian y mutan! ¡Al obtener información uno sabe más! ¡Garou sabía bien eso por su anhelo de saber! Ya apartados, le habló. Se cruzo en el piso en una pose casi de perfecto loto (si bien no tenía la flexibilidad para ejecutarlo, así que era solo un cruzado de piernas bastante firme) y le miró, hacia arriba, ni siquiera cara a cara, sino como un "inferior". Tomó aire y lo soltó, una bomba nuclear, quizá.

- Akemi quiere acabar contigo.

De una. Mantuvo los ojos cerrados y enfocó los suyos en los del niño.

- Te quiero, te he tomado cariño. Y sé que fuiste tú el que lo hizo, lo ví en tu memoria cuando hice la demostración al enseñarte "Check Eyes". Tenías justificaciones, los grandes altos de la tribu tuya y de Akemi, Kuruta, mandaron a matar a tus padres... Y les odiabas, te aburrían... A mí el mundo me aburre igualmente. -Parecía que Garou veía a un niño, un niño pelirrojo que miraba un mundo inmenso y que odiaba, un tablero sin reglas, un juego vacío y desagradable. Garou parecía poder mirar un poco a Takuro al alma, sí, a Takuro, no a "N.", al que tenía nombre, tal cual. Siguió.- Y sin embargo, no pienso dejar que ninguno de los dos choque, ni tomar bandos, porque os pararía a ambos y me destruiría a mí mismo. Así que...

Tomó aire.

- Te propongo algo. No manifestarás tu poder, tus ojos rojos frente a Akemi, no le diré nada, nada de nada. Alargaremos esto tanto como sea necesario y no usarás la técnica que te voy a dar ahora contra ella nunca. ¿Comprendido?

Aguardó a que él dijera sí, no, él iba a hacerlo, "Takuro" lo tenía fijo. Siguió.

- Por lo demás, sí, necesito poder emboscar a esa tipa y matarla, Ginnei... Ginnei me ayudó a enterrar a mi amigo, el que murió cuando despertamos Nen en la Primera Prueba... ¿Te acuerdas? Jess, esa niña, es la hermana de dicho amigo y que he buscado. Fue Alterada y eso la hizo actuar del modo que hizo, cuando me salvaste el culo como por millonésima vez.

Suspiró.

- Sé que no es justo, pero nada lo es, lo mío es una apuesta. También pienso matar a Kuroko si él decide proteger o defender a la tipa esa. Eso sí, Ginnei me pertenece... Ah, y Ruud... -Suspiró.- Ruud está aquí, me contó de sus poderes, me habló con cariño de tí.

Habló entonces para que Garou le leyera los labios, lento y preciso.

"J u a n".

- Tal cual, si gustas, hablale, que él quiere hacerlo, yo estoy en contacto con él directamente por otro medio. Sin más... Acepto tu propuesta y te daré mi poder con la condición ya dicha.

Ofreció su mano hacia Garou, hacia arriba, porque siendo bien alto, aún sentado y largucho no le costaba mucho alcanzarle. Era algo fijo, era un pacto de confianza y de posible traición, era caminar en algo más fino que un hilo y por encima de un puto volcán en flamas, tal cual. Aquello era la prueba de fuego.

Una vez hecho esto, comenzó.

- Yo, Nakamura Takuro... -Por este único instante mencionó tener nombre o fingir que lo tenía, le costó decirlo, no era digno de su nombre.- Acepto que Garou tome mi técnica, la técnica sin nombre. -Sí, se llamaba "[]" o "técnica sin nombre", literalmente.- Primero, se deben escoger aliados y enemigos en un campo de combate, ya sea al intercambiarte con ellos o desde antes, con aliados pudiendo hacer un cambio de distancia completa y con enemigos solo hasta la mitad de la distancia entre ambos originalmente, siempre haciendo un enroque, volteando tu posición con la del otro originalmente. Segundo, se puede usar una sola vez cada "Enroque" o "Intercambio" por persona presente en una escaramuza, sin excepciones. Finalmente, el Enroque permite usar TEN hasta tu total máximo de habilidad en el Hatsu específico después de usarle o antes de, sin excepciones. Hay más cosas, pero las entenderás cuando absorbas mi poder y sabrás por qué te exigí lo de antes.

Sin más, se intercambió rápido con Garou, usando "[]" o la técnica sin nombre. Garou se vió a sí mismo ahora en la posición de Nakamura y además con un bulto en su bolsillo, una pequeña canica que en algún punto, Nakamura le puso directamente. Aquello pasó en menos que un parpadéo. Cuando Garou obtuviese la técnica entendería por qué era tan peligroso este poder, y tan clave.

- Si puedes verlo, puedes alcanzarlo.

Soltándole esa pequeña clave para usar la técnica como extra, sonrió entonces y frotó el cabello de su discípulo, apuntando de reojo con la cara hacia "Juan" (Ruud) para hacerle saber que fuese a verle, tal cual. Por su cuenta, fue donde Jess ahora. No paraba nunca la cosa.

Y pues, su intención original de irse hacia cierto otro lado quedaba, de momento, en...

Pausa.

Se acercó a Jess tras hablar con el Hiro Rubio, o sea, Garou. Tomó la mano de la chica y esperó poder guiarla a una distancia, aún paranoico y neurótico respecto a aquella persona cuyo poder al parecer no tenía límites, y que para peor, no dudaba en usarlo para oprimir a todos con sus "bromas" y sus mierdas. ¿Siempre era así? ¿Qué decía que no era igual que los mafiosos a cargo de esto que hacían lo mismo? Como sea, fue cuidadoso con la manita de Jess hasta estar lejos. Posó su mochila para sentarse y mirarla entonces, más cómodo. Tomó aire y empezó a contarle, si bien estaba cansado, se esforzaría.

- Kairen.

Pausó, queriendo que Jess notara sus ojos. Los ojos de Nakamura Takuro, que se permitía ser llamado así solo ahora, porque hablaba sobre Kai y le hablaba a Jess, su hermana, mostraban brillo, mostraban paz, mostraban todo tipo de emociones genuinas y agradables, que le hacían ignorar a la tipa esa y a todos, a todo lo demás que no fuese Kai, Jess y Akemi, tal cual.

- Así se llamaba tu hermano. Te buscó por la prueba, pero murió al comienzo, cuando ganamos... -Dijo eso con algo de pena, pensando en lo que significaba.- Nen yo, Akemi y otra persona más, en donde él murió por el Bautizo. Un Bautizo, Jess, es cuando te fuerzan a ganar Nen. Naka-nen y Akemi se retorcieron de dolor por días y sintieron pena por Kairen, tu hermano mayor, tu onii-sama.

Pausó entonces, recordando, sintiendo. Su corazón palpitaba con una mezcla extraña de rabia y de amor, era inmenso, como un volcán estallando sin parar. Miró a Jess y sujetó sus hombros con cuidado pero con cariño, sonriéndole, mostrándole claramente lo que Kairen significaba para él y quería que significara para ella.

- Aquella mochila que le dí a Akemi tenía todo, su diario escribiendo sobre tí, sus búsquedas, y sus otras posesiones. Le aprecio, mucho, creé muchos de mis propios poderes de Nen en honor a él, en pos de buscarte y encontrarte y en pos de salvar a otros del destino que él sufrió. -Pausó de nuevo, no iba a llorar, ni una sola gota, ni un sollozo, nada. Firmeza, ahora como una roca tan firme como el mundo mismo.- Y aún si no le recuerdes, quiero que sepas que él te quiso mucho y lo hace.

Miró al cielo, a Kairen, allá en ese mundo ideal de tranquilidad y paz, como diciéndole que por fin lo hizo. Miró a Jess entonces y mostró determinación, fria pero absolutamente cortante, no hacia ella, sino hacia todo, contra todo, consigo mismo incluso.

- Por eso te protegeré y a Akemi, por eso os dejé con el grupo, por eso pienso matar a esta tipa esa de los cosos voladores porque sé que piensa joderme, por eso mataré al mundo si es por tí, por Akemi y por Kai... ¡Familia, tal como lo dijiste!

Le dijo, ahora sí sollozando, pero apretando los dientes para contenerse... Y no pudo contenerse. Abrazó a la niña, al menos por un lapso, soltándola luego para no exaltarla y cuidadoso de no exaltar a la gatita que tanto apreciaba ella, tal cual. Miró a Nubecita Algodón por un segundo, pensando en algo.

- Ahora... Sí, volveré con Akemi, pero quiero ir a proteger a otros antes, porque todo es un mar de traiciones. Quiero igualmente buscar como quitarte a tu maldición, a tu "Jess mala", ¿sí?

Acarició su cabeza y pelo por los costados, su nuca, evitando tocar a la gata porque imaginaba que cuando todos le frotaban la cabeza, como Kuroko hizo antes, tocaban a la felina oculta en su sombrero. Detalles, detalles importantes. Sonrió entonces y se enderezó, alzándose.

- ...¿Me das ese permiso-poyo?

Aguardó su respuesta. Miró a lo lejos a otro alguien y le hizo un gesto. No paraba nunca, pero miraba a Jess de nuevo expectante. Era importante, más que todo lo demás.

Takuro había ido a hablar con dos personas a un lugar apartado del grupo, sin embargo Ark pudo ver cómo es que el pelirrojo que por lo demás renegaba su nombre pero parecía estar aceptando tener un nombre por ahora por razones que quizá tenían que ver con esas personas, curiosamente, dos jovencitos, una niña de pelo naranjo y otro de pelo rubio. No sabía si Ark los conocía.

Esencialmente, Takuro le decía a lo lejos algo como: "¡Hey, Ark, espérame, que pronto partiremos!" y que fuese paciente al respecto en lo posible. Tenían que buscar a más personas y hacer el bien. Francamente, tenía más que decirle y si bien Ark era un pacifista legítimo, aún así tenía que explicarle la naturaleza de este fiasco. No había otro modo.

Juan habia captado algo importante,algo extraño o alvo espereanzandor segun sea el caso,no habia tiempo que perder asi que se levanto,suena descorte pero era momento de pasar informacion,antes que se fuera.--Disculpame un momento,Luis.

Juan fue directo hacia Nakamura haciendole un gesto que quiere hablar importante,ya teniendolo frente a frente juan hablo de nuevo--escuche esto,importante es N punto,escuchalo,por favor.

Le susurro por el oido las palabras que he escuchado,palabra por palabra Juan no queria saltarse nada-Esto dijo phy a kuroro" escucha bien, logré detectar que en la isla está cercada por vibra óptica, pueden haber cámaras y micrófonos en todo, literalmente en todo, incluso ya deben saber todo lo que han conversado, lo bueno es que soy algo así como una hacker, y encontré una torre de emisión de ondas que inhiben las comunicaciones con el exterior, creo que puedo entrar en el sistema e infectarlo, esto debemos hacerlo antes de cualquier movimiento Kuroko, sino, siempre estarán dos pasos delante de todos nosotros, el tema es que debo ir físicamente a esa torre, y necesito protección, Gin está conmigo, pero no sé si pueda solo con todo lo que puede pasar, ya teste la zona y parecen haber barreras o trampas, sin embargo, eso no quiere decir que no la protejan, estamos jugando de visitante y debemos buscar ganas algo de ventaja. tú pediste ayuda, bueno, esta es la ayuda que te puedo brindar, ahora la pregunta es ¿me ayudaras o no?"-Habia terminado juan suspira unos momentos para alejarse--eso es lo que escuche,por eso se va el.

Perfecto, el sacerdote se fue sin esperar respuesta. Mejor. No me apetecía estar mucho tiempo sentado con el. Pero, tenia razón. Realmente no tenía sentido intentar escapar, ¿no tendrían todo cubierto? Incluso pelear, en caso de que fuera cierto todo eso. Al menos Nakamura así lo creía. Quizá lo vio en la mente de alguien, pero ¿Kuroko no nos dio nen estando bajo control de esa misma gente? Hay trampas en todos los caminos. 

El conejo habló de nuevo y Garou le respondió. Justo lo que pensaba. No sabía quien era, no estaba acá y estaba hablando de cosas raras. 

Me levanté, dejando a letal en el cinturón, Jess se movía hacia Nakamura, Garou y el sacerdote tambien. Los miré esperando que notaran mí mirada y cuando voltearon, les saqué una mano de la capa y les hice un gesto para que esperaran. 

Caminé hasta Ravenant, y le hice un gesto con la cabeza para que caminara a donde estaba Nakamura parado. Luego a Aurora. Iríamos todos a ver. Teniamos más posibilidad si vamos todos, y no confiaba en los demás.

-Alguien avisele a Adelita. ¿Qué más sabes?- dije cuando llegué a ellos.

Su reacción fue bastante simple al escuchar que Akemi quería matarle, realmente solo ladeo la cabeza con un poco de sorpresa e incredulidad sintiendo como si algo no calzara en el inicio de la conversación, no recordaba haber tenido ningún tipo de encuentro con Akemi más que haberle visto esos ojos rojos, que con solo recordarlos le traía un dolor enorme en la cabeza como si le estuvieran taladrando o picando con un clavo en plena nuca. -¿Matarme? No tiene sentido alguno... -Pronuncio mientras se cruzaba de brazos notando que realmente hablaba en serio con aquello.

No fue hasta que especifico más sobre aquello, la tribu Kuruta, los ojos rojos, la situación con sus padres, todo vino a su cabeza de una manera tan rápida que solo causo que la cabeza de Garou tuviera un enorme dolor, sus manos fueron hasta su cabellera mientras apretaba los dientes intentando aguantar las sensaciones que golpeaban su mente, era como si una especie de gusano se posicionara en su cabeza. Mierda...Mierda... ¿Que son estas imagenes? No...Espera.... -No fue hasta que Nakamura pudo terminar una oración que se escucho una leve sonrisa de parte del rubio, quien había puesto ambas manos en su cabeza y era imposible ver sus ojos aunque unos segundos luego de la risa el pelirrojo pudo notar desde una perfecta perspectiva como el rostro de Garou parecía desfigurarse completamente, un rostro que era completamente ajeno al de un niño y más bien parecía una especie de posesión, una sonrisa enorme mientras sus dedos tomaban varios puntos de apoyo bajo sus ojos y estiraban hacia abajo mientras dejaba notar los ojos color carmesí en las cuencas de Garou quien miraba a Nakamura con una expresión algo tetrica. 

 -Ya veo, Ya veo...Yaveoyaveoyaveo....Lo había olvidado completamente.. -Por un momento la situación parecía salirse del control que usualmente tienen las conversaciones pero era completamente necesario pasar por esa etapa, Garou había obtenido tanta información de fuera que ahora era la primera vez que al fin podía entender porque las sensaciones que estaban dentro de su cuerpo eran tan molestas. -Akemi...No la recuerdo de ese tiempo...Aunque ya he cumplido con mi cometido de aquel tiempo. ¿Ella pertenece a esos malditos de los altos mandos? No, lo hubiera sabido. Ella solo es una victima más de ellos, de sus errores. -Por un momento casi sintió la necesidad de llevarse los dedos hasta sus propios ojos para tocarlos pero cuando lo iba a realizar se detuvo de golpe y estiro el cuerpo completamente mientras elevaba la mirada hacia el cielo y cerraba los ojos para reincorporarse con su imagen de niño de antes. 

-¿Porque utilizaría una técnica en gente de mi grupo? No soy un asesino, simplemente deseo conocer el mundo...Conocerlo todo. Voy a protegerlos Nakamura-Sensei...Mis habilidades no son más que técnicas prestadas para el bien de mis compañeros. -Pronuncio con total sinceridad, sus ojos al contrario se mantenían con ese rojizo aunque poco a poco parecían apagarse, seguía con la sangre hirviendo por la leve exitación causada por la noticia y su memoria restaurada. 

Escucho las palabras de Nakamura y acepto cada una de sus premisas, asumía que las razones bastaban aunque era dificil tener cierta empatía con esas cosas, para él la vida y la muerte eran una cara de la misma moneda, una moneda con un valor completamente infimo para su persona. -Naka-sensei...Puedes enfrentarte a quien quieras pero no lo harás solo, a menos que eso sea parte de un plan. -Estiro su mano derecha para apretar el puño frente a él. -Con esta serían tres técnicas que me has entregado, por ahora solo puedo acumular 5, aunque puedo borrar algunas que ya poseo. Estas habilidades son para ser utilizadas en los objetivos de mis amigos. -Nuevamente reitero lo dicho anteriormente.

Luego miro a Jess y luego a Juan intentando buscarle con la mirada, no había reconocido al sujeto con ese disfraz, vaya problema había debido tener para que estuviera en esa forma tan deplorable. Acto seguido su mirada volvió a Nakamura mientras en su mano derecha aparecía un dispositivo con una especie de correa creada por nen que cubría su muñeca. -Requiem...Rec... -La maquina comenzó a grabar cada una de las palabras del pelirrojo mientras el muchacho no dejaba de mirarle. 

Luego de la explicación el rubio asintió con la cabeza como si aquello fuera suficiente para entenderse, volvía a actuar como el niño musculado e irreverente de siempre, con una leve sonrisa en los labios mientras decidía separar caminos con su sensei. En camino hacia donde se encontraba el separado Ruud.

Fin.

Aquello fue el punto y final para la paciencia de Adelita. Conocía perfectamente aquellas miradas llenas de juicio y prejuicio, aquel machismo y paternalismo camuflados de falsa modestia servicial, esos aires de superioridad contenidos en un ego masculino que suspira con deje ofendido, ese...
                                                  

                                                  ...silencio incómodo voluntario. Siempre era el mismo tipo de hombre: reina del drama egocéntrico presentado como inocente intelectual bobalicón, haciéndose el interesante cada vez que encuentra la ocasión sin darse cuenta de los mecanismos de dependencia que lucha por generar en cada paso...

                                                                                                                             ...el tipo de hombre que calla, pero no otorga. El que babea por una mujer en medio de una multitud sin detenerse un momento a pensar en como se siente esa mujer. El que nunca expresa lo que siente o piensa, y llama a esa cobardía "razón", "moral", "armonía", y otras ochenta mil palabras vacías para articular un discurso que justifique la más pura de las dobles morales, sádicos juegos mentales, y una manipulación de grupo tan pobre que solo el privilegio social de un pene podría sostener, y no demasiado rato, ya se sabe como funcionan esas características sexuales primarias y secundarias. El que odia que no hagas el más mínimo esfuerzo por complacerlo, pero otra vez
  
                                  silencio.

El típico cobarde incapaz de asumir las consecuencias de sus actos. El que se exalta escuchando la verdad, sobretodo si esa verdad salió a la luz porque a una mujer le salió del coño no querer callarse. 

Sí, Nakamura Takuro era esa particular especie de cretino, y Adelita había acumulado suficiente evidencia empírica como para reconocerlo tan bien como su dedo índice reconoce a su clítoris. Pasaron años desde que Adelita empezó a usar leyes sociales como la inversión de la cosificación, performar características separadas de feminidad y masculinidad en un coctel molotov llamado cuerpo, jugar con la neurodivergencia en vez de intentar detenerla, diferentes formas de lenguaje corporal... Hasta que se liberó de aquel cretino cobardica. Más o menos.

Miles de fragmentos de canciones que la habían marcado hasta ese día, escuchadas por primera vez en la pequeña habitación de su casa en la montaña sonaron en un enorme segundo de esa mente con síndrome de tourette, trabajando siempre a velocidades cocainómanas... La que usaba sus propias cadenas para dominar... Tú no me vas a someter... no somos amigas, nos comemos el coño... Soy mujer soy un ser lunar... Me echarás de menos... Cómeme el coño, cómeme el coño con pan bimbo... Respirar, y sacar la voz... 

Y entonces no solo canciones, también documentos pdf y páginas de papel reciclado se reproducieron a una velocidad incomprensible... quinientas libras y un cuarto propio... comando scum... feminismo para principiantes... feminismo gordo, lesbiano, vegano, y antiespecista... manifiesto contrasexual... Paul B. Preciado... Teoría King Kong... Ética promiscua... Orgullo y Prejuicio y Zombis... bueno, ese último nada que ver... Series y pelis... Queer as Folk... Broad City... Girls... Orange is the New Black... Sense8... por qué no, Quadrophenia... El planeta libre... Persépolis... La Fuente de las Mujeres... Para gustar. ¿A quien? A todo el mundo. Vaya, eso tiene que ser complicado...

Y en el siguiente segundo, consejos de amigas, madres, tías, abuelas, miradas cómplices con perros, perras... Pues si no deja de mirarte tú vas y le dices: ¿Qué quieres que miras tanto? Y si no te responde, te lo quedas mirando tú... por cada diez malas viene una buena... ¿Pero a ti él que te aporta? ¡Pues llora si tienes que llorar! ¡Pues ríe si te da risa! ¡PUES GRITA SI QUIERES GRITAR! Sí hija, hay que comer de todo... A ver, si no tienes novio, no tienes a nadie en la mira, y no estás living la vida loca, entonces estás living la vida monja, mujer. Tú tienes que encargarte de tu propia felicidad, él de la de él. ¿Tú que quieres hacer? Ah, y yo quiero ser millonaria, pero no es así. Tienes que aceptar las consecuencias. Es como quitarte una astilla del dedo. Machete al machote. 

En total, tres segundos de casi inmaculado silencio, y digo casi porque los tics faciales de la jodida loca de mierda eran tan veloces que las pestañas sonaban clic-clic. Ese fue el tiempo que se tomó Adelita para morir y renacer. Unas seis veces más que de costumbre, realmente debía estar creciendo. Perdona, tengo que hacer una cosa, ya vuelvo. De la misma manera en la que las muecas del dolor de la explosión no concordaban con la voz, los incontables tics faciales no concordaban con la seriedad que transmitieron esas palabras dirigidas a Natsume. 

Caminó hacia el buena de Nakamura Takuro produciendo un terrible ruido rasposo con la nariz, y un escupitajo hacia la izquierda, justo antes de llegar hasta donde estaba el susodicho. Su voz sonó firme, segura, canalizada como solo una gritadora experta, talentosa y experimentada sabe. Pero no gritó. Pero sí que había gritos en su cabeza: 

¡Escucha machista de mierda: te guardas las miraditas silenciosas de superioridad en la cavidad anal, muy arriba, donde te de placer. No tienes ni idea de quien es Adelita. Llevas como mínimo desde el primer día dando comunicaciones unilaterales como cartitas, impidiendo que nadie te pueda responder, como buen patriarca. Has organizado un discurso en un árbol, pero has sido incapaz de disculparte con tu novia, ¿sabes lo que ha sufrido?, y encima la has mirado de arriba a abajo, lo hemos visto todos, baboso de mierda. Encima, eres un puto sádico que mira como me explota una bomba en la cara con satisfacción, ¿te crees el juez de algo imbécil? ¿Quieres el mérito de haber matado a Kuroko o algo? Tuyo es, acompañado del mérito de haberte matado a ti y a tu novia. ¿Tienes algún problema conmigo? Escúpelo del gaznate, atácame si quieres como ha hecho esa mujer, guardártelo y suspirar no es inteligente, es cobarde. Y no te hace mejor, te hace ser un puto falso con aires de superioridad. Odio el silencio, no tardes en hablar!

Y fin. Solo que nunca lo es.

Empecé a escuchar a Naka-nen, yo empecé negando con la cabeza -No... Aki-chan no decir nada Jess mochila dueño... ¿Poyo?- dije algo extrañada ante su actitud. Luego miré a la cosita mona blanca voladora con nariz de payaso, que al parecer no gustaba a Naka-nen; y me alarme mucho cuando oí que su dueña vendría a por Aki-chan y por él -¿Matar Aki-chan Naka-nen? ¡No! ¿Dueña cosas monas ser malvada? Jess no poder jugar cosicas monas Jess pensar- dije con cierta decepción... jo, yo quería jugar con uno de ellos por lo adorable que era... pero ahora me asustaba. No me quería acercar a ello.

Entonces el chico me tendió el meñique, diciendo que si le esperaba un poco luego él aceptaría mi trato de llevarnos a mi y a Akemi con él para que ella no esté triste. Yo asentí y le di el meñique -Jess aceptar... Jess esperar Naka-nen- le dije al chico. Esperar un poco no me importaba... total, no estaba entendiendo nada de lo que pasaba a mi alrededor, ni las peleas ni las cosas inteligentes que la gente decía... así que esperar me parecía una forma de pasar el tiempo. Mi gatita ronroneó gustosa cuando Naka-nen le acarició el lomo sin despertarse... ¡Nubecita Algodon si que era mona, no esa cosa flotante que hacía Bang con los dedos sin hacer nada!.

Naka-nen volvió conmigo, yo no me había movido del sitio por lo que no tardó de encontrarme. Me dejé coger de la mano por el y me deje llevar por él hasta una zona más aislada. Y una vez se sentó, el chico comenzó con un nombre de alguien: Kairen. Me quedé mirando a Naka-nen a los ojos... ¿estaban distintos? No lo se... pero parecían más... ¿brillantes? ¿vivos?... ¿poyotásticos? Si, creo que es eso, están más poyotásticos. Y no se porque... pero ese nombre también me parecía muy poyotástico... ¿porque?. Al parecer, ese chico había muerto al comienzo de las pruebas... y era mi hermano mayor... ¿que era un hermano? No lo se... pero... por algún motivo me estaba sintiendo mal. Nakamura me lo estaba contando de forma que me intentara tomar no muy mal la noticia, sujetando mis hombros y hablándome con calma. Al parecer ese chico me buscaba, había sido un gran amigo de Nakamura, y pareció una gran persona que hasta hizo que él hiciera sus técnicas de Nen por él... pero yo no lo conocía... ¿porque me estaba sintiendo mal entonces? No se porque, pero un par de lagrimas se fueron acumulando en mis ojos. Al parecer, la mochila tenía sus cosas... las cosas de mi hermano mayor del cual no se nada.

Fue entonces cuando Nakamura me hizo comprender las cosas de golpe, cuando el uso la palabra "familia" que tanto me gustaba el significado... al menos hasta este momento -¿Kairen ser antes... familia Jess?- pregunté, más para mi misma que para Nakamura. ¿Ese chico... era familia mía de verdad? Y ya esta... ¿con Wabi? No soy tan tonta... se que Wabi... esta arriba. Y parece que ese chico que era mi hermano... también. Entonces Nakamura me abrazó de pronto sin que me lo esperase... y aunque me iba a soltar, yo lo abracé de nuevo alargándolo... quiero ese abrazo, necesito ese abrazo. Y al final empecé a sollozar -Snif... Gra...gracias... Naka-nen... familia Jess- dije con muchos sentimientos dentro de los que no entendía absolutamente ninguno.

Luego, el chico me soltó, y dijo que volvería con Akemi; pero antes saldría a buscar a más gente... y a mi y "Jess mala", acariciando ahora si mi cabeza. Me limpié la cara con la manga, y luego asentí -Si... Jess decir si... Naka-nen tener permiso Jess- le dije tras su pregunta... pero no quería que se fuera ya -Naka-nen... antes ir...- fui preguntando -¿Naka-nen poder hablar Aki-chan... dar cosas Kairen Jess? Favor...- le pedí por favor al chico. Quería... ver esas cosas del que al parecer fue mi hermano... leer ese diario... saber como era... conocerle.

Naka-nen me estaba diciendo cosas, cosas que sin duda me habían afectado... no se si positiva o negativamente... pero que no me habían enfadado, sino que me habían hecho tener más afinidad con el chico. Pero iba viniendo aquí mucha más gente. Sinojito estaba haciendo gestos que no me interesaban... no me gustaba ni era mi líder, además no lo entendía, así que ya esta.

Además se iban acercando muchas más personas, como Garou quien había estado hablando Naka-nen... y la otra persona que se acercó fue Adelita... seguramente una de las personas que más me están cabreando con su actitud, saltos, gritos, palabrotas (supongo que son palabrotas, no lo se) y actitud de loca.

Y con todo eso vino aquí para gritarle a Nakamura, con su actitud la cual me parecía horrible. Yo estaba a su lado oyendo a la chica verborrear cosas que no entiendo, pero que sin duda no son cosas buenas y son para herir al chico -...- Me quedé durante unos segundos en silencio con el pelo tapando mis ojos, mientras que con cuidado cogía a mi querida mascota y la metía en mi gorro/su cama favorita, dejándola descansar en él mientras dejaba a la pequeña dormir en los pies de Nakamura... con él estaría a salvo -Loca pelirroja...- dije con un tono bastante serio, mientras me volvía a salir las garras que siempre he usado cuando me molestaba. Luego alcé la mirada, totalmente roja y con dos colmillos grandes asomando de una expresión enfadada -¡Loca pelirroja no poder hablar mal Naka-nen!- dije con gran ira, sin pensarme el lanzarme contra ella con las garras por delante.

Se sorprendió. Pero pensó que podía ser otro engaño por parte de Phryne solamente para joder y joder, tal cual, o para poder ir y manipular a Kuroko y forzarlo contra aquel que llamaban Nakamura mismo y los que estaban de su lado. La muy zorra por fin había logrado notar que el pelirrojo estaba causando desconfianza hacia ella directamente. Admitía su astucia. Tras escuchar las palabras de Juan "Johnny Ruudtar" Cess, asintió.

- Comprendo. No hay que tomarlo directamente porque podría ser un farol de Phryne para jodernos incluso pero... ¿Y las placas? Tenemos que enterrarlas o esconderlas en algún lugar remoto.

Le daba pena pensar que debería abandonar la placa de Kairen, pero... ¡Tenía que, si es que esto era verdad! No dudaba ni por un segundo de los Ruudmores, tal cual, por lo que suspiró, sujetándolas, las placas, en su mano a través de su ropa.

- Andemos atentos, Johnny, permíteme un segundo.

Volvió a re-hablar con los otros, con los jovencillos. Tío Naka pls, no pedo.

Mantuvo la expresión firme y fija ante la manifestación de Garou. Sí, era culpa de "Nakamura" mismo que el joven recordase de la nada, pero tenía que hacerlo, y se mostró serio, como un profesor estricto y a la vez un padre que se sentía culpable pero que no vacilaba en la decisión tomada. Respondió en base a lo que ambiguamente habían conversado antes con Akemi durante las pruebas entre los viajes de varios días y otros lapsos, como esa vez cuando volvieron de la caverna donde "señor clonador" o "cabeza-sandía" estaba.

- No lo sé. Tengo entendido que ella como dices, fue una víctima. Tú traicionaste a tu tribu y causaste su sufrimiento, por eso no debería perdonarte pero quiero hacerlo, quiero que haya paz. Solo eso, Garou, mi discípulo, mi compañero.

Tras eso, escuchó sus explicaciones y le alegró al menos verle relajarse tras las grotescas pero apropiadas imágenes de Garou en su metamorfosis directamente, todo esto estoico y mientras le miraba, tal cual. Al final, agregó algo ante el tema de las habilidades.

- ¿Usaste Check Eyes en tanta gente como posible? Si sientes que ya no la necesitas, descártala. Asumo que puedes "borrar" habilidades "grabadas", ¿no? Igualmente con Save Hand, pero quizá debas conservarla por si te ayuda a salvar una situación crítica en su momento, ya verás tú. Confío en tí, Garou.

Tomó la mano empuñada de Garou y le sujetó, como una especie de abrazo parcial, para luego alzarse y sonreírle. Ya con eso, asentiría sin más, porque habían quedado claros en su gran mayoría. Se despidió de él al verle ir con Ruud. Sabía que tenían que hablar.

Suponía que Akemi al final no completaría una quest, una misión que era de Nakamura, quizá por mera venganza o castigo a Nakamura por ser un cobarde que escapó o por preferir que él lo hiciera. En su bobeza, ea sabia y por eso la quería tanto a la joven de la tribu Kuruta. Sonrió entonces y miró a Jess, suspirando.

- Ya cuando me haga con plata te compraré peluches y/o te conseguiré yo mismo un robot bonito o algo, Jess.

Trató de compensarla por aquello y de verdad obtendría venganza contra la tipa esa. No pensaba matarla quizá del todo pero la llenaría a puñetazos, aún si tuviese que tragarse la furia de Ginnei en el proceso. Como sea, eso no era ahora, lo que sí lo era era que por fin vió como Jess parecía poder sentir, a lo lejos, la voluntad de su hermano, de Kairen... Y eso hizo a Takuro sentir igualmente felicidad, una sonrisa con algo de lágrimas que le llenaban, por fin.

Asintió.

- Así es. Kai era, no, es tu hermano, y tomé la misión de buscarte por él. Y por fin lo he conseguido.

Abrazó a la niña entonces, frotando su espalda y buscando no sollozar él mismo con pocos resultados. Al final, le dejó ir levemente tras ese doble-abrazo mutuo y le miró sonriendo, ya no temiendo más, pero áun indigno de poseer un nombre, no completo, faltaba, pero era un paso.

- Gracias. Jess... Te protegeré, aunque me cueste una o cien vidas, te protegeré, por Kai, por tí... Familia.

Pronunció el término aquel, familia, tal cual. Sonrió a la niña y ya levantándose, le escuchó, su petición. Tomó aire y dejaría de ser un cobarde, asintiendo.

- Así será, dame un tantito e iré con Akemi, de hecho, debo apurar para pillarla...

Pero pronto, todo cambiaría. Siempre lo hacía.